CAPÍTULO VEINTIUNO: Parte de la manada.
Ver a lobos y vampiros colaborando por el bien de Seth y de Isabella era un hito bastante importante para recordar, en ocasiones no era fácil, pero se podía observar que lo hacían por el bien –más que nada- de Seth, ese niño que de cierta forma ya había tomado una parte de los corazones de los que eran participes de todo, era casi como si el niño tuviera un “no sé qué” que hacía a todos querer cuidarlo, era un hecho de que era condenadamente adorable, sobre todo cuando sonreía y mostraba esos hermosos dientes blancos y un perfecto y reluciente eyes smile, quizás eso fue lo que les gustos los demás que no era un personaje de la total ficción; para los vampiros era el hecho de que sentían ese increíble olor de total inocencia, y que su sangre fuera tan extraña, tal deliciosa y hasta exótica, eso traía mas peligros para el niño que solo deseaba ser normal, esa mezcla entre humano y no humano hacía que su olor se intensificara y se sintiera un olor más rico y apetecible.
Era un hecho de que el olor de Seth era algo totalmente exótico para los sentidos de los vampiros.
El niño aun se quedaba pensando cuando sintió los labios de su imprimación sobre los suyos, era un momento que nunca olvidaría; era totalmente mágico y pero también desesperante la forma en la cual flaqueo de forma tan rápida cuando se prometió a sí mismo no dar un paso atrás con sus planes, ahora todo lo estaba pensando, no podía faltar a su palabra y eso lo sabía bien, él no era así, lo que decía se cumplía porque lo había prometido.
Habían pasado bastantes días como para que un vampiro se mantuviera cuerdo por el hambre, Seth lo había visto, esos ojos totalmente negros en Emmett ese mismo día en la mañana que lo fue a visitar de forma casual y dando gracias que no había nadie en casa, ya que el señor Swan estaba en su lugar de trabajo y Bella salió con sus amigas Angela y Jessica.
Se había preocupado por el solo hecho de verlo en esas circunstancias, no pensó en ningún momento que Emmett podría lastimarlo pero sí que podría perder el control ante cualquier cosa por lo que le dijo que mientras toda su familia iba a cazar Seth llevaría a Bella con los demás de la manda, esa noche tendrían una reunión bastante importante según le dijo Jacob hace un par de días atrás. Emmett sin importarle mucho que los vieran se acercó lo suficiente para darle un beso al pequeño niño cerrando ambos los ojos dejándose llevar por ese sentir de dos contrastes de temperatura, de cierta forma era tan mágico como curioso.
Era muy seguro que amaba a Emmett como también el vampiro amaba como nunca a Seth, su Seth.
***
¿Cómo debería sentirse Jacob en ese momento?
Isabella salía de la camioneta de, su ahora su amigo, Edward. Era tan curioso la forma en la cual Bella sonreía, era casi como si se sintiera entre incomoda y feliz a la vez, Edward por otro lado tenía un rostro que mostraba seriedad, de cierta forma sabía que habían quedado en que Bella estaría en la Reservación mientras todo el clan Cullen iba de cacería pero verlos salir de un mismo automóvil había sido como un verdadero choque, casi como revivir el pasado cuando ambos se odiaban a muerte, y por el lado de Jake no quería volver a esos tiempos ya que era algo tan patético recordar cómo se comportaba por una humana, por una mujer.
Vio al vampiro acercarse y solo se recostó en la camioneta de su padre, estaba sin camiseta en esa oportunidad ya que el solo estar con una camiseta holgada le estaba matando del calor y no ayudaba el tener un temperatura de por si elevada. Aunque recordando esa era la primera vez que se mostraba al vampiro en esas fachas, rodó los ojos cuando vio a este hacer ademan de pasar saliva y desviar la mirada.
–Solo hable con ella sobre lo que se avecinaba, tampoco es que queremos decirle todo el mismo día en que las cosas estén sucediendo, sería un shock total. – hablo Edward aun desviando de vez en cuando el contacto con su cuerpo, el vampiro ahora si podía aceptar que aquel no era un simple niño, estaba más que desarrollado creando la edad de uno de 18 o 20 años, pero sabía que muy en el fondo Jake solo había logrado madurar gracias a todo lo que lo estaba sucediendo y tuvo que hacerlo también para apoyar a Seth en los momentos más difíciles por lo que estuvo pasando. En la mente de Jacob solo pudo ver que no estaba muy feliz de verlo junto a Bella, tampoco era que necesitara ser un lector de mentes para lograr adivinar lo que estaba pensando el lobo en ese momento.
–Era un hecho de que te tendrías que preocupar por Bella, ¿cierto? – Jacob se incorporó mostrando total seriedad mientras sus manos se escondían entre los bolsillos de aquel pantalón color crema.
–Quedó claro que ella no quiere estar conmigo y por ese motivo se fue de Forks. Simplemente soy… un conocido para ella. –
–Debe ser. – no estaba convencido pero tampoco es que necesitara recibir algún tipo de explicación por parte del lobo pero era lo que estaba escuchando en ese momento, Edward le estaba dando explicaciones de por qué Bella estaba en su camioneta.
–Jacob… – Edward iba a continuar con la explicación pero fue cuando Bella se lanzó a los brazos de Jacob y este simplemente se quedó un momento sin hacer anda hasta que le terminó abrazando algo shockeado aún. No era común que Isabella hiciera ello teniendo a ambos chicos que siempre pelean juntos ya que siempre escogía al vampiro sobre todo pero en esta oportunidad estaba yendo por el lobo. Edward le miró sin mencionar palabra alguna tensando la mandíbula, miró a los ojos del lobo y este hizo lo mismo, mostrándose confundido con esa situación.
–No quiero que peleen como siempre suelen hacerlo, gracias por traerme hasta aquí con Jake, Edward pero es hora de que ambos nos vayamos a la Reservación. – Bella aun seguía muy pegada al cuerpo de Jacob mientras miraba a Edward. ¿Acaso la humana estaba intentando darle celos con el lobo? Edward negó con la cabeza mientras bajaba esta hasta mirar sus propios pies, eso sí era el colmo de todo.
–Sube a la camioneta. – articuló Jacob sin mirarla y Bella hizo lo que se le pidió sin decir algo, esperaba que de cierta forma Edward aún sintiera algo por ella, y que Jacob no la hubiera olvidado en todo el tiempo que se había ido de Forks, quería volver a esos tiempos en los cuales vivían ese triangulo amoroso poco sano, pero en esta oportunidad quería a Jacob, no era tonta y sabía que al lado de Edward las cosas solo gritaban peligro por cada rincón, en cambio con Jacob todo era paz, tranquilidad y amor. No podría perder si estaba con Jacob y tampoco si es que volvían a ese triangulo amoroso en donde ahora Edward sería el que sobraba.
–Jacob… no quiero que perdamos la amistad que estamos comenzando por Isabella. – ¿Por qué irse con rodeos cuando podías ir directo al punto? Jacob lo entendió y asintió con la cabeza a lo que le dijo. Tampoco era que el lobo quería perder esa extraña amistad con el vampiro, de cierta forma era interesante ser su amigo y hablar de estupideces de ambos mundos, ya que siempre terminaban riendo a lo que decían.
–Es interesante que ahora sea Isabella y no Bella, en eso estamos progresando, Edward así que no tienes que preocuparte por mi parte, es casi como si ella solo fuera alguien a quien cuidar por lo que está sucediendo en este momento, y si no imprimé en todo el tiempo que estuve con Isabella tampoco es que lo haga ahora. – Jacob mostró una sonrisa ladina a lo dicho mientras le miraba a los ojos, pero ello no pudo convencer a Edward por lo que antes de que este se dirigiera en dirección de la puerta del conductor le sujeto del brazo e hizo que Jake se detuviera y girara mostrando un ligero ceño fruncido.
–Solo… cuídate. – susurró aquello casi como si solo hubiera movido los labios pero claramente a oídos desarrollados como el de los lobos y vampiros se había escuchado claramente; Edward le soltó mientras se giraba y volvía a su camioneta de forma veloz, arrancando y saliendo del camino en pocos segundos, Jacob se quedo en esa posición por un momento más luego de que el vampiro desapareciera en aquel vehículo. Soltó un suspiro elevando las cejas y volviéndolas en su posición normal para después adentrarse en la camioneta, diciéndole a Bella que todo estaba bien, y que en la noche podría hacer cualquier cosa, jugar, andar en moto, escalar o nada, pero de todos modos ambos tendrían que asistir a una fiesta esa noche, no importando mucho el comentario que fuera a dar la humana la cual aceptó pensando claramente que odiaba colarse en fiestas.
***
En ese momento Seth estaba siendo reprendido por su mamá ya que esta había encontrado el celular que su imprimación le había regalado en su cumpleaños u no pudo más que contarle toda la verdad de aquel aparato. Tenía la mirada baja ya que le había mentido a su mamá y le había ocultado todo, se sentía tan mal haber hecho cosa como esa.
Su madre solo le dijo que era mucha responsabilidad tener un celular a su edad y fue cuando a Seth se le salió que solo hablaba con Emmett mediante este y ahora Liam, cerró con fuerza los ojos y se mordió el labio ante tal confesión.
–Luego de que todo esto termine, estarás en problemas, jovencito. – su madre estaba cruzada de brazos mientras miraba al niño quien solo se mantenía en esa posición pensando bien en lo que había dicho, muchas pocas veces se le salía lo impulsivo, no pensaba en lo que diría, lo primero que se instalaba en su subconsciente salía de forma rápida sin siquiera pedir permiso.
–Fue un regalo de cumpleaños, mamá, además como ya dije, no lo utilizo mucho, solo ahora para comunicarme con Liam y… con Emmett pero con nadie más, lo juro. No lo pude rechazar para no hacerle sentir mal, perdón. – Sue era una madre enteramente maternal por lo que no pudo estar mucho tiempo enojada con aquel lindo niño que tenía una expresión arrepentida en ese momento. Le dio como alternativa el no utilizar tanto aquel objeto y si lo iba a utilizar que lo usara solo para emergencia o dar algún tipo de llamada de total importancia.
Colocó el celular en su bolsillo del pantalón jean gastado que se colocó, esa noche estaría junto a algunos miembros de la manada que no habían escuchado las historias tradicionales de su pueblo, tenía conocimiento de que Jacob traería a Bella por lo que no se preocupó de estar con ella en una camioneta y un silencio muy incómodo. Solo optó por una camiseta verde oscuro y fue todo su conjunto de ese día junto a unas zapatillas cómodas. Se mantuvo conversando y hablando con los chicos de la manada entre los que estaban Jared, Quil, Embry, y su hermana Leah; no estaban hablando mucho en realidad, más que nada se la estaban pasando molestando al niño con bromas y jugando de una forma brusca, algo típico en lobos.
La noche llegó y fue cuando los chicos ayudaron a encender esa gran fogata, que se alzó para dar un toque de campamento a todo lo que se hablaría; los hermanos Clearwater sabían que su madre había tomado el puesto en el consejo luego de que su padre muriera, de cierta forma sería luego su responsabilidad el instruir a la nueva generación y sus hijos a la siguiente, como siempre fue y como siempre tenía que ser, todo era cuestión de costumbres.
Cuando el abuelo de Quil llegó junto a Billy fue entonces que todos comenzaron a sentarse sobre los troncos que estaban alrededor de aquella fogata, y fue cuando Leah con la ayuda de su madre trajeron algunas hamburguesas para comer, todos disfrutaban entre bromas de la manda y también de los del consejo, contando algunas anécdotas y sobretodo esperando a Jacob quien traería a Bella para comenzar con todo lo que se debía de escuchar esa noche. Esa sería la primera vez para Seth y esperaba que no fuera la última, le encantaban ese tipo de historias, su padre le había contado algunas pero no recordaba en su totalidad, en ese momento las historias que Black contaría caían de forma agradable para el menor de la manada.
Cuando Seth terminó de comer, siguió conversando con Jared entre risas y demás; si aceptaba la propuesta de Rosalie, extrañaría esos momentos al lado de su manada, era casi como si esa fuera una despedida para el menor, Seth lo sentía de esa forma.
Seth elevó la mirada y observó a Isabella Swan colgada del brazo de su mejor amigo, era casi anormal esa escena, una porque supuestamente la humana profesaba amor por cada poro de su piel hacia el vampiro y ahora estaba como si nada al lado de Jacob como si deseara estar con él luego de que Jake sufriera por el amorío de la humana con el vampiro. De cierta forma no le agradó la analogía a la que había llegado pero decidió dejarle ese asunto a su amigo, no quería meterse y terminar con el odio de la humana encima, suficiente tenía con una vampira pelirroja en ese momento.
– ¿Estás seguro Jake? Detesto colarme en las fiestas. – esa sonrisa forzada se fue a los labios de Bella mientras observaba al hijo de Black, recién ahora es que la humana veía tantas cualidades en aquel joven.
–Te colaras en una reunión de consejo ¿ves? Los líderes del consejo; papá, el abuelo de Quil y Sue Clearwater ella tomo el lugar de Harry cuando murió. –
–Yo no debería estar aquí. – intentó sonar algo incómoda, pero todo lo contrario, quería estar lo más cerca del Jake, lo más cerca que pudiera estar. Enterarse hace un par de días atrás que su joven amigo era un hombre lobo le impactó, pero… eso hacía que para la humana fuera irresistible, un extraño sex appeal. Pero Jacob analizaba cada una de las palabras de la humana, como lo decía y en qué forma lo hacía.
–Estarás bien. Ellos creen… que será bueno para ti escuchar las historias. – Jacob se consideraba muy celoso de esos secretos que solo su manada y pueblo poseía, pero en ese momento no podía discutirles a los del consejo.
– ¿Las historias? Las historias de la tribu… ¿no son secretas?– Bella no podía estar más emocionada por ello, de alguna forma ello quería decir que la consideraban como parte de aquella familia, quizás el estar con Jacob le daba esos beneficios.
–Todos jugamos un papel. Tú eres parte de esto. Es la primera vez que Seth, Leah y Quil las oyen. De la gente del exterior eres… la primera. –
–De haber sabido me hubiera… vestido mejor. –
– ¡Jake! Qué bueno que llegas, Paul ha devorado toda la comida pero les guardé unas hamburguesas. – la sonrisa de Jake no pudo ser más grande en ese momento, ese era el único momento en el cual veía a su pequeño hermano de forma normal, sin estar sufriendo a causa de su estúpida imprimación o por la rubia. Solo estaba… normal.
–Gracias hermano. – Isabella sabía que para llegar a Jake ya no solo estaba Billy, sino ahora Seth, podría hacerlo. Seth era demasiado bueno a veces para su propio bien.
–Isabella…–
–Bella… Jake. – le corrigió de inmediato, extrañándose ya que su amigo nunca le había llamado de esa forma. Pero el dejó continuar.
–Bella, creo que ya conoces a Seth Clearwater, hermano de Leah. Estuvo unos días en tu casa. Es el más nuevo de la manda. – Bella hizo una ligera sonrisa mientras le tendía la mano a Seth de forma suave, no se imaginaba a ese pequeño niño dentro de una manada de grandes lobos que mataban vampiros si es que alguno ingresaba a su territorio. “Es demasiado dulce para estar en algo como esto, es… casi como ver aun Jacob más joven.” Los pensamiento de la humano solo le llevaron a contestar el saludo.
–Hola. –
–El nuevo, el brillante, el mejor. – intentó jugar Seth sonriendo, mostrando esa hermosa fila de dientes blanco junto a un eyes smile hasta que Jacob le tomó de la nuca para que dejara de hablar tanto, adoraba tener de vuelta a su alegre amigo, era un cambio de ánimo radical. Muy radical.
–El más lento. – soltó una risa Jacob mientras le desordenaba el cabello y ejercía cierta fuerza en el niño, pero a él le ayudaba que era más bajo de estatura que Jake zafándose de aquel agarre entre risas mientras por un pequeño lugar de espacio entre cuerpo y cuerpo, observó a su hermana llamarle con un brazo lo que hizo que se soltara totalmente sonriendo, estaba emocionado por oír todas esas historias.
–Vamos, tu papá va a empezar. – Seth se fue corriendo hacia un lado mientras se sentaba en uno de los grandes troncos comenzando a hablar con Paul que se encontraba ahí.
–Anda. – el licántropo y la humana le siguieron al niño en medio de ligeras sonrisas hasta tomar asiento al lado del niño –no sin antes saludar de forma algo incómoda a todos los que estaban en el lugar,- quien estaba emocionado esperando a que Billy Black comenzara a hablar.
Quien hablaría estaría al medio, y ese puesto se lo llevaba Billy Black, a la izquierda estaba Sue y después Leah, siguiendo de esa forma a Embry y por ultimo Paul quien estaba recostado a la largo de uno de los troncos como para cerrar aquel gran círculo; por otro lado a la derecha de Billy se encontraba el abuelo de Quil y este último, seguido de Seth, Jacob, Isabella Sam y Emily.
Cuando Black iba a comenzar a hablar, Sam se incorporó para saludar a una última persona que estaría de invitada, los más jóvenes y quienes estaban en la manada observaron a un chico de cabello castaño claro, alto y de ojos verdes, este solo sonrió de lado mientras correspondía al saludo de mano de su amigo Sam. Seth se incorporó impactado de que él estuviera aquí.
–T-tu… ¿Qué haces aquí?– mencionó Seth con los ojos bien abiertos, si su amigo estaba en ese lugar, solo significaba que conocía su condición de hombre lobo.
–Así que tenías una fiesta y no me invitaste, niño egoísta. – Seth solo le abrazó rodeando su cintura mientras el más alto sonreía sin mirar a los presentes, sobre todo a los miembros de la manada que estaban más que curiosos por el nuevo chico que estaba ahí.
–Perdón. – se separó el niño mirando a su amigo pero solo recibió que le revolvieran el cabello.
–Supiste guardar el secreto de tu manada y eso me gusta, no te preocupes, está bien. Y luego de que termine todo, hablaremos un poco. – el niño solo asintió mientras volvía a su lugar y Liam en medio de Embry y Paul, observado por este último que no estaba del todo confiado de la cercanía que tenía con el menor de la manada.
–Los Quileutes han sido pocos desde el principio pero en nuestra sangre siempre ha habido magia. Éramos grandiosos espíritus guerreros, prote y formes, se transformaban en poderosos lobos, eso nos permitía defendernos de nuestros enemigos y proteger a nuestra tribu. – Bella estaba intentando prestar atención pero le distraía y estaba ansiosa por tener a Jacob tan cerca, su rostro era sin duda hermoso con el fuego que les brindaba algo de calor a quienes no eran lobos. Por otro lado Seth estaba muy atento a lo que decía el papá de su amigo.
–Un día los guerreros se encontraron con una criatura. Parecía un humano pero era duro como una piedra y frío como el hielo, los filosos dientes de los guerreros finalmente lo desgarraron pero solo el fuego lo destruyo completamente; vivían con el temor de que el hombre frío no estuviera solo y tenían razón. Desató su venganza contra la aldea. – Seth casi podía escuchar los gritos de aquellas personas que veían por primera vez a un vampiro con sed de sangre y venganza, su corazón se hizo pequeño de solo pensar en las muerte que hubieron y demás, elevó la cabeza para continuar escuchando. –Nuestro viejo jefe Tajahaki era el último espíritu guerrero que quedaba para salvar a la tribu cuando mataron a su hijo. La tercera esposa de Tajahaki sabía que perdería, la esposa no era un ser mágico solo tenía un poder especial… el valor. – el menor de todos estaba atento a lo que decía Billy y solo se mantenía concentrado en cada una de sus palabras, en su mente estaba intentando recrear lo que le estaban contando en ese momento.
–el sacrificio de la tercera esposa distrajo a la mujer fría lo suficiente para que Tajahaki la destruyera, ella salvó a la tribu. Con el tiempo nuestros enemigos desaparecieron pero quedan algunos. – Seth bajó la cabeza por un momento mientras se mordía suavemente el labio inferior recordando a Emmett y a toda la familia Cullen, junto tanta voluntad para elevar la cabeza y mirar directo a los ojos de quien relataba para enfrentarlo, pero este continuó mirando hacia los presentes y habló. – Los fríos. Nuestra magia despierta cuando están cerca y lo sentimos ahora, su amenaza en la sangre. Algo terrible se aproxima y debemos estar listos, todos nosotros. – la mirada cayó sobre Liam quien solo soltó un suspiro observándole de manera atenta para después mirar hacia Seth quien solo se mantuvo pensando en lo que había dicho Black mayor
***
Las tres personas del consejo pidieron estar a solas unos instantes ya que tenían que discutir algunas cosas para después informar a la manda. Sam aprovechó esa oportunidad para reunir a toda la manda incluida Bella quien no quería despegarse de Jacob al parecer, y junto con ella Emily se le unió. Todos estaban lo suficientemente lejos para dejar a los tres principales miembros del consejo hablar tranquilamente sin perturbarlos con su conversación que iniciarían en ese momento.
–Bien, creo que hay bastante curiosidad por saber quién es el joven que nos acompañó esta noche. Liam, preséntate. – el mencionado sin inmutarse se colocó al lado del alpha con su manos dentro de su sudadera mirando a cada uno de ellos pero deteniéndose en su pequeño amigo a quien sonrió de forma corta para volver a una actitud algo seria.
–Soy Liam Knightley… uhmm y soy un pariente algo lejano de Sam, para ser algo más exacto… su sobrino, quizás sea mi tío abuelo. – Sam le miró y le dio un ligero golpe al chico quien solo se sobó la zona sonriendo a tal ocurrencia que había soltado en ese momento. Sabía que Sam odiaba que dijera que era su tío abuelo.
–Deja de decir tonterías. Bueno creo que no se los había dicho pero… tuve un hermano y este falleció siendo muy joven no sin antes tener un hijo, el padre de Liam quien junto a su pareja murieron en un accidente dejaron a Liam solo pero la hermana de la madre de Liam lo acogió y colocó el apellido de su esposo “Knightley”. –
–Así que por ese motivo no llevas el apellido Uley. – mencionó Embry sonriendo de forma graciosa para que no todo estuviera tan serio y casi sepulcral.
–Sí. – mencionó con simpleza mientras continuaba comiendo la hamburguesa que Seth le había dado, suponiendo que su amigo no había cenado.
–Eso quiere decir que… ¿Tenemos a otro miembro de la manada?– Fue el turno de hablar de Leah cruzada de brazos observando al detalle a aquel chico que parecía de cerca de 18 años pero dudaba mucho que tuviera esa edad. Pero sabía que aquel chico había sido compañero de su hermano en la escuela de la Reservación a la que iba por lo que se asombró al saber que era la misma persona. Eran tan distintos.
–No. Yo… no perteneceré a esta manada, eso conlleva el quedarme aquí y… no soy de los que se queda mucho tiempo en un solo lugar pero… en esta oportunidad prometí no irme por lo que solo estaré de apoyo hasta que las cosas se calmen un poco. Sam no me contó mucho pero espero ayudar. – dijo mientras metía en su boca un último trozo de aquella hamburguesa. Ante la mirada de todos; Liam no se veía como un lobo común de la Reservación, todo lo contrario su piel era un total contraste a comparación con las de los lobos de La Push. No era tan tostada, pero no tan clara, era casi como un perfecto equilibrio entre ambos tonos de piel que le hacían parecer un chico cualquiera de Inglaterra pero que en la Reservación solo le faltara algo de sol.
–Nunca está de más unas cuatro patas y algunos dientes extra. – comentó Paul dirigiéndose al nuevo miembro temporal de la manada. Seth sonrió de igual forma escuchando lo que hablaban, nunca creyó que hubiera algún tipo de parentesco entre Sam y Liam, realmente no se parecían en nada, quizás en su carácter obstinado y el hecho de que ambos eran enormemente tercos.
Luego de aquella presentación Liam había decidido contarle todo a Seth, no quería tener algún tipo de secreto con su amigo, pero sus planes se vieron arruinados cuando Sam le llamó para hablar un poco más de cómo es que estaba la situación para que después no se sorprendiera ante lo que fuera a descubrir. Liam aceptó mientras se despedía de su amigo con un fuerte abrazo, prometiéndole que le contaría todo luego. Seth solo le sonrió asintiendo mientras se iba al lado de su hermana para estar sentado luego junto a su madre.
***
Mientras los cuatro hombres de la familia Cullen se mantenían viendo la TV que pasaba las noticias, Emmett se encontraba preocupado por que todo iba demasiado rápido, dentro de poco quizás tendrían que terminar peleando con la pelirroja o con quien sea que estuviera detrás de todas esas desapariciones y muertes. Cada día estaba más cerca el hecho de que Seth pelearía con esa persona solo si es que él no estaría para cuidarlo.
–Está empeorando. – Carlisle decidió apagar la TV antes de que a su hijo le diera por ir a cruzar la frontera con los lobos. –Tenemos que hacer algo. – dejó el control de la TV sobre la mesa de cristal que estaba frente al vampiro, por otro lado Jasper estaba concentrado en toda la situación, por algún motivo era casi como volver a aquellos años donde era parte de la caballería. Lleno de estrategias y emboscadas.
–Se necesita a más de uno de nosotros para causar el daño que recortan, muchos más. Y son indisciplinados, descarados. –
–Son neófitos. – llegó a la conclusión Edward.
– ¿Estamos hablando de vampiros nuevos?– habló Emmett un tanto preocupado por ello, primero solo era Victoria, ¿Y ahora neófitos? Esto estaba mal.
–Los primero meses después del cambio… – intentó seguir Edward pero fue Jasper quien terminó la oración casi diciéndolo para sí mismo.
–…es cuando somos más incontrolables. Viciosos, enloquecidos de sed. – Jasper no pestañeó en ningún momento mientras hablaba, casi como trasportándose a ese momento en su vida en el que todo cambio. Donde fue tan duro ser un vampiro.
– Creo que aquí es cuando Emmett dice algo como “Es una idea seductora” para que no estemos tan preocupados por el tema. – hablo Edward mirando a su hermano quien sonrió de lado intentando sonreír por esa idea; si hubiera sido otro tiempo y momento donde su pequeño cachorro no estuviera en peligro, de seguro que lo hubiera dicho.
–Nadie ha entrenado a estos neófitos. Pero esto no es fortuito. – concluyó mientras su mirada se quedó en Carlisle quien tenía sus manos juntas a la altura de su mentón pensativo.
–Están creando un ejército Jasper. – concluyó el líder del clan observando bastante preocupado a su hijo. Y quien solo asintió con la cabeza. Emmett no pudo más y se incorporó del sillón caminando por encima de este mientras mantenía ese semblante serio y preocupado.
–Ahora si tenemos que ir a Seattle. – habló el fortachón mientras daba pasos de un lado hacia otro pensativo. – ¿Un ejército de vampiros?– dijo sonriendo de forma apacible por la ironía de lo que estaba pasando en ese momento. Temía tanto por Seth. –Debe de ser una broma. –
–Creado para pelear contra alguien. – su mirada se fijó en su hermano quien se mantenía parado.
–Somos el único clan cerca de Seattle. – habló Edward negando con la cabeza.
–Sea lo que sea si es que nosotros no los detenemos los Vulturi lo harán. – aquellas simplemente fueron palabras de querer confiar en algo por primera vez de parte de Carlisle, pero muy en el fondo sabía que confiar en los Vulturi era como esperar a que un vampiro no brille ante la luz del sol. –Me sorprende que aún no lo haya hecho. –
–Tal vez ellos lo planearon. – soltó Edward incorporándose de su lugar mientras se colocaba al lado de Emmett mirando hacia Jasper y Carlisle que aún se mantenían sentados. –En Italia… leí la mente de Aro, quiere que Alice y yo nos unamos a él, sabe que nunca lo haríamos mientras esta familia esté viva. –
–Un ejército solucionaría eso. – la voz de Jasper fue el detonante para Emmett quien solo se giró en dirección a la pared de vidrio más cercana y miró al exterior. Todo estaba yendo de mal en peor, no quería que pasara tantas cosas. Primero solo era Rosalie, luego fue Rosalie y la manda, luego Rosalie, la manada y el amigo de Seth, la después terminar en Rosalie, la manada, el amigo de Seth y un ejército de vampiros que al parecer los Vulturi no van a detener.
No puedo creer que esto me esté pasando, creo que Seth tiene razón, cada vez que ambos estamos separados todo es tan calmado que dan ganas de romper con tanta tranquilidad, pero si estamos juntos, amándonos, abrazándonos, entonces todo el mundo cae de un día para el otro. No pienso dejar a Seth solo pero… es casi como si el mundo quisiera que me alejara de él, pero… ¿desde cuándo yo hago caso de lo que me dicen? No. No me alejaré de él, pase lo que pase no lo haré. Sé que él siempre será Seth y yo Emmett. Un lobo y un vampiro imprimados.
Él siempre sería Mi pequeño Seth, mi pequeño Seth pero no tan débil.