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December. por tori-chan

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Notas del capitulo:

Aquí les traigo mi nuevo One Shot del KrisSoo, es una de mis OTP's favoritas y hacía tiempo que no hacía nada de ellos. ¡Que disfruten!

La calle estaba cubierta por una gruesa capa de nieve, donde no daba un paso sin que este le tragara hasta algo más arriba del tobillo. Tenía las manos heladas a pesar de llevar guantes. Por no olvidar su nariz que había alcanzado un tono rojizo por el frío y sus labios estaban empezando a romperse por el mismo.

El moreno bajito arrastraba sus pies por las calles, casi a punto de desfallecer del frío invierno que se le estaba viniendo encima en cuestión de minutos.

Hacía una hora que había salido del aeropuerto y, tras media hora en taxi empezó a nevar de forma catastrófica, así que el conductor no puedo llevarle más allá, así que allí se encontraba, en medio de alguna calle de China, buscando un apartamento en concreto.

No tenía buena memoria para algunas cosas, cómo los bailes o la fecha exacta de algo, pero la calle de esa persona se acordaba como si se la estuvieran diciendo en ese preciso momento.

Volar desde Japón a China sólo por estar con él era algo arriesgado, y más si se enteraban… Si se enteraba alguien más que no fuera su líder el cual sólo quería ver feliz al pequeño vocalista de ojos saltones y sonrisa acorazonada.

Miró el edificio desde abajo. Elegante, con hielo y nieve en los bordes de las ventanas y un portero dentro de una pequeña recepción, más que un edificio de apartamentos parecía un hotel.  El moreno se adentró despacio, frotándose las manos lentamente e intentando mover sus dedos que estaban en camino de la hipotermia al igual que el resto de su cuerpo. Se acercó despacio hacia el hombre y habló en un tono bajito.

—Di-Disculpe…— El hombre alzó la cabeza de una pequeña revista que estaba leyendo y se subió las gafas que le resbalaban por el puente de su nariz. — ¿El apartamento de Wu Yi Fan…?

—La ultima planta, el ático.

—M-Muchas gracias…

El menor seguía congelado, sus dedos poco a poco se iban moviendo pero aun así dolían. Pero no más que su corazón. Subió al ascensor y pulsó la última planta, teniendo más de veinte pisos para pensar que le diría cuando estuviera delante de él.

En menos de lo que pensaba llegó al piso indicado, viendo como las puertas se abrían y a unos escasos pasos se encontraba una puerta de madera clara y alta. Suspiró con fuerza antes de morderse el labio inferior, notando como sus ojos picaban por las lágrimas que iban a salir de ellos. Tras unos segundos, llamó a la puerta y luego miró su reloj de pulsera, sin poder desviar la mirada al anillo de su dedo, mordiéndose el labio inferior.

El silencio invadió el pasillo, y el menudo pensó que el mayor podría estar durmiendo, pues era bastante tarde. Su móvil empezó a vibrar en su bolsillo, y este se asustó, abriendo los ojos y cogiéndolo sin mirar quien era.

—¿Sí…?

¿Hyung? ¿Dónde estás? No te encuentro por el hotel y…

—JongIn-ah… Estoy en China…

¿Qué haces en…?— JongIn  suspiró al otro lado del teléfono, y el menudo pudo notar que estaba algo molesto. — ¿De verdad has ido a verle? ¿Después de todo lo que te ha…?

—No eres el más indicado para hablar, JongIn. — La voz del mayor sonó fría y JongIn suspiró al otro lado.

Haz lo que quieras, mira. Sigue detrás de aquél que te abandonó tras prometerse contigo.

—JongIn.

¿Qué?

—Vete a la mierda.

El vocalista cortó la llamada sin más, apagando el teléfono móvil antes de suspirar con suavidad y apoyar su frente en la pared, más arriba del timbre. Lo miró con los labios apretados antes de llevar su mirada al anillo de su dedo anular, rozándolo después con los labios antes de armarse de valor y llamar.

Esperó unos segundos, y ni siquiera escuchó un solo ruido. Apoyó su mano en la puerta, derrotado mientras sus lágrimas caían de sus ojos con fuerza hacia su mentón, perdiéndose en suelo antes de escuchar cómo el ascensor se abría tras de él y unos pasos se detenían. Tragó a duras penas saliva antes de incorporarse un poco (se había inclinado al apoyar la frente en la puerta), y mirando hacia atrás, viendo la figura de un chico de casi pelo blanco que le miraba con el ceño fruncido antes de que su expresión se relajara.

—KyungSoo…

—K-Kris…

Su miradas conectaron y al menudo no le dio tiempo a hacer nada más que volver a llorar. Haciendo que el mayor de los dos sonriera suavemente, dejando las bolsas de plástico que portaba en el suelo para acercarse al chico y rodear su cintura y hombros con los brazos, pegándole a su pecho mientras le escuchaba llorar.

—I-Idiota…— Kris reía levemente antes de negar y dejar un pequeño beso sobre su cabeza. KyungSoo se tranquilizó al instante antes de notar como una de las enormes manos del mayor se posaba en su mentón y lo subía, dejando un beso suave, lento, dulce y deseado por ambos en los labios contrarios.

Llevaban meses sin hablar, sin saber del otro. Necesitándose y amándose, quizás, más que nunca ni a nadie. Kris avanzó hasta acorralar al menudo en la puerta de su apartamento, cogiéndole de los muslos para que las delgadas y blancas piernas del chico rodearan su cintura y así llegara mejor a esos labios tan dulces y amados por el mayor.

El menudo no tardó en dejarse llevar, le necesitaba más que nunca quizás, y más esos días de navidad que echaba de menos ir a dormir con él. Sus piernas se agarraron bien a la cintura del chico y sus manos llegaron a su espalda, notando lo fría que estaba su chaqueta, pero le daba igual. Ahora mismo estaba necesitado de esos perfectos labios que eran los del chino.

Tras unos instantes demasiado cortos para ambos, se separaron, suspirando por la falta de aire mientras se miraban con los ojos brillantes (KyungSoo más que Kris) y los labios rojos. Kris bajó lentamente al menudo de su cintura, mirándole a los ojos antes de pegar su frente a la de él.

—¿Qué haces aquí…?

—Te necesitaba…

—Y yo a ti… Siento mucho no haber ido a verte… Soy idiota…

—Lo eres, sí…— KyungSoo rió suavemente mientras que Kris le acariciaba una mejilla con una de sus manos y el menudo moreno le dejaba un beso en la palma de esta. — Pero yo te amo así…

—KyungSoo… Os dejé… Te dejé sólo y…

—Me da igual…

—¿Quién es el idiota de los dos, tapón? — Kris rió sin poder evitarlo, viendo como KyungSoo miraba a otro lado. — Yo también te amo.

Una sonrisa idiota se puso en los labios del menudo, antes de apartarse de la puerta cuando este sacó las llaves tras coger las bolsas, entrando dentro de su apartamento seguido de él. El menudo lo miró todo, sin perderse detalle de nada.

Era un ático, así que había dos plantas, casi abiertas por completo. Todo bien ordenado y decorado con un gusto exquisito por parte del más alto. Caminó un poco más, viendo un perro al lado del árbol de navidad que habría montado el mayor, y eso le hizo sonreír más, así que silbó, llamando al perro y viendo como este se acercaba tras alzar las orejas. En menos de lo que esperaba, tenía a un husky sobre él, lamiéndole la cara mientras ladraba.

—Galaxy, no seas pesado. — Habló Kris mientras salía de la cocina con un vaso de chocolate en la mano, acercándoselo al menor. — Toma… Para que entres en calor. Aun que si lo prefieres te caliento yo en la ducha, o en la mesa, en el sofá, en la pared, la cocina, la puerta, la…

—Sigues pensando que la cama es aburrida, ¿no? — KyungSoo bajó al perro de encima suyo, cogiendo la taza y tras soplar un poco beber lentamente, notando como su cuerpo entraba en calor.

—Pues sí, y más si tú no estás a mi lado.

—Hoy estaré contigo, Kris…

—Yo no quiero sólo hoy, KyungSoo. — El menor alzó su mirada, viendo como el contrario se pasaba una mano por el pelo, un tanto frustrado. — Te quiero toda mi vida a mi lado.

—Por mi encantado…— Murmuró el menudo antes de sonreír suavemente y acercarse al chico, poniéndose de puntillas y agarrando la camisa de lana negra que portaba para agacharle un poco y dejar un beso sobre sus labios. — Te he echado demasiado de menos…

Kris cogió la taza, dejándola sobre uno de los muebles y agarrar después las piernas de KyungSoo para colgárselo al hombro como si fuera un saco de patatas, subiendo así las escaleras hasta su dormitorio, dejando al menudo en el suelo tras encender la luz y empezar a quitarle la ropa. KyungSoo estaba sonrojado y sin saber que hacer.

—K-Kris…

—Tranquilo, te recuerdo que la cama me aburre. — Rió Kris mientras quitaba el abrigo y empezaba a subir la primera camiseta del menudo. — Sólo quiero sentirte esta noche a mi lado, y mañana en el desayuno, follarte contra la encimera.

—¡Kris! — Las mejillas de KyungSoo ardían más de la cuenta, haciendo que el chino sonriera y besara sus labios tras quitar la segunda y última camiseta del chico, rodeando su cintura con una de sus manos mientras que con la otra le quitaba el pantalón. — Voy a coger frío…

—Sh… Calla y déjame hacer…

Kris sentó al menudo en la cama mientras le quitaba los zapatos y los calcetines, bajando sus pantalones para empezar a subir húmedos besos por sus blancas piernas, hasta su abdomen, lo que hizo reír al menudo. El alto se levantó, rebuscando en su armario una de sus camisetas de manga larga, dejándosela al chico para que se la pusiera, cambiándose el por último.

—Vas a coger frío…— KyungSoo miró como el rubio se quedaba sin camiseta mientras se metía en la cama y él le acompañaba.

—Si no te he dado pantalones a ti es porque llevas mi camiseta.

—Pero no quiero que cojas frío, tonto…

—Entonces quédate entre mis brazos y asegúrame que mañana cuando me despierte estarás a mi lado.

KyungSoo sonrió suavemente mientras se acercaba y se acurrucaba entre los brazos del chico, escondiendo su cara en la curvatura del cuello del mayor, dejando pequeños besos sobre este y escuchando esos pequeños gruñiditos que hacía.

—No me iré de tu lado, te lo prometo.

—Así me gusta, tapón.

—Poste de Luz.

—¿Ya empiezas? — Kris Chasqueó la lengua mientras notaba como el menudo sonreía contra su cuello.

—Has empezado tú llamándome tapón.

—Soso, simple, desaliñado…— El menudo golpeó suavemente el pecho del chico mientras esta vez era Kris quien reía y le cogía del mentón. — Así de perfecto es mi prometido.

—Definitivamente eres idiota…

KyungSoo arrastró las palabras antes de cerrar los ojos al pequeño beso que le había dejado el más alto sobre los labios para después sentir sus labios sobre su frente. Escuchando la voz del mayor, tan grave y suave, en murmuros.

—Te amo, tapón.

—Te amo, poste de Luz.

Ambos sonrieron mientras que el menudo se acurrucaba más en el pecho del chino, el cual no dejaba de abrazarle con sobre protección mientras intentaba dormir, seguramente algo imposible por unos instantes pues, tenía, por fin, al menudo durmiendo entre sus brazos. Su navidad empezaba demasiado bien para ser verdad. Tenía miedo a despertarse y que fuera todo un sueño, o por el contrario, una pesadilla.

***

Kris se removió en la cama, apretando los labios mientras intentaba despertarse poco a poco entre las mantas. Estiró su brazo, y se sobre saltó al no sentir algo de calor a su lado. Su mente no le habría jugado otra mala pasada, ¿verdad? Porque, no sería la primera vez que el rubio tenía un sueño muy realista del menor durmiendo a su lado y diciéndole que le amaba, y que pronto llegarían a casarse.

Salió de la cama, sin preocuparse de ponerse algo de calzado, bajando las escaleras cuando a mitad de estas empezó a escuchar una hermosa voz proveniente de la cocina. Suspiró aliviado, caminando hasta la entrada de esta y viendo como su pequeño estaba cocinando algo de desayuno mientras cantaba “Tell Me What Is Love”.

—Buenos días, taponcillo. — Murmuró Kris mientras caminaba y se colocaba tras el chico, apoyando la barbilla sobre su hombro, empezando a dejar besos sobre su cuello.

—A ver, poste de luz… Estoy cocinando… ¿No puedes esperarte?

—No. Te quiero ahora.

—Aquí me tienes, pero no voy a darte el gusto de hacerme nada.

—¿Y eso por qué?

—Porque no quiero.

—Es que, que no quieras, me da igual.

—No en la cocina, Kris. Mi cocina no se mancha.

—¿Tu co…? ¿Te vas a quedar, KyungSoo? — Kris se separó mientras que el menudo se sonrojaba suavemente y apagaba el fuego, girándose para después asentir.

—Por supuesto… Me voy a quedar toda la vida a tu lado, Kris.

—Mira que eso es mucho tiempo al lado de alguien como yo… Cometí errores en el pasado y…

—Kris, escucha…— KyungSoo suspiró de forma suave, cogiendo las mejillas del más alto antes de que este le rodeara la cintura. — Eres perfecto. Y te amo tal y como eres, con tus pros y tus contras, con tus defectos y virtudes… Si no, no me habría comprometido contigo, ¿sabes? — KyungSoo sonrió suavemente al ver la sonrisa del mayor. — No he podido olvidarte en todo este tiempo… No lo haré por una tontería.

—Eres perfecto…— Murmuró Kris antes de dejar un beso sobre sus labios, mordiendo levemente el labio inferior de este antes de hablar de nuevo. — Entonces… ¿No puedo hacértelo en la cocina?

KyungSoo rodó los ojos, derrotado mientras que Kris sonreía y él le ignoraba de nuevo, aguantando sus ganas de sonreír mientras terminaba el desayuno para ambos.

Aquella navidad fue la más perfecta para ambos, pues desde entonces, no se volvieron a separar.

Notas finales:

¿Qué les pareció? ¿Bonito? ¿Feo? ¿Quieren más? ¿No vuelvo a hacer KrisSoo's? (???????)

¡Gracias por leer! 

XO.


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