Milagros del Amor
Hacía unos días habían encontrado otra tribu nómada, esa era una oportunidad para poder hacer cambios de personas para así poder evitar la endogamia. Se solía hacer casi siempre que se encontraban alguna otra tribu, para conseguir de este modo que las sangres se mezclaran y no fueran tan iguales, así se evitaban enfermedades. Ese intercambio de personas debía de ser de una edad concreta de 13 a 20 que es cuando están en la mejor edad para conseguir pareja y poder de este modo reproducirse. Los que abandonaban si tribu eran las mujeres y los donceles.
En ese caso estaba un chico algo deprimido, llevaba así largo tiempo, la gente, en cierto modo lo tenían por algo inútil a la hora de reproducirse. Era uke pero no era doncel, no sabían muy bien qué hacer, no lo podían entregar al otro clan, porque los podrían amenazar de engañar y podrían crear peleas y discusiones entre las dos tribus y eso no sería bueno, eran grupos pacíficos. Había una fuerte discusión por parte de los adultos para ver qué hacer y eso hacía que el menor se sintiera un poco deprimido.
r13;Pero es uke r13;defendía una personas.
r13;Eso no es determinante, hacemos los intercambios para el apareamiento y él no tiene no puede sostener un cuerpo dentro de él.
r13;Entonces, lo tendremos siempre en esta tribu pero seguirá sin poder reproducirse.
r13;Podría si fuera seme… r13;dijo una voz más conciliadorar13; tal vez pudiera adoptar ese papel…
r13;¿Pero lo has visto? Con lo tímido, miedoso y tierno que es… yo no creo que sea capaz de adoptar ese rol.
r13;Si alguien le ayudara a coger el valor necesario para ello… r13;seguía defendiendo esa voz.
r13;¿Y quién haría tal cosa? r13;preguntó otro desesperador13; las chicas le van detrás pero él no está interesado en ellas.
r13;Eso es verdad r13;dijo otra vozr13; él solo podría tener descendencia con chicas y no quiere.
r13;Es inútil reproductivamente hablando.
Hubo algún que otro suspiro y siguieron debatiendo ese problema que presentaba el menor. Al final decidieron que no podían entregarlo al otro grupo tribal. El pobre chico peli-gris era consciente de lo que pensaban los demás aunque no se lo dijeran por eso se sentía un poco mal por no poder ser doncel o por no cambiar sus preferencias sexuales. Pero tampoco podía hacer más así que solo se quedó sollozando en silencio en un lugar algo apartado.
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Por otra parte en la otra tribu, pasaba algo similar. De esa edad tenían poca gente solo a una chica y a un chico. Aunque el chico era doncel, era claramente seme, y eso les preocupaba. ¿Cómo podían entregar a un seme como doncel? La otra tribu pensaría que los estaban engañando. Ese chico había traído algunos problemas, tenía éxito entre las chicas pero no les hacía ni caso, y aunque habían intentado que se apareara con algunos chicos de la tribu siempre acababa dominando en la relación. Estaban algo frustrados.
r13;¿Qué deberíamos hacer?
r13;Es realmente patético que un seme como él sea doncel r13;decía el padre del chicor13; pero algo debemos hacer con él.
r13;¿Y si hablamos con los jefes del otro grupo?
r13;No sé si servirá, no creo que aceptasen…
r13;Podemos dejar que ellos le hagan la prueba.
r13;¿Pero para que querrán un seme doncel, por doncel que sea?
r13;Aunque en su caso lo podemos aparear con otro doncel y que tengan hijos.
r13;No ha querido, solo se ha dedicado a ukear a los semes con los que le hemos querido embarazar.
r13;No entiendo la mentalidad de este chico…
r13;¿Y si está vez le decimos que debe hacerlo con un doncel?
r13;Ya lo hablé con él r13;respondió su padrer13;. No tiene ningún interés en tener hijos con una persona que no le guste.
r13;¿No ve las molestias que nos causa?
r13;Creo que eso a él le da igual.
r13;A veces me molesta tanto su insolencia que lo echaría del grupo r13;dijo su padre algo enfadado por la deshonra que sentía en esos momentos por culpa de su hijo.
r13;Primero intentemos a ver si el otro clan lo quiere y si no lo podríamos echar r13;dijo otra persona del grupor13; debe aprender modales y tampoco es que tengamos comida de sobras, cada vez es más escasa.
r13;Está bien, probémoslo.
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Y así el día que habían acordado ambos grupos, hicieron su ritual de despedida de los que se iban. Los llevaron al punto de reencuentro mientras bailaban y los insultaban y les hacían burlas para conseguir que lloraran. Una vez lloraban ya dejaban de formar parte de la tribu, y así lo hicieron. La chica lloró antes del peli-canela, el cual no se veía muy afectado por las palabras que le decían los demás de la tribu, solo se preguntaba porque lo estaban llevando a él, pero aunque sabía el porqué le parecía un poco increíble. Al final por unas palabras de su padre soltó una única lágrima, con eso era necesario para echarlo. Su padre sonrió, ahora el menor no podría volver con ellos en caso de que no fuera aceptado y de este modo limpiaría su honor.
Y el otro grupo hizo lo mismo, así que ambos llegaron al punto de reunión donde habían ido algunas personas de cada tribu para ver el intercambio. El peli-gris vio a la chica y al chico. Le pareció raro el chico que estaba allí no parecía un uke doncel como los demás que había visto, parecía más seme. ¿A casa querían engañarlos? Negó con la cabeza, eso provocaría una pelea entre los clanes y una posible enemistad de mucho tiempo. Vio como el “jefe” de su clan miraba del mismo modo al recién llegado y luego al “jefe” de la otra tribu.
r13;¿Qué es esto?
r13;Es un doncel, que le hemos traído.
r13;Esto es un seme no un doncel.
r13;Tiene razón en que es un seme, pero si es un doncel.
r13;¿Cómo va a serlo?
Entonces uno de los hombres del clan del peli-gris se acercó al “jefe” y le dijo algo al oído, este miró al chico quien se encogió un poco y luego miró al peli-canela. Lo inspeccionó bien, si era o no un doncel, era algo que tenían que asegurar antes de hacer el intercambio. Así que miró bien al chico y después sonrió.
r13;¿De verdad eres doncel? r13;le preguntó al chico quien lo miró seriamente, esa pregunta era tabú para él pero dio un pequeño asentimiento.
r13;Está bien. Haremos la prueba para saber si realmente es un doncel, si lo es, nos lo quedamos.
Dicho esto se acercó uno de los hombres del clan del peli-gris y se fue con el chico peli-canela para hacerle una revisión antes de asegurar si este era doncel o no. Y así era. Al poco rato el hombre regresó con el chico, el cual estaba de mal humor mientras su padre sonreía al verlo. Le gustaba ver como ese tema afectaba a su hijo, ya no hijo. Al final acabaron la transacción, la chica y el seme a cambio de dos chicas, y todos regresaron a su poblado improvisado. Cuando llegaron allí, los del clan se preguntaron qué harían con el “uke no doncel” y el “seme si doncel” ninguno de los dos podían ser fácil de hacer procrear. Según les había dicho el chico recién llegado no estaba interesado en chicas y en ser padre de un chico cualquiera.
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En la noche en una cabaña estaba un chico peli-canela el cual se encontraba en una nueva tribu pero con el mismo problema que antes. Querían que se dejara embarazar por un chico, ¿Cómo podían pensar que él se rebajaría a tales términos? Él era un hombre, no tenía porque embarazarse, siempre había sido seme, con todos los hombres que le habían obligado a follarse. ¿Eso no era una prueba suficiente de que él no quería ser doncel? ¿Porque el destino tenía que ser tan cruel de hacerlo doncel cuando él era claramente el seme en todas las relaciones? De todos modos él nunca se rebajaría aunque lo amenazaran de echarlo del clan.
Tampoco iba a hacerlo con ninguna de las chicas, no le gustaban las chicas, no tenía ningún interés en ellas, entonces no tenía ningún motivo para estar con una. Él no sería padre, nunca. Ni lo haría con una chica y la dejaría embarazada ni dejaría que lo embarazaran a él, era así de simple aunque al parecer nadie quería entender eso.
Mientras pensaba en esas cosas notó un ruido y vio como las telas de la cabaña se abrían por la parte de la puerta se sentó y esperó a que el visitante entrara, no era extraño que eso pasara, en la otra tribu solían enviarle a alguien algunas noches para ver si lo embarazaba pero no lo habían conseguido.
r13;Hola r13;dijo el visitante con una voz muy dulce.
r13;Hola r13;respondió más por cortesía que por otra cosar13; ¿Quién eres?
r13;Me llamó Shiro Fubuki r13;le dijo sonriendo un poco aunque no se veía por la oscuridad que había allí dentror13; ¿y tú?
r13;Shuuya Goenji r13;dijo secamente haciendo que la conversación quedara un poco cortada.
r13;Bienvenido r13;le dijo sin saber muy bien que decir en ese momento.
r13;¿Por qué viniste? r13;le preguntó el peli-canela directamente.
r13;Porque vi que eras un seme doncel… r13;empezó a decir llevando la mirada al frente.
r13;¿Y? r13;preguntó un poco molesto de que sacara ese tema.
r13;Y-yo… soy un uke no doncel… y pensé que… nos parecíamos en que no somos comunes… y quería conocerte.
Lo miró curioso aunque con la poca luz que había solo podía intuir un poco la forma de su cuerpo y nada más. Suspiró. Si que eran poco comunes pero en su caso él podría quedar embarazado si lo quería, aunque no quería; y en el caso del otro aunque quisiera nunca podría quedar embarazado.
r13;Así que somos lo contrario.
r13;Sí r13;respondió el peli-gris ante la afirmación del peli-canelar13; ¿Có-como fue tu vida antes de llegar aquí? r13;le preguntó curiosamente.
Goenji empezó a explicarle lo que le había pasado años atrás, aunque él no era de muchas palabras normalmente, así que lo resumió todo a pocas palabras. Aunque el menor se hizo una idea. Después de eso el menor le explicó lo que había vivido él y como se había sentido. A Shiro le fue bien contarlo ya que hasta ese momento no había tenido a nadie a quien contarle. Su hermano aunque dijera que no estaba casi siempre con Afuro, un chico que había llegado en el último intercambio. Eso no le molestaba realmente, pero se había sentido algo solo por ese motivo. Cuando acabaron de hablar el peli-gris se despidió del chico y se fue de nuevo a su cabaña para dormir ahora de mejor humor.
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Y pasaron los días, las semanas, los meses, y los dos chicos se iban haciendo mejores amigos o tal vez algo más. La gente al principio se había sorprendido pero más tarde lo había visto normal, ya que ambos eran algo fuera de lo común y eso les iba a dar algo en común para intimar. Esperaban a ver cómo evolucionaba esa relación, aunque mucha gente ya imaginaba hacía donde iría. Es decir hacía ningún lado, si se enamoraban, el seme sería seme y el uke sería el uke, por lo que no tendrían hijos. A decir verdad, también iban escasos de comida así que no les importaba eso, pero para la mezcla de sangre era algo importante. Si de todos modos se esperaban un poco en tener los hijos tampoco sería algo malo, así que no presionaban al menos no en esos momentos.
En esos momentos ese par ya habían acabado de hacer sus tareas diarias y estaban juntos hablando en un lugar un poco apartado, ya que estaban en su tiempo libre. Estaban tranquilamente uno junto al otro, aunque en verdad hablaba un poco más Shiro. Parecía más feliz des de que estaba el peli-canela en esa tribu y eso lo había notado todo el mundo, claro todos menos Shuuya porque no lo conocía de antes. Pero a su entender, el chico le estaba mostrando que él le gustaba o al menos eso creía así que no veía porque no aventurarse. Ya llevaban mucho tiempo de conocerse y también hacía mucho tiempo que estaba enamorado de ese chico que le había sorprendido en su primera noche.
r13;Shiro r13;le llamó haciendo que el chico le mirara esperando que siguierar13; quisiera decirte una cosa.
r13;Dime.
Sonrió levemente y miró al menor antes de acercarse un poco más a él. Lo cogió por el mentón haciendo que lo mirara y sacándole un leve sonrojo al menor. Eso le gustó y le hizo sentir un poco más de seguridad a la hora de decir lo que iba a decir.
r13;Yo te amo r13;dijo directamente mientras el sonrojo del menor aumentabar13; y me gustaría que fueras mi novio.
Al escuchar eso el peli-plata se quedó muy sorprendido ya que no se esperaba que el peli-canela le dijera algo como eso y menos aún de ese modo tan sorpresivo. No se esperaba que este hiciera esto de repente aunque le hacía relativamente feliz esa confesión. Sonrió un poco y asintió con la cabeza.
r13;Y-yo, yo también te-te a-amo r13;dijo tartamudeando un poco por los nervios que sentía en ese momentor13; y s-sí quiero se-ser tu novio… r13;acabó diciendo mientras sonreía levemente.
r13;Me gustó tu respuesta r13;le dijo antes de besarlo tiernamente en los labios.
Estuvieron un rato más besándose, ambos lo habían deseado des de hacía un tiempo y ahora que podían hacerlo no iban a dejarlo para otro día. Algunos de la tribu los vieron, pero solo pasaron de largo pensando que era lo normal y sin darle nada de importancia en su vida. Después de un largo rato de estar besándose cada vez más apasionantemente se separaron un poco y se miraron. El menor estaba muy sonrojado y jadeante por culpa de todos esos besos que le habían robado el aire. Y Goenji estaba también algo jadeante mientras observaba fijamente lo lindo que se veía su ahora novio.
r13;¿Te gustó? r13;le preguntó para asegurarse de que el menor había disfrutado de ese momento, aunque por su sonrojo ya se podía ver.
Este asintió con una sonrisa y se acercó para besar su mejilla y se abrazó a él escondiendo su cabeza en su pecho. Mientras que el peli-canela le acariciaba su espalda pensando en que quería hacer más con ese lindo y tierno uke. Aunque mientras le acariciaba le vino un pensamiento en la cabeza. Quería tener un hijo con ese chico, quería que su amor diera su fruto en un lindo bebé que fuera una demostración de lo mucho que se amaban, pero para eso él tendría que hacer de uke una o más veces, dependiendo de la suerte a la hora de embarazarse. ¿Sería capaz de hacerlo por Shiro? Miró la cabeza de ese chico que estaba abrazándolo tan tiernamente. Sonrió. Sí, tal vez por él sería capaz de hacerlo, pero esa noche él sería el seme y marcaría al menor como suyo.
r13;Esta noche, ¿vendrás a mi tienda? r13;le preguntó pensando en avanzar el primer paso.
Este asintió un poco nervioso, ya se imaginaba lo que pasaría y él también quería que eso pasara.
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Había pasado un mes des de que se habían hecho novios y estaban juntos después de haber terminado con sus tareas. Shiro estaba pensando en su incapacidad por procrear. Realmente des de que había conocido e interactuado con Goenji tenía cada vez más ganas de ser doncel, lo habían hecho varias veces, y cada vez que lo habían hecho había pensado en lo mismo: “Quiero ser un doncel y tener un hijo con él”. Pero los milagros no sucedían, él seguía incapaz de tener hijos y por ese mismo motivo se sentía muy frustrado, a este paso nunca podrían conseguir un bebé.
r13;Shuuya r13;le llamó algo pensativor13; quisiera… r13;pero no terminó la frase.
r13;Dime, ¿qué quieres? r13;le preguntó este.
r13;Yo… bueno, nada r13;dijo antes de mirar hacia el horizonte con la mirada perdido.
Eso extrañó un poco a Goenji, el menor no solía hacer esas cosas. No solía guardar lo que quería y menos de ese modo tan extraño. ¿Qué sería eso que no podía decirle? Lo miró serio y con la mirada profunda mientras pensaba en eso. Había estado viendo como el menor estaba algo raro últimamente. Cuando lo hacían no se veía muy feliz aunque tampoco se negaba y a veces le había visto tocando su barriga mientras pensaba.
r13;Estás preocupado por no ser doncel r13;constató adivinando lo que preocupaba al menor, el cual solo asintió sin separarse de élr13; no tienes que preocuparte por eso, estás bien así.
r13;Pe-pero… r13;dijo ahora sí, separándose del peli-canela.
r13;Está bien, podemos hacer unas excepciones y puedes ser seme hasta que me embarace… r13;dijo tranquilamente aunque en verdad no lo estaba, la idea de dejarse embarazar no era algo que le entusiasmase pero no quería que el menor estuviera triste por ello.
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Al día siguiente por la noche, después de que ambos se mentalizaran sobre lo que harían, se reunieron de nuevo a la cabaña del mayor, donde lo habían hecho las veces anteriores y aun guardaba esa atmosfera pasional y sexual. Estaban ambos uno al lado del otro y ya desnudos. Realmente ninguno de los dos sabía qué hacer en ese momento, era un poco incómodo. Shiro miraba sus manos pensando en que hacer, el mayor siempre lo tocaba un poco para excitarlo y lo preparaba bien para después poder entrar, ¿eso debía hacer él también? ¿O le molestaría a Goenji que él lo tocara? Estaba indeciso.
r13;Shuuya…
r13;Shiro, ven r13;le llamó el mayor haciendo que este se acercara a él.
Entonces le cogió la mano y la acercó a su pecho mientras se tumbaba en la cama, que no era nada más que una estora encima de un poco de paja bien colocada. Al sentir como su mano estaba en los pectorales de su novio, Shiro tragó saliva levemente asustado. Él no era seme, no sabía cómo hacer ese tipo de cosas ni que debía hacer, estaba demasiado asustado en ese momento. Pero con un poco de valor que tomó empezó a acariciar levemente el pecho de este. Shiro debía admitir que disfrutaba del tacto, se sentían fuertes y trabajados por todo el ejercicio que hacía. Se sonrojó aunque Goenji no lo pudo ver por la oscuridad, y se alegró un poco de ello. Se acercó lentamente al pecho del mayor y lo besó tiernamente, con toques de mariposa por los nervios que sentía. No sabía si lo estaría haciendo bien, pero una caricia del mayor en su cabeza le animó a continuar, aunque seguía algo cohibido y avergonzado.
r13;Esto… tengo q-que pre-prepa-pararte r13;dijo tartamudeando más de lo normal por estar haciendo algo como eso.
r13;Lame tres de tus dedos y mete uno de ellos en mi interior.
Le dijo antes de tragar saliva al pensar lo que le esperaba, ahora podría saber que sentía el menor cuando él lo hacía suyo, y por algún motivo eso no le hacía demasiada ilusión. De repente sintió como uno de los dedos del menor rozaba su entrada y entraba en él. Se tensó por ello y soltó un pequeño jadeo. Era realmente incomodo, ahora se preguntaba porque el menor le dejaba hacerlo cada noche. Se empezaba a sentir culpable por haber tomado al menor tantas veces, pero de todos modos no se hizo atrás en lo que había dicho de ser el uke por esa noche. Esperaba quedar embarazado a la primera para no tener que repetir por esa experiencia, al menos en mucho tiempo.
r13;¿Te duele? r13;le preguntó preocupado por si no lo había hecho bien.
r13;No.
r13;¿Sigo?
r13;Sí.
r13;E-está bien…
Después de escuchar lo que le decía su novio solo empezó a imitar lo que había notado que este le hacía y movió su dedo con cuidado de no hacerle daño. Estuvo un buen rato sin hacer nada más que eso y esos pequeños besos hasta que Goenji le dijo que podía continuar. Y así lo hizo, metió un segundo dedo y esperó si este hacía algún ruido.
r13;¿Estás bien? ¿Duele? r13;preguntó nervioso.
r13;No, está bien. Sigue.
No le dolía porque Shiro había estado mucho tiempo moviendo su dedo y se había dilatado lo suficiente pero seguía siendo incómodo. Notó como esos dedos se movían en su interior intentando dilatarlo torpemente y sintió un poco de dolor por ello. Aunque no se quejó, si Shiro no lo hacía él tampoco debía hacerlo, tenía un orgullo que mantener a pesar de encontrarse en esa situación. Esta vez Shiro metió el tercer dedo sin previo aviso haciendo que el mayor se tensara nuevamente, ese sí que era más doloroso. ¿Eso había sentido Shiro y a pesar de todo le había dejado hacerlo de nuevo? Debía admitir que a fin de cuentas un uke no era tan delicado.
r13;¿Te duele? ¿Me avancé? r13;preguntó con algo de miedo al notar que Goenji se había tensado.
r13;Tranquilo r13;le dijo aparentando que no le dolía, él era un hombre.
r13;¿Continúo o paro?
r13;Continúa r13;le dijo rápidamente.
Y así lo hizo el pobre lobito, el cual estaba un poco temeroso de hacerle daño. Movía sus dedos lentamente intentando dilatar bien al mayor mientras se acercaba de nuevo para besar su pecho tiernamente. Ese era un modo de no ver el rostro de Goenji, que a pesar de estar a oscuras podía distinguir en la penumbra. Pero estaba tan avergonzado que necesitaba esconderse por si acaso él lo podía notar. Poco a poco empezó a sentir como sus dedos se movían en su interior con más facilidad y miró un momento a su pareja.
r13;Shuuya… ¿crees qu-que y-ya… e-estás? r13;le preguntó muy nervioso, porque, si era así tocaba dar el siguiente paso.
r13;Sí, ya puedes avanzar r13;le dijo acariciando la mejilla de este, la cual estaba algo caliente por la vergüenza y los nervios.
Este sacó los dedos del interior de Goenji, el cual lo acercó a él y le dio un beso en los labios mientras lo ayudaba a posicionarse encima de él. Para seguir avanzando en ese acto íntimo que estaban compartiendo. Shiro con todos sus nervios se separó del mayor al acabar el beso y miró su miembro, el cual estaba duro por el contacto con el Shuuya, y luego a la estrada de este. Tragó saliva y empezó a meterlo lentamente con miedo. Goenji se estremeció un poco y se tensó, era una sensación muy extraña y por el momento no era nada placentera. ¿Eso le gustaba a Shiro? ¿En serio? Lo dudaba.
El menor se quedó quieto al estar completamente dentro de él y lo miró. No estaba seguro de si el mayor lo estaba disfrutando o si lo estaba pasando mal. Él se sentía bien, dentro de los nervios y la vergüenza, había algo de placer al estar dentro de Goenji.
r13;¿Te duele? ¿Sigo o espero un poco?
r13;Puedes seguir r13;respondió esperando ver como continuaría todo.
El menor empezó a moverse lentamente dentro de su novio, intentando no hacerle daño, la primera vez le había dolido un poco y suponía que eso era lo mismo que sentía Shuuya en ese momento, así que no quería hacerle daño. Pero al ver que este ya se estaba acostumbrando empezó a ir más rápido moviéndose más hacia dentro de este para tocar ese punto sensible que a él le daba placer cuando Goenji le hacía el amor. A los pocos movimientos sintió pequeños ruidos procedentes del mayor, eran sonidos de placer por lo que sonrió y siguió moviéndose de ese modo hasta que vio que estaba a punto de llegar.
r13;Shuuya, me… vo-voy… aaah… correr… r13;dijo entre gemidos.
El mayor al escuchar eso llevó su mano a su miembro y empezó a masturbarse ya que solo con las penetraciones no iba a ser suficiente para poder correrse. Y en breve ambos lo hicieron. El hermoso peli-gris de ojos grises dentro de su seme, y el otro entre sus vientres. Shiro como pudo salió del interior del peli-canela y se tumbó a su lado acurrucándose en el pecho de este.
r13;Esto… ¿Q-que tal fu-fue? ¿Lo-lo hi-hice muy mal?
r13;No, estuvo bien, dentro de lo que cabe.
r13;Yo no quiero hacerlo de nuevo… r13;dijo escondiendo su rostro en el pecho de ester13; me da vergüenza…
Goenji se rió un poco por ello y lo abrazó para darle un poco de cobijo en esos momentos de necesidad por parte del menor. Cogió la sábana y tapó a ambos antes de abrazarlo de nuevo y dormirse con el menor en sus brazos.
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Diez años más tarde, la gente de la tribu estaba más que sorprendida. La pareja que parecía que no iba a tener hijos, la que estaba destinada a ser un fracaso en estos momentos tenía tres hijos. Un niño de siete años, un niño de tres y una niña, también, de tres años. Hasta ellos estaban sorprendidos ya que no se esperaban el nuevo embarazo de Goenji. Lo habían hecho de nuevo hacía tres años, pero solo una vez y no creían que eso fuera a pasar, aunque si era lo que buscaban. Estuvieron muy contentos todos y más al ver que eran gemelos. En esos momentos se podía decir que ellos y toda la tribu estaban muy felices por cómo iban las cosas con esa linda pareja. Aunque nadie podía imaginarse a cierto ángel, tan bello, dulce y hermoso, siendo el seme en una noche de pasión, y nadie podría porque ese sería solo un honor concedido a Goenji.
r13;Kai r13;le llamó su padre al niño de 7 años que en ese momento estaba jugando con sus hermanos.
r13;Dime padre r13;le dijo mirándolo seriamente.
r13;Ve con cuidado al jugar que Kô y Haruka son pequeños r13;le dijo en tono serio pero no de regañor13; Shiro y yo tenemos que salir un momento a buscar frutas y madera, hazte cargo de ellos.
r13;Si r13;dijo tranquilamente viendo a sus padres irse.
Le gustaba cuidarse de sus hermanos, le parecía algo realmente entretenido y eran buenos chicos, para nada movidos ni rebeldes, al contrario, eran más bien tranquilos y Kô, aparte era muy tímido, así que no se alejaba mucho de él o de sus padres. Por su parte Haruka era una chica alegre que se divertía con cualquier cosa y que le gustaba molestar un poco a su hermano poniéndolo nervioso, pero siempre vigilando de no pasarse. Y por su parte Kai como el mayor que era, se portaba de forma madura y responsable, siempre cuidando de sus hermanos y haciendo lo que sus padres le decían. Como en estos momentos que obedecía a sus padres cuidando de sus hermanos, se podía decir que en esos momentos estaba feliz, aunque nadie lo notaría por ser tan serio.
FIN