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Un nuevo año junto a ti por Tsukinokourei

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Notas del fanfic:

Cada vez mis títulos y resúmenes son peores xDDD

 BUENO! Un nuevo año, 365 días para estrenar y escribir muchos fics ewe Me disculpo por no haber actualizado nada en estos días D: Justo cuando iba a actualizar 2 de mis fics me cortaron el internet ;_; Y quería empezar este año con un nuevo fic así que nada más subo éste actualizo los otros x'DDD

  Espero que este les guste, lo hice bastante rápido así que si hay algún errorcín discúlpenme x'DDD

  

* * * * * * * *

 

Kuroko no Basket es propiedad de Tadatoshi Fujimaki

Notas del capitulo:

Fluff... fluff... y más fluff... Bueno no excesivamente pero sí algo porque aquí son un par de tórtolos TwT Son un amor~ 

 

 

I

Un nuevo año junto a ti

Kagami suspiró mirando su celular. Estaba recostado en un sofá en un cuarto parecido a un estudio… a más de 1,000 kilómetros de la cama en donde habitualmente dormía, en Japón. Su padre lo había llamado después de Navidad y le había dicho que quería que pasara Año Nuevo con él y con algunos de los amigos y parientes cercanos que podrían ir. Aunque sabía que era inútil había tratado de convencerlo de dejarlo pasar ahí esa fecha, después de todo se iba a hacer una reunión en donde el equipo de Seirin junto con todos los miembros de la Generación de los Milagros y sus respectivos amigos estarían presentes y en realidad tenía ganas de ir, pero su padre quería “compensar” el hecho de que lo hubiera dejado solo y no cedió ni un segundo. Por eso ahora estaba en América en el apartamento de su padre, despierto a las 7 de la mañana del primer día del año. No hacía mucho que todos se habían ido a dormir, y aunque él había pasado todo ese tiempo despierto en realidad no tenía sueño.

Revisó por milésima vez la bandeja de entrada de sus mensajes, leyendo todas las felicitaciones y buenos deseos de sus compañeros y amigos. Se detuvo en una fotografía adjunta que venía en uno de los mensajes de Kuroko junto con el texto “Alguien te está extrañando por aquí”. Sonrió al ver la fotografía, Aomine estaba sentado… o más bien aplastado en una silla mientras miraba su celular con cara de pocos amigos. Soltó una risita, llevaba poco más de seis meses saliendo con el chico de Tōō y conocía a la perfección esa actitud de “Odio el mundo”. Si bien le daba risa esa imagen se sentía un poco mal al verlo así porque sabía que Aomine se había frustrado mucho al saber que Kagami no pasaría los últimos días del año en Japón y que no regresaría sino hasta el inicio del curso, y lo sabía porque Aomine no había tardado en hacérselo saber con un berrinche tipo “No estoy molesto pero no te hablo y no te volteo a ver”.  Aunque no le había durado mucho.

 

~FLASHBACK~

Kagami salió del ascensor con un par de bolsas en las manos, repasando en su mente lo que acababa de comprar porque sentía que algo había faltado. Aún seguía en sus pensamientos cuando entró por la puerta que llevaba a la sala revisando por encima las bolsas y caminando directamente a la zona de la cocina susurrando los nombres de las cosas que veía.

-... ¡!

Se sobresaltó y volteó sintiendo como si se le parara el corazón del susto. No había visto al chico que se encontraba sentado en su sillón, abrazando uno de los cojines grandes mientras recargaba su mentón en él sin dirigirle la mirada.

-¡A-Aomine! ¡¿Qué haces aquí?! ¡Casi me matas de un susto! ¡¿Cómo entraste?!

El otro chico no dijo nada y Kagami supuso que estaba molesto porque lo había pasado de largo sin notarlo. Al verlo por unos segundos notó que encima de la mesa de centro estaba una llave, suspiró al verla, estaba seguro de que la había sacado de la maceta justo al lado de la puerta de su apartamento. Se volteó y comenzó a sacar las cosas de las bolsas.

-Ya te dije que esa llave es para emergencias, si alguien te ve sacándola me van a terminar robando todo lo que tengo, y ni siquiera es mucho.

-…

-…-volteó hacia la sala- ¿Aomine?

Ninguna palabra salió de la boca del chico de la Academia Tōō, y Kagami se dio cuenta de que ese “monstruo” que los había vencido la primera vez que lo habían enfrentado… estaba en medio de una de sus típicas rabietas silenciosas. Suspiró y dejó de sacar las cosas de las bolsas. Se acercó al sofá y se sentó junto a Aomine, que siguió sin mirarlo.

-Oi, lo siento. No te vi porque estaba muy concentrado en… que... creí que había olvidado algo…

Al momento se dio cuenta de que parecía una excusa muy tonta, pero era la verdad. Aomine sólo miró a un lado y habló apenas murmurando.

-No es por eso… bueno también pero no es lo importante

-… ¿Entonces por- ¿?

No había siquiera terminado de preguntar cuando Aomine señaló detrás del sillón, en donde se encontraba el mueble de metal.

-… ¿Qué?

-Tu padre dejó un mensaje… en japonés

Kagami sólo se confundió, pero después de unos segundos se sobresaltó y suspiró cubriéndose el rostro.

-Ugh… Ya sé por qué estás así

No hacía mucho había hablado con su padre, él quería que regresara a América antes de Año nuevo, Kagami estaba en medio del “entrenamiento vacacional” ese día así que su padre le había dicho que lo llamaría al apartamento. Era obvio que había hablado de eso pero no sabía con exactitud qué, así que se levantó y se acercó al aparato, presionó unos botones y pronto pudo escuchar la voz de su padre diciéndole que ya había conseguido su boleto para que partiera a América el 28 de diciembre y que lo esperaría en el aeropuerto para ir juntos al apartamento de allá. Estaba a punto de decir algo de unos encargos cuando Kagami detuvo la máquina contestadora, tomó bruscamente el teléfono y marcó un número. Sólo tuvo que esperar pocos segundos para escuchar que contestaban.

-¡¿Papá, qué rayos es todo esto!? ¡Dijiste que lo hablaríamos! ¡¿Por qué compraste el boleto?! ¡No-… ¡No es eso! ¡Además es muy pronto! ¡¿Qué-......... ¡Si no había lugar entonces debiste haberme dejado aquí!....... ¡Y-ya sé! ¡Pero- ……….. ¿Por qué- ¡Por qué aquí están mis amigos! ¡Además ya tenía planes con Aomine! ………. ¿Quién? ¡Ya te había contado! ¡Jugamos contra su equipo y-……… Sí, es él. Íbamos a salir y- …… ¡Ese no es el punto! ¡Te dije que teníamos que hablarlo! ¡Y tu-…… ¡¿Cómo que te tienes que ir?! ¡Espera! ¡No hemos-

Separó el teléfono de su oreja y miró el auricular molesto.

-¡¿Por qué me cuelga así?! ¡Ni siquiera me dejó-¡!

Se sobresaltó al sentir que lo abrazaban por atrás, volteó y vio a Aomine recargando su frente en su hombro sin decir ni una palabra. Se confundió un poco porque no hacía mucho que estaba haciendo su berrinche. Usualmente tardaba en regresar a como era.

-…-colgó el teléfono- ¿Ya no estás molesto?

Aomine apenas murmuró.

-Por supuesto que sí, pero ya sé que no es tu culpa…

-… ¿En serio creíste que me iba a ir en 2 días sin siquiera decírtelo?

-Ugh… -lo abrazó más fuerte- cállate… 2 días es muy poco tiempo…

- No es como si me fuera a ir para siempre…

Aomine no dijo nada. Kagami estaba sorprendido, no tenía idea de que Aomine se fuera a poner así porque iba a pasar esas 2 semanas de vacaciones lejos. Si lo hubiera imaginado probablemente habría pensado que diría algo como “Ah, ¿sí?” mientras continuaba lo que sea que estuviera haciendo. Llevaban 6 meses saliendo pero aún seguía descubriendo cosas de él.

-No sabía…

-¿? ¿Qué?

Aomine giró un poco su cabeza y Kagami pudo ver un leve sonrojo en su mejilla.

-Que hablabas de mí con tu padre

-… -se sonrojó y miró al otro lado- Bueno… cuando me llama me pregunta qué ha pasado y yo sólo le contesto… ¡N-no sabe que salimos! Bueno, no se lo he dicho pero… supongo que… en realidad… sí creo que lo sabe

Aomine soltó una risita. Se quedaron un rato sin decir nada.

-…Oye -volteó un poco- Lo convenceré de regresar antes, ¿está bien?

Aomine no hizo nada por unos segundos, pero después, sin despegar su frente del hombro de Kagami, asintió. Kagami sonrió y puso sus manos sobre los brazos de Aomine sin dejar de mirarlo.

-¿Quieres que prepare algo de comer?  ¡! ¡Jengibre!

Esta vez Aomine alzó la cabeza mirándolo extrañado. Kagami tenía los ojos muy abiertos.

-¡Era jengibre!

-…

Aomine soltó una risita y lo sujetó con más fuerza, para después soltarlo y tomar su mano jalándolo hacia la puerta.

-¿? ¿Qué haces?

-Vamos a salir un rato, después podemos ir por tu jengibre

-¿Hah?

-No pretendo pasar estos 2 días sin siquiera salir contigo. Ah, y me voy a quedar, así que prepárate.

Kagami no hizo nada pero después de un momento se sonrojó y miró a un lado.

-¡Idiota!

~FIN FLASHBACK~

 

Kagami suspiró sonriendo levemente. En esos meses había descubierto que Aomine era bastante caprichoso y que si las cosas no salían como quería se frustraba con el mundo, incluyéndolo a veces a él. Y es que ambos ya habían hecho planes para lo que quedaba de vacaciones, sobre todo para Año Nuevo, así que esta vez comprendía completamente que Aomine se pusiera así. Aunque Aomine pareció pensar que no valía la pena hacerse el enojado si sólo tenía dos días libres con Kagami antes de que se fuera.

-…

Pasó varios mensajes hasta que encontró el de Aomine, ese día sólo le había enviado uno. Al leerlo tuvo que tratar con muchas fuerzas de no sonreír.

“Te extraño. Ojalá estuvieras aquí”

Se movió recostándose de lado fallando en evitar una leve sonrisa. Aomine no era del tipo de ser muy abierto expresando sus sentimientos… o más bien solía ser discreto al hacerlo. Si estaban afuera de alguna manera lograba tomar su mano o abrazarlo sin que los de alrededor lo notaran y voltearan a verlos. Claro que había veces que él veía que alguien sí lo notaba pero era raro que sucediera. Cuando estaban lejos de los ojos del “público” era otra cosa, ahí Aomine no se contenía. Pero de acciones a palabras sí era muy diferente, rara vez Aomine le decía cosas como que lo quisiera o algo parecido. Por eso siempre recordaba cada momento en que le decía algo así.

Volvió a suspirar dejando su celular al lado de la almohada. Al final sí había convencido a su padre de dejarlo regresar antes, no lo había dejado en paz con eso desde que había llegado porque desde que había subido al avión hasta ese momento no podía olvidar el rostro de Aomine mientras se despedía de él en el aeropuerto, parecía como si se hubiera rendido completamente en tratar de decirle que se quedara y había forzado una sonrisa mientras Kagami se alejaba. Llegaría 4 días antes del inicio del curso, no era mucho pero cuando se lo había dicho a Aomine pareció animarlo un poco.

Después de unos minutos de estar recostado se enderezó derrotado sabiendo que no podría dormir. Se levantó y se cambió de ropa, decidiéndose a salir a caminar un rato. Se puso una chamarra y salió silenciosamente del estudio de su padre. Escribió una nota y la dejó en la mesa por si su padre despertaba antes de que regresara y tomó las llaves pensando que quizás compraría algo de alguna tienda que se encontrara ya abierta. Esa noche no había comido mucho y ahora estaba hambriento, probablemente por eso no podía dormir. Se acercó en silencio a la puerta y abrió mirando hacia atrás asegurándose de no haber despertado a las personas que se encontraban en la sala. Al salir suspiró y comenzó a caminar por el pasillo hacia las escaleras con las manos dentro de las bolsas de la chamarra. Al ir bajando pensó que debería llamarle a Aomine, no había hablado con él desde ese mensaje y por más que él también quería estar allá no quería que Aomine estuviera enfurruñado todos esos días.

Salió del conjunto de apartamentos y sintió el aire frío chocar con su cuerpo. Cerró bien la chamarra y sacó su celular. Caminó hacia la tienda que conocía mirandolo, afuera no había ni una persona. Al llegar a la tienda abierta balbuceó un leve “Good Morning” a la persona sentada en una de las bancas que había en la entrada de la tienda y entró mientras buscaba el contacto de Aomine.

-……… ¡!

Salió rápidamente y sintió como si su corazón se detuviera, pero esta vez no era del susto.

-¡¿Aomine?!

La persona que estaba sentada en la banca era nada más y nada menos que Aomine, que al escuchar su nombre se sobresaltó y se enderezó rápidamente. Al parecer había estado viendo detenidamente un pedazo de papel.

-¡Kagami!

El pelirrojo se acercó rápidamente al otro chico, que se levantaba igual de rápido.

-¡¿Q-qué- ¡¿Cómo es que estás aquí?! ¡¿Por- ¡!

Se sorprendió sonrojándose un poco cuando Aomine se acercó a él y lo tomó de las mejillas para besarlo sin tardar ni un segundo más. Kagami apretó los ojos y sujetó las muñecas del otro chico sin tratar de separarlo, al menos no lo hizo hasta que Aomine pareció olvidar el lugar e incrementó el beso y bajó sus manos a su cintura atrayéndolo hacia él.

-¡E-spera!

Kagami lo empujó poniendo sus manos en su pecho pero Aomine no soltó su cintura. Kagami aún no salía completamente del shock de ver a Aomine ahí. No sabía si regañarlo o interrogarlo… pero la sensación en todo su cuerpo fue mayor y acercó rápidamente su rostro al de Aomine pasando sus brazos por el cuello del otro chico. Aomine no tardó nada en continuar el beso y apretó el cuerpo de Kagami al de él. Kagami separó sus labios dejando que Aomine intensificara el beso y jugueteara con su lengua. No podía creer que Aomine estuviera ahí, en América. No entendía pero en ese momento poco le importaba.

 

. . . . . . . . . . . .

 

-¡¿Llevas aquí 3 horas?!

-No grites, no es para tanto

Aomine y Kagami estaban sentados en una de las jardineras que había afuera del conjunto de apartamentos. Antes de llegar vieron una cafetería abierta así que habían ido a comprar algo. Aomine tenía un vaso con café (era lo único que había podido entender del menú) y Kagami un chai latte.

-¿Por qué no me llamaste?

-Porque parecería un perdedor -sacó algo de la bolsa de su chamarra- Ayer no lo soporté más y fui a comprar un boleto para venir, Satsuki consiguió la dirección del apartamento de tu padre

Le dio un pedazo de hoja, Kagami la tomó y apenas pudo leer en esa letra la dirección que le era familiar.

-Todo iba bien hasta la última parte, no entiendo esos números y sólo estuve paseando por las calles de alrededor sin encontrarlo.

 Kagami alzó la mirada de la hoja y se quedó viendo un momento a Aomine, que también lo miró.

 -… ¿Qué?

 -¿Por qué… viniste?

 -¿? Ya te dije, no soporté tener que esperar a que regresaras y le dije a Satsuki que iría al aeropuerto a comprar un boleto para venir lo más pronto que pudiera -tomó del café- ¡!

 Se hizo a un lado tosiendo y secándose la boca.

 -¡¿Qué es esto?! -lo dejó a un lado y tomó el vaso de Kagami- Dame del tuyo

 Kagami no hizo nada mientras Aomine tomaba de su vaso y decía que no sabía mal. Cuando volteó a verlo Kagami lo veía de una manera rara.

 -… ¿Qué? ¿Está mal que haya venido porque te extrañaba?

 Kagami se sobresaltó sonrojándose levemente.

 -¡N-no! ¡Lo siento! ¡Es que…no… no entendía por qué habías venido hasta acá si voy a regresar en un par de días…

 -Ya me dejaste allá prácticamente 5 días, no iba a esperar “un par de días” más

 Kagami aún estaba sorprendido, sabía que Aomine era impulsivo pero no sabía hasta qué punto. Comprar de la nada un boleto de avión a América para venir a verlo…

 -… ¿Cuándo regresas?

 -… ¿Qué no es obvio? Cuando tú regreses ¿?

 Vio como Kagami agachaba la mirada conteniendo una muy evidente sonrisa.

 -¿Qué? ¿Qué es tan gracioso?

 Kagami negó y no pudo evitar soltar algunas risitas cubriéndose un poco la boca, para después voltear a ver a Aomine sonriendo.

 -No es nada… sólo estoy muy feliz

 -…

 Aomine sintió un leve rubor cubrir sus mejillas y miró a otro lado tomando del vaso de Kagami, que al verlo se rio y puso su mano sobre la de él apretándola. No entendía como era que para Aomine haber venido era lo más normal del mundo, pero para él significaba algo mayor. Kagami apretó la mano de Aomine, no temía que los vieran, estaban sentados de manera que sus hombros casi chocaban. Sintió como Aomine también apretaba su mano, sonrió.

 -Aomine-

 -“Good morning”

 Los dos chicos se sobresaltaron (Aomine más que Kagami), ninguno había visto a la señora mayor caminar hacia los apartamentos. Kagami contestó rápidamente, sobresaltando a Aomine.

 -“Good morning”

 -“G-ghood Mahning”

 -… pfff

 Kagami comenzó a reírse sin poder controlarse ante un Aomine avergonzado y completamente ruborizado.

 -¡N-no sé cómo conseguiste llegar hasta aquí!

 -¡C-cállate! ¡Tú tampoco eres el mejor!

 Kagami aún soltaba leves risas mirando a Aomine

 -Pero me doy a entender

 -¡Déjame! ¡Soy mejor que eso! ¡Sólo me tomó por sorpresa!

 -Sí, sí

 -¡Cállate! ¡¿Qué ibas a decir?!

 -Ah… creo que ya sé la respuesta pero, ¿Tienes un lugar dónde quedarte?

 A Aomine le salió una arruga en la frente, pero Kagami no se preocupó porque aún lo tomaba de la mano.

 -¿Cómo que ya sabes la respuesta?….

 -… Con lo que pasó supongo que no, ¿o ya fuiste a un hotel?

 -… -miró a un lado- Satsuki y Tetsu me dijeron que había uno cerca de aquí y me ayudaron a reservarlo por una noche…

 -…

 Kagami volvió a reírse, Aomine no dijo nada porque era claro que él era un poco inútil para esas cosas… y lo sabía así que era mejor no darle más razones a Kagami para que se burlara.

 -Pero… me alegra

 Aomine volteó a ver a Kagami, que lo miraba sonriendo.

 -Que te hayan ayudado a llegar aquí… ¿Pero por qué sólo una noche?

 -Porque era la única habitación disponible hasta mañana. Tengo que renovar la reservación

 -Hmmm… ¿Y si te quedas aquí?

 -¿?

 -Hoy en la tarde van a irse todos los invitados y puedes quedarte con nosotros.

 -… ¿Tu padre no va a enfadarse?

 -No, además ayer me dijo que quería conocerte

 -¡¿?! N-no… creo que buscaré una habitación…

 -¿? ¿Por qué?

 -¡P-porque no vine preparado para “conocer” al padre de mi novio!

 Kagami se ruborizó al escucharlo y se cubrió el rostro soltando la mano de Aomine.

 -¡¿P-por qué intensificas las cosas de esa manera?! ¡No lo había pensado así!

 -¡N-no intensifico nada! ¡Las cosas son como son y ya!

 -¡No es cierto! ¡Ahora búscate un hotel!

 -¡! ¡¿Por qué?! ¡Me voy a quedar aquí!

 -¡Claro que no!

 -¡Bakagami!

 Siguieron discutiendo un rato, Kagami comenzaba a perder la paciencia cuando de repente Aomine seguía reclamándole pero entre risas. Lo miró confundido, después de un rato Aomine lo abrazó aún soltando varias risas.

 -Te extrañé Bakagami… mucho

 Kagami se sorprendió sonrojándose un poco, agachó un poco la cabeza sujetando un brazo de Aomine. Sentía su corazón latir con fuerza, en verdad estaba muy feliz de que Aomine estuviera ahí.

 -Entonces… ¿tienes un cuarto reservado en este momento?

 -¿?

 Aomine se separó y miró a Kagami, que no alzaba la mirada pero tenía un leve sonrojo en sus mejillas. No pudo evitar sonreír y soltar una risita.

 -Hmm… sí, ¿Por qué?

 Kagami volteó hacia un lado avergonzado

 -¡T-tú sabes por qué!

 -Mmm… no, en realidad no lo sé. ¿Por qué querrías un cuarto ahora?

 Kagami se levantó indignado pero aún sonrojado.

 -¡Bien! ¡Si no quieres tu regalo de Año nuevo por mi mejor!

 Aomine se sobresaltó, viendo como Kagami entraba al conjunto de apartamentos

 -¡No! -tomó todas sus cosas- ¡Espera! ¡Me retracto! ¡Kagami!

 Lo siguió y lo sujetó de la mano diciéndole que no se fuera, que era una broma mientras Kagami lo ignoraba y no volteaba a verlo, de manera que Aomine no veía la sonrisa que trataba de evitar se hiciera más grande. Si Aomine hacia rabietas entonces le enseñaría que él también podía hacerlas, aunque fueran fingidas. Aomine logró voltearlo y vio la sonrisa en su rostro. Kagami comenzó a reír mientras Aomine pasaba su brazo por su cuello haciendo como si lo ahorcara mientras le reclamaba con una sonrisa. Justo cuando Kagami estuvo a punto de zafarse Aomine lo acercó y lo besó, Kagami dejó de forcejear, pensando que definitivamente este nuevo año había empezado de la mejor manera.

  

 

 

 

 

Notas finales:

No sé por qué pero me imagino a un kagami pidiendo un chai latte en su perfecto inglés y muero xD ajajajja

Espero que les haya gustado y que inicien un muy buen año! 8DDD


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