Era un día lluvioso, se podía escuchar fuertemente como las gotas de lluvia golpeaban fuertemente el tejado. Afuera parecía estar muy frío que incluso podías dibujar en la ventana con tus dedos.
En esa solitaria casa se encontraban dos adorables niños los cuales se encontraban jugando videojuegos, estaban muy felices con la compañía del otro.
Sus madres habían ido de compras y no querían estar arrastrando a los pequeños por el supermercado y contando que no querían que cogieran un resfriado, así que decidieron dejarlos en casa juntos.
El jugador 2 gana, se escuchó decir de la consola de videojuegos.
-No puede ser, enserio. Debes estar usando trucos ¡Tramposo! –Dijo el más alto de los dos y mayor por un año, Johan el cual tenía cabellos entre rubios y castaños y con unos ojos de color verdoso.
-No es cierto, que sea mejor jugador que tú es muy diferente ¡Mal perdedor! -Dijo riendo un pequeño niño adorable, de pelo castaño oscuro, ojos color avellana y con piel algo pálida. Nathan.-Además cada vez que juego contigo me dejas el jugador 2 a mí.
-Mi casa mis reglas, por eso yo soy el jugador 1.
-Ya bueno, entonces en la próxima no tendré tanta piedad contigo jugando.
Y así los dos pequeños se la pasaron jugando un rato, hasta que se cansaron de jugar y fueron por unos bocadillos para ver una película.
-¿Te parece si vemos una película de terror? –Dijo Johan sonriendo a Nathan.
-Sabes que no me gustan, mejor veamos otra. –Dijo suplicante el menor.
-No seas miedoso, además me tienes a mí. No va a pasar nada.
-Bueno ponla, pero después yo tendré pesadillas por tu culpa.
-No seas llorón.
Entonces los dos se pusieron en frente del televisor a ver la película en el segundo piso. Todo parecía calmado, pero la lluvia seguía cayendo muy fuerte hasta que una luz ilumino toda la habitación y después de unos pocos segundos llego el sonido de un rayo.
Nathan estaba temblando le daban pavor los rayos, el sonido que producían era estruendoso.
-Espero que mami llegue pronto…
-No nos pasara nada aquí adentro, ¿Recuerdas lo que te dije?
-Que te tengo a ti.
-Así es me tienes a mí para protegerte. -Dijo abrazando al menor.
Lamentablemente ese sería un día el cual ninguno de los dos olvidarían…
Se escuchó un fuerte sonido en la planta de abajo como un vidrio al romperse. Con la fuerte lluvia apenas si se hiso audible el sonido.
-Jo… Johan…
-Descuida, debemos escondernos.
Estaban muy asustados y rápidamente apagaron el televisor y fueron a esconderse a la habitación de Johan.
Johan se escondió en el armario y Nathan bajo la cama, se escucharon unos pasos acercarse. Estaban temblando del miedo. Notaron que entraron dos personas a la habitación.
-Quizás esté aquí, ese mocoso no puede salir mientras Xander este vigilando el piso de abajo.
Así que eran tres y no tenían oportunidad de salir, esto era realmente malo y lo peor es que no se iban a ir hasta encontrar a Johan.
Lo peor fue cuando uno se acerba a la entrada del armario, Nathan veía como se acercaba no supo donde saco el valor suficiente pero no quería que le pasara algo a su mejor amigo.
Entonces antes de que abriera la puerta Nathan salió corriendo de su escondite llamando la atención de los tipos. Johan no pudo creer lo que sucedió, Nathan se arriesgó por él por más que intentaba no podía moverse sus piernas temblaban del miedo y su corazón latía fuertemente, no sabía que hacer…
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Ya habían pasado unas cuantas semanas de lo sucedido y todavía no podían encontrar a Nathan el cual seguía desaparecido y no descartaban la posibilidad que estuviera ya muerto.
Su madre no dejaba de llorar por perder a su único hijo y su padre trataba todo lo posible para encontrarlo.
Johan por su parte se sentía la peor persona del mundo por no hacer nada y dejar que su mejor amigo lo raptaran.
Toda esperanza de encontrarlo se iba con cada día que pasaba, hasta que finalmente dieron con el niño…
Lo encontraron a una fábrica abandonada donde la policía encontró que traficaban órganos y raptaban niños con el fin de venderlos en el mercado negro.
Para Johan fue un milagro poder ver nuevamente a Nathan…
Cuando finalmente pudo entrar en el hospital para verlo, estaba nervioso en que decir o hacer. Cuando los padres de Nathan salieron de su habitación su madre no paraba de llorar, no lo entendía debería estar feliz porque si hijo volviera.
Cuando Johan entro a la habitación y se acercó a la cama de Nathan, no lo podía creer…
-Na… Nathan… yo… yo…-Poco a poco sus lágrimas empezaron a salir por sus ojos, su amigo estaba en un deplorable estado. Tenía vendado el ojo izquierdo y le mutilaron su brazo derecho.-Lo… Siento mucho Na… Than ¡Perdoname!
Johan se prometió a si mismo que nadie volvería a lastimar a Nathan ese día.De cualquier persona, pero no de él mismo…