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Dirty Trash por NamuHee

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Notas del fanfic:

Es el primer lemon que escribo, perdón si quedó basura -sobs- 

Dirty Trash 

{WooGyu} 

En cuanto escuchó la puerta cerrarse volteó hacia el muchacho mirándole de forma lasciva. Lo alzó en brazos y lo besó con urgencia aprisionándolo contra la pared. Ya habían tenido alguno que otro encuentro pero ninguno tan fogoso y pasional como ese, pero qué va, se iban a quedar completamente solos, podrían hacer el ruido que quisieran sin el miedo a ser descubiertos, pero aun así, eso no le quitaba lo excitante a la situación.

Sujetó las piernas de Sunggyu mientras continuaba con el demandante beso. El mayor, por su lado, estaba anonadado por la actitud tan ruda del menor, siempre había sido bastante apasionado pero ahora sobrepasaba cualquier límite que hubiese colocado. Sunggyu hizo de su más arduo esfuerzo por corresponder al desesperado beso propinado por Woohyun. Rodeó con sus piernas la cintura del otro para acercarle mientras sus manos se encargaban de acariciar el cabello sedoso del muchacho. La presión que ejercía el cuerpo ajeno contra el propio provocaba una exquisita fricción que le hacía jadear entre los labios del castaño, lamentablemente todo se complicaba con la posición, su espalda comenzaba a doler por encontrarse aprisionada en el duro concreto. En un intento por separarse, haló el cabello del menor haciéndole soltar un jadeo entrecortado. Sonrió de medio lado sintiéndose orgulloso por provocar tales reacciones en el joven. Respiró agitado en busca de oxígeno y besó con delicadeza la barbilla de Woohyun, quien le miró algo extrañado.

—D-Deberíamos ir a la habitación, mi espalda me está matando —susurró el mayor bajando un poco la mirada con un furioso sonrojo cubriendo gran parte de su rostro. Ante tal visión el menor se mordió el labio inferior deseoso, pero sonrió de lado y le otorgó al muchacho entre sus brazos un casto beso.

—Lo que ordenes —dijo suavemente mientras hacía uso de su autocontrol para no terminar teniendo sexo en pleno pasillo. Siguió sosteniendo al mayor en sus brazos, quien se encontraba abrazado a su cuello y con el rostro oculto en la hendidura de su hombro, hasta llegar a la habitación. Abrió con algo de apuro la puerta y entró con urgencia. Cerró la puerta detrás de sí recargándose en ella, como consecuencia soltando las piernas del mayor. Llevó sus manos hasta la cintura del chico acercándole.

Por unos eternos segundos, el silencio inundaba la habitación así como también lo hacía la respiración agitada y ansiosa de Woohyun. Sunggyu pasó saliva y alzó la cabeza suavemente. Con cierta ternura acarició el cuello del menor y depositó un pequeño beso en su mandíbula. Fue ese, un pequeño detonante que afloró en el interior de Woohyun con intensidad, estrujó la cintura del pelinegro y juntó sus labios en un nuevo beso.

El deseo invadió incontrolablemente el cuerpo del mayor al sentirse poseído nuevamente por esos suaves labios. Posicionó sus temblorosas manos en los anchos hombros del menor haciendo una pequeña presión por el apogeo que comenzaba en su interior. Su corazón latía desbocado, y sentía sus entrañas estremecerse. Lo estaba disfrutando con demasía. Sus fuerzas se terminaban y comenzaba a flaquear, todo por culpa de las maravillosas  sensaciones que le provocaba su amante. Su cavidad bucal se vio invadida por la lengua traviesa del joven que le aprisionaba entre sus brazos, soltó un quejido sumado a un estremecimiento que le recorrió la columna vertebral.

Las manos del menor revolotearon por la espalda de Sunggyu comenzando a descender lentamente colocándose suavemente sobre su cadera en el borde del pantalón. Exploró con rudeza la boca del otro llegando a encontrarse con la lengua del muchacho, y comenzó una pequeña batalla por saber quién llegaba a dominar, pero era obvio que él tenía todas las de ganar. Sentía entre sus brazos cómo el cuerpo del mayor se llenaba de espasmos. Sonrió sobre los labios del otro separándose a duras penas algunos milímetros. Un diminuto e imperceptible hilillo de saliva aun los unía. Respiró de forma ansiosa y mordió el labio inferior del otro halándolo suavemente. El agarre en las caderas del mayor se reforzó y le acercó un poco más llegando a sentir su dureza. Tanto el mayor como él jadearon de placer. Sintió un escozor embargarle. La ropa simplemente ya era un obstáculo del cual debían deshacerse. Gruñó al sentir el cuerpo del mayor restregándose en busca de más. Era totalmente encantador saber que Sunggyu se sentía de la misma forma. Un apasionado beso dio inicio por tercera vez, éste un poco más necesitado que los otros. Woohyun comenzó a caminar hacia la cama empujando al mayor sin despegarse de sus labios.

Sunggyu avanzó lentamente aferrándose al cabello del muchacho, no tenía muchas intenciones de separarse ni un milímetro. Sus piernas tocaron el borde de la cama obligándole a separarse del joven. El castaño se separó relamiéndose los labios, tomó con cuidado al mayor por los hombros y le obligó a sentarse en la orilla de la cama. La expresión de Sunggyu fue de completa confusión. Entreabrió la boca en sinónimo de replicar pero el castaño le silenció colocando el dedo índice en sus labios y sonrió radiante. Sunggyu gruñó frustrado. El castaño posó sus manos en los muslos del muchacho acariciándole arriba-abajo tranquilamente esperando reacción en el otro, la cual fue inmediata, los espasmos en el cuerpo del mayor reaparecieron complaciéndole. Observó cómo la cara del mayor se coloreaba y estrujaba entre sus manos las sábanas. Sonrió de medio lado. Continuó las caricias fingiendo pereza aunque por dentro estaba a punto de explotar. Subió peligrosamente hasta llegar a la ingle del mayor quien jadeó descontento, ese muchachito ya había estado jugando demasiado con su control.  

—Y-Yah, d-deja de jugar —titubeó respirando agitadamente. La ligerísima risa del menor llegó hasta sus oídos y levantó la mirada frunciendo el entrecejo. La sonrisa del castaño no desapareció de sus rasgos. Se inclinó hacia el mayor a la altura de su oído.

—No desesperes, hyung —susurró seductoramente y apresó el lóbulo del mayor entre sus labios. El pelinegro se estremeció. Woohyun sonrió contra la piel del otro y bajó a besar la pálida piel de su cuello, mientras acariciaba el interior de sus muslos. Decidió jugar tan sólo un poco más con el mayor por lo cual cesó cualquier caricia y se separó de su cuerpo. Se maravilló con la vista de su tembloroso amante y se volvió a acercar contoneándose. Nuevamente apoyó sus manos en los muslos del mayor, estrujándolos, y Sunggyu jadeó con necesidad. Rio por lo bajo mientras procedía a empujar suavemente a Sunggyu hasta dejarle recostado en la mullida cama. Con una sonrisa, se posicionó sobre el mayor colocando ambas piernas a sus costados mientras se movía de manera provocadora pero sin llegar a tocarle.

Sunggyu gruñó molesto, pocas veces eran las que se sentía de esa forma y el menor solo se empecinaba en probarle y provocarle de la manera más baja. Con un jadeo por el calor que se apoderaba de su ser, haló el cuerpo del menor hacía sí provocando que sus durezas se rozaran por sobre la tela, provocando que un sonido incierto saliese de lo profundo de su garganta.

 Woohyun apoyó sus brazos a los costados de la cabeza del mayor, inclinándose para besar sus labios mientras el pelinegro subía lentamente su camiseta en un intento un poco torpe para quitársela. El menor rio mientras se desprendía de aquella molesta prenda, movió su pelvis con algo de brusquedad, arrancándole gemidos quedos, y algo agudos, al mayor. Se pasó la lengua por la punta de sus dientes mientras se deshacía suavemente de los pantalones ajustados que había decidido, Sunggyu, llevar ese día. Terminada la labor, los arrojó a un punto incierto de la habitación inundada de grumosa pasión.

Woohyun soltó una ligera risa al ver la ropa interior apretada del mayor; se aventuró un poco a probar nuevamente al chico y posó una de sus manos sobre el bulto sobresaliente estrujando con suavidad. Sunggyu arqueó la espalda en busca de más contacto; estiró, como pudo, los brazos para acariciar el bien formado torso del menor y alzó la cabeza en busca de contacto con sus suaves labios. Las manos del menor subieron por el torso de Sunggyu llevándose consigo la camisa del muchacho, la pasó por sobre su cabeza para volver a poseer aquellos labios que yacían hinchados.

En un intricado movimiento se separó del mayor observándole desde arriba, se inclinó a depositar delicados besos en su cuello, y para dejar alguna que otra pequeña marca cerca de su clavícula. Recorrió con sus manos los costados del mayor, sintiendo bajo su tacto la suave piel erizarse. Hizo un pequeño camino de húmedos besos y pequeños mordiscos por todo su pecho, bajando por el abdomen hasta detenerse en el borde de su ropa interior. Sunggyu sentía como los lugares que habían sido marcados, besados y acariciados por Woohyun ardían, su cuerpo estaba caliente y la temperatura aumentaba con cada segundo que pasaba. Pasó sus manos por el cabello del menor halándolo suavemente. 

Woohyun se relamió los labios y deslizó una de sus manos entre la ropa interior envolviendo el miembro caliente y palpitante del mayor. Le acarició arriba-abajo, en un compás lento, tortuoso, inclusive doloroso. Envolvió en su palma la punta cerrando los dedos provocando que el mayor jadeara y le mirase con el ceño fruncido. Parpadeó y rio por la repentina reacción del muchacho. Detuvo su movimiento sacando la mano, y escuchó al mayor quejarse en voz baja.

Se mordió el labio inferior mientras se deshacía de sus propios pantalones, quedando en las mismas condiciones que Sunggyu. Volvió a llevar sus manos al elástico de la ropa interior de Sunggyu y le regaló una sonrisa ladina mientras deslizaba la tela por sus piernas.

 Completamente desnudo frente a los ojos de Woohyun, el pelinegro se cohibió evitando tener contacto con los ojos del muchacho encima de él. El castaño logró notar la evasión por parte del mayor, así que tomó su barbilla para que le mirase.

—No hay nada de qué avergonzarse, hyung —le susurró sobre los labios con un tono bastante sugestivo. Sunggyu ahogó un ronco gemido entre los labios del menor, la forma en que lo había dicho simplemente le resultó de lo más erótico. Pasó los brazos por su cuello mientras le besaba intensamente. Le succionó el labio superior y le vio alejarse suavemente.

El castaño guio su mirada hacia la pequeña cómoda que yacía junto a la cama, con pereza se separó del mayor para estirarse y sacar del cajón un pequeño botecito de lubricante.

Sunggyu observó embobado cómo el menor vertía un poco del líquido en su mano, y dirigía esa misma mano a su entrada. El contacto del líquido frío le provocó escalofríos e incomodidad. Frunció el entrecejo sintiendo cómo los dedos del menor rodeaban juguetonamente aquel punto que debía ser lubricado. Jadeó frustrado al sentirse provocado de nuevo, así que movió suavemente sus caderas. Ante tal movimiento Woohyun se detuvo y le miró con una ceja alzada, más una pequeña y casi imperceptible sonrisa burlona. Alejó un poco su mano, pero Sunggyu bramó despegando la espalda de la cama.

—A-Apresúrate mocoso —farfulló entrecortado sosteniéndose con sus antebrazos, sintiendo la cara arderle horrores.

Woohyun soltó una risita mientras deslizaba uno de sus dedos en el interior del mayor, quien soltó un quejido, incómodo. Procedió a insertar el segundo, moviéndolos suavemente para que el mayor se acoplara a la sensación. Sunggyu yacía con la cabeza gacha respirando erráticamente. Se mordió el labio inferior con fuerza insertando un tercer dedo, siguiendo el compás, observando atentamente las reacciones del mayor. En un sorpresivo movimiento, el mayor soltó un fuerte gemido llevando la cabeza bruscamente hacia atrás; había dado en el dulce punto que haría al mayor derretirse de placer.

 Respiró arrítmicamente sintiendo como el placer le recorría cada nervio al ser tocado en aquel punto. Entreabrió los ojos al sentir al menor posicionarse mejor entre sus piernas. Y de una sola estocada entró por completo en el interior del mayor. Estrujó las sabanas entre sus manos al sentirse tan lleno. Soltó un gruñido seguido de un quejido mientras las lágrimas se aglomeraban en sus ojos por el brusco movimiento.

—Eres un... animal —gruñó el mayor con el dolor palpitante en su entrada. Woohyun sonrió de medio lado, jadeando un casi inaudible “Lo siento”. No podía negarlo, se sentía desfallecer ante la exquisita presión que ejercían las paredes del  mayor contra su miembro, y quería embestirle con fuerza desmedida, pero debía tener un poco de consideración.

Sunggyu dejó salir una exhalación de entre sus labios haciendo un gesto al menor para que empezara a moverse lentamente. Woohyun separó sus piernas mientras le penetraba lento y profundo. Jadeos y quejidos salían de la boca del mayor mientras se acostumbraba a la sensación. Llegó el momento en que aquel tortuoso movimiento lo único que hacía era desesperarle así que movió sus caderas contra el miembro de Woohyun pidiendo un poco más de intensidad, siendo sus órdenes seguidas de inmediato por el otro. Haló los brazos del menor para acercarle y darle un beso húmedo. Enredó sus piernas en la cintura del castaño dejándose hacer.

Woohyun pasó los brazos por debajo de la espalda del mayor, alzándole mientras daba las estocadas profundamente, ahogando también los gemidos que emitía el mayor en sus labios. Los brazos de Sunggyu rodearon su cuello hasta posicionarse en su espalda, acariciándole suavemente.

Una ligera capa de sudor comenzó a cubrirlos mientras seguían moviéndose en unísono. El mayor enterró sus uñas en la espalda de Woohyun al sentirse cerca de acabar. Separó sus labios del menor mientras gemía incontrolablemente.

Woohyun ocultó su rostro en el hueco del hombro del pelinegro mientras le penetraba, él también sintiéndose cerca del fin. Dos, tres, cuatro estocadas fueron necesarias para tocar la próstata de Sunggyu, haciendo que éste arañara con fuerza la espalda del menor y soltara un largo gemido de puro placer, esparciendo su líquido blancuzco en el torso de ambos. Las paredes de Sunggyu rodearon deliciosamente el miembro de Woohyun por el orgasmo, haciendo que el menor explotara a su vez, derramando su semilla en el interior del muchacho.

Salió del mayor en un suave movimiento. Sunggyu se recostó mientras trataba de regular su respiración. Woohyun se dejó caer a su lado agitado y con el cabello pegado en la frente llena de sudor. Sunggyu arrugó la nariz y sonrió levemente.

—Necesitaba eso —murmuró ronco pasándose una mano por el rostro limpiando el sudor. El castaño soltó una pequeña carcajada cansada.

Hyung, eres un pervertido —se colocó bocabajo en la cama y se apoyó en sus antebrazos sonriéndole al mayor alzando las cejas de forma pícara. Sunggyu rodó los ojos sonriendo muy apenas y dándole un débil golpe en el hombro. — ¿Crees poder sentarte? —preguntó con falsa curiosidad mientras sonreía ante la cara colorada del mayor.

—No seas idiota —murmuró golpeándole de nuevo. Woohyun rio moviendo los hombros.

— ¿Eso es un ‘no’?

— ¡Yah, Woohyun!

 


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