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Repent It Later por Leyn

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Notas del capitulo:

Esto es obra de un wooah. No sé, aquí casi ni hay VHope... y hace falta, pues. (?)

 

Espero que les agrade, no tengo mucho que agregar...

I.

Estaba realmente helado. Jungkook se detuvo en la salida del centro comercial, contempló la espesa capa oscura que cubría el cielo, junto a la imponente Luna Llena y no pudo evitar frotarse los brazos descubiertos a causa de la helada brisa nocturna que corría. No pasaba nada, no se arrepentía de su decisión de haberse puesto una remera sin mangas, su espejo esa mañana le había dicho que se veía excelente.

—No te quedes ahí, ven —Hoseok lucía aún más impaciente que hace unos minutos atrás, cuando prácticamente le obligó a salir del establecimiento junto con él.

 

Largó un resoplido y se resignó. Sin decir nada, siguió a su compañero hasta la parada de autobuses.

No había sido un día especialmente bueno para su amigo, eso era todo, ¿no?

 

La pequeña estructura tenía dos largos faros iluminándola a cada extremo. Jungkook se apoyó en uno de los paneles de ésta, subiéndole el volumen a su reproductor musical, en tanto Hoseok esperaba por el transporte.

—Oye, oye…  Deberías arreglar esa cara —dijo el primero, golpeteando su pie contra el asfalto, siguiendo un ritmo indefinido, mientras se acomodaba su mochila en el hombro.

—¿Vas a dejarlo? Tuve suficiente contigo allá adentro, Kook —respondió Hoseok luego de unos segundos, sin siquiera mirarle.

—Espera, ¿qué? —peguntó éste entre risas, quitándose uno de los audífonos del oído. Lo había hecho a propósito, el volumen de su reproductor no estaba especialmente alto y probablemente Hoseok lo había notado, pero de todos modos sólo recibió un resoplido por parte suya.

 

Aquella noche habían decidido terminar más temprano con su turno en la tienda de videojuegos simplemente por capricho, Namjoon y Yoongi habían llegado antes de lo correspondiente, así que todo indicaba que era su oportunidad de salir de una vez por todas de allí. Al menos, así lo era para Hoseok, que ahora estiraba su brazo para detener el autobús que se aproximaba.

Los asientos parecían estar llenos, pero casi al final se pudieron notar dos libres, aunque separados entre sí. Eso fue como un alivio para Hoseok, porque realmente no quería ir al lado de Jungkook, que seguramente se dedicaría todo el trayecto a irritarlo, ya que obviamente las seis horas que pasaban a diario juntos en la tienda no eran suficientes. Lo sabía, había sucedido en ocasiones anteriores

Ni bien se acercó a uno de los espacios sin uso, el autobús emprendió marcha causando que prácticamente cayera de golpe en el asiento, pasando a llevar a quien iba al lado de la ventanilla.

—L-lo siento mucho… —siseó apenas a causa del dolor, se había golpeado una de sus piernas contra el respaldo del asiento del frente al caer, pero al parecer nadie había caído en cuenta de ello, ni siquiera Jungkook que iba detrás o él. Es más, el único movimiento que el joven hizo fue acomodarse en su posición, apoyando lentamente el rostro en su hombro.

 

Y si eso no fue lo suficiente como para dejarlo estático, la repentina mano subiendo hasta su muslo, descansando allí, sí lo fue. Estaba fría, podía sentirlo a través de la delgada tela de su pantalón, pero más allá de eso, pudo darse cuenta cuando su propia mano, atraída como un imán, pasó a posarse sobre la ajena.

El chico dormía plácidamente en su hombro con los labios ligeramente abiertos, ajeno a todo, y Hoseok descartó la idea de despertarle, porque temía que probablemente pudiese malinterpretarlo si se daba cuenta.

Observó a su alrededor, los otros pasajeros conversaban y carcajeaban con sus compañeros de asiento, otros estaban centrados en sus móviles, desde luego nadie se había dado cuenta. Suspiró.

—Oye… no puedes hacer esto aquí, con cualquiera —susurró entonces a su lado, y sus labios se curvaron hacia arriba cuando notó que él continuaba con esa expresión suave, sin mostrar ningún atisbo de haberle escuchado. Seguramente jamás sabría lo que estaba haciendo, pensó—. ¿Y qué tal si yo fuese alguien que te quiere hacer daño?

Se dedicó todo el resto del viaje a observarlo, era interesante ver cómo su ceño de pronto se fruncía o sus labios se abultaban, pero había algo fuera de eso que le llamaba la atención y no, no era el hecho de que se quedara en dormido en la comodidad del hombro de un total desconocido, sino él en sí. Había una similitud peculiar al nuevo de su piso en el edificio, es decir, eso creía, apenas había visto a ese tipo un par de veces y la primera fue en el ascensor, Jungkook había ido a visitarle esa vez y le preguntó al oído si acaso había alguien nuevo en el piso, porque no le recordaba desde antes, fue entonces cuando Hoseok lo vio y sólo pudo alzar los hombros sin saber qué decir. Jamás se había interesado en esos temas.

 

Unos suaves golpes en el brazo le obligaron a alzar la vista y ahí estaba Jungkook, mostrándole esa sonrisa torcida que a veces Hoseok tanto odiaba.

—Nos vemos mañana, Hobi hyung. No te quedes dormido esta vez, ¿bien? —se despidió al pasar por su lado, bajándose del autobús en la esquina cercana a su apartamento.

—No lo haré.

 

Miró por la ventanilla. Faltaba menos, sí, pero en su actual estado, que Jungkook se bajara no significaba mucho, aún quedaba un par de cuadras para finalmente llegar a su apartamento, entrar en su habitación, tirarse en su cama y dormir todo un año si era necesario.

Menuda tortura.

Se frotó los ojos con la mano libre y se reclinó en su asiento, dos segundos luego se percató de que había sido un movimiento fatal. A su lado, el chico comenzó a alcanzar distancia de su hombro, pero, no, la mano seguía apoyada en su pierna.

Levantó la vista con cuidado y se encontró con su mirada, sólo fueron unos segundos antes de que él entrecerrara sus ojos con evidente cansancio, bajando la vista hacia la conexión de sus manos. Y Hoseok presionó, presionó involuntariamente.

Fue lo único que pudo hacer antes de tomar su mochila que yacía en el suelo, entre sus piernas, y levantarse del asiento. Lo único antes de prácticamente correr hacia la puerta delantera del autobús, demandando apresuradamente su bajada en la parada más cercana.

 

 

¿Qué había sido eso? Se llevó las manos al rostro y las restregó con fuerza, quejándose en voz alta. Su mente inevitablemente divagaba en el suceso de hace un momento, dándole una y otra vuelta, ya ni sabía si estaba caminando o corriendo, no podía concentrar sus pensamientos.

No cabía duda alguna, qué día había tenido.

 

 

—Joder, ¿qué piensas si un extraño tiene su mano sobre la tuya? Nada bueno, ¿verdad? —susurró para sí mismo cuando finalmente llegó a la entrada del edificio.

 

Refunfuñando en silencio, se dirigió al ascensor y presionó el número seis del amplio teclado, que correspondía a su piso. No hizo falta mucha espera, y cuando las puertas se abrieron, salió a paso lento en dirección a su apartamento.

Posicionándose frente a la puerta, metió la mano en sus bolsillos y sacó un simple colgante con dos llaves en él. Estaba tan exhausto que no se dio el tiempo para ver cuál era la que correspondía, introduciendo la primera que tuvo al tacto en la cerradura. En el proceso, la conversación del apartamento del frente llamó su atención.

—Eh, Taehyung, ¿me estás poniendo atención?

—…Sí, hyung.

Mientras oía inconsciente cómo hablaban tras de sí, metió la llave correcta y giró la cerradura, abriendo la puerta.

—Bien, te dejé algo de comida en el refrigerador. Recuerda que mañana vuelves a la cafetería, con tu turno normal. En fin, buenas noches, TaeTae.

—Buenas noches…

 

Hoseok ni se molestó en encender las luces. Sus zapatillas quedaron desparramadas en el eslabón de la entrada y dejó caer su mochila con desánimo en el piso, sin miramiento alguno, volteándose para finalmente cerrar la puerta. Pero cuando apenas tocó la manija y elevó la mirada, cayó en cuenta de que el joven de al frente le observaba con curiosidad. Había una pequeña sonrisa trazada en sus labios y esa mirada de párpados caídos a causa de un probable sueño se le tornó inconfundible.

 

Sin deshacer esa sutil curva, Taehyung retrocedió y se adentró en su apartamento, cerrando la puerta a continuación. Y Hoseok se quedó con los labios entreabiertos, con los dedos temblándole en la manija y la imagen de la vergüenza pública —no tan pública, en realidad— que había sufrido hace unos minutos, en los asientos traseros del autobús, haciendo estragos en su mente.

—Debe ser una jodida broma…

 

Y cerró la puerta.

Notas finales:

Y ese fue el primer capítulo. 

 

Apenas es el comienzo, cabe decir, aún no tengo claro como seguirá todo. (?)

 

Whatever, pronto veremos cómo será. ¡Gracias por leer! Ojalá dejen sus opiniones en rw, son muy importantes<3.


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