Las despedidas son dolorosas, pero no fue hasta ese momento en el que yo mismo lo sentí.
Tan solo fue un corto periodo de tiempo el que pude realmente disfrutar a tu lado como yo quería, pero por desgracia el destino no nos quiso juntos y finalmente consiguió separarnos para siempre.
Ese primer día que entré por la puerta de mi nueva clase al terminar el verano. Estaba muy nervioso, solo conocía a un amigo que por suerte se cambió al mismo instituto que yo. Un montón de caras desconocidas llenó mis retinas, pero mis ojos no dejaban de dirigirse solos hacia ti. No sé por qué, no sé qué me llamó la atención de ti, solo sé que en ningún momento durante el curso podía separar los ojos de tí. Quizá hayan sido tus ojos, o puede que tu deslumbrante sonrisa que hace que tus rasgos se vean más dulces que de costumbre, realmente no sé el qué, pero eso ya no importa.
Al cabo de dos meses de haber empezado las clases, asumí definitivamente que me gustabas. Cada día encontraba un aspecto más que me gustaba de tí. Pero aun así mi cobardía no me permitía dirigirte apenas la palabra, tan solo lograba saludarte con mi mejor sonrisa y tu de mala gana respondías más por educación que por otra cosa. De todas formas no me importaba con tal de que tú supieras de mi existencia.
Recuerdo a la perfección el primer día en el que tomé el valor suficiente para abrazarte. Fue en una fecha especial y para que no fuera extraño abracé también a los amigos que tenemos en común. Esa fue la primera mas no la última que te abracé y que conseguí que tú me sonrieras directamente. Aún puedo sentir la felicidad que me recorió en ese momento.
Se acercaba el fin de las clases. Había conseguido hacerme tu amiga , pero sabía que no nos veríamos en vacaciones. Estaba triste porque el día se acercaba cada vez más hasta que el fin llegó, el timbre sonó haciendo que un gran nudo se cerrara en mi pecho. Fingí estar feliz de que dieran las vacaciones -en el fondo si lo estaba, al fin y al cabo no tendría que madrugar cada mañana- . Me saqué una foto contigo para recordar perfectamente cada detalle de tu cara ahora que ya no podría verte a diario. Incluso tenía intención de hacerte un retrato a partir de lo que mi mente seleccionó de tus rasgos y peculiaridades.
Pasaron unas semanas y nos volvimos a encontrar.
Hablábamos siempre por las redes sociales, pero sin duda eso ni siquiera se podía igualar a tenerte delante de mí. Sólo fue un momento, un abrazo, una sonrisa y un hasta luego.
Toda esa tarde la pasé intentando volver a encontrarte, pero al no verte te mandé un mensaje y tu respondiste lo que yo menos quería leer.
“Ya me he ido. Los chicos y yo nos aburríamos y nos fuímos a mi casa”
Cada día que hablaba contigo me costaba más contener mis ganas de decirte lo que sentía - y aún siento - por ti, hasta que al final y por medio de juegos de preguntas y respuestas acabamos descubriendo que nos gustábamos, no creo que llegara a ser amor, pero si un cariño especial que no se tiene por cualquier persona.
Me arrepiento de no habertelo dicho antes. Me arrepiento de sólo haber podido quedar contigo tres veces antes de que tuvieras que irte del país. Ni tiempo tuve de despedirme decentemente porque tu te fuiste de forma tan repentina y dolorosa para mí. Aún así juré esperarte porque tú me prometiste que volverías.
Nuestro primer aniversario juntos llegó y tú aún no estabas aquí. Pacientemente esperé el día en el que volverías. Pero cuando faltaba una escasa semana, justo el dia en el que cumpliamos el segundo mes como pareja , tu me diste la mala noticia. No volveré... eso dijiste, esas mismas palabras que terminaron de romper mi corazón y nuestra relación.
Pero aún ahora sigo esperando el dia en el que tu vuelvas, aunque quizá ya no me ames.
Seré egoísta y creeré que habría sido mejor no habernos conocido nunca.
Para: Sehun
No deberías prometer algo que no estés seguro de poder cumplir.
Te amo, pero buscaré a otra persona a la que darle mi corazón …. aunque tú ya tengas parte de él…
Luhan
FIN