Taeyeon estaba ansiosa. Aquél día era la pasarela de su desfile de modas y no estaba preparada del todo. Porque, sí, pese a ser famosa, al ser diseñadora todavía sentía la presión de los rostros de disgusto, molestia, desaprobación que recibían sus diseños. Sin embargo, hoy era un gran día, se dijo a sí misma, puesto que invitó a Baekhyun al evento y éste aceptó. Su presencia le daba valor, y estaban a pocas horas de que empezara todo.
Por otro lado, Baekhyun estaba muy a gusto; acurrucado en el pecho de Chanyeol mientras los dos veían una película. Baekhyun fue el que sugirió aquél entretenimiento.
Chanyeol se encontraba muy emocionado y de vez en cuando apretaba a Baekhyun contra él en ciertos momentos de la película. Esto hacía que el bajito se riera en silencio. Le agradaba mucho esa característica de su novio. No obstante, dio un vistazo al reloj y eran las 7:25 de la noche, por lo que debía irse lo más pronto posible para llegar a tiempo al evento de Taeyeon, el cual aceptó ir.
Dejó los cómodos brazos de Chanyeol para levantarse y darle un beso largo en los labios para después irse. Ya le había explicado la situación a Chanyeol, pero el único elemento que modificó fue “voy al evento de una amiga”. ¿Desde cuándo Taeyeon era su amiga? ¿Desde cuándo tenía que ocultar su nombre en la presencia de alguien? Baekhyun estaba preguntándose eso de camino a su casa.
Una vez que llegó, se dirigió al baño y se duchó rápidamente. Salió del baño y buscó su camisa y el traje azul rey que alguna vez compró. Vio su aspecto en el espejo, peinó su cabello y se puso perfume. Al final, le agradaba mucho cómo se veía, pero, ¿por qué no se veía del todo feliz? Baekhyun comenzó a recordar que nunca se había vestido así para ir con Chanyeol a algún lado y se sintió rotundamente mal. Sin embargo, sólo sacudió su cabeza ante esos pensamientos y bajó las escaleras.
— ¿Vas a ir a algún lado? –preguntó su madre.
— Sí. Volveré más tarde.
— Oh, de acuerdo. Parece ser algo importante.
Baekhyun no respondió a esas palabras y se fue de allí. Entró lo más rápido que pudo al auto y le dijo la dirección a Brandon. Éste obedeció y empezó a conducir, pero, de reojo, vio la cara de insatisfacción de Baekhyun por el espejo retrovisor. Brandon quería ayudar, pero no pensó que ese fuera el momento adecuado. Por lo tanto, sólo siguió conduciendo hasta llegar a su destino.
Una vez allí, Baekhyun bajó del auto y Brandon se retiró a aparcar el auto. Baekhyun caminó por un largo corredor mientras que varias personas de alto nivel socioeconómico pasaban al lado de él. Y fue en ese justo momento que se arrepintió de haber ido. Su disgusto de estar entre tanta gente hipócrita, soberbia y orgullosa había vuelto. Baekhyun se sentía falso entre tanta gente así. Estaba a punto de huir de aquél lugar cuando una mano tomó su brazo firmemente.
— Baek, qué bueno que te encuentro –Taeyeon sonrió.
— Oh, hola.
— Llegas justo a tiempo. Ven, te llevaré al palco. Desde ahí podremos ver todo.
Taeyeon se veía muy emocionada, y feliz, por lo que Baekhyun no huyó de aquél lugar como había planeado. Al momento de llegar al palco, ambos se sentaron y pudieron ver todo el desfile desde el mejor ángulo. Baekhyun no era muy aficionado de la moda, pero no podía negar que algunos vestidos le parecieron bonitos. Al final, Taeyeon bajó a la pasarela para agradecer que estuvieran ahí y demás cosas que Baekhyun no estaba interesado en lo más mínimo de escuchar.
Cuando terminó el evento, todos los invitados se fueron y el lugar quedó vacío. Taeyeon se la pasó agradeciendo a todos los que hicieron posible ese día y sonreía para todos lados. Cuando Baekhyun cruzó su mirada, no perdió el tiempo para abrazarlo y él se sorprendió en demasía.
— Gracias, Baek.
— ¿P-Por qué? Yo no hice nada.
— Tu presencia no me dejó derrumbarme. Gracias por eso.
— Me alegro por ello, extrañamente.
Taeyeon se separó lo suficiente para mirar a Baekhyun directamente a los ojos y perderse en ellos. Taeyeon mentiría si dijera que todo ese asunto del nuevo comienzo con Baekhyun la estaba destruyendo por dentro. Ella lo que más deseaba era que Baekhyun correspondiera sus sentimientos, que la pudiera amar tanto como ella lo hacía. Sin embargo, estaba consciente de que eso no pasaría. No obstante, ¿estaba mal arriesgarse en este momento? Decidió probar, pero su celular sonó justo cuando ella acercó peligrosamente sus labios con los de Baekhyun.
— Oh, disculpa –Taeyeon se alejó y Baekhyun permaneció ahí.
El corazón de Baekhyun se encontraba acelerado. No porque perdió la oportunidad de besar a Taeyeon, sino por el miedo que le provocó aquello. Se sentía asqueado consigo mismo; culpable completamente. Por su mente, el pensamiento de haber besado a Baekhyun lo catalogó como una traición hacia Chanyeol. ¿Cómo es posible que se iba a dejar besar por alguien más sabiendo que sus labios sólo le pertenecen a Chanyeol? No. Baekhyun no podía hacerle eso. Por esto, se fue de aquél lugar.
Llamó a Brandon y en menos de cinco minutos ya se encontraba de camino a su casa. La ruta que Brandon tomó pasó cerca de la tienda de música, por lo que Baekhyun simplemente llevó sus manos a su rostro en señal de arrepentimiento. No podía ver a la cara a Chanyeol en esos momentos, así que se fue directamente a su casa. Al llegar, sólo subió a su habitación para poder llorar en silencio sobre su almohada.
Por lo mientras, su madre hablaba por teléfono.
— Sí, querida, acaba de llegar.
— Lo imaginé. Lo he de haber asustado…
— Oh, por supuesto que no. Se está enamorando de ti poco a poco.
— No lo sé…
— Sigue haciendo lo que haces, querida. Además, quiera o no, ustedes ya están comprometidos.
— ¿Y… cuál es el plan después de habernos casado?
— Que disfruten su luna de miel, querida.
— Entiendo…
— No te preocupes. Todos salimos ganando. Tú te quedas con él, tus padres y yo hacemos negocios y ambas familias nos beneficiamos.
— Todos menos Baekhyun.
— ¿Cómo? –la madre de Baekhyun se acomodó mejor en el sillón–. ¿Estás cuestionando mi plan, querida? –puso un énfasis en la última palabra.
— ¡No! Yo, simplemente…
— Escuchaste lo que dije, ¿verdad? Te casarás con él, quiera o no. Punto.
— S-sí, señora…
— Bien. Nos vemos, cuídate –canturreó.
— H-hasta luego, señora.
La madre de Baekhyun colgó la llamada y miró a la ventana con una sonrisa. Su esposo la miró desde la puerta y soltó un largo suspiro. Sacó su celular y escribió un rápido mensaje. Buscó el contacto indicado y presionó el botón “enviar”.
“Vuelve, hijo. Tu madre… Ahora quiere hacerlo con Baekhyun”.
Por otro lado, Chanyeol estaba concentrado en su composición. Habían algunas notas que no sabía muy bien si dejarlas ahí o no, pero eso lo iba a decidir al siguiente día, en su práctica con Kris. Cuando estaba dispuesto a dejar a un lado sus anotaciones, alguien tocó a su puerta. Chanyeol vio la hora y eran casi las 11:00 de la noche. Pensó en la posibilidad de que fuera Baekhyun y se emocionó, por lo que abrió con una sonrisa en su rostro, pero la realidad era otra.
— H-hola, Chanyeol.
— Kyungsoo… ¿Q-qué estás haciendo aquí?
— Oh, eh, pues… Hoy estuve fuera un tiempo, pasé por una plaza y quise darte esto –Kyungsoo le extendió una caja forrada–. Pensaba dártelo como regalo cuando ganes tu concurso, pero no pude resistirme.
— Gracias –Chanyeol se sentía conmovido–, pese a que es tan tarde…
— Sí, ¿verdad? Jaja, lo siento…
— No, no te preocupes.
Chanyeol abrió con calma la caja y pudo darse cuenta que era de un celular. Se veía caro, por lo que Chanyeol estaba sorprendido, por lo que miró a Kyungsoo con una mirada confundida y Kyungsoo sólo le regresó una sonrisa.
— Y-yo… Lo aprecio mucho, Kyungsoo, pero no puedo aceptarlo.
— ¿Por qué no?
— Porque es muy caro.
— No te fijes. Iba pasando por la plaza, así que lo vi, me gustó y heme aquí jajaja.
— En serio, Kyungsoo, no sé cómo regresarte esto…
— Guarda mi número para la marcación rápida –Kyungsoo sonrió.
Chanyeol sonrió de igual manera y prendió el teléfono para configurarlo y guardar el número de Kyungsoo. A Chanyeol no le gustaba recibir regalos caros (puesto que también había recibido algunos por parte de Kris), pero algo en la mirada de Kyungsoo que lo convenció rápidamente. Una vez que intercambiaron números, Kyungsoo se despidió y Chanyeol regresó a su cuarto. Durmió pensando en que ya podía comunicarse con Baekhyun.
Al siguiente día, en la práctica con Kris, Chanyeol se encontraba muy emocionado. Kris pudo notarlo. Kris pensó que ya había arreglado sus problemas con Baekhyun, por lo que ya no habló más del tema. También, le sorprendió ver que tenía un celular nuevo, pero no dudó en intercambiar sus números. Por fin, la práctica había terminado y, cuando abrió la puerta, Baekhyun casi choca con él.
— Oh, hola –dijo el bajito.
— Hola. Chanyeol, tu novio está aquí.
— Baek –Chanyeol sonrió y corrió a abrazarlo–. Llegaste temprano.
— S-sí, jaja.
— Los dejo solos, tórtolos.
Ambos chicos sonrieron ante tal apodo y se sonrojaron. Kris sólo sonrió y se fue de aquél lugar. Chanyeol tomó las manos de Baekhyun, lo besó y lo llevó al piano para que se sentara a su lado. Baekhyun pensó toda la noche que debía de estar más tiempo con su novio. Últimamente lo ha abandonado por otras cosas y, seguramente, él ni lo sabía. Baekhyun supo que era una mala persona, por lo que quería remediarlo todo ese día.
— ¿Te gusta esta canción, Baek? –Chanyeol comenzó a tocar las teclas.
— ¡Claro! Es “You’re Beautiful”, ¿cierto?
— Así es. Me alegro que la conozcas –Chanyeol sonrió radiante.
— Es muy bonita.
— ¿Podrías acompañarme?
— ¿E-eh? –Baekhyun se sonrojó.
— Vamos. Te la sabes, ¿cierto? Quiero escucharte.
La mirada de Chanyeol no se alejaba de su novio y eso lo ponía nervioso. Hace mucho que no cantaba como él quisiera. Ni siquiera lo podía hacer en su casa por temor a que su madre lo escuchara. Pero ahora… Ahora tenía la oportunidad perfecta. Por eso, Baekhyun comenzó a cantar. Al principio con un poco de temor, pero Chanyeol sólo seguía tocando; alentándolo para seguir su ritmo. Baekhyun sonreía mientras las palabras salían de su boca. Sí, Baekhyun se encontraba feliz.
— Wow, Baek, cantas hermoso.
— Jajaja, no digas eso –Baekhyun se llevó las manos a su rostro enrojecido.
— Lo digo en serio. Deberías participar conmigo.
— ¿En tu concurso? ¿Se pueden dúos?
— No. Hay una categoría de canto también. ¿Por qué no participas?
— Mis padres… Ellos no estarían de acuerdo.
— No te estoy diciendo que les digas –Chanyeol sonrió pícaramente.
— ¿Me estás sugiriendo que les mienta?
— Yo no dije nada –Chanyeol se carcajeó–. Simplemente pienso que tu voz es muy bonita. ¿Qué tal si a alguien le gusta tu voz y te ofrece algún contrato o algo por el estilo?
— Me encantaría, pero…
— ¿Pero?
— Por mucho que me guste cantar, no creo que mis padres permitan algo así…
— Bueno, yo creo que deberías seguir tus sueños, Baek –Chanyeol le tomó la mejilla con suavidad–. ¿No es eso lo que deseas?
Baekhyun no sabía qué pensar. Hace mucho que había deseado en convertirse en un cantante reconocido. Muchas veces lo elogiaron por su voz tan armoniosa, pero su padre quería que se dedicara a alguna de sus empresas y por supuesto que esa idea le encantó a su madre. Ella hacía todo lo posible para que el camino de su hijo se fuera por los negocios…
— Lo… Lo pensaré –dijo Baekhyun.
— De acuerdo.
Chanyeol apretó la mano de Baekhyun para interpretar una melodía calmada esta vez. En esta ocasión, Baekhyun no cantó.
Mientras tanto, en algún lugar de Europa, un chico miró el mensaje que recibió a horas de la madrugada. A lo que respondió:
“Tomaré el primer vuelo para Seúl. No voy a permitirlo”.