El día no estaba surgiendo muy bien que digamos. El salón se sentía vacío sin Suho. Sin sus bromas, chistes o cualquier anécdota. Kyungsoo se sentaba lejos de él, por lo que no podía platicar a gusto con él. Alrededor de Baekhyun sólo se sentaba un chico y otras chicas que no paraban de hablar de hombres que las hacían sufrir, enojar o babear. En la mayoría de las ocasiones las tres juntas. Las clases de los primeros días eran aburridas, por lo que Baekhyun no ponía mucha atención.
— Hey, Baekhyun –Kyungsoo estaba parado frente a él.
— ¿Qué pasa?
— Deja esa cara larga.
— ¿Por qué debería? ¿Acaso tú no extrañas a Suho?
— Sí, ¿pero qué puedo hacer? Su padre da miedo. No me atrevería a encararlo.
— Sí, claro…
— Cuéntame de tu trabajo temporal.
— ¿Qué?
— Suho dijo que habías conseguido un trabajo, pero ninguno de los dos mencionaron detalles.
— ¿De verdad te parece interesante?
— Sí, y de paso me cuentas tu historia con Chanyeol.
“Chanyeol”.
El sólo escuchar su nombre provocó un leve sonrojo en Baekhyun que Kyungsoo no pasó por desapercibido. Kyungsoo sabía que su amigo estaba enamorado, pero como jamás había sentido lo mismo con alguien más estaba un poco confundido y se negaba a aceptar sus sentimientos. Baekhyun era un libro abierto para Kyungsoo en cuestiones del amor.
— ¿Y bien? –preguntó Kyungsoo.
— Ahhh… trabajaba en una tienda de música.
— ¿Música? ¿Discos?
— No, más bien instrumentos musicales.
— Ohhh, entiendo. ¿Qué más?
— Pues… ahí conocí a Chanyeol.
— ¿Cómo?
— Ahhh… –Baekhyun suspiró–. Yo comencé a trabajar y él llegó unos días después. El día que lo conocí no fue muy bueno que digamos…
— ¿Por qué?
— Olvidé mi celular y regresé por él, entonces escuché ruidos en la parte de arriba y… digamos que lo acusé porque creí que era un ladrón…
— Jajajaja, siempre tan sofisticado, Byun.
— No digas eso. Simplemente… sentí mucha vergüenza al verlo de nuevo, pero él se veía muy tranquilo.
— Está bien. Soportará tus tonterías y eso es bueno jajajaja.
— Sí…
En esos momentos llegó el profesor y Kyungsoo se fue a su lugar. Baekhyun se encontraba inmerso en sus pensamientos y recuerdos. Francamente, Chanyeol y él no tuvieron un gran inicio, y eso en parte es su culpa, pero a Baekhyun le agradaría mucho tener un nuevo comienzo y, ahora sí, entablar una amistad. Sin embargo, al estar soñando despierto, recordó vagamente el comentario que alguna vez le hizo Chanyeol…
“Me afecta mucho porque cada vez que te caes, te lastimas o haces algo que me pone de nervios siento la necesidad de protegerte”
Al recordarlo, Baekhyun hundió su cabeza entre sus brazos y suspiró hondo. No se había dado cuenta que su corazón estaba latiendo muy rápido y eso lo alarmó pocos minutos después cuando pensó que sufría de taquicardia o algo por el estilo. Alzó la mano y pidió salir un momento, el profesor le permitió la salida y Kyungsoo sólo vio salir a Baekhyun a paso lento. No se sorprendió ni nada, él pensaba que Baekhyun necesitaba tiempo para pensar.
Baekhyun anduvo paseando por los alrededores de la escuela más o menos una hora, y cuando regresó al salón prácticamente no había nadie. Supuso entonces que salieron temprano, pero su mochila no estaba por ningún lado, así que, con suma calma, se dirigió a su lugar a buscarla. Encima de su banca, al lado, por debajo, en ningún lado estaba, y cuando Baekhyun soltó un suspiro de cansancio y resignación, alguien pasó su brazo por su nuca atrayéndolo.
— Deja de mortificarte, Byun -Kyungsoo le sonrió.
— No me mortifico.
— Oh, claro que lo haces.
— ¿Por qué habría de hacerlo?
— Mira, tanto tú como yo sabemos que Suho estará bien y que si algo pasa nos avisará. Tarde, pero lo hará.
— Sí...
— Y con respecto al vacío que tienes por repentinamente no trabajar, ¿por qué no le haces una visita?
Baekhyun se quedó pensando. Obviamente Kyungsoo se refería a Chanyeol, más no al trabajo en sí, pero si lo mencionaba iba a provocar un disgusto en su amigo y muy probablemente un enojo porque le estaba diciendo la verdad, y francamente Kyungsoo no quería pelear en ese momento. Por lo que, con cuidado, colocó la mochila en los hombros de Baekhyun y le puso su mano en la cabeza para después sonreírle. Poco a poco, se fue retirando hasta dejar a Baekhyun solo.
Y Baekhyun no lo pensó dos veces. Salió corriendo de la escuela para llegar lo antes posible a la tienda de música. Kyungsoo se encontraba cerca de la puerta riendo bajito. Su amigo era muy obvio al denotar que se estaba enamorando de Chanyeol, pero también era muy obstinado para aceptar que lo estaba. Kyungsoo sólo suspiró alzando los hombros y dirigiéndose a la salida a paso lento.
Baekhyun ni siquiera llamó a Brandon para que lo fuera a recoger cuando él ya estaba ahí. A veces, Baekhyun creía que Brandon lo conocía bastante bien como para adivinar algunas cosas que ni él mismo se explicaba, pero en fin. Cuando Baekhyun estaba en la entrada de la escuela, Brandon lo esperaba sonriente. Le abrió la puerta y, agitado, Baekhyun le pidió llevarlo a la tienda de música. Al llegar, Baekhyun le avisó a Brandon que le llamaría para que fuera a recogerlo, y mencionando un “sí, joven” se fue de ahí. Entonces Baekhyun entró en el lugar.
— Oh, Baekhyun, ¿qué haces por aquí? -habló la dueña.
— Ehh… ¿Cómo está?
— Bien, gracias, ¿y tú?
— Creo que bien...
— ¿Crees? ¿Por qué?
— Necesitaba… venir aquí ,por alguna razón.
— ¿Buscas a Chanyeol?
— ¿Eh? S-sí...
— Está en la parte de arriba -la señora sonrió-. Si quieres puedes subir.
— G-gracias…
Baekhyun ignoró por completo que la dueña adivinó sus pensamientos y, sin previo aviso, ya se encontraba subiendo las escaleras. Al llegar arriba, sus piernas se movían solas al seguir la hermosa melodía que ya se escuchaba por los alrededores. Una vez más, Baekhyun abrió un poco la puerta para apenas ver con uno de sus ojos y ahí estaba él. Chanyeol se encontraba tocando el piano con extrema sutileza y ritmo. Su sonrisa podía verse claramente. Al terminar, Chanyeol cerró los ojos, pero se escuchaban aplausos.
— Muy bien, Chanyeol -habló alguien más.
— No soy tan bueno como tú, pero eso intento -Chanyeol sonrió y Baekhyun sólo podía ver la espalda del desconocido.
— Es cierto, pero el alumno debe rebasar al maestro.
— Tienes razón.
¿Qué sucedía? ¿Por qué Chanyeol sonreía tan fácilmente con aquél al que Baekhyun sólo podía mirarle la espalda? ¿Un amigo? ¿Conocido? ¿U otra cosa? Baekhyun tenía tantas ideas en su cabeza que fue alejándose poco a poco. No se dio cuenta que al tratar de encontrar algo con qué sostenerse agarró un aparente palo de madera, pero al zafarse Baekhyun se dio cuenta que era la base de una pequeña repisa. Un jarrón cayó directamente en el suelo, pero unos cuantos libros cayeron encima de la cabeza de Baekhyun.
Al escuchar el estruendo, Chanyeol no dudó en salir rápido seguido del chico que estaba con él, quien caminaba con mucha calma. Chanyeol creía que a la dueña se le había caído algo, pero su sorpresa fue mucho mayor al ver a Baekhyun sobarse la cabeza. Se encontraba feliz por verlo, pero preocupado por que algo grave le pudiera haber pasado. Era una mezcla de ambos sentimientos.
— Baek, ¿estás bien? -preguntó Chanyeol al acercarse e hincarse al lado de Baekhyun.
— S-sí… auh...
— ¿Estás herido? -el tono de Chanyeol sonaba preocupado.
— Ah… no, sólo… es el golpe, me imagino...
— Quédate aquí, iré por hielo.
Chanyeol bajó las escaleras y se pudo escuchar que salió de la tienda. A decir verdad, los libros sí estaban pesados, por lo que el golpe no fue leve. Sin embargo, y quién sabe por qué, Baekhyun sintió la necesidad de subir la mirada y pudo ver con detenimiento al chico (muy alto, por cierto) que estaba recargado en la pared frente a él. Nadie decía nada, simplemente se miraban. Finalmente, el silencio incómodo se rompió con la ayuda que le brindaba el chico alto a Baekhyun, extendiéndole su mano.
— G-gracias -Baekhyun aceptó su ayuda.
— Tus manos… -el chico alto las miró con detenimiento-. Tienes los dedos largos.
— Ahh… no me había dado cuenta...
— Sí… son perfectas…
— G-gracias...
— Pero no tanto como las de Chanyeol.
— ¿Q-qué?
— He llegado.
Chanyeol subió corriendo y ahora su frente estaba empapada con sudor. Sustituyó la mano de Baekhyun sobre su cabeza por una bolsa con hielo y lo ayudó a sentarse en una silla cercana. Baekhyun no sabía por qué, pero estaba muy feliz, pese al dolor en la cabeza. Baekhyun agachó la cabeza porque no sabía qué decir. No sabía qué contestarle al chico alto y no sabía qué decirle a Chanyeol en agradecimiento, por lo que se limitó a estar en silencio.
— Supongo que reanudaremos nuestras prácticas otro día -habló el chico.
— ¿Eh? ¿Por qué? -Chanyeol se veía decepcionado y Baekhyun se alarmó por verlo así.
— No te preocupes. Puedo venir cuando quieras -sonrió-. Nos vemos.
— E-está bien… Nos vemos.
El chico bajó las escaleras y ahora Baekhyun tenía un gran nudo en la garganta. ¿Por qué Chanyeol se veía tan triste por la partida de ese chico? ¿Por qué Chanyeol debía de ver a alguien más que él? ¿Por qué Baekhyun se sentía tan herido y a la vez enojado por esas trivialidades? ¿Por qué tantas preguntas eran necesarias cuando las respuestas eran obvias? Baekhyun bajó la bolsa de su cabeza y tocó su pecho. Los latidos fuertes retumbaban en su caja toráxica y Baekhyun sabía que la única razón estaba frente a sus ojos.
— Oh, Baek, lamento no presentarlos. No creí que vinieras y menos que pasara esto.
— No, yo… Lamento interrumpir...
— ¿Interrumpir?
— S-sí… Tú… estabas con ese chico...
— Oh, sí, pero no te preocupes. Su agenda no es apretada y puede venir en cualquier momento jajajaja.
— Ahh...
— ¿Hablaron de algo?
— Sólo me dijo que mis manos eran perfectas, pero no tanto como las tuyas… -Baekhyun dijo lo último con un tono celoso.
— Jajaja, ¿eso dijo? No le hagas caso, Kris siempre dice puras tonterías.
— ¿Kris?
— Sí. ¿Recuerdas que te dije que tengo un amigo que me enseñó a tocar el piano?
— Sí.
— Pues es él.
— ¿Q-qué?
— Como lo oyes. Kris vino a ver cómo había progresado, puesto que estos días no tiene nada qué hacer.
— Ahhh… ya veo, jajaja… -Baekhyun rio nervioso y agachó la mirada.
— ¿Te gustó la melodía que toqué?
— Sí. Era muy bonita y melancólica a la vez.
— Eso fue porque no la escuchaste desde un principio. Ven -Chanyeol agarró la mano de Baekhyun y lo levantó de su asiento-. La interpretaré para ti.
Chanyeol volvió a dedicarle una de esas sonrisas características de él e hizo que Baekhyun se sentara a su izquierda en el taburete. Una vez que Chanyeol respiró hondo, sus dedos comenzaron a moverse sobre las distintas teclas, alternando las blancas y las negras o juntándolas en ocasiones. Las expresiones de Chanyeol eran majestuosas para Baekhyun porque él denotaba que realmente estaba sintiendo la música.
Chanyeol alternaba su mirada entre las teclas y Baekhyun para dedicarle a éste una sonrisa lo cual provocaba en el más bajito una alteración en todo su cuerpo provocando sus sonrojos y su incremento en su pulso cardíaco. Entonces Baekhyun se preguntó por qué no se había dado cuenta antes. Baekhyun definitivamente no creía en el amor a primera vista, pero jamás en su vida había experimentado un enamoramiento tan rápido. Chanyeol… se había convertido en algo sumamente importante para él. Casi rozando los límites de lo indispensable.
— ¿Y? ¿Te gustó? -preguntó Chanyeol al girar y ver a Baekhyun de cerca.
— Mucho -Baekhyun sonrió.
— Gracias. ¿Cómo te fue en la escuela?
— Aburrido.
— Vaya, ¿entonces viniste a desaburrirte?
— Algo así. Quería platicar contigo.
— Ohhh… ¿Sobre qué?
— No creo que tenga un tema en mente.
— Jajaja. Lo tuyo es la espontaneidad, ¿no?
— Supongo jaja… -Baekhyun rio y se acomodó mejor en el taburete.
— ¿Cuáles son tus sueños, Baek?
— ¿Mis sueños? Mmm… vivir feliz...
— ¿Y cómo lo lagrarías?
— Pues… Estudiando, hacer lo que me gusta...
— ¿Y qué te gusta? -Chanyeol se encontraba curioso.
Baekhyun jamás lo había pensado. Él no tenía visiones de sí mismo en el futuro y jamás se le habría ocurrido que alguien como Chanyeol pudiera cuestionárselo. Ahora se encontraba pensativo. ¿Qué se supone que debía hacer con su vida? Su gusto más preciado eran las canciones. Amaba cantar, pero él sabía que a sus padres no les agradaba la idea de que su hijo guiara su vida al entretenimiento. Lo sabía perfectamente...
— ¿Entonces? -volvió a preguntar Chanyeol.
— Me gusta cantar.
— ¡Oh! ¿Cantas?
— Recibí clases de canto.
— ¡Qué bien! ¿Podrías cantarme?
— ¿Eh? ¡N-no!
— ¡Anda!
— ¡No! Me da mucha pena...
— Está bien, hagamos algo. Si tú me cantas te prometo que yo toco el piano en tu boda.
— Oye, eso no tiene nada que ver.
— ¡Por supuesto que sí! ¿No pretendes casarte en un futuro?
Una vez más, Chanyeol cuestionaba cosas que Baekhyun jamás había pensado. ¿Casarse? Baekhyun nunca en su vida se lo había planteado. Sus padres muy pocas veces hablaban de ese tema, pero cuando lo hacían se veían muy entusiasmados. Tal vez Baekhyun se casaría algún día con alguien que en verdad amara… Pero Chanyeol no podía tocar el piano y ser el novio a la vez, ¿cierto? Baekhyun sacudió su cabeza fuertemente alejando ese pensamiento. ¿Qué fue eso?
— Ahhh… tal vez me case -admitió con un gran sonrojo.
— ¡Ahí está! Entonces -le extendió su mano- ¿tenemos un trato?
— Ahh… -Baekhyun suspiró-. Está bien.
Bastaron unos pocos segundos para estrechar sus manos y sellar el trato por completo. Sin embargo, Chanyeol tenía otros planes y jaló a Baekhyun del brazo para abrazarlo y susurrarle “gracias por venir”, a lo que Baekhyun se sonrojó y lo abrazó con más fuerza. Posiblemente no lo diría en voz alta, pero Baekhyun llevaba todo el día esperando ese abrazo...