Caminaba por las calles desérticas de Seúl, hace aproximadamente una semana nadie salía de sus casas ¿Por qué? Porque nuestros vecinos del norte habían hecho un experimento con 10 hombres convirtiéndoles en hombres lobos, aquellos hombres victimas de ese experimento habían escapado y como el lugar en el que habían realizado aquel experimento estaba por la frontera con nuestro país, estos habían entrado en nuestro país.
Al principio la embajada de Corea del Norte no había anunciado nada sobre esta situación, pero luego de reportarse 20 muertes en una sola semana decidieron alertarnos sobre el asunto, luego de esto habían decretado que las personas no podrían salir de sus casas hasta nueva orden, todos tomaron precauciones y cerraron hasta el mínimo agujero presente en sus casas ¡todos tenían miedo y temían por sus vidas!
Como personal investigativo mi trabajo en este tipo de situaciones es muy importante, las investigaciones que hice en los 10 cuerpos encontrados hasta ahora, daban como resultado lo mismo, los cuerpos habían sido maltratados, y desgarrados por afilados colmillos y marcados por varias garras y si, los culpables eran aquellos hombres lobos.
Había ido a dejar a Taemin a su casa, estaba temeroso que a mi pequeño pudiera pasarle algo, además su mama estaba enferma y no quería que se preocupara tanto por su pequeño hijo, Taemin era mi compañero y amigo de trabajo, es un año menor por lo que siempre procuro cuidar de él antes que a mí.
Tenía un extraño presentimiento, sentía que desde la salida de la empresa en la que trabajábamos algo nos seguía, más bien alguien, pero no me sentía temeroso; hace dos días que sentía esa extraña presencia siguiéndome y no me molestaba pero si quería saber quién velaba por mi seguridad ya que esa presencia me daba seguridad para caminar por las noches habiendo 10 hombres lobos acechando la ciudad.
Aquella noche como todas las anteriores me dirigía a mi casa por el mismo camino de siempre, afortunadamente vivía a 8 cuadras de la casa de Taemin, camine tres cuadras y me topé con personal investigativo perteneciente a mi compañía, me informaron que otra vez habían atacado, esta vez había sido una anciana en el décimo piso de aquel edificio en el que se encontraban, como a mi horario había culminado deje a mis compañeros que hicieran su trabajo, pero antes de marcharme me advirtieron que tal vez el causante de aquel asesinato anduviera merodeando los alrededores y que por ende tuviera mucho cuidado.
Faltaban dos cuadras para llegar a mi casa cuando escuche sonidos extraños provenientes de un oscuro callejón, mi instinto investigativo me dirigió hasta el lugar de donde provenían aquellos sonidos, cuando vi lo que era, lamentaba haber sido tan curioso; al frente de mí se encontraba un lobo blanco devorando un trozo de carne, que supongo pertenecía a la señora asesinada, el pánico me invadió, si salía vivo de esto prometía no ser tan curioso la próxima vez.
Aquel animal caminaba hacia mí con sus extraños ojos negros, su pelaje blanco tenía algunas manchas rojas, tenía mucho miedo, había planeado que si alguna vez me encontraba con alguno de estos especímenes pelearía contra él hasta tenerlo atrapado y buscaría la fórmula que le ayudara a salir de el estado en el que se encontraban, porque a pesar de los diversos crímenes que habían cometido, sabía que los hacían por instinto de supervivencia mas no por voluntad propia o al menos eso habían informado los investigadores y científicos de Corea del Norte; pero ahora no, no podía luchar con un animal que pesaba más que yo y que parado en dos patas era 20 centímetros más alto, definitivamente moriría.
Cada vez estaba más cerca de mí y cuando pensé que me atacaría, frente a mi apareció un lobo café, se desató una gran pelea entre ambos y yo estaba tan asustado que no podía mover mis piernas, por lo que rezaba para que mis piernas reaccionaran y poder huir antes de que esos dos animales me devoren y Dios seguramente estaba cumpliendo los deseos de otros porque no me escucho; para cuando había terminado esa batalla y daba por ganador al lobo café y el otro lobo huía mis piernas seguían sin reaccionar.
Se iba acercando lentamente a mí, a estas alturas temblaba de miedo, era demasiado joven para morir y de la peor manera posible; cerré mi ojos para tratar de disminuir el pánico que sentía justo cuando pensé que aquel animal iba a matarme sentí una lengua limpiando mis lágrimas que habían comenzado a salir, abrí los ojos y era aquel lobo café, mirándome enternecidamente, todo el miedo que sentí al principio desapareció, ahora me sentía protegido pero asombrado a la vez ¿Cómo un animal feroz puede actuar como un animal doméstico? Aquel lobo parecía más bien un perrito indefenso.
Me aleje un poco de él y me arrime a la pared, aquel lobo se volvió acercar a mí, aun le temía porque el hecho que se viera inocente no quería decir que lo fuera, quería salir de aquel callejón e ir a mi casa, hacer como si nada hubiera pasado, pero como hoy Dios no estuvo de mi lado continuaba aun sentado en el piso en aquel callejón, me disponía a levantarme e irme cuando vi que el aquel lobo que prácticamente me había ayudado de un espécimen igual a él sangraba de una pierna, la batalla lo había herido y sangraba mucho.
- Parece que tu herida es muy profunda ¡ash! Ya me volví loco, si me ven hablando con un animal definitivamente me llevaran al psiquiatra.
Agarro la pata de aquel lobo dispuesto a curársela pero el animal lo aparto de un empujón, Kibum pensó que se había enfadado con él y que ahora si lo atacaría; el hecho fue distinto al que imaginaba, aquel animal se estaba transformando en un hombre, un hombre un poco más bajo que el, de piel morena, ojos de cachorro, labios abultados, nariz pequeña, definitivamente quedo embobado con la belleza ajena, pensó que el joven iba a huir en cuanto lo viera pero jamás pensó que éste cayera encima de él, había perdido mucha sangre por lo que cayo inconsciente; no pensaba dejar aquel muchacho ahí, además necesitaba averiguar sobre ellos y encontrar una posible solución a los experimentos realizados en ellos y que éstos volvieran hacer humanos, por eso cargo al muchacho que pesaba mucho más que él y lo llevo a su casa, hay lo escondería de las autoridades e investigaría lo que realmente sucedió, ya que aún no estaba totalmente convencido de que ese experimento hubiera sido creado para algo beneficioso.