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Mr Right. por etocetora

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Notas del capitulo:

No tengo mucho que decir... Espero que les guste!

Y como les dije en la pág de FB les traigo este pequeño shot como regalo de navidad :)

Recuerden leer las notas de abajo~

El día había sido largo para los chicos de la banda sur coreana BTS. Una agenda tan apretada no les permitía cerrar los ojos y dormir con comodidad, incluso dejaron los video juegos y películas para después. Todo parecía acumularse en un callejón sin salida y esto a cada uno le afectaba de manera distinta. Todos tenían responsabilidades e intereses propios, y no era como que Jungkook no los tuviera, de hecho, probablemente él era el más ocupado últimamente. Llevar la vida de un idol y al mismo tiempo asistir a la escuela no era muy divertido que digamos.

El pelinegro secaba el sudor de su frente mientras miraba exhausto su reflejo en el espejo. Respiraba pesado, estaba tan cansado por las prácticas -que para su suerte, ese día duraron más- y el dolor del cuerpo no ayudaba mucho. Vió por el espejo, como Jimin se acercaba a el, con dos botellas de agua en mano.

-¿Qué tal? Hoy luces más pálido de lo normal- Bromeó Jimin mientras tendía el agua al chico.

-Todo bien, hyung... Pero ya sabes, la próxima semana tengo pruebas y no he tenido casi tiempo de estudiar.- Confesó el menor con preocupación.

-¿Problemas con los estudios? ¡Hace tiempo que no me preocupo por eso!- Le guiñaron el ojo y Jungkook solo daba golpesitos en el hombro del mayor.

-¡Es que tú eres muy flojo, no te entiendo!- Decía Jungkook, tal vez demasiado alto y furioso, y puede también... que estuviera siendo algo exagerado, pero le molestaba sobremanera que Jimin sin estudiar nada, tuviera tan buenas calificaciones.

-¡Mocoso, pronto estarás arrodillado frente mío pidiendo disculpas!-Jimin hizo una mueca de disgusto, mientras quitaba furioso la botella de agua que había cedido a Jungkook. Jungkook se quedó donde estaba, suspirando con cansancio. Ahora había agregado un problema más a la lista, aunque ambos chicos sabían que la rabieta de Jimin no tardaría mucho en pasar y ya estaría de vuelta, persiguiendo al menor y gastándole bromas. Se sentó reposando la espalda del espejo y segundos después vio la silueta de Jimin, girando sobre sus talones para volver hacia Jungkook.

-¿No estabas molesto?- Jungkook reía y Jimin, con rostro serio, se acercaba a Jungkook para decirle algo que tal vez... Cambiaría la vida de Jungkook.

-¡Tengo una idea! Por eso he venido, aunque ahora te odio.- El mayor tomó asiento al lado de Jungkook mientras decía tantas cosas, que de todo lo que dijo Jungkook solo entendió una palabra, no, un nombre... "RapMon hyung".

-¿¡Puedes ir ya al punto, Jimin!?- Dijo exasperado Jungkook. Jimin parloteaba parte de la vida del líder, vida que ya todos habían escuchado. Jimin volvió a hacer una mueca de disgusto al ser interrumpido por un fastidiado maknae que no entendía a que iba el caso hablar de la vida del líder.

-¿¡No entiendes!? A ver, Jungkook... ¿Quién te parece el más inteligente de nosotros seis como para ayudarte para tus exámenes?- Decía Jimin mientras hacia con sus manos formas sin sentido en el aire. Jungkook después de unos segundos en el silencio, pareció captar la idea del hyung musculoso y bajito.

-Entonces...- Dijo pensativo, sobando su nuca- ¿Que debería pedirle ayuda a Namjoon hyung?- Preguntó y Jimin subía los pulgares como respuesta afirmativa.

-Entonces todo está resuelto- Jimin se levantó del piso con un rápido movimiento y tendió una mano a Jungkook para que también se levantara- Vamos a buscarlo, RapMon hyung debe estar afuera con Yoongi hyung- Dijo determinado y ambos fueron en busca del peliplateado.

Hablar con Namjoon siempre le había parecido algo complicado, todo porque no tenía aquella relación tan cercana a él como con Taehyung o Jimin. Pero convencerlo de ayudarle a estudiar fue más fácil de lo que pensaba, el mayor fue amable y aceptó sin problema alguno, pero... La agenda que tenían, no les permitía tener casi horas de estudio. Por lo que, durante esa semana Jungkook tuvo que llevar a los ensayos, libros y cuadernos, para tener una larga y fastidiosa sesión de estudios después de las prácticas.

Era el tercer día de estudios con su nuevo tutor, Namjoon. Y los ejercicios parecían tan fáciles cuando el mayor los explicaba, ahora Jungkook se sentía más confiado, sabía que con la ayuda del chico podría pasar con buena nota.

-Hyung, dame cinco minutos... Tengo que ir al baño.- Pidió Jungkook, mientras estiraba sus brazos y piernas, sobaba su cuello y después se levantaba del suelo.- ¡No me tardo, lo prometo!

-Esta bien... De todas formas casi terminamos.- Namjoon respondió con una sonrisa y Jungkook se tomo unos segundos para irse, segundos que pasaban más lento de lo normal ante los ojos del pelinegro. ¿Cómo era posible que los cachetes de Namjoon fueran tan regordetos y con hoyuelos? A pesar de que el chico se veía masculino, los hoyuelos que se asomaban por sus mejillas cuando sonreía, lo hacía ver algo más tierno de lo que tal vez era. El menor al percatarse de que estaba parado como un tonto, se apresuró a salir del salón de ensayo. Agradecía que el baño estuviera algo lejos, así podría sacar de su mente la imagen de un sonriente Namjoon.

Al volver del baño, encontró al mayor recostado de sus rodillas, cabeceando por el sueño. Jungkook se acercó en silencio y con curiosidad, se apoyó sobre sus rodillas mientras sostenía la cabeza con la mano. Apreciaba el rostro durmiente de Namjoon y sin notarlo, estaba esbozando una sonrisa... La piel morena de Namjoon lucía algo pálida, las ojeras marcadas estaban algo oscuras por el cansancio y la boca entre-abierta del chico, delataba que probablemente ya estaba profundo.

O al menos... Eso creía Jungkook.

Namjoon abrió los ojos con pesadez, encontrándose al llamado maknae de oro, observándole dormir... A muy corta distancia. Jungkook, abrió los ojos como plato y sintió como sus piernas perdían fuerza y caía hacia atrás, mientras la voz gruesa de Namjoon, ocupaba el silencio con risas.

-¿Llevas mucho tiempo viéndome dormir?- Preguntó y Jungkook no sabía que responder con exactitud... Si lo estuvo viendo, pero... La manera en la que lo dijo, podría interpretarse como si estuviera diciendo a Jungkook que era un pervertido por verlo dormir... O al menos así era en la mente de Jungkook.

-¿Eh? N-no... Yo... acabo de llegar.- Jungkook estaba nervioso, la mirada de Namjoon, por mucho que fuera su compañero y líder, a veces le daba escalofríos. Pero, no es como si fuera mentira. No podía negar que se tomo la libertad de mirar a su hyung por unos largos, muy largos minutos... Incluso, se tomó la libertad de acomodar un poco el flequillo que tapaba uno de sus ojos... Así como, tocar sus cachetes a ver si despertaba... O... Delinear el contorno de su nariz... Estuvo apunto de tocar los gruesos labios del moreno, pero se detuvo en seco, mientras se cuestionaba porque lo hacía.

-Parecías muy concentrado, es todo- Namjoon respondió calmado, aunque el mayor sabía a la perfección todo lo que el menor había estado haciendo mientras tomaba una pequeña siesta. Namjoon sonrió, sus hoyuelos nuevamente se marcaba y eso fue suficiente como para hacer que el corazón de Jungkook diera vuelcos y vuelcos dentro de su pecho. El menor asintió con la cabeza, apenado. Mordía su labio inferior y ahora no sabía que hacer.

-Hyung, debes estar muy cansado... Será mejor que volvamos a casa.- Expresó preocupado el menor, pero ni era capaz de verlo a la cara mientras hablaba.

-Está bien. Tienes suerte de tener ese buen razonamiento ¿Eh?- Namjoon revolvió los cabellos del menor y este se tensó con el contacto, pero Namjoon no apartaba su mano, bajó hasta el hombro del maknae y apretó con cuidado, sin apartar la vista de su cara- Mañana será el último día de estudio, así que... Hoy descansemos- Dijo con autoridad y ambos se levantaron del suelo. Jungkook recogía sus cosas y Namjoon lo esperaba casi con un pie fuera del salón de ensayos. Era aburrido pasar encerrado ahí 24/7. Jungkook no tardó mucho en estar listo y se fueron después de que Namjoon apagó la luz y cerró la puerta del salón.

Afuera el clima no era muy agradable, se acercaba el invierno y Jungkook había olvidado por completo llevar su chaqueta y guantes, ya que tenía su bolso ocupado con cosas de estudio. Frotaba sus manos mientras las calentaba con su aliento, Namjoon miraba curioso, pero decidió no tomarse tanto tiempo antes de sacar su lado protector. Agarró las manos del maknae, que ya comenzaban a ponerse rojas por el frío, y las apresó entre las suyas, mientras las frotaba para dar algo de calor. Solo pudo entrelazar una mano con la de Jungkook, y enseguida meterla en el bolsillo de su gruesa chaqueta, que por cierto, era muy cálida. Jungkook en silencio, siguió caminando sin rechistar las ordenes mudas del mayor. Sabía que le formaría un lío si se le ocurría soltar la mano que le brindaba calor.

Namjoon volvió su cara hacia Jungkook, quien hizo lo mismo en automático, encontrándose con la sonrisa hoyuelada del peliplateado mientras se quitaba su gorro rojo preferido e incluso la bufanda negra que rodeaba su cuello y se las tendía al menor. Solo en ese momento, le dejó a Jungkook soltar su mano. Una vez tuvo puestos gorro y bufanda, Namjoon no perdió ningún segundo para volver a tomar la mano del menor, que ahora más que confundido, estaba feliz.

-Hyung... Dejemos de estudiar pasado mañana... ¿Si?- Dijo Jungkook, rompiendo aquel silencio que para nada era incómodo. La gruesa voz de Namjoon sonó divertida al responder.

-¿Pasado mañana? Está bien... Pero no creas que esto es gratis ¿Eh?- Sonriente, agito sus manos entrelazadas y Jungkook reía, últimamente Namjoon no dejaba que nadie viera su lado infantil y verlo feliz, a su lado, le hacia sentirse "mas" especial. Todo parecía más relajado de lo que fue en la mañana de ese mismo día.

-¡Solo espero que no sea muy caro!- Respondió Jungkook, ahora también agitando su mano con la de Namjoon.

El resto del camino a casa se hizo menos aburrido de lo que pudo haber sido. Namjoon hablaba de muchas cosas interesantes. Incluso dijo una lista con sus canciones preferidas y después Jungkook hizo lo mismo. Ahora ninguno de los dos tenía frío, el calor que les brindaba aquel simple agarre de manos, tal vez comenzaba a tomar otro significado.

Al día siguiente, las sesiones de estudio con Namjoon fueron cortas, pero llenas de mucha, mucha materia. El resto del tiempo que se supone deberían usar para seguir estudiando, fue ocupado por risas y carcajadas que llenaban por completo el salón de ensayos. Jungkook estaba realmente encantado con Namjoon. No solo era un excelente líder, también se había convertido en alguien muy importante para él. Nunca se imaginó divirtiéndose tanto con Namjoon. Ahora más bien quisiera poder tenerlo de esa forma, todos los días. Era muy triste para Jungkook, pensar en que al día siguiente, se acabarían aquellas horas extra.

Namjoon también descubrió muchas cosas sobre el maknae. Así como que aprende rápido o tal vez solo le había dado flojera estudiar antes. O que uno de sus puntos débiles eran sus costillas. O que odiaba cometer errores. O que sonreía complacido cada que alguien le felicitaba. Incluso, aquellos momentos en los que el mayor decidía tomar una siesta, podía sentir la mirada sonriente de Jungkook sobre su cara mientras se hacía el dormido y después lo pillaba en medio de la escena.

Eran muchas cosas que ambos querían guardar para si. Cosas que por ser secretas, las hacían únicas y especiales.

Pero el tiempo no es tan amable... Habían estado tan distraídos el uno con el otro, que se les había pasado la hora y ya era muy tarde. Llegaron cansados al apartamento, la mayoría dormía, pero un preocupado Jin les esperaba en la sala. El regaño fue rápido y cada uno fue a su habitación. Jungkook miraba curioso su mano, la misma con la que había tomado la de Namjoon. Sentía un cosquilleo y todavía podía sentir la cómoda calidez del otro. Sonrío y después de cambiarse la ropa, se quedó dormido en cuestión de segundos.

Habían sido exactamente cuatro días de la semana, los que Namjoon estuvo dando clases privadas de distintas materias al maknae de oro. Cuatro días en los que, además de aprender, también habían descubierto un lado distinto del otro. Cuatro días, en los que Namjoon, a cada final de la sesión de estudio, se hacía el dormido y disfrutaba de un maknae que le miraba sonriente en silencio. Cuatro días, en los que el maknae se tomaba el tiempo que le daba la gana para admirar el rostro durmiente del líder. Cuatro noches frías en las que Jungkook dejaba, con toda la intención, su chaqueta y bufanda, solo para disfrutar del contacto del peliplateado.

Pero ya había llegado a su fin el cuarto día. Jungkook había aprendido en pocas horas el último tema de matemáticas y física que faltaban y ambos chicos, sentados en el piso del salón de ensayo y con la espalda apoyada de la pared, mantenían su mirada fija al aire. Porque ambos pensaban en lo mismo... Ninguno quería que aquella noche acabase y aunque fuera agotador estudiar después de horas y horas de práctica, el hecho de saber que disfrutarían el resto del tiempo juntos, les animaba a seguir con lo que hacían. Entonces fue Namjoon quién rompió el silencio.

-Bueno... Ya podemos volver a casa. Recoge tus cosas que ya vuelvo-. Dijo el mayor mientras apoyaba las manos en el piso para levantarse. Jungkook miraba la espalda del mayor retirándose... ¿En serio tenían que volver? Quería quedarse un rato más... Tan solo un poco más.

Namjoon fue lo más rápido que pudo al baño, abrió el grifo e hizo un pequeño de agua con sus manos, para luego hundir la cara en ellas... El agua era fría y más aún en esa época. Levantó rápido la cara y con disgusto se secó. Miraba fijo y serio su rostro en el reflejo, no se entendía a él mismo y eso le molestaba. Pasar tanto tiempo con el maknae de oro, había prendido un botón en su cerebro que no sabía que existía, no sabía desde cuando estaba ahí, pero... Una vez prendido, era muy difícil de apagar. Confundido con lo que debería o no hacer, decidió mejor ir por Jungkook. No le gustaba dejarlo tanto tiempo solo. Pero al entrar, sonrió enternecido al ver a Jungkook en el suelo, con una perfecta posición de S, las manos acurrucadas en su rostro y los labios tan solo un poco entreabiertos. Claramente se había quedado dormido.

Namjoon se acercó con cuidado de no hacer ruido y se sentó con las piernas cruzadas como indio al frente del menor. Movió un poco su hombro para asegurarse de que no estaba despierto y el resultado fue el que esperaba, Jungkook no abrió ni un ojo. Sonrió, mostrando la hilera perfecta de dientes que en su boca se hallaban... Tal vez, Jungkook no se daría cuenta de si le hacían algo. Su rostro quedó a escasos milímetros de distancia entre él y el maknae, incluso podía sentir la respiración del otro contra su nariz. Pensó que había sido lo suficiente cuidadoso como para no ser descubierto, pero en tan solo segundos, Jungkook sonrió y sus ojos abrió, encontrándose a Namjoon abriendo los suyos sobre manera, pero, el maknae no es tan tonto... O incluso tan inocente. Movió sus manos con rapidez y en un fuerte agarre de la franela de Namjoon lo jaló hacia su propio rostro, chocando torpemente sus labios con los del mayor, justo en ese momento, más nada le importaba... Incluso si lo llegaba a odiar por eso. Pero la respuesta del mayor fue distinta a la que Jungkook esperaba. Namjoon sonreía sobre los labios del otro y en esos momentos más nada importó.

-Sé que me mirabas mientras tomaba siestas... ¿Qué debería hacer? Tal vez... ¿Molestarme?- Pregunto Namjoon burlón y Jungkook lo miraba perplejo... Tal vez, después de todo... el líder si se había molestado...

-Hyung... Y-yo n- Sus palabras fueron sustituidas por un par de gruesos labios que se movían sobre los suyos. Al principio quiso poner resistencia, pero los labios de Namjoon eran tan suaves, esponjosos, con un sabor algo dulce pero agrio, no podría salvarse de ellos tan fácilmente. El cuarto día fue el mejor para ambos. Jungkook había guardado su primer beso para aquella persona de la que se enamoraría y en ese momento, tener a Namjoon tan cerca, sólo lo alentó a hacer lo que creía debía hacer.

-Aigo... ¿Por qué eres tan lindo?- Apretó los cachetes de Jungkook y este sonrojado, reía a pesar de la situación. Ahora todo era más fácil. Se inclinó hacia Namjoon, que no soltaba el agarre de los cachetes del menor y volvió a besarlo.

-Namjoon hyung, tú también eres lindo.- Respondió antes de ser rodeado por los fuertes brazos del líder.

Cuando por fin llegó el esperado día de exámenes, por la mañana, Jungkook se levantó temprano y apenas se despidió de sus compañeros antes de irse. Claro, que a Namjoon lo despidió por aparte, el mayor se merecía más que un simple ademán de manos. Y a la hora de presentar, se dio cuenta de que aquellas preguntas, ya las había respondido con Namjoon mientras estudiaban. No por nada, el líder del grupo era el más intelectual.

Al final, aquellas horas y horas de duro estudio con Namjoon valieron la pena.

No solo por la excelente calificación que tuvo 

Si no por acercarse de una manera más intima al líder.

Cuando llegó a su casa, después de los resultados, fue recibido por sus compañeros y un líder que le esperaba con brazos abiertos y su hermosa sonrisa hoyuelada, sin duda se veía orgulloso. Jungkook le devolvió la sonrisa, ignorando al resto, ya que ahora, solo podía concentrarse en saltar a los brazos del peliplateado.

Notas finales:

Gracias por leer <3 espero que les haya gustado! Lo escribí con mucho cariño para ustedes... Así que... ¡Ya saben! Espero ver sus rws :)

Se que muchos de ustedes no son shippers o tal vez ni se imaginan shippeando a esos dos, pero a mi me gustan mucho juntos.

¡Nos veremos en enero!

Feliz navidad~

Etocetora.

 


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