No se llamaría Amor si no doliera. por Beitha KangChoi

CAPÍTULO VEINTICINCO: Una simple decisión.

Esa tarde cerca de las 3 de la tarde Jacob fue a recoger a Seth para que fuera hacia el campamento que los estaba esperando a los tres. Alistó solo algo de ropa y fue todo, no más que eso, solo pensó que quizás tendría que entrar en fase por si es que algo se salía de control y debiera de apoyar a los suyos o vampiros. Después de todo Isabella era la única humana que era presa fácil. Cuando bajó de la moto de su amigo, ya llevaba consigo aquella pequeña mochila, misma que había llevado a la casa de Emmett, comenzó a caminar por el lugar, según le dijo Sam, su olor tendría que quedarse solo en el lugar de batalla, por lo que sabiendo que solo podría contribuir con eso, cogió una de las pocas piedras que tenían buen filo y cortó la yema de su dedo índice, lo suficiente como para que saliera una buena cantidad de sangre.

Pasó su dedo por diversos lugares pero no saliéndose del lugar donde sería todo. Tenía que cortarse a cada momento ya que su herida cerraba de inmediato. Dejó los últimos rastros sobre hojas del lugar y troncos de los árboles para después dirigirse hacia donde estaba su amigo, pero no contó con ver a Emmett en el lugar, vistiendo una sudadera negra, camiseta azul oscuro y unos pantalones del mismo color que la sudadera; a los ojos del hombre lobo, aquella era una vista grandiosa; por cada lugar Emmett desprendía masculinidad.

– ¿No crees que estas exagerando?– preguntó Emmett sonriendo de lado observándole de brazos cruzados.

–Si es en lo único que me dejaran ayudar, entonces quiero hacerlo bien. –

–Volverás locos a los neófitos. – el vampiro cogió su mano mirando el corte que Seth se había hecho y como está ya comenzaba a cerrarse por sí sola. Emmett agradecía tanto que Seth fuera un licántropo, no soportaría verlo morir a manos de algún vampiro sin haber tenido protección alguna. Aquel olor se intensificó para los sentidos del vampiro que no dudo en pasar parte de la ponzoña que se acumulaba sin proponérselo.

–Está bien… no quiero incomodarte. –

–De cierta forma a mi ya no me molesta, pero aun así se que no es momento para esto. – soltó la mano del niño sonriéndole de lado, mientras volvía a mirarle a los ojos; siendo un lobo o estando como humano, Seth siempre sería aquel niño tan lindo y de buen corazón que había conocido aquel desafortunado día, tenía siempre preguntas como ¿Qué hubiera sucedido si no hubieran podido hacer nada por Seth, ya que no tenía sangre de licántropo corriéndole por las venas y Carlisle hubiera optado por salvarle la vida convirtiéndolo en vampiro? ¿Hubieran sido distintas las cosas? ¿Estaría tan enamorado de él como hasta ahora lo está? O ¿no le hubiese importado y continuaría su vida con Rosalie?

–Promete que estarás bien, Emmett, por favor. – el niño se le quedó mirando a los ojos esperando una respuesta a su suplica.

–Lo estaré siempre que tú lo estés, así que no intentes nada heroico, tu bienestar es lo principal. Edward estará para ti si es que algo sucede, yo iré de inmediato luego de que todo acabe, y después… no sé si estarás de acuerdo pero… quiero comenzar una vida solo contigo, olvidarnos de todos y solo ser los dos. – el vampiro le volvió a coger de la mano acercándole para ofrecerle un fuerte abrazo, reteniendo su mandíbula sobre la cabeza del menor, la estatura era exacta para el vampiro, casi encajaban como una pieza de rompecabezas.

– ¿Técnicamente me estas pidiendo dejar a mi familia y manada para huir contigo? – preguntó mientras mantenía sus manos alrededor de la cintura del vampiro quien solo asintió con la cabeza, sintiéndolo claramente el licántropo. Desde aquella noche, Seth se había prometido ser solo él y nadie más, velar solo por su felicidad ya que se la merecía. Solo en esa oportunidad sería tan egoísta para dejar todo atrás y pensar en Emmett y él. Lo haría, aunque no sabía si iba a funcionar.

–Si nos alejamos de todo el mundo y solo somos los dos… –

–Si… solo quiero estar contigo, quiero ser feliz. Mamá y Leah lo entenderían. – Emmett se siento enormemente feliz de solo escuchar lo que su pequeño Seth dijo. Saber que tendría ese privilegio con el total respaldo de su cachorro y de la familia de este, era un excelente regalo.

–Siempre seremos solo tú y yo. – murmuró el vampiro deshaciendo un poco el abrazo.

–Solo… quiero tener la oportunidad de decirle a Jake o a Liam primero para que no hayan malos entendimos, explicarles el porqué de lo que estoy haciendo. –

–Explicar que cosa. –La voz de Liam resonó de forma imponente haciendo que Seth se separa rápidamente de su imprimación, era una situación más que rara y sobretodo incomoda.

–N-nada. – le menor de los tres se giró el dirección al hombre lobo quien se mostraba sin camiseta alguna; algo que Seth tenía que aceptar era que Liam tenía un cuerpo totalmente formado, casi como si hubiera pasado años en un gimnasio ejercitándose, su físico era totalmente envidiable, aquellos hombros anchos y cuello de igual forma estaban casi invitando a que fueran besados y abrazados respectivamente, y ni que decir de aquel abdomen firmemente esculpido; pero era casi como si se hubiera creado una competencia entre el hombre lobo y el vampiro, cada uno tenía su propio encanto.

–Edward irá junto con Bella y Jacob cuando mi hermano la traiga. – el vampiro quería evitar conflictos, el solo saber que el corazón de Seth le pertenecía, le daba confianza para decir que Liam había perdido y él ganado. –Luego de terminar todo… él te traerá aquí. – Emmett se acercó hasta darle un beso en la frente, cerrando los ojos por algún par de segundo para después separarse y mirar de frente a Liam y pasar por su lado para después irse.

El hombre lobo de mayor altura miró de forma algo desconfiada ya que normalmente aquel vampiro hubiera hecho algún tipo de escena en la cual demostraba que Seth era solo suyo, pero en esa oportunidad todo lo hizo de la forma más civilizada posible. Algo no estaba bien.

– ¿Qué sucede?– Preguntó de una vez el hombre lobo al pequeño de la manda haciendo que este se acercara sonriendo de lado.

–Nada importante, solo que… unos vampiros intentan matarme. – lo dijo de forma tan despreocupada que Liam solo sonrió mientras tomaba en brazos al menor cargándolo.

–La vieja historia. – Seth sonrió de forma más amplia mientras se afirmaba al cuello de su amigo.

La batalla les estaba pisando los talones en ese momento, había tantas dudas en la cabeza de Seth que casi podía darle una verdadera jaqueca a Edward; nunca sería fácil tener a tu hermana y a tu imprimación en una batalla a muerte solo protegiéndote para que todo un ejército de neófitos no intentara asesinarte. Pero ¿Qué sucedería si Emmett resultara muerto o su hermana? Ese sería un verdadero giro inesperado, todos los planes de huir ellos dos se vendría abajo y terminaría acatando al trato que hizo con Rosalie, quisiera o no lo tendría que hacer, y Seth ya no quería cumplirlo. Ahora tenía miedo, bastante.

“Sólo intenta no morir, Emmett, y hermana, espero que mamá y tú me perdonen ya que escaparé con mi imprimación apenas acabe esta batalla, las amo. No me odien.”

Los brazos de Liam lo sujetaban con fuerza mientras comenzaban a subir dicha montaña, lo suficientemente lejos para no encontrarse con algún neófito pero lo suficientemente cerca para ir de inmediato a ayudar si es que las cosas se salían de control. El sol estaba en lo alto de todo mientras claramente podía ver algo resplandeciendo, de inmediato visualizó a Emmett esperando a ambos justo en la cima, a pesar de todo el vampiro no confiaban mucho en aquel hombre lobo que estaba enamorado del chico que él amaba, a pesar de que innumerables veces Seth le había dicho que no tendría por qué preocuparse ya que el menor amaba por sobretodo y todos a él, a su vampiro. Seth se sujeto un poco más cuando empezaron a subir algunas rocas en la montaña, casi podía sentir el frío producto de la ansiedad que estaba sufriendo en ese mismo instante, nadie sabía cómo terminaría todo o de qué forma iba a empezar por lo que ello ni si quiera le dejaría dormir esa noche, estaba seguro de eso.

–Tiemblas demasiado, comienzas a preocuparme Seth. – el mencionado solo le miró a los ojos y luego asintió con la cabeza.

–No te puedo negar que estoy ansioso por todo, tengo miedo de que algo salga mal, Li, no quiero que nadie pierda a nadie, nunca me lo perdonaría. – el mayor quien lo llevaba cargado sonrió mientras de un impulso llegó hasta otra gran roca siempre sujetando a Seth.

–Siempre pensando en los demás y nunca en ti mismo, Seth; todos estarán bien, cuidaré las espaldas de Leah… – tras un suspiro continuó hablando. –Y también la de los fríos. Lo prometo. – Seth solo sonrió mientras asentía ligeramente con la cabeza, tras dos minutos más subiendo, por fin llegaron; a pesar de que el paisaje desde esa altura era algo que no muchas veces se veía, poco pudo tomarle importancia tras bajar de los brazos de su amigo para acercarse hasta donde se encontraban Emmett y más atrás Jacob, Isabella y Edward. Seth de inmediato le abrazó y el vampiro correspondió a dicho abrazo con la misma intensidad, pero siempre teniendo cuidado de no lastimar a Seth, aún temía romperle un hueso.

En ese momento Emmett tuvo que aceptar que Liam también quería cuidar de Seth, estaba haciendo todo ello soportando el hecho de verlo a él junto a Seth sin discutir o decir algo, solo por ese momento le daría tregua, quizás más adelante podrían resolver sus diferencias.

–Gracias. – murmuró lo suficientemente audible para que el licántropo pudiera escucharlo sin ningún problema pero este giró la cabeza ya no verle la cara o mejor dicho no ver como Seth abrazaba a dicho vampiro. Pero el hombre lobo no dijo nada, solo dio un ligero asentimiento de cabeza para después mirar a Seth.

–También lo sentiste, habrá una tormenta y tienes que irte antes de que inicie, Liam, Sam te quiere a su lado para matar a los neófitos. –

–Sinceramente no me dan ganas de ir, pero viendo que Jacob está aquí y que Cullen también estará en pelea me iré; si algo sucede, sabes cómo podemos conectarnos y estaré aquí. – Seth se acercó hasta su amigo y le dio un abrazo junto a un ‘gracias’ para luego volver al lado del vampiro; Emmett solo se quedaría unos minutos más para cerciorarse de que todo estaría bien y después bajaría del campamento para encontrarse con su clan.

El sol se iba ocultando poco a poco y ello solo era señal para que el vampiro dejara a Seth junto a su hermano, Jacob y Bella; algo le decía que no se separara del menor pero tenía que hacerlo, él pelearía hasta que cada neófito muriera junto con Victoria y Riley.

La despedida para ambos fue lejos de todos pero claramente pudieron observar el beso que el vampiro le dio al niño en los labios, quizás para Jacob y Edward haya sido algo incómodo pero para Isabella fue algo que no comprendió ya que supuestamente Emmett estaba con Rosalie; ella se había perdido de mucho luego de que se fue de Forks, no había duda en eso. En un abrir y cerrar de ojos el vampiro había dejado solo a Seth y este volvió a caminar hasta la tienda que ya estaba instalada en la cual solo Bella le miraba algo asombrada, luego ingresó Edward.

Seth se mantuvo afuera de la tienda junto a Jacob sin decir nada, estaba tan metido en sus pensamiento que ni si quiera se dio cuenta cuando comenzó a frotarse los brazos a lo cual Jacob enarcó una ceja; supuestamente los lobos no sentían frio ya que su calor corporal era suficientemente alto para mantenerlos cálidos. Jacob se acercó hasta su amigo y le revolvió el cabello sonriéndole ligeramente.

– ¿Con frío?– Seth no comprendió hasta que se vio a si mismo frotándose los brazos y casi perderse en estos al estar encogido.

–Creo que es algo más psicológico, Jake; estoy ansioso por todo, y temo que algo pase; Jacob ¿Me seguirías tratando como a tu hermano después de cometer una locura?–

–Depende del tipo de locura, Seth… solo que no sea alto tonto. – tras meditarlo un par de minutos Seth exhaló vaho con la cabeza agachada.

–Después de que esto termine, Emmett me planteó irnos de aquí, de Forks, lo suficientemente lejos para ser solo nosotros dos y nadie más, ser felices tal como la imprimación se da. Y yo estoy de acuerdo, se que la manada nunca me va a aceptar tal como soy y más por mi imprimación, y si eso sucede, quiero irme con Emmett, ya no quiero sufrir. – Jacob soltó un suspiro mirando al niño; Jacob se consideraba a sí mismo el hermano mayor de Seth y como hermano siempre lo apoyaría y aconsejaría en lo que fuera necesario. Si estaba en los planes de Seth irse junto al vampiro para ser felices, lo aceptaba y apoyaba en un cien por ciento.

–Solo promete llamar cada semana para saber que estas bien y no descuides a tu hermana y mamá; te voy a apoyar, Seth. Y ahora será mejor que entres para que dejes esa ansiedad o realmente te enfriaras y también por el castañeo de los dientes de Bella que me está causando jaqueca, se está muriendo de frio al parecer. – el niño no dijo nada y solo obedeció a su hermano de manada, se terminó recostando a un lado mirando el techo de esa tienda de acampar y como se movía producto de la fuerte tormenta que había afuera, pero poco a poco escuchando la conversación que tenían ambos se fue quedando dormido.

***

A pesar de que esa idea terminaba por molestarle, Jacob accedió a recostarse al lado de Bella para darle algo de calor, pero al menos se sentía mejor tras haber hablado con su hermano menor y que este se durmiera a los poco minutos. Notaba la expresión de Edward muy rígida cada vez que la humana se acercaba más a Jacob, abrazándolo para robarle parte de su calor y dormir mejor.

– ¿Celoso?– rompió el silencio tras casi quince minutos sin decir algún tipo de palabra.

–Sí, pero no de ti. – ello descolocó más al lobo mientras bajaba la mirada hacia Bella quien dormía plácidamente sin moverse, por fin.

– ¿Escuchaste lo que Seth me dijo?– no sabía que más preguntar o decir para romper ese incómodo momento por lo cual dijo lo primero que se le vino a la mente.

–Fuerte y claro; me alegra por ellos, se que Rosalie no se quedará de brazos cruzados pero vale intento de escapar de ella y de todos para ser felices, me dan mucha envidia, ellos pueden estar juntos y ser felices sin problema de por medio, pero siempre los Vulturi se enteraran y entonces pedirán ver a Seth y ver si es que él se ha convertido ya en un vampiro, y a ti también. – Edward entrelazó sus propios dedos analizando un poco sus propias palabras.

–Mientras más lejos mejor, y yo… tendrán que aceptar que no son las únicas criaturas mitológicas existentes en esta vida. Porque no pienso convertirme en un vampiro y no creo que sea posible siendo yo un hombre lobo. –

–Pero aún tienes parte de humano. –

–Ni lo intentes Cullen, no seré un chupasangre. Lo que sea que ese loco vampiro vio, no se cumplirá, por lo menos no por mi parte. –

–Yo si quisiera que se cumpliera, por lo menos la parte en la cual Seth y Emmett están juntos y felices, y si es que se puede, la parte en la cual nosotros también. Si Bella nunca hubiera aparecido, quizás nosotros dos ahora hubiéramos sido más que amigo o mejor dicho, enemigos. – Jacob sonrió de lado imaginándolo, estaba claro que no se veía estando junto a un vampiro y más si es que es Edward.

–Si Bella nunca hubiera aparecido quizás los dos… – Jacob lo pensó un poco más y sonrió mostrando una perfecta fila de dientes blanco. –… no… ni loco. Hubiéramos sido siendo amigos pero lo arruinaste; aparte de que tal y como le sucedió a Seth... yo también imprimaré en algún momento. ¿Te parece justo para ti estar con una persona con la cual quizás solo dures unos pocos meses o quizás días para al final verlo totalmente enamorado de la noche a la mañana de una persona totalmente desconocida? Yo creo que no, no me parece justo y por esa poca amistad que aún me queda por ti Edward, no te haría eso, no mereces sufrir o pasar por eso por alguien a quien ya se le ha destinado una persona que ni si quiera conoce. Solo por eso nunca estaría contigo. –

–Eso quiere decir que si es que no existiera la imprimación… ¿Me aceptarías en tu vida, siendo un vampiro?– Jacob meditó un poco más esa posibilidad; hace algunos días atrás estaba reacio a mostrarse frente a Edward ya que aquel beso le había descolocado pero ya había pensado en frío y se dejaría de niñerías y solo por ese motivo estaba ahora ahí, a menos de un metro de él pero con Bella en sus brazos, no sería su recuerdo favorito.

–Quizás. –

Solo esas palabras bastaron para el vampiro para lograr sonreír tal como siempre lo hacía ante una noticia descomunalmente importante y sobretodo feliz.

Pero el momento fue cortado por ligeros jadeos por parte de Seth quien comenzaba a tener ligeros tic en las manos, y moviendo la cabeza de un lado a otro; estaba teniendo una pesadilla y al parecer no era nada agradable; Edward lo estaba viendo y gritos de mucha gente, escuchó la voz de su hermano Emmett pidiendo que no asesinaran a Seth y luego cayendo muerto a manos de Victoria. Era la primera vez que veía lo que había en los sueños de Seth y no era agradable para nada.

–Intenta despertarlo con cuidado, sus pesadillas son muy fuertes. –

–Seth… despierta, Seth… – pero de un momento a otro el mencionado abrió los ojos y sujetó con fuerza la muñeca del vampiro, apretándola al punto de escuchar un crujido, casi como si una roca se estuviera rompiendo, Edward vio como las facciones de Seth cambiaban de apoco, casi convirtiéndolo en aquel lobo pero fue cortado de inmediato por la voz de Jacob.

–Seth, mírame, todo está bien, ¡Mírame!– elevó un poco más la voz y fue cuando el menor le observó dándose cuenta de lo que estaba haciendo, rápidamente soltó la muñeca del vampiro y se limpió las lagrimas que habían corrido por su mejillas. Jacob hubiera corrido para abrazar a su amigo pero la humana le estaba sujetando con fuerza, casi aferrándose a él.

–Pe-perdón… no fue mi intensión… solo… yo…–

–Una pesadilla, solo fue eso, no va a suceder nada de lo que has soñado, lo prometo. Vuelve a dormir. – el niño solo asintió con la cabeza para volver a recostarse y cerrar los ojos para que dentro de algunos minutos se quedara dormido en su totalidad, Edward pasó sus dedos por el cabello de aquel niño; ¿Todas esas pesadillas era lo que había estado soñando cada noche luego de que se enterara que Emmett era un vampiro y estaba casado? Le miró algo preocupado mientras el niño manifestaba un sueño REM.

Edward se le quedó mirando cerca de media hora hasta que este quedara profundamente dormido y volviera a su lugar original al lado de Jacob y Bella, notando como el primer mencionado se escabullía del abrazo de la humana para verificar que Seth estuviera bien, y se sentara  su lado soltando un suspiro.

– ¿Todas las noches era así?–

–Esta fue distinta, casi entra en fase y te asesina; normalmente gritaba con fuerza, cada noche y lloraba, después solo eran sollozos hasta que se quedaba dormido y volvía a lo mismo; nunca eran buenos sueños, siempre pesadillas. ¿Qué viste en sus sueños?– el vampiro miró hacia el niño quien ya estaba totalmente dormido ajeno a lo que ambos hablaban.

–Victoria asesinando a Emmett, después de habernos matado a todos y haciendo que Seth observara todo sin hacer nada; tiene miedo de que algo nos suceda algo, pero siempre pensando en los demás y nunca en sí mismo. –

–Es natural en él. No quiero que nunca más sufra de pesadillas, me da… impotencia no poder entrar en esos sueños y decirle que todo estará bien. Solo quiero cuidarlo y quizás sea la culpa lo que siempre hace que cuide demasiado de él… pero solo míralo, es un niño, ni si quiera debería estar pasándole esto, debería tener una vida normal como cualquier otro de su edad. –

–Te prometí que cuidaría de él y lo haré, no te dejaré la tarea a ti solo y menos echándote la culpa de algo que simplemente paso por que tenía que asar, de esa forma es que ambos se conocieron a raíz de un accidente, pero así son los inicios. –

Jacob soltó un suspiro mientras sus dedos se internaban en la negra cabellera de Seth, dándole ligeros masajes para que tuviera un mejor sueño. Esa noche solo pudo dormir cerca de tres horas y fue turno del vampiro de cuidar los sueños de ambos licántropos, y poca atención le prestó a Bella en ese momento. Tenía una mínima oportunidad con Jacob, no tenía duda de eso, y con o sin imprimación convencería a ese lobo testarudo.

***

Cuando amaneció una capa de nieve estaba sobre las montañas, Seth junto a Jacob fueron los primeros en levantarse, sin contar al vampiro quien ya estaba fuera de la tienda de acampar esperando por los dos licántropos, Jacob tuvo que irse para conseguir algo de información, quedando solo Edward, Seth y Bella quien aun dormitaba ajena a lo que realmente estaba pasando.  Tras casi cuarenta y cinco minutos de espera, Jacob llegó en su forma lupina  dirigiéndose de inmediato a Edward quien le miró mientras escuchaba lo que el lobo tenía que decir, la diferencia de estaturas eran muy notoria.

–Se quedará un momento más para ver que todo esté bien, luego se irá; algunos lobos están patrullando cerca de nosotros para que no hayan sorpresas. – Jacob se fue en medio de unos arbustos llenos de nieve, dejando solo a Seth y Edward, por lo cual el vampiro sonrió un poco bajando la cabeza.

–Tu si serás capaz de darme jaqueca, Seth. –

–Lo siento mucho, solo que estoy ansioso por todo esto, nada más.  Y perdón por lo que pasó en la noche. –

–No te preocupes, pero sé que luego de que esta batalla acabe esas pesadillas se irán, ¿cierto?– Seth se hubiera sorprendido pero tenía entendido que los vampiros tenían excelentes sentidos por lo cual solo asintió levemente.

–Si… –

–Me alegra que Emmett y tú tomaran la decisión de irse de Forks cuando todo esto acabe, será bueno para ustedes sentir otro tipo de aire, lejos de tu manada y lejos de Rosalie. – Seth sonrió un poco más amplio sintiéndose nuevamente cómodo con esa idea, el irse y no volver para ser feliz; no sonaba nada mal.

– ¿Te irás con él, Seth? ¿Te irás con ese maldito chupasangre?– Seth se alejó de Edward para observar la cara llena de enojo de Liam, no sabía ni que decir.

–Liam… yo…– no pudo decir mucho ya que el lobo terminó yéndose a lo cual intentó ir pero fue interrumpido por la disculpa del vampiro. –Está bien, se tenía que enterar pero… esta no era forma en la cual la había planeado, a pesar de que tu si, ¿verdad?–  Edward había escuchado claramente a Liam acercarse y por ello sacó el tema, quizás Seth era menor pero no tonto.

Seth comenzó a correr en dirección del lobo y lo vio caminando de un lado a otro cerca de un risco, estaba muy enfadado. Se acercó con cuidado y quedó frente a él.

–Liam, juro que te lo iba a decir…–

– ¡¿Cuando?! ¡¿Cuándo estuvieras a punto de tomar el maldito avión junto al chupasangre a quién sabe dónde?!– Seth se mordió el labio por dentro sin saber que decir. – ¿Qué hay de a oportunidad que me ibas a dar? ¿Te olvidaste de eso?– el menor de la manda pasó saliva  y se dispuso a hablar.

– ¿Crees que hubiera funcionado?–

– ¡Claro que sí!–

–Yo creo que no, Liam, no es solo por la imprimación que amo a Emmett, desde antes de que yo me convirtiera en un lobo e imprimara de él yo ya estaba enamorado de él. Te hubiera estado engañando si te fuera a dar una oportunidad porque no te quiero lastimar, no como me han lastimado a mí, y solo por eso es que también quiero ser feliz. Y si tengo que irme con él para conseguirlo, lo haré, no pienso soportar como me ven todos los de la manada solo por estar imprimado de un vampiro, ellos nunca entenderán que no es solo la imprimación sino que es amor de verdad, amor de ese que hagas lo que hagas no puedes con él. – el lobo se sentía casi traicionado; casi había soñado una vida con Seth pero luego de aquello, se sentía destruido, no sabía todo lo que había sucedido con su amigo y menos lo que había sentido con todo ello. Pero sentía que ya no tenía más cosas con las cuales ganarse el amor de Seth.

–El nunca te dará la normalidad que yo te puedo dar, ni el calor que yo te ofrezco en un abrazo, nunca podrá. –

–Quizás tengas razón pero… lo amor, Liam, y sé que no puedo hacer nada contra eso y tampoco planeo hacer algo, viviré lo que me tocó vivir pero siempre con él a mi lado. – Liam se giró dándole la espalda mientras miraba al vacio de aquel risco, casi le daban ganas de lanzarse y no sobrevivir. –Nuca me has mentido y sé que puedo ser sincero contigo con lo que realmente siento. – al licántropo eso le cayó como un balde de agua fría, él no había sido sincero en todo con Seth y eso también le hacía albergar culpa dentro de sí mismo, el menor se le estaba mostrando con total verdad y él solo había mentido en algo primordial, en lo que realmente era; no había confiado en Seth al contarle algo tan grande.

–Solo te pido una sola cosa, Seth, solo una para yo poder ser feliz. – Seth le observó y asintió casi adivinando lo que le pediría, pero quería escucharlo de la boca de su propio amigo. –Solo bésame. – el niño aún miraba la espalda de su amigo y se acercó cortando la poca distancia que les separaba, tomándole del antebrazo le giro lento hasta mirarle a los ojos, era algo mínimo para Seth, a pesar de que sentía que traicionaría a Emmett, era lo único que le daría a su mejor amigo y lo haría por esa amistad; confiaba en él como sabía que Liam confiaba en él.

Colocó sus manos en los hombros desnudos de Liam para luego sentir como los brazos de su amigo le rodeaban y terminaba por acercarle para darle un beso, sintiendo los labios de este; eran tan diferentes de Emmett, demasiado, y prefería los de Emmett que para él era tibios y suaves; Liam terminó tomándole del rostro y dándole un beso un poco más corto que el anterior, para terminar mirando hacia un lado y no a los ojos.

–Ese debió haber sido el primer beso. Tengo que irme. – a Liam le dolía saber que no había ganado esa vez, que un vampiro le arrebató la oportunidad. Dejando de abrazar la cintura de Seth, el mayor de ambos terminó yéndose del lugar, dejándolo muy preocupado por lo que fuera a pasar en pocas horas, si algo le pasara a Liam, se sentiría muy culpable.

Con cansancio mental se dirigió hasta donde Edward le esperaba y junto al lado estaba Isabella.

–Lo amas, ¿cierto?– preguntó Edward ante una Bella muy confundida.

–No, a él lo quiero es a Emmett a quien amo. – Seth se colocó a un lado pensativo, la humana quiso preguntar pero al ver el rostro preocupado del niño y serio de Edward se reprimió de decir algo, en su momento pediría que le contaran todo lo que estaba sucediendo ya que no estaba entendiendo absolutamente nada de lo que estaba pasando. Pronto se percataron de que Jacob estaba viniendo hacia ellos y se dirigió hasta el vampiro quien le miró a los ojos y supo lo que le quería decir.

–Ya empezó. – esas solas palabras hicieron que Seth frunciera un poco el ceño mientras sentía que su temperatura descendía producto del miedo. “Papá… cuida de Leah y si es que es mucho pedir, también cuida de Emmett, por favor, no quiero que nada malo les pase.”

La velocidad con la cual los neófitos corrían era increíble, guiados por el olor de la sangre de Seth que estaba impregnada en los árboles y arbustos, era un olor tan dulce que provocaba delirio en cada uno de los recién nacidos, solo deseaban probar la fuente de todo ese maravilloso olor. Clavar sus dientes en aquella piel tierna de aquel humano y beberlo hasta que no quede más.

La velocidad con la que iban incrementaba mientras sentían que se acercaban a ese dulce olor, no les importaba las ramas ni arbustos o hasta los troncos de árboles secos que tenían que atravesar; los Cullen estaban preparados para lo que se venía, Jasper estaba a la cabeza de todos mientras esperaba por los recién nacidos, se podía sentir la velocidad con la cual venían, cargados de sed y cegados por esta.

Edward podía verlo a través de los pensamientos de Jasper, estaban ahí, ya los habían visto y estaba a punto de empezar todo. Jasper corrió contra el primer neófito y de un solo golpe con el puño hizo volar su cabeza y continuó con los demás; Emmett estaba concentrado en la pelea, nunca dejaría que alguno de ellos se acercara a su cachorro, de un certero golpe noqueó para después decapitarlo con el pie junto a sus brazos, tirándolos a un lado para después agacharse y taclear a otro neófito.

De un momento a otro un fuerte rugido se escuchó mientras Sam junto a los demás miembros de la manada se abalanzaba contra los nuevos vampiros, degustándose con el hecho de que estaban asesinando a vampiros, casi como si toda esa frustración de no hacerlo con los Cullen se fuera en ese mismo instante gracias a los nuevos. No tardaron en matar a varios de la especie contraria pero hubo una pelirroja que no se lo esperaba; Victoria miraba en toda dirección hacia la batalla y no pudo evitar quedarse sorprendida por aquellos gigantescos lobos que ayudaban a los Cullen, eso no estaba en sus planes.

Jasper comenzó a taclear a todos a su paso, algunas cabezas y cuerpos caían de forma brusca, pero fue cuando escuchó un ligero quejido por parte de uno de los lobos, e cual reconoció como Paul y de inmediato se acercó corriendo para tomar por detrás al neófito y quebrarle el cuello, separándole del cuerpo, miró al lobo y este solo asintió ligeramente con la cabeza para volver ambos a la batalla. Fue casi como una respuesta que solo Paul y Jasper habían comprendido a la perfección.

Emmett hizo lo suyo, había prometido cuidar de su familia y también de la manda de su cachorro por lo cual a penas vio que uno de ellos necesitaba ayuda con tres neófitos encima, le ayudó y no se percató hasta terminar con dos de ellos que era la hermana mayor de Seth, Leah le mostró los dientes para volver a la pelea y terminar destrozando una cabeza más. Aún le era incómodo estar tan cerca de la imprimación de su hermano y mas sabiendo que era un vampiro. Pero quizás si tuviera la oportunidad le agradecería por ayudarla. Después de todo se habían convertido en familia gracias a la imprimación.

***

Edward estaba al pendiente de todo lo que estaba sucediendo en ese mismo instante en la batalla que estaban teniendo, se preocupaba de saber que no hubieran bajar ese día, le estaba informando de todo lo que estaba sucediendo en ese mismo instante a Seth quien comenzó a estar más ansioso que nunca, empuñaba las manos y luego las soltaba para después empuñarlas más fuerte. –Está cerca. – habló de la nada Edward alertando a Seth y Bella quienes empezaron a mirar en todas direcciones. –La oigo pensar. Bella, entra a la tienda. – la humana obedeció ay que estaba asustada, nuevamente estaba en medio de una pelea de vampiros. –Y tu Seth, será mejor que te vayas. Intentaré detenerlos. –

–No cuentes con eso, me quedaré, necesitarás mi ayuda. – el vampiro no objetó nada y se aproximó hasta quedar junto a Seth, cubriendo ambos la entrada de la tienda, pero en medio al hombre lobo, quien respiraba algo agitado por lo que se aproximaba.

–Ella sabía que no estabas ahí, captó mi olor junto con el de Bella, sabía que si ella estaría conmigo, entonces tu también, para cuidarte mientras pasaba todo esto. –

–N-nos encontró. – fue lo único que pudo decir mientras pasaba saliva y estaba al tanto de todo lo que estaba pasando a su alrededor; entonces comprendía un poco más las cosas, a Seth se lo quería comer pero a Bella solo la quería matar. Vengaría la muerte de su padre ese mismo día, lo haría y lo disfrutaría.

Edward estaba concentrado mirando solo un lugar en específico y de la nada arrugó el entrecejo para hablar. –No está sola. –

La forma despreocupada con la cual caminaba Riley sorprendió en algo a Seth, quizás tendría la edad de los Cullen, no más que ellos. Por su parte, Edward se inquietó de verlo y comprendió, a la vez, muchas cosas del porqué había sido Riley el escogido. Se quedó como siempre en la misma posición cubriendo casi en su totalidad a Seth.

–Riley, escúchame. – intentar dialogar con un vampiro cegado de amor era muy difícil. –Victoria te está usando para distraerme. Sabe que te mataré. – Seth solo podía observar como la distancia entre ellos dos y aquel vampiro se acortaba cada vez más y eso le ponía ansioso, sentía que en cualquier momento entraría en fase. De un momento a otro Victoria apareció sobre una rama gruesa de los muchos árboles que estaban cubiertos de nieve. –De hecho, se alegrará de no tener que lidiar contigo. – fue solo es ese momento su andar se detuvo, Edward comenzaba a crear dudas en lamente del vampiro.

–No le hagas caso, te dije que juegan con tu mente. – intentó de alguna forma excusarse con el vampiro quien le estaba ayudando a su venganza con Bella y probar al niño que estaba tras el cuerpo del vampiro cobrizo; serían dos pájaros de un tiro, dos juguetes perdidos de dos de los Cullen.

–Sí, leo su mente. Sé lo que piensa de ti. –

–Está mintiendo. – intentó nuevamente Victoria.

–Sólo te creó a ti y a este ejército para vengara su pareja, a James. – Más dudas se sembraron en Riley y giró la cabeza de a poco. –Es el único que le importa, no tú. – su mirada se posó en la vampira y notó su repentino enojo contra Cullen que de un momento mostró solo un voz apacible, casi sintiendo lo que decía, mintiendo totalmente a Riley.

–Tú eres el único y lo sabes. – ahora estaba solo en decidir a cuál de los dos creer, pero a esa altura su mente estaba en lugares distintos, intentando averiguar quien decía la verdad. Miró nuevamente a Edward quien volvió a hablar.

–Piénsalo bien. Tú eres de Forks, conoces el área, es la razón por la que ella te eligió. No te ama. – más verdades quedaron aclaradas en su mente, bien mucha razón en lo que le estaba diciendo aquel vampiro, entonces ¿Victoria nunca lo amó?

 Victoria jugaría su última carta ya que estaba empezando a creer que tendría a matar a su “pareja” para terminar de una buena vez con Seth y Bella. –Riley, n-no permitas que nos haga esto. Sabes que te amo. – la vampira terminó jugando su última carta y lo hizo bien, solo bastó eso para que el ya mencionado mirara de frente hacia donde se encontraba Edward. Y sonriera casi de forma siniestra.

–Morirás. – habló de un momento a otro  casi feliz por lo que había dicho. Pero antes de que pensara si quiera en acercarse un paso extra, Seth entró en fase y se fue contra el vampiro, justo en el momento en el cual Isabella salió de la tienda de acampar observando lo que estaba sucediendo. El cachorro agarró fuertemente del brazo del vampiro sin dejarlo, clavando sus dientes con fuerza, ello fue lo que sorprendió a Victoria ya que no esperaba que el niño entrara en fase de un momento a otro y atacara a uno de ellos. Seth terminó por cogerle de la mano y arrancársela de forma magistral mientras le escuchaba gritar quizás de puro dolor, mientras sujetaba su brazo observando que su mano ya no se haya en el lugar. Seth solo le observó mostrando sus colmillos y gruñéndole.

Victoria se vio ya derrotada ante ello, por lo cual saltó y comenzó a correr pero se detuvo al oír las palabras de Edward.

–Tú solo quieres acabar con Seth e Isabella, ¿No es cierto?– avanzó unos pasos dejando a Bella sola, haciendo que retrocediera más hacia la tienda de campaña. Por su parte el niño estaba intentando sacar todo su odio y frustración por su padre, su imprimación y su manada, necesita desquitarse con algo y ese vampiro casi sintió le cayó del cielo para eso; lo mataría pronto.

–Quieres que sienta el dolor que sentiste cuando maté a James. Quieres que mi hermano también lo sienta al matar a Seth, solo porque fue Laurent quien te dijo que él existía. Aún recuerdo como lo hice pedazos junto a Emmett y como él lo convirtió en cenizas, cuando lo convirtió en nada. – en ese punto, Victoria estaba temblando de la rabia que sentía el solo recordar que fueron aquellos hermanos los culpables de que su pareja terminara muerto y después quemado. Dio un rugido para después acercarse a toda velocidad hacia Edward, tumbándolo en la nieve y fue cuando se acercó hasta Bella y la empujó estampándola contra los troncos muertos, haciendo que cayera en la inconsciencia de forma inmediata, quiso seguir con su tarea pero Edward la detuvo lanzándola hacia uno de los árboles con nieve, y ella no espero nada para empezar a subirlo pero tampoco el vampiro esperó algo para empujar dicho árbol y tumbarlo justo cuando Victoria saltó de este.

Seth nuevamente quiso atacarlo pero el vampiro comenzó a defenderse lanzando patadas hacia el hocico del lobo haciendo que dos de estas le dieran de forma muy dura creando un sonido de queja inmediata pero mostrándole los colmillos, se distrajo cuando Edward tumbó a la vampira en la nieve y comenzó a azotar su cabeza contra esta, y fue lo que necesitó Riley para estamparle un poderosa patada en la cabeza haciendo que diera de lleno contra una roca. Y quedara medio inconsciente, saliendo poco a poco de fase.

– ¡SETH!– De un momento a otro terminaron teniendo a Edward arrodillado, sujetando su cuello y uno de sus brazos, estaban a punto de matarlo y fue cuando al estirar la mano, Seth se topó con un pedazo de roca con filo, y se incorporó algo cansado por todo y pasando saliva miró a los ojos a Edward; no importando su propia integridad se sacrificaría por salvar a muchos de su manada y del clan, tal como en la historia que Billy había contado. Aquel pedazo de roca filosa se incrustó en el antebrazo de Seth, y haciendo el corte más profundo gracias al mismo, rasgó hacia abajo haciendo que de forma inmediata la sangre brotara de su antebrazo y cayera de rodillas junto con aquel trozo de roca, observando cómo su sangre caía en la blanca nieve.

Ambos vampiros observaron lo que el niño había hecho y rápidamente fue Riley a quien le dio sed y soltó a Edward para poder satisfacer su hambre en ese instante; pero aquello no fue desaprovechado por el vampiro lector de mentes, quien dándole un merecido golpe con la cabeza en la cara ajena continuó con Victoria a quien abofeteó hasta dejarla tendida en la nieve.  Edward se encargó de Riley, y tras un golpe, lo empujó pero no contó con que Jacob saliera de la anda y arrastrara al vampiro de la chaqueta dispuesto a matarlo.

– ¡VICTORIA!– La mencionada observaba como Riley le llamaba para que le ayudara pero ella no hizo nada y solo volvió a mirar a Cullen mientras el vampiro era arrastrado por Jacob lejos del lugar y de una sola mordida y algo de lucha logró asesinarlo sin ningún tipo de piedad.

La vampira se quedó observando al niño que estaba totalmente desnudo y aún brotando sangre de su antebrazo a pesar de que su cuerpo se curara por sí solo.

–Quizás no mate a Bella, pero si te mataré a ti, uno de los Cullen tiene que sufrir y al parecer el elegido es Emmett, mocoso. –Seth le miró frunciendo el ceño mientras que con su mano cubría su herida que se iba cerrando de a poco. La vampira comenzó a correr hasta llegar a Seth pero Edward la detuvo comenzando un pelea que terminó con Victoria en la nieve con la mitad de cara resquebrajada y algo aturdida, el vampiro quiso dar el último golpe pero Seth le detuvo mientras aún cubriendo con su mano la herida. Edward se alejó lo necesario para ver qué es lo que el niño tramaba.

–Nunca te metas con mi familia. – Seth giró su cuello para des-estresarse, haciendo que sus huesos tronaran por ello; miró a los ojos a la vampira y formuló unas últimas palabras. –Saluda a James de mi parte, perra. – y en un abrir y cerrar de ojos de Victoria, Seth se convirtió en lobo y mordió su cuello haciendo que su cabeza rodara medio metro de su cuerpo, matando por fin a Victoria y cobrando venganza por la muerte de su padre; casi y se sintió liberado de una carga.

Edward se acercó hasta la tienda de campaña y rasgó un trozo de tela de una de las camisas de Bella para volver nuevamente donde estaba el lobo con la mirada agachas, colocó una rodilla en la nieve y rodeó con la tela donde se podía ver un tono rojizo en contraste con su pelaje, sabía que no era necesario pero lo hacía para que supiera que ya todo había acabado, que aquella vampira nunca más iba a meterse en sus vidas y que ahora se podría irse con Emmett, lo más lejos que pudieran.

Jacob apareció aun algo consternado por lo que había presenciado, pero no tardó en darle la noticia que lo trajo en primer lugar hasta allí arriba. –Alice quiere que nos vayamos. Ahora. – habló Edward una vez terminó de vendarle la herida a pesar de que Seth no necesitó que se lo dijeran ya que lo había escuchado en la mente de Jake. Edward se acercó hasta el cuerpo inerte de Victoria y tras encender un encendedor lo tiró al cuerpo haciendo que este ardiera rápidamente. Seth observó el tiempo en que demoraron que Bella reaccionara, el cuerpo quemarse de forma tan rápida.

Ahora solo le quedaba bajar e irse con Emmett esa misma noche. Había terminado todo.

***

Alice se había quedado parada a la mitad del campo, viendo como los Vulturi se acercaban, su visión nunca le podría fallar en eso; ellos se acercaban y no podían ver a los lobos ni mucho menos a Jacob y Seth, rápidamente preguntarían cuando se efectuaría el cambio en ellos.

Carlisle y Esme se encargaron de colocar los cuerpos en un mismo lugar y después quemarlos; cuando Emmett vio a Seth cerca de Jacob y con una venda en su pata se aterró y de forma inmediata se acercó hasta Edward sujetándole por los bordes de la camisa. – ¡¿Qué le sucedió a Seth?! ¡Responde!–

Edward hizo que su hermano le soltara y le mirara a los ojos. –Él está bien. Supongo que ya luego te contará. ¿Cuánto queda?– habló lo ultimo refiriéndose a la visión de Alice y fue esta quien le respondió.

–Pocos minutos, tal vez diez. –

–La manada debe irse, los Vulturis no honraran el tratado con ellos. – habló Carlisle mientras observaba a una buena distancia a los lobos reunirse y no muy cerca de ellos estaba Rosalie observando  algunos cadáveres que no habían sido llevados hasta la hoguera que habían hecho de forma improvisada su familia; solo tenía en mente que aquello ya había terminado y que ahora le tocaba a aquel niño seguir con lo que habían acordado.

 Pero al girarse para observar al niño en su estado de lobo, no se percató que tres neófitos salieron sin hacer ruido y atacaron de forma sorpresiva a Rosalie, sujetándola para que no pueda mover ni un solo musculo; no supo que fue lo que lo movió en ese momento, quizás puro instinto de que nadie saliera perjudicado o solo el hecho de que aquella mujer quisiera o no siempre sería parte primordial de la vida de Emmett, fueron compañeros de vida durante mucho tiempo, y eso solo significaba que era parte de la vida de su imprimación, aunque le doliera reconocerlo; a grandes pasos tumbó a los cuatro vampiro e inmediatamente Rosalie corrió pero dos e siguieron, logrando solo matar a uno y el otro le sujeto del cuello de forma que no pudiera moverse no sin antes romperse el cuello.

Seth estaba incorporándose dispuesto a  ayudar a Rosalie pero no pudo correr ni dos zancadas cuando uno de los neófitos se incorporó y tras un gruñido le sujetó con fuerza haciendo que soltara gruñidos, comenzando a exasperarse, solo quería llegar hasta Rosalie para ayudarle lo que hizo que el neófito le sujetara de una forma nada cómoda, estaba a punto de romperle los hueso.

Cuando Emmett escuchó todo el ruido, casi sintió su corazón palpitar con fuerza y todo lo vio de forma lenta, Rosalie y Seth estaban siendo sujetados por neófitos; miraba de un lado a otro intentando querer hacer algo pero no sabía que, estaba paralizado; nuevamente le estaban poniendo escoger y él no quería hacerlo, ya lo había decidido y Seth es y será su única pareja, Rosalie solo era parte importante de su pasado, un pasado que lo llevó directo a Seth, su cachorro. Pronto notó como el neófito rodeó con sus brazos al tórax del lobo y apretó con fuerza, haciendo que Seth soltara un fuerte aullido de puro dolor; no importándole nada, corrió hasta su cachorro y de un solo golpe mató al neófito haciendo que soltara al lobo quien no dejaba de aullar de puro dolor, solo vio como Seth estaba nuevamente en su estado humano sujetándose a si mismo mientras lloraba de dolor, Emmett no sabía qué hacer por lo cual solo besó su frente repitiendo muchas veces que estaría bien.

Por su parte, Rosalie no podía dejar de ver aquello, Carlisle le había ayudado al mismo tiempo en que Emmett ayudó al niño; Emmett había escogido a aquel mocoso para salvarle la vida en lugar de ella, eso le daba mucho en que pensar, quería llorar pero no tenía las lágrimas necesarias para eso, ni si quiera tenía lágrimas en ese mismo instante. Pero lo que más le causó impresión fue que aquel niño le ayudara contra esos neófitos sabiendo que tenía las de perder al ver más pequeño que el resto de su manada.

Seth salvó a Rosalie, pero Emmett salvó a Seth de morir y no a ella.

–Seth, aguanta, Carlisle te va a ayudar. – Edward intentó calmar un poco al cachorro que no dejaba de llorar por el dolor y Emmett solo podía sujetarle con fuerza la mano. No quería perder a su niño. No a manos de un neófito. Y no a puertas de irse de ese lugar para ser solo los dos.

–Tiene la mitad del cuerpo fracturado. – habló el doctor preocupado por el niño quien solo daba alaridos de dolor.

– ¡Seth, aquí estoy!– habló su hermana mientras se colocaba al lado de Emmett observando a su hermanito, no pudo evitar que sus ojos se humedecieran; se supone que eso no debería haber pasando.

–Tengo que inmovilizar sus huesos antes de que empiece a sanar. – habló el líder del clan mientras sujetaba uno de sus brazos  para ver qué podía hacer en ese momento. –Ya empezó. –

–Tienen que llevárselo de aquí no ganaremos la pelea con los Vulturis. – habló Edward intentando que su hermano también entrara en razón en ese instante, se le notaba demasiado preocupado por el niño y no dejaba de sujetarle la mano.

–Iremos a la casa de Sue. – habló Sam preocupado por la situación, ver tan indefenso a Seth le hizo pensar en todo lo que el niño pudo sufrir cuando no le daban ese apoyo como manada con el tema de su imprimación, quizás podría redimirse.

–Iré en cuanto pueda. – habló Carlisle.

–También yo. Seth estarás bien, iré en cuanto terminemos de hablar con los Vulturis, lo prometo. – besó la frente del niño que comenzaba a sudar por el dolor y temblores que estaba sufriendo. –Solo… aguanta un poco más. –

Los hombres lobo acercaron hasta el cuerpo desnudo del niño y con extremo cuidado, lo cual pedía Sam a cada instante, lo levantaron del suelo en medio de alaridos de dolor del niño; Paul era quien estaba intentando calmar a Seth por medio de palabras de aliento, era casi como verlo sufrir con esas pesadillas de nuevo, Emmett sentía su interior romperse al verlo en tal estado, solo quería estar con el niño en ese instante, necesitaba estarlo por si es que algo sucedía. Isabella se fue con ellos ya que no sería bueno que la vieran ahí siendo una humana, Jacob la dejaría después en su casa para que no hubieran más problemas y luego se enfocaría totalmente en Seth.

– ¡Ya vienen! – gritó Alice captando la atención de todos los del clan Cullen haciendo que se colocaran en una fila mientras observaban a los Vulturis acercarse a paso lento, Emmett intentaba mostrar un rostro sin emociones pero le fallaba en ocasiones, pero por dentro solo pedía estar con el niño en ese mismo instante. Un tic comenzó en él; al estar de brazos cruzados, sus dedos se hundían en su brazo.

Cada uno de ellos se detuvo y se quitaron las capuchas.

–Increíble. – comenzó hablando Jane. –Nunca vi a un clan escapar intacto a un ataque como este. –

–Tuvimos suerte. – concluyó Carlisle.

–Eso lo dudo. – comentó sin mostrar alguna expresión en su rostro.

–Parece que nos perdimos una buena pelea. – comentó con algo de gracia el hermano de ella, Alec.

–Sí, no con frecuencia somos innecesarios. – habló Jane una vez más.

–De haber llegado hace media hora hubieran cumplido su propósito. – esta vez se manifestó Edward quien recibió una mirada de la pequeña vampira directo a los ojos y con total burla le respondió.

–Qué pena. ¿Y quién los creó? ¿Por qué vinieron específicamente aquí? – tras colocar sus ojos en la llameante hoguera que habían hecho formuló las preguntas y fue Edward quien le volvió a responder y esta vez con un tono de voz más inquisitivo.

–Su nombre era Victoria, quizás la conocías. –

–Edward, si los Vulturis hubieran sabido lo de Victoria, la habrían detenido, ¿No es cierto, Jane? – habló Carlisle; sabía que tener en ese mismo instante un enfrentamiento con los Vulturis no era bueno, sus fuerzas estaban algo bajas por la batalla.

–Claro. – contestó mientras posaba sus ojos sobre los de Jasper quien empezaba a escudriñar en la única mujer de los cuatro Vulturi presentes. –A Caius le interesará saber que los dos hermanos siguen siendo humanos. Hay un olor distinto al del compañero de Edward aquí, supongo que es el del menor… su sangre se siente a kilómetros cuando se expone. – habló nuevamente mientras observaba que solo estaba el mismo clan, si es que ya hubieran convertido a ambos chicos, es muy seguro que ya hubieran estado con los Cullen apoyando en la batalla con los neófitos.

–Se eligieron dos fechas distintas para que sea más fácil controlarlos cuando estén en su etapa de neófitos. – habló esta vez Esme cruzada de brazos intentando parecer muy convencida de lo que acababa de decir. –Pronto serán parte de la familia. – Jane esperaba tener una pequeña pelea con los Cullen pero solo notaba tranquilidad por parte de ellos, quería saciar su sed de pelea en ese mismo instante, intentó colgarse del hecho de que los dos hermanos no estaban ahí, pero no le sirvió. Estaba enojada.

–Espero que así sea; es hora de irnos a casa. – hablo nuevamente la mujer para terminar colocándose su capucha junto a los demás y darles la espalda para volver por donde vinieron.

“No estaba al tanto de todo lo que mi familia estaba hablando en ese instante, solo estaba perdido en mis pensamientos intentando controlarme por no ir corriendo hasta donde se encontraba Seth, sabía que me necesitaba, y podía hasta escucharle clamar mi nombre. No te preocupes Seth, ya se terminó todo y ahora solo prometo estar a tu lado; ya no hay neófitos ni tampoco Vulturis a la vista. No puedo perdonarme que esto ocurriera por mi culpa, por demorarme, por no ir hasta ti y salvarte. Perdóname.”