''Troublemaker:
1. m y f. Se dice de la persona que se dedica a generar problemas o conflictos entre otras, ya sea por motivos personales, por oficio o por simple diversión.
¿Deseas ser un troublemaker? Las reglas son sencillas.
1.- Acatar todas las normas.
2.- No interponerse en los trabajos de otros Troublemaker.
3.- No indagar en asuntos del cliente.
4.-La vida personal queda totalmente a parte del trabajo.
5.-Prohibido desvelar la verdadera identidad a los clientes o a las victimas.
6.-Una vez que el trabajo este completo, no volver a ver a la victima.''
Susurró cierto pelinaranja mientras arrancaba ese trozo de papel de donde había leído tal información, era de colores llamativos y estaba pegado en un poste cerca de los horarios de los trenes.
''Si, todo súper sencillo'' Bufó con ironía a la vez que arrugaba ese papel entre sus manos agrietadas, haciéndolo una bola y arrojándolo a las vías del transporte esperando su llegada.
En el cielo ni una estrella titilaba en busca de presencia en lo que era el escenario de la noche, que estaba teñido de un total azabache a excepción de la luna plantada allí tajante y orgullosa, alumbrando todo cuanto rodeaba, siendo testigo de todos los sucesos.
Unos pasos resonantes en el silencio de la madrugada, hicieron al joven Taehyung desviar la miraba a donde el ruido procedía, divisando allí, a un hombre de mediana edad, con notorias arrugas y surcos en la cara, vestido con una elegante gabardina del color de la noche.
''¿Eres V? El troublemaker'' cuestiono el señor a pocos metros del muchacho de rostro pálido y tranquilo.
''Así es'' Respondió sin expresión alguna.
'' Hiciste un buen trabajo'' vocalizó con voz ronca mientras estiraba su brazo alcanzando al muchacho de no más de 20, un sobre blanco.
Este se encogió de hombros y tomo entre sus manos lo que el hombre de la gabardina le ofrecía, mirando dentro del rectángulo de papel, sacando de el una gran suma de dinero en billetes.
''Contactaremos contigo para cualquier otro percance'' añadió esperando la aprobación del pelinaranja.
''Para ello tendréis que contactar con el jefe'' contestó con total indiferencia, volviendo a contar los billetes asegurándose de que el cobro fuera el correcto.
Las luces del tren iluminaban la vía como la luna allá en lo alto no era capaz de hacerlo, este paró frente al chico de ropa casual, el cual, no tardo en intercambiar un apretón de manos con aquel hombre, su cliente, y subirse al vehículo antes de que las puertas se cerraran, dejando al de la gabardina en la estación para posteriormente darse la vuelta e irse.
Kim Taehyung era un troublemaker, y no se enorgullecía de eso, odiaba serlo, y odiaba a sus clientes y a las personas con la que debía tratar, todos eran unos hipócritas, cínicos e insolentes, que buscaban a otras personas para hacer el trabajo sucio para que ellos no se mancharan las manos.
Pero el se dedicaba a eso, y no tenía otra cosa, no había otras salidas.
Llego a su destino, bajando de aquel desolado y ultimo tren de la estación, callejeando un poco, caminando con desdén, mirando sus zapatos con las manos en los bolsillos custodiando aquel sobre.
''Podría ser peor'' Se autoanimo el muchacho, cierto era, podría ser peor, el generaba problemas a las victimas de sus clientes de la mejor forma que sabía, tocando los cojones, no literalmente, de eso ya se encargaba su compañero Jungkook, el pelinaranja, con su gran capacidad de convicción, creaba bulos y mentiras sobre la persona en cuestión, manipulaba fotos y las divulgaba sin que nadie sospechara de el, era todo un experto en la materia, pero se sentía como una prostituta, el solía ser un joven agradable y transparente, pero por sus motivos de trabajos, tuvo que aprender a comportarse como lo que más odiaba.
Detuvo sus pasos descompasados frente a un edificio, que a pesar de ser de noche, pudo distinguir a la perfección. Un gran letrero de color rojo y negro que formaban letras que en su unión se podía leer con facilidad la palabra 'TroubleMaker'
La música Jazz del local hicieron que sus tensos músculos se relajaran, a aquel muchacho le gustaba esa melodía. Nadie se percato de su intromisión en el lugar, que parecía ser un bar, unas cuantas mesas por ahí repartidas y una extensa barra donde pudo distinguir caras conocidas sentadas en los taburetes de este.
Hizo caso omiso, adentrándose en una de las puertas que había al otro extremo encontrándose con un hombre de grandes ojos sin perder sus rasgos asiáticos, el pelo era teñido obviamente, de un color rubio platino que casi podría decirse blanco, al pelinaranja no le gustaba, parecía que estaba canoso a temprana edad. El susodicho se encontraba hablando por teléfono con el rostro fruncido y varios papeles repartidos por la mesa de aquel pequeño despacho situado dentro del bar.
''Que no Min Woo, esto no es una red de prostitución, no voy a dejar que pagues para tirarte al niño'' masculló con cierto enojo en su mirada, mientras golpeaba la pesa con un puño.
Al muchacho, parado allí en frente no le extraño la situación y tampoco le faltaban explicaciones para saber de que se trataba del promiscuo de Jeon Jeongguk.
Aquel que hablaba, se percató de la aparición del joven de apariencia casual, que no tardo en despedirse del tal 'Min Woo'', dándole toda la atención a Taehyung.
''¿Y bien V?'' preguntó con intriga esperando la respuesta.
El nombrado saco de su bolsillo aquel sobre lleno de dinero, que aquel hombre sentado no tardo en abrir sacando de el la gran cantidad de billetes, contándolos uno a uno.
''Cada vez haces más ganancias, pero no creas que por eso voy a subirte el sueldo'' Bromeó el de ojos grandes intentando sonsacar una sonrisa al pelinaranja, el cual esbozo una, pero no del todo verdadera.
''Justamente acababa de recibir un trabajo y creo que tu podrás llevarlo a cabo a la perfección'' aprovechó la situación para comentarle al muchacho, este no tardo en soltar un sonoro bufido, sabía como era su jefe, así pues se sentó en la silla frente a su mesa de oficina, esperando a que soltará toda la charla informándole sobre el trabajo, no era malo del todo, pero si tenia el don de hacer dormir al joven en cuanto se ponía hablar.
Por otro lado, otro muchacho, de finas facciones y pelo pelirrojo, permanecía sentado encima de la barra del bar, mientras lamia y jugueteaba con un chupachups, ganándose así todas las babosas miradas de aquel bar.
Así es, el era el de la buena reputación, Jeon Jeongguk, era todo un precoz, con sus apenas 17 años de edad, había hecho todo cuanto quería, tenia una buena familia, amigos y dinero, pero se dejo llevar por la avaricia, de igual manera que Kim TaeHyung, lo hacía por dinero, no obstante, no por necesidad, si no por capricho.
'' JungKook, bajate de la barra, ¿Acaso no tienes trabajo?'' Acusó la persona que estaba sirviendo cócteles, su pelo era castaño,sus rasgos algo felinos y sus afiladas palabras, hirientes como puñales hacían de el uno de los TroubleMaker más solicitados.
''No seas así, Suga Hyung'' Respondió un JungKook con ojitos de cordero e inocencia en sus palabras. ''La victima de mi cliente es muy aburrido, solo quiero matar un rato el tiempo'' agrego para seguir jugando con el chupachups envolviéndolo con su lengua repetidas veces, haciendo bufar al llamado Suga.
''Me tienes harto con tus niñerías'' respondió de forma fría y cortante, ganándose una mirada desaprobatoria por parte de todos los presentes en la barra que estaban al tanto de la conversación a la vez que el famoso Jungkook le miraba sonreía de forma coqueta.
Ser un Troublemaker no es algo de lo que estar orgulloso, ganas dinero a costa de la desgracia de otras personas, pero, tampoco se puede estar deprimido por ello, ya que si se trabaja en este gran negocio, es por que se tiene madera para ello, no todo el mundo puede actuar con total cinismo e indiferencia tras causar un completo caos en las vidas de otras personas.
Claramente no todo el mundo es igual, hay personas que por naturaleza, tienden a hacer el bien, tejer los hilos del mañana para ayudar a quienes lo necesitan, dando todo el empeño en ello, cuando otros se dedican a descoser el trabajo que ellos hacen, complementándose unos con otros creando así un bucle, dicen que finito, pobres de aquellos que piensen eso.
La sociedad esta contaminada.
Al igual que las personas.