Las luces de colores hacían que el lugar tuviera una sensación agradable para cualquier persona, la gente corría de un lado a otro viendo los puestos de recuerdos y comida, los niños jugaban en los puestos junto con su familia y los jóvenes disfrutaban de la compañía de sus amigos.
Todos menos uno, Sasuke Uchiha.
Digamos que no era muy social, y no quería estar en el festival de año nuevo pero por órdenes del Hokage no tenía más opción, pues era el encargado de la vigilancia como uno de los pocos jonin que estaban solos.
Desde que terminó la cuarta gran guerra ninja, había vuelto a Konoha junto con sus compañeros que lograron perdonarlo por todo lo que había hecho, y este les explicó lo que había sucedido con Itachi y Konoha en el exterminio de su clan, que todo había sido una orden y él no había soportado la idea de que su hermano haya hecho todo lo que hizo por protegerlo a él y a Konoha, estos se asombraron por la anécdota, era toda una sorpresa.
Después de haber sellado a aquella mujer él y Naruto habían luchado, perdiendo un brazo cada uno pero volviendo a ser lo que eran antes, mejores amigos, o eso eran hasta hacía unos meses, que comenzaron a sentir atracción el uno por el otro. Le hubiera gustado haber estado con Naruto en el festival pero por órdenes del sexto Hokage, o como el lo conoce, Kakashi, había tenido que separarse de él, pues fueron puestos en diferentes áreas para vigilar.
Estaba molesto.
—Sasuke-Kun —Le habló Hinata, la que se había convertido en su mejor amiga desde que volvió a Konoha, pues su carácter tímido era todo lo contrario al suyo, por lo que encajaban realmente bien, y siempre se ayudaban a lo que sea.
—¿Si, Hinata?
—¿Te encuentras bien? —No había notado lo rojo que estaba hasta que ella había dicho aquello, rojo del frío que hacía, solo traía puesto su uniforme de jonin y nada más, era obvio que se iba a enfermar si no se cubría.
—Bueno, la verdad es que tengo bastante frío, pero Kakashi no me deja moverme de aquí hasta que cambie de turno, también me obligó a que cuando acabara me fuera al festival —Frunció el ceño cuando recordó eso, Kakashi sabía que él realmente quería disfrutar ese día con Naruto, y aún así los había puesto muy separados. Ya se las cobraría.
—Vaya, deja que te traiga un abrigo, no tardo —Y se esfumó dejando a Sasuke con la palabra en la boca, ni siquiera le había dicho que si, pero aunque se negara sabía que ella lo traería de todas formas, le agradaba ese gesto.
Miró hacia el cielo cerrando los ojos y sintiendo la brisa helada del invierno, sentía frío pero era agradable sentirla, suspiró y abrió los ojos, quería que su turno terminara antes de los fuegos artificiales, los cuales quería ver con naruto, volvió a ver al cielo, sintiendo de nuevo esa fría brisa pasar por su rostro y sus manos, había recuperado su brazo gracias a los Zetsu blancos ¿Quien diría que serian más que útiles?
Hinata llegó con un abrigo negro y largo, al parecer lo había comprado pues aún llevaba etiqueta y estaba impecable.
—Hinata, no te hubieras molestado, puedo aguantar el frío —Mintió sabiemdo que esta no le creería ninguna palabra—Enserio.
—No lo compré yo —Abrió el abrigo y se lo pasó al azabache.
—Entonces ¿Quién lo hizo?
—Naruto-Kun lo compró para ti —Se lo puso y se sintió mejor, ya no tenía tanto frío, y agradecía a Naruto por haberlo comprado, aunque luego lo regañaría diciéndole que no le compre cosas, pues su orgullo estaba ante todo, y agradecía a Hinata por haberlo traído.
—Ya le dije que no me ande comprando cosas, pero es tan terco —Sonrió mientras decía eso, volviendo a mirar hacia arriba.
Hacía más frío.
—Lo hace porque te quiere, ya deja de ser tan orgulloso —Le sonrió con dulzura —Bien, me tengo que ir, Ino me está esperando.
—Por cierto ¿cómo van las cosas con Ino? —
La chica se sonrojó haciendo que Sasuke casi suspirara, se veía muy tierna, el tiempo que habían estado se habían convertido en mejores amigos, tanto que se contaban todo y su confianza era inquebrantable, él le contaba lo que hacía con Naruto y ella le decía cosas que hacía con Ino, como cuando esta la llevó a cenar para luegó besarla, claro que casi se desmaya pero pudo resistir y devolvió el beso a la rubia.
Y él le contó cuando Naruto y él habían estado besándose por más de dos horas claro que descansaban para tomar aire, pero era muy corto y volvían a hacerlo, ese día no había tenido mucho que hacer y cuando el rubio llegó, simplemente se lanzó a él y comenzó a besarlo pero sin llegar a más.
—Pues, bastante bien, últimamente salimos más a menudo —Sonrió contagiando a sasuke que su sonrisa, con ella, Naruto, Ino y Karin era donde él sonreía de verdad, con sus mejores amigos y su ¿novio? Bueno, él aún no se lo había propuesto.
-Eso me alegra Hinata —Se colocó el gorro del abrigo y lo abrochó lo más que pudo, subió el cierre hasta el tope y metió sus manos en los bolsillos de esta para calmar más el frío.
—Jajaja pero bien que no tenías frío -Soltó una carcajada mientras Sasuke se ponía rojo, eso era raro en él, pero solo ella y Naruto lo hacían quedar más rojo que el cabello de Gaara.
—Pues si tenía, ya —Bajó su rostro y se sentó a lado de Hinata, quien había tomado asiento desde que había comenzado a hablar.
La noche caía cada vez más rápido y él solo quería ir con Naruto, se estaba haciendo tan tarde que simplemente no soportaría y se iría.
Por otro lado Hinata estaba igual, Ino había tenido que hacer guardia y no podía acompañarla, ya que estaba cuidando al Hokage, y ella no lo iba a seguir todo el festival, por lo que cuando vio a Sasuke se acercó para hacerle compañía.
—Me pregunto ¿Que fue lo que hice como para que justo hoy me separen de él? —Usó un tono exagerado que hizo a Hinata reír, le pasaba lo mismo.
—Bueno, ya casi acaba el turno y podrás ir a buscarlo —Le alentó.
Así siguieron platicando un rato hasta que vieron a un jonin acercarse a ellos, al parecer era cambio de turno por lo que cuando terminó, corrió seguido por Hinata, en busca de los dos rubios que tanto amaban.
—Mira, ahí está Ino, me voy Sasuke —Besó su mejilla y corrió a donde esta.
Al verla se sintió alegre, pasaría lo que quedaba del festival a su lado, viendo los fuegos artificiales y comiendo alguno que otro dulce que compraran, luego irían a casa de la rubia, la cual tenía una sorpresa para Hinata.
—¡Hinata! —Al verla llegar su corazón se aceleró, la amaba de verdad, y se lo haría saber, pidiéndole ser su novia, pero esperaría a los fuegos artificiales para hacerlo, sería especial y le besaría cuando los fuegos estuvieran por acabarse.
—Ino, hola —Se acercó a sus labios y dejó un suave y tierno beso que hizo que se sonrojara, lo cual logró que Ino la abrazara por lo tierna que se veía.
—Ven, vamos allá para ver los fuegos —Tomó su mano y corrieron hacia la montaña de los Hokage y se sentaron para poder ver el espectáculo.
Los fuegos comenzaron y desde ahí se podían ver extremadamente bien, aparte de que no había nadie más -salvo una que otra pareja- y podían ver a gusto, estar solas y besarse bajo todos esos colores.
—Hinata, he estado pensando, y quería preguntarte algo —Acomodó su gorro y juntó sus manos con las de ella, mirándola a los ojos blancos, esos que tanto le gustaban —¿Quieres ser mi novia?
No se lo podía creer, ¿realmente le había pedido eso? Estaba más que feliz, la chica que quería le había preguntado si quería ser su novia, debería estar loca si dijera que no, pues era lo que más quería, pero ella no se atrevía a decirlo, ahora ya no hacia falta.
—Nada me haría más feliz —Sonrió y besó sus labios mientras se escuchaban los gritos de la gente, felices por el festival, los fuegos artificiales estaban acabando y quería ir a casa para poder darle su regalo.
~~
Sasuke vio como Hinata se alejaba para ir con Ino y cuando vio como se besaban se acordó de Naruto, iba a sal ir corriendo para buscarlo cuando sintió que tapaban sus ojos logrando que no pudiera ver nada.
—Vamos Sasuke, relajante y ven conmigo —Se relajó al escuchar la voz de Naruto en su oído, lo que lo hizo estremecerse y luego sonreír.
Tal como le pidió, se relajó y solo se dedicó a caminar a donde el rubio lo llevara, iban de la mano muy juntos por lo que no había riesgo de que sasuke tropezara con algo, tenía curiosidad de saber a donde iban, pero si Naruto había cubierto sus ojos es porque no quería que viera, se trataba de una sorpresa.
—Tranquilo Sasuke, ya casi llegamos — Sintió las manos de Naruto en su cintura y debe admitir que su tacto le agradaba, demasiado.
—¿A dónde me llevas? —Su tono era serio, pero se podía notar que él estaba feliz.
—Ya verás, hmm listo, puedes quitarla.
No lo pensó dos veces y quitó la venda, dejando que sus ojos se pasearan por el lugar, no podía creerlo ¿Naruto había preparado esto para él?
Era un pequeño lugar solo, pasto y arboles atrás, como un campo, se podía mirar el cielo completamente despejado, en el suelo había unas mantas y comida, así como tres grandes velas detrás de ellos.
—¿Para qué las velas? —Preguntó con curiosidad al rubio quien solo sonrió, no le diría, no ahora.
—Ya verás —Se sentaron en las mantas y comenzaron a comer, Naruto traía comida extranjera, tamales y tacoas ... México.
—Comida Mexicana —Sonrió y tomo otro taco de carne, sabían tan bien como se veían. —Por cierto, gracias por el abrigo, tenía bastante frío.
—Por nada, sabes que por ti, lo que sea —Ese comentario lo puso rojo, logrando que Naruto sintiera unas fuertes ganas de abrazarlo, y no se contuvo.
Deshizo el abrazo para luego ir por sus labios, se besaron tan tiernamente que la escena era más dulce que la miel, se notaba el amor que se tenían el uno al otro.
Se separaron al escuchar una explosión, los fuegos artificiales habían comenzado, los colores llenaban el cielo y Sasuke los miraba feliz, con su mano enlazada a la de Naruto, se sentía muy bien tenerla ahí.
—Sasuke, quería preguntarte algo —Miró hacia abajo y luego a las velas, eran de esas que tenías que abrirlas, así evita as que el viento las apagase.
—¿Que pasa? —Lo miró con una sonrisa esperando a que hablara.
—Tú ¿Quisieras ser mi novio?
Lo miró con una sonrisa, y simplemente lo besó, dando a entender que aceptaba, le encantaban sus labios, su forma de besar, su forma de ser, su olor, sus ojos, le gustaba todo de él, absolutamente todo.
—Por supuesto que sí —Juntó sus frentes para luego volverse a besar.
~~
Ino había llevado a Hinata a su casa, donde tenía una mesa con dos velas, una roja y una blanca, comida tradicional y algo de vino. Jaló una de las sillas para que Hinata se sentara, agradeció el gesto y miró las velas, ambas estaban en un cisne de metal, se miraba muy bonito.
—¿Para qué son las velas? —Preguntó con interés.
—Ya verás, primero cenemos —Asintió y comenzaron a cenar, todo estaba delicioso.
Una vez que terminado vio como la rubia encendía las velas con mucha precaución, tenía curiosidad de saber para que eran. Al parecer la rubia lo notó, ya que comenzó a explicar para qué consistían esas velas.
—La roja soy yo y la blanca eres tú, cuando den las doce ambas somplaremos la vela dando bienvenida al año siguiente, de las manos, para simbolizar nuestro amor este año que viene, y tener suerte en esto, pidiendo un deseo y un propósito para este año al apagarlas.
—Vaya Ino, wow —No dijo nada más y la tomó de las manos para luego plantar un tierno beso, que ni duró mucho ya que la hora casi legaba.
—23:59 y 00:00 —Apagaron las velas a la vez, pidiendo un deseo y creando un propósito para ese año, sus manos estaban juntas y sus ojos estaban cerrados, el año nuevo había llegado y con este había comenzado un amor que según los deseos de ambas chicas, durara por mucho tiempo más.
Se dieron un lindo y tierno beso para luego ir a descansar, ambas con una sonrisa en el rostro y un propósito que cumplir.
~~
—¿Me dirás para que son las velas ahora? —Preguntó un ansioso Sasuke que veía las tres velas, una más grande que las otras dos.
—Claro, las pequeñas representan a uno de nosotros, la azul eres tú y la roja soy yo, cuando llegue el año nuevo pondremos juntas las velas para encender juntos las más grande que es la que representa nuestro amor, a nosotros dos. —No pudo evitar sonreír por eso, era lo más hermoso que habían hecho por él, era tan tierno.
—Gracias —Se acercó y lo besó, le entregaba todo su amor en ese beso, se sentía tan feliz.
—Ya casi es hora —Ambos tomaron las velas y se prepararon.
23:59... 00:00.
Juntaron las llamas de las velas haciéndola solo una, y con esa encendiendo la más grande la que simbolizaba ese amor que se tenían, esa que simplemente era su amor, su fuego, sintiéndose felices de poder estar juntos, la llama estaba encendida, irradiaba luz, al igual que su amor.
—Te amo —Dijeron los rubios a su pareja, estos los vieron con mucho amor en sus ojos para luego responder.
—También te amo —
Ambas parejas se besaron, con la luz de una vela de fondo, y es que su amor era tan hermoso, tan fuerte, que aunque la llama se apagara ellos seguirían irradiando luz, porque eso era su amor, la luz que alumbraría su camino a partir de ese día.