CAPITULO UNICO: HERIDAS DEL CORAZON.
Me encuentro tirado en el suelo, sangrando por los golpes que me dio mi marido Madara uchiha, me levanto como puedo, ya que siento como si mis huesos estuvieran rotos, me siento en el sillón, que se encuentra en la sala y lloro con amargura.
– ¿Por qué me lastimas, si yo te amo? –pregunte, sabiendo que no tendría una respuesta.
Deje de llorar, ya que no servía de nada, sentía un dolor en el pecho otra vez y yo sabía la razón, era porque con cada golpe, insulto que me decía mi esposo me mataba en vida, me preguntaba porque lo soportaba, podría huir de esa prisión y ser libre, pero había un problema, estaba encadenado a él, porque lo amaba, pero él no siempre fue así conmigo, todavía recuerdo cuando me propuso que me casara con él.
Flashback
Estábamos sentados en la playa, era de noche, se podía mirar la luna y oír el mar, era un paisaje esplendido, mi novio me miro con amor e ternura, se acercó a mí, me acaricio.
–Te amo naruto uzumaki, quieres casarte conmigo–dijo y me dejo de acariciar y de su bolsillo saco un anillo hermoso.
Tomo el anillo y se inclinó hacia a mí, en ese momento mi corazón se detuvo, lo mire y supe que era tiempo de formar una familia junto con la persona que amaba.
–Si acepto, ser tu esposo–dije con emoción.
El me coloco el anillo en el dedo anular, yo le sonreí.
–Gracias por estar a mi lado, estos dos años que estuvimos de novios, ahora serás mi esposo–dijo y me beso.
Ese día fue uno de los momentos más felices de mi vida, que marcaron mi destino.
Fin del flashback
Me levante del sillón y me fui al segundo piso, directamente a mi habitación, la verdad quería dormir, para poder olvidar esta pesadilla.
Pasaron dos días, en que no venía a dormir mi esposo, ya era normal para mí, siempre que me golpeaba, desaparecía dos o más días y luego aparecía para volver a golpearme o insultarme. Ese día estaba haciendo el quehacer, cuando tocaron el timbre, fui abrir, pero me sorprendí al ver a un pelinegro de aproximadamente veinticinco años.
–Tú debes ser el esposo, de mi tío–dijo con una sonrisa.
–Si soy yo, pero tu tío no se encuentra ahora, pero si quieres puedes pasar–dije con amabilidad.
–Gracias–dijo y cuando entro, note que llevaba una maleta.
Nos dirigimos a la sala, ahí le ofrecí, que si quería algo de tomar, hubo un silencio, hasta que decidí hablar.
– ¿Cómo te llamas? –pregunte y lo mire, mi corazón se aceleró, pensé en ese momento que era un joven muy guapo e sexy, con esa piel blanca, esos ojos y cabello color negro.
–Me llamo sasuke uchiha y tú–me miro de arriba abajo y yo me sonroje.
–Naruto uzumaki, piensas quedarte en esta casa–dije con curiosidad.
–Si ya más una semana, hace dos semanas que hable con mi tío Madara y me dijo que no habría problema, pero ahora llego y resulta que no está–me respondió y se me acerco e me acaricio el rostro.
– ¿Por qué tienes esta cicatriz en el rostro? –me pregunto y me miro con ternura.
–No es nada, solo me tropecé y me hice esa herida–dije tratando de disimular, ya que me estaba poniendo nervioso.
–Ah–dijo sin preguntarme otra cosa.
–Vamos, voy a mostrarte tu habitación–dije, me pare y el me siguió.
Transcurrió la semana, en que conviví con ese hermoso joven, ya que mi esposo no apareció, esa semana salí con él al cine, al súper mercado, entre otros lugares, también me enseño a cocinar nuevos platillos, platicábamos como si fuéramos amigos de toda la vida, le conté mi vida y el también, la verdad hasta se había olvidado todo este dolor que sufrí durante tres largos años junto a mi esposo, ese chico en una semana me cautivo, era feliz a su lado.
Pero mi hermoso sueño termino, cuando el último día de su estancia, llego mi marido borracho y me golpeo sin razón alguna, ese día sasuke había salido a comprar algo.
–Eres un puto, como te atreviste a engañarme con mi sobrino–dijo con enojo.
–No te engañado, tú fuiste el que dijo, que le ibas a dar alojamiento por una semana–dije, ya que estaba tirado en el suelo, con el ojo morado, por el golpe.
–Debiste correrlo, si sabias que no estaba yo, crees que es correcto que un doncel casado este viviendo con otro hombre–dijo con ira, me agarro del cabello y me arrastro.
–Ah basta–dije a punto de llorar, por el dolor que sentía.
En ese momento llego sasuke, nos miró y corrió a ayudarme.
–Tío, porque le pegas–dijo con coraje.
–Cállate sobrino, yo hago lo que quiero con mi esposo, mejor toma tus cosas y lárgate de mi casa–dijo con frialdad.
–Me voy, pero con naruto–dijo y se lanzó e golpeo a mi esposo.
Mi marido se paró y lo golpeo en el estómago, después sasuke lo golpeo en la cara e hizo que sangrara su nariz, se acercó a mí.
–Vámonos naruto–me dijo y me extendió su mano.
Lo mire, no lo dude y tome su mano, ya que no me arrepentiría de haber tomado esa decisión, mi marido aun seguía quejándose por el golpe, salimos de aquel lugar, dejando con ello ese infierno.
Después de eso pasaron tres años, en los cuales fui feliz al lado del que ahora es mi esposo, cuando le pedí el divorcio a Madara, fue difícil, pero al final me lo dio, luego fui novio de sasuke y ahora soy esposo e madre de un hermoso niño llamado Menma, el cual tiene un año, ya que antes en mi otro matrimonio, no tuve la posibilidad de tener hijos ya que Madara decía que me cuidara, porqué no le gustaban los niños.
Volteo porque mi esposo sasuke me habla.
–Te ves tan hermoso cargando a nuestro hijo– se me acerco y me dio un beso en la frente.
–Gracias, te amo–dije con amor.
–Yo también–dijo y me abrazo.
Con el tiempo comprendí, que el amor que me tenía Madara se acabó o posiblemente jamás me amo, ya que cuando nos casamos cambio su forma de ser conmigo, ahora ya no me importa el pasado, porque soy feliz con mis dos amores, mi esposo e hijo, pero esa mala experiencia, me dejo una lección, que cuando amas a una persona, no la lastimas, no la hieres y no le rompes el corazón lentamente, pero cuando la amas de verdad la proteges, le demuestras tu amor con acciones, entre otras cosas.
–Naruto te encuentras bien. –dijo sasuke
–Si solo estaba pensando, que soy feliz–dije sonriendo, ya que ahora ya no lloraba como antes, era feliz y me sentía libre de esa prisión, porque estaba con la persona correcta, el cual borro mis heridas con su amor y que amaría el resto de su vida.
FIN