Discutía con mis papás por lo mismo de siempre, no dejan de compararme con mi perfecto hermano mayor. Desde que les confese sobre mis "gustos", mi vida en esa casa ha sido un infierno, uno que hasta hoy estuve decidido a aguantar. Agarre mi mochila y guarde las cosas necesarias, busque bajo de mi cama y saque la cajita donde habia estado guardando mi dinero y un boleto para el tren, el ultimo año me la habia pasado en trabajos de medio tiempo, realizando comisiones por aqui y allá, sabía que en cualquier momento dejaria de soportar todo esto y ese momento llegó. Espero a que todos esten dormidos para poder salir, pero antes dejo una pequeña nota de despedida, tan típico que al final me arrepiento y solo garabateo mi escritorio " LOS DEJO SER FELICES , ADÍOS " recogi mis cosas y sali silenciosamente de mi habitación hacia la entrada. Mientras caminaba por las calles del vecindario tuve un momento nostálgico, todos esos recuerdos de mi infancia venian a mi mente, esos buenos tiempos en donde no me recriminaban por lo que ahora soy, mis amigos se preguntarian por mi, ya cuando me establezca en algun lugar los llamaría.
Llego a la estación del tren después de la larga caminata, todavía no son las 5 asi que espero sentado mientras me coloco los auriculares y lo conecto al reproductor, 5:20 el tren está llegando, me paro y camino hacia el bagón, no hay mucha gente por el horario asi que crea un ambiente tranquilo, subo y me siento en los primeros asientos, me coloco junto a la ventana y el tren emprende su marcha, mientras escucho una pieza de mi grupo favorito y veo el paisaje me voy quedando dormido , poco a poco hasta que me entrego a los brazos de Morfeo.
Abro los ojos y no reconozco ni en donde estoy, miro por la ventana y me doy cuenta que no falta mucho para llegar, el tren para y es momento de bajar, recojo mi mochila y la pongo al hombro, respiro hondo y bajo del tren, la estación está llena de gente, miro el reloj y no pasaban de las 9 a.m empiezo a caminar, no tengo un rumbo fijo. Habia llegado a una pequeña ciudad alejada de la capital, no era tan ruidosa y podia observar hermosos paisajes desde ahi. Media hora despues seguia sin un rumbo, mi estómago empieza a molestarme por lo que ingreso al primer establecimiento que encuentro, una cafetería pequeña pero de buen aspecto, era acogedora. Me siento en la barra y una camarera se me acerca sonriente y me entrega la carta, le devuelvo la sonrisa y comienzo a ojear la lista, escojo una taza de café y unos hotcakes, luego de unos minutos llega mi orden e iba a empezar a comer pero entro un grupo de adolescentes haciendo demasiado ruido como para hacerlo a gusto, la gente los observa disgustada, molesta pero a mi solo me causan gracia "NIÑATOS" van pasando y se dirigen al fondo del local haciendo el mismo ruido que en su entrada, iba a voltear y seguir con mi labor, pero me quede quieto al ver a aquel pequeño, a diferencia de los otros, él entraba callado, cavizbajo. sujetando los tirantes de su mochila puesta, se notaba avergonzado y también que era el menor en ese grupo.
- Yoseob apúrate, tenemos hambre - dijo uno que tenia una completa pinta de matón
- Ya ya ... ya voy! - dijo el pequeño levantando la mirada y dirigiendose hacia el grupo de revoltosos, se sentó y uno de esos lo cogió por los hombros, se notaba muy incómodo. La camarera se acercó e hicieron au pedido, minutos después estaban comiendo por lo que decidí seguir su ejemplo.
- Bueno, ya terminamos - volvió a decir el mismo matón por lo que voltee a verlos - gracias Yoseob, para la prox. nos invitas los helados
- Pe pe pero ... - intentaba formular el pequeño pero le fue imposible seguir, ahi estaba otro del grupo que lo interrumpio
- Pero que? ay Seobbie no seas tan egoista y paga de una vez
- Es que no creo que me alcance - dijo nuevamente cavizbajo
- Bueno, no es nuestro problema, tú nos invitaste, recuerdalo
- Yo yo no los invite, ustedes ... - intentaba pero nada, uno de los muchachos lo levantó por la camisa
- Mira marica, si no quieres que te vaya peor que la ultima vez será mejor que no me hagas enfadar. - ahora toda la gente los miraba pero nadie hacia nada, el pequeño tenía una cara de horrorizado, los otros miembros del grupo solo sonreian apoyando al que imagino era su líder
- Pe pero, de verdad no... no tengo mucho dinero ... - y eso fue todo, el muchacho lo golpeó tirandolo al suelo y creando un fuerte estruendo al chocar, la gente solo se paró y empezaban a murmurar, pero la misma novedad, nadie hacia nada. Me paré y camine hacia él, estaba demasiado asustado y su labio sangraba al igual que su brazo, lo iba a levantar pero una mano me jalo hacia atrás.
- Quien eres tú?
- ... - quite su mano de mi y volvi a voltear para levantarlo
- Dejalo si ni quieres que te vaya peor que a él - me amenazó a espaldas, lo ayude a ponerse en pie e ibamos a empezar a caminar pero nuevamente me detuvo
- Te dije que lo dejaras - levanto su puño hacia mí intentando golpearme, pero lo detuve en seco y lo cogí empezando a doblarle, empezó a chillar por el dolor tratando de librarse, pero no podía, una sonrisa media torcida se apróximo a mi rostro al ver esa escena, lo jalé un poco hacia mi quedando mi rostro cerca a su oreja.
- Si no quieres que te vaya peor , quedate en silencio - susurre y con mi propia mano lo tiré, sus amigos lograron cogerlo pero al levantar su mirada se encontraron con la mía, grave error. Deje algo de dinero en la barra y cogi mis cosas con la mano libre mientras con la otra cogia al pequeño ayudandolo a caminar, todos en el lugar nos miraban, pero fue algo que no me importo y salimos de ahi.
Era unos centimetros mas bajo que yo, tenía un cuerpo delgado, se sentía tan fragil que tenia sumo cuidado al moverlo, caminamos unas cuantas cuadras hasta que se detuvo
- Gracias - susurro cavizbajo
- Eres tan tonto como para dejar que te traten así? - dije algo molesto, él solo levanto su rostro y me miró, estaba al borde del llanto - ... lo siento.
- No te preocupes, todo el mundo me trata igual, no tienes que ser diferente - en sus palabras pude notar su dolor
- Por que lo hacen?
- Por no tener padres supongo
- Que pasó con ellos?
- Me abandonaron
- Hace cuanto?
- Desde que tengo memoria
- Que edad tienes?
- Cumplire 15
Me quede callado y se soltó de mi para sentarse en el suelo recostandose sobre la pared y pegando sus rodillas a su cuerpo ocultando su rostro en ellas, comenzó a llorar y solo me pude quedar ahí parado, observandolo, viendolo tan dolido mientras sus lagrimas mojaban el piso.
- Yo ... lo siento
- ... - no dijo nada, seguia llorando, me senti mal, era un niño y estaba solo, que mierda tienen en la cabeza como para dejarlo así, expuesto a todos, de un momento a otro sentía demasiado odio hacia sus padres, no los conocía, pero los odiaba por haberlo dejado así, lo dejaron solo.
- Donde vives? - pregunte un poco más animado tratando de contagiarlo, pero no respondió - venga, debo curarte esa herida - levanto su cabeza y miró su brazo
- A las afueras de la ciudad
- Entonces vamos
- Por qué quieres ir?
- No pienso dejarte ir solo en este estado
- No es la primera vez que pasa sabes?
- El idiota de adentro lo dejó muy claro, por cierto quien era?
- Un idiota
reí ante su comentario y me agache a su altura para poder verlo, revolví sus cabellos y me miró. De sus ojos seguían brotando traviesas lágrimas, pero a pesar de esto se veían hermosos, sus labios estaban entrebiertos y su respiración se iba agitando un tanto a mi cercanía, pude observar un sonrojo en sus mejillas, se veía adorable.
- Vamos, empieza a hacer frío
Me levanté y lo ayude a ponerse de pie. Empezamos a caminar en silencio pero nos detuvimos en un super para comprar unas cosas.
- Que quieres comer?
- Lo que sea esta bien
- Bueno, entonces ramen
- Esta bien
- Trae unas bebidas, comprare pan
- De acuerdo
Nos acercamos a la caja y pagamos por las cosas, salimos con unas bolsas que él y yo cargabamos para de nuevo retomar nuestro rumbo
- Ya vamos a llegar?
- No
- Ahora?
- No
- & ahora?
- Tampoco - dijo soltando un pequeña risa, la verdad es que aunque tuviera 19 seguía teniendo ese niño interior intacto. Media hora después llegamos, verdaderamente estaba un tanto alejado de la ciudad.
- Aqui es - dijo y observé una casa ni tan grande ni tan pequeña, pero se veía que al menos barata no le salía.
- Es tuya?
- De mi abuelo
- Entonces vives con él?
- Falleció el año pasado.
- No sabía ...
- Cuando mis padres me dejaron él fue el único que cuido de mi, pero después de su muerte quedé verdaderamente solo.
Volvía a notar la misma melancolía en su tono de voz por lo que me apresuré a empujarlo un poco para que entre y asi lo hizo. Por dentro la casa era hermosa, tenía un salón grande con toques refinados y un gran ventanal que dejaba ver el jardín de atras, la cocina estaba a un lado y tenia un diseño muy moderno, era amplia y bien iluminada, al lado habia un salón mas pequeño, en su interior había un piano, era realmente hermoso, saliendo te encontrabas con el baño de invitados y a su lado la escalera que daba al segundo piso, tenía curiosidad en ir, pero la voz del pequeño me hizo volver.
- Deja las cosas aca
- Tu casa es muy bonita
- Gracias
- Entonces vives solo
- Si
- No te da miedo?
- Por qué? he vivido acá desde siempre, el que esté tan alejada es un punto a mi favor.
- Eres solo un niño, alguien deberia cuidarte no crees
- Yah! te dije que pronto cumplire 15
- & Yo tengo 19 puedes creerlo?
- La verdad que pensé que tenías más - dijo divertido
- Ajá, estas diciendo que parezco viejo
- Bueno no es como que eso te ofenda verdad? - empezó a reir, era la primera vez que lo veía así en todo el día, debo repetirlo: se veía adorable.
- Eso crees eh- quise atraparlo pero comenzó a correr. Lo seguía de un lado a otro por todo el primer piso hasta que lo acorrale entre la puerta del baño y la escalera, pensé que entraria pero no, se animo y subio las escaleras, no perdí el tiempo y lo seguí.
No parábamos de reir, él no dejaba de hacerlo y por alguna razón al verlo así yo tampoco podía. No me percaté mucho del ambiente, solo lo vi entrando en una habitación y corri par evitar que se encierre. Forcejemos un rato mientras nuestras risas no paraban, no ponía toda mi fuerza, no queria lastimarlo pero en un momento no me medi y terminamos cayendo al suelo y yo encima de él, al principio se sorprendio, nuestras risas cesaron y solo nos quedamos viendo directamente, nadie se movia, ni siquiera yo podía, inconcientemente fui acercándome poco a poco y solo respondio cerrando los ojos, me parecio tierno verlo asi, con sus ojitos cerrados y sus mejillas rosaditas producto de su sonrojo, sonreí ante su gesto y me quede observandolo sin hacer ningun movimiento, abrio los ojos y me quedo mirando, empece a reir
- Esperabas algo?
- N n no...
- Entonces por que cerraste los ojos?
- Por que ...
- jajajajajaja
- Yah! - estaba enojado y yo no dejaba de reir, pero de un momento a otro me quede helado, no sabia en que momento se habia acercado tanto quedando sus labios juntos a los míos, lo volvi a observar y de nuevo tenia sus ojitos cerrados, no me movia ni reaccionaba ante el beso y abrio los ojos de golpe, sus mejillas volvieron a colorearse y se aparto de mi, me empujo un poco y se paro como pudo, corriendo fuera de la habitación. Me quede un momento inmovil por lo que pasó, sacudí la cabeza y me levanté apresurandome a seguirlo.
Baje las escaleras y comence a buscarlo pero no lo encontraba, volvi a dar vueltas hasta que escuche un pequeño sollozo, segui el sonido hasta el pequeño cuarto al lado de la cocina. Quize entrar pero la puerta estaba cerrada empecé a tocar pero no respondía.
- Yoseob puedes abrirme?
- ...
- Vamos, ábreme si?
- No te doy asco? - logre escuchar aquel susurro suyo, sonreí para mi ante el comentario
- Porque debería?
- Te bese
- No me digas? pensaba que me estabas golpeando con tus labios - ahora podía escuchar una pequeña risa de su parte - Vamos, ábreme si?
No podía escuchar nada por lo que acerque mi oreja a la puerta buscando algún sonido y la volví a tocar suavemente hasta que se abrió dejándome caer sobre mis rodillas por su inesperado movimiento
- Jajajajjaa - su melodiosa risa volvía y ahora mas audible a mis oídos
- Deberías avisar al menos - dije poniéndome de pie
- No sabía que estabas ahí - Me dijo y me saco la lengua, se burlaba de mí y yo solo podía reír con él
Me quede callado y comencé a mirarlo, cuando se dio cuenta también quedó en silencio, de nuevo estábamos ahí parados en medio del salón. Poco a poco fui acortando la distancia entre nosotros y él solo retrocedía, sus mejillas volvían a colorearse y en cierta forma su reacción me agradaba, me hacía sentir bien. No faltó mucho para tenerlo acorralado entre la pared y mi cuerpo, entre mi corazón que rápidamente se aceleraba y su respiración cayendo sobre mí. Estaba seguro que algo estaba por suceder.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español