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12 M I R A C L E S [EXO] por InfiniteIlusion

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Notas del capitulo:

Hola! Bueno este fic no quería seguirlo porque realmente casi nadie lo lee...pero de igual manera lo haré por que antes de borrarlo si había más gente que lo leía. Y como cambie el titulo creo que podrían confundir el titulo del Fic con alguna cosa de Exo.

Cuando la única diferencia es que lo puse en inglés. 

Como sea, gracias a quienes lean, de verdad. <3 

  En un Dojo de artes marciales mixtas

 D.O, 5 años

Un pequeño de ojos grandes de 5 años, piel lechosa y labios abultados , miraba una lucha en el Dojo de su padre mientras se ensimismaba en sus pensamientos  consciente de que algún día el sería uno de esos oponentes, no un espectador más,  se sentía muy incómodo entre tantos hombres corpulentos, llegando a parecer incluso físico-culturistas KyungSoo se asqueaba fácilmente, y el estar rodeado de hombre mal olientes y feos, él a pesar de su corta edad era consciente de muchas cosas, entre ellas, la indiferencia de su padre (Actual entrenador principal), y Kyung se aprovechaba en cierta parte de eso, sabía que si desaparecía él no lo notaría, así que escondiéndose detrás de los corpulentos hombre salió del Dojo y camino un poco hasta el jardín principal, realmente Soo era un niño brillante y muy peculiar, se sorprendía de las cosas más comunes, un botón que de un día a otro era una bella flor, el observar a las abejas realizar su trabajo polinizador, el aleteo incontable de los colibríes, pero en esta ocasión su atención la se centró en la hermosa puesta del sol de ese día, los cielos bañados de tonos naranjas, rojizos, rosas, purpuras e incluso aún se apreciaba el azul marino, el celeste, y el azul que aún tañían el cielo , las pocas nubes finas antes del anochecer, el sol ocultándose ágilmente entre las montañas, mientras la luna de mostraba en pequeñas partes, KyungSoo contaba las estrellas que comenzaban a observarse en el cielo, sin embargo había algo que brillaba más que una estrella y eso era extraño, porque Soo nunca había visto algo tan incandescente y tan cercano. Él tenía prohibido salir del gran jardín sin permiso, ya que aún era muy niño, sin embargo, como a todo infante (Y humano) la curiosidad lo carcomía, y en la balanza de la razón y la curiosidad, la segunda tuvo más influencia sobre aquel niño. KyungSoo observo a su alrededor “Perfecto” pensó antes de mover sus pies en un apresurado ritmo. Sin duda aquella luciérnaga debía de ser enorme. Cruzó los matorrales, logrando pequeñas heridas en sus mejillas, manos y descalzos pies. El niño no recuerda cuánto corrió, ni por cuánto tiempo. Al fin se detenía, la pe” dijo el pequeño acercándose con cautela,  debía entrecerrar sus ojos y cubrirse con sus manos ya que entre más se acercaba más brillaba, y por fin logró atraparla en sus manos. Sonrío ampliamente, estaba feliz por su Azaña, sin embargo la “Luciérnaga” dejo de brillar. El pequeño abulto su labio inferior “La aplaste” pensó, y abrió sus manos para observar el cadáver de aquel insecto, y jamás espero lo que sucedió. La “luciérnaga” brillo con más fuerza y de ella comenzaron a salir extraños hilos gruesos que Kyung Jamás había visto, intento correr pero su cuerpo no respondía, y aquellos hilos comenzaron a rodearle, ninguno tocaba su cuerpo, solo rodeaba sus extremidades, como una enredadera extremadamente brillante, Kyung observó a sus pies, y definitivamente se encontraba a varios metros del suelo, más y más luz le rodeaba, pequeñas orbes aún más brillantes se desprendían de aquellos hilos gruesos, Soo podía moverse, a pesar de estar flotando podía hacerlo, miro sus manos y sus pies, esos orbes penetraban suavemente su piel hasta desaparecer en esta, Soo podía observar su cabello moverse con el poco viento, y en unos momentos no lograba observar, todo era blanco, “¿Así es el cielo?” Se preguntaba el pequeño, quién ahora se miraba flotando aún, sin embargo aquellos hilos y orbes ya no estaban. En cambio había un hombre anciano, de cabello en extremo largo y ojos apacibles, estaba observando a Soo. El niño volteó en varias direcciones… solo estaban ellos dos.

–Do KyungSoo – Hablo aquel anciano

–Señor mayor – Respondió el pequeños de ojos saltones y brillantes. Aquel “Señor desconocido” se carcajeo al escucharle, y Do, quién fue criado para tener un carácter fuerte frunció el ceño mirando reprobatoriamente.

– ¿Soy gracioso para usted señor? – Pregunto cruzándose de brazos, intentando dar una pizotada al suelo, pero ¡Oh! Aún flotaba.

–Para tener cinco años de edad, eres muy listo pequeño

–Entonces si se burlaba…

–No, claro que no. Y dime ¿Qué te trae por aquí?

KyungSoo pareció acomodar sus ideas, masajeo sus cienes pensando y sonrió ampliamente levantando su mano.

– ¡Una luciérnaga! ¡Eso! Era muuuuuy brillante, y era bonita, pero no me lo va a creer anciano –El pequeño se mostraba sorprendido con su propia historia, aquel señor se acercó un poco más a Soo y comenzó a elevarse del suelo y sentándose sobre el…aire.

– ¿Qué cosa pequeño?

– ¡Cuando la atrape se apagó! Y creí que la había aplastado, pero cuando abrí mis manos, brillo aún más, creo que más que la luna y el sol, y y y me empezó a envolver, y hacía Ehm…bolitas y todas pasaban mi piel, todo era muy brillante, y de pronto estaba aquí – El señor observaba a Soo sonriendo, y KyungSoo frunció el ceño refunfuñando.

– ¿No me cree anciano? ¿Cómo es que usted esta aquí? – Aquel hombre mantenía su sonrisa mirando a Soo mientras negaba.

–Si te creo pequeño, y yo siempre he estado aquí y estaré aquí por mucho tiempo más.

– ¿No se siente solo?

–No

– ¿NO? Pero si no hay nadie, solo yo, pero debo ir a casa, o mamá me regañara por no llegar a cenar.

El misterioso señor volvió a reír y miro con ternura al niño

–Pero si no estoy solo, hay otros once chicos que me visitarán pronto.

– ¿Y yo puedo volver aquí?

– ¿Puedes?

–Ash, no lo sé, usted debe darme permiso.

–Soo, tú puedes volver cuando realmente quieras o me necesites.

–¿Cómo se llama usted señor?

–¿Sabes el abecedario?

–Oh, sí sí, mi mamá me lo enseño para que fuera muy inteligente y supiera muchas cosas.

–Eres un niño muy brillante entonces – El pequeño Soo asintió orgulloso de su conocimiento– Entonces dime ¿Cuál es la primera letra del abecedario?

Soo sonrió ampliamente y se emocionó un poco

–Eso es muy fácil, es la letra “A” – La sonrisa del pequeño se volvió más brillante cuando el señor le sonrió afirmando.

– ¿Y la última? – En este momento el pequeño pareció pensárselo un poco, contó con sus dedos y nuevamente alzo su mirada.

–Es la “Z” – El señor aplaudió y felicito a su pequeño.

–¿Y si juntas ambas letras? ¿Qué palabra formas?

El niño cerro sus ojos pensando y hablo nuevamente – “AZ” – Y entonces, en aquella infinita realidad pálida, reino el silencio, Soo abrió sus ojos murmurando un “Tú nombre es Az” y justo en ese momento, observo otras once siluetas de niños más grandes o pequeños que él, pero todas esas siluetas eran tan brillantes como comenzaba a ser su cuerpo. Y AZ hablo.

Soy AZ. Soy un sin nombre, el más viejo y el único que queda. Sin embargo, a lo largo de mi milenaria existencia me han nombrado “AZ”, nadie sabe de dónde vengo, ni mi edad, yo simplemente estaba aquí, por eso me llaman así, “AZ” el que estuvo antes y estará después, el que vio el inicio de todo y quien verá el posible fin. Soy AZ su guía y protector. Y ustedes doce, todos y cada uno, cargarán con una importante responsabilidad. Confió en ustedes mis pequeños. Así que confíen en mí .,

Todo se volvía más y más blanco, hasta que dejo de observarse todo.

Una familiar voz le despertó. Estaba sobre el césped del jardín dormido. Justo donde había observado la luciérnaga.

–Cariño vamos a cenar , Kyunggie..

Un sonriente Soo asintió y la siguió hasta su casa que yacía contigua al Dojo, no sin antes voltear y sonreír a la puesta de sol.

–AZ …–

 

 

 

En una cabaña cerca de las montañas

 

Chen, 4 años de edad.

-¡Querido! – La amorosa madre de JongDae llamaba a su esposo – ¡Imbécil! – Ella era tan dulce – Dijiste que venir a una cabaña fuera de la ciudad sería un lindo recuerdo, que admiraríamos los atardeceres más hermosos y los más bellos sonidos de un bosque, así que quiero saber, ¿Qué le ves de hermoso a un diluvio que no te deja observar más allá de la cabaña? ¿Y qué es lo melodioso que escuchas en la rayería?

-Amor yo no esperaba esto, lo juro, el pronóstico dijo “Un día soleado y despejado”.

-¿Ah no? ¿Pues qué harás? ¿Llamarás a la del pronóstico para que nos diga que habrá más lluvia? ¡SAL A BUSCAR ALGO DE SEÑAL PARA LLAMAR!

JongDae era un niño valiente. No le temía a la rayería, pero si a los gritos de su madre.

- ¡Estás loca no saldré con esa rayería!

-Entiendo mi vida…pero…-La encantadora y dulce mujer se fue a la cocina de la cabaña y volvió con un cuchillo de cortar carne-. ¿¡DONDE CREES QUE ES MEJOR ESTAR!? ¿ALLÁ  AFUERA O AQUÍ CONMIGO?

-Ah, pero mi bella mujer, si ya voy saliendo a arreglar el problema de señal– El pobre padre de JongDae salió cubriéndose con una capucha, y temblando, pero no por la lluvia o la rayería o el frío temía a la naturaleza furiosa, pero temía más a su mujer molesta.

–Y así, hermoso Chen, controlas a un hombre.

El pequeño JongDae dejo de llorar al escuchar el calmado tono de voz de su madre, su madre suspiro antes acomodar el abrigo del pequeño y sonreír.

–Nene, mamá irá a dormir un rato, papi está arreglando unos problemas afuera, así que quédate aquí quietito jugando. – Chen era un niño muy callado, aún le costaba hablar, pero entendía lo que le decían, así que asintió observando a su madre antes de besar su mejilla e irse a jugar. Su madre cerró la puerta de la habitación y JongDae se mantenía sonriente y juguetón. Pero algo capto más su atención, la rayería podía observarse desde el ventanal, y se acercó, cada rayo era más brillante que el anterior, y a cada uno lo veía más cercano. Estuvo sentado varios minutos en la misma posición hasta que un rayo pareció caer justo al otro lado del ventanal, era más brillante que los demás, y al acabar dejó algunas chispas en el aire, pero había una chispa en especial, una más grande y brillante que atravesó el cristal de la ventana, Chen lo observo y otro rayó cayo, esta vez más cerca y entonces, JongDae miraba aquellos hilos gruesos envolver su pequeño cuerpo, otras chispas más se acercaban, y causaban ciertas cosquillas al desvanecerse sobre su piel. Y entonces Chen miraba sus juguetes bajo sus pies. Él ya no estaba sobre el suelo, sus ojos se abrieron de sobre manera y cerró estos fuertemente. Al abrirlos había un anciano mirándolo, y pasando una mano por sus ojos.

–Hola Kim JongDae.

–…

–No hablas mucho, ¿cierto?

El niño negó con su cabeza sorprendiendo al anciano.

–¿Entiendes lo que digo?

–…

–Tomaré tu silencio como un sí.

–… Bien JongDae ¿Tienes miedo?

Nuevamente negó con su cabeza, comenzando a jugar con su flotante cuerpo.

–Eso esta muy bien, ¿sabes? Yo te conozco desde que naciste

–…¿Abuelo?...

AZ dejó escapar una ruidosa carcajada y miro al pequeño acariciando los cabellos de su cabeza.

–No pequeño, no soy tu abuelo, soy quien te protegerá, y cuidará de ti.

–…¿Papi?

–¿Me parezco a tu padre?

Chen negó con su cabeza y miro curioso al señor.

–¿Quieres saber mi nombre?

–…Sí

Soy AZ. Soy un sin nombre, el más viejo y el único que queda. Sin embargo, a lo largo de mi milenaria existencia me han nombrado “AZ”, nadie sabe de dónde vengo, ni mi edad, yo simplemente estaba aquí, por eso me llaman así, “AZ” el que estuvo antes y estará después, el que vio el inicio de todo y quien verá el posible fin. Soy AZ su guía y protector. Y ustedes doce, todos y cada uno, cargarán con una importante responsabilidad. Confió en ustedes mis pequeños. Así que confíen en mí .

JongDae Sonrío asintiendo obedientemente, y cerró sus ojos al ver al sujeto despedirse agitando su mano de un lado a otro.

–Nos veremos pronto JongDae…

Eso fue lo último que escucho el niño antes de abrir sus ojos y encontrar a su muy mojado padre sonriendo al mirarle dormir.

–Oh, ¿Te desperté pequeño?

Chen se levantó rápidamente y salió corriendo a la cocina dejando sorprendido a su papá en el proceso. El hombre lo veía extrañado, pero eso cambió cuando vio que su pequeño volvía con un pañito de cocina para comenzar a secarle. En ese momento el padre de Chen podía jurar que moriría de ternura, su corazón se estrujo al ver el ceño fruncido de su pequeño desesperado al ver que no funcionaba.

–¡Vamos a tomar un baño juntos pequeño preocupado! – El hombre tomo a JongDae en brazos dándole algunas vueltas en el aire y llevándolo al baño consigo, no sin antes ganarse unos hermosos alaridos por parte de su hermosa esposa.

–Az – Murmuró el infante mientras jugaba con sus juguetitos de baño en la bañera, luchando porque su padre no los acaparara todos.

 

 

En el metro hacia casa.

Kai, 4 años

-¡JongIn! ¡Bájate de ahí!

–¡NO! ¡NO! ¡NO!

A diferencia de JongDae, kai sí que hablaba, era muy ruidoso cuando quería, pero sobre todo era un niño que no sabía el significado de “Quedarse quieto” Sacándole canas verdes a su muy joven hermana.

-¡KIM JONGIN!

–¡NO! ¡NO! ¡NO!

–¡Pequeño mocoso ven o te acuso con mamá!

–¡NO! ¡NO! ¡NO!

El pequeño Kai de 4 años brincaba entre los asientos del vagón en el que iba. Para suerte de su hermana no habían muchas personas, pero de las pocas que habían, unas querían darle un sedante, y otras reían al ver las expresiones de su hermana, JongIn subía a los asientos y corrí por estos, subía a las zonas donde se suponía y se guardaban pequeños equipajes, se metía bajo los asientos, subía como koala las barras donde se suponía y eran suportes, se sujetaba de las manecillas donde se sujetaban las personas que iban de pie y pasaba como mono sujetándose de  columpios.

Pero por más ruidoso que fuese, las personas aunque se desesperaban se enternecían mirándolo, era un pequeño de piel bronceada, ojos rasgados, mejillas regordetas y una muy linda sonrisa. Definitivamente podía ganarse el corazón de cualquier persona, e incluso en ocasiones se sentaba junto a las señoras mayores y comenzaba a conversar con ellas como si fuese un experto de cada tema. Era un encanto de niño.

Sin embargo el no corría por hacerlo. El perseguía una pelusa brillante desde hace rato, pero su hermana no la veía, nadie más lo hacía.

Brincaba por todo lado y la gente lo miraba divertido.

“De seguro persigue a algún mosquito”

“Ah de tener un amigo imaginario”

“Espero andar algún dulce para Jonginnie”

Eran esos, varios pensamientos de los pasajeros de ese vagón. Muchos ya conocían al pequeño por que frecuentaban andar mucho en el metro. Aunque las más conocidas eran señoras. Otros pensaban que era solo la inquietud de un niño pequeño. Pero su hermana…

 

-¡KAI!

–¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO!

–¡Deja de brincar!

El metro había entrado en un túnel muy oscuro y al parecer el metro tenía ciertos fallos eléctricos, ya que ningún vagón llevaba luces. Pero realmente no importaba porque JongIn perseguía aquella pelusa que brillaba en exceso. Escuchaba que su hermana decía cosas como “¡MOCOSO, NO HAY LUZ, QUEDATE QUIETO!” entre otras cosas más. La pelusa comenzaba a alumbrar más y por más que mirara de atrás a adelante, la entrada o salida no se miraban. En un momento todo se volvió oscuro, y dejo de escuchar la voz de su hermana, el ruido del metro, las voces de la señora. Todo se quedó en silencio. JongIn no sabía dónde estaba, pero en sus manos sentía algo suavecito, “La pelusa” Pensó así que abrió sus ojos con temor de no verla, pero contrariamente esta ilumino todo a su alrededor, dejando sin palabras al pequeño, quien miraba aquellos hilos y orbes sorprendido, pestañeo varias veces y volvió a encontrarse en un escenario desconocido.

–Kim JongIn.

–¡NO! ¡NO! ¡NO! –Por un momento kai pensó que era su hermana, pero aquella voz era más grave que la de ella.

–¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! –Bromeo el señor, ganándose un reproche por parte del pequeño chico moreno.

–Mhn…¿dónde está mi hermana?…

–Así que tú si hablas –Murmuró el anciano observando a JongIn

–¿Y mi pelusa brillante? – El pequeño chico lo miraba con cara de pocos amigos, definitivamente ese señor lo había llevado a ese lugar para quitarle su pelusa, sí, eso era.

–No hay pelusa.

JongIn miro sus manos vacías y comenzó a sentirse triste. Le habían quitado su pelusa. Los rasgados y grandes ojos del pequeño comenzaron a llenarse de lágrimas y sus labios a abultarse.

AZ miro entre sorprendido y asustado al pequeño. Le pareció verlo ser rudo y valiente, pero cuando perdió lo que anhelaba se entristeció. Az sonrío más ampliamente, pues a pesar de la apariencia ruda del chico era un ser dulce, amable y muy cariñoso. Comenzó a revolver el cabello del pequeño y este levanto su mirada.

–¿Sabes qué lugar es este JongIn?

El niño limpio sus ojitos y negó con su cabeza, ahora que lo pensaba, no estaba la señora de los dulces, no estaba su hermana, ni estaba el chico por que el su hermana suspiraba cada vez que lo miraba, JongIn creía que de seguro él molestaba a su hermana, usaban el mismo uniforme, y siempre que su hermana miraba al chico, actuaba diferente, por eso él se decidió a molestar al chico siempre que lo mirará. Pero en fin, no había nadie, solo él y el señor que le quito su pelusa pero no se la quiere dar.

–No lo sé, pero deme mi pelusa. Es malo tomar cosas y no devolverlas. Me lo dice mi hermana.

Az nuevamente dejo salir otra risa, definitivamente esos chicos eran un caso.

–¿Y si te digo que la pelusa era yo?

–No… la pelusa era una pelusa, usted no es una pelusa.

JongIn seguía mirando al señor, era imposible que el se disfrazará de pelusa y se encogiera.

–Pues yo te traje aquí pequeño.

–¿Para qué? Mi hermana se enojará.

Az pensaba en que ese pequeño hablaba mucho para solo tener cuatro años, además de que se movía más que todos los demás, ya se encontraba flotando en círculos a su alrededor.

–Bueno, digamos que ella no sabe que estas aquí, y no tiene que saber, porque es un secreto, y si se lo cuentas a alguien estaré triste, y te dejaré sin pelusas para siempre.

JongIn se detuvo de pronto, ¿Le iban a quitar sus pelusas? Pero ¿Qué haría con el montón de pelusas que esconde bajo su cama?.

–No diré nada…

–Bien, estás aquí porque tengo una tarea para ti.

–¿TAREA? ¿Cómo las que hace mi hermana? Yo quiero, yo quiero.

JongIn desde que comenzó a tener consciencia sobre lo bueno y lo malo, deseaba poder estudiar como su hermana, quería escribir, y leer, hacer tareas y usar uniforme. También quería amigos como los que tenía su hermana, que casi siempre llevaba a casa a hacer trabajos o a una fiesta de pijama, pero él no quería amigas mujeres. Todas son raras, las amigas de su hermana siempre estaban atrás de él, buscando tocar sus mejillas, o abrazarlo, o alzarlo, pero a él no le gustaban las niñas, porque una vez lo maquillaron, y lo vistieron como a mujer, y a el no le gusto para nada, usar faldas. Así que desde ese momento, a la única chica que quiere es a su hermana. Aunque ella le diga “Bájate de ahí” en todo lugar.

–No, es una tarea más importante que todas las que ella pueda hacer.

–¿Y qué tengo que hacer?

Az pensó por un momento en que decirle al niño que tan ilusionado estaba.

–Por ahora, debes ser un buen niño, cuidar a tu hermana y a tu mamá, cuando yo vuelva a traerte aquí, te diré la segunda parte de la tarea. Pero debes prometer cumplir la primera parte.

JongIn miró al señor y frunció el ceño, ya que “Él ya era un buen niño, por eso las señoras le daban dulces”.

–Sí, me portaré muy bien.

–Muy bien.

–¿Pero como sabré cuando usted me llame otra vez? No se como se llama

–Oh sí, lo siento mucho. Soy AZ. Soy un sin nombre, el más viejo y el único que queda. Sin embargo, a lo largo de mi milenaria existencia me han nombrado “AZ”, nadie sabe de dónde vengo, ni mi edad, yo simplemente estaba aquí, por eso me llaman así, “AZ” el que estuvo antes y estará después, el que vio el inicio de todo y quien verá el posible fin. Soy AZ su guía y protector. Y ustedes doce, todos y cada uno, cargarán con una importante responsabilidad. Confió en ustedes mis pequeños. Así que confíen en mí.

 

Mientras escuchaba al señor hablar, comenzaba a sentir más y más cansancio. Sus ojos pesaban y él se sentía más somnoliento. La luz se hacía más intensa hasta extinguirse. Todo se volvió obscuro otra vez, y sintió algo suave en la zona posterior de su cabeza. “Almohada” pensó antes de quedarse dormido.

Habían salido del túnel, y todo volvía a ser claro. JongIn descansaba su cabeza en el regazo del chico por el que su hermana suspiraba.

La hermana de JongIn se preocupó al no verlo por un instante. Recordó que minutos después de entrar al túnel, JongIn dejo de hacer ruido, como si se hubiese ido de ahí, pero ella pensó que de seguro solo se hizo bolita en alguna esquina por el miedo.

Llegaron a la estación en la que debían bajar ella y JongIn, el metro no se detenía aún y ella estaba en pie buscando desesperada a su hermano. Aquel miraba de reojo a la chica-hermana-mayor-del-niño-ruidoso-y-molesto y sintió un peso que antes no estaba en su pierna. Desvió la mirada de su libro encontrándose con el rostro dormido de JongIn, el niño parecía un angelito así dormido. Y él no pudo evitar dejar salir una risa, que atrajo la atención de más de uno, en especial de la –. Ella al notar el motivo de su risa se sonrojo a más no poder, y sus ojos casi se salen de sus cuencas. Se apresuró a acercarse e intentar tomar a JongIn en brazos, pero este aferraba sus manitas al pantalón del chico, causando más risas en este, y un sonrojo más fuerte en su hermana.

–¡JongIn! –Chilló ella sintiendo que mataría a su pequeño mocoso.

Pero nunca imagino ver al chico guardar su libro, apartarla y tomar a JongIn en brazos.

–Vamos, yo te acompaño a tu casa.

El chico sonrió amablemente a la chica-hermana-mayor-del-niño-ruidoso-y-molesto-pero-adorable.

–Oh! N-No t-te molestes, y-yo p-puedo ir sola y y y n-no quiero molest-

–Bueno, no creo que tu hermano me suelte en un buen rato.

Su hermana observo como las manos de JongIn se aferraban a la chaqueta del chico apuesto, y descansaba su pequeña cabeza en el hombro del chico. “Suertudo” Pensó ella al ver como el chico mantenía abrazado a su hermanito. Sin embargo ahora Kai tenía ganado muchos helados. Porque ese día, converso con el chico que llevaba admirando por un año y medio, porque ese día él se quedó a tomar una bebida a su casa, porque al despedirse en la noche sonrío. Sonrió para ella y solo ella, y sobre todo, porque al día siguiente el chico paso por su casa en la mañana, vivían cerca, unas dos cuadras dividían sus casas. Y así continuo siendo por mucho tiempo, incluso el muchacho aprendió que no podía pasar por esa casa sin dejarle a Kai un dulce. Pues ese chico era el primer amigo de Kai, ese niño molesto, consiguió su amistad después de todo.

Notas finales:

Gracias por leer <3 


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