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No se llamaría Amor si no doliera. por Beitha KangChoi

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Notas del capitulo:

Las ideas para lograr controlar los espantosos dolores de Seth se están acabando; el menor termina estando sedado para poder descansar un poco de los constantes dolores en los huesos, y un suero acompaña todo.

Cuando piensan que todo está acabado una idea surge gracias a Esme.

Bien dicen que todo lleva en los genes.

CAPÍTULO TREINTA Y CINCO: Rosa Azul.


Aun Seth recordaba la reacción de Liam cuando lo vio recostado en aquel sofá, pálido y delgado, de forma inmediata se lanzó sobre Emmett al cual terminó lanzando por el balcón hacia el primer piso; el lobo menor gritó el nombre del vampiro y por último el de su amigo para que se tranquilizara, se intentó incorporar pero entonces el dolor le llegó de lleno haciendo que cerrara los ojo con fuerza. Carlisle junto a Esme estabilizaron al menor para que se volviera a recostar mientras que Emmett ya se encontraba sentado al lado de su esposo para reconfortarlo. El doctor tuvo que explicarle todo lo sucedido, lo que necesitaban ahora era soluciones y no más problemas con los cuales lidiar.


Liam aun mataba con la mirada a Emmett cuando este se acercaba a Seth, pero ahora lo necesitaba al vampiro y también a su amigo.


– ¿Hasta ahora no han logrado encontrar alguna alternativa?–


–Nada, pulgoso. – Mencionó Rosalie con algo de desdén por el comportamiento que había presentado Liam en un momento donde todo debería de ser calma para Seth.


–Rose. – regañó dulcemente Esme dándole una negación con la cabeza para luego dirigirse hacia Liam. –Aún nada pero esperamos encontrar algo cuando antes, Seth se pone muy débil a cada día que pasa y… se nos agotan las ideas. –


Todo se volvió sepulcral tras lo dicho por Esme y solo un alarido de dolor por parte de Seth hizo que todos dirigieran su vista hacia el ya mencionado, observando cómo su frente estaba pegada al cuello del vampiro y con sus puños sostenía la camiseta de éste con fuerza para lograr apaciguar su dolor, pero no era suficiente.


– ¡Ah! ¡M-me duele!– mencionó cerrando los ojos con fuerza mientras respiraba con dificultad, Emmett solo pudo abrazarlo más a su cuerpo como queriendo protegerlo de aquel dolor, no le gustaba verlo sufrir de esa manera, se le rompía el corazón cuando le observaba cada vez más delgado y pálido.


–Ya pasará, lo prometo, ya no va a doler, solo tienes que seguir siendo fuerte, Seth, por favor. – rogó el vampiro cerrando en su totalidad aquel abrazo, sin saber ya que hacer.


Los dolores comenzaron a asediarlo con más frecuencia haciendo que dejara de comer en su totalidad y fue cuando Carlisle tuvo que suministrarle suero para que Seth intentara recuperar el peso perdido, había una fuerte posibilidad de que aquello no funcionara pero no se perdía nada intentándolo. Pronto aquel improvisado lugar se convirtió en la habitación de Seth, intentaban tenerlo dormido la mayoría del tiempo, de esa forma se aseguraban que los dolores no llegara con tanto ímpetu al cuerpo del joven, Carlisle suponía que estando dormido los dolores se reducían enormemente y sólo sentía una pequeña molestia.


Liam se quedaba por horas observando como Seth dormía, sin poder dar una alternativa de solución a lo que le estaba sucediendo, y simplemente no pudo aguantar esas ganas de soltar unas cuantas lágrimas al verlo en aquel estado, ese no era el Seth que Liam conocía, ya no había nada de ese niño alegre, nada. Y se odio por tener razón el día de la boda del menor, ese vampiro terminaría matándolo, y al parecer así iba a ser a menos que encontraran una solución, sin embargo todos sentían que el tiempo se les estaba agotando.


–Dios… – soltó sin saber que más decir mientras limpiaba sus lágrimas y sorbía su nariz para lograr calmarse, pero se topó con los ojos brillantes del menor observándole con una pequeña sonrisa en los labios.


–Ya no llores. – la voz de Seth era un susurro apenas audible, sus fuerzas habían sido drenadas en el transcurrir de los días y eso comenzaba a destrozar a Liam. – ¿Quieres que… te cuente un chiste?–


Liam soltó una sonrisa algo triste al escucharle hablar. –Hasta en estos momento… ¿Tienes que preocuparte primero por los demás a que por ti mismo?– el menor mantuvo aquella sonrisa y solo pudo asentir con la cabeza ya que sintió seca la garganta. La fuerza de voluntad que tuvo durante los dos días que se había quedado en aquella casa desde que se enteró de lo que le sucedía a su amigo, lo abandonó y se permitió llorar bajando la cabeza, se sentía, como todos en aquella casa, impotente por no poder hacer algo para salvarle la vida.


–Estaré bien. –


–Sabes que no es así. – Liam se incorporó del asiento sin mirar al menor, no podía seguir viendo en ese estado a Seth.


–No te vayas, por favor…– el mayor se quedó quieto un instante y observó el rostro del menor para después avanzar unos cuantos pasos aun sin salir de aquella habitación.


–Ya sé cómo termina esto, y no pienso quedarme a ver. – El lobo mayor salió de aquella casa sin dirección alguna, sólo sabía que necesita alejarse un poco, y despejarse antes de volver con la manada, no quería que nadie se enterara de lo que estaba sucediendo, pero sabía que Sue y Leah tenían derecho a saberlo, eran su familia. Pero ¿Cómo decirles que Seth estaba muriendo a causa de algo tan natural como lo es tener un hijo?


***


Liam fue a casa de Jacob a preguntar cómo estaba por Seth, a pesar de solo haber transcurrido un día, necesitaba saber que él estaba bien, pero no se preparó mentalmente para encontrar a Charlie y Sue nuevamente ahí, almorzando junto a Harry y Jake, sin poderlo evitar preguntó por el menor de los hijos de Sue y fue la misma quien le respondió que, por medio de Jacob, pudo saber que Seth no había mejorado mucho con lo que le estaba ocurriendo, en este caso por el “cambio de temperatura y de horario” había enfermado terriblemente, casi parecía un chiste la excusa pero la mujer solo se sintió un poco aliviada al saber que el doctor Cullen viajaría a Brasil para ver cómo evolucionaba Seth.


En medio del almuerzo quiso decirle a Sue que en realidad Seth estaba en Forks y muriendo, pero no lo hizo; de por sí, Leah también estaba preocupada por su hermanito y solo podía estar pegada al teléfono celular esperando una llamada de Seth, diciendo que volverían a casa pronto y que se sentía bien como para volver a correr junto a su manada. Muy en el fondo, Sue tenía el presentimiento de que Seth no tuvo una recaída a causa del clima… no sabía si los síntomas hacia su imprimación se habían esfumado o continuaban con mayor fuerza, quizás eso era lo que le inquietaba más y quizás no solo era el clima.


Carlisle meditaba una y otra vez como poder ayudar al niño quien se hallaba ahora dormido por los sedantes. Ninguno de ellos se había alimentado como era debido para brindarle los cuidados necesarios a Seth, no querían que volviera a tener un ataque mientras ellos no estaban o por lo menos cuando Carlisle no estaba. Se recostó en el espaldar del sillón cerrando los ojos, sentía la respiración tranquila del joven en su hogar y ello también le ayudaba a tranquilizarse, pero no encontraba solución.


Cuando los abrió solo observó como las cortinas blancas delgadas se movían y pronto se quedaban atrapadas en las rosas de su esposa, quedó observando un tiempo más hasta que pronto Sue se hizo presente sentándose a su lado colocando su mano sobre la del vampiro para darle ánimos.


–Encontraremos una solución, pronto, lo sé. –


–Me gustaría encontrarla ahora, cariño. – el vampiro giró el rostro para recibir una suave caricia del la mujer como también un corto beso de la misma. Su esposa era su pilar y también su inspiración para muchas cosas, adoraba estar a su lado y muchas veces le ayudaba a mantener la calma en momentos tan estresantes como ahora, y ello le ayudaba a pensar con mayor claridad; agradecía cientos de veces tener a tan bella e inteligente mujer a su lado.


–Lo hallaras, y por el momento solo debemos de cuidar de Seth, que continúe con el suero y los sedantes para que se recupere un poco. – Esme le regaló una pequeña sonrisa a su esposo antes de incorporarse y dirigirse justo donde estaba aquella maceta. –Creo que tendré que cambiar la posición de esta maceta, la cortina siempre termina sobre estas hermosas rosas y temo que las dañe. Oh… – exclamó y rápidamente se inclinó un poco más sobre la maceta y emitió una ligera sonrisa al ver la sorpresa que tenía ahí. –Cariño, ven a ver esto. – El doctor obedeció, pensó que quizás un poco de distracción le vendría bien y ello le ayudaría a pensar con más ahínco.


Carlisle frunció ligeramente el ceño al ver lo que a su esposa había llamado la atención. – ¿Y esto?–


–Mira qué hermoso es. Una de las macetas que tenía rosas violetas se rompió debido al viento y al no saber dónde colocarla, opté por ésta. –


– ¿Junto al que tiene esas exóticas rosas negras que tanto adoras?– preguntó Carlisle con una ligera sonrisa. Aquellas rosas era lo que su esposa más cuidaba, eran totalmente hermosas y extremadamente raras, su precio era muy elevado pero nada que no pudiera comprar para complacer a Esme.


–No quería que muriera, aparte de que las dos son iguales, solo el color es distinto, creí que la tierra las trataría por igual y no moriría, sin embargo no sabía que esto iba a suceder. – tras hablar, Esme volvió su mirada a aquella maceta que tenía rosas negras y lilas plantadas juntas, pero en medio de estas dos había crecido una hermosa rosa azul. –La naturaleza puede ser en verdad muy sorprendente cuando se lo plantea, puede crear cosas tan fascinantes con solo juntar dos especies totalmente distintas, supongo que todo está en la misma genética, los genes. – La vampira regaló una sonrisa a su esposo mientras ambos se incorporaban de observar a aquellas rosas, pero como un verdadero haz de luz una idea surgió a su mente, como también un recuerdo.


Todo está en los genes. – repitió y pronto una sonrisa iluminó su rostro. Tenía la respuesta a todo y se lo debía a su adorada esposa a la cual besó y pronto se dispuso a subir escaleras arriba para lograr encontrar a Emmett y hablarle un poco de la idea que había surgido, pero antes buscó en la web un número telefónico y también una dirección que en verdad le iban a ser de utilidad, solo esperaba que funcionara, luego de eso no habría más ideas a las cuales recurrir.


***


Cuando Edward escuchó lo que Carlisle planteaba le pareció descabellado y totalmente futurista pero no había más ideas y esa parecía ser la solución a todo.


–Hace como 7 años atrás estuve en contacto con unos colegas que eran genetistas, su trabajo los apasionaba tanto que decidieron ir más allá de lo que otro profesional en su campo iría. Su teoría me pareció algo absurda pero comenzaron como en todo experimento con ensayo y error hasta que un día dieron un gran avance que sorprendió a muchos de sus colegas; ellos pensaban que podrían dar un gran salto en el mundo de la genética si lograban que dos personas de un mismo sexo pudieran tener un hijo con sus mismo genes, claro está que ellos se enfocaron en los hombres a que en las mujeres por lo que ellas solo portan el cromosoma X y ello solo daría tener hijas, por lo que un varón era más factible, pudiendo tener un niño o niña. –


–Lo siento Carlisle pero estoy lo suficientemente estresado como para pensar en clases de genética. – argumentó Emmett ya incorporándose para ir donde Seth y cuidarlo como siempre lo hacía.


–Lo que intento decir es que ellos lograron juntar los genes de dos machos e implantarlo en un útero y de esa forma dar vida. Y lo que nació –cuando hicieron algunos estudios- solo tenía los genes de ambos padres no tenía nada de la madre, crearon un ser vivo desde cero. –


–Así que ellos jugaron a ser Dios. – habló Edward tras escucharlo.


–Y por lo que noto lo lograron a pesar de que suena tan ficticio. – finalizó Jasper.


–Entonces… ¿El plan es crear a un… feto desde cero con material genético de Seth y mía para que luego se forme en un útero hasta que nazca?–


–Así es. –


– ¿Experimentaron con humanos?– La pregunto que realizó Edward hizo pensar un poco a Carlisle.


–No… lo hicieron con material genético de… ratones. –


– ¡¿Planeas que deje la vida de mi esposo en manos de uno tipos que jugaron a ser Dios con… ratones?!– explotó Emmett acercándose peligrosamente hacia Carlisle pero fue detenido a tiempo por Edward y Jasper.


–Hijo, tienes que calmarte. Lo que digo es solo una opción, después de todo es la única que tenemos hasta el momento. – Emmett se soltó del agarre de sus dos hermanos y soltó un suspiro para lograr calmarse, era cierto que no tenían más ideas u opciones que esa, pero era tan escéptico con relación a eso.


–Por lo menos dime que lograron pasarlo a pruebas con personas. –


–Lo último que pude leer de ellos es que su hallazgo se publicó en una famosa revista de genética, pero personas muy dogmaticas y cerradas de mente a lo nuevo hablaron en contra de ellos y pronto se les desacreditó como genetistas, y las pruebas en personas nunca se dio, pero ellos hasta ese tiempo seguían con sus investigaciones pero después… casi desaparecieron. Algo pude enterarme es que continúan en su trabajo, perfeccionándolo, sino me equivoco en Texas. –


Emmett lo meditó un instante y luego subió hasta la “habitación” de Seth quedándose con él, en la planta baja, todos los demás se quedaron pensativos, era casi como poner la vida de alguien en manos de unos niños que solo saben lo equivalente a una gota del mar, pero como ya lo habían escuchado todos, no había más opción que aquella; Edward salió de aquella casa para encontrarse con Jacob quien de seguro quería saber noticias sobre el estado de Seth, quizás le cause gracia lo que le fuera a contar pero es lo que tenían hasta ese momento.


Cuando estuvo lo suficientemente lejos de todos, observó como en medio de la noche, no solo una, sino dos sobras salían de entre la maleza, al primero lo reconoció como Jacob y el segundo como Liam.


Edward comenzó a relatar lo que había ocurrido aquella noche en esa peculiar reunión que hacia tenido su familia con la idea de Carlisle, el primero en protestar diciendo que la idea era la más estúpida que había escuchado claramente era el pariente de Sam, casi gritó que no podían jugar con la vida de Seth de esa forma y fue Jake quien logró calmarlo a base de argumentos concretos y sobretodo cabeza fría.


Luego de ello Liam se retiró negando con la cabeza, aun pensando que aquello era una pérdida de tiempo y que deberían de estar buscando una verdadera solución.


– ¿Funcionará?–


–Hay un cincuenta por ciento de probabilidades de que así sea y un cincuenta por ciento en contra según Carlisle, pero no tenemos más solución que esa, se tiene que intentar. – Edward se quedó observando el oscuro horizonte tras hablar.


– ¿Y a donde se supone que deben de ir para que se realice todo?–


–Texas. –


– ¿No hace algo de calor y hay un sol muy brillante por ahí?– mencionó Jake girando a mirar hacia el vampiro quien no despegó su vista de enfrente.


–Habrá que tomar algunos riesgos por el bien de Seth, ¿Cómo está su familia?– esta vez fue Jacob quien giró a observar hacia el vasto bosque que en ese momento se miraba casi en su totalidad debido a la altura en la que se encontraban mientras que Edward giraba a verle.


–Leah está preocupada por Seth y Sue… ella solo quiere escuchar su voz, saber de su propia boca que está bien; si algo le sucede a Seth… ambas quedarían devastadas, tuvieron mucho con Harry. –


–No sucederá nada, haremos todo lo que podamos. –


Jacob tomó la mano del vampiro entrelazando sus dedos con los contrarios sin girar a mirarle. –Solo no hagas estupideces, Cullen, quiero a Seth vivo pero también a ti, ¿entendido?– Edward sonrió sin ocultarlo, era esos momentos en los cuales podía se olvidaba que había más personas a su alrededor y no solo ambos. El vampiro estaba más que enamorado de ese lobo y lo seguiría estando a pesar de que llegue la imprimación a quitárselo.


–Mantendré vivo a Seth, y tu solo continúa dándome vida con cada respiración que das. –


– ¿Tenias que ponerlo tan incómodo?– Jake sonrió por aquellas palabras, ese vampiro le gustaba más de lo que había imaginado y no le molestaba aceptarlo para sí mismo, pero otra cosa era aceptarlo frente a aquel cobrizo y elevarle el ego; eso no estaba en sus planes.


Aquella noche, solo por un par de horas, ambos se quedaron juntos mientras compartían la compañía del contrario, era uno de esos momentos en los cuales no se necesitan palabras o frases clichés para tener una buena conversación, solo la presencia del otro era suficiente en esa oportunidad; por lo menos deseaban mantener algo de calma esa noche sabiendo que en la mañana las cosas comenzarían a tomar un rumbo distinto para lograr salvar una vida. Edward preferiría quedarse ese instante al lado del menor para lograr encontrar algo de silencio entre tantos pensamientos en su familia y Jacob le otorgaba ello en ese preciso momento por lo cual le agradecía mucho. Jacob en verdad era un sedante para su mente.


***


Emmett presentía que el tiempo para Seth se agotaba con el transcurrir de los días, se había negado absolutamente a contactar a aquellos raros genetistas, deseaba poder encontrar una solución en la cual no tendría que poder la vida de su esposo en total peligro, temía que ellos quisieran experimentar con su pequeño lobo, de por sí, estaba lo suficientemente débil como para soportar más clavadas de agujas en los brazos, Emmett consideraba que el único pinchazo que valía la pena hasta ahora era el del suero al cual estaba conectado, por lo menos ello evitaba que estuviera casi muerto. Le asustaba tanto despegar sus ojos de su cachorro y encontrarlo sin vida, su mayor temor era perderlo y parecía que poco a poco esa se volvía una pesadilla en la vida real.


Al pasar casi una semana en aquel estado, Emmett tuvo que tomar la decisión más difícil en su vida, aceptar que su única oportunidad de poder salvar a Seth estaba en manos de esos locos de la genética, sin embargo estaría supervisando todo para que esos locos no quisieran experimentar de buenas a primeras con su esposo, eso nunca.


Carlisle se comunicó con ellos con algo de sorpresa debido a que pensó habrían cambiado de numero y debido a eso tendrían que hacer una investigación más intensiva para localizarlos; pronto pidió hablar con ellos en persona y de esa forma su hijo los conociera a ellos como también el trabajo que llevaban años desempeñando, era un agrado escuchar que ambos estaban en Phoenix intentando encontrar más proveedores que quisieran solventar sus experimentos ya que los últimos decidieron dejar de brindarles ayuda monetaria al no encontrar, los doctores, personas en las cuales llevar a cabo su experimento.


Al culminar la conversación, ambos hombres estarían en Forks por lo menos en dos días, debido a que querían continuar sus entrevistas con otros dos proveedores que anunciaban buenas nuevas para ambos doctores, sin embargo no era del todo cien por ciento seguro que así fuera, pero ambos hombres no perdían las esperanzas.


Cuando Seth se encontró más estable pidió lo llevaran a la sala ya que aquella habitación le parecía demasiado solitaria y fría, aunque el ultimo término que utilizo el menor sorprendió ligeramente a Emmett pero no decidió preguntar cuando de un momento a otro ya se encontraba en aquel sofá pudiendo tener una mejor vista de aquellos grandes árboles y una ligera brisa que le devolvía las ganas de continuar luchando contra lo que fuese. Su palidez estaba mucho mejor a comparación de los días anteriores, Seth supuso que se debía a que Emmett había estado 24 horas con él sin separarse en ningún momento, quizás le ayudaba mucho estar cerca a su imprimación, a pesar de que se notaba demasiado delgado el estomago de Seth solo le pedía líquidos y nada de comida por lo que debía de seguir con el suero, Esme intentó que comiera algo sin embargo el solo oler la manzana que tenía enfrente hizo que arrugara en entrecejo y su rostro se transformara en uno de desagrado de forma inmediata por lo que la mujer retiró la fruta, pero no sin antes obtener una sincera disculpa de parte del menor.


Emmett aun no le había contado nada a Seth por lo que era un buen momento para hacerlo, ya que tenían el tiempo necesario antes de que ese dúo de locos llegara a su casa.


Se quedó gran parte de la mañana y tarde junto al menor pero aun no lograba abrir el tema de una forma cómoda, era en verdad difícil, casi parecida a entablar la típica conversación sobre cambios en el cuerpo con sus padres. Pero en este caso sobre el hijo que tendrían.


– ¿Te has sentido mejor desde la mañana?– preguntó Emmett mientras acariciaba el cabello del menor quien se encontraba recostado sobre el vampiro cubierto por una manta; esa posición le parecía muy cómoda a Seth.


–A comparación de otros días, ésta vez no ha dolido tanto, y si duele, no se siente tan fuerte. Quizás mi cuerpo vaya asimilando que no puedo tener hijos, sé que con el tiempo mi lobo lo entenderá. –


– ¿Y si no lo entiende?– Seth se quedó meditando su pregunta, sin embargo una sonrisa se mostró en sus labios, por lo menos planeaba engañarse a sí mismo para poder concebir aquella idea, de que nunca podría tener hijos con la persona que amaba. Una mentira piadosa.


–Lo entenderá…. Tiene qué. –


–Hace unos días Carlisle encontró una solución para todo esto… puede parecer casi descabellado pero no hay mas ideas. – Seth se incorporó lo suficiente del pecho del vampiro para poder mirarle el rostro y saber que realmente lo que había escuchado no era una broma por parte de su ahora esposo.


– ¿Qué tan poco realista puede ser esa solución?–


–Carlisle piensa que unos genetistas podrían ayudarnos a poder tener un hijo. –


–Sabes que no estaré con alguna mujer si ese es el plan para poder tener un bebé, Emmett, no lo haré. –


–No todo consiste en eso… en sí, la mujer solo podría ser utilizada como una incubadora para el bebé… sin embargo ese niño solo será producto de ambos; esos locos genetistas piensan que pueden crear un ser humano desde cero con los genes de dos padres del mismo sexo y sin nada de una posible madre. –


Seth solo pudo fruncir el entrecejo de solo imaginar todo ello. – ¿Eso realmente se puede?–


–Carlisle me reconfortó diciendo que esos dos locos lograron hacer pruebas en ratones y salió bien. – el sarcasmo en la voz de Emmett hizo sonreír ligeramente a Seth quien solo pudo soltar un suspiro para volver a colocar su cabeza en el pecho del vampiro y desear calmar sus nervios que habían aparecido de la nada. ¿Cuánto tiempo tardarían lograr crear un ser humano desde nada? ¿Mucho? ¿Resistiría lo suficiente para lograr ver el proceso de crecimiento de su hijo? Pero… ¿realmente sería todo verdad?


–Si es lo único que queda… hay que hacerlo ¿Sí? – elevó nuevamente la cabeza para ver al vampiro quien solo pudo mirar a los ojos a su pequeño cachorro y rodearle con sus fuertes brazos mientras colocaba su mentón sobre la cabeza del menor. –Podre resistir. –


–Intenta no dejarme solo… no podría continuar sin ti. –


–Podrías, solo que no quieres hacerlo por darle el gusto a la muerte, tú y ella no se llevan bien. –


–La odiaría más si te arrebata de mi lado. –


–Estoy de tu lado; no está en mis planes morir, desde que nos casamos… mi idea es estar siempre contigo, sin importar el tiempo. – Seth cerró los ojos esperando poder dormir un poco, era casi como si le hubieran inyectado nuevamente una dosis de sedante para lograr dormir; la idea claramente le parecía salida de una película de corto presupuesto pero no encontraba más opciones para poderle un alto a lo que su lobo le pedía c así a gritos para lograr que dejara de matarlo internamente día a día.


En el transcurrir de aquellos días para que ambos genetistas llegaran a Forks, Seth comenzó nuevamente a decaer, su semblante antes de solo un enfermo terminal ahora estaba como el de un verdadero cadáver, el color se había esfumado por completo de sus mejillas y aquellos labios antes sonrientes con un hermoso color, ahora solo estaban resecos y pálidos. A todos alarmo el cambio de Seth por lo que Jacob, avisándole de lo sucedido a Liam, este decidió ir con el menor pensando que tal vez ese pequeño niño ya no podría resistir un día más, dejó de lado el odio que sentía hacia el vampiro y fue a aquella casa solo para poder estar con él, si ese iba a ser su ultimo día entonces debería de pasarlo sin problemas en mente, que se fuera a un mejor lugar sabiendo que su amigo estaba con él.


Esa misma tarde, mientras Liam se encontraba con Seth, Emmett junto a Carlisle se encontraban hablando con los hombres quienes al saber que el hijo de un buen colega quería probar dicho procedimiento les pareció sorprendente, por lo menos ahora podrían llevar su no tan bien visto experimento en humanos y aquellos dos jóvenes serían los primeros.


–No creímos que uno de tus hijos pensara que nuestro procedimiento fuera factible, muchos colegas nos hicieron de lado al saber lo que hacíamos; todos esos dogmaticos no comprenden que esto es el futuro, el poder combinar genes y hacer un ser humano, ello acabaría con las enfermedades con niños desde el vientre de su madre, se salvaría muchas vidas. – Carlisle mostraba respeto hacia cada uno de sus colegas, fuera bueno o malo lo que hiciera, solo mostraba respeto hacia ellos pero no hacia lo que realizaban, pero en ese caso era mejor tener de amigos a aquellos dos doctores, sin embargo el que acababa de pronunciar aquellas palabras, el doctor Joseph Lee, un hombre de 48 años de edad, alto, pero no como Emmett ni tan fortachón como el ya mencionado, acompañado de arrugas en los bordes de sus ojos y ojeras producto del trabajo que llevan años haciendo, era más cauteloso con los “amigos” y sabía bien que Carlisle respetaba su trabajo pero no hacia comentario favorable o desfavorable sobre él, solo lo ignoraba.


–Muchos escépticos cuestionaron nuestro trabajo, me parece muy extraño que ahora tu, mi querido colega, estés interesado en esto. Y más tu hijo. – Daniel J. Mendel, un hombre de 36 años quien se encuentra totalmente obsesionado con el gran genetista Mendel y por ello cambió su apellido y segundo nombre, se unió Lee para poder demostrar que todo es posible si se plasma en una hoja de papel y algunas ecuaciones. A pesar de aparentar ser un hombre tranquilo, guarda muy bien las apariencias siendo muy desconfiado de quien se interese en su trabajo debido a que ya en dos oportunidades, supuestos “asistentes” querían robar su idea. Sin importar su 1.70 de estatura, pequeños ojos verdes y casi nada de musculatura, pudo casi asesinar a aquellos dos asistentes por querer tomar algo que no les pertenecía.


–Es un fiel deseo que tiene mi esposo, llevo casado cuatro años y una enfermedad lo ha llevado a permanecer en cama, lo único que él desea es poder tener un bebé de ambos. –


– ¿Y usted no lo desea también señor Cullen?– A la perspectiva de Emmett, ambos hombres tenían la misma mentalidad que los vampiros italianos, su palabra era ley y sus creencias las correctas, en eso se parecían mucho, sabía que si llegaban a conocer a Aro serían buenos amigos; la mirada analítica que le dio Lee y Mendel se asemejó a la que darían los mismos Vulturi para lograr verte el alma y poder atacar con lo que más deseaba. Si no fuera por el color en su rostro y la sangre fluyéndole del corazón, podría asegurar que ambos son Vulturi.


–La felicidad de mi esposo es la mía, si él lo desea así, entonces lo apoyaré. –


–Admirable. – concluyó Mendel con una sonrisa torcida sin dejar de verle a los ojos al vampiro menor.


–Sin embargo, creo que Carlisle debió comentarte que nuestro trabajo se ha visto pausado a falta de recursos para poder ejecutarlo, a pesar de que ambos desean tener un hijo, se necesitan de más cosas para lograrlo, instrumentos, un lugar donde poder realizar todo, máquinas que se deberán de traer desde Texas… –


–Si el capital es un problema, entonces no tienen de que preocuparse, yo personalmente me encargaré de que traigan todo lo necesario de Texas para que puedan instalarlo cuando antes aquí; quizás sea la última voluntad que tenga Seth, el esposo de mi hijo y queremos cumplirla, el dinero no tiene que ser un problema para lograrlo. – Emmett iba a decir algo más sin embargo un fuerte grito hizo girar a todos la cabeza para poder visualizar de donde es que provenía dicho grito que hizo a todos levantarse de sus respectivos asientos en el sala del segundo piso; el vampiro más joven salió corriendo hacia la estancia que estaba cerca al balcón donde sabía que Seth y Liam se encontraban. Ambos genetistas avanzaron tras los pasos de Carlisle quien de inmediato fue hasta una habitación y cerró la puerta para luego abrir de inmediato y salir con una jeringa en la mano; fueron hasta la fuente de todo y solo pudieron ver a hijo de su colega al lado de un pequeño joven pálido y enfermo, ello hizo que ambos hombres fruncieran el ceño, por lo menos estaban cerciorándose de que Carlisle no quería robarles lo que les había costado tantos años, la apariencia de aquel joven era fatal, ambos doctores no tenían hijos pero ver al joven en esa situación hizo que se les encogiera el corazón y un nudo apareciera en su garganta.


–Tranquilo… ya pasará…– Emmett intentaba tranquilizarlo de a poco.


–Fue… fue muy fuerte. M-me dolió mucho…– Seth se encogió en el pecho del vampiro mientras que Liam solo pudo cubrirle con una manta mientras se sentaba al lado del menor y soltaba un suspiro mientras colocaba ambos codos sobre sus rodillas y su cara cubierta por sus manos hasta bajarla lentamente y ver a aquellos dos hombres parados viendo la escena, Liam de inmediato se incorporó para confrontarlos. Sin embargo una mano en el hombro del lobo hizo que se detuviera,


–Tranquilo, Liam… son quienes ayudaran a Seth. – Carlisle habló para luego dirigirse hacia el menor quien al ver al doctor Cullen le dedicó una sonrisa pequeña u poco después observó aquella jeringa que tenía en la mano. –Te ayudará a dormir un poco. –


–Las agujas duelen cada vez más. –


–No dolería tanto si comieras un poco y no solo bebieras agua, Seth. –


–No quiero comer… todo huele horrible. –


–Entonces descansa un poco. – Con un suspiro Seth asintió mientras se dejaba hacer por el doctor Cullen, exponiendo el dorso de su mano el cual ya tenía el catéter intravenoso para que le suministrara el sedante como también el suero; era incomodo cuando éste se movía y hacía que sangrara y ello se reflejara en el tubo transparente que llevaba a todo lado. Carlisle con maestría le su ministró el sedante sin embargo el terminar Seth comenzó a tiritar con fuerza, casi convirtiéndose en temblores lo cual hizo preocupar a Emmett. Llamó al menor pero este no respondía mientras se mantenía con los ojos cerrados solo pudiendo mencionar que tenía mucho frío; una alarma se disipó por todo el cuerpo de ambos vampiro pero que de inmediato fue interrumpida por el lobo al lado de Seth quien solo pudo tomar con cuidado el cuerpo de Seth mientras lo colocaba sobre su pecho mientras lo arropaba con aquella manta.


–Todo estará bien Seth… ¿Mejor?– Liam no recibió respuesta puesto que a pesar de notarse ligeros temblores en el cuerpo del joven, se quedó profundamente dormido debido al sedante. –Yo lo cuidaré, tú atiende a esos dos que realmente me están sacando de mis casillas el que nos miren de esa forma todo este tiempo. – Liam arrugó el entrecejo mientras miraba a aquellos dos hombres que solo se habían mantenido en su lugar observando todo. Carlisle junto a Emmett se dirigieron hasta quedar frente a ambos genetistas haciendo que los dos hombres caminaran en retroceso no sin antes toparse con una rubia quien les impidió el paso al verse cruzada de brazos y mirando seriamente a los ya mencionados.


Rosalie había escuchado claramente lo que ambos hombres habían murmurado al ver el estado de Seth como también al notar a Liam; sería su sexto sentido pero no se confiaba de ambos hombres, algo malo había con ellos dos.


–Rosalie, hija, déjame presentarte…–


–Joseph Lee y Daniel Mendel. –


–Un gusto señorita. – saludaron ambos hombres a la vez al notar a la hermosa rubia frente a ellos. Rosalie solo soltó un suspiro y paso por en medio de los doctores dirigiéndose donde se encontraba Seth y Liam, a pesar de no llevarse bien con el lobo mayor, era mejor estar ahí a estar con esos dos hombres que no le daba confianza.


Luego de explicar que Seth no se encontraba muy saludable como para viajar a Texas, los doctores aceptaron ayudarlos, aunque Carlisle sabía que era todo lo contrario, los vampiros estaban ayudando a que ambos doctores hicieran sus pruebas con ellos, que jugaran a ser Dios a un nivel superior.


“En tiempos desesperados, medidas desesperadas.”


***


Pronto ambos doctores se terminaron instalando en Forks para comenzar las pruebas de inmediato; tuvieron que analizar la sangre de Seth para no encontrarse con anomalías al momento de formar el feto, él por su parte se encontraba sedado debido a que los dolores se incrementaron gradualmente y Liam permanecía a su lado todo el tiempo posible ya que la temperatura de Seth cayó en picada, Jacob no lograba escapar de la mirada de Sam para poder ver como se encontraba Seth pero Liam siempre le decía como éste estaba cuando este ultimo iba a la casa de Jake para contarle todo, no podía estar mucho tiempo ya que tenía que volver a la casa de los Cullen. Sam no veía extraño que su sobrino no estuviera presente en cada reunión que toda la manda tenía, cuando Seth junto al vampiro se fueron de viaje le dio al alfa que nunca permanecería a su manda y que no era como ellos, desde ese momento no obligaba a Liam a reunirse con ellos, y casi nunca sabia donde se encontraba, pensaba que aun se sentía lo suficientemente enojado como para ir de un lado a otro para lograr desquitar su odio por los vampiros.


Las veces que vio a Liam en su casa, fue solo para recoger algo de ropa e irse nuevamente, preguntaba siempre a dónde iba pero Sam obtenía la misma respuesta “Lejos de los malditos chupasangres.”


No era que le desagradaba tener a Liam todo el tiempo en la casa que compartía con Emily, pero cada vez que obtenía esa respuesta le daba por lo menos tranquilidad de que no se metería en problemas con los Cullen. Pero la preocupación en oportunidades se apoderaba de él, después de todo era su sobrino y tenía que cuidarlo a pesar de ser ya todo un hombre.


Cuando Liam bajó de la moto de Jacob –la cual pidió prestada para poder movilizarse mejor-, soltó un suspiro ya que Sam no lo había interrogado como normalmente lo hacía y evitaba entrar en fase cuando su tío estaba cerca, éste se podía colar en su mente y ver que Seth estaba en Forks y no precisamente bien. Entrar en fase por las noches se le había hecho costumbre para poder relajar sus músculos los cuales se comenzaban a tensarse cuando veía a algunos de los genetistas enterrarle una aguja a Seth para poder sacarle sangre y seguir analizándola para ver si aquella “enfermedad” que portaba no era hereditaria.


Liam sentía que algunas cosas no estaban bien con esos dos, eran casi como verdaderos chupasangres esperando para que uno se dé la vuelta y te asesinaran.


El lobo sabía bien que esa sensación la compartía con la rubia quien se mantenía al aldo de Seth vigilando que esos dos doctores no hicieran cosas extrañas mientras Seth dormía, Jasper montaba guardia justo en el techo de la casa, observando que esos doctores siguieran con lo establecido y no otras cosas; unos susurros por parte de ambos doctores le hizo dudar a Jasper el cual informo a Carlisle del asunto, a veces esos dos eran muy extraños y tenían que cuidar de Seth si ambos comenzaban a perder la cabeza por tanto poder que se les estaba dando en ese momento. Alice se encargaba de seguirlos hasta donde se encontraba la casa que servía como laboratorio para lograr que pronto genetistas lograran un milagro y siempre terminaba quedándose hasta que ambos se fueran a dormir; nunca estaba de mas escuchar un  poco de sus conversaciones; Alice había tenido una visión en la cual el doctor Lee extraía sangre de Seth pero no la utilizaba para los fines mencionados sino algo más, vio cientos de números y letras en documentos y en una laptop, y pronto no solo la forma de un bebé sino de cientos plasmados en hojas.


Aquel doctor descubriría algo que podría poder en riesgo la identidad de la familia Cullen y de Seth, y de eso se tenía que encargar Alice.


Liam entró en la que se había convertido la habitación se Seth y lo vio dormido con el antebrazo ya morado por las constantes muestras de sangre que habían tenido que extraerle.


–Hola Seth. – el lobo mayor siempre le saludaba a pesar de que el menor estuviera dormido la mayor parte del tiempo. –Me enteré que el dúo de locos ya está comenzando a trabajar en poder unir ambos genes, siendo sincero no creo que sea posible, quizás ni si quiera funcione ya que tu querido chupasangre no puede tener hijos, sería como una pérdida de tiempo… aparte de que esos dos no me dan buena espina desde que los conocí. –


El lobo observó al menor dormir y solo pudo sonreír al notar que su cabello había crecido bastante casi llegándole a los hombros, acomodó este sin dejar de sonreír, el cuerpo de Seth estaba más frio de lo usual por lo que siempre terminaba recostado a su lado para darle calor.


–Pero muy en el fondo quiero que también funcione para volver a verte sonreír, no quiero perderte… – el lobo soltó un suspiro mientras terminaba recostándose a su lado luego de quitarse las zapatillas, lo abrazó sin quitarle la mirada; luego de que Emmett lo asesinara con la mirada por tenerlo tan cerca, el vampiro tuvo que aceptar que en esa oportunidad no lo necesitaba a él, sino al “chucho”.


Los científicos por fin habían logrado extraer el material genético de Seth, la mitad del trabajo luego de más de seis semanas estaba hecha, ahora el segundo paso era lograr fusionarlo con el de Emmett, pero para ello tenían que tener un óvulo ya preparado junto a un útero que lo fuera a acoger. Ahora tenían que conseguir a una mujer que funcionara como incubadora.


Pronto Carlisle estuvo mostrándole algunas posibles candidatas que pudieran actuar como incubadora para su hijo, pero sabían que la elección sería más complicado que solo escoger una mujer al azar.


–Así que ya andan escogiendo a una víctima que tenga a la cosa. – la voz de Liam hizo que ambos vampiro lo observaran mientras que este se sentaba en uno de los sofás vacios y cogía una de las múltiples carpetas como si nada.


– ¿No deberías estar cuidando de Seth?– Pregunto Emmett viéndole de reojo.


–Jacob acaba de llegar. –


–No lo sentía llegar. –


–Eso debe de ser porque estas tan concentrado en poder ayudar a Seth con ese dúo de locos que no sientes ni lo que se te posa en el hombro. –


–Liam. Emmett. Pediría que por favor en lugar de comenzar una pelee nos concentremos en poder encontrar pronto a una candidata. –


–Escojan a alguien que sea invisible. – habló de pronto Liam recargando su espalda en el respaldo mientras soltaba un suspiro de sus labios; ambos vampiros se le quedaron mirando. –Será mucho más fácil. –


– ¿Por qué más fácil?– interrogó Emmett.


–Nadie sospecharía si muere. –


–Nadie va a morir. –


– ¡Por favor, Cullen, ni si quiera tú te crees eso! – habló sarcástico Liam, mostrando también su enojo por lo “inocente” que podría llegar a ser sus pensamiento.


–Tranquilos los dos. Explícate, Liam. – pronunció el doctor para darle paso a que hable el lobo.


– ¿Es enserio? ¿Piensan que puede sobrevivir? – chasqueó la lengua negando con la cabeza mientras un sonrisa sarcástica se mostraba en su rostro. – ¡Es obvio! Esos dos dementes intentan crear a un bebé pero no con genes normales… sino de un chupasangre y un lobo, ya de por si será peligroso. Mi madre era una hibrida de vampiro y humano, y mi padre un lobo, sé que de puro milagro ella sobrevivió por tener más resistencia que una humana normal; yo nací con ambos genes. Y sé que esa cosa va a destruirla desde adentro, seguro que terminará fracturándole la columna de solo patear. Mi consejo es que elijan a alguien invisible, que para el mundo esa persona no sea importante, nadie sospecharía nada. –


Ambos vampiros entraron en razón luego de las palabras del lobo, era cierto que ambos doctores estaban creando algo que ni ellos mismos sabían, un ser humano más fuerte que el promedio, tanto vampiro como lobo con un toque de humano. Ya de por sí Carlisle sabia de casos en los cuales vampiros enamoraban a humanas y terminaban embarazándolas y de ahí salían los niños híbridos, muchas veces nacían desgarrando el vientre de la madre, y eran muy pocas las que resistían dicho procedimiento.


–Aún no hemos encontrado a la persona correcta. – Liam estiró el brazo lo suficiente para tomar tres carpetas y comenzar a ojear mientras el doctor hablaba. –Supongo que eso nos va a tomar más tiempo de lo necesario, todo está casi listo para tener la primera prueba. –


–Eso quiere decir que no lanzas “balas de salva”, chupasangre. – Liam se mofó del vampiro quien solo pudo soltar un fuerte gruñido para luego ignorarlo. Claro está que necesitaron esperma tanto de Seth como de Emmett para comenzar el procedimiento, no solo se lo pedías a la maldita cigüeña.


 –Luego de que esto acabe quizás me divierta golpeándote sin que Seth intervenga. –


–Cuidado con andar de flor en flor que puedes terminar con más hijos de los necesarios. – El vampiro estaba un poco más temperamental que los últimos días por lo que Liam se divertía molestándolo, por lo menos no recibía los regaños usuales de Seth cuando comenzaba, pero sí del doctor Cullen. Emmett se incorporó tirando varias de las carpetas para golpear a Liam de una vez pero el doctor los separó antes de que algo comenzara, pidió a ambos que tomaran asiento; el lobo solo negó con la cabeza mientras recogía las carpetas que habían terminado en el piso y fue cuando observó la foto de una hermosa chica rubia, cogió toda la carpeta y al abrirla, y leer un poco, pudo ensanchar más su sonrisa mientras tiraba dicha carpeta abierta en medio de la pequeña mesa en medio de la sala llamando la atención de ambos vampiros.


–Ella. –


Emmett tomó la carpeta y leyó un poco de la descripción de la mujer; no tenía parientes a excepción de una tía lejana de ya más de 70 años, sin hermanos, sus padres murieron cuando tuvo la mayoría de edad en un accidente, tenía primos que no conocía y los que conocía eran solo dos quienes ya tenían sus vidas hechas en Los Ángeles y España como empresarios con esposas e hijos. Era una chica solitaria en verdad. Solo tenía un pequeño departamento el cual debía de pagar cuando antes ya que estaba a poco que se cumpliera el plazo para pagar los seis meses que debía o la echarían a la calle. “Vientre de alquiler” veía en letras resaltadas para lo que prestaba sus servicios en esa oportunidad.


Era una excelente noticia para la familia.


Era una triste noticia para aquella mujer.


– ¿Cómo se llama?– preguntó Carlisle tras ver el semblante más tranquilo de su hijo al encontrar ya a un vientre donde se gestaría el bebé. Emmett quitó sus ojos de las hojas para luego dirigirlas a su padre.


–Sasha Pieterse. – Mencionó Emmett; sin embargo tuvo un extraño presentimiento de solo ver la foto de esa mujer y pensar en su esposo a la vez.


"Quizás... son solo ideas mías"

Notas finales:

¡Hola a todos!

Lamento mucho el retraso :c pero en mi págica de Facebook expliqué porque demoré tanto, hubieron tantas cosas en mi cabeza en Febrero e inicios de Marzo que terminé con un Bloqueo de escritor, yo sola me creaba dudas que no venian al caso... toda una cuestión, pero volví :3

Gracias por sus hermosos y sensuales reviews :3 y gracias por la cantada tan kawaii desu de BastardaSinGloria; gracias por las felicitaciones a todos ustedes :D Gracias también a mis lectores fantasmitas.

¡¡ESPERO MUCHOS REVIEWS EN ESTE CAPÍTULO!!

El próximo nos enrumbamos un poco más en los Vulturi, la manada y en el "casi" nuevo personaje que se nos une, para bien o apra mal pero se nos une xD

PREGUNTA DEL MES:

¿Les gustaría que hiciera otro fic de EmmSeth pero dejando el mundo de The Twilight Saga ? Sugerencias, pueblo.

Un saludo especial a las personitas que me leen desde:

d4; Chile
d4; Perú
d4; Argentina
d4; Estados Unidos
d4; México
d4; Colombia
d4; Venezuela
d4; España

Tanto en Wattpad como aquí :3 Un millón de gracias por esos +50 000 leidos c': y en Wattpad + 1.1K

Nos leemos muy pronto, esta vez el capítulo será normal, como todo siempre a fin de mes estaré subiendo el capítulo. ¡ESPERO MUCHOS REVIEWS!

¡PANDITERRORISTAS AL PODER!

¡TSC AL PODER!


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