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Breathe por PanquequeS

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Notas del capitulo:

Disclaimer:

 
Ninguno 
de los hechos acaecidos en este relato ha ocurrido en la realidad; todo es puro y completamente ficticio.
La autora de este relato no posee ninguna clase de derecho ni propiedad sobre los artistas citados en él, ni está vinculada en modo alguno con ellos, sino que utiliza sus nombres sin su consentimiento explícito. Con su trabajo, no pretende ofenderlos o causarles perjuicio alguno, sino, simplemente, crear una forma de entretenimiento para ella y quien quiera disfrutarla, sin obtener beneficio económico de ninguna clase.

Breathe

 

 

 

 

 

En el planeta llamado tierra, suelen suceder muchísimas cosas, infinidades de sucesos que, dependiendo la situación, te marcan; ya sean marcas con recuerdos llenos de felicidad o bien, marcas que llevan consigo mucho dolor.

Do Kyungsoo, por ejemplo, no está seguro o más bien dicho, no quiere siquiera recordar él porque es como es, porque duele como el maldito infierno y no, él jamás quiere recordarlo porque no sabe manejar el dolor, más bien, no solía manejar el dolor.

Encontró una forma para mitigar su dolor emocional. Era efímera la sensación así que después de unos minutos tenía que volver a repetirlo porque el método que lo apaciguaba de su sufrimiento tan sólo era momentáneo y él necesitaba más. Mucho más.

Se había criado en una acomodada familia, con padres cariñosos, hermano mayor y Chanyeol, que siempre estarían a su lado. No podía quejarse de la vida que llevaba pero había algo que nunca contó a nadie, ni siquiera a Chanyeol, que es su mejor amigo.

Ese algo que se revivía una y otra vez en la cabeza de Kyungsoo no podía soportarlo, no quería recordar.

Odiaba recordarlo.

La persona que le había hecho el daño estaba muerto pero lo vivido, las escenas remontándose en la cabeza del pelinegro jamás se irían, por más que él tratara de alejarlas. No se iban y no había remedio, no tenía salida en ese entonces, así que lloraba, cosa que alarmaba a los señores Do, que recurrieron a todo para encontrar la solución de lo que sea que tuviera su hijo.

El psicólogo de Kyungsoo había dicho que él sufría de depresión. ¿Las causas? El psicólogo no consiguió sacar nada de los labios de Kyungsoo, así que era desconocida la causa del porque Do Kyungsoo, la persona que era altamente expresiva, ahora era un ser que respiraba pero que nadie podía asegurar si estaba vivo. Era un simple cascaron vacío.

En esa época, Kyungsoo mantenía distancia de todos, mantuvo un silencio autoimpuesto por largos meses, tuvo pérdida de peso y llantos constantes. Los señores Do, el hermano mayor de Kyungsoo y Chanyeol estaban terriblemente asustados de la situación que estaba viviendo el pelinegro. Querían comprenderlo, entender el porqué estaba así pero Kyungsoo se negó a todo, así que vivieron con preocupación constate hasta que con el tiempo Kyungsoo comenzó a hablar de nuevo, pero todos sabían que era diferente. Ya no era lo mismo, Kyungsoo ya no era el mismo. Nada volvió a ser lo mismo.

Kyungsoo se aisló de la sociedad y sólo mantenía charlas monótonas con sus progenitores, hermano –quien después de un tiempo fue a la universidad y con el pasar del tiempo se independizó, conoció a alguien, se casó y vivía en otro lugar con su propia familia pero siempre pendiente de sus madres y hermano menor–y Chanyeol. Chanyeol era su mejor amigo desde siempre, si no mal recordaba, le habían contado que él y Chanyeol se habían conocido–literalmente– desde que ellos estaban en la barriga de sus respectivas madres. En realidad las madres de estos dos siempre habían mantenido una buena amistad y de ahí surgió la de Kyungsoo y Chanyeol. 

—Hey Kyungie.-Chanyeol parloteó mientras que el nombrado escribía en su cuadernillo, sin prestarle mucha atención a su alto amigo. —Hace tiempo que no hablamos…

—Eso estamos haciendo, Chanyeol.-Dijo Kyungsoo, sin dirigirle ninguna mirada. Se había vuelto tan frío y distante con todos, que el más alto lo había resentido.

—Hm.-Murmuró Chanyeol. —Tienes razón, que idiota.-Kyungsoo levantó la vista de sus apuntes y miró de reojo a Chanyeol. El más alto era una persona totalmente expresiva, así que el cambio súbito de humor que tuvo fue notable. El pelinegro suspiró. Odiaba ser cruel con Chanyeol, porque él sabía que su mejor amigo no tenia culpa de nada.

—Lo siento, Chanyeol.-Se disculpó. Sentía pena por Chanyeol porque él realmente quería a Chanyeol, al igual que sus padres y hermano, pero su actual forma de ser lo hacía ser frío constantemente, con todo el mundo. — ¿De qué quieres hablar realmente?-lo cuestionó.

—Pronto estaremos en la universidad Kyungie.-Gesticuló Chanyeol. Realmente que ese gigante tenía unos cambios constantes de ánimos. —Estoy totalmente emocionado, ¿no estás emocionado?-preguntó.

—En realidad, no.-Respondió con sinceridad Kyungsoo.

—Que frio.-Se quejó Chanyeol. — ¡Santo cielo Kyungie, es la jodida universidad! ¿Cómo puedes estar malditamente tranquilo?

— ¿Será porque sólo es una estúpida nueva escuela?-Preguntó con ironía. —No me interesa en lo absoluto, Chanyeol y lo sabes.-Kyungsoo sabía que Chanyeol buscaba cualquier tonta excusa o tema para iniciar una conversación, porque desde hace mucho que él y Chanyeol no hablaban tan íntimamente. Y a eso exactamente se refería Chanyeol pero sabía que no obtendría nada.

 

 

____

 

 

Un mes después Kyungsoo y Chanyeol se estaban graduando del instituto y aproximadamente dentro de un mes o menos–Kyungsoo no estaba seguro–estarían en la universidad. Por decisión propia, Chanyeol decidió entrar en la misma universidad que Kyungsoo, así que probablemente el pelinegro vería por un buen tiempo al gigante.

En el tiempo que Kyungsoo estuvo sin hacer nada, se pasaba todo el tiempo estudiando o viendo la televisión. No hacía mucho realmente pero tampoco es como si él quisiera hacer algo más. Chanyeol notó eso, así que empezó a planear algo y el pelinegro lo supo, por la forma que Chanyeol se estaba comportando y no es como si Chanyeol fuera la persona más discreta del mundo, de hecho.

Así que cuando Chanyeol llegó un día y soltó algo parecido a un vamos a emborracharnos no le sorprendió nada. Incluso Kyungsoo tuvo la delicadeza de rodar los ojos y no soltar cosas hirientes a su mejor amigo.

—Para comenzar,-Dijo Kyungsoo. —somos menores de edad y para terminar, no iré a emborracharme, Chanyeol.

—Pero Kyungie,-Protestó Chanyeol. —no tengo nada que hacer y tú tampoco, así que deberíamos salir a beber.

—Salir suena bien pero salir a beber uh huh, creo que no.-Respondió, mientras apagaba su consola y se ponía en sus dos pies. —Apresúrate antes que me arrepienta.

— ¡Yey!-Exclamó totalmente emocionado Chanyeol. —Eso es Kyungie.-ambos bajaron las escaleras y salieron de la casa de la familia Do. No había lugar específico al cual ir pero caminaron sin rumbo fijo hasta que, a petición de Chanyeol, entraron a una cafetería del centro.

Kyungsoo se sentó frente a su mejor amigo. Miró cuan emocionante le parecía a Chanyeol el simple hecho de estar juntos y dentro del corazón de Kyungsoo se removió algo, algo que sabía era agradecimiento y un eterno cariño al más gigante. Kyungsoo sabía que podría contar siempre con Chanyeol a pesar de todo el cambio que él hizo, contaría para toda su vida con el apoyo incondicional de Park Chanyeol.

Hoy, para mala suerte, era uno de esos días, donde Kyungsoo hacia un retroceso de su vida y la imagen de él y aquel sujeto aparecían en su mente. Era un constante recordatorio de su retorcido pasado. Kyungsoo había encontrado el método de controlar su ansiedad y aunque al principio tenía un pavor, al final terminó acostumbrándose porque el dolor físico no era nada comparado con el dolor emocional y psicológico.

Conoció a su mejor amiga. Se llama cuchilla y siempre saluda gustosa su tersa y ahora marchita piel. Kyungsoo se autolesionaba constantemente, cada día, cada hora, cada momento que él se sentía como si se ahogara dentro de un vaso lleno de agua. La cuchilla apaciguaba toda ansiedad de Kyungsoo. Él había olvidado que era el dolor. Sentirlo constantemente lo había hecho –se había obligado a sí mismo–olvidarse de cómo era el dolor, como se sentía el dolor.

Kyungsoo suspiró. Creyó que estando con Chanyeol podría calmarse pero debió saber que nada que no fuera la cuchilla podría calmarlo. Comenzó a agitar su pierna, con desesperación. Se estaba ahogando con las imágenes que se formaban en su cabeza. Cuan repulsivo era, lo odiaba y quería sacárselo ya de la cabeza o se terminaría volviendo loco, aunque no sería la primera vez que lo creía. Tal vez el dolor que constantemente sentía lo había vuelto loco después de todo, quién sabe. Kyungsoo ya no sabe nada realmente pero estaba seguro que quería hacer ahora mismo.

— ¿Te sucede algo, Kyungie?-Lo cuestionó Chanyeol.

—Hum,-Murmuró Kyungsoo y lo pensó por unos milisegundos antes de tener todo claro—necesito ir al baño.-mintió.

—Oh, seguro.-Kyungsoo cogió algo que Chanyeol no logró ver y corrió hasta al baño. La puerta azotó cuando Kyungsoo la soltó pero no le importó, sólo quería quitarse esta ansiedad que corría por sus malditas venas.

Alivio. Eso era lo que podía sentir Kyungsoo cuando la cuchilla rasgaba su piel. Era algo sádico de su parte pero era lo único que podía controlarlo por cierto tiempo. El dolor no existía. Ya no había dolor cuando su mejor amiga se abría paso en su tierna y suave piel, para saludar a una vieja amiga que desde hace mucho tiempo conocía.

Tan distraído estaba Kyungsoo que no escuchó nada a su alrededor, ni siquiera vio en qué momento ese muchacho que, ahora lo miraba, había entrado.

— ¿Por qué te haces daño?-Dijo, observando los cortes en los brazos del pelinegro. — ¿No te duele siquiera?-lo cuestionó.

— ¿Dolor?-Rió sin ganas. — ¿Qué es el dolor?-miró sus heridas abiertas. Realmente había perdido la sensibilidad o más bien se auto-protegió a sí mismo de cualquier sufrimiento o dolor. Prefería hacerse creer que él jamás volvería a experimentar el dolor. —Esto, -dijo, hablando de sus cortes. —esto realmente no es nada, comparando con otras cosas.-se limpió con agua las heridas y se bajó las mangas de su sudadera antes de girar sobre sus talones y pasar de largo a aquel muchacho de piel color canela que continuaba viendo a Kyungsoo, sin despegar por ningún segundo su mirada de su ahora cubierto brazo.

 

____

 

 

Cuando Kyungsoo se vino a dar cuenta, se encontraba en la puerta de su nueva escuela. La universidad nacional de Seúl era una institución bastante reconocida por el país. El pelinegro sacaba altas notas, así que no le costó absolutamente nada entrar a esa universidad.

Chanyeol se encontraba a su lado, comiéndose las uñas. Estaba totalmente nervioso, a comparación de él. Kyungsoo rodó los ojos y caminó hasta entrar a la institución. El recorrido fue silencioso, solo habían hablado con la secretaria que les había entregado su horario y luego volvieron a caminar en silencio.

Cuando llegaron al aula–sí ambos habían quedado en la misma aula–se sentaron juntos y Chanyeol comenzó a parlotear como cotorra. Kyungsoo sólo suspiró y dejó que su mejor amigo parloteara, después de todo tarde o temprano Chanyeol cerraría su boca.

Después de unas cuantas horas, el timbre para salir almorzar había sonado por toda la universidad. Kyungsoo fue hasta la cafetería sin Chanyeol porque su amigo alto había dicho algo parecido a necesito ir urgentemente al sanitario. Kyungsoo ocupó una de las tantas mesas que se encontraban vacías en el jardín y se sentó para luego mandar un texto a Chanyeol, avisándole donde es que él se encontraba.

Algunos minutos después sintió la presencia de su mejor amigo, así que alzó la mirada de su plato de comida para dirigirla al recién llegado pero lo que vio no fue simplemente a su mejor amigo con su típica estúpida sonrisa, no, por supuesto que no. Lo que vio fue a su mejor amigo con su típica estúpida sonrisa y un muchacho de piel color canela, ojos color chocolate, con mirada abrasadora, labios tentadores y Kyungsoo estaba pensando si ya lo había visto en algún lado pero no, no recordaba nada.

—Hey Kyungie,-Comenzó Chanyeol—conocí a este chico, se llama Jongin.-canturreó emocionado el más alto.

—Kyungsoo.-Dijo y volvió a centrar su mirada en su plato lleno de comida.

—Es un placer conocerte, Kyungsoo.-La voz de Jongin era como sentir una caricia.

—Hum.-Murmuró.

—Lo conocí en el sanitario.-Comenta Chanyeol. —Tuve algunos problemas para que el agua corriera y él me ayudo.-sonrió. —A que es tierno, ¿verdad?

—Sí Chanyeol, lo que digas.-Contestó Kyungsoo, apáticamente. Chanyeol lo sabía, él sabía que Kyungsoo no era una persona social, no, para nada.

—No le hagas mucho caso a Kyungie.-Dijo Chanyeol. —Le cuesta hacer amistades pero tarde o temprano se va acostumbrar a tu presencia.-Kyungsoo escuchó pero simplemente rodó los ojos, ignorando todo.

 

 

____

 

 

Después de medio año, Jongin se había unido al par de amigos, incluso Chanyeol había echado novio. Así que Baekhyun se unió al grupo de amigos y después de ser tan solo dos, ahora eran cuatro.

A Kyungsoo realmente no le importaba, porque bien podía solo ignorarlos y hacer como si no estuviesen, era más fácil que estar parloteando, como lo hacía Chanyeol con su escandaloso novio.

Un día, Kyungsoo no está seguro cuando fue, pero miró que Jongin no despegaba su mirada de sus brazos que estaban siempre cubiertos por las mangas largas de su sudadera, pero hizo ojos ciegos a eso y simplemente lo dejó pasar. La segunda vez que volvió a ver que Jongin miraba con insistencia sus brazos, Kyungsoo frunció notablemente su ceño pero tampoco dijo algo. Para cuando pasó por una tercera vez, Kyungsoo movió sus brazos, escondiéndolos de la mirada de Jongin, quien siguió sus movimientos y luego alzó la mirada, encontrándose de lleno con la mirada confusa y ceño fruncido de Kyungsoo, pero nadie dijo nada.

Para cuando Kyungsoo vio por cuarta vez que Jongin miraba con insistencia sus brazos, suspiró exasperado. No quería decirle nada a Jongin pero estaba cansado de la mierda de Kim Jongin.

—Deja de ver mis malditos brazos.-Susurró y Jongin por supuesto que lo escuchó, puesto que estaba a su lado.

—Hablemos.-Soltó Jongin y se paró de su asiento. Kyungsoo frunció más el ceño pero se puso de pie y siguió a Jongin, sin dar explicaciones a Chanyeol y a Baekhyun quienes quedaron mudos al ver la escena.

Kyungsoo iba a, por lo menos, dos metros de distancia atrás de Jongin. No le gustaba llamar la atención y menos si iba con el Dios griego de la universidad. El pelinegro había escuchado eso desde el inicio y rodaba los ojos continuamente porque Jongin no era ni por asomo a como todo el alumnado femenino suele cuchichear sobre el gran Kim Jongin.  Patrañas y más patrañas, Jongin, como el ser humano que era, cometía demasiados errores e incluso se abrió con su pequeño grupo de amigos, donde les contó su pasión por el baile y que sus padres no apoyaban su decisión, por ese motivo se independizó de ellos, porque Jongin seguiría sus sueños y no quería obstáculos que detendrían su meta.

Ni Kim Jongin, ni Park Chanyeol, ni Byun Baekhyun y mucho menos Do Kyungsoo eran perfectos. Nadie lo era. Como los seres humanos que eran, cometían demasiados errores a lo largo de su vida. Después de unos minutos de caminar en un funesto silencio, Jongin detuvo su andar en alguna parte alejada de la universidad, donde ningún fisgón escuchara ese platica que, desde hace tiempo Jongin venía posponiendo. 

— ¿Y bien?-Preguntó Kyungsoo. No quería demorar con lo que sea que Jongin le fuese a decir, no tenía tiempo y mucho menos ganas.

— ¿Por qué?-Susurró Jongin pero Kyungsoo pudo escucharlo fuerte y claro, pero no había entendido a que se refería su cuestionamiento.

— ¿Por qué, qué?-Soltó Kyungsoo. —Sí no hablas rápido, te mandaré al demonio.-advirtió con severidad el más bajo.

— ¿No me recuerdas? ¿Enserio?-El pelinegro entornó los ojos, porque por Dios santo, ¿De qué diablos estaba hablando Jongin?

— ¿Debería?-Kyungsoo inclinó su cabeza. —Mira Jongin, no quiero ser grosero contigo pero, ¿qué sucede contigo?-bufó. —Llevas viendo mis brazos desde hace un tiempo, ¿es que tienes algún maldito fetiche con los brazos o qué rayos pasa contigo?

— ¡Eso trato de explicar, joder!-Gritó y Kyungsoo gruñó, maldiciendo una y mil veces a Kim Jongin.

— ¿Sabes qué?-Dijo en dirección a Jongin. —Puedes irte al infierno, no tengo que estar escuchando tus estupideces pero para de una puta vez, ¿sí?-gruñó más. —No quiero y ni necesito un jodido fan que admira los brazos.-Kyungsoo se giró dispuesto a irse pero una mano más grande que la suya, piel color canela y suave, cogió su muñeca, deteniéndolo al instante. — ¿Pero qué-Kyungsoo quedó mudo cuando vio a Jongin tratar de alzarle la manga de su sudadera. Entró en pánico, así que hizo el amago de alejar su brazo pero fue inútil. Jongin dejó al descubierto uno de sus blanquecinos y dañados brazos.

—De esto quería hablar.-Murmuró Jongin. Kyungsoo jaló su brazo con fuerza y una vez que estuvo libre, se bajó rápidamente la manga de su sudadera. — ¿Qué es lo que tanto te lástima que haces esto, Kyungie?-Jongin lo miró con esos iris color chocolate. Kyungsoo boqueó, como un pez fuera del agua pero no pudo articular nada, no salía nada. — ¿Aun sigues sin sentir el dolor? Porque, ¿sabes? El dolor está ahí, sólo que tú lo has bloqueado porque así nadie podría volver a lastimarte.

—¡Cállate!-Gritó Kyungsoo. —¿Cómo sabes de esto?-interrogó.

—Enserio que no me recuerdas.-Jongin le dedicó una minúscula sonrisa. —Nos conocimos antes de entrar a la universidad.

—Jamás te había visto en mi puñetera vida, Jongin.

—Te equivocas, sí que me viste aquel día en la cafetería del centro…-Kyungsoo frunció el ceño y las imágenes de ese día en la cafetería llegaron a su cabeza. Claro, tenía que ser ese tipo, fue el único que lo vio hacerse los cortes en su muñeca.

—¿Eras tú?-Preguntó tontamente cuando él sabía la respuesta. —De todas las putas personas, precisamente tenías que ser tú y para colmo, estamos juntos en la estúpida universidad.-soltó con fastidio.

—No seas estúpido,-Dijo Jongin. —es no importa ahora, precisamente ¿sabes?-Kyungsoo rodó los ojos. —Lo que quiero saber es porque lo haces.

—No tengo por qué responder eso, son mis cosas y tú no debes meterte en lo que no te incumbe, Jongin-ah.-Kyungsoo giró sobre sus talones y comenzó a caminar. El pelinegro se detuvo abruptamente, estuvo ahí parado por unos segundos hasta que giró un poco su cabeza y miró a Jongin para luego agregar: —Oh sí, casi lo olvidaba; si has mantenido tu boca cerrada, espero que continúes así porque no quiero que Chanyeol se entere de esto.-volvió su vista y retomó su caminata.

 

 

____

 

Habían pasado alrededor de tres días desde esa platica de Kyungsoo y Jongin y desde ese día, ambos involucrados no se habían hablado, aunque no es que ellos hablaran mucho. En realidad, Kyungsoo con Jongin casi no hablaban entre sí, sólo lo hacían cuando Chanyeol parloteaba y por ende, los obligaba a charlar con él.

El par de novios, estaba seguro que algo había pasado entre Jongin y Kyungsoo pero obviamente no sabían cual era ese algo y aunque Baekhyun trató de mil formas sacarle la información a Kyungsoo, este último siempre respondía con un no ha pasado nada y si hubiese pasado algo, no estaría divulgándolo Baekkie. ¿Por qué no mejor vas a parlotear con Chanyeol? y terminaba con una sonrisa escalofriante. Era horrible, porque aunque Baekhyun adoraba al pelinegro, sabía que Kyungsoo era una persona bastante fría e incluso podía llegar a lastimar verbal y físicamente.

Chanyeol por lo contrario, se pegó a Jongin como lapa porque sí o sí tenía que descubrir que se traían su par de amigos. Chanyeol era persona bastante insistente sí se lo proponía pero en esta ocasión, Jongin no dijo ni pío. Se mantuvo en silencio cada vez que el más alto sacaba el tema, así que al final Chanyeol y Baekhyun terminaron rindiéndose.

Kyungsoo se había hartado del acoso de sus amigos pero no dijo nada porque sabía que a veces–siempre–lastimaba con sus palabras y aunque él no demostrara mucho afecto hacía el par de novios, los apreciaba muchísimo, más a Chanyeol, así que se abstuvo de hablar.

Kyungsoo fue el primero en salir del aula cuando escuchó el timbre para el descanso. Hoy, era también uno de esos días donde él no soportaba el recuerdo de aquella noche y necesitaba con urgencia ver a su fiel compañera: La cuchilla. Corrió por los largos pasillos hasta que llegó a los sanitarios más alejados de la universidad, los que usaban mucho para follar, fumar, drogarse, para hacer un sinfín de cosas que eran ilegales. Buscó desesperadamente en su mochila la caja de cuchillas que siempre cargaba, cuando las encontró, sacó una de inmediato, remango su camisa y pasó la cuchilla en su piel.

La sangre brotó casi al instante, al igual que el alivio que Kyungsoo pedía a gritos. Cerró los ojos, disfrutando el placer de lo que sea que provocara hacerse cortes en la piel. Kyungsoo repitió la acción unas dos veces más antes de alguien le arrebatara la cuchilla de sus manos, viera como su fiel compañera era aventada hacía algún lado, una mano de piel color canela sujetar sus muñecas, llevarlas al grifo y lavar cuidadosamente los recién cortes.

—No sé por qué demonios haces esto Kyungsoo pero entiende de una maldita vez que esto no está bien.-Soltó Jongin.—Deja de infligirte dolor, por amor a Dios.-bramó el más alto mientras terminaba de secar los brazos y luego sacar otros instrumentos para curar los cortes.

—No es tú asunto.-Murmuró Kyungsoo, sin tratar de soltarse del agarre de Jongin.

—Tú eres mi asunto, Kyungsoo.-Gruñó Jongin. —Así que detente de una vez.

— ¿Porqué? ¿Por qué soy tú asunto?-Una risa hueca brotó de los labios de Kyungsoo. —Deja de preocuparte por los demás y mejor ve por ti.

— ¡¿Quieres saber porque maldita sea eres mi asunto?!-Gritó Jongin, soltando el ya curado brazo. — ¡Eres mi jodido asunto porque desde el momento en que mis ojos te vieron, me gustaste! ¡Me gustas, maldita sea!-soltó exasperado. — ¡No puedo dejarte que sigas lastimándote, ¿me estas escuchando?! –Kyungsoo no esperaba oír algo como eso, pensaba escuchar algo más como un soy un mierda samaritano que ayuda a los podridos como tú pero jamás–enserio que jamás–pensó que Jongin terminaría gritando eso. El pelinegro se alejó de Jongin, boqueó por unos segundos, tratando de decir algo pero simplemente no salía nada. Ambos se miraron sin decir nada por largos minutos, como sí el tiempo se hubiese congelado.

— ¿Pero qué diablos estás diciendo?-Soltó después de un funesto silencio. —No, absolutamente no.-gruñó. —No me jodas con estos Jongin, no lo hagas. ¿Realmente te estás preocupando por esto?,-dijo, señalándose las marcas de su piel. —esto no es nada comparado con lo que él hizo.-algo dentro de Kyungsoo, algo que él había evitado desde antes, ahora estaba roto. No quería sentir dolor, no quería, no, no, no, no, no, no. Ya no quería recordar, no quería porque recordar traía consigo mucho dolor y él nunca aprendió a manejarlo. — ¡Detente!-gritó y lagrimas corrieron por sus mejillas.

—Kyung…-Jongin hizo el amago de tocarlo pero Kyungsoo retrocedió.

— ¡No me toques!-Murmuró. — ¡No lo hagas, por favor!-gritó con desesperación. Jongin se asustó porque ese no era el Kyungsoo común. Ese Kyungsoo de ahora,  era alguien que había sido en alguna situación que lo había marcado. — ¡Por favor, detente! ¡Me haces daño!-Kyungsoo gritó más fuerte y después nada, todo había quedado en penumbras.

 

 

 

____

 

Cuando Kyungsoo despertó, se encontraba en un cuarto que obviamente no era el suyo. Recorrió todo el lugar con la mirada y comenzó a moverse, hasta que logró sentarse y fue ahí cuando notó la presencia de Jongin. Se encontraba sentado en una silla a su lado, con la cabeza recostada en el mullido colchón. El movimiento que hizo, provocó que Jongin comenzara a moverse y cuando se dio cuenta, el más alto ya lo estaba mirando con ojos adormitados.

— ¿Qué-Kyungsoo quedó mudo cuando unos fuertes brazos lo rodearon. El contacto de piel con piel lo hizo temblar pero cuando sintió los pequeños besos en su coronilla, comenzó a relajarse.

—Me preocupaste muchísimo,-suspiró Jongin.—te desmayaste tan de repente, que entre en pánico, dios santo, me diste un susto de muerte.-volvió a besar la coronilla del pelinegro. —Kyungsoo de verdad que lo siento.

—No fue tú culpa.-Dijo Kyungsoo.

—Entraste en crisis y yo no supe manejarlo. Lo lamento Kyungsoo, debí cuidar lo que decía, no quería hacerte eso.

—Está bien, no fue nada,-susurró.—sólo lo olvidaré.

—¿Está bien?-Jongin frunció el ceño. —Nada está bien contigo, Kyungsoo.-el más alto soltó al pelinegro y lo miró a los ojos. —Me gustas y te quiero conmigo pero necesito que recibas ayuda, no puedo ver cómo te haces daño. No lo permitiré.

—Jongin, detente.

—No Kyungsoo, detente tú.-Suspiró. —Sé que esto es muy precipitado pero realmente que te quiero, muchísimo. Por favor…-Jongin se acercó al rostro de Kyungsoo, quedando a unos metros de distancia. —Sólo di que sí. Juntos superaremos esto.-Kyungsoo lo miró y un sinfín de cosas cruzaron por su cabeza en ese momento. Debía admitir que encontraba atrayente a Jongin pero no le gustaba ni le amaba pero probablemente lo haría si lo intentaba y que, como estaba diciendo su acompañante, él podría superar lo que había pasado en su infancia, quizá Jongin era lo que siempre estuvo esperando para salir del hueco donde había caído. Tal vez, era su tiempo de ser feliz.

 

 

____

 

No fue fácil para Kyungsoo superar el trauma ni mucho menos dejar de cortarse pero con el pasar del tiempo, lo superó. Las platicas con el psicólogo ayudaban de sobremanera y la compañía y fuerza de Jongin lo motivaba a seguir adelante, sin estancarse en el proceso.

Después de que Kyungsoo aceptara a Jongin por completo, comenzó a surgir la confianza, la comprensión, el apoyo y por supuesto, el amor. Kyungsoo hoy día se encontraba perdidamente enamorado de Kim Jongin.

Sus dos amigos, Chanyeol y Baekhyun, terminaron enterándose de absolutamente todo. Chanyeol lloró mucho ese día y Kyungsoo, el Kyungsoo más abierto, más considerado y amable, lloró al lado de su mejor amigo. También se descubrió lo que había estado arrastrando Kyungsoo desde la infancia y aunque fue bastante perturbador para todos y más para sus padres, terminó contándolo porque el psicólogo lo recomendó porque eso que ocultaba Kyungsoo era algo que consumía lentamente al pelinegro y eso le hacía daño.

A los doce años, Kyungsoo fue víctima de violación y maltrato físico. Sangre de su sangre fue el responsable de dichas atrocidades. El tío Jong Min, el tío favorito de Kyungsoo, fue el responsable de todos los traumas y daños físicos que Kyungsoo obtuvo a lo largo de los años. Cuando Jong Min murió, Kyungsoo se vio liberado de todas esas caricias que le provocaban nauseas y, de alguna manera, se sintió feliz de que ese hombre hubiese muerto.

A pesar de la muerte de Jong Min, el recuerdo, los toques, los gemidos, todo lo que ese hombre le hacía, quedó grabado, marcado en todo su ser y Kyungsoo se odió tanto, se sintió sucio, manchado, se sintió asqueado consigo mismo y por eso comenzó a infligirse daños y que con el tiempo, bloqueó de alguna manera el dolor físico, olvidó lo que era el dolor, se auto-protegió a sí mismo de esa manera.

Ahora, ahora el Kyungsoo que se había perdido de vivir lleno de felicidad estaba de regreso y mejor que nunca. Había conocido a una grandiosa persona que de alguna manera vio a través de él y lo ayudó a volver. Jongin le dio el respiro que Kyungsoo necesitaba urgentemente en su vida.

Kyungsoo volvió a respirar el aire limpio que lo rodeaba y se olvidó completamente de aquel aire sucio que lo había contaminado en su tierna etapa de la infancia pero ahora, ahora podría volver a respirar.

 

Notas finales:

Hola a todos, aquí estoy de vuelta. Se que he estado ausente por unos días y creanme que fue una frustración total para mí. Estuve libre y lo estoy ahora pero no tenía ideas para escrbir algo hasta que hace dos día llegó esta idea y hoy lo terminé. 

Espero que les guste y con esto, pago mi ausencia. Además quiero avisar que pronto estaré subiendo algo nuevo que sigue en correción pero aun no sé cuando, sólo espero que para el viernes este. 

Me voy, porque debo dormir. Mañana hay colegio u.u 

Enjoy. 

 

 

Pd: Todo lo que escribo es de EXO. Vi que en el anterior oneshot casí nadie leyó pero les aseguro que es de EXO. 


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