Butterfly
Like a butterfly wanted fly but don't knew how it do…
Until that butterfly king arrived and taught him.
El pitido de los autos, el caminar de los ciudadanos y todos los ruidos del exterior era un constante recordatorio de que él seguía ahí. Kyungsoo era una persona que respiraba pero no por hacerlo significaba que él se considerara vivo, de hecho él sentía todo lo contrario.
Se sentía como un cascaron vacío-porque lo era.
Kyungsoo siempre había sido un niño introvertido, de pocas palabras pero tenía un inmenso mundo en su mente. Era como un pequeño Dios que observaba en silencio y era ignorado pero estaba continuamente presente. Ahora a sus veinte años continuaba siendo la misma persona, con sus mismas virtudes y defectos, solitario, callado e inteligente.
Por los pasillos de la universidad siempre se le veía solo, sin nadie a su alrededor y aunque quisieran, él no les daba vía libre para que estuviesen a su alrededor. Se mantenía en su mismo asiento, prestaba atención y dejaba lo mejor de sí en los estudios pero no tenía motivos-ni ganas para hacer amistades. No era su fuerte.
Kyungsoo era como una mariposa que quería volar pero que no sabía cómo hacerlo. Era como si fuese reprimido de su propia naturaleza pero él casi no se preocupaba por eso, porque estaba bien-lo sentía bien.
●
El día que lo conoció, él no está seguro del porque el chico nuevo le dirigió la palabra y esa mirada plagada de algo que desconocía totalmente. Fue totalmente inesperado pero a Kyungsoo lo habían educado bien, así que tuvo la amabilidad de prestarle atención mientras que el chico se presentaba.
—Hola.-Saludó el chico —Me llamo Jongin y soy el nuevo alumno.-Kyungsoo observó al muchacho que tenía a su lado derecho. Era de tez un poco más oscura que del resto, ojos color café oscuros, labios voluptuosos de un color rosa; Kyungsoo debía admitir que era-muy-atractivo.
—Hola,-Saludó Kyungsoo —soy Do Kyungsoo, mucho gusto.-se presentó. Lo que tenía que hacer para respetar la educación que su madre le enseñó.
—Un gusto Kyungsoo-ah.-Sonrió — ¿Cuántos años tienes?-curioseo un poco. Kyungsoo en cambio lo miró por unos cuantos segundos antes de responder.
—Veinte años.-Contestó secamente.
—Eres un año mayor que yo, entonces eres mi hyung.-Jongin le sonrió ampliamente y Kyungsoo sólo decidió ignorarlo. Durante el resto de la clase, Jongin trató de mil formas que hablara pero no lo hacía, en cambio Kyungsoo sólo le dirigía miradas llenas de veneno.
Fue así como el rey mariposa llegó a su vida.
●
Kyungsoo odio a Jongin como jamás había odiado algo en toda su puñetera vida. Había conocido a su contraparte porque si Kyungsoo era negro, Jongin era blanco. El más joven decidió por cuenta propia ser como una jodida lapa que no se despegaba casi nunca de Kyungsoo y eso, por supuesto que molestaba muchísimo al implicado.
Kyungsoo mantenía toda su ira reprimida pero después de un tiempo de conocer a Jongin, quien había conseguido más amigos, quienes iban con él donde Kyungsoo estaba, todo se fue por el desagüe.
— ¡Detente!-Gritó. Estaba cansado de Jongin, quien había llegado a su vida de chico introvertido que se mantenía en la soledad y aislado de las otras personas —Jongin, no me sigas más. No te quiero cerca de mí, ¿lo entiendes?
—No, no lo entiendo.-Respondió —No sé porque estas comportándote así Kyungsoo si lo único que estoy haciendo es estar contigo. ¿Qué tiene eso de malo?-preguntó molesto, cosa que provocó que Kyungsoo frunciera más el ceño.
—No te quería a mi lado tampoco quería a Chanyeol, Baekhyun, Yixing y Junmyeon, tú los has traído contigo y no me gusta. Nunca quise que te acercaras a mí, cosa que sigo sin entender porque lo hiciste, como tampoco quise que me brindaras tu amistad, no la necesite y tampoco la necesito ahora.-Trató de hablar calmadamente como el adulto que era.
—Te voy a decir porque me acerque a ti.-Kyungsoo miró la mirada que le lanzó Jongin; estaba plagada de seriedad, cosa que jamás había visto en Jongin, quien solía bromear junto a Chanyeol, reír y parecer un niño de kindergarten —Me acerque a ti porque desde el primer día que puse un pie en el aula y te vi, mi corazón bombeó sangre a una velocidad impresionante y sólo fue por verte,-rió —cuando te hable y escuche tu voz, fue lo mejor de toda mi vida. Conocerte fue interesante, fascínate y aprendí amar cada gesto, mirada, virtudes y tus defectos. Amo todo de ti.
— ¿Qué–?-Kyungsoo lo miró con el ceño fruncido. No, no, no, no y mil veces no. Jongin no podía estar diciéndole todo eso, no quería creerlo — ¿Estás diciendo que me quieres?-se mofó —Por Dios Jongin, no digas estupideces.
—Eso mismo te estoy diciendo Kyungsoo y amar no es ninguna estupidez. Quiero mostrarte todo el amor que siento por ti, quiero que vivas la vida y dejes de estar reprimido. No entiendo porque eres así y no, no lo odio pero quisiera que me amaras Kyungsoo-ah-El más bajo negó
—Déjame en paz, Jongin.-Fue lo último que soltó Kyungsoo antes de girarse y marcharse.
●
Desde ese día Kyungsoo se negó a dirigirle siquiera una mirada a Jongin y el menor en cambio era persístete, a pesar del rechazo del mayor. Kyungsoo cada día terminaba con involuntarios sonrojos cada vez que Jongin le decía cosas totalmente cursis que él jamás había dicho ni escuchado hasta ahora que Jongin lo estaba acortejando porque precisamente eso estaba haciendo el más alto.
Chanyeol junto con Baekhyun se pegaban más a él diciendo Jongin es un buen tipo, deberías darle una oportunidad como también las charlas tranquilas de Yixing y Junmyeon Jongin sólo quiere lo mejor para ti. Él te quiere mucho y tú necesitas darle una oportunidad al amor. Kyungsoo ya no se los podía quitar de encima, había intentado de todo pero todos ellos eran persistentes y él terminó aceptándolos tal cual.
La noche que Jongin dio un paso más allá de lo debido, muchas cosas se removieron en Kyungsoo.
●
Kyungsoo dejó de contar el tiempo y de ignorar a Jongin. El más joven le había hecho cambiar pero aun no aceptaba que, ahora después de un año completo, había aprendido amar a Jongin como el menor lo había estado amando desde que lo conoció.
No fue hasta el cumpleaños número veinte que Kyungsoo decidió darle un regalo especial. Todos sabían lo que Kyungsoo había planeado así que los dejaron a sola, después del recital de verano donde Jongin había participado.
—Hey Jongin,-Comenzó Kyungsoo, hecho un manojo de nervios —tengo algo que decirte.
—Espera un momento Kyungsoo-ah.-Cortó Jongin —Antes que digas algo, quiero hablar primero.-el mayor asintió —Quiero decirte que te quiero cada día más y que eso no va a cambiar tan fácilmente, si no lo ha hecho durante un año, no creo que cambie. Te quiero mucho y enserio te quiero conmigo.-Jongin caminó hasta quedar a unos cuantos centímetros de Kyungsoo —Por favor, acepta salir conmigo. Yo se que con el tiempo aprenderás a quererme como yo lo hago.
—Sí.-Contestó Kyungsoo, subiendo sus manos al cuello de Jongin y acerca una corta distancia su rostro del menor —Sí Jongin, quiero salir contigo.-acercó su boca a la de Jongin y lo besó. Fue un beso lento y efímero —Me enseñaste muchas cosas durante este año y te lo agradezco. Te quiero, también lo hago y todo fue gracias a ti que puedo vivir todas estas emocionas que nunca había sentido y lo siento, siento a ver lastimándote con mis palabras y mi rechazo continúo pero ahora, ahora deseo con todo mi ser que me enseñes más.
Una enorme y hermosa sonrisa se formó en los labios de Jongin, cosa que contagió a Kyungsoo. Ambos se sonrieron antes de besarse una vez más. Kyungsoo estaba eternamente agradecido con su novio por a verle enseñado tantas emociones, ver la vida de una diferente manera y conocer la felicidad.
Porque el rey mariposa llegó para enseñarle a la mariposa que se mantenía reprimida de su propia naturaleza a volar.