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Sabíamos que esto pasaría… por Nameless00

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Notas del capitulo:

Hola~

¡¡VOY A MORIR!! 

Jejeje… Lo sé, he tardado ya bastante en subir conty en mi otro fic, pero he tenido problemas, uno de ellos es que se me perdió el cuaderno, pero calmados, ya lo recupere, la cosa es que ya tengo mucha conty y tengo que transcribir todo, además de que ya me quede varada en ¼ del fic, aunque ya sé cómo terminara, así que sólo les pido paciencia.

Este es mi tercer fic en esta cuenta. Así que sólo les quería dar la bienvenida y darle sólo un dato acerca del mismo. Tengo planeado que este fic sólo dure 3 capítulos o a lo máximo 4, aunque lo más probable es que sean 3, ya que tengo toda la historia planeada, así que espero y la disfrute tanto como mi amiga y yo al leer y escribirlo (Yo escribía, ella leía y me daba su crítica. Y es por eso que le mando un agradecimiento. 

Sin otra cosa que decir, les dejo el capítulo 1.

 

CAPÍTULO 1.
“¿CÓMO ES?/JUNTOS POR “DIVERSIÓN”/¡PASAN DOS AÑOS!”

 

DATOS: PROTAGONISTAS/ANTAGONISTAS:
Nombre: Light “Raito” Yagami.
Edad: 13.
Estatura: 1:50 m.
Fecha de nacimiento: 28 de enero.
Lugar de origen: Japón.
Residencia: Kanto, Japón.
Ocupación: Estudiante de secundaria (Segundo grado).
Familiares: Soichiro (Padre) y Sayu (Hermana).
Estado: En una relación.

Nombre: Elle "Ryuzaki" Lawliet.
Edad: 12.
Estatura: 1.45 m.
Fecha de nacimiento: 31 de octubre.
Lugar de origen: Winchester, Inglaterra.
Residencia: Kanto, Japón.
Ocupación: Estudiante de secundaria (Segundo grado).
Familiares: Watari (Tutor).
Estado: En una relación.

Nombre: Misa Amane.
Edad: 13.
Estatura: 1.45 m.
Fecha de nacimiento: 25 de diciembre.
Lugar de origen: ---
Residencia: Kanto, Japón.
Ocupación: Estudiante de secundaria (Segundo grado).
Familiares: --- (Muertos).
Estado: Enamorada.

Nombre: Soichiro/Watari.
Edad: ---/---
Estatura: ---/---
Fecha de nacimiento: ---/---
Lugar de origen: Japón/Inglaterra.
Residencia: Kanto, Japón.
Ocupación: Padre-Policía/Tutor.
Familiares: Light y Sayu Yagami (Hijos)/Elle Lawliet.
Estado: Preocupados.

 

Detrás de una escuela secundaria elegante y lujosa, en pleno atardecer comenzando se encuentran dos jóvenes solos, un azabache recargado contra la pared y un castaño un poco inclinado sobre de él, pareciera que se están besando.

-Jum… Raito...
-Eres tierno, pequeño.
-Vamos, N-no hagas eso… Nos pueden ver… –Estaba en un notorio sonrojo–
-Aquí no hay nadie, tranquilo, aparte… sólo he rosado tu nariz con la mía y ya estas completamente sonrojado.
-¡¿En serio?! –Cubrió su rostro con sus manos, bajando la vista al piso–
-No, no hagas eso. –Le obligo a levantar la vista, se miraron y el castaño le robo un pequeño beso– Eres tierno.
-Ra-Raito. –Con la yema de sus dedos toco el área del rose, acto seguido lo abrazo por el cuello–
-¿Ya no te importa? –Le acaricio sus azabaches cabellos y acaricio con ternura su espalda–
-Claro que me importa, pero como tú lo has dicho, no hay nadie cerca.
-Espero que se te quite eso pronto –De sus manos en la espalda, las bajo a su cadera–
-Sabes que no hasta que dejen de ser así, ya vez lo que paso con Matt y Mello, los descubrieron en pleno acto y ahora están en continentes distintos y ni por las famosas redes sociales se pueden comunicar, yo no quiero eso contigo Raito –Coloca sus manos y recarga su cabeza frente del pecho de Raito dando a entender que se siente seguro así–
-Está bien, eso es un buen punto. Pero sabes que tarde o temprano se lo tenemos que decir al mundo, ya sea que nos acepten o no, pero siempre seguiremos juntos, así y sólo así podre gritar a los cuatro vientos "¡¡Amo a Elle "Ryuzaki" Lawliet!!" –Simulo gritar–
-Jajaja, –Rio como un tierno niño– Pronto, muy pronto, sólo hay que darnos más tiempo y caerá la bomba sea que la acepten o no, y eso sí, la tienen que aceptar ya que… somos sus hijos.
-Así me gusta, un Lawliet optimista. Por cierto, ¿Quieres ir a mi casa?
-Mmm… ¿No habrá problemas? Ya sabes, con tu padre.
-Llega hasta tarde, no te preocupes.
-Está bien… ¡Pero quiero dulces!
-Bueno, vamos, con todo gusto te invito.
-¡Vamos!

Tomaron como rayos sus mochilas que estaban acostadas en el piso, rápidamente corrieron, separados a poca distancia, la gente los veía raro al verlos correr tan rápido, pero son niños, es normal, llegaron a su destino. Y la casa estaba completamente sola.
Entraron a la casa y se quitaron los zapatos, Ryuzaki primero y después Raito, el primero se quedó en el sofá de la sala por órdenes de su novio (sentado en su típica pose), le dejo una serie de películas que elegir para verlas, en lo que elegía, Raito fue por unas palomitas, refrescos y uno que otro dulce, al llegar pudo observar que Ryuzaki aún no había elegido.

-¿Qué pasa? ¿Aún no eliges? –Dejo todo en el centro de mesa–
-Uf… no, aun no, es que… no tienen nada bueno, y si las tiene ya las vi.
-Mmm… ¿Cuál es mala, amor? –Se sentó a lado de él viéndolo–
-One Direction, Justin Bieber, yo no estoy en contra de ellos ni mucho menos, pero eh de admitir que no son de mi gusto. ¿Frozen, Crepúsculo, Bajo La Misma Estrella? Vamos Raito, no soy una niña. –Cruzo los brazos he hizo puchero–
-Claro que lo eres –Le dio un beso en la mejilla– Además, estas son las películas de Sayu, tontuelo.
-Ya lo sabía –Cambio el semblante de su rostro por uno apenado– Mejor vamos a ver esta –Le mostro una elección de las película–
-¿Titanic? –Exclamo sorprendido–
-Sí.
-Pero… es para chicas, Ryuzaki. –Dijo aun sorprendido–
-Eso ya lo sé, no es que la quiera ver, es que quiero dormir, Raito, no he dormido bien en estos últimos días. –Tallo tiernamente sus ojos y después bostezo–
-Ay… ¿Ya ves como si eres un niño? Pero eres mi niño, de nadie más.
-¡Que no soy un niño! –Volvió a hacer puchero–
-Sí lo eres, veamos, ¿No quieres mejor dormir en mi habitación?
-No. ¿Qué tal si tu padre o hermana llegan de improviso y nos ven justos en tu cama?
-¿Y en el sofá cambian las cosas? –Dijo en un tono un poco retador–
-Bueno, no, pero no quiero dormir en tu cama, mejor aquí.
-Está bien, cumpliré los caprichos de mi novio
-¡No son caprichos! –Le pellizco tiernamente sus mejillas, pues aún seguía con su puchero–

Camino hacia la DVD y coloco el disco, regreso a su lugar con el tazón de palomitas en manos, el dicho tazón lo coloco al otro extremo de él, la película iba comenzando, pero Ryuzaki seguía despierto, comiendo una que otra palomita (Eran acarameladas).
Como las palomitas estaban un poco fuera de su alcance tenía necesariamente que recargarse un poco sobre de su amado. Ya alrededor de los treinta minutos de la película el azabache comenzó a entrar en sueño, estando en su pose peculiar cabeceaba y eso le impedía dormir bien.

-Ryuzaki… Ryuzaki… –Pauso la película al ver que su novio cabeceaba una y otra vez– Ryuzaki, te vas a lastimar si sigues cabeceando de esa manera.
-Es que ya tengo sueño Raito, pero cuando cabeceo me despierto, así sucesivamente, perdón.

Estaba ya notoriamente soñoliento, su voz era débil y adormecida y sus ojos apenas si los podía mantener abiertos, pero sobre eso, no perdía su encanto, bostezaba y tallaba sus ojos.

-No tiene por qué disculparte, tienes sueño y es normal que comiences a cabecear si estas así, pero te puedes lastimar.
-Ya lo sé, pero… –Bostezo, en segundos quedo dormido para cabecear nuevamente y levantar la cabeza tan rápido como pudo– Yo…
-¿Sabes qué? –Lo tomo de la cabeza, se sentó nuevamente como estaba y en su regazo deposito la cabeza tomada– Mejor acuéstate aquí, así además de sentirte seguro porque yo te voy a cuidar no te lastimaras más cabeceando.
-Raito… –Cerró los ojos y se quedó dormido–

Raito le comenzó a acariciar tiernamente sus cabellos, Ryuzaki estaba completamente dormido, tanto así que se quedó completamente recostado pero encogido en sí con su dedo pulgar metido en su boca, dándole un aspecto de niño pequeño para el mayor.
La película avanzaba lentamente, 5, 10, 15, 20 minutos y la trama era igual, un tanto simple y aburrida para Raito y TAN aburrida para Ryuzaki. Las cosas iban lentas, tanto que al castaño también le comenzó a dar sueño, por favor, era una película romántica, lenta y con duración de tres horas, para que la última sea la mejor parte.
Al cabo de 10 minutos más y en total una hora de la película, el castaño concilio el sueño, recargándose profundamente en el sofá, exactamente el respaldo, así la historia de Rose y Jack continuaba, mientras los sueños de Raito y Ryuzaki continuaban. Cada quien con sueños tan a la vez completamente diferentes pero iguales a la vez.
Ryuzaki soñaba a su parecer con un mundo de golosinas, en el cual estaba también Raito compartiendo su amor después de una pelea de pastel, como por igual Soichiro y Watari, correspondiéndoles. En cuanto a Raito soñaba con un lugar relajado, una playa, en el cual miraba junto con Ryuzaki el atardecer después de tan agitado día de juegos y diversiones, donde detrás de todo ello, sus padres comprendían lo que sentían.

Hasta que…

-Light… Light… ¡Light!
-¿Pero qué? –Se despertó de tan placentero sueño gracias a los gritos de una niña, su hermana– ¡Sayu!
-¡Light! –Esta vez fue el grito de un tercero, al cual la voz se le oía entre preocupado y angustiado–
-Light, ¿Puedes explicarme todo esto? –Por último, fue la voz de un cuarto, el cual la voz se le oía de alguien mayor, autoritario y enojado–
-Yo… –Miro a su alrededor, ¿Tan relajado estuvo su sueño?–

Lo último que recordaba con exactitud fue la escena en la que Rose esta en canto de coro y Jack pide hablar con ella. Ahora, ¿Cómo le explicaría a su padre y hermana la situación? Dos jóvenes del mismo sexo, uno dormido en el regazo del otro mientras este veía la película de Titanic, una película según él, dirigida para mujeres con la cual también termino dormido.

-Lo siento mucho Soichiro-san, fue mi culpa. –Dijo Ryuzaki después de un largo rato de silesio– Yo vine con sueño a su casa, la película debió de haber dormido a Light antes que a mí y yo también debí de haber conciliado el sueño y al relajarme me acomode así sobre de Light. Perdone.
-Está bien, no te preocupes… –Coloco sus dedos en su tabique y suspiro, inmediatamente miro su reloj de muñeca– Elle, no es por ofenderte ni nada, pero ya es tarde, son las 21:09 pm.
-Eh… sí, no se preocupe. –Se levantó–
-Papá, yo lo llevare a su casa, es tarde e ira solo, voy con él. –Al igual que Ryuzaki se levantó y lo tomó de los hombros–
-Está bien, ve y acompáñalo –Se sentó junto con Sayu, está ya estaba sentada y comiendo palomitas, al momento en el que se sentó su padre lo abrazo, este correspondió sólo rodeándola con un brazo– Te quiero aquí a más tardar a la 21:30.
-Sí, papá. –Contesto– Ryuzaki –Le susurro– ¿Estas bien?
-Sí.

Ryuzaki nuevamente tomo su mochila que estaba recargada sobre el sofá, camino con Raito tras de él y se puso los zapatos al igual que su “amigo”, el castaño antes de salir le abrió la puerta y le “invito” a salir, antes de eso se despidió.

-Buenas noches, Soichiro-San, Sayu-kun. Nuevamente me disculpo por lo anterior.
-¡Buenas noches, Elle-San! –Se despidió animada la única mujer–
-Bunas noches, Elle. –Dijo en su tono “normal” que más bien parecía que le dijera “HASTA NUNCA, LAWLIET, NO TE QUIERO VOLVER A VER JUNTO A MI HIJO NUNCA” de forma seca y mala–

Ya así salieron de la casa, Raito cerró tras suyo en cuanto a Ryuzaki camino como si no estuviera acompañado, como si estuviera solo, completamente solo. Caminaba con la cabeza mirando al piso, pareciera que pensaba, hasta que Raito lo tomo del brazo y lo volteo a mirarle.

-Ryuzaki, ¿Estas bien?
-Ya me lo habías preguntado.
-Pero sé que no es verdad lo que me dijiste.
-¿Entonces para que preguntas? –Contesto en un tono ¿enojado?–
-Elle Lawliet.
-Ay… –Se le erizo la piel al escuchar su verdadero nombre como reproche de su novio– Perdóname.
-No, no te disculpes. –Lo soltó del agarre que tenía–
-Es que… –Se sentó en el piso en su pose completamente enojado, eso provocó que se pusiera las manos en la cabeza como queriendo calmarse– ¡Cuando las cosas iban mejorando con tu padre aparezco yo y lo arruino TODO! –Recalco “todo” sintiéndose culpable–
-No, Ryuzaki, no. –Se agacho justo enfrente de su pequeño amor– Yo… –No tenía palabras para alentarlo y que no se sintiera culpable (Aunque en parte la culpa también fue de Raito ¬-¬)*– Tranquilo, ya sabes como es mi papá, se le pasara.
-…
-¿Ya estas mejor?
-Algo…
-Bien, ese “algo” seguro que esto lo arregla.

Lo tomo de los hombros, esto como siempre provoco verlo a la cara, cosa que aprovecho más fácil Raito y le robo un beso, este beso eran de los “especiales”, los cuales siempre habitaban la pasión e lugar de la ternura, Ryuzaki por supuesto no se lo esperaba y eso le provoco ser un tomatito viviente, su sonrojo fue notorio pero encantador a la vez, en cuanto al castaño el sonrojo fue menos que el del azabache. Hasta que se separaron pudieron ver sus rostros sonrojados nuevamente.

-Raito… –Estaba en shock–
-¿Ya te he dicho que tan tierno te ves sonrojado?
-¡Baka!
-Cálmate, sólo fue un beso.
-¡Si pero en la calle, alguien nos pudo ver!
-Y si sigues gritando alguien nos puede escuchar. –Justifico, por lo menos así logro calmarlo–
-Tú... Baka.
-Pero sé que te gusta este idiota.
-Raito...

Raito se levantó y extendió su mano para ayudar a Ryuzaki, él seguía en shock pero correspondió su ayuda, caminaron agarrados de las manos hasta llegar a su último destino juntos el día de hoy, claramente llegaron a la casa de los Lawliet.
Era más grande y elegante que la casa del castaño, un hogar de 3 pisos, jardín gigante lleno de flores y árboles bien cuidados, y por atrás un patio más grande que el delantero con piscina y un árbol gigante. La casa que todo chico disfrutaría, a excepción de Ryuzaki.

-Light, ¿Quieres pasar?
-Elle… sabes que por lo que más quiero diría que sí, pero en esta ocasión no –Dijo completamente apenado– Te veo mañana en clases.
-Sí… hasta mañana, Light.

Así el castaño le dio la mano al azabache, se sonrieron y el mayor se fue corriendo devuelta a su casa mientras el menor abrió la reja de la casa para poder entrar. Seguramente su actuación seria convincente para más de uno. La reja tenía cámaras de seguridad.

-¡Ya llegue, Watari! –Anuncio su llegada–
-Me alegra mucho joven Lawliet, me comenzaba a preocupar. –Dijo su tutor–
-No te preocupes, Light me trajo hasta acá.
-De eso me di cuenta –>>Vio las cámaras de seguridad<< Pensó Ryuzaki un tanto aliviado– El joven Yagami es muy bueno contigo, ¿Por qué no lo traes a la casa?
-¿Para qué?... –Quedo en shock momentáneo, rápidamente reacciono– Aunque pensándolo bien sería una buena idea.
-Trae a tus demás amigos a una fiesta en la piscina, está ahí y nunca la utilizas.
-¡Tú sabes por qué!
-Bueno, ¿Qué le parece este sábado?
-Estaría bien, sólo faltarían dos días, claro, sí contamos este.
-Entonces el sábado será.

Mientras tanto con Raito...

-¿Me dirás la verdad de lo que paso? –Pregunto su padre serio al verlo llegar–
-No tengo por qué decir la verdad si la verdad es esa. –Contesto rápidamente caminando hacia las escaleras buque daban a su cuarto–
-Light... sabes lo que pienso respecto a él. –Dijo de repente–
-¡¿Pero que tiene?! ¡Va en mí mismo grupo! ¡Sólo somos un año de diferencia! ¡Sólo somos amigos! –Contestó notoriamente enojado. >>Y ya comienza<<–
-¡Pero eso no se nota! ¡Se nota otra cosa!
-¡¿Qué se nota, papá, qué se nota?! ¡Si su actitud es así conmigo significa que me tiene confianza! ¡Tú te metes otras ideas erróneas!
-Sabes porque.
-¡Si, porque eres un HOMOFÓBICO! –Y así subió como rayo las escaleras para poder encerrarse en su cuarto–
-Light… –Suspiro–

Al día siguiente...

Raito y Ryuzaki se despertaron cada quien por su lado, pero a la vez diciéndoles el buenos días al contrario. Se arreglaron cada quien a su gusto y por su parte bajaron las escaleras para desayunar.
Al castaño para su sorpresa estaba en casa solo y para el azabache ya era costumbre, el primero como desayuno rápido tomó cereal con leche y pan y el segundo un desayuno de primera que lo degustó sin mucho apetito, hot-cakes con leche sabor vainilla.
Al terminar de desayunar cada uno salió como corre que te pillo hacia la escuela. O más bien, hacia su escondite.

-¡Raito! –Grito el pequeño al verlo llegar– ¡Te tengo una buena noticia!
-Hola mi amor. –Contesto– ¿Qué es esa tan buena noticia?
-Watari me dijo que podías ir a la casa mañana con otros amigos para hacer una fiesta en la piscina.
-Pero, Ryuzaki... tú.
-Sí, ya lo sé –Hizo puchero, pero lo cambio rápidamente a su sonrisa encantadora– ¡Pero eso no importa, lo que importa es que podemos estar juntos! –Lo abrazo–
-Exacto. –Dijo en tono un poco triste. Acaricio sus cabellos–
-¿Qué pasa? –Se separó un poco de él–
-Ya sabes, lo de "No te quiero cerca de él porque soy Don-Homofóbico".
-Ay… Lo siento.
-No es tu culpa.
-Sí, sí es mi culpa, es mi culpa al cumplir ser tu novio. –Enrojeció–
-Ryuzaki… –Se abrazaron durante un rato más– Vamos, las clases ya van a empezar.
-Sí. Además… Tenemos que invitar a otros compañeros.

-¿Para lo de la piscina?
-Sí.

Se fueron de su escondite verificando que nadie los viera, salieron y comenzaron a caminar separando la distancia sólo un poco. Ya en el salón se dieron cuenta que todos sus amigos estaban ahí, así que se pusieron manos a la obra, querían acabar con eso lo más rápido posible.

-¿Y qué dicen…?

Preguntaron Raito y Ryuzaki a la vez, ya tenían a las mejores opciones para invitar, eran: Beyond, Naomi, Mikami, Kiyomi, Near, Linda, Matsuda y Misa. Cada uno de ellos amigos y buena persona, agradables entre todos.

-¡Sí, está bien! –Gritaron todos–

Los dos enamorados se miraron de reojo dando para ellos entender que fue genial la idea, ahora sólo hacía falta esperar para el ansioso día.
Pasaron las clases, el receso, las ultimas clases y la salida y los dos pequeños amores seguían con su gran sonrisa y emoción que nada ni nadie se las quitaría, como ni Raito ni Ryuzaki querían alejarse del uno al otro ni ir a sus respectivas casas para ver a "ellos" prefirieron ir a una heladería a pasar el rato.

-¿Te gusta?
-Sí, y mucho.
-¿Quieres ir a otro lado?
-Al parque no estaría mal.
-Bien, al parque se ha dicho.

Después de terminar los helados fueron al parque, el cual por extraña razón estaba un tanto deshabitado. El menor de los dos jóvenes enamorados fue corriendo a los juegos, el cual rápidamente eligió el columpio, el mayor lo vio con ternura y fue tras él, el azabache ya estaba sentado par ello, el castaño lo comenzó a mecer hacia adelante y hacia atrás.

-¡Raito!
-¡Jaja, ¿Qué? –Estaba muriendo de risa por el tremendo grito de su novio–
-¡No soy un niño! –Se comenzaba a aferrar a la cadena del columpio–
-Sí lo eres. –Continuaba meciéndolo, cada vez más fuerte–
-¡No, no lo soy! –Sentía la turbulencia aumentar–
-Bueno, eres aun un niño para mí.
-¡Ya, Raito! –Comenzaba a darle miedo, pues cada vez iba más alto y cuando caía sentía vértigo–
-Está bien, pero con una condición. –Dijo al verlo ya encogiéndose en si en pleno columpio–
-¡¿Qué?! –Grito al fin, pues ya sentir la caída del columpio era aterrador–
-Un beso.
-¡Sí, sí, lo que quieras, pero ya Raito! ¡Se comienza a sentir feo!
-Bueno.

Rápidamente corrió delante del columpio, Ryuzaki iba de adelante hacia atrás, tomo la primera oportunidad de que fuera hacia atrás para adelante para detenerlo de frente, afortunadamente lo logro sin ninguna lesión de parte de él o ajena.

-¡Baka! –Grito cuando el columpio se detuvo– ¡No hagas eso, Raito! –Corrió hacia él y lo abrazo– ¡Es feo!
-Está bien, está bien, tranquilo, ya no lo volveré a hacer.

Ryuzaki se quedó abrazando a Raito (¡En público!) Tratando de calmarse, estaba o muy alterado o asustado. Algo que el castaño nunca había visto de él.
>>Mi Ryuzaki... mi pequeño Ryuzaki le tiene miedo a las alturas<< Pensó el castaño acariciando sus cabellos azabache, después de un largo rato el menor se comenzó a separar del mayor, eso le dio un poco de tristeza.

-Vamos a dar una vuelta y después nos vamos a casa, mañana será emocionante.
-Está bien, ¿Seguro que mañana estarás bien?
-Por supuesto, estarás tú.
-Are mi mayor esfuerzo.

Después de lo acordado regresaron a sus respectivas casas, Ryuzaki junto con su tutor Watari prepararon lo de mañana a la perfección, en cuanto con Raito llego a casa con la actitud de enojo, pues su padre estaba ahí, y seguramente como siempre quería hablar con su hijo de las acusaciones “erróneas” acerca de él.

-Light…
-Sí, como lo digas, no hay problema, todo está bien… –Dijo en tono indiferente–
-Hijo, yo no quise ofen…
-…Derte ni mucho menos…; Me lo has dicho miles de veces, o más bien, desde que soy más amigo de Ryuzaki.
-Entiendo, sé que estás enojado por lo de anoche, ¿Qué quieres hacer mañana?
-Lo siento, tengo planes.
-¿De qué y con quién?
-Una fiesta de piscina, y será en casa de Ryuzaki, no te preocupes, no “aremos” nada “inadecuado”, amigos míos y de él irán a su casa también.
-En todo caso llevaras a Sayu.
-¡Sayu, prepara tus cosas, mañana iremos a una fiesta en la casa de Ryuzaki, será en la piscina! >>Diablos, ya que…<<
-¡¿En serio?! –Bajo la chica corriendo las escaleras–
-Sí, lleva traje de baño, toalla, ropa de repuesto y algún juguete para jugar.
-¿En dónde dices que será?
-En casa de mi AMIGO Ryuzaki, irán otros compañeros de mi escuela, ira Matsu y Misa.
-¡¿Matsuda-san?! ¡Hace mucho que no lo veo!

Los dos hombres miraron a la pequeña niña feliz, la razón de ello era que Matsu era muy simpático y cariñoso con la hermana menor de Raito. La pequeña abrazo a su hermano y corriendo se fue a su cuarto a arreglar lo que le pidieron, el día siguiente sería el mejor de todos y no solo para uno.
Las horas pasaron lentas, los dos jóvenes dormían en sus respectivas camas en sus respectivas casas. Pensaban por igual, ¿Cómo sería mañana? ¿Sería como se lo imaginaban? ¿Notaran algo? Infinidad de cosas más acerca de lo de su día perfecto en la piscina. Le daban infinidad de agradecimientos al viejo de Watari al igual que la gran fortuna Lawliet.
Pasaron alrededor de las ocho horas y despertaron todos de golpe ¡Seria un día emocionante!, todos terminaron de preparar sus cosas, desayunaron y esperaron que fuera una hora antes del mediodía, así tomaron rumbo a la casa del chico azabache.
A excepción de Raito salió de su casa una hora y media antes de lo acordado, la sita en casa de Ryuzaki era a las 11:30 am, en cuanto el castaño salió a las 10:00 am, llego a la casa y toco la reja, para a continuación encontrarse con el tutor a cargo de su amado.

-Buenos días, joven Light.
-Buenos días, Watari.
-Usted es el primero en llegar, Elle está en su habitación en su espera.
-Muchas gracias.
-No hay de qué.

El castaño que vestía un short beis en conjunto de una camisa de manga corta color rojo carmesí y con calzado cómodo, unas sandalias cafés. Subió las escaleras indicadas en busca de su pequeño niño, entro a la habitación que recordaba ser la de él. Entro.

-¡Raito!
-¡Ryuzaki! –Lo miro– ¡Perdón! –Trato de salir de la incómoda situación–
-¡No te vayas! –Lo detuvo, pues había abierto la puerta para poder salir–
-Eh… Está bien.
-Yo…
-¿Qué… qué hacías?
-Yo… Ni yo sé. Sólo lo comencé a hacer.
-Ay… siéntate en la cama. Tengo que decirte algo… –Trago fuerte; el pequeño acato indicaciones– Eres muy inocente.
-¡Eso no es verdad!
-Elle, escúchame.
-Dijiste mi nombre…
-Sí, lo he dicho porque esta vez es serio.
-Bueno…
-Ryuzaki, eres muy inocente, lo que acabas de hacer…
-Me siento culpable –Interrumpió– Yo… lo hice, pero ahora me siento mal, como si fuera malo. –Bajo la vista al piso, parecía como que quisiera llorar, pero retenía sus lágrimas–
-Ryuzaki… –Lo tomo de los hombros, típicamente lo miro– Tranquilo, es normal, –Lo beso en la nariz– no tienes por qué sentirte así.
-Pero yo…
-Cálmate, será mejor que hagas eso.
-¿Por qué?
-Si sales así a la piscina se darán cuenta de que estas excitado.
-¿Cómo es posible eso? –Pregunto ya calmado, pero confundido–
-Mira, cuando acabaste de hacer eso, ¿No te sentiste con ganas de liberar todo?
-Sí… y… de hecho… –Enrojeció como un tomate– cuando me sentí al límite… arroje un fluido blanco, era viscoso.
-¿Y eso te preocupa?
-Sí… un poco.
-Es normal.
-¿Y también fue normal que no me pudiera detener?
-Exacto.

Pasaron un par de minutos y la tención disminuyo, quedaron un rato en silencio, faltaba ya media hora para lo de la piscina. Los dos jóvenes se preparaban para ello.
Raito sólo se tuvo que quitar camisa y short dejando ver su cuerpo promedio de chico de 13 años y un traje de baño largo que le llegaba hasta la mitad de sus muslos, era pegado a la piel y color rojizo con negro (estilo deportivo), dejo sus sandalias en su mismo lugar.
En cuanto a Ryuzaki sólo se quitó la camisa y se colocó el traje (¡Frente a Raito!), un short ligero y cómodo, nada revelador, pues le quedaba un poco abultado y le llegaba hasta las rodillas con diferentes tonalidades de azul, se colocó unas sandalias del mismo color y así los dos salieron del cuarto del Ryuzaki.
Una vez ya abajo y el día soleado un tanto parecido a un día de verano y la piscina completamente deshabitada, Raito dejo las sandalias tiradas en el piso y se separó de su pequeño, corriendo lo más rápido posible y dando un chapuzón tan grande que salpico al pobre Ryuzaki, este al contrario de molestarse se acercó a la orilla, se quitó las sandalias y metió sus pies al agua.

-Y dime Ryuzaki… –Nado Raito de regreso a la orilla en donde estaba su amado y se recargo en esta–
-¿Sí, Raito?
-¿Por qué hiciste eso?
-¿Lo de hace rato? –Se enrecio otra vez–
-Ajá.
-¿Ya ves que me habías dicho que eso me pasa cando excito? –Asintió– Bueno… –Suspiro– Yo… estaba pensando en ti… y de un momento a otro estaba haciéndolo.
-Entiendo.
-¿No te enojas? –Pregunto tímido–
-Claro que no… –>>Hasta me hace feliz<<– ¿Quieres meterte al agua?
-¿Qué horas son?
-Falta media hora.
-Oh… Okey…

Lentamente se fue introduciendo al agua, pero gracias al agua salpicada del castaño era resbaloso así que cayó, Raito que afortunadamente estaba a un lado de él lo tomo en brazos y rápidamente lo saco del agua. Lo salvo.

-¿Estas bien? –Pregunto preocupado, pues tocia con poca intensidad–
-Sí… supongo que si no hubiera cerrado la boca estaría peor, gracias. –Se volvió a sentar en la orilla y sumergió los pies nuevamente en el agua–
-No hay por qué agradecer, es mi deber como novio protegerte. –Volvió a recargarse en la orilla, comenzó a jugar con los pies de su amado–
-Sí no fuera por ti estaría ahogándome.
-¡Hola Lighto-kun! –Saludo una chica rubia–
-Hola, Misa. –Como estaba recargado en la orilla sólo levanto la mano–

La chica rubia ya estaba vestida en traje de baño, seguramente se había cambiado en el baño de la casa junto con Kiyomi y Naomi, pero al ser una buena acosadora de Light salió antes que ellas, eso significaba que los chicos también estaban en el baño cambiándose.
Misa llevaba un traje de baño negro con encaje rosa fuerte de dos piezas, se quitó las sandalias del mismo color rosa y se metió al agua, por supuesto sabía nadar, y eso le daba una ventaja.
Después de unos minutos los demás llegaron con trajes de baño. La hermana de Raito también incluida.

-Hola, Ryuzaki, gracias por invitarnos –Dijeron todos–
-No hay de qué, es un placer estar con ustedes.
-¿Entonces nos podemos meter? *Pregunto con un tono simple Naomi*
-Por supuesto, la piscina es toda suya.

Y así comenzaron los juegos y los grupitos, Sayu se la pasó conversando con Matsuda y jugando con él con las típicas pistolas de agua, Kiyomi, Mikami, Beyond y Naomi eras más rudos, así que estaban jugando a las “Luchitas en el agua” (Las chicas sobre los hombros de los chicos y empujándose), Near y Linda se quedaron en la orilla con Ryuzaki, pues sabían de su “problema” y por ultimo Light para no ser más sospechoso dejo sólo por ese día ser acosado por Misa, aunque eso ponía celoso a Ryuzaki.
Pasaron el día entero entre juegos y risas, tomaron un descanso de una hora para comer y que se les pasara la comida, pues no querían tener “accidentes” ya después de eso comenzaron de nuevo los juegos, los cuatro amigos más rudos idearon un plan, en ningún momento habían visto al varón más joven del lugar meterse al agua, así que le quisieron dar una mano. Los cuatro salieron de la piscina y le hablaron por detrás.

-Oye, Ryuzaki, ¿Por qué no te mentes al agua? Está muy rica. –Dijo Beyond-
-Es que yo…
-¿Qué pasa, Lawliet? ¿No te quieres divertir? –Esta vez fue Mikami–
-¿O es que no te gusta el agua? –Continuo Naomi–
-No es eso… es que…
-¿O eres un niño mimado que no quiere estar junto con nosotros? –Concluyo Kiyomi en un tono de ofensa–
-No comprenden, yo…
-Nada, Lawliet, nada –Lo contradijo Mikami y acto seguido lo tomo por los hombros– Es hora de que pruebes el agua.
-¿Qué?
-¡Ya!

Los cuatro tomaron cada una de las extremidades de Ryuzaki y lo comenzaron a columpiar, él por obvias razones se negaba, para su desgracia Light estaba hasta el otro lado de la piscina gracias a que Misa lo quería para ella sola, hicieron la cuenta regresiva y lo soltaron, gracias a que Ryuzaki gritaba cayó al agua con la boca abierta, cuando Light por fin vio todo obligo a Misa que lo soltara y nado lo más rápido posible tras Ryuzaki.

-¿Qué? ¿Por qué no sale? –Se preguntaban todos–

Light nado lo más rápido posible y sujeto a Ryuzaki que ya se estaba ahogando, como pudo salió a flote con su amado, este último estaba inconsciente, con ayuda de Mikami lograron sacarlo y poco a poco comenzó a toser y a recuperarse.

-¡No sabe nadar, tarados!
-Oh… –Todos quedaron boquiabierta–
-Ryuzaki… ¿Estas bien?
-No… –Tocia aun–

Watari quien había presenciado todo fue a auxiliar, cubrió al azabache con una gran toalla blanca y anuncio:

-Pueden quedarse hasta que termine la fiesta, yo atenderé al joven Ryuzaki.
-Watari, yo también quiero ir –Anuncio el castaño–

El ayudar a Watari, le convenía en dos cosas, alejarse de la odiosa de Misa y atender a su amado. Watari entró en la mansión sin antes decirle a Raito que estarían en la habitación del más joven. Raito se quedó un minuto por su hermana.

-Matsuda, sólo hazme este favor.
-Claro, Light. -Dijo un poco nervioso, pues éste le miraba con cierto enojo y seriedad-
-Sólo quédate con mi hermana, cuídala y que no le pase nada.
-Eh... está bien.
-¿Qué pasa, Light? -Pregunto su pequeña hermana-
-Nada grave, sólo Ryuzaki, sabes que lo aprecio mucho.
-Entiendo.
-Matsuda, tal vez, sólo tal vez me quede a dormir aquí, ¿Podría tu madre dejar a Sayu en mi casa? Yo le diré todo a mi padre personalmente mañana por la mañana en cuanto llegue.
-Claro. Haría todo por la niña más tierna en éste mundo.
-Muchas gracias -Le sonrió-
-¡Lighto-kun! -Chillo la rubia- ¿Te vas a quedar? ¿Aquí?
-Sí, adiós, nos vemos el lunes -Dijo cortándole-

Todos se quedaron jugando otra vez en el agua, pero con la angustia de haberle hecho algo malo a Elle. Light se fue corrido a la habitación, cuando entró vio a Watari depositando a el menor en su cómoda cama. Aún seguía con su sexy traje de baño y el pecho completamente descubierto.

-¿Cómo está, Watari?
-No hay de qué preocuparse, sólo tragó un poco de agua, no le hará daño.
-Me alegra que sólo sea el susto.
-Sí, mejor me retiro, cuidaré a los demás jóvenes para que no tengan otro accidente.
-Claro, yo cuidaré de Ryuzaki. -Dijo acercándose-
-Gracias, permiso -Y salió de la habitación-
-Hum... -Tenía un curioso puchero- Estoy enojado contigo, Raito.
-¿Qué? ¿Por qué? -Pregunto sorprendido-
-Porque estabas con Misa.
-Espera, ¿Ryuzaki, estás celoso?
-No... -Dijo con cierta duda en su voz- Es sólo que me siento extraño.
-Esos son celos.
-Agh... -Infló más sus mejillas y cruzó los brazos con más fuerza- Que no son celos, sólo me siento extraño.
-Está bien, está bien. Mi pequeño Ryuzaki tiene siempre la razón.
-Raito. ¡Deja de tratarme como a un niño!
-Es que tú eres un niño.
-¡No, no soy un niño, al igual que tú soy un adolescente!
-¿Quieres comprobar que eres un niño?
-¡Sí! -Dijo con firmeza en su voz-
-Como quieras.

Como Ryuzaki estaba acostado boca arriba de la cama, Light se trepó arriba de estos dos, posicionándose, aun con sólo la vestimenta de traje de baño, fue recorriendo su cuerpo con sus manos, la inocencia del azabache era tanta que sólo se comenzó a carcajear de la risa, pues ese contacto le daba cosquillas.

-¡Ya, Light--- –Su vos era cortada, pues aún seguía tocándole, causándole cosquillas- ¡Me-me voy---! ¡Light! ¡Detente!
-¿Por qué? Si te ves adorable así. -Continuó picándole las costillas, pues ahí era su punto débil.
-¡Porque ya no aguanto! –Se volvió a carcajear– ¡Me voy hacer en la cama! –Reía cual niño que era– ¡Ya, por favor, Light!
-Oh... de eso se trataba. Está bien, sólo porque no quiero que mi niño se haga en su propia cama, en la cual, yo también dormiré yo.
-¿Dormirás aquí?
-Eso planeo. Anda, ve al baño.
-Sí, gracias.

Light rápidamente se hizo a un lado para dejar que su pequeño novio pudiese pararse de su cama e ir al baño de su misma habitación. Light miraba con gracia a Ryuzaki, pues corriendo con su gran traje de baño y tratando de aguantar un poco más las ganas de hacer sus necesidades se veía gracioso y tierno.

-Ya estoy Raito. -Anuncio con una tierna sonrisa-
-Bueno, ¿Pues qué quieres hacer?
-Quiero bajar hasta que se vallan, ven, vamos -Extendió su mano para que Light la tomará-
-Claro, como gustes -Le entregó su mano y se fueron-

Bajaron las escaleras aun agarrados de las manos, tanto así que habían entrelazado sus dedos, dieron una rápida inspección para que no los descubriera Watari, se dieron un tierno beso y se separaron, Ryuzaki tenía un ligero sonrojo y Raito sólo una gran sonrisa y así salieron.
Todos seguían jugando con gran deleite, los cuatro revoltosos jugaban con una pelota de playa que ello habían llevado, Near y Linda sólo nadaban de orilla a orilla de la piscina, como Raito había dejado a Misa sola ésta se fue junto con Matsuda y Sayu, el único niño entre ellas sólo las observaba, pues Misa sólo le estaba haciendo transitas en el cabello a Sayu y por último, Watari sólo estaba supervisando para que no ocurriera ningún accidente.

-Y... ¿Qué quieres hacer?
-Pues... -Movía sus manos tímido- Quiero aprender a nadar, Raito.
-¿Seguro?
-Sip.
-Entonces vamos.

Raito con un tremendo miedo salió junto con su pequeño niño.

-Adelántate, ve a mojarte.
-Está bien -Y se fue corrido en dirección a la piscina-
-¿Qué planea hacer, joven Light?
-Watari... es que, Ryuzaki quiere aprender a nadar, y le voy a conceder eso.
-Que gesto tan amable, pero tenga cuidado, Ryuzaki se puede poner muy testarudo o nervioso en esos momentos, lo he intentado innumerables veces y mi muchacho no puede.
-No tenía idea... are mi mejor esfuerzo. Gracias.
-No, gracias a usted.

Light sólo le dio una sonrisa y fue tras Ryuzaki, quien ya había metido los pies al agua. Él sólo se metió al agua de un clavado y eso asustó al menor, pues no lo había ni notado.

-Me asustaste, Raito -Dijo con su mano en su pecho-
-Je... -Se movió su cabello ya completamente mojado- lo siento, no quería asustarte.
-Ya... emm... ¿Qué es lo primero que tengo que hacer?
-Meterte al agua -Dijo como si se tratara de nada; Ryuzaki tenía una adorable expresión de susto- Tranquilo, yo estoy aquí contigo.
-Bu-Bueno... no dejes que me ahogue, ¿Si?
-¿Me crees capaz de eso? Vamos, métete al agua, te aseguro que estarás bien.
-Confío en ti.

Como estaban hasta el otro extremo de la piscina nadie los había notado a excepción de Watari.
Ryuzaki se metía con un poco de miedo, pero confianza a la vez, pues Light tenía extendidos sus brazos alrededor de su cuerpo.

-Li-Light... el agua esta fría. -Decía un poco tartamudo-
-Es que tú estás caliente, el agua esta normal, necesitas acostumbrarte a la temperatura.
-Bi-Bien...

Sus manos estaban en la orilla de la piscina, evitando así cualquier accidente. Ya estando completamente dentro del agua, se giró en dirección a Light, y lo abrazo, sus manos estaban abrazadas a su cuello y sus piernas entrelazadas en su espalda, ya que estaba flotando y era menos pesado.

-¿A-Ahora qué...? -Decía temblando como un gato dentro del agua-
-Suéltate.
-¡N-NO! -Grito sólo para Light, pues si lo hacía más fuerte se darían cuenta de lo que trataban de hacer- N-No, Light... no me pidas eso.
->>Owww... se ve tan lindo<< -Pensó con un sonrojo- ¿Pero no quieres aprender a nadar?
-Si quiero, pero tengo miedo.
-Bueno, lo primero que intentaremos es que flotes.
-¿Me tengo que soltar?
-Sí, pero yo te sostendré.

Sólo asintió, se soltó de poco a poco sintiendo las manos de Light en su espalda, hasta que se acostó entre sus brazos.

-Estas flotando, Ryuzaki. -Dijo entusiasmado-
-Pe-Pero te-tengo mi-miedo... sé que tú me sostienes, pero... ¡Esto me aterra!
-Tranquilo, aun te tengo que soltar.
-¡No! No te atrevas a soltarme, Raito.
-Una...
-¡No!
-Dos...
-Por favor...
-Tres. -Lo fue soltando lentamente-
-¡Raito! -Grito al ya no sentir los brazos en su espalda, poco a poco se fue hundiendo en el agua- No... Raito... ya no.
-¿Tienes miedo?
-Mucho... ya no quiero.
-Pareces niño pequeño. Bien, te voy a sacar.

Raito lo tomó nuevamente entre sus brazos, así, Ryuzaki por inercia se abrazó fuertemente de su cuello, afortunadamente Watari no había visto eso, porque él estaba atendiendo a los niños.

-Eres horrible, Raito.
-Sabes que no es así. Sabes que te amo y lo hice por ti.
-...- Sólo se quedó callado y con un leve sonrojo-
-Bien, salgamos.

Con casi nada de esfuerzo empujó a Ryuzaki fuera de la piscina, segundos después él también salió igual o más mojado.

-Ven, necesitas secarte. -Sólo asintió con el mismo sonrojo de antes-

El castaño tomo des toallas y una se la puso alrededor de su cuello y la otra la sostenía en su mano, con la otra libre tomo al azabache de la muñeca y se lo llevó al único lugar en donde los dos sabían, no había cámaras que los delataran.

-Ryuzaki... -Le miraba apenado- Lo siento tanto.
-No... No tienes por qué disculpar---
-Claro que tengo, te hice pasar un mal momento hace unos instantes -Extendió la toalla de su mano y cubrió la espalda de Ryuzaki en ella-
-Raito... -Con la toalla en su espalda abrazo el pecho desnudo de Raito- No importa, lo has dicho, era por mí. Yo también te amo y mucho...
-No sabes lo feliz que me haces... Sólo contigo olvido a mi padre y los problemas que ocasiona.
-Tú igual... Sólo tú me haces olvidar todo.

Se quedaron un buen rato abrazados y se dieron un beso de los "especiales", Ryuzaki nunca había estado más placentero con uno de eso hasta ese momento y por parte de Raito era feliz, igual que siempre.

-Ya casi acaba la fiesta...
-Si... ya casi son las 4...
-Bueno... no me preocupo.
-¿Si te vas a quedar? -Sus ojos se agradaron por la felicidad-
-Sí.
-¡Genial! -Saltó y le dio un beso en la mejilla-
-Ven, vamos, tenemos que despedirnos.
-Sí. -Decía aun feliz-

Tardaron poco o nada en llegar a la piscina nuevamente, todos ya en ese punto estaban saliendo de allí, cada quien tomó una toalla y se comenzaron a secar sus cuerpos para acto seguido entrar a la mansión e ir a los baños y cambiarse.
Después de unos minutos, (en los que Raito y Ryuzaki sólo jugaban a escondidas a los besos, y no se habían aun ni cambiado) todos ya estaban listos, así cada quien se fue despidiendo el autor de la fiesta no sin antes, los más 'revoltosos' ofrecer otra disculpa al pequeño azabache.

-¡Matsuda! -El castaño llamo la atención del mismo- ¿Si me haces el favor de llevar a Sayu a mi casa?
-Claro. No habrá problemas.
-En serio, muchas gracias. Nos vamos el lunes.
-Sí, igual.
-¡¡Lighto-kun!! ¡¡¿En serio te vas a quedar?!! -Chillaba con gran intensidad la rubia-
-Si, Misa. Me voy a quedar.
-Bueno... ¿Me das un beso de despedida?
-Eh... -Miro a Ryuzaki, quien tenía un puchero- Está bien... -Le dio un beso que no duro nada en la mejilla- Hasta el lunes.
-¡¡Hasta el lunes Lighto-kun!! Por cierto, ¡Gracias por la fiesta, Elle!
-De nada... -Dijo con un notorio tono del enojo, que la rubia ni lo noto-

Ya todos se habían ido y dejaron solos a Watari, Raito y Ryuzaki. Watari ya sabía lo que planeaban ya chicos así que sólo fue a terminar sus cosas, mientras que el azabache subió corriendo las escaleras dejando al castaño sólo.

-¡Ey! ¡Ryuzaki! -Grito ya solo, así fue tras de él-

Llegaron a la habitación, cerraron la puerta con seguro y Ryuzaki se quedó parado con un lindo puchero pero sus ojitos se comenzaban a cristalizar en cuanto a Raito se quedó en shock y habló:

-Ryuzaki... -Se le quiso acerca pero éste se alejó- Vamos, sólo fue un beso en la mejilla.
-Pero no tenías que besarle -Se sonrojo, pero seguía con su puchero- Sólo a mi tienes que...
-Ay... ven -Extendió sus brazos y le correspondió después de unos minutos- Tranquilo, sabes que sólo te puedo amar a ti.
-Pero tengo miedo, yo te quiero, y mucho, y tanto nuestros padres como Misa me dan miedo, Misa te puede llegar a enamorar o nuestros padres separar.
-¡No seas negativo! -simuló jalarle un mechón de su caballo- Mira, Misa, NUNCA me va a enamorar y nuestros padres lo tienen que aceptar. Además, si me alejan de ti o me dejarás de gustar no sé ni lo que haría sin ti, ¿Entiendes?
-Algo así...

Se quedaron abrazados por unos instantes más hasta que escucharon a que los llamarán, Ryuzaki perfectamente sabía que era Watari y salió junto con Raito de su habitación.

-Que bien, no se han cambiado la ropa, les hablo para que se metan a bañar, el agua en unos instantes estará lista, pero les temo informarles que tengo que salir por unos asuntos pendientes, así que sólo les pido que tengan cuidado cuando se bañen.
-Si Watari, podremos solos, no es la gran cosa. -Dijo Ryuzaki seguro de sí mismo, Raito sólo veía con ternura a su pequeño novio-
-Bien, por cierto, Ryuzaki, deja que el joven Light se bañe primero, préstale uno de tus pijamas y una toalla, trataré de no tardar, ¿De acuerdo?
-De acuerdo -Dijeron los dos-
-Bien, me voy, tengan cuidado. -Dijo ya saliendo de la mansión-
-¡Sí! -Gritaron como "despedida"-
-Bueno... -Comentó Raito- Nunca creí que sería tan pronto la oportunidad de bañarme con mi novio.
-Pero oíste a Watari. Tú te vas a bañar prime... -Cayó en cuanta la insinuación de Raito- ¡Oye!
-¿Qué? -Reía divertido-
-Me vas hacer ser un niño malo –Volvió a ser su simpático puchero-
-Sí, vas a ser horrible… -Burlo con su voz- Deja de hacer pucheros que me matas con tu hermosura –Pellizco sus mejillas-
-Bueno, bueno –Hablaba extraño pues Raito seguía pellizcándolo- ¡Ya, Raito, me duele!
-Perdón, se me olvida que eres muy sensible. –Acaricio su mejilla-
-Ya… ¡Vamos a bañarnos! –Tomó su muñeca y lo jaló en dirección al baño el cuan estaba en el segundo piso- Vamos, vamos, que si no Watari puede llegar y nos puede regañar por bañarnos juntos.
-Ryuzaki… -Se sonrojo- No, no tienes que hacer eso –Se detuvo-
-Pero… yo sí quiero, Raito –Se sonrojo más fuerte que el castaño-
-Bueno… vamos antes de que llegue Watari.
-Sí.

Se metieron a bañar, completamente felices por haberlo hecho juntos. Al finalizar se cubrieron con toallas, se adentraron a la habitación, se secaron sin pena alguna de ser vistos por el contrario y se vistieron todo justo antes de que llegara Watari, así bajaron a cenar.

-Valla, me alegra que el pijama de Elle si le haya quedado, joven Light.
-Bueno, creo que ayuda el hecho de que no le gusta la ropa ajustada.
-Si…
-¿Qué le pasa, joven Elle? –Pregunto Watari al oírlo contestar tan apagado y sin ánimos-
-Nada, en verdad nada, creo que sólo sueño y hambre.
-Bueno, pues cena y a dormir, Ryuga –Dijo comprensible el castaño-
-Iré a hacer la cena, no tardo –Se fue Watari dejándolos solos-
-¿Ryuga? –Pregunto extrañado y viéndolo de la misma forma-
-Es más corto que Ryuzaki, ¿No lo crees?
-Sí, supongo…
-¿Qué te pasa? Estas muy… raro, no sé, te pasa algo.
-Es sólo que… -Como estaba en su típica pose se encogió más en sí, abrazando sus piernas y ocultando la mitad de su cara en ellas- Hace un rato, cuando nos estábamos vistiendo , estaba pensando en todo lo que pasó hoy, comenzando desde que me viste en ese momento tan vergonzoso hasta hace un rato.
-¿Y cómo te sietes? –Lo miro curioso y un poco serio-
-Pues, nervioso, feliz, exaltado, con comezón –Se rasco su brazo- Pero… -Suspiro- No sé…
-¿Eso te incomoda?
-Un poco, pero realmente nada.

Se hizo un silencio incómodo.

-Light…
-Dijiste mi nombre.
-Sí, porque quiero que el abrazo que me des ahorita sea algo serio, por una persona seria, al igual que quiero dormir así con esa persona.
-…-Sólo alcanzo a abrazarlo, Ryuzaki le correspondió aferrándosele- Ya, ya… -Susurro como consuelo-

Se quedaron un rato abrazados, el castaño acariciaba los cabellos de su amado y el azabache sólo había cerrado sus ojos y se relajó, hasta que escucharon pasos, así rápidamente se separaron.

-Bueno, jóvenes, cenen y a dormir.
-Sí. –Dijeron los dos al unísono, uno sonando normal y el otro un poco triste-

Light se sentía feliz, pues al fin podía cenar “como un rey”, puesto que Watari había preparado unos ricos Hot-Cakes con un batido de chocolate al igual que a Elle. Pero el azabache apenas si lo consumía con sumiso gusto.
Los chicos insistieron mucho en cuanto al castaño poder dormir con el azabache en su habitación poniendo varias excusas como que el cuarto de invitados era muy frio, o que no le gustaba dormir a Light sólo e incluso dijeron que le tenía miedo a la obscuridad y aún más estando en una casa que no es la de él, pero al fin y al cabo la victoria fue para los dos.

-Genial, Watari nos ha dejado –Dijo contento el castaño-
-Si, genial. –Dijo un poco indiferente-
-¿Sigues pensando?
-Un poco.
-Ya deja eso y mejor hay que dormir, aun no se te quitan tus ojeras, ¿Te parece?
-Sí.

Como Ryuzaki ya estaba sentado en la cama sólo la deshizo y se adentró en ella, Raito apago la luz y se metió justo al lado de él, automáticamente de eso el azabache en la obscuridad lo abrazo y con ternura cerro sus ojos y se relajó, el castaño sólo se dejó a la merced y le correspondió e igual que antes, acaricio sus suaves cabellos.
>>Sé que el motivo de tus ojeras y el de tus pensamientos no son por lo que hacemos a diario y lo de hoy, sino porque estas preocupado, por ti, por mí, por mi padre, por Watari, por Misa, por todos nuestros conocidos y sus opiniones respecto a lo nuestro. Tal vez seamos muy jóvenes, tú el mes que viene cumplirás los 13 y yo dentro de 5 meses los 14, pero somos maduros y sabemos lo que hacemos, no te preocupes, el amor que sentimos mutuamente es verdadero, te quiero mucho y no te dejare, y tampoco quiero que sufras por todo aquello que te de miedo, ya lo he descubierto muy bien y no te dejare, TE AMO, ELLE “RYUZAKI” LAWLIET.<< Fueron los últimos pensamientos de Light antes de caer dormido.



Tiempo después…



-¡Lo logramos!
-¡Sí! ¡Estoy tan feliz por ello!
-¿Qué te dije? Sólo hacía falta ser optimista y ¡BAG! Se lograría nuestra meta.
-Lo sé, lo siento. Creo que… tienes razón.
-Eso ya no importa, lo que importa aquí es que podré estar contigo mucho más tiempo.
-Te amo.
-Yo más.

Conversaban los jóvenes, más felices que nunca, al ver escrito en sus papeles: “Light Yagami/Elle Lawliet Aceptados en la Prestigiosa Preparatoria Privada de Kanto, Japón Daikoku”, se miraron con suma alegría para después darse un adorable beso, bajo el gran árbol, detrás de la casa de la fortuna Lawliet.

>>Este año será uno de los mejores en mi vida, este año saldrá a la luz<< Pensaban los dos jóvenes…

CAPÍTULO 1.
“¿CÓMO ES?/JUNTOS POR “DIVERSIÓN”/¡PASAN DOS AÑOS!”

Notas finales:

¡Hasta aquí el capítulo 1!



Eh de admitir que siento que en algunas partes como que no me quedaron pero eso lo dejo a su criterio, espero y lo hayan disfrutado. 


Trataré de no tardar en el próximo capítulo, habrán varios detallitos que les sacaran de algunas dudas, eso por si las tienen, aun así, cualquier duda me la pueden mandar a través de los Reviews y de alguna u otra manera lograre responderlas, ¿De acuerdo? 



¿Se me olvida otra cosa?
No… eso creo… Bueno, sí es así lo diré en el próximo capítulo antes de comenzar, ¡Bye!


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