Cada noche es lo mismo, cuando todos en mi casa ya han apagado todas las luces y artefactos electrónicos para irse a dormir, yo me levanto de mi cama y salgo por mi ventana para entrar a la casa de mi vecino y mejor amigo por años, para colarme en su habitación y dormir con él. Llevamos haciendo esto desde que él tiene 13 y yo 14 años.
Él era muy pequeño en ese entonces, un niño muy inocente, tierno y preocupado solo por divertirse, se había mudado a la casa junto a la nuestra con su familia, inmediatamente llamo mi atención puesto que en ese entonces yo era el único niño del vecindario, quería un amigo, alguien con quien pasar el tiempo, con quien jugar… recuerdo haber corrido hasta sonde mi mamá gritando que teníamos nuevos vecinos y que un niño venía con ellos. La seguí cuando fue a darles la bienvenida a los vecinos, quería conocer al niño. Ahí estaba, al verlo me escondí detrás de mí mamá, era muy tímido, él también me vio y se rió de mi comportamiento, después se acercó a saludarme, ‘’ soy Jongin ‘’ dijo mientras me extendía su mano en forma de saludo, ‘’ s-soy… Kyungsoo´´ le respondí bajito mientras le tomaba la mano regresándole el saludo. Eso fue solo el inicio de lo que sería nuestra relación de mejores amigos.
Todo era diversión, tardes interminables, visitas al parque, jugar videojuegos, pasar el tiempo en su casa o en la mía, ver dibujos animados por horas en las mañanas luego de alguna pijamada, cada vez nos hacíamos más unidos, más cercanos, no podíamos separarnos y aunque con el tiempo otros niños llegaron a vivir a nuestro vecindario siempre seriamos nosotros dos.
Unos años después, seguíamos siendo muy cercanos, a pesar de ir en grados diferentes en la escuela, siempre nos juntábamos en los tiempos libres, almorzábamos juntos, estábamos inscritos en el mismo taller, nos íbamos y volvíamos juntos todos los días… a pesar de tener otros amigos siempre fuimos el más importante el uno para el otro.
No sé en qué momento comenzó, solo sé que algo en su familia cambio, los gritos de sus padres se podían escuchar claramente desde mi casa, a veces hasta el sonido de cosas quebrándose, con los días las discusiones se hacían más frecuentes, en ese entonces eras tú el que salía por su ventana y cruzaba el espacio que había para entrar por mi ventana, tu llorabas abrazado a mí, mientras yo te confortaba abrazándote y acariciando tu cabeza, susurrando te palabras tranquilizadoras como el típico ‘’todo va estar bien’’ , aunque no todo iba a estar bien, todo lo contrario, las cosas se ponían cada vez peor… en la escuela te mostrabas distante, ya no sonreías y rara vez hablabas con tus otros amigos, en ese entonces yo era tu mayor soporte, siempre estaba ahí para cuando tú me necesitaras, cosa que era cada vez más seguida.
Unos meses después de iniciadas las discusiones en tu casa, llegaste a mi habitación una noche, solo con el pijama, descalzo y llorando desconsoladamente, a penas te vi corrí a abrazarte, era lo único que podía hacer por ti, era un niño al igual que tú por lo que tampoco podría haber intervenido en la situación que estaba sucediendo en tu familia, te aferrabas de mí, tus lagrimas mojaban mi pecho, y esa noche, fue la primera noche que llore contigo, la primera de muchas, mientras nos apretábamos me decías entre sollozos lo ocurrido ‘’ e-ellos… ellos cada vez es peor… y-ya no… ya no son solo gritos Kyungsoo… s-se estaban golpeando… mamá e- ella sangraba por su nariz.. y- y papá lo hacía por la cabeza… mamá le lanzo algo’’ y de esta forma fue como pasamos el otoño en el que tu tenías 12 y yo 13 años.
Había días en que las cosas se calmaban, pero después volvían cada vez más graves que la vez anterior, en algunas ocasiones uno de tus padres terminaba en el hospital, y tú y yo dormíamos abrazados llorando hasta el siguiente día, sé que debía ser fuerte por ti, pero verte llorando me destrozaba y no me podía controlar.
Fue dos meses después de nuestro cumpleaños que ocurrió… era un día miércoles por la tarde, iríamos a mi casa a jugar videojuegos, tu pasaste por tu casa primero, querías dejar tus cosas y cambiarte el uniforme escolar por algo más cómodo, yo hice lo mismo, te estuve esperando por media hora, como no llegabas decidí ir a buscarte, fui por la puerta, pero nadie salía a atender, por lo que me cole por la ventana de tu habitación, que para mi suerte estaba abierta, ahí estabas bajo las mantas de tu cama echo un ovillo en medio, cubierto por completo, intente destaparte, pero como no lo conseguí me metí dentro contigo, llorabas de una manera desgarradora, como puede te acomode cerca de mi cuerpo para poder abrazarte, aunque mi cuerpo siempre fue más pequeño que el tuyo, en ese instante me di cuenta que no importaba, que yo debía ser fuerte de igual manera, que debía contenerte, debía confortarte, ser tu apoyo, tu fortaleza… después de unos minutos llorando, pudiste hablar al fin, ‘’ es-está muerta… Kyungsoo mamá se… está en su cama… había sangre por todas partes… salía de su brazo’’ te aferrabas fuerte a mi cuando lo decías, trataba de no quebrarme, debía resistir por ti, ‘’ debes esperarme aquí Jongin… i-iré por ayuda debes quedarte aquí… volveré pronto’’ me apretaste no querías quedarte solo ‘’volveré pronto… lo prometo… nunca te dejaría solo… debes confiar en mi’’ asentiste despacio y me déjate ir. Salí de la debajo de las mantas, salte la ventana y corrí hasta mi casa, lo más rápido que pude le conté lo ocurrido a mi mamá, ella se tardó en reaccionar, pero lo hizo, llamo a una ambulancia, y fuimos a buscarte, seguías ahí, en el instante en que nos viste corriste a abrazarme. La ambulancia llego unos minutos después, ya no había que hacer tu mamá estaba muerta, al parecer no pudo con las discusiones y decidió que lo mejor sería quitarse la vida, con el tiempo sabríamos que todas esas discusiones se debían a las varias infidelidades por parte de tu padre.
Los días que siguieron no fuiste a la escuela y tampoco salías de tu casa, por lo que ahora era yo quien comenzó a salir de mi casa por mi ventana y entrar por la tuya, solo nos quedábamos ahí haciéndonos compañía mutuamente, cuando llegaba la noche me convencías de quedarme a dormir contigo, que de alguna manera te hacía sentir mejor y menos solitario y así lo hacía, no podía negarte nada… tu padre se escudaba en su trabajo, pensaba que manteniendo su mente ocupada podría hacer que el dolor pasara más rápido, pero al hacer eso te descuidaba a ti, pasaba menos tiempo en casa, se iba temprano en la mañana y regresaba muy tarde por la noche ‘’rara vez está en casa… ya ni nos hablamos… cada vez estamos más distantes’’ lo decías de manera indiferente pero sé que en el fondo te dolía, ‘’ sabes que yo siempre estaré ahí para ti… siempre que me necesites’’ todo el tiempo intentaba entregarte todo mi apoyo.
Pasado un año de la muerte de tu madre parecías volver a ser el mismo de antes en la escuela, reías, jugabas y te gastabas bromas con tus amigos y compañeros, pero solo yo sabía que no era así, todavía necesitabas que durmiera contigo, que te hiciera compañía y que te escuchara cada vez que tenías una pesadilla… puede que sea egoísta, pero me gustaba que fuera así, me gustaba ser el único que te conociera realmente, ser el único que conocía tus miedos, ser el único capaz de consolarte cuando lo necesitaras, después de todo en ese tiempo ya me había dado cuenta de lo inevitable, que me terminaría enamorando de ti… tenía la necesidad de protegerte, porque aunque yo fuera menor que tú en tamaño, yo siempre te vería como un niño que necesita que lo conforten y abracen por las noches en las que no puede dormir, un niño que aunque se mostrara alegre pero por dentro era vulnerable.
Han pasado alrededor de 4 años desde que ocurrió lo de tu madre, nuestra relación sigue siendo la de mejores amigos inseparables, yo sigo perdidamente enamorado de ti, sigues mostrándote alegre frente a los demás y solo yo conozco tus verdaderos sentimientos, sigues dejando tu ventana abierta para que yo pueda entrar y yo sigo esperando a que todos se duerman para poder salirme por la ventana para entrar en tu habitación y dormir juntos… y esta noche no sería la excepción, ya era tarde en la noche, todos en mi casa dormían y era el momento perfecto para salir por mi ventana, cruzar el espacio que nos separa, abrir tu ventana y colarme en tu ventana como muchas veces lo he hecho antes, ahí estas dormido, te ves tan tranquilo durmiendo, tan pacífico y hermoso, te miro por unos minutos para luego entrar en tu cama y acurrucarte en mi pecho, mirándote pienso en los sentimientos que tengo hacia ti, en lo mucho que te amo, en que pueda que desde un principio haya sido así, que desde que conocimos que me he sentido de esta forma, solo que ahora lo sentía más fuerte y creciendo dentro de mí, te miro y recuerdo todos los momentos que hemos pasado juntos, los buenos y los malos, pienso en lo importante que eres para mí y en cuán grande es mi necesidad de hacerte sentir bien, de protegerte, de estar a tu lado… me acerco a ti y te doy un pequeño beso en los labios, solo un roce, pero aun así es perfecto y lo digo ‘’ te amo Jongin’’ te remueves entre mis brazos, me miras, me sorprendo un poco, pero no tengo miedo, ‘’ yo también te amo Kyungsoo’’ lo dices casi en un susurro y te abrazas a mí y me aprietas fuerte, ‘’ por favor… por favor no me dejes solo’’ sé que eso es imposible nunca podré hacerlo, no podría dejarte por nada ‘’ nuca lo haría… estaré siempre contigo Jongin… siempre’’ no hay nada más que decir, siempre estaré ahí para cuando él me necesite, es lo más importante para mí, en unos minutos más él ya está profundamente dormido, me dedico a observarlo hasta que yo también me duermo pensando en un futuro en que podremos ser felices juntos, lejos de cualquier cosa que lo pueda lastimar, en donde solo seamos él y yo para siempre…