CAPÍTULO DIECINUEVE: Trato hecho, Rosalie.
Sus ojos estaban plantados en las olas de mar que estaban cada vez mas bravas por lo que ayudo a que su mente volara por enésima vez en aquel día, luego de hablar con Sam, simplemente prefería estar solo para poder pensar con claridad y desear encontrar una alternativa, un plan B para todo lo que estaba sucediendo. Sus manos estaban dentro de los bolsillos delanteros de aquella sudadera sin mangas, sus cortos cabellos azabaches eran movidos por el viento que provocaban cuando una ola rompía en una de las tantas peñas del lugar.
En ese momento el miedo le invadió.
Si no quería dejar su licantropía, ¿tendría que vivir con ver a Rosalie y a Emmett juntos?
No podría ver toda su vida como el chico que le gustaba era perseguido por la mujer con la que estaba casado y que no tenía intensiones de dejarlo tan fácilmente. Simplemente no lo haría, él también era merecedor de ser feliz por lo que estaba ya planeado todo; esos momento en los que estaba en la playa le había ayudado a resolver tantos conflictos, deseaba demasiado que nadie más resultara herido o que alguien muriera, su padre había muerto porque tenía en mente que él estaba protegiendo a su familia, a toda su gente.
–Papá, no quiero decepcionarte por hacer algo que de seguro te defraudaría por lo que haré lo más correcto, para mí, porque necesito ser feliz, merezco serlo, como tú y mamá. No dejaré que le pase nada a Leah y a mamá, de eso no te preocupes. Yo las cuidaré como hasta ahora. – bajó la cabeza aun con los ojos abiertos, mirando la arena bajo sus zapatillas. Estaba asustado de todas las decisiones que iba a tener que tomar, no sabía si ello haría estragos en la vida de la manada y la del clan Cullen, pero era hora de primero ver por él. Egoísmo era lo que menso le agradaba, pero lo necesitaba; el ser un lobo lo había cambiado bastante, sus emociones eran más desatadas y casi sin poder controlar por lo que casi podría volverse loco por lo que estaba experimentando.
Elevó la cabeza y sus ojos se fijaron en el mar, poco a poco los fue cerrando hasta perderse en el sonido que provocaba todo ese movimiento. –Lo haré. – susurró mas para sí mismo que para alguien más. Sus pasos se hicieron presentes sobre la arena mientras se dirigía a casa, quería hablar con su madre de todo lo que le estaba ocurriendo, ella le daría un consejo más sabio o quizás reforzaría lo que iba a hacer; en ese momento agradecía tener a su madre a su lado para que le cuidara y sobretodo que le guiará en todo lo que estaba sucediéndole; para bien o para mal, siempre agradecería el que ella este con el menor de los Clearwater.
***
Los pasos de Jasper se hicieron lentos mientras se acercaba a la imagen de aquella casa moderna que salía de la nada, gracias a sus dones de ser vampiro, escuchaba la discusión que Rosalie y Emmett estaban teniendo de seguro en la habitación que ambos solían usar y que ahora solo Rosalie utilizaba ya que el vampiro había puesto muy en claro que solo podría estar con el niño.
–De solo escucharlos, me dan ganas de no entrar. – tras pronunciar sus pensamiento, Jasper optó por continuar caminando, pero a un paso lento, casi no deseaba entrar y todo para no escuchar la discusión que de seguro Rosalie había comenzado; en ese entonces se ponía a pensar en Seth y en todo lo que tiene que soportar gracias a la rubia, no era justo para el niño; y entonces caía en cuanta de que se trataba de un niño ¡UN NIÑO! Sinceramente le importaba poco que fuera un varón, pero no el hecho de que fuera un niño, alguien sumamente inocente que estaba llorando día y noche por un amor a tan temprana edad, le llegaba hasta lo más profundo. Lo que debería de experimentar a los 18 o quizás más, lo estaba experimentando en ese preciso instante, y no ayudaba el hecho de que para el menor todo era un mundo bueno, donde todo se puede resolver hablando y nunca a los golpes, alguien que era encantador y sublime para el propio mundo y para su propia existencia.
Seth significaba inocencia, y la estaba perdiendo de a poco gracias al dolor que lo invadía siempre que peleaba con el más alto y corpulento de la familia Cullen.
De un momento a otro tenía a su hermosa Alice frente a sí mismo por lo que detuvo el paso, en la expresión facial de al vampira estaba claro que nada estaba saliendo bien dentro del hogar Cullen.
–Dame algo de buenas noticias, las necesito. – pidió de forma dulce hacia Jasper. Este simplemente sonrió de lado sin muchas ganas.
–Creo que debería ser yo quien pidiera buenas noticias para el futuro. – la vampira sonrió hacia aquel comentario y solo atinó a elevar los hombros hundiéndose en el proceso. –No hay buenas noticias, Alice, el niño ya no quiere saber nada de Emmett o por lo menos se que terminó de rendirse frente a Rosalie, Jacob le dirá a Sam y con ello termina todo. No hay muchas esperanzas para ambos; siento mucha pena por el niño por todo lo que ha tenido que pasar, sinceramente si tengo que ponerme de algún lado definitivamente es de su parte. – la pequeña mujer se abrazó al brazo del ex militar cerrando ligeramente los ojos intentando pensar en algo que pudiera funcionar para que ambos, lobo y vampiro, estén de nuevo juntos.
–Ahora las cosas se pondrán difíciles con la llegada de Bella a Forks, habrá doble trabajo que hacer y solo deseo centrarme en Seth. Algo me dice que las cosas no van a terminar bien entre ambos o por lo menos si hay algún tipo de solución entre ambos, no la he podido ver aún y eso me tiene más ansiosa. Sé que Seth será alguien de suma importancia en nuestras vidas, de cada uno de la familia, Jasper y no quisiera perderlo o que se alejara gracias a las tonterías que Rosalie hace. Es ese raro instinto de querer cuidarlo por lo pequeño y adorable que es. – el vampiro conocía lo que Alice le estaba diciendo en ese momento, él también sentía esa extraña sensación de querer cuidarlo, y tras verlo llorar con tanta pena y frustración, esa sensación se extendió más.
–La sangre de Seth es más potente con cada emoción que experimenta y más aún que su lobo interno hace estragos en él, Victoria estará más cerca que nunca. – la vampira asintió para luego despegarse del brazo de su compañero y soltar un sonoro suspiro y disponerse a caminar hacia la casa Cullen.
Dentro de aquel hogar que muchas veces estaba tranquilo y casi en paz, en ese momento se desataba una verdadera guerra que era intentado arbitrar por Carlisle y Esme quienes retenían a uno y luego a otro de que se fueran a los golpes y todo terminara hecho un desastre. Para aquel matrimonio, la discusión estaba pasando a mayores y todo gracias a la necedad de su hija.
– ¡Entiéndelo, Rosalie! ¡Amo a Seth, no hay más que él en mi vida!–
–Ese mocoso nunca estará contigo, tienes que entender que no lo amas, vives un estúpido capricho; lo ves únicamente como alguien a quien deseas cuidar ya que deseas tener hijos, ¡Algo que yo no te puedo dar! Solo es eso. – Esme sostenía a Rosalie de los hombros para que no fuera contra Emmett en cualquier momento, pero cada vez los argumentos de la rubia parecían más descabellados, sus ideas al parecer se les estaban acabando.
– ¡Sí! ¡En un inicio fue así! Pero luego me di cuenta de lo que realmente estaba pasando entre ambos. No solo es amor lo que nos une, es algo mágico que nadie puede romper, es la imprimación. –
– ¡Trucos de magia no funcionan como amor, Emmett! ¡INTENTA DARTE CUENTA DE LO QUE ESTAS DICIENDO! Y si es magia, entonces se puede romper, todo en la vida se puede romper incluso eso. –
–Rosalie, intenta calmarte, por favor. – la voz de Esme no fue suficiente para calmarla por lo que Emmett volvió a refutar en medio de gritos.
–No, nada puede romper la imprimación, NADIE. ¡NO ENTIENDES QUE DESDE QUE ANTES QUE SETH Y YO NACIERAMOS, ESTABAMOS DESTINADOS A ESTAR JUNTOS! ¡No puedes romper algo que fue escrito desde hace cientos de años atrás, no puedes!– la rubia no contestó y fue cuanto aquella casa se quedo tranquila, solo se escuchaban los pasos de Jasper y Alice adentrándose en aquel momento a la sal donde estaba ocurriendo todo. –Hagas lo que hagas, Rosalie, nunca podrás separarme de él, ya elegí y lo elegí a Seth, desde el primer momento que lo vi, lo escogí para vivir mi eternidad a su lado. – la voz del vampiro se apaciguó de forma lenta mientras observaba a los ojos a aquella hermosa mujer que una vez juro amor, pero que ahora solo la veía como un parte importante de su pasado.
–Creo que en eso te equivocas, Emmett. – los cuatro vampiros giraron en dirección a la profunda voz de Jasper quien mantenía una pose firme sin dejar de mirar rápidamente a los dos participes de aquella discusión. Tenía muchas cosas que decirles a ambos pero que sinceramente en ese momento estaba guardando la compostura por respeto a Carlisle y Esme quienes tomaron el papel de árbitro entre ambos jóvenes. –Al parecer hay algo muy interesante con relación a su tipo de “imprimación”– el mencionado no dejó de observar a su hermano mientras decía aquellas palabras, sus ojos no se movían de la figura de su hermano.
–Explícate. – Carlisle dejó de ejercer fuerza sobre el cuerpo de Emmett ya que este había quedado en una especie de letargo al escuchar lo que su hermano había dicho de una forma tan segura que le asustó, le asustó saber que quizás había posibilidades de que Seth y él terminaran su relación y su unión.
–Con el debido respeto que se merece este hogar junto a Carlisle y Esme, la acabas de joder en grande, Emmett. – todos se quedaron callados sin saber que decir, en primer lugar Jasper nunca había dicho tales palabras al expresarse hacia alguien de su familia, siempre se comportó de una forma tranquila y sobretodo caballerosa, en ese momento estaban conociendo esa otra parte de Jasper Cullen. –Pero tú no tienes toda la culpa, Rosalie también. Por necia y no dejar ese capricho que tiene por ti. – la aludida se zafó del agarre que ejercía Esme y miró desafiante a quien tomaba como su hermano favorito.
–Si vas a juzgarme tú, Jasper, será mejor que me vaya. No puedo creer que todo el mundo esté de acuerdo con la relación anormal que tienen ese niño y Emmett. Desconozco a esta familia. – la vampira en un abrir y cerrar de ojos desapareció del lugar y de la casa, todos volvieron sus miradas a Jasper quien estaba esperando para poder continuar, pero esa llama de odio se había encendido provocándole un desequilibrio emocional al pensar en que lo Seth había sufrido todo este tiempo. Él niño se había hecho querer muy bien con aquella familia.
–Dinos que sucede, hijo. – la voz de Carlisle rompió el silencio y fue el momento para comenzar a hablar por parte del vampiro militar.
–Acompañe a Seth hasta el bosque, fui testigo de todo lo que alberga su joven corazón, todo el dolor que carga día a día y que tiene que disfrazarlo muchas veces o tragarse ese dolor para lograr perdonar las estupideces que haces, Emmett. Sentí su dolor como mío; él ya no quiere tener algún tipo de relación contigo, y al parecer tiene la respuesta para el dolor que Rosalie y tú se han empeñado en causarle. – el más alto y de fornido cuerpo no comprendía a lo que re refería su hermano, para él, Seth, era su todo, nunca le causaría algún mal, todo lo contrario, el vampiro entregaría su vida por la del menor ya que lo amaba de verdad, no era un capricho como Rosalie argumentaba. El vampiro volvió a negar con la cabeza, haciéndose ajeno a lo que decía Jasper.
–Nunca le haría daño a Seth. –
–Ponte a pensar, Emmett, Rosalie hacia cientos de cosas para hacerse notar frente a Seth y demostrarle que ella era tu esposa, la única en tu vida, y tu incontables veces te quedabas sin hacer nada, en ese momento es que te hacías participe del dolor del niño. No le dabas su lugar como tu pareja, aquella persona que sabes nunca traicionarías. El niño quería acabar hoy de una buena vez todo el problema con Rosalie, algo que solo debían de resolver ambos y tu interviniste, Seth se sintió traicionado y tomo ello como tu elección; Emmett no elegiste a Seth, a tu imprimación, elegiste a Rosalie al alejarla a ella y no a Seth para tranquilizarlo. – Esme tenía un nudo en la garganta por lo que su hijo contaba en ese momento, como madre sentía claramente el dolor del niño, aun estaba cruzando por esa etapa de la adolescencia y ya vivía algo de un adulto.
– ¿Cómo está ahora Seth, hijo?– la apacible voz maternal de Esme se hizo presente y Jasper guió sus ojos hasta dicha mujer que mostraba preocupación en aquellos dorados ojos.
–Destruido y decidido en lo que hará. Como ya dije antes, al parecer imprimación que ambos poseen es algo extraña, muy delicada y el niño sabe la forma de romper ese único lazo que lo une a ti, mejor dicho alguien de la manada sabe cómo hacerlo; Emmett, él va a romper la imprimación. Su corazón está muy lastimado y solo espera terminar con tanto dolor. No lo culparía en lo absoluto y pienso que es una buena idea. – los ojos de Emmett ardieron de enojo ante las palabras de su hermano, él creía que toda la familia lo apoyaba y ayudaría a estar con Seth, no lo contrario.
–Creí que todos me apoyaban en mi relación con Seth. –
– ¡¿Cuál relación?! Nunca le diste su lugar a tu lado como tu pareja. No hables de una relación donde no la hay. – Jasper soltó un suspiro inexistente solo para lograr calmarse y no perder los estribos e irse sobre Emmett para que este entendiera lo que había hecho todo este tiempo. –Jacob es el beta de la manada, estoy seguro que ya le debe de haber comunicado lo ocurrido aquí y eso solo significa que no dejará a Seth acercarse a nuestro hogar o a alguno de nosotros. –
–N-no puedo… no puedo dejar que se vaya de mi lado, él… él es lo único que amo en esta vida, mi eternidad gira en torno a él, si lo pierdo, habré perdido todo. – los ojos de Emmett miraban en toda dirección mientras sus orbes estaban por los suelos del lugar, casi como si buscara algo que había perdido. No concebía la idea de no tener a su lado a Seth, ese niño había resultado ser su otra mitad y no la dejaría irse de esa forma, tenía que hablar con él de inmediato, pero se arriesgaba a quizás despertar la ira de Sam al cruza de forma ilegal a sus tierras, pero lo haría por Seth, necesitaba hablar con él.
– ¿Entonces por qué no te diste cuenta de eso antes, Emmett? Seth ahora está determinado a acabar con ese único motivo que lo une a ti, y por sus ojos y voz, el precio que él deba de pagar, lo hará sin importar nada. Lo acabas de perder, hermano. – el vampiro militar pasó por el lado del vampiro que en ese momento se había quedado sin habla y por sus facciones, deseaba llorar con todas sus fuerzas para lograr sacar de a poco el dolor que la noticia de Jasper había creado en su ser. Casi sentía como su interior se resquebrajaba por el dolor de perder a Seth. Era casi como volver a esas semanas de intenso dolor donde deseaba poder ver a Seth y que ese dolor que lo estaba destruyendo se fuera.
Carlisle dio un apretón al hombro de su hijo para lograr consolarlo de alguna forma; desde que Seth había llegado a su vida, Emmett había dejado gran parte de sus bromas para lograr sentar cabeza de alguna forma y ser esa persona en la que el lobo pudiese apoyarse cuando desease, que el vampiro fuera su roca en la cual podía recostarse sin sentirse temeroso de que todo el mundo fuera a destruirse en un abrir y cerrar de ojos.
Emmett le había fallado a Seth y no se había dado cuanta de todas esas oportunidades donde había hecho que esa herida se hiciera más profunda y dolorosa, parchándola cientos de veces con palabras y promesas de amor que solo conseguía apaciguarlo por pocos días o quizás horas, para luego volver a crear más dolor.
¿Qué sucedería con ambos una vez la imprimación se hiciera tan débil que fuera fácil romperla? ¿Sus sentimientos por Seth cambiarían y todo continuaría como si nada hubiera pasado? ¿Ya no amaría a ese encantador niño que le robaba sonrisas?
Emmett sintió miedo de que sus sentimientos por el niño cambiaran de la noche a la mañana, no quería separarse del menor, un extraño vacio se citó en su pecho. Con imprimación o sin ella, Emmett siempre sentiría que le falta algo y ese algo siempre sería Seth.
***
Los días siguientes se hicieron tan tensos por el tema de Victoria que ello ayudaba a que Emmett centrara sus ideas en el cuidado de Seth, no se rendiría hasta hablar con el menor y disculparse de miles de maneras. Necesitaba hacerlo.
El jueves por la tarde, Bella llegó a Forks y fue su padre quien la recogió y llevó de nuevo hacia aquella casa donde había pasado su niñez. Alice comunicó enseguida lo que había ocurrido y fue cuando los Cullen entraron en acción para cuidar a la humana sin que esta se percatara del todo, por otro lado los lobos también hicieron lo suyo. Sam se logró reunir con el jefe del clan Cullen, y ambos sugirieron que sería más conveniente que se relevaran cada tiempo, pero habiendo una única condición, que Seth y Emmett no terminaran haciendo guardia juntos, Carlisle pensó de inmediato que Jacob le contó el problema ocurrido en su hogar días atrás y por ello aquella medida, pero luego fue Sam quien respondió dando a conocer que aquella medida fue impuesta por el propio Seth. El vampiro no dijo más y con aquel comentario final, ambos terminaron cediendo a aquel trato temporal para el cuidado del menor de la manada, Seth e Isabella Swan.
En los días siguientes los Cullen comenzaron a cooperar junto a los lobos, éstos nunca se presentaban a menos que estuvieran en fase, de alguna forma se sentían más protegidos; hasta ese momento Isabella aún no sabía que su mejor amigo era un hombre lobo y Jacob tampoco pensaba decírselo aún, Alice se había convertido en el único contacto directo con la humana, Edward tampoco quería involucrarse tanto con ella, de alguna forma había cerrado una etapa con Bella y deseaba que se quedara de esa forma, solo la cuidaría por que el jefe Swan era amigo de su padre.
Nunca dejaban patrullar a Seth hasta muy entrada la noche, pero el cachorro de la manada había hecho un plan para poder hablar con una persona en particular; sabía y se había dado cuenta que cuando los lobos cuidaban la casa de Bella, significaba que los vampiro iban al bosque a alimentarse, sus hermanos patrullaban toda la zona buscando más pistas y en todo caso cuidando de que nadie ingresara, sobretodo un vampiro. Y ese era el momento en el cual Seth debía de ejecutar su plan sin errores de por medio.
Contra todo pronóstico, el cachorro logró salir de la Reservación sin ningún inconveniente, todos los lobos estaban tan centrados en la pelirroja y en métodos para cazarla que no se dieron cuenta cuando el menor abandonó dicha conversación diciendo que se iría a casa a descansar para mañana temprano fuera a merodear la zona con los demás lobos. Sus pasos le dirigieron hasta un punto en el bosque que era más profundo y que la luna daba poca luz para iluminar el camino del menor, técnicamente estaba descendiendo en ese momento, eran ya las 10:38PM y sabía que a esa hora dos de los vampiro iban a cazar, y sobretodo uno de ellos en ese momento estaba cazando para volver con su tarea de cuidar a la familia Swan.
Su mano se posó sobre la corteza de aquel gran árbol mientras se elevaba un poco gracias a estar sobre un tronco de éstos para poder ver bien la zona y fue cuando vio su objetivo y caminó son inmutarse, mientras más rápido sucediera todo, más rápido podría poner en marcha su plan de sacrificar la magia en su sangre a causa de que la imprimación se equivocó con él, su lobo interior se equivocó.
Seth observó como la sangre de aquel animal corría por la comisura de aquellos labios rojos, que fueron detenidos por una lengua de igual color, y observó aquellos ojos dorados posarse en sus orbes cafés oscuros, mientras tiraba el cuerpo sin vida de aquel ciervo a un lado casi de mala gana. Seth dio algunos pasos más para poder estar lo suficiente mente cerca y que esperaba saliera bien.
– ¿Qué demonios quieres?– las palabras de Rosalie fueron dichas con tanto dichas con tanto odio que Seth creyó nunca llegarían a un punto medio o quizás ni si quiera le dejaría culminar con una primera oración que ya estaba planeando decir en ese momento. El cachorro no se inmuto y mucho menos retrocedió por la forma en la cual la vampíra había reaccionado por su presencia.
–No quiero que terminemos peleando por nada, y deseo que por solo este momento me dejes terminar con lo que deseo proponerte, se que te va a interesar. – la rubia le observó elevando el mentón de forma segura a lo que aquel cachorro le diría.
–Desde ya te voy diciendo que alejarme de Emmett no es una opción, estoy casada con él, es mi esposo, mi hombre, no pienso dártelo, como ya dije y siempre recalcaré, para él solo eres un capricho. – quizás un tiempo atrás Seth terminaría llorando por las duras palabras de Rosalie, pero en ese momento el dolor que ya había anidado en su corazón le había creado un impermeable para no sentir tan duras palabras. En ese momento el niño bueno de Seth estaba durmiendo.
–S-Se que perdí y él te eligió a ti. De alguna u otra forma, lo que él y yo tenemos… perdón… tuvimos, nunca hubiera funcionado, nuestras especies son enemigas naturales, mi manada nunca me miraría con ojos normales, ya de por si me tratan como un ser fuera de este mundo porque Emmett es un hombre. Y-Yo quiero una vida normal y lo haré solo si… la imprimación acaba. – casi sintió como si algo en su interior se hubiera desgarrado al decir aquellas palabras, tuvo miedo por un instante de alejarse de Emmett, pero nuevamente se reafirmaba a que todo estaba ocurriendo por algo.
–No es mi problema si ellos te tratan como un fenómeno al estar con Emmett, pero me interesa cuando ellos andan detrás de la cabeza de mi esposo solo porque se encaprichó contigo, si algo le llega a suceder a mi esposo, juro que te mataré con mis propias manos, maldito perr…-
–Y es por eso que quiero proponerte algo. – los ojos de Seth se posaron en los dorados de aquella hermosa rubia y fue cuando el menor se dio cuenta que en bella nunca podría competir con una mujer como Rosalie, ella era hermosa y amaba a Emmett como si fuera su vida entera, definitivamente la imprimación había cometido un grave error con él.
–No me interesa, como ya te dije, si se trata de alejarme de Emmett, nunca será tuyo. – la rubia se giro mientras se disponía a irse pero las palabras del niño le hicieron mantenerse en su lugar sin que pudiera mover un solo musculo.
–Lo sé, y por eso quiero que esté contigo. – el cachorro soltó un suspiro mientras bajaba la mirada, había conseguido la atención de la rubia y eso era lo que importaba en ese momento.
– ¿A qué te refieres con eso, mocoso?–
–La imprimación solo seguirá si… si sigo siendo un lobo. Y es por eso que… decidí terminar con eso, voy a dejar de ser uno de la manada, un lobo, para que todo lazo con Emmett se rompa y puedas estar con él, y para que yo pueda tener una vida normal. Voy a renunciar a la magia en mi sangre para siempre, mi… mi hermana Leah sabe cómo hacerlo, se que ella me ayudará. – los ojos de Seth se cristalizaron un poco y la expresión de la rubia no salía del asombro, no creía que el niño se fuera a rendir tan fácil, aún pensaba que tenía mucho camino que recorrer para tener a su “hombre mono” a su lado, como siempre había sido, pero ahora aquel niño en desarrollo le estaba poniendo su relación en una enorme bandeja de plata a su disposición. Rosalie notó aquel brillo en los ojos del niño a causa de las lágrimas que comenzaban a amontonarse poco a poco.
– ¿Qué me da la seguridad de que no me estas mintiendo y cuando tengas la oportunidad irás corriendo hacia Emmett?–
–Rosalie, – la voz de niño se quebró sin querer que esto ocurriera y pasó saliva para que no se volviera a repetir, pero falló una vez más. –voy a renunciar a lo más preciado que tengo ahora, a lo único que me queda luego que Emmett te escogió, a mi licantropía, es lo que cada lobo atesora en su vida, y yo voy a renunciar a ello solo para que estés con Emmett y yo pueda tener una vida normal. – la vampira pestañeó observando detalladamente al niño. –Sólo te pido algo de tiempo, mi manada piensa que habrá que pelear con aquella pelirroja y que esta dará batalla por lo que no puedo aún sacrificar mi licantropía, es lo único que tengo para protegerme, pero prometo que terminará cuando atrapen a la vampira y la asesinen. –
–Y estas en lo correcto, Victoria es una nómada, su prioridad será ir por ti y por la humana de Swan, que mueras aun con la imprimación no me beneficiaría, seguirás en la mente de Emmett, y pelear con un recuerdo es pelear con la nada, simplemente no se puede ganar. – Rosalie hablaba tan fríamente que el niño se asombró por tal mente tan carente de sentimientos en ese momento, y fue cuando unas preguntas aguardaron en su mente ¿cómo Emmett había pasado toda una vida con Rosalie a su lado? ¿Qué fue lo que los mantuvo juntos tantos años?
–A cambio de que yo termine con la imprimación, toda tu familia, y sobretodo Emmett deberán irse de Forks, será lo único que te pediré que hagas; ver nuevamente a Emmett siendo un humano no me ayudará a continuar con mi vida. – el pequeño lobo saltó de aquel gran tronco derrumbado para acercarse unos pasos más hacia la vampira, debía demostrar que estaba hablando enserio y quería ser tomado enserio.
–No prometo nada con lo último, quien toma las decisiones como familia es Carlisle y Esme, pero si es posible solo Emmett y yo nos iremos de Forks para vivir nuestra vida como siempre antes de que aparecieras en nuestras vidas. Y con lo de la imprimación solo tendrás dos semanas para terminarlo y dejar libre a Emmett, solo dos semanas. – el niño intentó replicar, dos semanas para tantas cosas era muy poco tiempo, deseaba poder despedirse en su forma lupina de sus hermanos de manada, y dos semanas no sería nada en comparación con todos los días que pasó con sus amigos. El niño giró el rostro hacia un lado mientras metía sus manos en sus pantalones cortos, y fue cuando una sola lágrima bajó por su mejilla y sorbió de inmediato su nariz girando en dirección a los ojos de aquella hermosa rubia, Rosalie miró sus ojos y no se inmuto por el dolor que reflejaban en ese momento.
–Un mes y acepto el trato, Rosalie. ¡Sólo promete que alejaras a Emmett de mí! – sus ojos se cristalizaron a un más y los ojos de Seth se hicieron acuosos y dificultaron su visión por las lágrimas que estaban acumuladas. – ¡Luego de que sea un humano, no lo quiero ver nunca más en mi vida! ¡No quiero saber nada de él en los días que tenga de vida! ¡PROMÉTELO!– unas lágrimas surcaron el rostro sin dejar de ver a Rosalie en todo momento, necesitaba sentirse seguro de lo que haría. Por otro lado la rubia se quedó observando la expresión de aquel niño, por dos minutos no dijo nada y solo se escuchaban los sollozos de aquel púber en desarrollo en el bosque; la rubia aún no creía el trato que estaba por hacer con aquel niño, pero todo lo hacía por Emmett, por todos esos años que pasaron juntos y que seguirían pasando gracias a aquel niño.
–Luego de que se complete el quiebre de la imprimación nunca más lo verás en tu vida, casi será como si él no hubiera existido, como si nadie de nosotros lo hubiera hecho. Trato hecho, Seth. – en aquella oportunidad fue la primera vez que Rosalie mencionó el nombre de aquel cachorro sin ningún tipo de odio, casi fue automática su respuesta, vio más lágrimas por parte del niño y fue que entendió que no solo estaba renunciando a lo que es, sino también a lo que amaba. Pero yo lo amo y necesito más de lo que tú, Seth, pensó Rosalie mientras veía como el niño se giraba sobre su propio eje para después desaparecer entre la negra maleza, en ese momento ni si quiera sentía que la luna la estaba iluminando, en pocos minutos había aceptado un trato que nunca creyó haría.
Aún eres joven y de seguro en tu vida encontraras a alguien a quien amar como corresponde, una chica o quizás un chico, pero no puedes quedarte con mi Emmett, yo lo necesito más de lo que tú crees, él es lo único que tengo para pasar esta eternidad miserable. ¿Por qué te daría mi ancla en esta eternidad? No podría dártelo aunque fuera posible. El trato está cerrado mocoso, ahora solo resta esperar a que cumplas tu parte del trato y yo cumpliré con la mía. Nunca creí que fuera tan fácil recuperar a Emmett de aquel estúpido capricho, pero realmente me pareció demasiado fácil, creí que sería algo más interesante y que daría pelea; me lo has puesto todo en una gran bandeja de plata.