POV Jin
Maldito egoísta.
Con los audífonos en mis oídos intento ignorar cualquier indicio de tu presencia, digo intento porque es más que obvio que cada partícula de mí ser está pendiente de tus acciones. Sé que sonríes mientras miras por la ventana de nuestra Van y sé muy bien el porqué.
Mi sangre hierve de coraje pero mi rostro se mantiene sereno, cierro mis ojos para concentrarme en aquella melodía que suena en él móvil y espero a que los minutos para llegar a casa transcurran con rapidez.
Una vez que la Van se detiene soy el primero en salir sin dirigir mi mirada hacia atrás, sé muy bien que por esta acción los demás se sorprenden, pero después les prepararé una rica cena en señal de arrepentimiento por mí comportamiento.
Abro la puerta de la casa y al primer lugar donde me dirijo es al baño, azoto la puerta con fuerza descargando un poco este sentimiento que oprime mi ser. Aviento la maleta de entrenamiento a un lado y sin ningún cuidado despojo mi cuerpo de la ropa, pues siento me asfixia.
- Te odio…si tan solo pudiera ser capaz de decirte esas palabras, tal vez no tendría que contener este instinto asesino que invade mí alma. -Menciono al momento en que mis manos giran las llaves de la regadera, el agua a primera instancia está fría pero no importa, no cuando deseo calmarme o podría salir y encararte…y no, por hoy no deseo ver tu estúpida sonrisa.
Me pregunto mentalmente ¿Cuántas veces hemos hablado esto? Sinceramente muchas veces, sabes que no soy celoso y menos con nuestros compañeros, pero hoy en verdad te has pasado. Porque no tenías que abrazar a Jungkook de esa manera, no tenías que susurrarle al oído con aquella sonrisa que solo deberías mostrarme a mí, no debiste decir en aquel programa que él era tu favorito……Porque por primera vez quise asesinarte….¿Lo viste en mis ojos verdad? Y ello no te importo, porque apoyaste tu diestra en el muslo del maknae y en ese momento quise sacar este amor que siento por ti y desee que mi ser te olvidara.
El agua ya se encontraba templada, pero yo solo quería sentir como esta recorría mi cuerpo desnudo. Quería alejar todo este odio que ahora sentía por ti.
-Maldito enano….. – Grité de pura frustración y pegué con mi puño en la pared del baño, estaba tan metido en mí monólogo que jamás me di cuenta de nada.- Él no me gusta…….porque es horrible. Él no es mi tipo……porque es engreído. A él no le quiero…..porque odio su tonta sonrisa. Y mucho menos le amo…..¿Por qué debería amarle cuando no somos pareja?
POV Suga
¿Sabrías que todo era parte de mi plan? No, ni si quiera lo imaginabas.
Porque no tienes idea de lo mucho que me fascinas, de lo mucho que me encantas y mucho menos sospechas que te adoro. Porque nadie más que tú puedes invadir mi espacio personal sin que me den ganas de asesinarte por ello. Y mucho menos tienes idea de que llevaba todo el día tratando de hacerte enojar.
El primer intento con Rap Monster había resultado un fracaso total porque ni si quiera lo habías notado, luego el segundo tuvo el mismo final pues V era aún más raro como para que si quiera le prestaras atención. Pero si había a alguien por el cual siempre estabas pendiente era a Jungkook, porque es el pequeño y tu tonto instinto materno por él que por cierto odio, me iba a servir para llevar a cabo mi plan.
La mirada que me habías dedicado en aquel programa había valido la pena, pues mi deseo por ti en ese momento era inmenso y si no hubiera cámaras, tal vez te habría tomado en ese mismo instante.
¿Sabrían que la sonrisa que tenía en mi rostro era a causa tuya? No, posiblemente sólo tú lo sabías.
El resto del programa disfrute de esa mirada de furia que me dedicabas, no te dije nada y tampoco intenté acercarme a ti, es más me subí a nuestra van en un lugar alejado a ti y cerca de nuestro maknae. Al verte bajar como alma que lleva el diablo confirme que mi plan había sido un éxito y te seguí en silencio; estabas tan enojado que ni si quiera notaste ello.
Escuché detrás de la puerta una vez que entraste al baño y cuando escuché al fin el agua caer, saque de los bolsillos la llave y con mucho cuidado abrí sin que se produjera el mínimo sonido.
Una vez dentro de aquel baño no pude evitar escuchar todo lo que decías de mí y tuve que llevar mi diestra a la boca para acallar la risa que amenazaba con salir. Me tranquilice un poco y comencé a despojar mi cuerpo de la ropa, dejando está en el suelo.
Hablé de manera suave, con aquel tono de voz que odias porque denota superioridad y arrogancia en cada palabra.- ¿Así que dices que me odias y que soy un maldito enano? – Tu cuerpo entero brinco ante la sorpresa de descubrirme ahí o tal vez fue porque había escuchado todo lo que habías dicho de mí. – Dime H Y U N G – Y te llamé de aquella manera que tanto odiabas sólo para hacerte enojar aún más. –
POV Jin
Quería desaparecer en esos momentos, jamás pensé que escucharías todo aquello y mucho menos que te encontraras frente mío y mucho menos desnudo.
-Sí, te odio Suga. – Me armé de valor para decir lo que ya habías escuchado y entonces tu sonrisa se amplió más. Porque te acercaste a mí sin darme ni un segundo y empezaste a besarme de una manera feroz, necesitada y hasta posesiva. Ahora si no entendía nada ¿Qué carajos te pasaba?-.
POV Suga
Sus malditos labios eran mi perdición, por eso debía poseerlos. Te arrinconé contra la pared de aquella pequeña ducha y me importó un carajo si la pared estaba fría, debía callar tanta mierda que salía de tu boca; porque no eran tus palabras las que quería escuchar.
-Haré que tu cuerpo me demuestre si eso es cierto.- Murmuré contra tus labios al separarme un poco para tomar aire.-
De manera inmediata tu puño fue a parar a mi brazo, me golpeaste realmente fuerte pero ello sólo era el principio….lo sabía. Tus mejillas estaban tan rojas, me incline a lamer aquella zona y seguí mi recorrido para susurrarte al oído.
-Tú no me odias Jin, estás enamorado de mí.
No había más que descaro en mi voz y me dedicaste de nueva cuenta aquella mirada del programa, en ese momento cavaste tu propia tumba. Porque tome tu miembro con mi diestra y tuviste que morderte la lengua para no gemir. Entonces comencé con mi pequeño juego, mi mano se empezó a deslizar sobre la extensión de tu falo tan lento pero sin resistencia a causa del agua.
-Dime Jin ¿Por qué te enojaste?
Pegué completamente mi cuerpo al tuyo para que mi rostro quedara recargado en la base de tu hombro y mi aliento se perdiera en tu oído, tus botones rosas chocaban con mi pecho caliente, tan erguidos y es que siempre te excitabas tan rápido.
POV Jin
Lo sabía, tu tacto en mi cuerpo siempre me debilitaba y es que sencillamente me tenías.
Negué rotundamente a lo que afirmabas, porque yo no debía estar enamorado de ti, no de Min Yoon Gi. No cuando existían personas enojonas y tú, no cuando existían personas pequeñas y tú, no cuando existen en el mundo personas narcisistas y tú, no cuando existen personas de lo más egoístas y de nueva cuenta tú. Porque eres todo lo que siempre he odiado.
Mhh…- Mordí mi lengua al empezar a sentir como me masturbabas de aquella manera y cerré mis ojos al escuchar tu cuestión, no quería decirte…no cuando ello te haría sentir aún más importante.
“Contesta” me ordenaste y con ello sentí como tu otra mano separaba un poco mi espalda de la pared, aquella mano se colaba acariciando mi trasero, delineando con tu índice la división de mis glúteos y de manera rápida se hizo espacio tanteando mi entrada.
Sabía que podía liberarme de tu agarre porque era más fuerte que tú, pero es que ¿Cómo podría si sabías cada puto punto débil de mi cuerpo? Mis piernas temblaron y perdí la fuerza en ellas una vez que me empezaste a acariciar de aquella manera, sabía que pronto me iba a empezar a dejar llevar por el placer y ello lo sabías mejor que yo.
“¿Estás celoso?” Preguntaste al mismo tiempo en que tu dígito se abrió paso en mi interior y me quejé ante aquella incomodidad, no contesté y aquello te hizo perder la paciencia porque entonces introdujiste un segundo dígito y yo grite un fuerte “Si”.
POV Suga
Intentaba tener calma, pero te estabas negando a contestar cualquier pregunta, así que tuve que ser tramposo. Tu cuerpo siempre había sido más sensible que el mío o simplemente a ti te excitaban más las caricias, pero a mí siempre me han excitado más tus palabras.
Por más tonto que pareciera aquel “si” había hecho que mi entrepierna se endureciera y ni si quiera la habías tocado.
-Hay Jin…..¿Que voy a hacer contigo?
Pregunté al soltar tu miembro y sacar mi dígito de tu entrada. Giré tu cuerpo y te incliné, dejando a mi disposición ese trasero blanquecino que tanto amaba, de manera inmediata te abrace para dejar mi boca al mismo nivel que tu oído y te susurré un “Te amo”.
¿A quién podía engañar? Estaba enamorado de ti, de aquel hyung tan bobo y maternal, y aunque lo nuestro había empezado como simple placer con la gran excusa de poder liberar estrés, día a día empecé a sentir cariño que se transformó en amor, y ahora no quería dejarte ir.
-¿Quieres ser solamente mío?
Te pregunté a mi manera si querías ser mi novio.
POV Jin
Y entonces todo mi odio desapareció, porque te escuche decir lo que en sueños pensé que sólo existiría.
Agradecí la manera en la que nos encontrábamos porque no quería que vieras mi rostro en esos momentos, asentí con un leve “si” seguido de un “te amo” y todo empezó.
Jamás olvidaré ese día, porque no sólo marcaste mi cuerpo de esa manera, marcaste mi alma, mi ser y me profanaste más de una vez.
Posiblemente me escucharon todos nuestros compañeros pero eso a ninguno nos importó, ahora debo confesar que la ducha es mi lugar favorito.
-Maldito maniático sexual. – Murmuré al momento en que observaba mi cuerpo en el espejo, estaba lleno de marcas rojizas, seguí vistiéndome aun cuando sabía que me observabas.
Te dedique una última sonrisa antes de salir del baño y lo que paso a continuación provocó que mi odio por ti renaciera.
¿Quién carajos te creías? Maldito Suga. Porque gritaste al salir después de mi “Jin es mío ahora, es mi novio y el que se le ocurra tocar más de la cuenta a su madre les voy a cortar en pedacitos”.
Mi rostro paso de pálido a rojo en cuestión de segundos al ver la cara de nuestros compañeros ¿tanto miedo te tenían? Pero luego me relajé al escuchar a nuestro maknae reír y decirnos felicidades, seguido por un comentario de Jimin donde recalcaba que ya les había quedado claro después de que nos habían escuchado en la ducha.
Formé de nueva cuenta un puño con mi diestra y te pegue lo más fuerte que pude en tu hombro, no te quejaste; sólo sonreíste de esa manera amplia mostrando tus perlados y perfectos dientes. Solté un chasquido de mis labios de frustración antes de darme media vuelta y gritarte a todo pulmón.
-¡Te odio Suga!
Y nuestra casa se llenó de risas.
FIN