Rachel toco decidida la puerta, sabiendo que Dylan no estaría a esa hora. Siguió tocando, cada vez con más insistencia, hasta que la puerta se abrió. Miro directo a los ojos de Jay.
.- quiero hablar contigo.-dijo, al tiempo que pasaba sin recibir invitación para entrar. Volteo de nuevo a ver Jay, que había cerrado la puerta. Llevaba una camisa azul que le quedaba grande. La conclusión de a quien pertenecía esa camisa le molesto.
.- Dylan vuelve en un rato.-
.- deja de hacer eso.-
.- ¿Qué…?
.- te vi besándote con Dylan. No finjas ser tierno.-
.- ah, eso.- Jay le sonrió.
.- me dejaste hablar, e incluso negaste que Dylan saliera con alguien.- lo miro con enojo.
.- tu preguntaste solo por chicas, no por chicos.- le respondió, en un fingido tono de inocencia. Sus ojos la miraron con malicia.
.- ¡aléjate de Dylan si sabes lo que es bueno para ti!-
.- no quiero.- Jay siguió de pie, mirándola, sin inmutarse ante su arrebato.- tú y Dylan no son nada, no tendría porque sorprendente que Dylan salga con otras personas.-
.- solo te estas aprovechando de él… seguramente lo estas chantajeando.-
.- ¿chantajear?- Jaysonrió de nuevo, con burla.- no fui yo el que inicio esto. Dylan había dicho que no quería, me dejo clara su opinión, y yo no iba a insistir. Pero él…- Jaysoltó una risita.- después sus acciones invalidaron sus palabras.-
.- tu solo le causaras problemas a Dylan.- siseo mientras se dirigía a la salida.- esto no es mas que un error, y hare que él se de cuenta.- salió molesta. Había esperado que la escena que había visto en la tarde anterior no hubiera sidomás que un error, algún juego o un malentendido. Comprobar que no lo era había sido como volver a ver ese beso, solo que ahora podía suponer mucho mas. Sus manos, en puño desde que hablara con Jay, se abrieron, relajadas. Aun no dejaría de insistir. Hablaría con Dylan, y le haría ver el error que cometía.
Jay vio a Rachel salir completamente molesta. Sonrió, convencido de que las cosas no habían salido como ella planeaba.
No era la primera vez que veía a alguien reaccionar como Rachel. En su casa, actitudes como esa, o peores, eran cosa de diario, por lo que no le había intimidado, sino que por el contrario: había sido muy divertido ver los gestos molestos que hacia Rachel ante sus descaradas insinuaciones. Le alegraba además el hecho de que ahora ella supiera sobre ellos, aun mas la forma en que se había enterado.
Recordó como había salido el día anterior, pues Dylan quería comprarle ropa y quería que fuera con él, como él no quería salir, Dylan lo saco, como siempre, a la fuerza. Iba tan nervioso que no había estado prestado atención a nada, hasta que Dylan lo beso. Como Dylan nunca lo besaba, la sorpresa fue suficiente como para olvidarse de su miedo.
Se dirigió a la cocina de buen humor. Estaba en busca de algo para comer cuando escucho la puerta abrirse.
.- Jay.- desde que había sido llevado, Dylan siempre lo llamaba cuando llegaba a casa.
.- llegas temprano… Dylan, tengo hambre.- salió de la cocina, haciendo pucheros. Dylan había llegado justo a tiempo.
.- siempre tienes hambre… traje algo para ti.- Jay reconoció la bolsa que Dylan llevaba, y se abalanzo sobre ella, quitándosela de un jalón.
.- ¡comida china!- se sentó en el suelo, comenzando a sacar los empaques de la bolsa.
.- Jay, no es… ¿Por qué traes mi camisa?-
.- la mía se mojo, tenía que cambiarla.- respondió, sin interés.
.- pero tienes tu propia ropa.-
.- pero la tuya me gusta más.- volteo a mirarlo, con una de esas expresiones que sabía que hacían que Dylan hiciera todo lo que pedía, o accediera a lo que quería. Lo vio suspirar, rendido. Sonrió, victorioso, y entonces reparo en la chica que estaba detrás de Dylan. La miro con curiosidad, ella también lo miraba fijamente.
.-Jay, ella es Vanessa.- Dylan explico al ver las miradas que se dirigían.- es una buena amiga mía.- la chica era un poco más alta que él, tenía el cabello rubio y lacio, sus ojos, de un café más oscuro que el de Dylan, le miraban con incomodidad.
.- ¿Qué hace aquí?-pregunto, con desinterés, volviendo a la comida.- nunca traes a nadie.- siguió comiendo, pensando también en Rachel.
.- quería que te conociera. Ella piensa que solo te estás aprovechando de mí.-
.- ¿Por qué?- miro sorprendido a Dylan y luego a Vanessa. Sabía que de alguna manera eso era cierto, pero no lo hacía porque quisiera.- yo no haría eso. Me gusta estar aquí… y no me regresaste.-
.- lo sé.- Dylan le despeino el cabello, como hacia siempre.- si no comes se enfriara. Y usa la mesa, no comas en el suelo.- le dijo, yendo a la cocina y haciéndole una seña a Vanessa para que lo siguiera. Los siguió con la mirada, algo desconfiado.
Vanessa vio de reojo a Jay hasta que entro en la cocina de Dylan. Había estado en silencio, esperando, y agradecía que Dylan la conociera lo suficiente como para saber que querría hablar con él a solas.
.- Dylan… ¿en serio estas… saliendo con él?-
.- emm si.-
.- ¡pero…!-
.- shh.- ambos miraron a la puerta, pero no pasó nada.
.- pero si es un niño.- siseo.
.- tiene quince. Pronto dieciséis.-
.- aun así es menor de edad. Esto es completamente ilegal ¡y lo sabes mejor que yo!-
.- Vanessa, eso lo sé no tienes que decirlo. De verdad que intento hacer esto lo más… legal posible. Además, mientras nadie reporte esto no habrá motivos para alarmarse.-
.- y por eso lo besas en medio de la calle.-
.- eso fue… ah, la verdad no sé qué fue, no soporto verlo asustado, y ayer estaba algo nervioso, es la primera vez que pasa.- cerro los ojos suspirando.
.- ¿a qué se refería con no me regresaste?- pregunto.
.- larga historia. Tiene que ver con Jonh.-
.- no me digas mas.- lo pensó unos momentos, recordando a esa persona.- ¿entonces de ahí lo sacaste?-
.- yo no lo saque, fue un regalo que me dio por el último favor que le hice.-
.- ¿Por qué no lo regresaste? Conociéndote eso sería lo primero que hubieras hecho.-
.-trate, pero Jay no me dejo, me rogo que no lo hiciera, y pues…-
.- vaya… entonces él era… el fue…- tartamudeo, recordando los negocios en los que se manejaba Jonh.
.- no, John dijo que solo trabaja con chicas, no con chicos. El padre de Jay lo dio como pago a sus deudas y John solo lo tuvo encerrado hasta que pensó que sería un buen regalo para mí.-
.- que considerado.- no pudo evitar reír, imaginando la cara de Dylan cuando encontró el regalo de John. Que John pensara que a Dylan le iban lo chicos también le divirtió.-… pero admito que tienes razón, parece un buen chico.-
.- te lo dije… aunque le tiene miedo a la oscuridad, a salir a lugares muy concurridos, y antes era a salir a cualquier lugar. Tampoco confía en las personas que conoce.- menciono, suspirando.
.- excepto tu.-
.- no lo regrese.- explico sencillamente.
.- pobre de él.- suspiro.
.- pues él dice que no le importa. Su familia no estaba muy bien antes de todo eso.-
.- entonces… ¿tú lo piensas cuidar?- pregunto tras un breve momento de silencio.
.- pues claro. No puedo dejarlo solo en su situación actual. No tiene a donde más ir.-
.- entiendo.-
.- quiero pedirte un favor.- ella lo miro, sin decir nada.- por las cosas que han pasado, Jay ha dejado de ir a la escuela…-
.- veré si puedo encontrar un lugar en…-
.- no.- la interrumpió.- aun no creo que Jay quiera ir solo a una escuela.-
.- ¿entonces?- Dylan la miro, con un gesto implorante. Le costó un poco entender el silencio y la mirada de Dylan.- espera… Dylan no… no creo poder…-
.- por favor.-
.- ah, Dylan esto es…-
.- por favor.-
.- Ah, está bien, le daré clases particulares.-
.- gracias, eres la mejor amiga que he tenido.-
.- seguro que él no quiere.- murmuro, tratando aun de salir de eso.
.- no es asunto de que quiera.- Dylan le sonrió.
.- mira las cosas que me hago por ti.- negó con la cabeza.- por cierto, Rachel te vio besándote con el ayer. Yo estaba con ella.-
-¿en serio?-
.- si, y no se veía muy contenta.-
.- lo tendré en cuenta.-
.- también te recuerdo que él aun es menor de edad, y podría ser un problema.-
.-seguro que eso es lo que dirá ella…-
.- ¿te causo problemas?- la pregunta, proveniente de la puerta, les sobresalto. Jay estaba en la puerta de la cocina, aun con la camisa azul y descalzo. Tenía un tenedor en la boca, y los miraba sorprendido.
.- no Jay…-
.- pero ella lo dijo…-
.- olvídate de eso.- vio como Dylan se acercaba a Jay y le revolvía el cabello.- de ninguna manera me causas problemas… y ponte zapatos o te enfermaras.- Jay le sonrió, aun con el tenedor en la boca.
.- siempre me dices lo mismo.- Jay rio y salió saltando de la cocina, en un claro desafío a las palabras de Dylan.
Vanessa estaba sentada en el sofá de Dylan, mirando la expresión confundida de Jay. Apenas eran las ocho de la mañana. Dylan la había citado a esa hora, pues sus clases eran por la tarde, y Dylan trabajaba por las mañanas, era la única hora a la que podían reunirse temprano. Demasiado temprano para su gusto. Dylan acababa de decirle a Jay que ella le daría clases particulares, y la expresión somnolienta de Jay había pasado la confusión.
.- ¿Qué?- fue lo primero que dijo Jay, después de un momento.
.- Vanessa te dará clases a partir de hoy.- repitió Dylan.
.- ¿Por qué?-
.-porque no pienso dejar que no sigas estudiando, y en vista de que no pareces dispuesto a ir a una escuela, esto es lo que se hará.-
.- pero yo no…-
.- no es cuestión de que quieras.- trato de reprimir un bostezo mientras veía la expresión enfurruñada de Jay.- y será mejor que te comportes.- Dylan sonrió, se levantó y despeino el ya despeinado cabello de Jay.- te hará bien hacer algo más que vaguear.-
.- está bien.- murmuro Jay.
.- compórtate con Vanessa.-
.- no tengo tres años.- respondió Jay, ofendido. Dylan sonrió.
.- me tengo que ir… volveré lo más temprano que pueda.- ambos vieron como tomaba sus cosas y salía. Se quedaron en silencio, sin mirarse.
.- emm… pues…. Nos vamos a ver muy seguido…. Y… emm… ammm…- comenzó, no muy segura de que decir.
.- no quiero despertarme temprano.- parpadeo, y lo miro fijamente unos momentos, y luego sonrió.
.- yo tampoco… por eso doy clases en la tarde.- Jay le sonrió también.- ¿estaría mejor que viniera como a las diez?-
.- si, me gustaría más.-
.-bien… te hare unas preguntas para saber de donde debemos comenzar.- Jay asintió enérgicamente. Ella sonrió con tranquilidad, relajada por primera vez esa mañana.
Dylan salió poco antes de la hora de la comida. Sabía que Vanessa entraba a clases a las cuatro. No le preocupaba que dejara solo a Jay, pero la idea de haberlo dejado con Vanessa… Jay podía ser algo… suspiro mientras llegaba. Tal vez Vanessa ya se había ido. Abrió, viendo vacía la sala y solos los sonidos de la cocina le indicaban que en el lugar había alguien.
.- ¿Jay?- Jay salió de la cocina, sonriendo.
.- ¡Dylan!- Jay corrió y se abrazo a él, mientras por su parte le acariciaba el cabello.- ah, Dylan, Vanessa me enseña a cocinar.- exclamo de pronto.
.- ¿cocinar?- levanto la mirada. Vanessa estaba en la entrada de la cocina, sonreía.
.- ya terminamos con los estudios.- explico Jay, mientras corría de vuelta a la cocina.
.- espero que te hayas comportado.-
.- lo hice, pregúntale a Vanessa.- grito desde la cocina. Vanessa asintió cuando la volteo a ver.
.- me tengo que ir ya. Nos vemos mañana Jay.- alzo la voz para que Jay la escuchara. Se dirigió la salida, y él fue con ella a la puerta.- tenías razón.- dijo de pronto.
.- ¿sobre qué?-
.- sobre Jay… tendrás que contarme exactamente lo que paso para llegara aquí.-
.-llegaras tarde.- Vanessa rio y se despidió con un gesto de la mano. El sonrió y volvió a entrar de nuevo.