La oscuridad reinaba por completo la casa y ningún sonido llegaba a mis odios, por lo que, si no fuera mi casa, en la que había pasado los últimos tres años, no hubiera entrado. Sin embargo, también sabia el motivo, mi quinto aniversario con Eunhyuk era hoy
Empecé a subir escalón por escalón en las frías y oscuras escaleras hasta llevar al segundo piso, donde podía divisar luz bajo la puerta de nuestra habitación. Con el corazón galopeando fuertemente dentro de mi pecho, me acerque hasta coger el pomo entre mis manos, frio como la noche que estaba haciendo ese día
El olor a canela fue lo primero que percibí al entrar a la habitación, que estaba iluminada estratégicamente por ciertas velas rojas en algunos lugares, habían rosas en el piso con velas igualmente alumbrando el pequeño camino hasta la cama, donde reposaba una caja junto con un sobre
No fue mucho el tiempo que me tomo sentarme en la cama y coger la caja, encontrándome un traje color blanco divino, las palabras escritas de Eunhyuk en el sobre me impulsaron a moverme lo más rápido posible hacia el baño, que a diferencia del cuarto estaba completamente impecable, sin ningún pétalo de rosa o algún olor a canela que reemplazara el de flores que teníamos en este
Sópese la idea de darme un baño antes de cambiarme pero no le encontré sentido, ya llegaría el momento de bañarme esta noche y no sería solo, por lo que porque hacer esperar a Eunhyuk
Tras volver a bajar por las mismas escaleras frías y oscuras me encontré con un camino igual al del cuarto, llego de rosas y velas que me conducían hasta la amplia cocina que ambos compartíamos gracias a nuestros esfuerzos
Al entrar por fin visualice a Eunhyuk, recostado contra la barra, esperándome con una hermosa sonrisa en su rostros y una rosa en su mano y esta vez fue el quien camino hacia mí, acortando los pasos hasta tener nuestros cuerpos a solo centímetros de distancia
-Feliz quinto aniversario
La rosa que sostenía en su mano paso a estar en la mía mientras Eunhyuk tomaba mis labios dulcemente, moviéndonos sin querer profundizarlo, solo sentí el calor que nos proporcionaba el sentir al otro junto a ti, el amor que afloraba por cada poro de nuestros cuerpos y que gritaba a todo el mundo lo enamorados que estábamos
-Te amo
Le die dando una y otra vez pequeños besos sobre sus labios, produciendo el característico sonido que hacían mis labios al besarlo así
-Yo te amo mas
Sonrió repitiendo lo que yo hacía hace unos segundos, terminando ambos abrazados y besándonos. No sabía que era el cielo peor si me pusieran a comparar, este sería el momento perfecto, lleno de paz, seguridad y un completo amor que le tenía al hombre que me miraba con los ojos brillando, la ternura, cariño y delicadeza con la que siempre me trataba, la entrega que había recibido de su parte durante estos cinco años de noviazgo
Recuerdo el primer beso, la primera caricia tímida que ambos compartimos en la oscuridad de mi cuarto, la primera pelea en la que ambos no fuimos capaces de permanecer con el enfado por siquiera un día, siempre encontrábamos la manera de volver a estar juntos tras pedir perdón.
Si, puede sonar loco. Quien sería tan afortunadamente perfecto para tener semejante hombre con el que todas las mujeres o hombres sueñan tener, el para mí era completamente perfecto, nos entrelazábamos y necesitábamos siempre, tal vez dirán que es un amor enfermizo o posesivo pero en nuestra relación no hay ninguna de las dos, es solo una dedicación y unas terribles ganas por estar entre sus brazos, en el calor que ellos me proporcionaban y sonreír bobamente al escuchar las dos palabras que hacían que fuegos artificiales explotaran dentro de ti
-Cariño, la cena se enfriara si sigues en las nubes
Susurro acariciando mi mejilla, sacándome de los pensamientos en los que me había sumergido, trayéndome a la realidad, la hermosa y dulce realidad.
La mesa estaba organizada, había velas de igual manera y dos platos con sus respectivos cubiertos, había una cubeta de champaña acompañadas de las dos copas. Eunhyuk alejo la silla de la mesa, haciendo un movimiento como señal de que tomara asiento, asiéndome reír mientras obedecía y esperaba que el tomara asiento
La velada aun no terminaba, ambos habíamos subido por el mismo camino de rosas hasta el segundo piso, sin soltar nuestras manos ni un solo segundo. Ahora ya no estaba tan fría la casa, mi cuerpo ardía en calor mientras sentía las expertas manos de Eunhyuk desvistiéndome de a poco, depositando besos en cada parte que dejaba al alce de su vista, suaves caricias que me enloquecían por sentir sus suaves manos desplazarse cada vez más por mi cuerpo
El traje había quedado al olvido, en algún lugar del piso; ahora era yo el que estaba arriba de él, repitiendo sus acciones, desvistiéndolo, dejando la blanca piel que tenía ante mis ojos, ese cuerpo que me había enloquecido desde el primer momento, que elevaba mi temperatura y hasta mis pensamientos indebidos, que me transportaba a otros mundos
Tras despojarlo del bóxer que cubría su miembro, repetí la acción, quitándome los míos, que era la única prenda que nos separaba hace unos momentos
Las manos de Eunhyuk se había apoderado de mis caderas, cogiéndolas mientras yo descansaba sobre su cuerpo, ambos nos mirábamos directamente a los ojos, mirando lo que el otro pensaba, quería, sentía, compartiendo una sonrisa de complicidad cuando di el primer movimiento, tomando su miembro entre mis manos, sin presionar lo suficiente todavía, solo unas leves caricias con mis dedos, de la base hasta la cabeza
La presión y agilidad había ido aumentando conforme pasaban los segundos y ahora mis dedos se empavonaban de pre semen al llevar a la punta, su pene esta duro y las venas se marcaban en este pero por más que quisiera pasar la lengua por estas, todavía no era el momento
-Para… me correré…
Asentí mientras sonreía y sin aguantarme lo suficiente, acerque su pene a mi boca, depositando un beso o más bien succión en la punta de su boca, sacándole un gruñido de su boca pero que solo me alentó a seguir con lo que estaba haciendo. Que se correría? Sí, tenemos toda la noche para traer su miembro de nuevo a la vida, a nuestro placer y goce
-Oh Eunhyuk
Jadee empujándome contra la cabecera de la cama, cerrando mis manos en puños con la cobija entre ellas mientras sentía como Eunhyuk entraba deliciosamente a mi cuerpo acostumbrado a su tamaño, quien siempre lo recibía con todas las ganas. Era su miembro tomando cada centímetro de mi trasero, introduciéndose cada vez más, aumentando el placer, la excitación de sentir como su miembro me llenaba, sintiendo mis paredes darle paso a cada centímetro de él, acrecentando la excitación que se apoderaba en mi miembro
Gemí al sentirlo retroceder hasta casi salir y luego entrar de nuevo, con fuerza pero sin lastimarme, solo haciéndolo más placentero, más profundo, mas intimo; sentía como hacia la presión necesaria, sentía como su punta llegaba hasta el fondo golpeándome
Cada movimiento lograba estremecerme aún más, enredar mis piernas entre su cadera para que fuera más rápido, más profundo, quería todo de él. Cada gemido, cada jadeo y suspiro era para él y por el
Sentía las lágrimas querer escocer mientras la presión de querer correrme recorriéndome el cuerpo era agonizante, quería encorvar aún más la espalda, arañar su espalda más de lo que estaba haciendo, poder capturar el aire entre mis manos para tratar de tomar un poco de control y fuerzas peor no era capaz, no era capaz de explicar la grata sensación de falta de un no sé qué, una desesperación que te daba cuando llegaba a este punto, donde tu cuerpo pedía y gritaba por llegar por fin, y el gemido ronco que emergió de mi garganta al sentir la mano de Eunhyuk tomar mi miembro fue estremecedor, no fue mucho lo que dure, dos caricias de arriba a abajo al mismo ritmo de la penetraciones de Eunhyuk que golpeaba insistentemente mi próstata me hizo correr, vociferando quien sabe que mientras me revolcaba en la cama, con algunas lágrimas cayendo de mis ojos, la humedad de mi semen quedo en su mano y parte de mi cuerpo mientras poco a poco bajaba de aquel mundo de goce y completo placer hasta volver a aquella habitación que ambos compartíamos y donde Eunhyuk se seguía moviendo pero disminuyendo sus embestidas ya que en algún segundo de mi goce y corrida, este también lo había hecho llenándome por completo de el
Las palabras fueron pronunciadas, no había mucho que decir, ambos sabíamos cómo fue, lo que sentimos y solo nos faltaba recordar a la otra persona lo mucho que la amábamos, y eso fue exactamente lo que hicimos; susurros con te amo, fue lo que salieron de nuestros labios al posicionarnos ambos para dormir, juntos, reposando mi cabeza en su pecho como venía haciendo desde hace años. Este era mi hombre, al amor de mi vida y con el que siempre pasaría todo momento de mi existencia, con el que compartiría, reiría, lloraría cada cosa que experimentara. Es el hombre que me hace feliz, me hace sentir seguro de mi miso y es mi otra mitad
El golpeteo insistente de las gotas de lluvia cayendo sobre el techo, me trajo poco a poco a la realidad, me pesaba un poco los ojos tras haber dormido por lo que supuse toda la tarde, mientras trataba de acostumbrarlos a la oscuridad que reinaba la oscura y fría habitación.
No se escuchaba ningún otro sonido además de la lluvia pero el pecho se me empezó a encoger al recordar el sueño que había tenido. Mi subconsciente me martirizaba y me jugaba malas pasadas, trayendo a mí, mis recuerdos más preciados de aquel hombre con el que compartí todo, aquel que me amo hasta el último segundo y aquel mismo hombre que me abandono hasta que yo siguiera sus pasos y reencontrarnos en lo que suponía, sería el verdadero cielo
Al final podría decir que si estaré en el cielo junto a él, porque tras todos estos años compartidos y tan solo haber pasado una semana sin él, s eme hace tan imposible seguir soportándolo, la soledad y el frio no son para mí, necesito estar de nuevo en sus brazos y qué más puedo pedirle a la vida, solo me queda agradecerle por haberme dado la vida que siempre quise y de la que ahora me despido para reencontrarme con mi alma gemela