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UNKNOWN por FloraExo

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-Levántate idiota tenemos que irnos – dijo Xiumin meciendo a Luhan fuertemente para que este despertará. Ya era de día, y la azotea estaba completamente iluminada. Tanto Sehun como Luhan aún se encontraban sobre las colchonetas, y todavía abrazados.

-Qué molesto eres – dijo Sehun quien ni siquiera podía abrir los ojos.

-Ya voy Minnie, ya voy-, dijo Luhan aferrándose al brazo de Sehun, mientras miraba a su amigo con un solo ojo-. Sólo déjame unos segundos-.

-Está bien, estaré abajo despidiéndome de Chen – dijo Xiumin y los dejó solos.

Cuando los dos estuvieron completamente despiertos y luego de besarse varias veces Luhan habló-. Gracias desconocido curioso. Fue la mejor noche. Este es mi número. Espero nos veamos pronto – y luego de extenderle una tarjeta lo volvió a besar, pero esta vez, de manera diferente. No queriéndolo dejar ir.

-Gracias a ti chico misterioso-, dijo Sehun cuando se separaron-. Dalo por hecho. Te llamaré –. Ambos sonrieron.

Durante el día se mensajearon más de una vez. Estaban programando su próxima cita. Ambos se encontraban demasiado ansiosos. Ambos teléfono no paraban de vibrar, a cada poco segundos. La atracción que había entre ambos, a pesar del poco tiempo transcurrido, era muy fuerte y también notoria. Parecía que se llevaban conociendo de toda la vida.

~~~

Había pasado ya casi una semana desde el día que había ocurrido su primer encuentro, y en solo unas horas Luhan y Sehun se verían por segunda vez, en su primera cita.

Luhan no podía evitar mirarse a cada instante en el espejo, alegaba que nada le queda bien y XIumin, quien se supone lo iba a ayudar, se había quedado dormido esperando que Luhan escogiera una prenda.

 Luhan comenzó a aventarle almohadas a Xlumin para despertarlo y cuando lo consiguió, su amigo desperto tan asustado y fuera de sí que gritó “eso te queda increíble Lu”. Luhan no podía parar de reír mientras Xlumin sólo se frotaba los ojos, y, después de casi 3 horas, Luhan, encontró una camiseta y un pantalón perfectos para su cita con Sehun.

Sehun por su lado, escogía su ropa tranquilamente, una camisa blanca y unos pantalones ajustados de color negro, los cuales serían perfectos para hacer que Luhan se impresionara. Estaba ansioso. Quería ver lo antes posible a Luhan, quería tenerlo entre sus brazos, besarlo y darle a entender cuánto lo había extrañado durante esta semana. Quería tenerlo otra vez. Y amarlo. Amarlo sin necesidad de tocarlo. Se bañó y luego se vistió. Bajo al estacionamiento, su auto azul resplandecía, todo se veía perfecto pero había algo que no recordaba en la parte delantera. Un papel.

Un pequeño papel.

Una amenaza.

"Anda con cuidado, ya nadie puede protegerte."

Y toda su felicidad se esfumó al instante.

Sehun era una persona muy callada y de pocos amigos. Hace dos años que vivía en ese departamento, nadie lo conocía ahí, esa era una de las razones por la que se había mudado.

Sehun era gay, algo que era de conocimiento público en su ciudad natal. No es que él lo hubiese divulgado, en lo absoluto, su forma tan reservada de ser nunca le había permitido ser abierto respecto a su sexualidad. Pero confió en alguien. En la persona equivocada, y eso había arruinado parte de su vida.

Ahora que vivía lejos, pensó que nunca más lo buscarían.

Pensó que era libre, al fin.

Se equivocó.

Después de dos años, años de completa paz, lo habían encontrado. Y ya no era sólo para burlarse.

Manejó con cautela hasta el departamento de Luhan, luego de arrugar la nota para botarla. Lo divisó desde lejos, su figura esplendía hermosura. Era perfecto. Era quien iluminaba sus días ahora. Se sentía enamorado, completamente.

Hoy sería un día especial, hoy sería un día único, aunque el miedo que sintió cuando leyó la nota quería opacarlo. Y lo sintió cuando vio a Luhan acercarse a él; el solo pensar que alguien le hiciera daño a Luhan le daban ganas de aferrarlo a él, ser su escudo, protegerlo y darle amor hasta que todo lo malo se fuera.

-Hola – saludó Sehun con una sonrisa intentando disimular su miedo.

-Hola lindo – dijo Luhan besándolo.

-¿Estás listo?-, preguntó Sehun cuando se separaron.

-Como nunca antes-, sonrió con coqutería Luhan.

-Me alegra saberlo-.

El trayecto no era tan largo aunque pareció serlo. Sehun intentaba disimular mientra hacía bromas para que Luhan se riera.

¿Cómo era posible que el lugar quedará tan lejos? Se cuestionaba Luhan, pero no quería arruinar el momento con Sehun, no, no importaba cuánto tiempo se demoraran en llegar, si estaba con Sehun nada importaba. Pero lo comenzó a notar extraño, cuando las risas decayeron.

-¿Pasa algo?-, preguntó.

-No-, Sehun lo miró de reojo-. ¿Por qué preguntas?-.

-Te noto algo nervioso-, dijo Luhan mirando el perfil del chico.

-No te preocupes, no es nada-. Sehun medio sonrió y Luhan sonrió de vuelta.

Pero sí pasaba algo, y no era "nada" como Sehun le había dicho a Lehum. Desde que habían entrado a carretera que se había dado cuenta que lo seguían. Tuvo que desviarse del camino, y fue un alivio total cuando mirando por el retrovisor se dio cuenta que ya no lo seguían. Detuvo el auto a la orilla del camino y sin decir nada, se quitó el cinturón de seguridad y comenzó a besar a Luhan. Lo besaba como si todo se fuese a acabar en ese momento, como si el mundo los quisiera separar y con ese beso el solo se unía más a Luhan, el cual, por su parte, sólo disfrutaba de ese amor que nunca nadie le había dado, de ese amor que Sehun tenía para dar a montones.

Y parecía algo sacado casi de una novela rosa. Algo tan irreal que solo le ocurrían a personajes ficticios, porque, quién si quiera se podría imaginar encontrar el amor de su vida en menos de una semana y saberlo y sentirlo como ellos lo hacían.

Después del viaje en auto, llegaron a un restaurant donde una romántica cena los esperaba y cuando acabaron con esta, después de dos horas, a Luhan se le ocurrió ir  su departamento.

Cuando llegaron, una pequeña nota estaba pegada en la puerta. Me fui con Chen nos vemos, besos. Minseok, se leía. Luhan rió y a lo que Sehun lo abrazó por la espalda para leer sobre su hombro.

-¿Crees que pueda entrar? – dijo en su oído y un escalofrió recorrió el cuerpo de Luhan.

-Quién se puede negar a esa voz tan varonil – ambos rieron y entraron.

El plan era ver una película, pero cuando Luhan se sacó su ropa y lo único que lo cubría era un delantal para cocinar, los planes cambiaron definitivamente.

Tuvieron relaciones en la cocina, no, ellos hicieron el amor en la cocina, si el amor, el amor que se estaba impregnando por todo el lugar. Esa noche el departamento de Luhan fue testigo de todo lo que ambos tenían para entregarse.

Era temprano en la mañana cuando Luhan se levantó a hacer el desayuno, se ducharon y comieron juntos, vieron un poco de televisión y luego de mucho tiempo se despidieron.

El día habpia sido espléndido y ambos estaban deseosos de que pronto se repitiera.

Habían acordado verse una vez por semana. Así se extrañarían aún más y cuando al fin se pudiesen ver volvería a ser un día espléndido.

 Y así fueron pasando las semanas, cita tras cita, y cada vez estas se volvían mejores y más largas, habían citas hasta de tres días. Tres días en los que sólo estaban ellos dos solos. Nadie a su alredor. Sólo ellos. Sólo Sehun llevando a Luhan a recorrer la playa a escalar las motañas.

Sólo ellos.

Ellos y el amor que sentían.

Pero no todo era felicidad, por lo menos para Sehun. Aún tenían un problema, uno grande.

A Sehun aún lo seguían y lo que era peor, ahora, también seguían a Luhan.

Estaban haciendo las mismas cosas que le hicieron cuando vivía con sus padres, persiguiéndolo, asechándolo, amenazándolo y ahora, ahora también querían arrebatarle lo que más amaba. Ahora le querían arrebatar a Luhan. Pero no lo iba a permitir. No permitiría que le arrebataran a Luhan como lo hicieron con su mejor amigo.

Llevaban cuatro días ya sin verse. Luhan no sabía si debía llamar a Sehun o no, la última vez que se vieron Sehun  le hiso prometer que no lo llamaría ni lo buscaría, le había dicho que todo estaba bien pero que lo esperara unos días, le dijo que no se alarmara, pero Luhan no podía más ni su corazón tampoco.

No resistió y lo llamó pero, el teléfono de Sehun estaba apagado, lo que hiso que la alarma interna de Luhan se encendiera.

Para Luhan ya no había opción, él debía salir a buscar a Sehun, debía saber de él, aunque la posibilidad de que lo rechazara estuviera presente. Él necesitaba saber qué estaba pasando.

Xiumin intentó detenerlo pero ya no razonaba, no podía razonar si Sehun estaba lejos. Salió del departamento y comenzó a caminar, de pronto sintió que alguien lo seguía. Miró hacia atrás algo desconfiado, y su sospecha era cierta, lo seguían. No sabía quién era y estaba seguro que jamás había visto a aquellos hombres. Comenzó a caminar más rápido, hasta que llegó a su destino. Subió en el ascensor, y rápidamente corrió hasta la puerta del departamento de su amante.

Golpeó reiteradamente la puerta, pero nadie salía, así que comenzó a gritar, a gritar como si el mundo se estuviera acabando, pero nadie salía. Ya se estaba rendido, no podía más, su garganta dolía y sus manos estaban sangrando a causa de los golpes que daba a la puerta.

De repente el ascensor sonó, indicando que alguien se bajaba ahí. Sehun bajaba de el. Y al ver que Luhan sangraba sin pensarlo, corrió hacia él, a abrazarlo.

-¿Qué sucedió? – preguntó preocupado Sehun, pero Luhan no respondía, estaba tan feliz de que Sehun estuviera bien que sólo se acercó a él para abrazarlo.

-¿Estás bien? – preguntó él también después de unos segundos de silencio.

-Sí, pero mira tus manos ¿Quién te hiso esto?-. El ceño de Sehun se encontraba fruncido por la preocupación.

-Me he dañado golpeando tu puerta – dijo entristecido –. Pensé que me habías olvidado, pensé que te había pasado algo. Lo lamento – dijo casi llorando.

-¿Duele demasiado? ¿Tus manos? – preguntó Sehun mientras depositaba un beso en la frente de Luhan.

-No tanto como el dolor que siente mi corazón – Sehun lo miró a los ojos y luego lo besó, lo besó como no lo hacía en días, un beso lleno de lujuria y deseo, pero sobre todo amor.

-Necesito un hospital – dijo separándose de Sehun.

-Enseguida íremos a uno – Sehun tomó a Luhan, Lu estaba tan mal de estado anímico que no podía moverse. Llegaron al estacionamiento, Sehun se acercó a su auto, pero estaba rodeado de hombres, hombres con armas.

-¿Qué quieren?- preguntó apretando la mandíbula.

-Eliminar a los que no debieron haber nacido-, dijo uno de los hombre moviendo el gatillo de su pistola.

-Déjenme en paz ¡idiotas!-, gritó Sehun con rabia.

-Deja al chico en el piso y entra al auto-, dijo otro hombre con sus pitola apuntándolo directamente.

-¡Necesito llevarlo a un hospital!-

-Deja al chico en el piso y entra al maldito auto-, repitió el hombre.

-Déjame en paz, necesito llevarlo a un hospital –, dijo sollozando.

-Ustedes los gays son un error en esta vida – dijo apuntando con un arma a Sehun y Luhan –. Si tanto dices quererlo déjalo en el piso y le perdonaré la vida-.

-Prometo volver si me dejan llevarlo a un hospital-. Sehun sonaba desesperado.

-Maldito mentiroso ¿acaso crees que te voy a creer?-.

-Daehyun por favor, éramos amigos ¿lo recuerdas?-.

-No lo digas – dijo repentinamente con sus ojos aguados y apuntando a Luhan.

-YoungJae – dijo casi como un susurro y una lágrima recorrió su mejilla.

-¡No hables sobre él, no te lo permito!-. Gritó el chico.

-Te amaba y lo mataste, lo mataste porque lo amabas Daehyun-.

-Idiota – fue lo último que dijo y disparó varias veces.

Una de las balas atravesó el cuerpo de Luhan, y escaparon, dejándolos a la deriva.

Sehun logró sostener a Luhan antes de que callera al piso, lo tenía en sus brazos, Sehun no lograba comprender como había llegado a tenerlo tan cerca, tan suyo y ahora lo sentía tan lejos, la vida se lo estaba quitando. Sehun podía sentir como su pecho se hinchaba de algo nuevo. “Gracias, gracias por amarme”. Sehun lograba sentir la respiración cortada de Luhan, como poco a poco se le acababa el aire, la sangre estaba inundando el lugar.

-Luhan – dijo casi sin voz. Sehun lo miró sin entender –. Mi nombre es Luhan-. Aclaró con una pequeña sonrisa.

-No hables amor, no digas nada, todo va a estar bien –. Dijo Sehun también con una sonrisa para intentar reconfortar al chico–. Ya llamé una ambulancia, pronto todo será como antes y mejor-.

-Ya estoy bien, estoy bien porque estoy contigo y créeme que es todo lo que necesito para estar bien – dijo Luhan y su voz parecía apagarce.

Sehun podía sentir el ruido de las ambulancias muy cerca, ya no tardaban en llegar y eso aliviaba un poco su corazón, pero de solo mirar a Luhan en sus brazos y ya casi sin vida, hacía que su corazón doliera como mil balas atravesando su cuerpo.

Cuando la ambulancia llegó los paramédicos bajaron corriendo y con una camilla. Quitaron de los brazos de Sehun a Luhan que apenas reaccionaba. Los paramédicos gritaban cosas pero Sehun sólo podía ver como después de estabilizar el cuerpo de Luhan sobre la camilla se lo llevaban.

- ¡Luhan! – logró decir antes de que dos paramédicos lo retuvieran. Al parecer una bala también había atravesado su cuerpo, pero el dolor que sentía su corazón era más fuerte que la herida de una bala. Sehun se estaba desangrando pero no parabe de llamar a Luhan hasta que todo a su alrededor se apagó y se volvió negro.

Sehun despertó cinco días después. Despertó exaltado y solo repetía el nombre de Luhan, cuando Luhan escuchó su nombre, el cual Sehun repetía a gritos, como pudo se escapó de la habitación que estaba para llegar a él.

-Aquí estoy bebé. Aquí estoy-, dijo Lehun que caminaba lo más rápido que podía y con su cara marcada por el dolor que le provocaba aún la herida, aunque ya cerrada, de bala.

-¿Estás bien?-, fue lo primero que salió de los labios de Sehun al ver a su amado.

-Como nunca antes – dijo Luhan despositando un pequeño beso en los labios de Sehun.

-Sehun – dijo Sehun, recordando de repente algo inconcluso entre ellos–. Mi nombre es Sehun-.

-Sehun-, repitió, probando el nombre en sus labios-. Qué lindo nombre – dijo riendo. Después de todo este tiempo, de salidas, de amarse, al fin ambos sabían el nombre del otro- ¿Te sienteS bien?-, preguntó al ver como Sehun cerraba sus ojos.

-Contigo a mi lado siempre estaré bien-, le susurró, mirándolo.

-Que bueno que despertaste Sehun, ya estaba a punto de desconectar todas estas máquinas – dijo Chen, quien entraba con una gran sonrisa a la habitación de Sehun después de escuchar todo el griterió que tenía este.

-Sehunnie – dijo Baek.

-¡Baek! ¿Y esa panza?-, preguntó Sehun, desconcertado.

-Esto – dijo Baek señalando su abdomen –. Es culpa de Chanyeol – y todos rieron al ver a Baek pegarle a su novio.

-Los felicito – dijo Sehun.

-Hola Sehun, felicidades – dijo Xiumin entrando con un oso gigante que decía “para el futuro papá” y todos golpearon su cabeza.

-Aún no Xiumin – dijo Chen.

-Lo siento, volveré en unos minutos – Chen tomó a Minseok de la muñeca para que salieran.

-Quería decírtelo yo, pero creo que Minseok se me adelantó – dijo Luhan, Sehun no reaccionaba, parecía en coma nuevamente pero por fin pudo articular palabra.

-Mi nombre es Oh Sehun, sé que no nos conocemos tanto, y que llevamos solo un tiempo saliendo, pero te amo, soy un desconocido para ti pero  te amo, y quiero ser el mejor padre para nuestro hijo o hija, lo que sea voy a amarlo, lo amaré tanto como te amo a ti-.

-Hola, ni nombre es Xiuo Lu, me dicen Luhan, en tan poco tiempo creo que he logrado conocerte mucho, estoy esperando un hijo tuyo, solo tuyo porque solo tú eres el amor de  mi vida, no importa que mil personas intenten destruir lo nuestro, siempre estaremos juntos, siempre te amaré, aunque aún seamos dos desconocidos, somos dos desconocidos que se aman. Te amo-., y ambos se fundieron en el beso que tanto necesitaban.

FIN


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