Coliseo Romano
Italia- año 100 D.C
La vida para el emperador comenzaba a ser muy aburrida y monótona, demasiado rutinaria para su gusto, ser descendiente de emperadores lo convirtió automáticamente en uno cuando el deceso de su padre llego inevitablemente, y a pesar de que él era un hombre muy joven ya sostenía sobre sus hombros esa gran carga.
Casado con una niña caprichosa, hija de otros emperadores y la cual lo tenía más que cansado con sus escándalos los cuales dejaban en vergüenza a su imperio y hacia que Jonghyun fuera el hazme reír de los senadores, los cuales se lo hacían notar cada vez que había un espectáculo en el gran coliseo y este era el punto en donde el emperador se olvidaba de lo estresante que era su vida
El coliseo lo era todo para él, se sentía realmente en casa cuando observaba los espectáculos que este le brindaba, aun que a veces estos se volvieran un tanto sangrientos, pero estaba acostumbrado a ello, una que otra ejecución cada semana, teatro acompañado de música que lo hacía adorar mas ese lugar, pero luego de un tiempo hasta lo que más amaba comenzaba a asfixiarlo , jamás pidió ser quien era y ya había perdido la cuenta de las veces en que quiso abandonarlo todo , sin importarle dejar en vergüenza a su dinastía.
-señor mañana es el evento de los nuevos gladiadores –aviso uno de los senadores, de hecho se había convertido en su mejor amigo y mano derecha –y también debo decirle que la emperatriz esta nuevamente causando problemas en las celdas de los esclavos
-que alguno de los soldados valla por ella y la encierren en su cuarto y en cuanto a los gladiadores, ¿de donde son esta vez?, ¿algo interesante?
-ya que estamos solo Jonghyun y puedo hablarte con total libertad, ¿por qué no dejas a tu esposa?, esa mujer va a acabar con todo si no la detienes y no le bajas los humos –dijo Kibum
-la venganza se disfruta más cuando tienes un muy buen plan y créeme que en cualquier momento la emperatriz SeKyung no se dará cuenta cuando este en la calle como todas esas esclavas que tanto molesta, pero bueno háblame de los gladiadores
-lo mismo de siempre, esclavos, gente del campo, hombres que lo han perdido todo, la verdad todos con una vida muy miserable que contar y que a nadie le importa escuchar, ¿por qué te gusta acostarte con chicos indefensos? –pregunto el rubio
-debe ser porque no soporto a mi esposa y por qué le da algo de adrenalina a mi vida, es divertido y querido amigo yo no te cuestiono por acostarte con un miembro del senado
-tengo más clase que tu perro pulgoso –dijo el rubio enarcando una ceja –bueno debo irme, me amante me espera y mandare a los soldados que vayan por la emperatriz
-gracias por eso y suerte con el senador Choi –le guiño un ojo y luego se retiro a sus aposentos
Su cabeza no dejaba de dar vueltas, quería sentirse libre, amado, deseado, no de la manera en la que lo venían su amantes ocasionales con los cuales le era infiel a la emperatriz, quería sentir ese amor reflejado en los obras de teatro que montaban para él en el coliseo, quería que alguna vez en su vida alguien se preocupara de el por qué le naciera preocuparse, pertenecerle a alguien y que esta persona solo le perteneciera a el
Los esclavos, soldados, gente de campo, chicas que ayudaban a su esposa hasta para que se diera un baño no lograban cautivarlo, se sentía vacio, como si su vida no tuviera sentido alguno y recordó escuchar alguna vez que podías pedirle deseos a las estrellas y lo hizo
-les pido que algo emocionante pase en mi vida
Y se durmió sintiéndose distinto, tal vez las estrellas se habían apiadado de él y de lo miserable que se estaba sintiendo y tal vez pensaron que un vuelvo de 360 grados le aria bien al emperador.
La mañana había llegado y su día de actividades programadas y aburridas había llegado, pero un espectáculo con los nuevos gladiadores lograba emocionarlo un poco, curiosamente ese di su esposa también decidió acompañarlo, había sido advertida por sus padres que debía convertirse como una esposa digna y dejar de hacer el ridículo por allí.
Los emperadores sentados en lo más alto de aquel lugar, a su lado los senadores y siguiendo cada vez más abajo la gente corriente, la gente del pueblo y quiénes más animados se encontraban de que ese día alguien muriera de la manera mas fatal.
-¿a qué debo el honor de que la emperatriz este en un espectáculo como este? –Dijo Jonghyun sonriéndole plásticamente por apariencia a los demás – ¿has venido a elegir nuevo amante?
-me lo dejas difícil, cariño –acaricio su rostro –hay muy pocos hombres o mujeres que no hayan pasado por tu cama o la mía, así que tienes razón; he venido a ver la nueva mercancía
-era la ramera con más clase de este lugar, debo darte mis reconocimientos –le susurro en el oído y al ver su cara de desagrado beso su mejilla, para volver a susurrar –perra
-y tu no dejas de ser un bastardo descontento –beso su mejilla
Los dimes y diretes de la “feliz” pareja terminaron cuando los aplausos estridentes de la gente, seguidos por sus gritos los distrajeron, tres hombres se hacían presentes en la arena, cada uno con una espada o lanza, y un escudo
Dos de ellos tenían aspecto fornido, cuerpos músculos y cara de muy pocos amigos y el tercero en cuestión según la opinión del mismo emperador tenía aspecto de un pequeño conejo asustados por dos cazadores en potencia, la gente comenzó a alentarlos que se atacaran entre ellos y el espectáculo empezó
Los dos hombres fornidos comenzaron atacarse entre ellos, resultado uno que otro corte en sus brazos y pies, mientras que el chico conejo los miraba atento sin moverse, uno de ellos se dio cuenta de que aquel tipo de apariencia dulce no hacía nada y se fue en contra dé el, para sorpresa del publico el chico con dos simples movimientos atravesó a su contrincante con su lanza, derribando su cadáver sobre la arena, el segundo hombre fornido logro lastimar su costado derecho lo cual hizo reaccionar al chico de ojos bonitos, quien le quito la vida en dos movimientos con su espada y el público comenzó aplaudir enardecido y el chico sonreía y cerraba sus ojos sintiéndose aclamado
Pero algo dentro del emperador hizo clic y pensó en el deseo que le pidió a las estrellas, esta frente a sus ojos, su salvación, su pase a una vida entretenida esta allí sonriendo y siento estúpidamente perfecto
-es el, debe ser el –susurro para sí mismo
Pero el espectáculo siguió y aquel chico estaba en tela de juicio de la gente, quienes aclamaban para saber si el emperador le dejaría con vida o no
-señor emperador la gente está esperando, ¿qué sucederá con él? –Dijo uno de los nuevos senadores, un chico llamado Taemin –emperador…, la gente espera
-he tomado una decisión –se coloco de pie y estiro su brazo –el chico de allí –apunto al muchacho –vivirá –y levanto su dedo
El chico en la arena hizo una venia hacia el emperador y luego desapareció por los túneles que estaban por los rincones del coliseo, sin saber que había entrado no solo en la vista del emperador, sino que también de la emperatriz y esto se convertiría en una lucha a muerte
Se hizo de noche y el chico de la sonrisa bonita y habilidades ocultas se encontraba descansando en su pequeña casa, cuando los soldados del emperador tocaron a su puerta diciendo que la emperatriz lo necesitaba
-usted dirá señora –se inclino ante ella – ¿para que soy bueno?
-tus habilidades en la arena me sorprendieron, así que te tengo un trato único… -hizo una pausa dramática – serás mi amante de ahora en adelante y a cambio te daré todo lo que quieras tener
Pero la respuesta del chico nunca llego dado que Jonghyun se hizo presente y luego de bofetear a su esposa y tratarla una vez más de ramera hizo que los soldados se la llevaran a su cuarto y la encerraran, por fin se encontraba a solas con aquel misterioso chico.
-debes disculparla, ella es… bueno no puedo excusarme, debería controlarla mas –Jonghyun se sentó en un gran sillón que había en su sala –debe felicitarte por tu desempeño, pero aun no se tu nombre
-Lee Jinki, emperador –estiro su mano y se inclino –es un gusto estar frente a usted
-el gusto es mío, no todos los días encuentras a alguien como tú, me refiero a alguien tan hábil y valiente –le indico que se sentara – puede sonarte raro y creo que así lo es, pero… ¿te molestaría visitar mi casa todos los días?
-¿con que motivo? –La sonrisa de Jinki desapareció haciendo muy serio – ¿piensa salir con la misma propuesta que su esposa una vez que tenga mi confianza?
-probablemente habría un momento en que te la aria, pero veo y siento que no eres del tipo de persona que siga ordenes y mi intención no es poseerte a la fuerza, no es mi estilo, me siento mejor cuando mis amantes se sienten complacidos con mi compañía –el emperador fue lo más sincero posible
-bueno señor, yo no soy el amante de nadie y le daré la misma respuesta que le hubiera dado a su esposa, un no rotuno, puede que este acostumbrado a que todo el mundo le bese los pies y hasta que gima su nombre por el hecho de sentirse poderosos por un día o una noche, yo no estoy interesado en eso, no quiero ser la aventura de nadie, pobre o rico, no soy un objeto que se venda al mejor postor –se levanto de donde estaba sentado –si me disculpa, iré a descansar, mañana tengo un día de trabajo agotador
Y Jinki se fue dejando a Jonghyun con la respiración entre cortada, con el cuerpo ardiendo al escuchar esas palabras tan autoritarias, en su corta de vida de 24 años nunca había escuchado un no como respuesta a ninguna de sus peticiones y ahora sentía que debía convertirse en un tipo caprichoso, Jinki se había convertido sin querer en su joya de la corona, la reliquia que guardaría más celosamente, pero ante de eso debía hacer que su joya lo mirara solo a el
Y así lo observo por semanas, paseando por la ciudad, contemplando el cielo nocturno, enseñando a niños pequeños que soñaban en convertirse en grandes gladiadores como usar espadas de maderas para que no se hicieran daño, el emperador había recurrido a vestirse como una persona “normal” con tal de solo ver al chico de la sonrisa bonita, pero una vez siguiéndolo en el bosque lo perdió entre los arboles
-¿se le perdió algo señor? –Lo escuche hablar a sus espaldas –se ve desesperado buscando algo
-tu… te perdiste de mi vista –se volteo –pero has vuelto aparecer
-creo haber sido claro cuando dije que no quiero ser el amante de nadie, ¿entonces que hace aquí? –se cruzo de brazos
-no te he molestado en lo absoluto, solo te he observado de vez en cuando y debo decir que me relaja verte sonreír con cosas simples, tu vida es genial Jinki, tienes la libertad que yo jamás podre tener –la tristeza inundo los ojos oscuros del emperador –no te molestare mas, prometo que jamás me veras rondando por aquí
Comenzó a caminar saliendo del bosque, cuando fue detenido por el agarre firme de Jinki en su brazo
-¿porqué? –Dijo firme –por que arriesgarte a que el pueblo te vea y te haga responsable de su poco esfuerzo y excusar su pobreza, ¿porqué un emperador arriesgaría su propia vida para ver la sonrisa boba de un gladiador común?
-porque ese gladiador común me hace sentir vivo, me hace pensar que si estaba destinado a algo en esta vida era a solo ver tu sonrisa y a escuchar tus susurros encantadores cuando algo te emociona y arriesgar mi vida por solo verte a ti, ridículamente me hace sentir vivo y soy feliz así
-¿y estas consciente de que morir por algo tan trivial te despojaría de todas tus riquezas y vida privilegiada?-dijo el gladiador esta vez muy extrañado -eres raro y créeme te lo dice una persona rara
-podría ser raro junto a ti, pero creo que esta conversación no nos llevara a opinar distinto y tu no dejaras de pensar que soy un engreído buscando seducirte
-podríamos ser amigos –menciono el mayor –podemos ser amigos y disfrutar de algo que no conocemos, yo aprender que no eres como toda la gente dice y tu a que no todo se consigue apenas lo pides
-me conformaba con que me dijeras que podía venir a verte sonreír todos los días, pero ser amigos significa que yo podría hacerte reír
Y así fue como una extraña amistad comenzó, visitándose de noche y contándose cosas que nadie más sabía, Jonghyun había cumplido su promesa jamás se le insinuó a Jinki, y tampoco menciono cuanto lo deseaba y cuan enamorado se sentía de su forma de ser, pero sin querer Jinki había empezado a necesitar al emperador cada vez mas y secretamente se sentía celoso de saber que este tenía una esposa con la cual debía dormir y posibles amantes que debía lloverle.
Y estando en el cuarto del emperador, recostados en la cama y mirando el cielo nocturno bañado de estrellas, la pregunta surgió
-¿cuándo fue la última vez que te acostaste con alguien? –dijo el gladiador
-la noche antes de conocerte –respondió el emperador simple
-¿y por qué no has estado con nadie más?, ¿alguien te lo prohibió?
-no, es solo que no dejo de pensar en ti y eso hace que no desee a nadie más y que no quiera la compañía de nadie más –hablo mientras no despegaba lo ojos de las brillantes estrellas –no te estoy seduciendo y no te estoy pidiendo que te acuestes conmigo
-¿por qué no me miras cuando me hablas? –se enderezo apoyándose en uno de sus codos para mirar a Jonghyun
-porque temo que si te miro demasiado vayas a desaparecer, temo que no seas real; porque entonces podría morirme, prefiero solo sentirte a mi lado y escucharte y así puedo guardarte en mi memoria por si un día desapareces de mi vida y puedo quedarme con tu voz consolándome
-¿recuerdas cuando me dijiste que te gustaba que tus amantes se sintieran complacidos con tu compañía? –dijo Jinki
-lo recuerdo y aun lo pienso, solo que ahora no quiero amantes –se atrevió a mirarlo –solo te quiero a ti, pero no puedo tenerte
-solo mírame como lo estás haciendo ahora
Y luego de una guerra de miradas interminables, Jinki cedió a sus deseos, deseos que crecieron desde que se encontró con el magnetismo de Jonghyun y que ese tipo que siempre tenía todo ahora lo tenía a él, tomo su rostro comenzando un beso delicado, suave, pero algo cambio
-quiero sentir que te pertenezco y que me aceptas, hazme tuyo –pidió el emperador
-eres mío y como tal nunca nadie más te volverá a tocar
Jonghyun sentó a horcajadas sobre Jinki, acariciando su suave cabello que se resbalaba por sus dedos y sintiendo los labios del mayor sobre los suyos como si tuviera pequeñas chispas, era electricidad en todo su cuerpo, eran ganas de llorar por tener lo que más había deseado en toda su vida, queriéndolo solo a él y reclamándolo como suyo
Las caricias se hicieron más sucias, acariciando el níveo cuerpo de Jinki que a comparación del propio era como leche, lo sentía arder bajo sus piernas y endurecer bajo su trasero y le encantaba sentirse así, dominado como el tanta veces domino a cientos de amantes que fueron borrados cuando Jinki lo toco, era sentirse virgen en manos de un ángel
Un ángel que le sabía a infierno, ese infierno castigador del que le había hablado pero que ahora no importaba porque lo llenaba de placer, su miembro rogaba por más roces del mayor y al mismo tiempo se sentía ansioso de tocar el miembro ajeno
Sus lenguas se enredaron y la del mayor viajo por su cuerpo hasta llegar a su parte sensible la cual estimulo humedeciéndola y haciendo que Jonghyun se agarrara de las finas sabanas arrancándolas, dejándolo con la garganta seca de tanto gemir y aclamar por más
A su vez también se hizo dueño del cuerpo del gladiador cuando repitió las acciones que antes fueron para él, cuando disfruto del saber del miembro del mayor en su boca, escuchando esa dulce voz gemir su nombre
Pero no bastaba, ni aun que le hiciera el amor cine veces más y lo marcara como suyo cien veces más no se cansaría de esta sensación de sentir que le pertenecía a alguien
-te amo –confeso el mayor –emperador, este gladiador está enamorado de usted
-¿qué debemos hacer?, este emperador se ha enamorado de su gladiador –lo beso tierno
-déjame mirarte Jonghyun –levanto su rostro
-¿para qué quieres mirarme? –dijo intrigado el más bajo
-así puedo memorizarte y consolarme las noches en las que no pueda tenerte –beso su frente
Y su mundo en ese momento era perfecto, por que se amaban uno al otro y nada podía romper lo que habían creado en ese momento
Pero la emperatriz fue la testigo privilegiada de aquella entrega y se sintió celosa de no tener un amor así y de no ser ella quien estuviera disfrutando en esas sabanas, ella no podía con la idea de ser la esposa engañado por un marido que jamás la quiso y un amante que jamás la deseo, esto no podía ser así y ellos debían morir
Dejo que algunos días pasaran y se sentía envidiosa de los susurros, caricias y gemidos amorosos que provenía de ellos y ellos estaban ajenos a todo lo que la emperatriz era capaz de hacer, pero algo les dio la luz de alarma
Una noche mientras hacían el amor, Kibum entro rápidamente a la habitación del emperador haciendo que ambos se avergonzaran de ser encontrados así
-lamento interrumpir emperador –dijo rápido –pero la emperatriz viene con los soldados y vienen a matarlos a ambos
-que hacemos –dijo Jinki
-escapen –dijo el rubio senador –váyanse lejos y no miren atrás, jamás vuelvan
-¿y qué dirás? –pregunto Jonghyun
-que el emperador ha sido asesinado y su asesino ha sido ejecutado, matare a un par de soldados que están de parte de ella y diré que son sus cuerpos, Jonghyun es lo que estabas esperando, el te hace feliz –apunto a Jinki – ¿quieres tu libertad?, ¿quieres tu vida?, es tu oportunidad
-si… eso haremos –miro a Jinki –no volveremos
-¿estás seguro?, ¿dejaras tu mundo? –pregunto el mayor esperando que la respuesta de Jonghyun le devolviera los latidos a su corazón
-no dejo mi mundo, porque mi mundo eres tu –lo beso
Escaparon por unos pasadizos secretos de los cuales Jonghyun tenía completo conocimiento, pero antes de marchar le dio una última misión a Kibum del cual tendría resultados muy pronto
Escaparon casi toda la noche mientras todos los guardias del emperador los buscaban y el pueblo comenzaba a escandalizarse, llegaron al coliseo en donde se vieron por primera vez y donde se despedirían de todo lo que los separaba
Cuando estuvieron lejos, pudieron escuchar a la gente de la ciudad que la emperatriz de Roma se había suicidado ingiriendo veneno y que el emperador había sido asesinado y el hombre que le había dado muerte, también había sido asesinado
-¿le dijiste al senador que pusiera veneno en el agua de tu esposa? –pregunto el mayor
-lo hice, se supone que ya no existimos y ella debía morir con todo lo que me dolía, casi me arrebata lo único que es realmente mío, tu
-no pueden arrancarme de tu lado, porque jamás voy a dejarte, ya no puedo amar a nadie más porque ya eres parte de mi –expreso el gladiador – ¿te arrepientes de algo?
-de no haberte conocido antes y haberme sentido vacio y solo teniéndote tan cerca, pero me siento afortunado porque el hombre que amo es mío y me mira como lo estás haciendo y contigo ya no debo ser el emperador que tenia obligaciones, solo soy Jonghyun… el mismo que está enamorado de Lee Jinki.
Finalmente solo conocían un tipo de esclavitud que era estar esclavizado por el amor del otro, solo conocían la necesidad de amar al otro y lo más importante solo sentían amor por el otro, porque ambos significaban un mundo entero para el otro y ya nadie podía detenerlos de amarse.
Fin