Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo que eres para mí por ShuKoi

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas: Bueno, segundo fic de Get Backers pero primero escrito oficialmente XD. El anterior lo publiqué más rápido porque era mucho más corto que este, y llevaba menos detalles. ¿Pidieron Lemon? Aquí lo tendrán… Y seguramente más de algunos se preguntaron el porqué los demás no habían tenido suficiente participación en la relación de esos dos en el fic anterior… Pues realmente me desagrada que rompan el cuadro amoroso que esos dos forman … Aunque bueno, aquí, todos les dan un pequeño empujoncito (En especial Akabane…). ¡Espero y les guste!

Lo que eres para mí

“¿Sabes lo que significa la ‘S’ de Get Backers?... Significa que nunca estarás solo”

Así es.

Era la tercera vez en esos días en que corrí tan fuerte como pude a ocultarme. Subí al techo de la pequeña cabaña que compartíamos todos los Get Backers para respirar un poco de aire fresco y disminuir el calor de mi cuerpo. Empecé a tener miedo de que pensaras que no quería estar contigo, y es todo lo contrario, de hecho, no me faltan ganas de tomarte en mis brazos y llevarte conmigo, huir juntos y vivir la vida como queramos. Pero realmente hoy esa oportunidad se vio truncada debido a que Natsumi te ofreció uno de los pasteles especiales preparados por ella del Honky Tonk. Maldigo a veces tu glotonería.

Así que, aquí estoy. Tuve que irme solo… Aunque era lo mejor, porque quería ordenar un poco mis pensamientos y poner las cosas claras.

Ya llevo desde que te conozco con este dilema, no sé qué hacer. A pesar de eso, llevo unos tres días intentando hablar contigo a solas, pero con todo este lío de la mudanza y la compra de la cabaña, hemos estado reunidos todos los que conformamos el equipo de rescate desde aquella misión en la Fortaleza Ilimitada, y la oportunidad se ve bastante borrosa. Siempre aparecen Akabane, Shido, o Natsumi, cuando estoy a dos palabras de hacerte entender lo que me pasa.

¡Ja¿Sabes lo irónico del asunto? A parte de Himiko, que se dio cuenta desde el principio… ¿Quién más lo sabe?

Los que pensaron Dr. Jackal acertaron.

Kuroudo Akabane sabía todo. Tu peor enemigo, el ser que desprecias tanto. Lo sabía todo… y lo peor… es que fue él quien me aconsejó que te lo confesara.

- Flash Back -

Como cada vez que me sentía así, confundido, decidí subirme al techo de la cabaña. Tal vez porque me gustaban los lugares altos.

Empecé a pensar en voz alta. Eso me ayudaba más a concentrarme. Y a despejar mi mente…

- Ginji… ¿Por qué cada vez que te veo siento esto…? Las cosas han cambiado tanto desde que te conocí, desde que te vi brillando con tu propia luz, así como tu poder. Tus ojos llenos de brillo y alegría se cruzaron con los míos para cambiar mi vida, darme otra oportunidad. Decidimos fundar los Get Backers tú y o, utilizando nuestras iniciales como inspiración para el nombre. Yo inventé lo del significado de la “S”… ¿Sabes porqué? Porque lo que menos deseaba era que te alejases de mi lado. Ginji, eres mi todo. Me siento indestructible cuando estás conmigo, enteramente feliz. Pero al mismo tiempo, si te alejas y me olvidas, mi vida no tendría ningún sentido y dejaría entrar el fracaso con los brazos abiertos. Mi punto débil eres tú. Cada vez que tengo que separarme de ti me siento tan vacío… a pesar de que sé que puedes estar por tu cuenta y protegerte. Después de todo eres el gran Emperador Relámpago.

Ginji… Quisiera decirte con dos palabras… lo que mi corazón siente por ti…-

Al terminar, me recosté del techo, sintiéndome aliviado.

Aunque no tuve mucho tiempo de alivio, puesto que, casi de inmediato, sentí los pasos de alguien en los alrededores de la cabaña. Cuando observé, allí estaba, Akabane, sentado bajo un árbol.

- Doctor… Jackal… - Temí de inmediato. Si algo conocía del señor Kuroudo Akabane, era que deseaba derrotarte sobre todas las cosas. Y ahora sabía que si te derrotaba… yo moriría contigo.

- Buenas tardes, señor Ban Midou… Bonito día para sentarse a escuchar a los demás hablar solos…- Me respondió con aquella soberbia tan característica en él. Tajante, altanero, orgulloso. Temí aún más al saber que, ciertamente, me había escuchado.

- Sí, señor Akabane…- Intenté serenarme, pensar un poco, pero mi orgullo no me permitía hablarle decentemente – Hermoso día.- Así era cuando se metían contigo, además de afectar mi orgullo, afectaba mis sentimientos y mi raciocinio.

El majestuoso hombre, con un sutil movimiento, se subió al techo, sentándose a mi lado y sonriendo.

- Con que el gran Ban Midou se ha enamorado…- susurró, acomodándose sutilmente el traje y el sombrero de color negro.

Mis ojos se abrieron de par en par, sintiéndome indefenso, puesto que las palabras de aquél asesino en serie eran ciertas. Estaba enamorado, entera y completamente, enamorado de ti, de tu sonrisa, de tus ojos, de tu cuerpo, tus cabellos… Enteramente de ti, y tu luz eterna. Ginji… tú eras mi luz.

- ¿Quién iba a creerlo? Y de Ginji Amano… el Emperador Relámpago… ¿Acaso uno de sus destellos, ha iluminado tu corazón…? – Sonreía. Sonreía sinceramente.

Por fin, pude respirar algo más tranquilo.

- Así es. Uno de sus destellos iluminó mi corazón y me hizo caer rendido a sus pies…- Suspiré. Y lo peor era que no sabía tus sentimientos hacia mí… ¿Sería correspondido de la misma forma?

- Es notorio. La señorita Himiko se percató desde un principio, yo le pregunté, y ella me lo afirmó.- El hombre de traje elegante y esbelta figura me miró a los ojos. - ¿Sabe, señor Midou? Sé que Ginji… es un poco despistado en muchas cosas… Pensé en un momento de mi vida que me había enamorado de ese ser, pero realmente mi inquietud eran sus poderes…- Soltó, como un golpe de sinceridad repentino. – Pero yo no tengo experiencia en este tipo de asuntos, dudo que algún día pueda saber lo que es amar a alguien y que te amen en respuesta… Creo que tiene muchos rivales allá afuera, la mayoría de ellos lo rodea diariamente. Incluso le digo que en algún momento el señor Amano pueda sentir algo por mí y yo ni enterado-

- ¿Sabe usted qué, señor Akabane? – Pregunté de vuelta. – Yo pienso lo mismo. Sospecho de usted, de Natsumi, de Kadzuki, de Juubei, de Shido, de Madoka, Hevn, Himiko y de MakubeX… Hasta llegué a dudar de Paul…- No pude evitar el sarcasmo. –De hecho, sé que Ginji es cariñoso con cada persona que se le ponga enfrente. Eso me molesta… pero si llegase a amar a alguien, el primero que se daría cuenta sería yo… O eso espero.-

Observé fijamente al otro al momento en que profirió una sutil carcajada que llegó a mis oídos simulando una dulce melodía. Ese hombre de traje y cabellos azabaches, era tan majestuoso que incluso dudé que alguien no llegase a amarlo. Es decir, era tan elegante y perfecto, que no se le puede negar nada…

- En realidad el señor Amano es cariñoso con todo lo que se mueva…- Rió otra vez, mirándome, y sonriendo.

- Sí, tienes razón…- Asentí, riendo también, contagiado por sus risas.

Cuando ambos terminamos, Jackal me miró a los ojos.

- Señor Midou. Le quisiera dar un consejo. No puedo negar que desde la visita a la fortaleza usted y Ginji son bastante unidos… Pero… le aseguro que si le confiesa sus sentimientos a él, todo estaría más claro… para ambos…-

- Señor Akabane… ¿Por qué me está diciendo todo esto? – Pregunté, intrigado por la franqueza de sus palabras y la serenidad en su rostro.

- ¿Sabes por qué, Ban? – Respondió de inmediato. – Porque no hay sentimiento que respete más que el amor… Y el tuyo, es el amor más puro que hay, puesto que no te interesa nada, ni el hecho de que Ginji también sea un hombre, ni sus poderes, ni su condición… nada… simplemente lo amas y seguirás afirmándolo hasta que logres que él te ame de vuelta… Por eso…-

- Fin del Flash Back -

Así fue, como, hoy día, pensé en decírtelo. Pero las cosas simplemente no se dieron.

- Ginji… ¿Cuándo podré decirte que te amo…?-

- ¿En serio? – Preguntó una voz detrás de mí. Me volteé bruscamente, y me encontré con tus ojos. Con esos ojos castaños que tanto me hipnotizaban. – Pues hoy sería el día indicado…-

Detrás de los arbustos, escuché unas leves risitas. Eran las chicas. Hevn, Natsumi y Himiko. Malditas. Seguro y ellas planearon todo esto… Aunque también distinguía el sonido de suaves cascabeles y una capa ondeando al viento. Kadzuki nos espiaba y Jackal también estaba presente.

- ¿Sí…? – Pregunté, levantándome de golpe y estrechándote en mis brazos. – Te amo. Te amo más que a nada en este mundo, más que todo. Eres lo más importante en mi vida…- Saqué todo de mi interior de un solo golpe. Disfrutando cada palabra.

Sentí tu cuerpo relajarse en mi abrazo, respondiéndome, y susurrando.

- Yo también te amo, Ban. Desde que te conozco…- Respondiste. Me soltaste y me besaste como jamás habías besado a nadie. Me sentí en el cielo con esa simple acción tuya, tomando las riendas. Había esperado tanto tiempo por tenerte en mis brazos…

Aunque recordé dónde estábamos, y que no éramos precisamente espectáculo público, así que te tomé entre mis brazos, disfrutando el tacto de tu delgado cuerpo entre mis brazos como nunca, y bajando del techo, introduciéndome en la cabaña, y metiéndonos a ambos en la habitación que compartíamos cada noche. Claro, ninguno de los dos sabía los sentimientos del otro hasta ese momento…

- Ginji… Te amo…- Susurré, besándote una y otra vez, disfrutando de tu sabor y tu dulce piel estremeciéndose a mi tacto.

- Yo también, Ban…- Jadeaste, moviendo tu cuerpo lentamente para respirar. Estabas sintiéndote cohibido ligeramente, pero esa pasión que sentía debía ser revelada. Te necesitaba.

Así que dirigí mis labios más abajo, luego de despojarte de la camisa y la chaqueta, que entorpecía mi trabajo y lo hacía más lento y tortuoso para ambos. Cuando empecé a besar tu pecho, jadeaste un poco más fuerte, aferrándote a las sábanas de la cama, intentando calmar tus nervios y de paso concentrar tus fuerzas en otro punto. Unas pequeñas chispas brotaban de tu cuerpo. ¿Serían nervios?

Continué con mi labor hasta dejarte completamente desnudo. Disfrutando de la vista de tu cuerpo bronceado bajo el mío a mi merced. Completamente mío.

Dejabas escapar unos suaves suspiros que me parecían lo más hermoso que había escuchado en mi vida entera, mientras yo me desvestía lentamente. En tus ojos veía tantas cosas… me veía completo, me veía junto a ti… Sentía que te amaba tanto… Como si te hubiese estado esperando toda mi vida…

- Ginji… si te duele…- Negaste con la cabeza, y luego me miraste, decidido. Querías que prosiguiera, sin importarte nada. Y eso me encantaba. Al terminar con todas las preparaciones para que te doliera lo más mínimo, y lo hice. Uní nuestros cuerpos para ser uno contigo.

Sentí un poco de contracción en tu cuerpo, soltaste un leve quejido y tus mejillas se encendieron de una manera escandalosa. Era una de las visiones más hermosas, tu rostro así de sonrojado y a mi merced. Unido a ti, pude jurar que toqué el cielo. Luego de mantenerme un rato quieto, sentí que tu cuerpo perdía tensión, y empezaba a abrirse a mí. Sonreí, tomando tu mano y entrelazando nuestros dedos, demostrándote todo mi afecto, besando tu rostro y moviéndome lentamente. Lo que menos quería, era lastimarte. Gemiste levemente, dándome a entender que lo estabas disfrutando. Y yo también. Empecé a moverme un poco más, deseando escucharte gemir aún más. Era el hombre más feliz sobre la tierra.

Cuando ambos alcanzamos nuestro límite, me desplomé sobre ti, respirando agitadamente por todo lo antes sentido. Jamás sería más feliz que ese día.

- te amo, Ginji.- Susurré, agregando luego, esta promesa. – Por siempre.-

- Por siempre, Ban…-


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).