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Las alocadas y extrañas aventuras de una Fujoshi por YariSF

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Notas del capitulo:

Y... ¡Luego de un largo tiempo! Al fin he traido el episodio 3 xD Perdón por la tardanza que tuve :c había pensado dejar esta historia, pero aún tenía ideas por poner aquí xD así que no iba a ser justo (?). Bueno, ¡espero que lo disfruten! ^^ 

Un transporte inusual, con la gran disponibilidad de asientos, el autobús indicado en seguridad, listo a trasladar a pasajeros de tercera edad, trabajadores y estudiantes. Es en la cual, yo, Yari, me suelo montar.

Luego de haber tenido un arduo y agotador día en clases, monto aquel transporte con la esperanza de regresar sana y salva a casa. Debo decir que el autobús es bastante acogedor, posee aire acondicionado, unos asientos muy cómodos, música de fondo muy relajante, perfecta para hacer dormir a cualquiera durante el viaje, aunque en ocasiones se suele llenar de gente, es bastante transitado por los pasajeros.

Y a decir verdad, de esto no era lo que les venía a contar. Más bien, estoy aquí para decirles que ese transporte ha sorprendido a más de uno con las innumerables cosas que han podido pasar, aunque sea seguro, realmente su seguridad no promete demasiado. Nos ha querido llevar unos cuantos sustos, a todos los pasajeros, seguramente es por la mal forma en que manejan los conductores, pero es lo que he escuchado decir de otras personas. A mí, me ha pasado otra situación, que no es para nada similar, no me ha asustado, más bien me ha llenado de felicidad, y es ahora mismo lo que les voy a contar.

 

Un día saliendo de clases, me dirigí al mismo lugar de siempre, a aquella parada en donde hay muchas personas pidiendo taxi, esperando transportes, autobuses, etc. Es desesperante cuando la calidez del sol te abraza con todo su esplendor ardiente, mientras que tú pacientemente, esperas de pie a que venga tu autobús, porque tampoco hay lugar donde sentarse, solo unos pocos asientos y esos usualmente se llenan de gente.

Sin embargo, luego de todo ese ajetreo, das gracias al cielo porque por fin se aproxima ese vehículo que te llevará tranquilamente hacia tu destino. Si no fuera porque al subirte, te darías cuenta que habría una gran aglomeración de personas, y tendrías que volver a quedarte levantada ya que los asientos estaban ocupados.

¡Vamos pasajeros! Agárrense bien de los tubos, porque en cualquier momento el conductor podría meter el acelerador y hacer que todos nos desplomemos contra el suelo.

Si eres una persona normal, te felicito, no has mal pensado lo que he descrito. Pero si no lo eres, lamento decirte que… Tienes una mente muy sucia.

Obviando eso…  Por un lado me encontraba tranquila ya que yo vivo muy lejos, así que cada vez, antes de llegar a mi casa, los pasajeros iban dejando el autobús. Sin embargo, esta vez no, hoy era el día en que la gente se antojaría de montarse exclusivamente solo en aquel autobús, llenándolo por completo, claro, como era el más seguro de todos y era especialmente para estudiantes y trabajadores, como también personas discapacitadas y de tercera edad.

Estaba esperanzada en que llegaría a mi casa por lo menos sentada. Me dolían las piernas, los músculos de tanto estar parada, si hubiera alguien tan amable de ofrecerme el puesto, aunque igual sería una pérdida de tiempo, ya que me tendría que levantar nuevamente después para ofrecérselo a algún anciano o alguna mujer embarazada que entrara. Y nada que decir del roce de las otras personas, cuando tu vestimenta se pasea por la de los demás al estar así tan estrujados en un autobús, te recorre un escalofrío que ni tú mismo podrías explicar, es insoportable e incómodo.

 

Bueno, pensé que este día no podía ser peor, cuando veía que una gran aglomeración de gente bajaba, y luego otra subía. ¡No, por favor!  Iba a salir con los cabellos desenfrenados de ese autobús.

Cuando menos lo pensé, todo estaba perdido, sino fuera porque el cielo me escuchara, había un asiento detrás vacío, quería sentarme en él, pero seguramente alguien más lo tomaría al instante, sin embargo, sin dudarlo demasiado, lo tomé. Sin importar que alguien más lo necesitara, me senté. Por fin pude descansar las piernas.

Y… A decir verdad, esta explicación la estoy haciendo muy larga y no estoy llegando a lo que más importa, a lo que verdaderamente se trata esta historia.

Todo transcurrió muy rápido, estaba cansada así que me había quedado dormida en el mismo asiento, que vergüenza… Me desperté, y para mi sorpresa ya solo quedaban como 3 pasajeros. Por otro lado, me di cuenta que había perdido la parada en donde iba a bajarme, ¡todo por haberme dormido!

Sin embargo, no todo estaba perdido, por un lado me encontraba tranquila ya que el autobús solía dar la vuelta y regresar por el mismo camino después que dejaba a todos sus pasajeros, ya me ha ocurrido lo mismo.

Me quedé en el mismo sitio y no cambié de lugar, sabía muy bien que todo el transporte estaba casi vacío, pero estar en la parte de atrás realmente me relajaba. Solo me arrinconé a los asientos de la ventana. Me alojé y miré allí, las distintas casas y edificios pasar a toda velocidad, era mi imaginación, ¿o el vehículo corría muy rápido?

De pronto, se detuvo, en una parada, uno de los pasajeros que sobraban iba a bajarse, y así estuvo hasta que no quedó nadie en el autobús, solo yo. Entonces, recosté mi cabeza sobre el asiento, recargado la espalda sobre el mismo, esperaba pacientemente que el transporte diera la vuelta para así poder bajarme yo.

Más sin embargo, cruzó por una calle que el mismo transporte no solía recorrer, o bueno, al menos no cuando yo transitaba el autobús, ¿a lo mejor cambió de dirección o el turno del conductor terminó? Iba a levantarme con la intención de preguntarle al chofer para donde se dirigía, pero me quedé en el asiento, pensé que tal vez se detendría cerca de la estación en donde cambiaban al conductor ya que el que iba manejando había finalizado su horario. Así terminé, esperando, aunque ya estaba comenzando a ponerme nerviosa, ¿y si ese día nunca llegaría a mi casa? ¿Qué iba a hacer?

Entonces, fue cuando el autobús detuvo sus ruedas, me asomé por la ventana, y ¿qué vi? Ninguna estación en donde se alojaban los otros choferes para cambiar de turno, sino, nada más y nada menos que… Unos árboles. ¿Adónde habíamos dado?

Ahora sí que me asusté, no sabía si levantarme del asiento, ir hasta el conductor y decirle que era la única que no había podido bajarse, o por lo menos preguntarle en dónde estábamos. Y en eso… Lo vi levantarse de su lugar, asomando mi rostro por uno de los asientos de atrás, mis piernas temblaron de los niervos, ¿será que vendría hacia mí? ¿Sabría que yo estuve allí todo este tiempo y nunca me preguntó nada? ¿Por qué? ¿Qué intenciones tenía planeado hacer?

Y cuando veía que se dirigía hacia la parte de atrás, o mi mente había pensado ese criterio, me di cuenta que detuvo su caminar en uno de los asientos del medio, cabía recalcar que el autobús era enorme, más o menos, conteniendo una gran cantidad de asientos.

Entonces vi que habló, observando uno de los sillones, como si se estuviera dirigiendo a alguien…. ¿Acaso había una persona allí? Pero en ningún momento me fijé, pensé que ya todos los pasajeros se habían bajado. Y en efecto, alguien yacía sentado en ese sillón, pude detallar unos cabellos. Pero… ¿Sería una chica? ¿Un hombre? ¿Alguien? ¡¿Quién?!

El hombre rió, pude notarlo, y en eso se acercó al asiento, dirigiendo su rostro tal vez al otro… ¿Iba a besar a la persona que estaba sentada allí? Así parecí ver, más por el hecho de que podía escuchar los sonidos de un beso, ahora tenía que soportar esto… Si la persona quien estaba sentada allí era una chica, ¡juro que me suicidaría ahí mismo! Para no contemplar tal escena. Sin embargo… Si era un chico, ¡con eso sí viviría para contarlo! Aunque lo creía bastante improbable.

Como pude me fui acercando a los otros asientos, aún continuaban intercambiando saliva, sentí nauseas por un momento, hasta que al estar más cerca, pude escuchar la voz del pasajero.

‘’¿Lo haremos aquí?’’

‘’Por supuesto. ‘’

Le contestó el conductor, la primera voz parecía bastante gruesa como para la de una mujer. Esperen, dijo ¿haremos? ¿Harán qué…?

‘’Pero, ¿no te despedirán por eso? ‘’

Volvió a cuestionar la misma voz del pasajero. Ya se habían dado cuenta ¿verdad? ¡Era un hombre!

‘’ Nadie se enterará. ‘’

Y así, terminando su charla, el conductor volvió a dirigir su rostro al asiento, una vez más se oyeron aquellos sonidos de besos, aunque ya no era repulsivo como antes, luego de haberme dado cuenta que el pasajero era un hombre… Esperen, ¡¿eso quería decir que el conductor mantenía una relación con uno de los pasajeros?! Igual, ¡esto estaba para grabarse! Lástima que no había traído mi cámara. Por un lado, maldecía el asiento en donde el mismo pasajero yacía sentado, ya que no podía apreciar a la perfección aquel beso desde el lugar en que me encontraba, me hallaba escondida en uno de los otros asientos traseros, no me habían descubierto… Aún.

Observé que el chofer recostó al pasajero sobre el sillón, podía ver las piernas de las dos personas reflejadas desde el asiento, ¡quería ver mejor! ¿Podrían hacerlo levantados por favor?

‘’ Christian…’’

Un nombre salió de una voz jadeante, no podía ver de quién era, el asiento en donde se encontraban me obstaculizaba la vista, sin embargo, parecía ser la del pasajero, ¿así que Christian era el nombre del conductor?

‘’ B-Basta… Ahí no… ‘’

Quería gritar, no solo por el hecho de que lo que estaba oyendo era fantástico, sino por el asiento que no me permitía mirar.

‘’Sabes muy bien que te gusta. ‘’

¡Ya dejen de hablar tanto y levántense! ¡Hay personas en el autobús que desean verlos haciendo lo que están haciendo! Y como si fuera poco, o mejor dicho, como si fuera mucho, como si el cielo hubiera estado escuchando mis plegarias, el chofer levantó al otro, posicionando su cuerpo en el perfil del asiento, colocándolo así de espalda hacia sí. ¡Ahora sí podía apreciarlos con perfección! El pasajero era un joven azabache, con lentes, mientras que el conductor… Oh por dios, era un viejo, oh bueno, era así como yo lo describía, tampoco era tan envejecido.

El que al parecer tenía por nombre ‘Christian’ comenzó a besar el cuello del otro desde la posición en que estaba,  lamiendo el costado de su piel y llenándolo de mordidas. El pasajero gemía ante eso, y llevaba su mano derecha a acariciar los cabellos ajenos, mientras que su mano izquierda estaba siendo apresada en el sillón por la contraria. El joven llevó sus labios tímidamente a los mayores, pero a su vez como si los estuviera deseando o los necesitaba, el chofer entendió, y los delineó con su lengua, para así luego rozarlos con sus propios labios y poder después maniobrar su paladar. A medida que el chofer iba haciendo esto, conducía sus manos por todo el torso del joven, depositando caricias por sobre la ropa, deteniéndose en aquellos pezones que hicieron emanar lindos gemidos del pasajero.     

‘’ Te gusta tanto tocarme ahí, ¿no es cierto? ‘’

‘’ Como me conoces. ‘’

El conductor le sonrió malicioso, ahora si llevando su propia mano derecha hasta ese lugar prohibido del más joven, había trasladado su mano hacia la hombría del pasajero, tocando por sobre la ropa, masajeando mientras que besaba a su víctima, la otra mano se intercaló debajo de la camisa, traviesamente tocó la piel del chico, subiendo por el torso que pronto estaría desnudo, había llevado esa misma tela a hacer despojada de su cuerpo, para que el mismo fuera descubierto.

El joven se sentía avergonzado, se podía notar en su rostro sonrojado, pero el mayor le dijo que no había nada que temer, que se encontraban ellos solos en el auto, nadie los estaba mirando, solo contemplándose entre ellos mismos… ¡Si tan solo supieran quién los estaba viendo!  

Entonces, fue ahí cuando el conductor volteó a su menor, para así poder alcanzar con desesperación los dos pezones de su pecho, saborearlos en seguida y morderlos, pude escuchar con perfección la voz de aquel cuerpo que estaba siendo apresado, como salió tan tímida, hermosa, pero a su vez manteniendo ese tono grueso. ¡Era perfecta!

Mi corazón latía, mi rostro se ruborizaba, estaba comenzando a sentir cosas extrañas… Es que esto era, esplendido.

‘’ No aguanto más… ‘’

Confesó el chofer, en cuanto dijo eso, el más joven se asustó, sabía a qué se refería con eso, sin embargo, no se resistió, en cierto modo también lo ansiaba. El conductor bajó el pantalón ajeno, y así dio a recorrer toda su espalda lentamente en besos, lamidas y mordidas, todo eso al pasajero hacía estremecer.

Llevó sus propios labios hasta esas redondeadas nalgas, y las saboreó, recorrió aquella línea que las dividía, y apuntó a su entrada, delineándola con el ángulo de su lengua. El pasajero por su parte se retorcía en su lugar, sentir aquella caricia le era placentero.

Adentró un dedo, e inmediatamente el chico dio un quejido desgarrador, no le gustó para nada lo que sintió, pero en eso, metió dos, y volvió a gemir de dolor.

‘’ Tranquilo, muy pronto se hará placentero. ‘’

El joven asintió como pudo e intentó calmarse, y sin más, el conductor empezó a embestirlo con sus dedos, profundizados dentro de él. El azabache se quejaba, su ceño se tensaba y sus ojos tiritaban, sin embargo, ya estaba comenzando a sentir un poco de delicia entre aquel movimiento.

‘’ Listo, es hora. ‘’

Indicó Christian, prolongando una expresión temerosa en el menor, intentó llenarse de fuerzas, y esperar deseoso aquella hombría que muy pronto se adentraría en él. El chofer tomó su propio miembro rozando un poco la entrada del joven, y luego, comenzó a introducirse, dando jadeos gruesos a medida que se profundizaba, y el otro por su parte, solo agonizaba. Sin embargo, el dolor pasó muy rápido, en seguida se había vuelto en placer.

El chofer abrazó a su acompañante y comenzó a embestirlo moviéndose lentamente en él, el pasajero gemía ante esos movimientos.

‘’S-Se siente bien…’’

Expresó el pasajero, sus manos empuñadas sobre el asiento, era más que intolerable a ese estremecimiento que su cuerpo sentía.

‘’Se siente exquisitamente bien… ‘’

Sentenció el otro, comenzando a embestirlo con más fuerza y más velocidad. Yo que estaba ahí, contemplando desde uno de los asientos, podía ver como el cuerpo del chofer se mecía sobre el otro, ¡era fantástico! Tantas cosas similares que me han ocurrido, ¿y quién habría esperado que viera algo así entre un conductor y un pasajero en un autobús? Fue inoportuno.

‘’ ¡Ah…! ¡Ah…! ¡Ah…!’’

‘’Nnh… Nnh… Nnn…’’

Se oían gemidos inundar el bus, los dos hombres estaban siendo conducidos a un mundo lleno de placer, lo que en un momento pensé que me iba a asustar, terminó llenándome de felicidad.

‘’No puedo… más… Me voy a... Ah… Ah…’’

Vociferaba el pasajero, y el chofer por su parte, confesó lo mismo, hasta que, en un abrir y cerrar de ojos, pude escuchar y presenciar como finalizaron en un magnífico orgasmo, el conductor terminó dentro del joven, manchando un poco el piso y el asiento, ¡oh por dios!

Fue realmente perfecto ver esto, realmente valió la pena haberse quedado dormida en el autobús, no haber bajado en la parada que me correspondía, aunque debo cuestionarme, ¿cómo me bajaré después No debo preocuparme por el momento, solo debo apreciar esta maravilla.

Fue ahí en ese preciso momento en que mi celular sonó, dentro de mi bolso, escuchándose en todo el autobús.

‘’ ¿Qué es eso? ¿Un celular? ‘’

¡Mierda!...  

Notas finales:

Pobre Yari xD La descubrirán (?). 
¿Qué les pareció el epi? ^^ Espero sus comentarios. 
Por otro lado, veamos que le pasará esta vez a Yari en el próximo episodio xD ¡Nos vemos! ~ ^^ 


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