Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Too young to die por Andhara

[Reviews - 29]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Capítulo nuevo y un poco más y se me olvida que me toca colgarlo hoy jajajaja

Creo que este capitulo es muy muy importante para ir conociendo mas de Shino, su pasado y como se siente. Poco a poquito.

Muchas gracias a Baal y a carla por sus reviews, me hasen felis felis. 

Canción del título: All the young punks (si no recuerdo mal), de los enormes The Clash de nuevoooo.

Os dejo leer! Espero que os guste muchito!

Los días fueron transcurriendo de forma normal. Shino acudió más o menos a todas las clases, para compensar las faltas de la semana anterior. Pensó que a lo mejor Ryu no le volvía a mirar a la cara y que si lo hiciera el otro pondría esa expresión incomoda. Pese a eso, su relación siguió como hasta entonces pero con un nivel mucho más alto de complicidad.

Después de tanto tiempo, Shino tuvo la sensación de volver a tener un amigo, alguien en quien confiar. Ryu, por su parte, también esperaba no poder mirarle nunca más a los ojos después de lo que había pasado, pero no fue así. Ante su sorpresa, también encontró una amistad en Shino, de esas que hacía tiempo que no tenía.

Ryu era ese tipo de persona que tenía muchos conocidos. Más de 700 amigos en Facebook, solía pensar. Pese a eso, con más de la mitad no saldría ni a hacer una cerveza y los restantes no podía contar con ellos para nada más allá. No culpaba a los demás, sabía muy bien quien provocaba eso. Era una persona bastante cerrada, recelosa de su vida.

Las amistades se alimentan, al menos al principio, de secretos. Yo te cuento quien me gusta y tú me cuentas con quien follas. Así establecían un vínculo, una relación de complicidad y el compromiso de no contarlo. Muchas personas se habían intentado acercar a Ryu así, al no entrar en el juego se acababan alejando.

Podía ser ingenuo y pensar que no le unía tal frivolidad a Shino, pero la realidad era mucho mayor. Su vínculo eran caricias y besos prohibidos. El recuerdo del semen caliente en su mano. Ahora que era más cercano a él, veía como sus temores de no poder nunca alcanzarle se disipaban, ese ya no era el objetivo.  Pese a eso, seguía teniendo la sensación de que Shino le consideraba alguien lejano que jamás le comprendería. Eso le dolía, porque con el paso de los días la compasión desaparecía pero crecía la ansiedad de saber y ser parte de su historia.

Planearon salir la noche del viernes con unos amigos de Shino, incluido Taro, entre los cuales Ryu se aseguró que no estuviera la bajita desagradable y Shino se cuidó de no invitar a Yuri. Resultaron ser todo chicos al final y decidieron ir a un bar cercano al de la última vez. Según Hitoshi estaba lleno de tías guapas.

La noche en el bar resultó tranquila y entretenida, con pequeños choques entre Taro y Hitoshi que no llegaron mucho más allá. Era gracioso verlos discutir: Taro con su más de metro noventa y su cara inofensiva parecía un oso amoroso; Hitoshi, que no debía llegar al metro setenta, con los puños y los dientes apretados y las venas sobresalidas parecía un perro de caza.

 Ryu notó la gran diferencia en la actitud de Shino,  ahora que eran cercanos. Shino le hablaba de forma distendida, reía con sus bromas y se sentaba y caminaba a su lado. Quedaba poco de la ronca amenaza del día de la azotea. Le complació que Shino fuera más cercano a él que su mejor amigo de la infancia. El chico era simpático, pero a Ryu llegó a cansarle su jovialidad infantil. Pese a eso, parecía que a Shino le gustaba ese aspecto, sonreía con ojos tristes cuando Taro decía chorradas, como si fuera la viva imagen de algo perdido e irrecuperable.

Hitoshi y el otro chico se fueron de caza por el bar y Taro los acompañó divertido. Se quedaron él y Shino, en silencio. El pelirrojo hacia girar su vaso con la mirada perdida en el fondo.

-Me intente suicidar.

¿Había oído mal? ¿A que venía eso? ¿Qué se intentó suicidar? Ryu se quedó mirándole con los ojos abiertos.

-¿Qué has dicho?- insistió, debía haber oído mal.

- Que me intenté suicidar, Ryu.-levantó la vista y le miró a los ojos de forma penetrante para luego volver la vista al vaso.- Ese es el recordatorio. Robé un montón de pastillas de la enfermería del centro y me las metí. Perdí la consciencia más tarde de lo que pensaba, pero no me angustie. Aun me asusta lo tranquilo que estaba mientras me colgaba la soga al cuello. La recuperé por unos segundos entrando a urgencias, en una camilla. Los fluorescentes blancos me molestaban en los ojos, se movían rápido. Oí a la enfermera: “Es demasiado joven, demasiado joven para morir”, dijo. Y en ese momento, a las puertas de la muerte, solo pude pensar en la canción de Brother Dege que sonaba por ese tiempo. No vi mi vida pasar, Ryu, ni recordé momentos felices. Mi cerebro usó sus últimos momentos de lucidez para tatarear una puta  canción que ni siquiera me gustaba. Too old too die young, que irónico…-volvió a mirarle con ojos fríos.- Tuve suerte y salí de esa. Durante meses me pregunté porque era tan jodidamente inútil que no era ni capaz de suicidarme. Con el tiempo empecé a temer de mí mismo. Por eso me tatué. Después de tanto tiempo aún hay días en que siento el odio carcomiéndome el celebro, él lo calma.- y se acarició las costillas.- A veces pienso que no me importaría morir ¿sabes?, pero matarte a ti mismo…Eso es más jodido.

Ryu le miró, atónito, asimilando toda la información que le había dado de golpe.

-He abierto la puerta. Fuiste tú quien preguntó, así que no me mires así. No se lo he contado nunca a nadie, deberías estar orgulloso. – hizo una sonrisa triste.

Ryu agarró la mano que seguía sujetando el vaso. La estrechó y acarició y la llevó debajo de la mesa. Shino le seguía mirando, estoico. Ryu no sintió compasión, ni tristeza ni nada parecido, sólo mantuvo la mirada, firme y dura. Le estaba diciendo: gracias por contármelo, estoy aquí contigo. Shino suspiró, menos mal, pensó.

-¿Taro tampoco lo sabe?- Ryu no sabía en qué momento el castaño había abandonado el centro.

Shino lanzó al aire una carcajada angustiada.

-No, no lo sabe y no lo sabrá nunca. Se podría decir que fue una de las causas.-  sonrió de forma amarga.

A Ryu le habría gustado indagar, como chico curioso que era, pero se acercó Taro, riendo.

-Joder tío, es como me dijiste. Son todas super fáciles de entrar, no como las frígidas de mis amigas. Ves a esa rubia de ahí, la guiri. Hoy me la ligo.

Taro puso los brazos en taza, triunfal.

-Adelante machote, me gustará verte fallar.

Shino le dirigió una sonrisa torcida y Taro se volvió a marchar. Ryu no pudo evitar apretar la mano que aun sostenía debajo de la mesa. Shino le miró y Ryu leyó claramente en sus ojos: ¿Celoso, Asahara? Se levantó sin decir nada y se dirigió hacia la salida, abandonando el juego de miradas y dejando a Ryu solo. Este se levantó y le siguió cual perrito.

Ya en la calle, Shino se encendió un cigarro. Dio unas cuantas caladas antes de ofrecérselo a Ryu. Este aceptó.

-Sabes muchas cosas de mí, Ryu. En cambio tu vida es un misterio para mí.

-Si piensas que eres una persona mínimamente transparente estás muy confundido.- rieron ligeramente.- Tengo una vida normal, Shino. Tengo padres viejos y pesados, una hermana en la universidad y al parecer una actitud deplorable que me hará acabar debajo de un puente.

- No estarás solo, entonces.- carcajeó.- ¿No quieres estudiar Ryu? Yo soy un caso perdido desde hace tiempo, pero tú…

-¿Tú también vas a empezar?- Ryu endureció la mirada.- Haré los exámenes, si entro fantástico, sino también. ¿Y tú qué? ¿Vas a pasarte toda la vida pasando droga?- Ryu estaba rabioso.

-Yo no paso droga, Ryu…

- Por favor, Shino ¿Te piensas que soy idiota?

Shino le miró, desafiante.

-¿A ti que más te da?

- Pues me da, y me da mucho.

Agarró a Shino del brazo y se lo llevó al callejón oscuro de al lado. Le empujó contra la pared de piedras sucias. Shino le miraba confundido, ese chico tenía una extraña manía con zarandearle.

-Quizás a ti te importan una mierda tus amigos. Y quizás aún te importan menos las personas con  quién te acuestas, pero no todo el mundo es así ¿sabes? Me importas des de que me metiste entre tus sabanas. Eso es ser amigos. Que me cuentes tus mierdas y que yo las acepte reconociendo que son mierda. Y pasar droga es mierda Shino, mucha mierda.

Shino pasó del rostro confundido al enfadado.

-Pues acepta que paso mierda, porque no lo voy a dejar de hacer porque tú te coloques la etiqueta de amigo del alma defensor de las mujeres y los desvalidos. Si te vas a poner en ese plan o en el de marido pesado ya estás alejando tu culo de mí.

Quizás todo eso había sido más mala idea de lo que pensaba. Tener amigos era estúpido, solo daban problemas.

-Pues a lo mejor tienes razón. – Ryu le soltó y se alejó.- Me voy a casa.- se giró y se fue.

Shino habría querido gritarle barbaridades, estamparle la cabeza en la acera para luego patearle con las botas, pero solo alcanzó a pensar: Otra vez no, por favor.

---------------

Al volver al bar Shino empezó a beber cual adolescente desquiciada cuando le deja el novio. Ahogar las penas en alcohol, decían. Shino más bien ahogaba la rabia, aunque no parecía tener efecto. Cada vez estaba más violento y por dentro más podrido. Estrangulaba las ganas de llorar y gritar apretando los puños y pidiendo más bebida, cosa que no hacia mejorar su situación. De nuevo perdía a la única persona que podía llamar amigo y lo hacía justamente por eso, por el miedo a tener alguien que le importara.

Empezó insultando a los de la mesa vecina, con sus tres amigos intentando poner orden. Las palabras fueron a más y volaban de mesa en mesa. Uno de los otros fue el primero en lanzar un puñetazo cuando Taro se encaró para defender a Shino. Obviamente les echaron del bar.

En la calle Shino siguió con su mierda de actitud e incluso pegó a Hitoshi por intentarle alejar del otro grupo. Hitoshi se cansó de la actitud del pelirrojo y se fue con el otro chaval, dejando a Taro solo con el borracho suicida. Vaya amigo, pensó este. El otro grupo no tardó en rodearles.

-¿Qué pasa maricones? Ahora somos menos y venís a pegarnos la paliza de nuestra vida ¿no?-pesé a ir como una cuba Shino hablaba perfectamente y sus palabras destilaban ironía.

-Deberías medir tu lengua, zanahoria. – dijo el chico del puñetazo en el bar.

Llevaba una creta verde y una chupa llena de tachuelas y pinchos. A Shino le causó repulsión. Odiaba a los putos niños pijos que jugaban a la anarquía con botas que costaban más de 25.000 yens y tarareaban Sex Pistols durante las 2 horas que estaban para peinarse la cresta. Escupió al suelo.

-Si vamos a pelearnos será mejor que te quites tu bonita chaqueta, ¿no la querrás manchar de sangre, no?

La pelea empezó de repente con el de la cresta verde abalanzándose sobre Shino. Este fue más rápido y bloqueo el puñetazo con uno en el estómago. Tan pronto como empezó, acabó.

-Tenéis suerte de que justamente hoy no queremos problemas con la policía. Ya nos veremos parejita.- y se alejaron con paso triunfador.

Les superaban por mucho en número, aunque eso no significó que ellos no partieran un par de narices, labios y cejas. Dejaron a Taro y a Shino en el suelo, con este último escupiendo sangre, el labio totalmente reventado y la ceja sangrando. Taro, gracias a su altura, había recibido menos golpes en la cara, pero el estómago le dolía como si le hubiera reventado el hígado. Taro vomitó y dio gracias a todos los dioses del mundo por ser un vomito limpio, libre de sangre. Eso indicaba que todo estaba bien por dentro, o eso creía.  ¿Qué diría cuando le preguntaran por los moratones y los nudillos pelados?

Shino se levantó limpiándose con la mano la comisura del labio. Empezó a reír como un poseso, mostrando los dientes blancos entre encías ensangrentadas. Daba un poco de miedo, con la cara y el pelo llenos de sangre y la camiseta ya de por si rota estampada en gotas ajenas.

-Será mejor que te alejes de mi tú también, Taro. Antes de que corrompa lo que tus padres han logrado.

 

Notas finales:

Ahí lo teneis. ¿Impactados? ¿o quizas ya sospechavais algo?

Espero que os haya gustado mucho, en 5 días capitulito nuevo. Buuuff...estamos ya en el capítulo 6 (y tengo escrito hasta el 8!) pero hay tantas cosas que quiero explicar! Acabaré escribiendo la biblia jajajajajajaja

Enviadme vuestros comentarios, me encanta saber que pensais. Esos que estais ahí, que me leeis y no decis nada...animaroooos! Quiero saber vuestra opinion Ò.Ó

Por cierto, la cancion que menciona Shino es justamente: Too old to die young de Brother Dege, sale en Django Unchained (la peli), asi que alomejor lo habeis escuchado.

Besos besooooos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).