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Ready Or Not por MR K

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Notas del fanfic:

Bueno, es un fic que vino a mi mente así de repente(?) En realidad, no me gusta exo, pero esta pareja sí que me gusta. Solo sé quiénes son ellos y ya xDDDD todavía estoy indecisa sobre si poner MPREG o no, y eso, espero que les guste y puedan guiarme a través de este.

PD: Para quienes leen mis otros fics, habrán actus pronto :3

Notas del capitulo:

Hola(?) aquí les dejo el primer cap, no esperen lemon, TODAVÍA no xD

<<Eran las tres de la tarde de un día viernes, el sol entraba por las cortinas a medio correr de la habitación, sus mejillas estaban completamente inyectadas de sangre, sus cabellos revueltos, el flequillo cubriéndole los ojos por completo y su cuerpo desnudo, sobre una cama que no era la suya y bajo un cuerpo que no era el suyo. Tomó aire, sentía que se quedaba sin él, los belfos ajenos no paraban de atacarle, su mente y cuerpo respondían, pero su corazón no. Estaba a punto de ceder, a punto de dejar que sus labios soltaran un suspiro decisivo para el otro… afortunadamente, el sonido de un teléfono celular retumbó por todo el lugar>>.

— ¡Yah, Dodo! —Una voz le gritaba, mientras una mano se agitaba frente a sus ojos.

—Ah, sí, lo siento, ¿qué pasa? —Kyung Soo jugueteaba con el popote de su vaso de bebida mientras recordaba la escena ocurrida el día anterior, agradeciendo el hecho de estar en un lugar con poca luz, donde su sonrojo no fuera evidente.

Era menor de edad, sus amigos y novio habían hecho malabares para permitir que pudiera entrar al pub y estaba total e irrevocablemente aburrido… sí, aburrido. Se podría decir que Tenía una vida común. Diecisiete años, a dos meses de ser, legalmente, un maldito adulto. Odiaba todo sobre eso. Odiaba el hecho irrefutable de que algún día sería el ejemplo a seguir de alguna persona. Odiaba que la gente lo mirara. Odiaba llamar la atención. Por eso, había desarrollado una habilidad, bueno, no sabía cómo, pero, era invisible ante las personas. Siempre lo chocaban cuando iba caminando por las calles, o lo golpeaban con las bolsas, porque, simple y llanamente, nadie le veía. Excepto el maldito y arrogante barman. Llevaba más de dos horas ahí, y esa misma cantidad de tiempo era la que había malgastado observándolo, porque, desde que entró en el pub, sintió una mirada clavada en él, y no, no era agradable.

—Tu novio dice que no puede venir, ¿está bien eso? —.

Mierda, eso no estaba bien, había ido a ese maldito lugar solo por el cumpleaños de su novio, pero él no iba a llegar… perfecto.

—Voy a pedir un trago, ya vengo—fue lo único que pudo decir, estaba tan enojado, que pensó que sería bueno aminorar su ira en un vaso de alcohol.

Caminó, ya acostumbrado a que el barman le mirara, pero, se sintió algo traicionado cuando descubrió que, tras las personas que bailaban, había una chica. Chica con la que el muy bastardo coqueteaba… ¿por qué se sentía así? Probablemente porque la única persona en el mundo que le había visto apenas se le cruzó por delante, no le miraba solo a él. Se sentó en un taburete del bar, tomó aire y pidió.

— ¿Tienes vodka? —escuchó una media risa, en señal de burla, que había salido de la boca de su “admirador”.

—Sabía que eras menor de edad, eso no se pregunta, se pide —el chico de la barra se dio la media vuelta, sirvió lo que le habían pedido y luego lo dejó frente al menor— Ten, supongo que es tu primera vez bebiendo, ¿no?

“Maldito alucinado”, pensó, queriendo asesinarlo, aunque, con lo débil de su cuerpo, parecía algo imposible. Tomó el vaso y lo bebió como si se tratara de un simple refresco, así, one shot, sin siquiera tener la oportunidad de descubrir el amargo sabor de aquel trago. Se quedó sentado, observando, de nueva cuenta, el ambiente. Gente ebria bailando, gente ebria besándose, gente ebria escabulléndose en pareja hacia los baños.

Asco.

Pasada media hora, su mundo se volvió bastante diferente de lo que fue cuando entró. El chico tras la barra lo notó, dejó de hablarles a las chicas y le prestó atención al pobre chico que tenía enfrente.

— ¿Te sientes bien? —alzó una ceja, realmente curioso. Kyung Soo negó lentamente, sentía que devolvería todo— Ya, a ver… hablemos, a ver si así se te quita lo ebrio y puedes encontrar a tus amigos. Mi nombre es Kim Jong In, puedes decirme Kai, tengo treinta y cinco años y soy el dueño de este lugar que pareces detestar tanto— Ninguno de los dos notó que eran observados por una mujer desde un lado de la barra.

—Mi…—comenzó Kyung Soo, intentando modular— mi nombre es Kyung Soo, puedes decirme D.O., así me llama el mentiroso de su novio, y sus amigos también —hizo una arcada, provocando que el mayor se alarmara.

—Oye niño, en mi barra no—frunció el ceño, hizo un chasquido de dedos e inmediatamente apareció alguien— Atiende la barra, voy a ayudar a este pobre idiota—Salió casi corriendo de donde se encontraba, para pasar su brazo por los hombros del menor y llevarlo hasta el baño.

Mientras caminaban, el menor iba soltando información que no le era conveniente decir tan sinceramente, pero Kai estaba demasiado interesado en él, ¿por qué?, era un chico, con cierto encanto, gestos y movimientos femeninos, voz suave, ojos tristes. Claro, ojos tristes, como los propios.

—Y, dime, D.O., tienes novio, ¿por qué estás solo? —sintió que iba a morir despedazado por la mirada ajena, así es que, dirigió su vista hacia otro lado.

—Él tenía una actuación hoy…—Kyung Soo era tan tímido, que no podía maldecir en voz alta, y aunque estuviera enojado, el tono de su voz jamás se salía de control— dijo que vendría, yo solo vine por su cumpleaños, y me dejó solo con sus amigos… comienzo a creer que es una represalia porque no quise acostarme con él…—el mayor abrió sus ojos y se detuvo.

—A ver, a ver, espera. Dices… ¿Qué eres virgen? ¿Es en serio? ¿Y que tu novio es famoso? Por favor, creo que bebiste mucho…

—Soy virgen y mi novio sí es famoso…

Entonces, las imágenes se volvieron borrosas y KyungSoo perdió su fuerza y voluntad gracias al alcohol. Esa noche fue muy extraña para Kai, ¿por qué se molestaba en ayudar a un niño tonto como ese? ¿Por qué? Encontraba cierto encanto en la forma que se reflejaba su rostro en los ojos ajenos, ¿por qué brillaban tanto? A pesar de estar todo oscuro, sus ojos se veían en la oscuridad… ¿por qué? Sintió aquella corriente eléctrica viajar por su columna vertebral y recorrerle todo el cuerpo… el tipo ese no era una chica, a él le gustaban las chicas… y ahora, ahora tenía que hacerse cargo de un niño mal portado. No era como si le importara mucho, pero decidió llevárselo a su casa, seguramente habrían motivos para que, a pesar de tener novio, el menor anduviera solo. Eso ya se lo preguntaría mañana…

Y la noche transcurrió así. El desconocido durmiendo plácidamente en su cama y él sentado en frente, en su sillón favorito, leyendo su libro favorito por, ¿décima vez?, definitivamente, jamás se aburriría de él. Y en medio de frases tristes, pero a la vez esperanzadoras, se durmió con la cabeza apoyada sobre su mano, una pequeña parte de un bosque sobre el regazo y la luz encendida.

Porque, lo que más le aterraba, eran la noche, el olvido y la soledad.

Notas finales:

Ya que no sé muy bien cómo seguir esto...espero sus reviews!


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