Psychotic
Tú... ¿a quién estas mirando?
Me gustaría que me miraras a mí...
Solo debes mirarme a mí...
Es tan... ATERRADOR.
El cielo se encuentra de color gris, pareciese que va a llover. El cielo sabe lo que he hecho y se encarga de recordármelo con su insípido color pálido que se va oscureciendo conforme pasan los minutos y cae la noche.
Se va volviendo cada vez más negro como los sentimientos que se guardan en mi corazón.
Me encuentro solo cruzando las calles deshabitadas. El frío se hace presente con cada lamida que hace el viento en mis brazos desnudos, aferrándose y calándose cada vez más en mi interior.
Veo una gota caer al asfalto y en ese punto toma otro color al humedecerse. No sé de donde proviene la gota, podría ser del melancólico cielo o de mis ojos.
Los recuerdos de hace unos minutos me atormentan, pero simplemente no puedo dejarlos ir.
Quiero saber que todo fue real... Necesito saber que todo fue real... que en verdad ocurrió y no es una obra de mi mente psicótica.
La lluvia se encarga de confundirme. Su fastidioso sonido me hace sentir perdido. Su fastidioso sonido pone en duda mi propia existencia...
Tal vez incluso ya no exista...
Sigo caminando solo y sin un paraguas que me proteja de las punzantes gotas heladas en mi cuello caliente luego de estar gritando.
Encuentro un callejón he intento buscar refugio en su interior. La lluvia hace que los fétidos olores incrementen y dañan mis fosas nasales con cada intento de suspiro que hago. No puedo soportarlo más, estoy solo, mojado y congelado entre tres paredes de concreto que se pegan a mi espalda como placas incrustadas.
Busco calor con mi deplorable cuerpo al juntar lo más que puedo mis piernas a mi pecho y las abrazo para evitar que el calor se escape. De nada sirven mis intentos cuando mi propio corazón es un bloque de hielo seco.
*Por favor... que se detenga la lluvia... no puedo con ella... si continua...
Puedo quedar roto*
Lloro con todas mis fuerzas al intentar desahogarme. No puedo hacer ya nada más cuando todo lo que toco se corroe... se estropea... se oxida y termina por romperse.
Intentos y más intentos por retener calor... pero es inútil.
Estoy todo mojado y tiritando. En poco tiempo mis dientes comenzarán a hacer ese incesante sonido al chocar.
Detesto ser tan frío...
*Tengo frío*
~*~
Todos los días me saludas con una sonrisa, y el hecho que compartamos habitación hace que no te saltes ni uno solo. Mañana, al día siguiente y al día siguiente después de ese.
Esa sonrisa que alegra mis mañanas y las ilumina mucho más que el sol que se perfila por las cortinas.
Esa sonrisa que tanto amo.
Pero tú no sabes mis sentimientos y yo soy tan cobarde como para decírtelos.
Salimos a la sala común para encontrarnos con los demás miembros y como todos los días, se llena de bulla por los diez miembros que hablan a la vez y se dirigen a nosotros para desearnos los buenos días. Tú saludas a cada uno de ellos con la misma sonrisa, pero siempre he creído que la que me diriges solo a mí en la intimidad de nuestro cuarto es diferente a todas esas, pero igual creo que solo es una sonrisa más, sin diferencia a otras y el pensarlo me mortifica.
*Podrá ser que solo estoy alucinando... sí, podría ser eso.*
Con el tiempo he aprendido a apreciar cada uno de tus rasgos: esas mejillas ligeramente abultadas y son más hermosas cuando toman un hermoso color rosa; tus ojos redondos y brillantes, con un exquisito color chocolate derretido y adornados por espesas pestañas curveadas; tus labios abultados y rosas, que cuando sonríes, dejas ver unos dientes grandes y blancos como perlas, asemejando a una adorable ardilla; tu nariz pequeña y delicada... todo tu eres hecho como de porcelana.
¿Yo que puedo ofrecerte, mi adorado hyung? Tengo miedo hasta de tocarte porque podría romperte... podría contaminarte a ti, un ser tan puro como lo eres tú.
Eventos, conciertos, rutinas, programas, presentaciones, entrevistas.... en ningún momento puedo dejar de tenerte presente.
Al fin una semana de descanso luego de un mes con la agenda al tope.
Tú eres tan amable con cada uno de nosotros y de cierta forma me duele.
– Xiumin hyung, ¿tienes hambre?
– Xiumin hyung, ¿quieres jugar con nosotros?
– Xiumin hyung, salgamos a caminar un rato.
Y tú respondes a todos de la forma más cortes y amable posible, con ese carácter tan tuyo.
No puedo evitar que convivas con los demás miembros, después de todo, somos una familia y estamos juntos en esto.
Soy tan egoísta que da asco.
– Chen, ¿te encuentras bien? – tu voz preocupada hace que me sienta terriblemente mal. Te estoy lastimando pero en el fondo me alegra.
– Tranquilo Minnie... no es nada – intento convencernos a ambos con esas palabras.
– ¿Seguro? Últimamente te encuentro un poco distraído y distante, ¿he hecho algo mal? – frunces el ceño al intentar buscar una solución a tu pregunta, la cual me desconcierta.
– ¡No! Tú no has hecho nada mal, jamás podrías hacer algo mal... él que está roto soy yo. – Esa es la repuesta... él que está podrido por dentro soy yo.
– Tú no estás roto, Chen. Somos humanos y comentemos errores, lo que cuenta es como los resuelvas. – y de nuevo esa marca registrada tuya: tu bella sonrisa de ardilla.
Tus palabras me consuelan y calman mi corazón por un momento.
*Lo que importa es como lo resuelvas*
~*~
Caminaba de regreso a los dormitorios y escuche tu melodiosa voz que provenía de algún lugar. Mi giré para seguirla y te veo con Kai platicando animadamente.
Tu mirada se dirige a él, ¿pero porque? Tu mirada debe dirigirse a mí... solo debe ser hacía a mí, entonces... ¿Por qué se la otorgas a él?
Le sonríes.
Esa sonrisa que siempre he amado la detesto en estos momentos...
*¿Por qué detesto verte sonreír ahora?*
~*~
Detenlos... detén estos pensamientos que inundan mi mente y cada vez me vuelven más psicótico...
Duele... me duele mi corazón en este momento y no sé porque, pero duele... mi alma y mi corazón duelen, es tan extraño...
Te amo...... te amo mortalmente... te amo tanto que tengo miedo de mí mismo... tengo miedo de matarte.
Si te alejaras de mí tal vez me sentiría mejor, pero... no quiero tenerte lejos...
~*~
Oigo en mi cabeza la voz de alguien que resuena como eco...
*Bueno, ¿por qué terminas de una vez con todo esto?*
– No puedo...
*Es tan fácil...*
– Pero...
*Solo tienes que acabar con él y así nadie más lo tendrá...*
– No puedo arrebatarle su vida...
*¿Quién dice que le arrebataras su vida?*
– ¿No es eso lo que quieres?
*¡Por supuesto que no!*
– ¿Entonces?
*Solo será un nuevo comienzo juntos...*
– ¿Juntos?
*Así es*
– ¿Solo Xiumin y yo?
*Así es, Chen... *
– Pero...
*Es la única forma, ¿acaso quieres que alguien más lo tenga?*
– ¡NO!
*Es la única manera*
– La única manera...
*Y estarán juntos... por siempre*
– Por siempre.
*Por siempre*
~*~
Impulso... tengo un fuerte impulso. Siento acelerar mi corazón y es muy ruidoso.
Por favor... déjame terminar esto con mis propias manos.
~*~
Te encontrabas frente a la pantalla de tu computadora, la luz que proyectaba iluminaba tu rostro haciéndote ver más irreal. Me acerque sigilosamente y cruce mis manos por tu cuello al abrazarte por la espalda y acomode mi rostro en tu cuello para aspirar tu dulce aroma, tú no te exaltaste ya que no es la primera vez que lo hago.
Gire la silla con ruedas para que quedaras en frente de mí, y al ver tu rostro, toda voz que escuchaba quedo silenciada. Nuestros ojos se conectaron y nuestros rostros estaban tan cerca que podía ver mi reflejo en tus ojos, en ellos también se mostraba la incertidumbre de mis acciones.
Acomode delicadamente la boca de metal de la pistola en mi mano izquierda en tu sien... y jalé el gatillo.
El sonido no se hizo presente en mis oídos, solo veía tu cuerpo caer inerte al piso encerado.
Todo mi mundo lo ví bañarse de un llamativo rojo.
*Debo estar loco...*
*Basta... basta... basta... ¡BASTA!*
*¡AYUDENME!*
Me aferré a tu cuerpo laxo y poco a poco iba perdiendo calor. Tus ojos estaban cerrados y tus labios ya no mostraban esa sonrisa que amaba y odiaba a la vez.
*¡¿Cómo puedo reparar este error, Xiumin?!*
~*~
Vuelvo a la realidad en mi repugnante callejón. La lluvia no muestra signos de cesar aún y el frío en mi cuerpo ha incrementado.
*A partir de ahora estaremos siempre juntos...*
*Juntos...*
*Siempre...*
*Siempre juntos...*
*Lo siento*
Y jalé nuevamente el gatillo que apuntaba a mi sucio corazón.