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La lluvia entre la Luna por -oOYUKI-NII-Oo

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∞ Titulo: "La lluvia entre la luna"

∞ Autor:YUKI-NII.

∞ Género: Friendship

Ranting NC17

∞ N/A Haikyuu no me pertenece. Todo es de su gran autor, Haruichi Furadate

∞ Resumen: Y hubo un momento donde los truenos fueron demasiados intensos, donde descubrió el miedo de Hinata y quiso, pese a sus propias barreras, cubrirlos con música de jazz a todo volumen y sus ojos fijos. Para que Hinata dejara de temblar, para que su corazón dejara de traicionarlo pero más importante aún, para no terminar enamorado.

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Set 5.

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Fue después de almuerzo cuando Taketora lo propuso, con migajas de arroz alrededor de la boca y los ojos brillando por una gran idea que nadie se había molestado por tener. Se levanto, sudor frio tras la nuca y botella de agua vacía sosteniendo en alto, el movimiento repentino en esa sección de salón de conferencias para estrategias - que había sido acondicionado como el comedor oficial del encuentro de ambas escuela-, capto la atención de todos. Noya dejo de intentar pasar de contrabando pedazos de camarones fritos al plato de Tsukishima, quien le veía ligeramente irritado y Kageyama cedió el último onigiri por distracción a Hinata que reboto contra el respaldo del asiento.

El chico con cabello estilo mohicano muy parecido a un extranjero surfista de la costa de occidente se puso de pie, sonriente y con su vista pasando por cada uno de sus ocupantes. Y lo dijo.

—Deberíamos de ir a la torre de Tokio.

Hinata y Takeda saltaron de su asiento con un grito que tuvo más parecido a la de una chica emocionada que al de un par de jugadores de deportes, nadie se detuvo a decir ese pequeño detalle, no cuando Hinata había cruzado hasta la mesa donde había nacido la idea y se había recargado sobre el hombro de Kuroo y Kenma.

—Si que deberíamos ir, ¿iremos verdad, Sugawara-Sempai- Daichi-Sempai?

Y Hinata era como un polluelo, el mas pequeño de todo ese grupo, que daba hipeos de alegría ante los cuervos mas grandes, Yaku sintió la necesidad de decir "si, por supuesto que iremos" a pesar de que no se trataba de uno de los pequeños gatitos de su equipo, sintió respeto entonces por los de tercer año que habían reprimido el impulso y que se veían entre ellos, teniendo una de esas extrañas conversaciones telepáticas cerradas.

—Nosotros podríamos ser sus guías —. Hablo distraídamente Kuroo, tratando de moverse un poco hacia su izquierda, el rostro de Hinata estaba demasiado cerca.

Lo había estado ya durante la noche, cuando el había rodado por la cama hasta caer del futón, por que hacia frio y no encontraba el control del aire acondicionado y joder, no abriría los ojos. Así que se deslizo como una oruga buscado calor, pego su pecho al costado de un dormido Hinata, robando cobertor y ajustándose en los huecos hasta estar cálido y perderse en las brumas del sueño. Había tenido suerte en despertar esa mañana primero, con el rostro demasiado cerca, todo porque en algún punto de la noche había estirado su brazo y la cabeza naranja lo había tomado como una almohada provocando que sus caras co existieran a centímetros. Aun podía ver como sus oscuras hebras de cabello danzaban al compás de la respiración de Hinata.

—Supongo que eso estaría bien —. Dijo Daichi, haciendo su cuerpo ligeramente hacia adelante y atrayendo las miradas hacia él —. La última vez que vinimos no salimos del campamento. Claro, siempre y cuando esto no sea una molestia para ninguna de las personas que nos hospeda —. El carácter de capitán compartido con un poco de paternidad discurrió de la voz de Daichi, haciendo sonreír a Sugawara y siendo apoyado por Ennoshita.

—Tenemos más que el tiempo suficiente, la práctica ha terminado y hace mucho que nosotros tampoco vamos a nada más que a la tienda de conveniencia —. Kuroo al fin había podido deslizarse de la silla, lejos de Hinata y su resplandeciente sonrisa, de los ojos fijos de Kenma y del gruñido de Kageyama. Fuego cruzado, había pensado el capitán de Nekoma. Miro hacia Daichi quien también se incorporaba de su silla, asintiendo ante la decisión y dando su beneplácito. Kuroo sintió que debía salir un momento ante la euforia que de pronto se había desatado ante el turismo improvisado.

Miro fugazmente a Yamaguchi susurrar algo solo para Tsukishima quien, sostenía su plato de arroz en alto y continuaba comiendo, ajeno a todo el alboroto y con el ceño demasiado fruncido. Estaba molesto.

—Hey Tsukki —. Llamo lo suficientemente alto para que el rubio dejara su tazón —. Hay algo que quiero comentarte sobre el débil bloqueo del segundo partido —. Miro la ceja arcada de Tsukishima, ante lo patética que sonaba una excusa que ni siquiera era cierta, aun así se levanto para seguirle fuera.

Yamaguchi parpadeo ante el abandono, él no había escuchado la voz de Kuroo al ser devorada por el bullicio que ahora rodeaba el salón. Tsukishima le dio una mirada que significaba que volvería enseguida y el chico pecoso lo dejo pasar, porque si había algo que molestara al mas alto eran las preguntas, preguntas que giraran en torno a él, a una invasión a su privacidad y un desbalance a la confianza que el había dibujado con líneas amarillas de limites que no podías pasar. Tsukki no respondía preguntas que eran más interrogantes curiosas que el hecho de obtener información útil. Así que Yamaguchi asintió con una media sonrisa, dejándose llevar por Nishinoya hacia los planes de esa tarde y dejándole el camino libre al rubio.

Solo miro una vez mas hacia atrás, para notar el brazo alrededor de los hombros de Tsukki y que partencia al capitán de Nekoma. No fue el único, dentro de ese salón, en notar la imagen desaparecer por la salida.

Parecían como una pequeña caravana de jóvenes turistas fuera de temporada. Todos se habían puesto sus gruesos abrigos, bufandas y gorros incluidos, la temperatura de Tokio era mucho más baja que la de Miyagi. Kageyama se había quejado de cómo es que el frio volvía a sus manos mas rígidas, una sensación lo suficientemente descargable como para tener guantes y un vaso desechable con chocolate caliente, Hinata había espolvoreado un poco de canela y bombones de colores, robando pequeños sorbos mientras caminaban por las concurridas calles. Los capitanes estaban a la cabeza de la comitiva, mientras que la voz de Taketora narraba como un experto guía cada punto interesante por donde pasaban, Noya había arrastrado a la alta estrella junto a él para poder conseguir abrirse paso entre toda la gente.

Kenma caminaba tras la espalda de Hinata, sujetaba con una mano el final de la chaqueta, con su vista fija en su PSP y con Yaku a su lado regañando a Lev para que mantuviera la compostura, "Deja de señalar todo como si fuera la primera vez que lo ves"

El mitad ruso solo había dado un quejido de niño pequeño, tratando de escabullirse de la vigilancia del líbero sin mucho éxito. Eran un grupo un poco escandaloso que era controlado por momentos por Sugawara y Ennoshita. El primero verificaba que todos siguieran el ritmo, mientras Ennoshita golpeaba a Takeda cada vez que quería gritar y quitarse el saco –camiseta incluida- por haber encontrado un lugar que había salido en televisión.

Sugawara los conto por tercera vez en un hora, notando como es que Tsukishima se alejaba un poco mas cada vez que le veía, quedando rezagado, con los auriculares puestos y una bufanda cubriéndole casi la mitad de la cara, podía ver las miradas de chicas que reían y murmuraban entre ellas ante el alto rubio de gafas. Sugawara sonrió, disminuyendo la velocidad para ponerse al lado de él.

Rozo levemente el brazo del rubio con las yemas de sus dedos para atraer su atención, Tsukishima quito solo uno de sus auriculares, el derecho, y se inclino un poco mas, Sugawara había esperado todo el proceso antes de hablar.

r13;Pareces un poco distraído Tsukishima r13;. Dijo, manteniendo el espacio personal del bloqueador y en un tono suave, para que Tsukishima no levantara sus defensas ante la declaración, funciono.

r13; ¿De verdad? Podría decir que todos lo están r13;. Murmuro, sacando su I Phone para pausar por completo la música, y deslizarlo de nuevo entre los bolsillos de su chaqueta. Sugawara, asintió de acuerdo.

r13;Ha sido una semana un poco agitada ¿no lo crees? Los exámenes apenas acaban de terminar, y todo eso del accidente de Hinata tenía un poco nervioso al equipo. Fue una fortuna que reaccionaras tan rápido, disminuiste el daño. ¿Cómo sigue tu hombro?

r13;Bien, no fue un gran golpe.

r13;Me alegra escuchar eso. Hinata parecía sentirse culpable por ello.

Tsukishima alzo una de sus cejas y el armador le miro unos instantes antes de dibujar una "O" con sus labios que dejo salir un poco de aliento que se condeso en el aire.

r13;Así que no lo notaste r13;. Declaro con una media sonrisa, esa misma que usaba cuando estaban en medio de un partido y el balón bajaba directamente hasta las palmas de sus manos y tenía que decidir quién remataria el punto. Tsukishima tuvo el instinto de alejarse de él por ilógico que a su cerebro lo sintiera r13;. Pensé que esa era la razón principal que últimamente no haya un pelea constante entre ustedes dos y las disminución de tus provocaciones hacia Kageyama.

Tsukishima hizo memoria por algunos segundos de su semana transcurrida durante las prácticas, él solo veía al pequeño bloqueador a la distancia y no se había burlado de Kageyama ante algún arrebato de ira ante un mal movimiento de Hinata. Nada de "Rey, dictadura o mi reina" Acomodo sus lentes, mirando por el rabillo de ojo la mueca de Sugawara y sus pretensiones de conversación casual. Así que fue cuidadoso al responder.

r13;No todo mi tiempo debe ser usado en la pareja de idiotas.

r13;Tsukishima r13;. Advirtió el armador ante el insulto del par de jugadores. Tsukishima solo chasqueo la lengua pero no se disculpo ni corrigió. Usualmente no lo haría y Suga no esperaba que lo hiciera. Solo que se abstuviera, no habría una próxima vez para llamarles de esa forma y quedo sobre entendido r13;. Aun así, es bueno que haya esos momentos de paz en las prácticas, nos dan armonía como equipo. Y tú has demostrado ser una parte importante al haber hecho eso por Hinata r13;. Le felicito palmeando su espalda suavemente.

r13;No fue nada

r13;Pero en verdad si lo fue. Espero que él te haya dado las gracias apropiadamente.

r13;Lo hizo r13;.Tsukishima pudo retorcer solo un poco lo que en realidad había pasado entre ambos en la enfermería pero Suga no tenía por que saberlo.

r13;Bien r13;. Sugawara le volvió a sonreír. El tipo de sonrisas que es mucha amabilidad y orgullo, podría casi clasificarse de un tanto maternal r13;. Sería bueno también que le dieras a entender a Hinata que ya estas mejor de tu hombro r13;. Sugirió mientras alzaba el rostro para mirar a todos los demás que estaban delante de ellos, Kageyama había empujado a Hinata ante el largo trago del chocolate caliente haciendo que colisionara contra Kenma, quien sobaba su nariz roja, el ceño se le frunció y comenzó a caminar más rápido antes de notarlo. Así que giro su rostro hacia atrás mirando directamente a Tsukishima una vez más r13;. Trata de no alejarte tanto ¿vale? Nos vemos mas tarde.

Y así Sugawara se abrió paso para reprender a Kageyama que había cedido de inmediato el vaso con la bebida a un Hinata inclinado sobre Kenma. Tsukishima observo un poco mas como es que el armador de Nekoma escondía su rostro en el hombro del pequeño cuervo mientras le murmuraba algo que hacía a Hinata relajarse y pegarse un poquito más contra el cuerpo de Kenma. La voz del de cabellos grises continuaba ahí, resonando a pesar de la música que se colaba de nueva cuenta por sus oídos.

Tsukishima odio un poco más a Sugawara, a sus dotes de observación y a su tendencia de lanzar bombas nucleares sin alarma de aviso.

Fue solo un instante, pudo durar lo mismo que la pelota tarda en caer al suelo después de un remate, o lo que una gota de lluvia al colisionar contra el pasto. El sol había terminado de ocultarse y las luces artificiales se volvían pequeñas luciérnagas dibujando los contornos de la ciudad. Ellos habían llegado a tiempo para subir por los elevadores de la torre, comprimiéndose unos con otros, demasiado emocionados. Como una excursión de escuela primaria hacia la gran capital. Hinata se balanceaba sobre sus pies con una enorme sonrisa y el pulso acelerado. Fue el primero en salir.

Estaban en uno de los pisos más altos, privilegios de su tarjeta estudiantil y la galantería de Lev y Nishinoya, pagaron una cuota como si fueran extranjeros de tarifa especial. Hinata se abalanzo contra los grandes ventanales que dejaban ver la ciudad en su máximo esplendor, no fue el único, todos recorrieron el lugar como si fuese un mirador materializado de todas las historias sobre Tokio que alguna vez habían escuchado de otras personas y que ahora podían comprobar que eran realidad.

Hinata se sostenía fuertemente de la barra de contención, con los ojos brillantes y su boca semi abierta, como si estuviera buscando la palabra correcta para describir lo que se sentía ser parte de una pieza flotante. Casi como tener alas y ver todo aquello que normalmente le era negado por su estatura. Sus pupilas comenzaron a escorce un poco, lagrimales activados de felicidad revolucionada.

Hinata se deleitaba con una visión que no sabía si podría alguna vez repetir, sin saber que a solo tres pasos de distancias Kuroo le miraba con una boba sonrisa y las mejillas sonrojadas, apoyando su mano izquierda también en las barras mas como un seguro para permanecer ahí, alejado y deshacerse de la necesidad de juntar los costados de su cuerpo contra el bloqueador de Karasuno.

Tsukishima recargado contra uno de los tantos muros, manos en los bolsillos y música suave le observo, vio de pronto un poco de sí mismo en Kuroo y sintió mucho miedo, miedo por el reflejo de algo que no debería estar ahí y terror, porque si Kuroo estaba mirando de esa forma a Hinata solo podía significar una cosa. Había sido deslumbrado por la presencia de Hinata de la misma forma que él.

Tsukishima pensó entonces seriamente en que esa noche quien pasaría a ser un huésped en la casa de Kozume seria Hinata y no él.

つづく


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