-¿Y bien?
-¿Qué?
-¿Cuándo nos vemos de nuevo? –Se acomodaba la camisa-
-Si por mí fuera… -lo abrazaba por detrás- no te dejaría ir nunca, Sasuke –le susurraba en el oído-
-Lo que resta de la semana la tendré muy ocupada, y en el fin de semana necesito estudiar para el examen que tengo el lunes…
-Ya veo –suspiraba leve- en esa semana tengo que salir de nuevo
-Pero acabas de regresar –no podía evitar la sorpresa en su voz-
-Sí lo sé –acariciaba los cabellos del menor- pero es una orden de parte del director en la universidad. Serán cuatro días
-¿Te vas muy lejos?
-No realmente, no te preocupes
-De acuerdo –ladeaba delicadamente el rostro- ¿te parece que salga primero? Iré a casa. Mi madre ha notado que regreso tarde… y esas cosas
-He afectado tus calificaciones, ¿verdad? –lo miraba-
-No –sonaba sincero- para nada, de hecho incluso han mejorado, tus asesorías en verdad me han ayudado –sonreía muy por debajo, casi de forma imperceptible-. A lo que voy, es que últimamente he llegado tarde, y me ha notado “raro”… -suspiraba- el caso es que necesito llegar mucho más temprano, al menos estos días
-Está bien; supongo entonces que descansaremos unos días… -sonreía- no hay ningún problema
-Extrañaré esos días tu departamento
-Sí que eres… -el mayor se acercaba a besar su frente-
-Me voy, te veo mañana en clase, prometo llegar temprano
-Ya sabes que no me gusta que lleguen tarde
-Hago lo que puedo
-Aun así… por favor procura llegar temprano, hay examen mañana
-¿Es enserio? –lo miraba-
-Es, “sorpresa” pero en verdad te pido que no se lo cuentes a nadie
-Descuida, “sensei” –se lo decía en broma, como si sobraran comentarios al respecto, a la par que se iba con sigilo como si no pasara nada-
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Mediados de Diciembre, 2011
-“Van dos clases seguidas a que no viene, ¿le habrá pasado algo?” –Se decía así mismo-
-¿Sucede algo sensei? –preguntaba una chica
-Para nada Karin, es sólo que, me parece que tú y Sasuke son amigos, ¿cierto?
-Oh, eso… sí
-A pesar de estar en grupos diferentes, quería saber si lo has visto en estos días. No se ha presentado a clases
-¿En verdad? –lo miraba sin mucha sorpresa- pues pueden ser dos razones; o su hermano tuvo algún problema, o… está muy enfermo
-¿Su hermano? –No podía evitar su sorpresa-
-Sí, bueno… no le gusta hablar mucho de eso…su hermano tiene insuficiencia renal, y desde hace algunos meses su cuerpo comenzó a deteriorarse y, si sigue así necesitará un trasplante
-Vaya, que duro debe de ser
-Sí sensei, además Sasuke cuando era niño se enfermó de neumonía, y la verdad tuvo suerte –suspiraba- se complicó tanto que casi no lo logra, y al final su sistema quedó muy debilitado, por eso cuando se enferma, deben de tener mucho cuidado, puesto que, una simple gripe puede transformarse en algo mucho más serio
-Entiendo, bueno, pues muchas gracias Karin –le decía con amabilidad-
-De nada sensei –se retiraba a su lugar-
-“Espero, que todo esté bien” –se decía así mismo-
Dos días después
-Bueno chicos, vayan dejando un lugar entre cada uno, los exámenes ya están sobre su mesa, empiecen, tienen las dos horas
-Alguien abría levemente la puerta del salón de clases que ya se encontraba cerrada. A pesar de no hacer tanto ruido durante un examen llama mucho la atención-
-Sensei… -susurraba el chico. En ese momento, Kakashi se levantó de su asiento y fue camino a la puerta para encontrarse con el chico- Lo siento mucho, –trataba de hablar Sasuke; pero sus palabras apenas eran entendibles detrás de su cubre bocas- pero me enfermé muy fuerte, como lo podrá ver –abría su mochila sacando una papeleta- mire, es mi justificante, espero no haberme perdido de mucho, y, ¿cree que aún tengo posibilidad de presentar el examen?
-Sólo has venido a mi clase, ¿verdad? –Hablaba con calidez-
-Desviaba levemente la mirada- sí, bueno… -no sabía que más decir, se encontraba ahí a pocos centímetros de él. Había pasado todos esos días en fiebre, sin bañarse, sudando intensamente, sin cambiarse de ropa, agotado, sin levantarse de cama; apenas y podía caminar de lo débil que se sentía. A duras penas logró ponerse algo de ropa limpia, medio arregló su cabello, se bañó en perfume y así se fue a la escuela, sólo para presentar el examen, ¿qué más podía decir? ¿Qué le importaba tanto el examen, que decidió salir cuando aún no lo tenía permitido? Por supuesto que no…-
-Descuida Sasuke, te enfermaste muy fuerte, ¿cierto? No tienes que demostrarme nada, yo confío plenamente en ti. Además, más bien quiero agradecer, que te hayas tomado tanto tiempo y esfuerzo en levantarte y venir. ¿Seguro que te sientes bien? Sino, siéntete con la confianza de decirme, y podemos calificarte de alguna otra forma
-Descuide, estoy bien, puedo presentarlo
-Bueno –de nuevo esa mirada de amabilidad que tanto enviciaba a Sasuke, provocando su sonrojo que pasó desapercibido por el sudor que aun cargaba con él- Adelante por favor, puedes sentarte aquí –le señalaba la silla que se encontraba al lado de su escritorio-
-De acuerdo –tomó las cosas que necesitaba sin prestarle atención a nadie más y comenzó resolver el examen; al final no era tan complicado, pero era bastante largo. Llegando casi al final, de nuevo comenzó a sentirse mal, al parecer la fiebre había regresado a pesar de tomar los medicamentos que le habían recetado. Se sentía muy mareado, la visión se le nublaba, comenzó a tener dificultad para seguir con el examen, y por si fuera poco un ataque de tos tan severo lo atacó, que llamó la atención de todos, incluida la del profesor-
-¿Sasuke? –Lo miraba acercándose- ¿te sientes bien?
-Sí, yo… -le costaba verlo a la cara- estoy… -y en ese momento se desmayó. Cuando despertó, aparentemente en el hospital, no estaba muy seguro de lo que pasaba. Sólo notaba que tenía una máscara de oxígeno y un suero incrustado en una de sus venas-
-Qué alegría, -sonreía- despertaste, nos diste un susto ototo
-Sasuke no podía hablar-
-Descuida Sasuke, no trates de esforzarte, ahora si te enfermaste bastante… -suspiraba- de nuevo tienes neumonía severa, ¿Por qué no nos dijiste nada? Podríamos haber hablado con tu profesor, lo más importante es tu salud –acariciaba una de sus manos- mamá y papá fueron por algo de ropa, ya te estabilizaron y en un rato podemos ir a casa, pero creo que necesitas un poco más de oxígeno. Tu garganta está tan inflamada que la voz no te podrá salir hoy… -lo miraba- hiciste un gran esfuerzo cuando hablaste con tu profesor, ¿verdad? Además tenías muchos problemas para respirar… ¿cierto?–El chico en cuestión desviaba la mirada- tomaré eso como un sí… iré a ver a qué hora podemos irnos de aquí, ¿ok? Enseguida vuelvo –antes de que se levantara, Sasuke tomó su mano y lo miró, como pidiendo una explicación más detallada- De acuerdo, bueno… no sé qué tanto te agrade la idea pero, cuando te desmayaste, Kakashi, el profesor, llamó de inmediato al médico de tu escuela, y le pidió que te llevara a la enfermería… el profesor te tuvo que llevar cargando, pero a primera instancia notaron que necesitabas atención algo más avanzada de la que tenían ahí, pero como siempre hacen demasiado papeleo, Kakashi llamó a la ambulancia, y él mismo pagó por el servicio. –La mirada del chico lucía sorprendida- Lo sé, bastante dramático… además, se quedó aquí un rato, se sentía responsable… pero, ¿no es algo raro? Para empezar te sacaron en camilla, con un profesor a tu lado, y aparte de todo, con uno de los más populares hasta donde tengo entendido… pero su reacción, algo exagerada ¿no?, es decir, no es normal que un profesor se preocupe así, ¿o sí? –Sasuke miraba hacia otro lado y ahí Itachi lo entendió todo- espera, ¿no querrás decir? –El menor se alteraba, lucía molesto- ¿es él? –le susurraba, y al notar la vergüenza en la cara de su hermano se pudo contestar así mismo- así que es él, de quién tanto hablas –sonreía curioso-
No lo puedo creer, así que ese es el hombre misterioso –aplaudía suavemente- al fin mi hermano dejará de ser un amargado hombre de las cavernas –ante eso recibió un golpe fuerte de parte de la mano del menor- tienes que admitir que es la verdad –le acariciaba el pelo- por primera vez hay alguien que te interesa –le hablaba bajo- pero mira que pecador que eres… con tu sensei –de nuevo Sasuke lo golpeaba- de acuerdo, lo omitiré, pero… realmente tenemos que hablar esto en casa… ototo, ¿cómo fue? Mejor, aún, ¿ya han avanzado en algo? Es súper prohibido, y él se mira tan recto y ético, que, ¿en verdad lograrán llegar a algo? Es como una novela- le brillaban los ojos, a lo que el menor sólo pudo sonrojarse al recordar esos encuentros, por decirlo de alguna forma, que dejaban algo a la imaginación, de no saber qué era lo que realmente sucedía- tienes que decirme todo… pero antes, tengo que ir a revisar cuando nos podemos ir…
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Época actual
-¿Y qué te pareció?
-Tu comida sigue siendo exquisita como siempre…
-Tengo tantos recuerdos contigo, que no quiero perderlos –rozaba una de sus manos-
-Pero no todos son buenos
-Eso hace de una relación, una relación –se reía de lo que decía-
-Sasuke sólo lo miraba-
-Pero es la verdad, y a pesar de todo eso, aquí estamos de nuevo… además los recuerdos buenos son más que los malos, cariño –acariciaba la mejilla del menor con su mano- estaremos mucho mejor
-De acuerdo…
-Déjame estar al día con tu vida entonces
-Suspiraba- mi hermano, está cada vez peor, lo tuvieron que llevar al hospital, sus riñones están a punto del colapso, y las diálisis ya no funcionan
-Pero, ¿por qué ustedes no pueden donarle uno?
-Bueno, es mezcla de muchas cosas pero, mi familia siempre ha sufrido muchos problemas de salud, tú lo sabes; mi madre no es compatible, mi padre tiene diabetes, no puede hacerlo y yo… bueno… no es conveniente para mi salud en general someterme a una cirugía así, por los medicamentos que tomo, mi mente y lo susceptible que soy a enfermarme, el riesgo es más alto que el beneficio. Así que hay que esperar donador, o en su efecto, esperar a que yo me cure… pero el tiempo no está a mi favor
-Ya veo…
-Lo demás ya lo sabes, todo está igual que como lo recuerdas, lo único nuevo es eso
-¿Crees que pueda… hacerme los estudios?
-Sasuke se levantaba- no tienes que hacer eso… es decir, es demasiado
-Nunca es demasiado –lo miraba- quieras o no, lo intentaré, no tengo ningún problema con ello
-Kakashi…
-No es sólo por ti… es por tu hermano
-No sé, que más decirte –desviaba la mirada-
-No tienes que decirme nada –lo abrazaba- yo puedo hacerlo con gusto de forma totalmente altruista. Además soy un hombre sano, fuerte, sin ningún tipo de enfermedad hereditaria… todo está en orden.
-Gracias, Kakashi
-Sólo dime cuando y donde, y yo puedo hacerme los estudios
-Mañana te la doy
-Es verdad, hay clase mañana –se golpeaba levemente la cien- ¿quieres acompañarme a mi departamento? Tengo que preparar unas cosas para la clase de mañana
-¿Crees que pueda ayudarte?
-¿Quieres terminar tu tarea allá?
-¿Tú que crees?
-Sería agradable tener una opinión de alguien joven
-Cálmate dramático. No estás viejo –lo abrazaba del cuello besándolo- preparo mis cosas y vamos, mi hombre joven pero maduro –se burlaba de él-
-Lo bueno es que ya maduraste, ¿verdad Sasuke? –tardaron una media hora en salir de ahí, y cuando bajaron y llegaron al coche del mayor, no pudo evitar sentirse algo, nostálgico. El cielo estaba gris, no hacía frío, pero había mucho viento que alborotaba con locura el cabello del chico, que se enredaba con el cuello de su chamarra gris que tenía botones por todos lados. Subieron al carro y en unos cuarenta minutos estaban de nuevo dentro en el departamento testigo de tantos y tantos recuerdos, tanto buenos como malos. De hecho la última vez que estuvo ahí, fue cuando los encontró a él y a Naruto.
Ese día lo recordaba a la perfección. Decidió ir a platicar con el mayor después de una fuerte pelea, y al tener ya las llaves de su departamento, cuando entró, encontró una pesadilla imposible, que se convirtió en realidad en menos de un minuto. Salió corriendo de ahí con los gritos de Kakashi detrás de él, y lanzando las llaves a sólo Dios sabe dónde. Pero estaba ahí de nuevo, admirado de que casi nada hubiera cambiado.-
-Decidí no hacer muchos cambios, no estaba seguro de cómo hacerlo
-No hay problema, pero me sorprende un poco
-Bueno, ¿te parece si estamos en la sala? –lo miraba- trabajamos un rato, y nos damos un tiempo, ¿qué te parece?
-Está bien
-¿Estás agusto aquí?
-Es inevitable no traer lo último que pasó, pero estoy bien, lo voy a superar. ¿Me das agua?
-Claro – Y así, estuvieron en la computadora portátil de cada quién, trabajando en lo que tenían que hacer, alrededor de unas tres horas y media. Cuando terminaron, si bien platicaron un rato, lo que restó del día, se dedicaron enteramente a reutilizar cada parte del departamento, como su sitio de juegos-
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Abril, 2012
-¿No es una estupidez que lo escogieran para dar el discurso?
-Mira que a pesar de todos los rumores, ¿acaso los profesores no dicen nada?
-De cualquier forma el discurso de este año nadie lo va a olvidar
-¿A qué te refieres Karin?
-Ya lo verás Suigetsu, ya lo verás –eran finales de abril, cuando por fin llegó el fin de cursos y la graduación de la preparatoria de toda esa generación. Se encontraban ahí la mayoría de los profesores, el director del plantel y naturalmente la mayoría de generación de alumnos. Todos iban vestidos de gala, glamurosos y despampanantes, y antes de la verdadera fiesta, venía toda la diplomacia que esto involucraba, y entre ellos, se encontraba el discurso, escrito y producido por algún alumno importante de la generación, escogido a votación por los profesores.
Quién daría el discurso ese año, sería Sasuke. Se vistió con un pantalón negro, camisa blanca y saco azul de gamuza; en general no tenía muchas ganas de ir. Para empezar, no tenía amigos ya, más que Juugo y Sakura, de los cuales, la chica no estaba ni en el país, y el otro no se presentó esa noche. Además tenía que ver la cara de todos esos hipócritas que no harían más que criticarlo, lanzarle mierda constante e intentar fastidiarlo toda la noche. Sin mencionar que tendría que ver la cara del idiota de Kakashi y del traidor de Naruto. Simplemente era demasiado para soportar, en una sola noche.
Estaba decidido a sólo darlo y retirarse inmediatamente, pero no contaba, con lo que le tenían preparado.
Anunciaron al chico, así que pasó al frente, tratando de ignorar los abucheos y groserías que le decían conforme se colocaba en el escenario. Ya estando ahí, comenzó a hablar sin ninguna interrupción. De hecho su discurso estaba muy bien elaborado, incluso los profesores se asombraron al escucharlo; estabas siendo un éxito.
Sasuke se sentía algo tranquilo, porque estaba a punto de acabar, sólo le faltaba párrafo y medio, pero algo llamó su atención. Algunos de los chicos en todas las mesas, comenzaban a sacar sus celulares, como si estuvieran grabando, le resultó sospechoso, más aún porque cuando vio a Karin hacer lo mismo, sabía que algo malo iba a pasar.
Y pasó. Por acto de magia y en cuestión de segundos, ni siquiera estaba seguro de lo que estaba pasando. En un parpadeo se sentía mojado, sucio, pegajoso y con un olor nauseabundo. Se miró, su cuerpo estaba totalmente cubierto por esa extraña mezcla, que no sabía ni de qué era. Sólo podía saber que era un olor horrible, asqueroso, le daban ganas de vomitar.
Fue sólo cuestión de segundos para que el silencio expectante, fuera intercambiado por las risas, carcajadas y burlas, de prácticamente toda una generación de estudiantes hipócritas. En ese momento no sabía qué hacer, ni qué sentir; después de las risas, las groserías y malos tratos no tardaron en hacerse escuchar; los profesores estaban atónitos, no podían creer lo que estaba pasando, todos se levantaron de sus lugares, y cuando Sasuke cruzó su mirada con Kakashi, decidió irse corriendo al baño, a la par que el director tomaba un micrófono y suspendía la fiesta; estaba tan indignado que como última instancia, decidió tomar el nombre de todos los presentes y dejar en sus historiales académicos una carta de mala conducta; que para esas alturas, en la universidad les pesaría mucho.
Estando Sasuke en el baño, con el papel que pudo agarrar lo mojó con agua y trató de quitarse la porquería que tenía encima. Aún estaba en estado de negación, shock, no tenía emoción alguna, y para arruinarlo más, escuchó la puerta del baño abrirse. Y ahí estaban, Naruto, Suigetsu y Karin con unas cubetas llenas de agua negra.
-¿Qué más quieren? ¿Por qué? Siempre les dije que fuéramos sinceros… -su voz sonaba apagada-
-Simplemente, por joderte la vida. Porque nos molesta cuando eres feliz, cuando te va bien… nos da coraje que existas y que toda la atención sea para ti –hablaba Karin-
-Me lo imaginaba… pero, ¿es lo que ustedes piensan, o es sólo lo que piensa Karin? –miraba a los otros dos. Y no recibió respuesta más que las tres cubetadas de agua estancada con basura de todo tipo- Esperamos, que siempre seas infeliz. Nos da tanto gusto haberte quitado todo… y cuidado con decir algo Sasuke… recuerda que podemos hacer de ti, más mierda de lo que ya eres… maldito mimado –le decía Karin-
-En verdad eres tan molesto, no vales nada –Suigetsu le escupía-
-Date por bien servido… pudo ser mucho peor –le susurró Naruto, dándole una patada al estómago, dejándolo arrodillado ante ellos, sin hacer o decir nada- Maldita golfa asquerosa… esta es tu verdadera forma, ¡zorra de quinta¡ –Suigetsu le dio un golpe fuerte en la espalda, y así, lo dejaron tirado en el frío suelo de mármol, lleno de basura, aguas negras, comida podrida y mil porquerías más. Estaba solo, sin nadie alrededor, todo estaba en silencio, no quería saber nada más nada… en ese momento, a su mente llego una sola palabra: Morir…