Ashes
“Don’t know why…Tell me why…Why does love end?”
Kyungsoo caminó por varias horas, divagando en sus pensamientos, preguntándose, tratando de obtener respuesta que jamás llegarían, él sólo quería una sola razón, no pedía más.
Dolía mucho, demasiado en realidad y él jamás pudo manejar muy bien el dolor. Había estado llorando por varios días y ya no había más lágrimas o al menos eso creía, porque de sus ojos no salían nada.
No había podido conciliar el sueño desde que Jongin, su Jongin, lo dejó así sin más. No le dijo porque, no quiso dar explicaciones, no le dio una razón a Kyungsoo para tan precipitada decisión.
Sí, definitivamente le dolía como el maldito infierno.
Baekhyun y Luhan trataron, hicieron todo lo que estaba en sus manos para levantar los ánimos de Kyungsoo pero sólo habían recibido el rechazó del pelinegro. Kyungsoo no necesitaba escucharlos, no ahora, porque realmente se sentía como la mierda.
La ruptura con Jongin le había afectado más de lo que jamás hubiese creído. Sentía un dolor punzante en su pecho y él sólo quería llorar de lo ridículo que se veía sufriendo por amor, cuando el juro que nunca sufriría por ello, porque ese sentimiento era banal. El sentimiento llamado amor no servía para nada. Kyungsoo se lo decía a menudo pero entonces Jongin llegó y rompió ese pensamiento e hizo que Kyungsoo creyera lo contrario.
—Te odio, realmente te odio.-Susurró Kyungsoo, viendo a la nada.
Kyungsoo tampoco llegó a sentir eso por nadie. Jamás había odiado a alguien o algo tanto como estaba odiando ahora mismo a Kim Jongin. Kyungsoo odiaba tanto a Jongin por creer en sus palabras, para empezar; ¿Por qué las creyó tan fácilmente? ¡Oh sí!, Jongin le había dicho el amor es un sentimiento maravilloso. A cualquiera le gustaría amar algo o alguien.
Tan estúpido, tan ingenuo, tan ridículamente enamorado. Jongin sólo había llegado a su vida para romper sus barreras, sus ideales, sus creencias, sus perspectivas de la vida. Kim Jongin le había enseñado cosas que él jamás trató o hizo el amago de descubrir por su propia cuenta porque Kyungsoo decía que era una pérdida de tiempo y hubiese seguido creyendo en ello si no fuese por Jongin.
—Nunca jamás te lo perdonaré…-Soltó con amargura, desde su misma posición.
Jongin lo lastimó tan profundamente. Para Kyungsoo, Jongin lo era todo, había sido su primera vez en todo. Él había hecho sentir a Kyungsoo de mil formas que nunca había llegado a sentir en toda su monótona vida.
¿Qué había sucedido con las promesas y amor que Jongin le decía cada vez que terminaba de hacer el amor? ¿Dónde quedaron los ‘te amos’?, Kyungsoo no lo sabía y trató de buscar el motivo por el cual Jongin lo dejó, pero no había nada. Él no había hecho nada malo, él sólo vivía por y para Jongin porque lo amaba y mucho.
—Sí te ibas a ir, ¿Por qué me hiciste creer en todas esas tonterías del amor?-Preguntó al aire. —Sí ibas a lastimarme de esta manera, ¿Por qué te acercaste a mi?
Kyungsoo creyó que no había más lágrimas por derramar pero se equivocó porque no se dio cuenta en qué momento dejó caer esas gotitas saldas que ahora recorrían sus sonrojadas mejillas.
El dolor punzante estaba ahí de nuevo. Kyungsoo se sentía como un jodido bloque de piedra que recibía los golpes del cincel de un escultor y juraba que dolía mucho, como jamás creyó que dolería algo en su puñetera vida.
Toda la expectativa que Kyungsoo había visto para él, había dado un giro de ciento ochenta grados y todo eso sucedió cuando Jongin entró a su vida. Sí Chanyeol nunca hubiera llegado con ese chico de piel canela, sí Kyungsoo jamás hubiera cruzado miradas con él, posiblemente Jongin ni hubiese pensado en acercarse a Kyungsoo y comenzar una amena charla. No, Kyungsoo no le echaría la culpa a Chanyeol por lo que Jongin había causado y tampoco seguiría pensando en el si hubiera porque era demasiado tarde para arrepentirse.
Lo hecho, hecho estaba y nada iba a borrar todos los momentos que vivió a lado de Jongin porque a pesar de todo, habían sido los mejores para Kyungsoo.
Estaba dolido, sí y no, no entendía a Jongin, menos si este último no le dio explicaciones. Fue tan de repente y tan jodidamente inesperado. Kyungsoo no lo vio venir ni siquiera se le cruzó por la mente que algún día iba a dejar de ser el novio de Jongin, bueno sí que lo había pensando pero no creyó que eso iba a pasar más pronto de lo que imaginó.
—No me amaba lo suficiente.-Dijo Kyungsoo, sonriendo con amargura. —Fui el único que amó más en esta relación.
Tal vez y sólo tal vez Kyungsoo no pensó lo suficiente en eso. ¿Quién le dijo que todo era para siempre? ¿Que el final feliz llegaba en su primera relación? Nadie. Él había caído perdidamente enamorado de Jongin y nadie lo culpaba. De hecho, nadie culpaba a nadie, simplemente no podían opinar o decir algo porque para mala suerte, Kyungsoo y Jongin tenían las mismas amistades.
Los sentimientos de Kyungsoo estaban a flor de piel, estaba sensible y muy dolido. Todo lo relacionado con Jongin le dolía y ahora más que nunca, después de sus días en penas, llenos de dolor, en ese momento que estuvo sentado por horas cerca del lago que él y Jongin visitaban a menudo, decidió que ya había tenido suficiente.
No va ser fácil olvidarse de esa persona que marcó de muchas maneras la vida de Kyungsoo pero daría lo mejor de sí para salir adelante y enterrar en lo más profundo de su corazón ese amor que hoy día lo lastimaba.
Porque a partir de hoy, Kyungsoo se prometió a pesar de que sería un proceso difícil y doloroso que, el amor que sintió por Jongin se convertiría en residuos de polvo. El amor que siente por Jongin sería como la ceniza que sería expulsado al aire como si fuese simple polvo, yéndose a alguna parte pero lejos de uno.
Kyungsoo se puso en sus dos pies y comenzó a caminar, dejando atrás los hermosos e inolvidables recuerdos que hizo a lado de Jongin. Kyungsoo dejaba ir a Jongin ahora como Jongin lo había hecho primero.
El pelinegro alzó la vista y su corazón se retorció del maldito dolor cuando lo vio. Él estaba ahí, a escasos centímetros de donde Kyungsoo se encontraba. Verlo después de días desde que habían dejado lo suyo, le recordó sus últimos momentos que tuvo con Jongin antes de que terminaran.
Kyungsoo inhaló y exhaló. Tenía que ser fuerte por y para él, porque no podía seguir sintiendo dolor a pesar de que realmente le había afectado la ruptura. Dio una bocanada de aire y volvió a retomar su caminata–porque se había quedado inmóvil cuando Jongin apareció en su campo visual– y cuando pasó por el lado de Jongin, sus entrañas se retorcieron del dolor pero continuó caminando, sin dirigirle alguna mirada, porque hoy, Kyungsoo le decía adiós a Jongin.