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El aniversario de mis sueños [VKook]. por Neverislate

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Notas del fanfic:

PERSONAJES:

Taehyung.

Jungkook.

COUPLES:

VKook.

Notas del capitulo:

Este capítulo está narrado desde el punto de vista de Taehyung. 

Eran las ocho de la mañana y la luz solar que ingresaba por la ventana me despertó, no podía evitar fruncir el ceño ante esa molesta situación, pero dicho semblante no me duró ni cinco segundos. ¿Cómo podría permanecer así siendo que a mi lado se encontraba aquel hermoso ángel? La noche anterior había ido por mi novio a su casa y con el permiso de sus padres lo traje a la mía; ellos sabían de nuestra condición sexual y nos apoyaban, al igual que mis padres.


 


Hacía más de un mes, más menos, he comenzado a trabajar a escondidas de mi novio, yo quería darle la mejor de las sorpresas cuando cumpliéramos un año de relación, él simplemente se merecía lo mejor.


 


¡Al fin había llegado el día! La emoción era demasiado grande, pero estaba nervioso. ¿Cómo conseguiría llevarlo hasta allí sin que sospechara? ¿Y si Jimin olvida lo que justamente anoche le pedí? ¡Demonios! Los nervios me enloquecían, pero debía ser optimista, todo saldría bien.


 


Pasaron unos pocos minutos y yo permanecí aferrado a la angosta cintura de Kook, velando por sus sueños y admirando su angelical rostro. Me sentía afortunado de tener un novio tan increíble, porque no sólo era hermoso físicamente... Él es el mejor, tan simple como eso. Su ternura e inocencia me enloquecían, al igual que lo sensual que podía llegar a ser, pero él no se daba cuenta de eso, claro que no... Como siempre, mi pequeño era todo un adorable despistado.


 


Hipnotizado por su hermosura, terminé depositando un suave beso sobre sus entreabiertos labios y a los segundos pude notar que me correspondía; lo había despertado.


 


— Que forma más linda de despertarme, hyung. —Susurró Jungkook sobre mis labios, sonriéndome como acostumbraba.


 


— Oh, lamento despertarte, bebé. ¿Has dormido a gusto? Tengo una sorpresa para ti el día de hoy.


 


— ¿Qué? ¿Una sorpresa para mí, hyung? ¡Dime qué es! —Exclamó mi pequeño, emocionado y sonriente mientras me miraba.


 


— Todo a su tiempo, bebé. Ahora vamos a desayunar. —Y antes de que pudiera decir alguna cosa, me levanté de la cama. Verdaderamente, adoraba dejarlo con la intriga.


 


Desayunamos unos huevos con tostadas y leche, cocinamos juntos y conversábamos de tonterías, ninguno de los dos tocó el tema de nuestro aniversario, pero era más que nada porque yo no quería, anhelaba decir todo lo que planeaba allá, en el lugar y no quería que algo se me escapara con anticipación, lo había planeado muy perfectamente. No deseaba que mis planes se arruinaran y sabía que Jungkook podía convencerme muy fácilmente con sólo sonreírme. Dios, este niño es mi debilidad.


 


Pasó tal vez una hora y al fin terminamos de comer, luego Kook fue a bañarse mientras yo lavaba la loza sucia. Mis padres habían salido ayer en la tarde y volverían pasado mañana, aunque fue más que nada a petición mía, no quería que nos estorbaran y pareció no molestarles. Al rato, mientras mi bebé se arreglaba, fui yo quien se bañó y claro, tardé mucho menos. Jungkook siempre ha sido algo lento para sus cosas, a veces he llegado a pensar que parece una chica, pero no me disgusta, él es perfecto así. Por mi parte, estaba tan ansioso que en alistarme tardé sólo un par míseros minutos.


 


Finalmente, pasó media hora y ambos estuvimos listos para partir. Jungkook no tenía idea de nada y su cara de curiosidad me encantaba, se moría de ganas de saber lo que planeaba. Sólo esperaba no decepcionarlo. ¿Tendrá expectativas demasiado altas? No digo que mi sorpresa sea mala, pero no sé. Estoy nervioso en realidad, de verdad deseo que esté contento en nuestro día. Tanto como yo lo estoy.


 


— Ya deje los misterios... ¿Adónde vamos? —Cuestionó mientras tomaba suavemente mi mano y entrelazó nuestros dedos—. No seas malo conmigo, hyung...


 


— Mi bebé, ya dije que todo a su tiempo... No arruines mis planes. —Y dicho esto, le regalé un beso en la punta de la nariz, al mismo tiempo que busca mi celular en unos de mis bolsillos—. ¿Me disculpas? Debo enviarle un mensaje a Jimin...


 


— ¿A Jimin? —Me miró con aún más curiosidad y luego abultó su labio inferior, esbozando un tierno puchero—. Está bien, está bien... no arruinaré su plan. —Bufó mientras arreglaba su cabello, el cual estaba perfecto, pero supongo que era para entretenerse en algo por mientras. Siempre tenía esa costumbre.


 


Pasaron pocos minutos e intercambié unos cuantos mensajes con Jimin, según me había dicho ya le había dado las indicaciones al hombre del taxi, quien nos llevaría. Al parecer, al fin había acatado mis indicaciones al pie de la letra. Es medio bobo aveces, pero qué se le podía hacer, es mi mejor amigo y siempre me ayuda, o lo intenta. Más bien, es como mi hermano.


 


Al cabo de unos pocos minutos el taxi había llegado y ambos nos encontrábamos saliendo de la casa. Como acostumbraba, le abrí la puerta del vehículo a mi novio y entré tras él. El viaje ya estaba pagado, todo estaba listo y sabía muy bien que cosas como esas no dejaban de sorprender al chico que me acompañaba. Se maravillaba con cosas muy simples en realidad, es algo que siempre me ha parecido muy tierno. Pasé mi brazo tras su nuca y dejé la mano sobre su hombro, acariciándolo al mismo tiempo que propinaba besos a su mejilla, quería mimarlo este día, quería que supiera lo mucho que lo amo. Y claro, él no se quedó atrás. Fue un trayecto lleno de mimos en realidad. Su sonrisa siempre estuvo en sus labios y no dejaba de repetir lo mucho que me amaba. Creo que nunca he sido más feliz. Más bien, es el tercer día más feliz de mi vida... El primero fue cuando lo conocí y el segundo, la vez que aceptó ser mi novio. Con él, mi vida se llenó de días felices.


 


Después de un largo trayecto en el que solo nos brindamos caricias y tiernos besos, pude percatarme de que ya estábamos llegando a nuestro destino, razón por la que saqué una venda negra de mi bolsillo.


 


— ¿Me permites?


 


— ¿Ah?... Cla-claro... —Titubeó en un volumen bajo mientras miraba con nerviosismo y por sobre todo, curiosidad, la venda que yo sostenía.


 


— Ya falta poco para que lleguemos, mi amor... Sólo aguanta otro poquito. —Dicho lo último, puse la venda en sus ojos y después de asegurarme de que no podía ver absolutamente nada, robé un beso de sus labios. Cuando me despegué y vi por la ventana del auto, una sonrisa se dibujó en mis carnosidades.


 


Por fin habíamos llegado. 

Notas finales:

Bueno, ojalá les haya gustado y lamento dejarlos con curiosidad igual que al pobre Jungkook. ¡Espero lean el siguiente capítulo!

Dejen sus comentarios<3.


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