Sábado. Un calor húmedo azotaba a la ciudad. Todo estaba listo en su casa para la fiesta de la noche y él, bueno…ya lo estaba. Parecía una eternidad y en verdad necesitaba que alguien llegara ahí para evitar que se volviera loco. El timbre sonó.
-Jarvis, es Natasha y Clint, déjalos entrar-
-Sí, señor- las puertas se abrieron y una veraneada pelirroja y un Clint surfeador aparecieron en su recepción
-Tony- gritó Natasha mientras se acercaba a él con los brazos abiertos para abrazarlo- sé que necesitabas que llegará lo antes posible ¿todo listo?
-Sí, gracias y aprecio eso, Tasha- Tony se dio la media vuelta y preparo un par de bebidas.
La casa de la playa estaba lista, la barra de bebidas fuera en el patio rebosaba de vasos, litros de vodka, whisky, ron, tequila, licor, cervezas. Jugos de todos los sabores. La piscina llena de globos rojos y dorados. Más allá se extendía un campo cubierto de verde y corto césped donde había tiendas individuales y privadas, para cualquier cosa que se ofreciera. Comida, un banquete lleno de comida y algunos aperitivos. Y una cerca de madera dividía el césped de la arena que daba directamente hasta la playa.
-Wow, como siempre un 10 ¿verdad Clint?- Y Clint ya arremetía contra la mesa de dulces- deja ahí, es muy temprano.
-Se me hace una eternidad para la noche, Tasha- la rusa acaricio la mejilla de su amigo
-Tranquilo, Edward, tranquilo. Todo saldrá bien, no tienes por qué estar nervioso- Si, como no, como no sientes este nudo en el estómago, estas ganas de arrancarte el cabello.
-Bien, Banner, Thor y Loki están en camino con mas provisiones. Tengo los números de emergencia listos con Jarvis para cualquier cosa que suceda- Ese era Tony, “hombre” precavido vale por dos.
-Excelente, Barton y yo traemos más cosas en la cajuela de la Jeep. Por cierto ¿lo invitaste verdad?- Tony puso los ojos en blanco
-No solo a él, a todos los foráneos, mentí. Corregí al decir que era de bienvenida para todos ellos. Diablos, fui tan obvio-
-Está bien, eres inteligente y arreglaste la situación en su momento, muy bien, mereces un beso por eso- se acercó a él y lo beso en la mejilla- ahora, necesito un cuarto para poder cambiarme más tarde- una risa burlona salió del moreno
-O para follar con Clint ¿toda la tarde? Vienes ayudarme a mí no a follarte a tu novio, querida- Tasha rio alto
-Solo un rato, y después soy toda tuya, además creo que necesitas ir a la tienda ¿tienes condones y lubricantes? Nuestras fiestas no siempre son castas y puras, lo sabes- un punto para la rusa.
-Maldición, lo olvide ¿por qué yo? Una llamada a Loki y asunto arreglado-
-Bien, como quieras, llámalo. Clint, vamos a cambiarnos-
Tony vio como sus amigos desaparecían por el pasillo de habitaciones de invitados.
-Recuerda cerrar las secciones de la casa que no estarán permitidas en la noche Jarvis, excepto para nosotros y Steve Rogers-
-Sí, señor, todo listo y esperando a sus invitados juveniles- tomo las llaves de su carro y se dirigió a la farmacia más cercana de la casa. La vendedora no se sorprendía de las compras usuales de un fin de semana de Tony. Cuando termino de pagar pudo ver como el resto de sus amigos se dirigían a su casa en la camioneta de Thor.
-Y la diversión empieza- sonrió y quito la alarma de su carro. Se metió en el y condujo a toda velocidad hasta su mansión. Thor terminaba de bajar las cosas de la cajuela.
-Tony- lo saludo desde la puerta Banner, con sus lentes de sol y al lado de él Loki, todo de negro pero con ropa de verano para la playa.
-Bienvenidos chicos, está todo listo con lo que ustedes trajeron. Natasha y Clint, están un poco, ocupados- todos rieron.
Sin darse cuenta se quedaron dormidos después de haber jugado en la alberca y una merecida comida. Jarvis los despertó en la noche para que todos volvieran a arreglarse para la fiesta. Todos salieron vestidos como para un coctel. Natasha con un vestido negro, ceñido a su cintura y el cabello en una coleta en lo alto de su cabeza y tacones negros. Clint con unos bermudas negros y una camiseta negra. Banner con una playera blanca y unos bermudas caqui. Loki, con un pantalón negro ajustado y una camiseta negra. Thor con unos vaqueros y una playera blanca. Tony con unos vaqueros color negro y una playera negra de AC/DC.
Poco a poco la gente fue llegando, pero ninguna señal de Rogers. Oh, sí, que idiota, Rogers trabajaba turno de noche pero él había prometido ir. Pudo pedir el día.
Tony tomaba margaritas con un par de chicas rubias, Natasha lo observaba junto con Loki.
-Los dos sabemos que es una farsa ¿verdad?- Loki se miró sus uñas negras y luego a donde estaba Tony bebiendo, con dos mujeres.
-Déjalo, pronto se dará cuenta- tomo una piña colada y sorbió de ella lentamente. Natasha dejo su piña cuando diviso la motocicleta negra en la entrada principal. Se puso de pie rápidamente pero fue muy tarde. Steve había encontrado con la mirada a Tony, siendo rodeado y besado por las dos rubias.
-Maldición- gruño ella.
-Es un imbécil, no te enojes Natasha, vamos a divertirnos- Loki la tomo de la muñeca pero ella se soltó .
-¡EDWARD, eres un idiota! – grito ella, espantando a las dos chicas. Tony frunció el ceño, molesto.
- ¿Qué diablos te pasa?- ella señalo a la puerta de la casa abierta donde un Rogers con vaqueros y una camisa blanca buscaba “algo” en todas partes o a “alguien”.
-Eso, te ha visto- Tony se congeló y trago duro. Dejo su vaso con whisky a un lado, camino hasta el balcón de las escaleras y vio esa cara. Miren esa cara ¿Dónde habías estado? Guardado en una caja de cartón.
Rogers sintió una mirada muy fuerte sobre él y miro hacia arriba, donde estaba Tony observándolo, con esos ojos cafés llenos de egocentrismo puro. Le sonrió y subió lentamente las escaleras, esquivando gente para llegar hasta él.
-Buenas noches Stark, veo que te divertías con dos bellas chicas- lo dijo calmado, pero Tony podía sentir la ira en sus palabras .
-Bueno, no iba a pasar la noche solo, mientras esperaba a que un milagro sucediera- Steve se acercó a él y le susurró.
- Y ¿vieron tu marca?- El corazón de Tony temblaba ante esas palabras duras y secas, martilleaba sin parar, sudaba frío. Como si hubiera cometido el peor erro de su vida. Un engaño.
-Cállate Rogers, no menciones eso. Y no, eso ya no está- el rubio arqueo la ceja.
- Oh, no hay problema por eso, puedo marcarte cuantas veces quiera- Tony temblaba de miedo, ¿en verdad era así de loco?
- ¿Qué te sucede Rogers? – retrocedió lentamente hasta que Rogers lo tomo de la muñeca.
-Nada, vamos por unas bebidas, es una fiesta para mi ¿no? - con miedo se dejo llevar hasta la barra de bebidas, en el patio. La música retumbaba en sus oídos, rebosaba de gente a la cual la mayoría no conocía. Sus amigos estaban bailando o en la piscina. Roger le entrego una bebida y él tomo la suya de un trago. Wow, si seguía así la fiesta terminaría en los próximos minutos.
Sinceramente Tony tenía el estomago revuelto pero el olor a alcohol lo envolvía a tomar un trago. Hizo lo mismo que el rubio, tomo el trago de un trago, el ardor quemo su garganta e hizo una mueca retorcida. Rogers tomo otros vasos pero esta vez no se lo entrego, lo miro fijamente y con la cabeza le hizo una seña para que lo siguiera. Stark dudo un momento, se froto la cara con sus manos y después de reunir el valor suficiente camino detrás de él, cuando entro de nuevo en la casa Rogers se había perdido. Miro preocupado y ansioso, desesperado; lo encontró con su mirada en la planta alta donde Tony había estado con las rubias besándose. Gracias por el recordatorio.
-¿Podemos ir a un lugar más privad?- grito Rogers entre la música, acercándose muy cerca de Tony para que este pudiera escucharlo. Maldición, más privado. Ester era su fin. Trago duro y afirmo con la cabeza, le hizo una seña y caminaron hacía su habitación. Al llegar Tony le dio la orden a Jarvis de que bloqueara el acceso a esa área de la casa.
Al entrar pudo ver los sentimientos que atravesaban la cara del pueblerino. Recorría el lugar como si estuviera en una exhibición de un museo. Pasaba los dedos por cada superficie lisa y silbaba de vez en cuando.
-Es del tamaño de mi sala de estar, comedor y cocina...casi de todo mi departamento junto. Es bellísima la decoración tan moderna pero simple, nada ostentoso- ah, el niño había venido a admirar su buen gusto en el arte de la decoración.
-Sí, tengo buen gusto, gracias ¿me puedes dar mi bebida? - el rubio se la acerco, sus manos se rozaron y eso envió una corriente eléctrica por los cuerpos de los dos. Esto estaba mal, muy mal. Lento tomaron sus bebidas.
-Bien, ¿qué me puedes decir de ti Tony?- el moreno arqueo la ceja, consternado de tan repentina importancia e interés de parte de alguien que apenas conocía. Y ya había tenido un orgasmo con él.
-¿Qué quieres saber? Algo en especifico, mi vida no ha sido pacifica desde los 15 años, Rogers- el rubio se sentó en la orilla de la cama.
-Todo, es una noche larga ¿no? tengo el tiempo y si eso no basta, el amanecer servirá- qué romántico.
Tony inhalo y perdió su mirada en la bebida que sostenía con su mano.
-Mi padre fue un gran científico, inició empresas Stark, a los años me tuvieron, pero cuando yo tenía 15 años fallecieron en un accidente de carro. Me dejaron todo a mí, obviamente. Solo tenía quince años...no sabía nada del mundo real. Nadie creía en mi, más bien nadie sabía del intelecto que tenía hasta que ayude en varias colaboraciones, cesaron las presiones y me dejaron tomar las riendas de la empresa. Desde entonces ha pasado todo lo que ves y sabes- levanto la mirada y vio como Rogers lo miraba- ¿creías que mi vida era más divertida y única? Pues no, es como la de cualquier otro, excepto por el dinero y la fama- Rogers tomo de un trago de nuevo su bebida.
-Bébela de nuevo, toda- ¿Qué? La tomo de un trago, de nuevo la garganta le ardió y apretó los ojos. Al abrirlos se dio cuenta de que Rogers estaba delante de él, con la respiración agitada y sin más, tomo lo cara sonrojada de Tony por el alcohol y lo beso.
- Aún es temprano, son las dos de la mañana, sé que es justo que sepas de mi, pero lo que te dije ese día es casi toda mi vida. Ven, siéntate a mi lado- así lo hizo, se sentó junto con Rogers y escuchó atento.
-Mis padres fallecieron cuando era chico también, junto a mi hermano menor. Desde entonces viví solo en la pequeña granja que tenían, traté de mantenerla pero las deudas y las facturas eran demasiadas para mi, comencé a trabajar pero aún así no podía...tuve que hacer recortes y vender la granja. Obtuve una beca y pedí un préstamo para la motocicleta...por eso necesito mantener mi beca deportiva y mi trabajo- Tony sabía a lo que se refería, solo era cuestión de que dijera unas simples palabras y lo tendría todo a sus pies. El castaño bajo la mirada y el cuarto poco a poco cedió su tensión pero…
Steve vio de reojo a Tony, con la mirada baja e inquieto como si esperara algo y sabía lo que era pero él no se lo daría, no así, el playboy tenía que ofrecérselo.
- Tony…-susurró muy bajo, con una voz ronca, mientras deslizaba su mano sobre la que sostenía el vaso del castaño; el calor estallo en los dos cuerpos, Tony gimió y sus mejillas se tornaron rojas. Steve se tuvo que contener demasiado al verlo tan vulnerable, lo quería someter a cualquier lugar.
- Ahhhh…- gimió Tony, el dolor era insoportable y su necesidad también, deseaba que Rogers lo tocara, que lo aliviara y sabía que la moral del pueblerino no lo haría. Ahí estaba, Rogers ya lo tenía en la palma de su mano- vamos a jugar, Rogers, quiero jugar. Te daré todo lo que me pidas…solo dímelo, vamos a ver si esto será para siempre o sólo es un momento. Ordénamelo- la respiración de Rogers era pesada, de repente en un cerrar y abrir de ojos tenía delante de él a Tony, de rodillas, como un sumiso. Al fin lo tenía pero faltaba un pequeño detalle: el cómo pedirlo.