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~Little heart~ por Tamari-san

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Notas del fanfic:

¡Hola minna!

Aqui vengo con un nuevo fic, mientras el otro aún no lo actualizo. Jojojo

Los personajes no son mio, si no de su respectivo autor.

El fic no esta hecho con fines de lucro, es solo para lectura amena.

Notas del capitulo:

¡Hola Hola!

No tengo mucho tiempo como quisiera para poder escribir acá. ¡Espero les guste! (o si no no hay conty )

jajaja espero comenten ¿si?

me hacen muy happy

Me tiré en la cama mullida que se encontraba a mis espaldas. Acabo de terminar una de las misiones más complicadas que he tenido. Y es que era de espionaje a una aldea que recién se estaba independizando. No es que fuese algo muy complicado, pero no era nada simple, sobre todo para mí. No he dormido muy bien dese hace tres días, en los que casi no les he quitado los ojos de encima aquel hombre, y hoy por fin pude desenmascararlo. Se supone que debería de irme directamente a la aldea, pero siento el cuerpo tan cansado, que lo único que me apetece es una buena siesta.

Danzo, el actual Hokage de la aldea oculta de las hojas, tenía una sonrisa cínica en su rostro. Impaciente, no quitaba sus ojos de la persona que traían sus Anbus. Siempre había odiado a los Uchihas, y no paró hasta verlos a todos muertos… A todos, excepto a uno.

Uchiha Sasuke.

Pero tenía claro que no podría matarlo. No cuando este tenía la protección de su mejor amigo, casi hermano –como lo decía el rubio-. Volvió a sonreír, con una mueca un tanto sádica. Iba a hacer que el pelinegro se arrepintiese de haber vuelto a la aldea luego del ataque de Pain.

Se giro en la cama dando un sutil bostezo. Su mente comenzó a divagar entre sus recuerdos. Recordaba como Sasuke había vuelto a la aldea la semana después del ataque de Pain. Danzo había tenido que tomar el puesto de Hokage, pues Tsunade no estaba en condiciones de proclamarlo, y necesitaban un líder. Era de suponerse que Sasuke no iba a tener el camino libre, Danzo se había encargado de encerrarlo en los calabozos a medida de castigo por su traición, mas le prometió a él, como Jinchuriki del Kyubi, que no daría muerte al vengador. Y Uzumaki Naruto le creyó.

Se te aplicara un castigo proporcional al daño que has hecho—Hablo la voz del hombre mientras caminaba para que todos los que habían sido citados allí en la plaza pública lo pudiesen escuchar sin problemas. Detrás de él, se encontraba el moreno, en el piso, había caído por un tirón que le habían dado a sus manos amarradas con una gruesa y tosca cuerda—Estás siendo amonestado por el cargo de traidor. Traicionar a la aldea que te vio nacer, que vio tus primeros pasos, y que te inició en tu carrera de ninja.

¿Uh? –se levanto de donde se encontraba y se dirigió a la ventana, abriéndola en el proceso. Hallando un ave con un mensaje amarrado a su pie. Alzo una de sus cejas al ver que se trataba de Shizune. Sin perder tiempo alguno leyó lo que decía el papel, colocándose blanco por unos segundos, para luego tomar sus cosas y salir corriendo en dirección a la aldea.

Después de unas cuantas reunión entre el consejo, y su actual Hokage, hemos decidido que el Traidor Uchiha Sasuke, sería ajusticiado aquí, en plena plaza pública, condenado a recibir cien latigazos a espalda desnuda—habló el hombre al tiempo que hacía un gesto con su mano, para que sus asistentes tirasen la cuerda que atrapaba las manos del moreno, y este quedase parado, casi colgando de sus muñecas.

Maldición… -mascullo mientras corría. Maldito Danzo, malditos todos. Aun recordaba, la carta le pedía que se presentara de inmediato a la aldea. Shizune le estaba avisando que los habían mandado a citar a todos los líderes de clanes importantes, para presenciar el juicio del Traidor Sasuke Uchiha. Maldito viejo, si supiera que el moreno podría deshacerse de él en cualquier minuto…pero eso no pasaría… no mientras el moreno continuara con su chacra sellado. Maldito Danzo.

El sonido que se produjo cuando el látigo corto el aire, y golpeo la piel inmaculada del muchacho, fue suficiente para acallar cualquier murmullo de las personas de allí. Todos los presentes sintieron un escalofrío recorrerlos, en el momento que fueron testigos de cómo la piel, antes lisa y perfecta del moreno, se comenzaba a amoratar casi enseguida después del golpe. ¡Número Uno! , gritó la voz.

Sasuke, Sasuke, Sasuke…--no podía negar, que en su mente, no existía ninguna otra palabra en ese momento. No sabía que pensaba hacer Danzo con él, por eso ese viejo le había insistido tanto en que tomase aquella misión. Tenía todo preparado.

¡Número dieciséis! –volvió a gritar la voz luego de realizar un golpe. Los presentes se hallaban petrificados ante lo que pasaba. Nunca se imaginaron ver al Uchiha en tal situación. Y Danzo… Danzo tenía rabia. Él quería ver al último Uchiha humillado. Quería pisotearlo, y hacerle ver que no era nada comparado a su figura.

Danzo le había prometido que no lo mataría… se lo había prometido…

¡Número treinta y ocho!

Maldito viejo estafador…

¡Número cuarenta y cinco!

Lo mataría, lo mataría si se atrevía a tocar a su mejor amigo.

¡Número cincuenta y seis!

Y fue ahí donde la máscara de Sasuke se rompió. Cerró los ojos fuertemente, mordiéndose los labios para no soltar otro quejido de dolor como el que había soltado hace unos segundos. Ya no lo aguantaba, su espalda le quemaba como los mil demonios.

Teme… solo aguanta ttebayo…

¡Número ochenta y cinco!

La mayoría de las mujeres, madres de familia, se hallaban llorando ante semejante escena. Veían al azabache como un niño desprotegido, al cual se le está ajusticiando injustamente. Al menos la mitad de los presentes decidió irse de allí. No podían, simplemente no aguantaban ver como la ya maltratada y sangrante espalda del Uchiha seguía siendo escarmentada sin descanso alguno.  No querían oír los gritillos de angustia que daba el moreno ante los golpes. No querían seguir presenciando eso. Si bien, esperaban algún castigo para él, que sería lo justo. Nunca, jamás, en su vida esperaron tal cosa.

Tan solo un poco más…  ¡Sasuke!

¡Número noventa y ocho!

El moreno se encontraba con la mirada pérdida. A lo lejos se podía ver su rostro, preso del sufrimiento y de la angustia que sentía. Si algo había claro, es que todos y cada uno de los habitantes que habían visto tal cosa, se arrepentirían el resto de sus vidas. Porque no hay nada peor que atormentarse uno mismo con lo que se debió hacer en su tiempo, y no se hizo.

Entró a la aldea aún corriendo. Sin siquiera mirar a los guardias que estaban en la entrada, se dirigió a la plaza central. Nunca hubiese estado preparado para lo que vio.

¡Número cien!

Gritaron después del último golpe. Sintió un pequeño alivió, que se vio opacado con el dolor que sentía. Cayó de rodillas al piso después de que alguien había cortado la cuerda que lo mantenía de pie.  Apoyo sus manos en la tierra para no chocar su cara contra el suelo, y recién ahí, se dio cuenta de que las lágrimas surcaban sus mejillas.

¡NO! ¡SASUKE! –Su corazón se detuvo por unos instantes al ver al Uchiha en ese estado. Corrió hacia el sin importarle nada a su alrededor. No podía despegar su mirada de la magullada espalda del pelinegro. Lentamente se agacho a su lado, quitándose su propia chaqueta y posándola en los hombros del otro, acercándolo con cuidado a su pecho. Quería transmitirle que ahora no estaba solo.

Uchiha Sasuke. Quedas liberado de cualquier cargo contra ti—habló la voz de Danzo manteniendo un ligero toque de felicidad en la mirada. Maldito hijo de puta. Sin querer darle más importancia, volvió su vista al chico que se encontraba pegado a su cuerpo. Ya arreglaría cuentas con ese malnacido.

Teme...—hablo con voz suave acariciándole la cabeza suavemente—Necesito que me ayudes... ¿Vale? No quiero que te duela de más... –Le susurro nuevamente mientras pasaba uno de sus brazos bajo las rodillas del chico, y con su otro brazo presionaba levemente la espalda del otro. Sabía que le dolería, pero era la única forma de llevarlo.

 

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Ugh…–se quejo cuando abría uno de sus ojos. Se encontró recostado boca abajo  en su cama, junto con un desesperante dolor en su espalda. Quiso moverse un poco, no dando resultado. No tenía idea de cómo había llegado ahí.

¡Son unos putos cobardes ttebayo! –escucho una voz algo lejos, pero imaginaba que se encontraba en el primer piso de su casa. Cerró los ojos para concentrarse en aquellas voces, porque estaba seguro que era más de una.

Naruto…-habló una voz suave-Lo sentimos... nosotros…

¡Ustedes nada! ¡Por su culpa paso lo que paso! ¡No merecen llamarse amigos dattebayo! –volvió a rugir con odio. Era obvio que esa voz era de Naruto, iba acompañada por su usual muletilla. Antes de que pudiese concentrarse para reconocer a los demás, oyó una serie de insultos de parte del rubio, para culminar con un portazo.

Sintiéndose débil, y humillado, escucho como las pisadas subían las escaleras con calma. Luego de unos segundos, el rubio entraba a la habitación, sorprendiéndose enormemente al verlo despierto.

Sasuke…–murmuró avanzando y sentándose en la orilla de la cama, para poder así mantener contacto con la vista del Uchiha –Por fin despertaste ttebayo, llevas dos días dormido.

Inconsciente querrás decir, usuratonkachi –refuto intentando erguirse levemente para al menos tomar asiento en la cama. No pudiendo en su tarea, el rubio, le ayudo a lograr su cometido, pudiendo sentarse sin necesidad de que alguna manta le molestase.

Estas empezando a sanar –habló el blondo alargando su mano y tomando el vaso de agua que se hallaba en la mesa de noche para ofrecérselo al pelinegro –Seguro que quieres estirar las piernas ttebayo.

Hmp –recibió el vaso con una pequeña sonrisa en los labios, y bebió el contenido que había allí. Suspiro pesadamente. Se sentía bastante incómodo, sin contar que la piel le tiraba en el sector de la espalda.

Vinieron los chicos ttebayo–hablo sin que nadie se lo pidiera mientras tiraba su cuerpo hacia atrás y se apoyaba en la cabecera de la cama– Supongo que los alcanzaste a escuchar…Los eche, querían, decían que querían verte. Que lo sentían, pero ellos no hicieron nada… tan solo, se quedaron mirando…

Déjate de parlotear dobe. Me duele la cabeza–musitó fingiendo enojo, mientras hacia lo posible por acomodarse boca abajo nuevamente.

Quizás Sasuke se mostrara como siempre… Pero sabía perfectamente que poseía heridas mucho más profundas en su interior.

 

Notas finales:

¿Y? ¿Qué tal?

¡Espero comentarios dattebayo! ¡Nos leemos! (solo si comentan)

---> me huele a chantaje n_n


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