Corría velozmente por los callejones aledaños a la capilla, estaba seguro de que si corría sin detenerse llegaría justo a la mitad de la presentación de Kyrie y con suerte evitaría recibir un regaño y un sermón sobre la puntualidad por parte de esta.
Doblo en una esquina evitando por poco chocar con un par de contenedores repletos de bolsas de basura, -¿a quien demonios se le ocurre colocar esas cosas en pleno paso obstruyendo parte de la acera?- pensó a la par que soltaba un suspiro de cansancio, levanto la vista y al final de la calle pudo divisar el majestuoso recinto, inclusive podría jurar que ya hasta escuchaba la gloriosa voz de Kyrie a lo lejos.
Seco las pequeñas gotitas de sudor que perlaban su frente–vamos Nero, haz un ultimo esfuerzo – se dijo y comenzó a correr nuevamente, no es que le tuviera alguna clase de miedo a esa chica, era simplemente precaución. Apenas había recorrido unos cuantos metros de esa callejuela cuando una extraña sensación lo hizo detenerse súbitamente. Sentía como si alguien, o algo, a lo lejos lo estuviera observando detenidamente.
Se volteo inmediatamente tratando de ubicar de de donde provenía esa mirada pero para su sorpresa la callejuela estaba totalmente desierta, alzo su cabeza para observar los tejados encontrándolos sin rastro de vida, comenzó a sentirse nervioso ya que a pesar de que se encontraba aparentemente solo seguía sintiendo esa intensa mirada en su espalda.
- Vamos Nero, serán imaginaciones tuyas – y se giro dispuesto a seguir su camino encontrándose con una bandada de demonios que lo miraban expectantes debido a su reacción anterior.
¿Por qué rayos esas cosas aparecían cuando tenía tanta prisa? ¿Qué acaso esas cosas no sabían que su futuro y la integridad de entrepierna estaban en juego?
Sonrió de medio lado, no le quedaba mas opción que deshacerse de esas plagas si quería abrirse paso hacia su destino, tampoco es que tuviera otra opción, debía eliminarlos antes de que decidieran dañar a algún civil o a un miembro de la orden.
Corrió y de un salto estampo sus pies en la cara de uno de esos espantapájaros mandándolo a volar lejos junto con otros dos que este arrastro en su camino, seria sencillo la única dificultad que tendría es que no iba armado y tenia su mano derecha sujeta en un cabestrillo.
- Será un juego de niños – dijo mientras lanzaba un certero puñetazo a un espantapájaros que se encontraba a su izquierda – solo espero no llegar tan tarde...-
**************
Llego justo antes de que Kyrie finalizara su presentación, pelear contra los espantapájaros lo había dejado exhausto así que a lo único que atino fue a dejarse caer bruscamente en uno de los banquillos del recinto provocando que el sujeto a su lado le dirigiera una mirada de desaprobación que menos podría importarle. Se encontraba ansioso, había algo en el ambiente que no le gustaba, desde que momentos atrás sintiera esa mirada sobre de el en la callejuela había algo en su estomago que se revolvía con furia como tratando de indicarle que algo no andaba bien, decidió atribuirlo a la falta de aire debido a su reciente esfuerzo –mi condición apesta- pensó lastimeramente.
Solamente la marea de aplausos que ovacionaba a la chica en el escenario fue capaz de sacarlo de sus pensamientos, esbozo una sonrisa socarrona al notar que Kyrie lo miraba y a la par se sonrojaba, esta bien que estuviera hecho polvo y se muriera de cansancio por dentro pero no iba a dejar pasar la oportunidad de lucirse. Kyrie encogió los hombros en señal de saludo y bajo del escenario dando paso a Sanctus, el líder de la Orden de la Espada quien seguramente comenzaría su ya conocido sermón sobre Sparda y de cómo este salvo a la humanidad.
La verborrea del vejete le pareció mas estresante de lo habitual, se sentía asfixiado así que no pudo evitar comenzar a revolverse en su asiento mas la sensación de opresión y las repentinas ganas de vomitar no se iban, sintió sobre si la mirada de reproche de Credo cosa que no ayudo, se estaba comenzando a hartar de las miradas sobre de el.
El sujeto a su lado volteo a mirarle y el no pudo hacer mas que devolverle una mirada hastiada, ya había tenido suficiente, se iría y se largaría a dormir un rato. Estaba a punto de pararse cuando Kyrie hizo acto de presencia, ella le sonrió y el se hizo el desentendido colocándose los audífonos, esperando que ella viera el regalo que había colocado en su asiento, quizás debió escribirle una nota que dijera ‘‘felicidades’’ o algo por el estilo pero esas cosas no iban con el. Ella se sentó a su lado con el regalo en manos y una sonrisa en su rostro y el se dedico a ignorarla.
- ...y rezad para que, en caso de volver al caos y la oscuridad de antaño, nuestro misericordioso Salvador nos proteja. ¡Oremos!- la voz de Sanctus ínsito a que todos los miembros presentes juntaran sus manos y agacharan su cabeza, generando así un silencio que a pesar de tener los audífonos puestos le desespero, se decidió a ponerse de pie y irse de una buena vez de ese sitio, algo no andaba bien allí.
- Nero...¿que sucede?- la dulce voz de Kyrie rompió ese estúpido silencio
- Me largo
- Pero si todavía no ha acabado...
Sus facciones se contrajeron en un gesto de frustración que no pudo evitar – Me esta entrando sueño con tanto sermón – dijo tratando de que ella entendiera su incomodidad y sin mas le dio la espalda y se dispuso a retirarse.
O al menos eso planeaba cuando el súbito resplandor de su brazo encabestrillado lo hizo detenerse a el y a Kyrie que iba detrás suyo, se sorprendió su brazo solamente brillaba cuando había una presencia demoniaca cerca, se giro para inspeccionar el lugar cuando uno de los vidrios que conformaban la cúpula estallo en mil pedazos y por ella descendía un sujeto que aterrizo limpiamente en el estrado en el que se encontraba Sanctus haciendo ondear en el aire su larga gabardina roja y sin esperar ni un solo segundo desenfundo su pistola y dio un tiro certero en la frente del clérigo.
El sonido de la detonación hizo que los miembros levantaran la cabeza de su posición de plegaria y las reacciones de horror no se hicieron esperar al relacionar el estruendo con el líder tirado en el piso en medio de un charco de sangre.
- ¡Su Eminencia! – la voz de Credo se hizo escuchar entre todos los murmullos desesperados mientras desenvainaba su espada y se lanzaba al ataque junto a su escuadrón contra aquel desconocido que mostraba una cara de arrogancia en su rostro manchado con la sangre del sacerdote y quien sin pensarlo dos veces se abalanzo en contra de ellos, enterrando su enorme espada en el pecho de uno de ellos.
El primer pensamiento que cruzo por su cabeza fue salir de ahí pero recordó que Kyrie se encontraba allí con el así que la tomo de la mano y sin importarle nada mas la jalo consigo hacia la salida sin tomarle importancia al hecho de que a Kyrie se le callera su regalo de las manos, pero ella intento detenerse y volver por su obsequio, cruzo un brazo sobre el pecho de Kyrie impidiéndole el paso y continuo empujándola hacia la salida, ¿Por qué lo hacia? Era un simple objeto le compraría otro después.
Estaban a pocos pasos de la puerta cuando Kyrie se zafó de su agarre nuevamente-¡Credo!- grito ella y corrió hacia el estrado
- ¡Kyrie!- se volteo para ver solamente como el sujeto de rojo lanzaba a un soldado con su espada y este golpeaba a Kyrie haciéndola caer.
El sujeto comenzó a acercarse lentamente a Kyrie con una cara de seguridad que no pudo descifrar y la sensación de malestar que atormentaba su estomago momentos atrás estallo en una ola de odio que lo impulso a correr y de un salto patear el petulante rostro del tipo mandándolo a volar por los aires y para no perder el tiempo y acabar con el disparo con su amada Blue Rose, lo que no se esperaba es que el tipo detuviera las balas con su espada y se posicionara en lo alto de la estatua de Sparda. Maldijo internamente y se propuso a repetir la misma acción, así que de un potente salto se puso a la altura de el y lanzo la patada, patada que fue bloqueada por la espada del contrario y por la fuerza del golpe quedo enterrada justo en la frente de Sparda. Los dos cayeron en los antebrazos de la estatua y se apuntaron con sus pistolas, para su mala suerte el sujeto contaba con dos y el solo con una.
- ¡Nero! – grito Kyrie desde abajo y intento acercarse hacia la estatua pero la detuvo Credo, tan oportuno como siempre.
- ¡Kyrie! Vete con tu hermano: ¡lárgate de aquí!
- ¡Volveré con ayuda! ¡Entretenlo mientras tanto! – vocifero Credo mientras jalaba a Kyrie consigo a la salida y el resto cargaba consigo el cadáver de Sanctus.
- Tomate tu tiempo... – murmuro mientras de un movimiento se quitaba los audífonos y los dejaba caer al piso, si eran de marca ya no importaba, tenia que concentrarse en lo que tenia enfrente.
Disparo y el sujeto se agacho para esquivar los proyectiles, rápidamente disparo a sus pies a lo cual el otro salto para evitarlos, sonrió para si, ¡lo tenia justo donde lo quería! Se impulso de un salto y atrapo al sujeto atorando sus pies en su espalda, quedando cara a cara. Estaba a punto de colocar a Blue Rose en la frente del tipo y disparar cuando la pistola de el susodicho se estrello violentamente contra su cien haciendo que la cabeza de Nero diera vueltas y perdiera su concentración en la batalla por un momento.
El otro sujeto sonrió y aprovecho su confusión momentánea para estrellar a Nero sobre el suelo quedando el sobre el chico apresando sus brazos con sus piernas.
- Ey kid, ¿te han dicho que tienes unas piernas muy fuertes? – sonrió de lado mientras paseaba sus manos por el pecho del menor.
- ¡¿Qué demonios crees que haces?! ¡Suéltame! – grito tratando de liberarse, el mayor dio un suspiro y la jalo del cabello haciendo que Nero soltara un pequeño quejido
- ¿Sabes? Te vi pelear hace rato y tienes unos movimientos muy buenos
- ¡Eras tu el que me observaba! ¡Maldito! ¡¿Qué quieres sacar de todo esto?!
El mayor dio un tirón más al pelo del chico provocando que unas lagrimillas escurrieran de los ojos de este.
- Sabes, me gustaría que me enseñaras esos movimientos en privado y para información soy un maldito pero me gusta que me llamen Dante - la mano que mantenía sobre el pecho del chico se escurrió ágilmente hasta el rostro de Nero y lo tomo del mentón con violencia – y en lo general me gusta que me miren a los ojos cuando hablo nene –
- ¡Púdrete! ¿Qué es lo que buscas?
Dante sonrió y paso su pulgar por los labios del menor - ¿Con esa boquita comes? Estoy seguro que puedes hacer otras cosas con ella – y sin mas estampo sus labios contra los de Nero, quien quiso rehusarse al contacto por lo que Dante tiro aun mas de sus cabellos ocasionando que separara sus labios para emitir un quejido, oportunidad que fue aprovechada por el otro para introducir su lengua en esa cavidad que seguramente nunca había experimentado tal invasión.
Nero se desesperaba en medio de tan asfixiante beso, necesitaba liberarse de eso no permitiría que las cosas siguieran por el rumbo que iban, desesperadamente activo su Devil Bringer dándole un puñetazo con esta a Dante en la cara haciendo que se le desencajara la barbilla. Se maldijo a si mismo al ver que el golpe no había sido lo suficiente mente fuerte como para sacárselo de encima.
- Supongo que fue muy tonto de mi parte el pensar que realmente tenias un brazo roto – rio un poco y se sobo la barbilla – pero lastima para ti nene porque pronto será como si lo estuviera realmente – dijo mientras soltaba el cabello del menor cabello y introducía la mano en la gabardina de este aprisionando fuerte mente su brazo derecho con su mano.
- ¡¿Qué haces?! – Nero se comenzó a desesperar cuando una corriente eléctrica recorrió todo su brazo entumiéndolo - ¿Qué haces? ¡suéltame!- con su brazo izquierdo empujo a Dante logrando quitárselo de encima.
Nero se puso de pie rápidamente y al tratar de mover su brazo derecho el alma se le cayo a los pies al ver que este colgaba flácido como si fuera una extremidad muerta –pero que dem...
- Te presento a Quicksilver – interrumpió Dante – mi mejor arma para paralizar demonios – comenzó a acercarse a Nero a lo que el otro no pudo hacer mas que retroceder –nunca me ha fallado – Nero siguió retrocediendo hasta que choco con el estrado en el que momentos antes se encontrara Sanctus.
Se encontraba atrapado, tenia que maquinar un escape rápido en el que no quedara mal parado ya que la falta de su brazo le seria un gran impedimento si el otro decidía atacarle.
Dante sonrió arrogantemente y se acerco confianzudamente al chico pero cuando estuvo lo suficientemente cerca este le soltó un puñetazo con su mano izquierda, tal parecía ser que el chico no cedería tan fácilmente, eso le gustaba.
- No te me acerques malnacido o sino...
- ¡o sino! ¿¡Que!? No hay nada que puedas hacer en este estado - dijo mientras lo volvía a tomar del cabello y le propinaba un puñetazo en el estomago que le saco todo el aire a Nero haciendo que sus piernas temblaran y cayera al suelo.
- Nggg suelt...a
- ¿Qué te suelte? ¿Por qué? si esto apenas comienza – dijo jalando a Nero del cabello parándolo de un tirón y empotrándolo contra el palco con su pecho reposando en el podio rectangular que se encontraba bajo la ventana que había sido rota provocando que Nero se enterrara un par de cristales en el brazo al tratar de amortiguar su caída.
Se coloco detrás del chico y con un su rodilla separo las piernas de Nero, este trataba desesperadamente de liberarse pero solo lograba que la mano de Dante ejerciera mayor presión aplastando su cráneo contra el mármol.
- Cariño, estoy seguro de que si no te resistes al final y te gusta – murmuro Dante cerca de su oreja lo que provoco que un latigazo de terror recorriera la espalda de Nero
- ¿Gustarme qu-ngg – no pudo ocultar el gemido que broto de sus labios cuando el mayor acaricio su miembro por sobre la tela, estaba realmente aterrado, ¿Por qué Credo y los demás tardaban tanto?
La cara de confusión y terror del menor se le hacían exquisitas a Dante quien no dudo en acercarse a lamer la nuca del menor a la par que con la otra desgarraba la molesta gabardina del menor, quien solo lograba revolverse ante tan repulsivas sensaciones.
Una vez eliminado el estorbo que presentaba la gabardina Dante dio una fuerte palmada en el trasero del menor provocando que este soltara un gimoteo y intentara patalear para sacárselo de encima.
- Tranquilo pequeño, no hare nada que yo no quiera – y de un solo tirón los pantalones de Nero yacían en el suelo junto con su ropa interior, los ojos de Nero se abrieron desmesuradamente ante esta acción y un par de lágrimas escurridizas escurrieron de sus ojos.
- Por favor... – la voz de Nero sonó quebrada y temblorosa, nunca se imagino que llegaría a encontrarse en tal situación y no podía evitar desesperarse al saber que seria ultrajado de esa manera en un lugar que se supone era sagrado.
- Sh sh sh tranquilo nene – dijo Dante con voz conciliadora, como quien le habla a un niño al que se le a caído su helado – me gustabas mas cuando tenias esa actitud arrogante – dijo mientras tomaba su erecto miembro y lo colocaba en la entrada del menor.
Nero no pudo evitar que las lagrimas se acumularan en sus ojos y escurrieran por su rostro cuando sintió como el pene de su agresor se introducía lentamente en su ano, abriéndose paso y desgarrando los tejidos a su paso, un grito salió de su garganta cuando Dante lo jalo del pelo y lo tomo de la cintura para terminar de penetrarlo de una sola estocada.
Dante se sentía a desfallecer, el chico tenía que ser virgen, no había manera de que tuviese un culo tan apretado y no lo fuera. Los temblores que provenían del cuerpo del chico lo hicieron percatarse de que este se encontraba llorando a mares y eso lo éxito de sobre manera, le nacía la necesidad de hacer que ese niñito llorara así que sin previo aviso comenzó a penetrarlo rápidamente sin importarle el riachuelo de sangre que corría por las piernas del chico.
Los ojos de Nero se desbordaban en lagrimas y sentía que su mundo se caía a pedazos, sentía que de un momento a otro Dante lo partiría a la mitad y caería al piso ya que sus piernas comenzaban a temblarle como si fueran las de un recién nacido que trata de aprender a caminar, se sentía como la peor escoria, ultrajado y utilizado como una vil puta solo que a el no le pagarían por sus servicios como ramera ya que no podía evitar que los gritos de dolor se escaparan de sus labios por mas que tratara de mantenerlos cerrados y a las putas si gritan no se les paga, así que solo cerro los ojos y espero a que ese infierno se acabara.
Nada de esto parecía importarle a Dante quien solo arremetía contra el chico, disfrutando del sucio sonido que hacia su pelvis al chocar contra los glúteos del menor, realmente que era una experiencia única, nunca pensó que hacerlo con un chico fuera tan estimulante y los gritos del chico solamente lo provocaban a aumentar el ritmo de sus envestidas haciendo mas presión con sus manos en las caderas del chico quien dejo de poner resistencia hacia algunos momentos. Cuando sintió que un cosquilleo le recorría la espalda aumento el ritmo sintiendo el orgasmo que le llegaba como un golpe demoledor, corriéndose dentro del chico quien solo sollozo un poco mas al sentir el liquido en su interior.
- Te dije que te gustaría nene – y sin mas salió de el soltándolo por completo por lo que Nero cayo como un títere al piso mientras espasmos recorrían su cuerpo y el semen de su agresor salía de su entrada.
Sonrió al verlo y se abrocho los pantalones
- Cuidad de Quicksilver ¿si? Tómalo como un regalo – no obtuvo respuesta – bueno mis negocios aquí han concluido, cuídate y cuida ese culo, que ahora es mío. Hasta pronto Kid – se despidió haciendo un ademan con la mano.
Nero escucho como los pasos de Dante se alejaban, soltó un hipido y abrazo sus piernas contra su pecho y se sumió en sus pensamientos hasta que escucho las voces de Credo y sus hombres aproximándose así que junto lo que le quedaban de fuerzas y hizo un ultimo esfuerzo para subirse los pantalones.