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Nuestro secreto por hellblack_sasuke-

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Notas del capitulo:

Hola a todos :)

El horroroso retraso se debió a que tuve muchos problemas familiares T.T hubieron muchos cambios en mi vida (todos espero sean para bien) y a que estaba tan deprimida que tuve que parar y dejar que todo fluyera de nuevo.

Para aquellos que no lo saben vengo peleando con una depresión crónica de hace ya algunos años y entre los cambios de medicamentos y de vida tuve una recaída (esa es la verdad) pero ya estoy mejor :) 

Ahora sí, regresando a lo que nos interesa que es el fic, pues hoy se acaba D:

No puedo creer que al fin pude terminarla xD así como que no puedo creer el final que la misma historia me pidió :) sin embargo, decirles que la hice con mucho amor pensando en ustedes y que ojalá sea de su agrado. 

Como siempre, espero que lo disfruten mucho :3

Tal vez esa mañana pintaba ser un día cualquiera. Sin embargo, sería un día sumamente importante en mi vida.

Se levantó mirando el reloj, eran alrededor de las nueve de la mañana. Todo lucía sereno, ecuánime, tranquilo. Era un día soleado.

Se dirigió aun despeinado y adormilado, hacia lo que era su estudio donde de unos años para acá se había convertido en su más fiel cómplice de éxitos mundiales; el lugar donde escribía el punto final y las tres últimas letras fantásticas para cualquier escritor. SÍ, pudo ver lo largo y a la vez corto de su carrera en un abrir y cerrar de ojos.

Acercándose a su tan ya conocido librero, palpó cada una de sus obras maestras, las recorrió con las yemas de los dedos recordando cuando redactó cada una de ellas; lo que sucedía en su vida y lo que estaba pensando.

Tal vez ese sentimiento de melancolía lo absorbió tanto, que nunca pudo escapar de él.

Revisó unas fotos a lo largo de su estudio. Amigos que hace años no volvió a ver, familia que ahora está lejos, el hermano que gracias al cielo se recuperó; toda una galería enmarcada en una pared completa. Gente famosa, gente rica, gente que añoraba conocer y que ahora, no son nada.

Se fue a la ducha dejando la televisión prendida, las noticias son siempre las mismas; el asqueroso circo mediático para atender cosas que no son importantes, y dejar de lado que el mundo está acabándose, que los humanos son tan egoístas, que deberíamos morir.

Era un día algo de calor, él odiaba ese tipo de días. Y aunque Sasuke sabía que Itachi tenía la razón absoluta, le seguía importando un pepino, porque seguía enfermo de él. Es muy triste, nunca haber encontrado la cura.

Es un día especial y la ocasión lo amerita. Buscó su mejor traje negro, hacía tan buena combinación con lo que era ahora; tomó sus mejores zapatos a juego, anudó su corbata como papá se lo había enseñado. Terminó de dar los últimos toques, así como su hermano siempre le dijo. Se miró al espejo, y era como si Kakashi estuviera detrás de él diciéndole que se ve encantador.

Ya era hora, se dirigió a la cocina por un vaso de agua, ya va llegando tarde al espectáculo.

Se sentó en su cómoda silla, especialmente diseñada para que pudiera escribir por horas; Sasuke observó cada uno de sus galardones, de sus éxitos, de sus entregas. Sonrió, probablemente fue lo mejor que le pasó en la vida.

Pero ese vacío no puede ser llenado con nada que no sea Kakashi.

Lo intentó. Nadie puede juzgar, ni criticar, si lo hacen o lo hicieron, nunca le interesó.

Jamás le importó.

Quisiera aclarar, que sé lo que estoy haciendo y hacia donde me dirijo. Tal vez no lo planeé con mucho tiempo de anticipación, pero he decidido que es lo mejor para mí.

Me encuentro en mis cinco sentidos, tranquilo, calmado, sereno. No he bebido alcohol ni consumido drogas como lo haría la mayoría de la gente con las que hoy me codeo. Tampoco me he tomado un cóctel de pastillas y tampoco soy adicto a ellas.

Lo que escribo hoy no es una novela y estoy consciente de ello. No me estoy confundiendo, sé que estoy en la realidad y no en una de mis tantas historias.

Hoy más que nunca, estoy sumamente inspirado.

Acomodo las cosas en mi escritorio, mi computadora, revisó mis últimas notas; que alegría que por lo menos terminé la última historia que había escrito. Siempre he odiado no terminar alguna.

Puedo discernir perfectamente entre el mundo real y lo que no lo es. Solo lo aclaro para próximas discrepancias que seguro surgirán. Así es este medio, así es este mundo.

Y lo aborrezco de verdad.

Nadie se toma nada enserio.

Abrió su cajón donde acostumbraba guardar plumas y todo lo de oficina, hasta el fondo, tenía guardadas unas pastillas muy eficientes para ese tipo de causas.

No quiso ver su celular, no quiso despedirse, no quiso pensar en nadie.

Solo tal vez, en esa persona. A la que le dedico su último suspiro.

Sí, esta es esa famosa carta que mucha gente deja una vez que ha decidido suicidarse.

Redacté las últimas cosas que hice, para que al menos sepas que incluso hasta el final, dormiré pensando en ti.

El último soplo de mi corazón, se irá amándote como siempre lo hizo, Kakashi.

Les pido a todos perdón. Porque no pude resistir, porque no pude aguantar. Porque a pesar de todo nunca pude superar esta depresión y este vacío que me dejaste.

Perdón por ser tan débil y no tener la convicción de seguir adelante. Perdón por no cumplir sus expectativas. Perdón, por nunca haberme ganado el amor real de nadie.

Perdón por tener miedo.

Perdón por ser un escritor mediocre que termina sus días como cualquier artista del montón.

Perdón por no ser lo suficientemente único y especial para que alguien quisiera quedarse conmigo.

Perdón por echarlo a perder.

Perdón a mis padres.

Perdón a mi hermano.

No los merezco. No merezco a nadie.

Perdón por ser un escritor idiota que muere de miedo porque simplemente un día perdí la inspiración y no pude volver a escribir.

Perdón por no querer ver como mi carrera se iría en picada.

Perdón por ser un fraude.

Perdón por ser tan cobarde.

 

 

-Creo que esto te pertenece –Itachi se acercó a él. Era una mañana nublada, seguro que pronto llovería. A lo lejos, se escuchaba aun el llanto de su madre, y el consuelo mal logrado de su padre.

Hasta el fondo naturalmente, medios del entretenimiento mal educados e irrespetuosos que se presentaban en un momento tan difícil-

-¿Qué es? –Preguntó a secas-

-Te lo dejó a ti. Léelo cuando tengas oportunidad –respondió de forma automática-

-Bien –Kakashi miraba hacia donde el resto de la familia Uchiha se encontraba. Las coronas de flores blancas rodeaban una tumba recién hecha. Acababan de bajar el ataúd y de tapar todo con tierra.

Probablemente en esos momentos no era capaz de sentir nada.

Miró el sobre de reojo, había hojas sueltas dentro de él; la escritura estaba tan fuerte que se veía a través del dobladillo. Se notaba que Sasuke la había hecho con elegancia y soltura.

Completamente digno de él.

La tomó sin más y agachó la mirada-

-Creo que eso es todo –murmuró Itachi-

-Lo es –contestó del mismo modo- sé que no quieres escucharlo pero, en verdad lo lamento mucho

-Sí, yo siempre lo lamentaré más –Itachi cerraba los ojos con fuerza, intentando no llorar- Porque nunca me di cuenta, ni lo hice a tiempo. Al final –al Uchiha se le cortaba la voz- fui el peor hermano de todos

-La única culpa aquí es la mía –Kakashi notaba como sus lágrimas caían al piso- nunca podré perdonarme

-Tal vez yo tampoco –murmuró-

-Jamás te pediría que lo hicieras –se quedó un momento en silencio y después volteó a verlo- tú hiciste lo que cualquier hermano haría. Por favor, no te culpes –  expresó suplicante- cumpliste con tu papel de hermano mayor hasta el final- Itachi terminó de escucharlo, apenas y una sonrisa de compromiso salió de sus labios; estaba hecho añicos. Se dio la media vuelta en un silencio sepulcral, regresó con su familia sin decir más nada.

La idea era que no volverían a verse más.

La familia Uchiha nunca terminaría de sanar la herida, sin embargo, vivirían el resto de sus días intentando ser una familia normal.

Sasuke en realidad no tenía amigos, aquellos que le hicieron la vida imposible, tal vez al final ni siquiera se enteraron.

Al final, todos esos recuerdos ya no valieron nada. Todos esos nombres olvidados, todas esas personas que tocaron la vida de Sasuke o que Sasuke tocó la de ellos. Al término, no sirvieron para nada.

Fueron enterrados con él. Simplemente no quedó nada.

Lo que algún día fue trascendental en la vida de Sasuke, ahora ya nadie lo recordaría. Habían muerto con él.

Solo Naruto se enteró de la noticia estando en la cárcel. No terminó más que siendo un vándalo acusado de robo agravado con sentencia a cinco años.

Así, sin nada más. Todo se resumió a eso.

Juugo se distanció tanto que jamás volvieron a saber de él, ni siquiera se presentó al funeral; mientras que Sakura, optó por solo ir directamente con la familia unos días después. No quería involucrarse en las notas amarillistas de los periódicos; con el tiempo, se volvería un miembro más de los Uchiha. Y se quedaría con ellos, hasta el final de todo.

Mientras que Itachi, pasaría su vida culpándose por no haber hecho más. ¿De qué le serviría todo el dinero del mundo que Sasuke dejó? Simplemente, la tristeza lo consumiría por completo.

Tristemente solos, sin pareja pero tal vez con algo de amor.

Sasuke sería recordado como uno de los mejores escritores juveniles, una estrella. Una estrella que por más que luchó, terminó apagándose en la galaxia.

Kakashi cerró la puerta de su departamento tras de sí; recargó la espalda en ella y se dejó caer al suelo. Quien sabe cuánto tiempo permaneció ahí.

Cuando abrió los ojos, notó que en la mano derecha aún tenía la nota que Sasuke había dejado exclusivamente para él. Seguro la leyó hasta quedarse dormido.

¿Qué podría pasar por su mente en esos momentos? Lo había arruinado todo, lo sabía. Tuvo la culpa de principio a fin; nunca debió meterse con un alumno. Nunca debió de haberlo dejado cuando más lo necesitaba y mucho menos volver a producirle el mismo dolor.

Sasuke lo amó, pero tal vez, Kakashi se dio cuenta muy tarde que no podía corresponderlo del todo.

¿A dónde se fueron todos esos recuerdos? Probablemente lo único que querría en esos momentos es olvidar. ¿Qué fueron de esos momentos?

Todo se resumía a eso. No quedó nada.

Sasuke se fue, y él se iría pronto, pero hasta que eso sucediera tendría que vivir con la culpa y arrepentimiento de haber matado a aquel que lo amó con locura y que estuvo dispuesto a darlo todo; incluso sus éxitos y su propia vida.

¿Podría? Seguramente no.

"No sé si me habrás olvidado...aunque en una sola respuesta y sin ilusión sería: Sí, ya te olvidé. No te preocupes, para siempre será nuestro secreto, lo sabes ¿no es así?"

Después de haber leído nuevamente esa última nota, lo último que se escuchó en la habitación fue el de la silla cayéndose, y el de su cuerpo inerte colgando desde uno de los marcos que se encontraba en el techo.

“Perdóname, por haberte convertido solo en nuestro secreto”

FIN

Notas finales:

Pues bueno, ¿qué más decirles? como siempre gracias a cada uno de ustedes por haberme acompañado capítulo a capítulo; por esperar meses y años por las actualizaciones y a pesar de ello seguir ahí y animarme a continuar esta historia que como casi todas las que he escrito, es un pedacito de una experiencia personal que me marcó mucho y que gracias a todo esto, ese ciclo se ha cerrado.

Me alegro y me llena de felicidad que a la gran mayoría les haya gustado y a los que no, por favor perdónenme y ojalá más adelante cree historias que sean de su agrado o que en su defecto sean de un tema atractivo para ustedes.

Prometo seguir mejorando.

Muchas gracias por estar hoy aquí y dejarme entrar en sus mentes por unos minutos.

Sean muy felices hoy y siempre.

Recuerden que siempre habrá esperanza por más oscuro que sea el camino.

Agradeceré eternamente sus comentarios.

Nos veremos próximamente. Mil gracias lectorcitos :3

Besos.

 

Alex CC


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