— Parece que alguien está feliz –mencionó Kyungsoo al sentarse al lado de Baekhyun.
— Deja de insinuar cosas –Baekhyun se sonrojó un poco.
— ¿Me vas a decir que no estoy en lo cierto?
— Deja de jugar.
— Bueno, cambiemos de tema, ¿cómo está Chanyeol?
— ¿Q-qué? ¿Por qué me preguntas eso?
— ¿Por qué? ¿Celoso?
Kyungsoo se levantó y fue a su asiento puesto que ya había llegado el profesor. Baekhyun no entendía muy bien el comportamiento de Kyungsoo, pero, a decir verdad, él tampoco podía darle una respuesta. Deseaba mucho poder salir temprano e ir a visitar a Chanyeol, pero hoy tenía otra de las muchas cenas importantes con su familia. De hecho, también estaba invitada la familia de Kyungsoo, y normalmente él debería estar molesto por ese hecho, lo cual se le hizo demasiado extraño de su parte.
Sin más remedio, Baekhyun tuvo que esperar el tiempo suficiente para salir de la escuela y dirigirse a su casa para prepararse. Brandon estaba esperándolo y cuando llegó le abrió la puerta. Brandon era muy intuitivo, así que inmediatamente de haber visto a Baekhyun sabía que no se encontraba muy bien que digamos. Se abstuvo de preguntar, aunque realmente quiso hacerlo.
Por otra parte, Kyungsoo estaba de buen humor. Tanto así que no llamó a su chofer y prefirió ir a una plaza cerca de ahí. En esa plaza había una cafetería muy buena, por lo que quiso probar alguno. Sin embargo, mientras iba en su propio mundo viendo los distintos departamentos no se fijó y chocó con alguien. Kyungsoo estaba que se lo llevaba el demonio, así que ya estaba preparándose para armar un conflicto cuando vio quién era.
— Oh, lo lamento demasiado -le estiró su mano para ayudarlo-. ¡Oh, pero si eres tú!
— Yo debería decir lo mismo… Jamás creí encontrarte por aquí. ¿No vivías por allá?
— Oh, claro que no. Yo simplemente fui a visitar a mi abuela en las vacaciones.
— Ya veo...
— ¿Y bien? ¿Qué haces por aquí? ¿Ocasionas conflictos una vez más?
— ¡Por supuesto que no! Voy por un café… Y hablando de eso… ¡Tú me debes uno!
— Ah, tienes mucha razón, pero no tengo dinero en estos momentos… yo sólo vine para...
— ¡Ya podemos irnos, Channie! -llegó una chica-. Oh, ¿quién es él?
— ¿Él? Ah, pues...
— No necesitas dar explicaciones -habló Kyungsoo sin dejar terminarlo-. Otro día me lo compras. Me tengo que ir.
— Ah, oye, pero…
Kyungsoo no quiso escuchar más y se fue corriendo a la salida más cerca donde se encontraba. Llamó rápido por teléfono y un auto lujoso llegó en menos de 5 minutos. Una vez que Kyungsoo entró en el auto se llevó una mano al pecho. Su corazón se encontraba agitado. Desde la mañana estaba de buen humor, un sentimiento de sorpresa y alegría surgió cuando vio a aquél chico, ¿pero por qué sintió tanta rabia cuando esa chica llegó? ¿Por qué… sentía que hacían buena pareja y eso le molestó tanto?
El chófer llevó muy rápido a Kyungsoo a su casa y él sólo se limitó a darse un baño tardado en su tina de baño. Prendió las burbujas y decidió relajarse. Su enojo se iba propagando poco a poco con la temperatura del agua. Sin embargo, de sus pensamientos no se iba la cara de la chica y el momento en que ella agarró el brazo del chico… ¿Pero por qué Kyungsoo le daba tantas vueltas al asunto? Ni siquiera sabía el nombre del chico… ¿Por qué Kyungsoo se sentía tan intranquilo? No quiso saber más y se hundió en la tina a ver si de ese modo sus ideas se dispersaban más...
En la casa de Baekhyun estaban todos muy preocupados. Su madre estaba como loca buscando sus mejores vestidos para lucir esa noche y su padre se preocupaba por buscar puros de la mejor calidad. Baekhyun odiaba el olor de los puros, y él era el único que no estaba de aquí para allá. Ese tipo de eventos no le gustaban, y lo incomodaban demasiado por el montón de niñas tontas sin cerebro que sólo lo veían con un signo de dinero.
— Baek, hijo, ve a bañarte ya que se nos hace tarde.
— Sí, ya voy.
Baekhyun no se tardó mucho en bañarse como realmente pensó. Comenzó a vestir un traje azul marino y unos zapatos marrón. Su cabello no recibió mucha atención de su parte, por lo que las sirvientas fueron mandados a hacerlo. Baekhyun las detuvo. No quería cumplir un capricho como ese nada más por unas cuantas horas. Cuando ya estuvieron listos, subieron al auto principal que usaban para ese tipo de eventos. A diferencia de antes, ahora no tenían una reunión en un restaurante, sino una especie de salón que sólo iba a haber bebidas y bocadillos. Pérdida de tiempo.
Una vez que llegaron, los recibieron con muchos elogios. La madre de Baekhyun daba su mano a cualquier invitado ricachón para que la besaran. A su padre le dejó de importar ese acto ya hace tiempo. Baekhyun no perdió la oportunidad de escabullirse hasta estar en un lugar suficientemente alejado de aquellas personas falsas y fue a parar a la terraza del lugar. Era muy fresco y el viento movía su desaliñado cabello. Escuchó unas pisadas cerca de él, pero no se preocupó por voltear.
— Creí que no vendrías -escuchando esa voz, Baekhyun volteó.
— No quería, de hecho.
— ¿Por qué?
— No estoy muy seguro que me entiendas.
— Estoy segura que sí -la chica se acercó y se puso al lado de él-. ¿Has pensado en lo que te dije?
— No.
— ¿Lo harás?
— No lo sé.
— ¿Por qué?
— ¿Por qué necesitas saber todo?
— No confío en palabras al viento.
— No creas en algo que ni siquiera te he dicho.
— No debería, lo sé, ¿pero qué puedo hacer?
— Esperar mi respuesta -Baekhyun se dirigió a las escaleras.
— Baekhyun.
— ¿Mm?
— ¿Tendré alguna esperanza?
— No es seguro.
Baekhyun bajó las escaleras hasta llegar al bar. Vio a sus padres riendo y platicando a gusto con personas que nunca en su vida había visto. Sólo suspiró y fue a la fuente por un ponche. Al momento de probarlo el sabor lo hizo casi escupirlo. El alcohol que tenía era desagradable, por lo que discretamente dejó su copa en un lugar de alguna mesa cercana. Cuando se dirigió a la ventana vio a Kyungsoo recargado en la pared contraria con los brazos cruzados y mirando hacia abajo. Era símbolo de que algo le había pasado algo.
— Hey -saludó Baekhyun.
— Hola.
— ¿Te ocurre algo?
— ¿Por qué lo dices?
— ¿Por qué lo digo? En la mañana estabas muy extraño, después estabas completamente feliz y ahora la amargura escurre por tus codos.
— ¿Tanto así se nota?
— Tal vez sólo yo lo noto.
— Claro…
— ¿Quieres decirme qué te pasa?
— Me siento extraño.
— ¿Por qué?
— En la mañana estaba feliz, por alguna razón. Lo siguiente fue que fui a la plaza cerca de nuestra escuela.
— ¿Tú? Entonces sí estabas más que raro…
— Sí. La cuestión es… que en la plaza encontré al chico que me debe el café…
— ¿Eso es bueno o malo?
— La verdad no lo sé… Porque de repente apareció su… novia o algo así…
— ¿Y eso qué?
— Que… no me gustó verlos juntos…
— Aguarda un momento. ¿Tú el legendario Do Kyungsoo, el chico “nadie es digno de mí”, estuviste celoso?
— No estoy muy seguro que sean celos… pero, honestamente, es muy confuso… Ese chico tiene algo que… no soporto verlo con alguien más…
— Ah… jajajaja, creo que te comprendo…
— ¿Por qué? ¿Por Chanyeol?
— ¡¿Q-qué?!
— No lo niegues, Baekhyun. Admite que te gusta Chanyeol.
— ¡Tú admite que te gusta el chico que conociste!
— Honestamente, comienzo a creerlo…
Baekhyun se sorprendió mucho al ver sonrojarse a su amigo. Todo el tiempo que lo había conocido le pareció que Kyungsoo jamás se enamoraría. Era demasiado frío y jugaba con las personas que le atraían sin decidirse exactamente por alguien en específico. Pero el Kyungsoo frente a él mostrada indecisión, duda y confusión. El Kyungsoo frente a él no sabía lo que pasaba y de cierta forma Baekhyun era empático con él. Porque, a decir verdad, le pasaba lo mismo…
— ¿C-cómo te diste cuenta? -preguntó Baekhyun un poco sonrojado.
— ¿Qué? ¿De tu enamoramiento?
— Si así se le puede llamar…
— Desde que lo describiste. Tu rostro reflejaba otro sentimiento. No sé cómo decirlo. Lo cursi es un tema que nunca toco.
— Eres tan tú. No sé cómo es que te hacen caso las personas si eres tan amargado.
— Mi personalidad no importa. Lo único que quieren es mi trasero.
— ¡Qué asqueroso eres!
— Podré serlo, pero eso no cambia que es la verdad.
— Jajajaja… esto se está volviendo incómodo…
— Te vi con Taeyeon en la terraza.
— Ah, eso…
— ¿Sigue insistiendo?
— Sí… Me aterra su rostro. Es decir, no quiero lastimarla, pero sigue poniendo su cara de regañada que se me acaban las ideas…
— Díselo de frente. Las mujeres no entienden hasta que les dices las cosas claras. Si sigues con rodeos, lo único que haces es estar dando vueltas alrededor de ella, y eso es lo que quiere.
— No creo que Taeyeon sea así.
— Eres demasiado inocente. Cuando menos veas, te apuñalará por la espalda.
— ¿Cómo estás tan seguro?
— Porque lo he visto. Oh, mis padres ya firmaron un contrato, así que me largo de aquí. Me duele la cabeza de tanto pensar.
— De acuerdo. Nos vemos.
— Hasta luego.
Kyungsoo se acercó a sus padres y los siguió desde atrás. Baekhyun sólo volteó a ver dónde estaban sus padres y, para mala suerte, estaban tomando un trago con los padres de Taeyeon, y para colmo le estaban hablando para invitarlo también. La chica estaba ahí, con esa sonrisa angelical que no engañaba a Baekhyun. Sin embargo, bastó una mirada desaprobatoria por parte de su madre, así que no tuvo remedio más que ir.
— Hijo, ¿ya saludaste a Taeyeon? Se puso muy bonita éste año, ¿no lo crees?
— Ya la saludé, mamá.
— Ustedes se han conocido hace tiempo. ¿Cómo se llevan?
— Yo…
— Bien -afirmó ella con una sonrisa.
— Me alegro mucho. Estoy seguro que se llevarán mejor en un futuro -habló su padre.
— Bueno, tenemos que irnos -dijo Baekhyun apresuradamente-. Supongo que ya hicieron lo que tenían que hacer, ¿verdad madre?
— Por supuesto.
— Traeré el auto.
Baekhyun se dispuso a bajar las escaleras del lugar y cuando mandó por su auto, Taeyeon apareció. Fingió una semi caída y Baekhyun la sostuvo. Ya así, ella se atrevió a darle un beso en la comisura de sus labios. Baekhyun se alejó rápidamente y su carro llegó de inmediato. Se subió y se fue del estacionamiento. Sabía que sus padres se irían con los padres de ella, así que no los esperó. En el camino pasó frente a la tienda de música y en el recorrido a su hogar Baekhyun se la pasó pensando en a qué sabrían los labios de Chanyeol...