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Lazos por Kuroko Potter

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Notas del fanfic:

Inazuma Eleven es propiedad de Level-5.

Notas del capitulo:

Pareja principal: Kazemaru x Endou.

Parejas secundarias: Las que se vayan formando.

 

Este fanfic también está publicado en mundoyaoi bajo el seudónimo de Sakura Kagome... es decir, ¡no es plagio! Soy yo pero con cuenta aquí (y con otro nombre).

Mamoru mira —escondido detrás de un árbol— a Ichirouta, hace un tiempo que cada vez que lo ve se pone un poquito nervioso ¡y ni siquiera sabe el por qué! No se siente cómodo avergonzándose en presencia de Kazemaru y huyendo —sutilmente— lo más pronto posible, nunca antes ha experimentado algo cómo aquello y la duda lo carcome; piensa que tal vez más de uno de sus amigos ya debió notarlo pero ¡¿qué más da?! No es tímido y menos introvertido pero ¡es culpa de su cuerpo, actúa sólo! Y lo peor que de la nada le entró la extraña necesidad de estar pendiente de él. ¿Será favoritismo? No, un buen capitán no favorece a nadie... ¿entonces qué es? ¿Ganas de saberlo todo del chico? Tampoco, no es tan metomentodo.

—Se ve bien... ¿pero qué estoy diciendo, es mi amigo? Ya tengo que dejar de pronunciar estas cosas —susurra mirando al chico de cabellos turquesas: él está corriendo formando un tubo alrededor de una bolsa de papel con piedras adentro, parece que quiere formar una especie de huracán alrededor suyo; lo vio irse a mitad del primer tiempo y, mientras Toramaru superaba a dos defensas para luego pasar el balón a Fubuki, él aprovechó para darse una pequeña escapada del partido. Duda que alguien lo hubiera visto irse, de lo contrario, no lo habrían dejado.

En fin, Ichirouta se ve muy bien y, por alguna extraña razón, siente que debería decirle que está allí pero, como tiene ese algo, no puede ni pronunciar media palabra si están solos y si hay alguien más no tiene ese problema. Es muy raro para Mamoru, ¿será que le da miedo quedarse a solas con su amigo? No, es ridículo tan sólo imaginarlo.

—¿Entonces por qué no puedo estar con él? —pregunta por lo bajo y se esconde al notar que el ex atleta ojea levemente el árbol dónde está oculto— ¿Será que ya no quiero ser su amigo o qué? ¡Es tan confuso! —Su voz no es suave, eso lo sabe pero intenta que su ¿amigo? no lo escuche; se jalaría los cabellos si no los tuviera tan corto y si no revelara su escondite—, soy algo tonto por no poder hablarle cara a cara... ¡vamos que me tengo que esconder!

Ichirouta prosigue con su entrenamiento, para satisfacción del guardameta logra dominar la técnica pero acaba muy cansado —cosa que le ¿preocupa? Eso sí que es extraño—, coge la bolsa con las piedras y camina hacia las escaleras; Endou, decidido a no dejarlo ir sólo, sale de atrás del tronco y lo sigue cuidadosamente. O al menos eso intentó ya que el otro muchacho, en cuestión de segundos, se dio media vuelta.

Pillado.

Se consideraría atrapado.

—¿Se puede saber por qué no estás en el partido? —consulta poniendo las manos en su cadera, frunce el ceño y se acerca paso a paso hasta quedar en frente del capitán.

Éste traga en seco, de nuevo tiene esa extraña sensación. ¿Qué será?

Kazemaru no es ningún ciego, él ya había notado que alguien lo estaba siguiendo desde que se fue del campamento y lo confirmó cuando miró una cabellera café esconderse detrás del tronco; pensó que podía ser algún fanático ¡sorpresa! Al darse la vuelta ve a Mamoru, no se enojó al descubrirlo pero tampoco es común en el portero ese comportamiento; por eso preguntó lo que preguntó. Para estupefacción suya percibe la "habitual" conducta que tiene el arquero: se le pierden las palabras, detenta talle de querer irse rápido y se pone histérico —aunque lo último lo descubrió a la quinta vez que lo hizo, Mamoru es expresivo pero se las ingenió para encubrirlo—. Hace un chasquido con su lengua, comienza a impacientarse.

—Este yo quería... bueno, yo quería venir a —responde tartamudeando... un momento ¿tartamudeando? Eso es nuevo.

—Dilo de una vez —pide amablemente, lo que menos quiere es asustarlo más. No niega que lo deja en shock con esa simple línea, es un lado que no pensó conocer.

Mamoru susurra algo.

Ichirouta ladea la cabeza al no oír nada, consulta acercándose un poco a la cara del más bajo—: ¿Podrías decirlo otra vez?

Endou disimula el impulso de respirar como si le faltara el aire, y contesta casualmente—: Te vi irte y te seguí. —Con todo eso ha aprendido a mentir, habilidad que desconocía totalmente.

—Sí, eso es obvio —menciona con una gota bajándole por la nuca, aparentemente no sospechó nada en ese tono apresurado y algo renuente— no obstante no entiendo el por qué.

El chico de tez morena sonríe como de costumbre—: Es un secreto. —Aunque en el fondo piensa que es debido a que no entiende qué le pasa.

—Endou, dime de una vez qué...

Es interrumpido porque su teléfono celular suena, lo saca de la bolsa de su pantalón y ve el nombre: "La Chica Que Ama Las Fotos", inmediatamente recuerda que así le puso Haruna al momento en que le dio su número telefónico —aun no entiende la razón por la que se colocó ese mote—; le da clic en el botón verde y escucha un grito angustiado.

—¡Kazemaru-san, el capitán se ha ido! No sabemos en qué momento se fue pero ¡lo hizo! Lo descubrimos cuando Neo Japón tiró a gol (aunque se detuvo cuando se percató que la portería estaba más sola que la cocina luego de una visita de Midorikawa-san y Kabeyama-san) y no estaba ahí... ¡¿Sabes a dónde se pudo haber ido o, en su defecto, lo has visto?! Todos estamos preocupados, ¡algunos hasta ya han ido en su búsqueda! ¿Podrías decirnos dónde estás?

Definitivamente Kazemaru se sorprende de la capacidad pulmonar de Haruna, mira a Mamoru —quien mantiene su gesto de siempre—, la tentación de decirle que sí lo ha visto y dónde está son grandes sin embargo posee una duda aun mayor: ¿por qué huye cada vez que lo ve? Si le dice es más que seguro que nunca lo resolverá; no se siente muy cómodo con la mentira piadosa que dirá.

—No, no le he visto; estoy en la Torre de Metal.

Mamoru entiende que debe de ser algún integrante de su equipo que llama porque ya se dio cuenta de su desaparición, queda sorprendido que su ¿amigo? no le dijera la verdad; ahora que quiere irse sus piernas no reaccionan, trata de mantener la compostura. Eso no evita que murmure.

—Detesto mi cuerpo. —Su tono refleja que es más una queja que un casi insulto, esa situación lo desesperó hace un tiempo y las respuestas jamás llegan; ¿y si le preguntaba a Kazemaru sobre qué significa sus sentimientos? Tal vez no directamente, no siente capaz de hacerlo—. Sólo por curiosidad veré que me responde, tal vez así pueda verlo a los ojos.

Ichirouta no logró escucharlo dado que un nuevo chillido sale de la boca de Otonashi.

—¡No está en la Torre de Metal! ¡Es más grave de lo que imaginábamos (y por favor Anteojos cierra la boca, pareces pez fuera del agua)! ¿¡Si no está allá entonces dónde?! Ay, bueno, ya nos las arreglaremos; por favor si lo vez llámanos ¡estamos muy alterados! Entre paréntesis, creo que grito demasiado: los de Neo Japón me ven como si no fuera normal (¡Goenji-san, baja ese balón inmediatamente. Toramaru, no lo alientes a pegarle a... ¡Kogure, vuelve acá con mi bolsa de caramelos!), adiós Kazemaru-san (¡Kogure, hablo en serio, ven para acá!).

Y se corta la llamada.

Otra vez una gota le cae por la nuca, esos fueron más regaños que nada.

—No entiendo, ¿por qué no le dijiste que estoy aquí? —pregunta inquieto el arquero.

Kazemaru suspira y dice—: Quiero que me resuelvas una duda, Endou.

—¿Cuáles?

—¿Por qué te has alejado de mi?

El chico de cabellos café evita que se coloreen las mejillas, eso ni siquiera él lo conoce. Es consciente que le preguntara de nuevo si no contestas así que se inventa una excusa que se creíble—: Lo que pasa es que he tenido cosas en qué pensar, por eso he estado un poco distante —miente, Ichirouta le cree; antes que el de pelo azul diga algo Mamoru prosigue—. Por cierto, ¿me podrías responder un par de preguntas que tengo?

—Claro —contesta.

Ambos se van a sentar debajo de unos árboles, no es prudente hacerlo en una de las bancas; a menos que quieran ser descubiertos.

—¿Si una persona se siente extraño cuando está con otra, qué es? —pregunta directa y sin miramientos, ese es el Mamoru Endou que conoce.

Pero, lo malo es, que esas interrogantes no son propias de él lo que lleva a Kazemaru pensar: ¿Está enamorado?, es un poco jocoso pensar así pero ¿qué otra explicación tendría que darle para semejante pregunta impropia de él? Suspirando piensa en la mejor manera para explicarle ese tipo de cosas.

—Si no sabes qué es lo que sientes es amor.

Mamoru ladea la cabeza confundido, ¿qué significará?

—A ver, te lo pondré de esta manera: Si lo respetas, es admiración; si tiene muchísimo dinero, es oportunismo y/o avaricia; si esa persona es la más hermosa que hay a ojo de todos, es atracción; pero, si a pesar de todo aun no comprendes que sientes, es amor —explica de una manera que sabe que le entenderá.

—¡Ya entendí, gracias Kazemaru! —Lo abraza contento.

Aunque siente un revoltijo en su estómago, decide ignorarlo.

—¿Te parece si volvemos al campamento? —inquiere el de pelo turquesa.

Mamoru ríe despreocupado.

—¡De acuerdo! —accede fácilmente.

Ni se imaginan lo que tendrán que enfrentar al llegar.

Notas finales:

Espero que les haya gustado.


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