I can still hear the waves
Taemin permanece de pie en la orilla, manteniendo los ojos cerrados, las suaves olas llegaban hasta él, mojando sus pies; y un poco su pantalón a pesar de sus intentos de doblarlo. Sus brazos se encontraban enrollados alrededor de su cuerpo, el suéter que porta se mece ligeramente con la suave brisa, al igual que su cabello.
Minho lo observa en silencio a un par de metros más alejado, su vista se mantiene en Taemin, a pesar del maravilloso amanecer que surgía frente a ellos, ese era el efecto que el menor tenía en él, no importaba que hubiera frente a él, su atención siempre estaría en Taemin. Mueve ligeramente los pies, la arena deslizándose entre sus dedos descalzos y fríos, los frota un par de veces en un intento por calentarlos, pero resulta en vano, hasta que sol no acabe de salir por completo, Minho sabe que la arena continuará fría.
Taemin abre finalmente los ojos, su sonrisa se amplía ante el sol naciente y reflejado en el agua salada y cristalina, sabe que deberían marcharse e ir a casa, que deberían de recuperar un poco de sueño después de una noche tan agitada, pero la adrenalina de la noche anterior aún corre por sus venas, impidiéndole pensar en tan siquiera tocar la cama. Comienza a tararear una canción, de vez en cuando perdiendo el ritmo, ni siquiera puede recordar que canción es probablemente alguna de tantas que escuchó anoche.
Siente que Minho se mueve pero no voltea a verlo, no reacciona hasta que no escucha el sonido del obturador de la vieja cámara polaroid, sabe que el alto ha ido por su cámara y ya se encuentra tomando fotos de cualquier cosa que llame su atención; el sonido se vuelve cada vez más cercano hasta sentir como unos brazos lo envuelven distrayéndolo de sus pensamientos. Minho comienza besando su hombro cubierto por la tela del suéter hasta encontrar la piel desnuda de su cuello, Taemin solo inclina su cabeza dándole más espacio al alto para crear más marcas, aunque sabe que de la noche anterior ya coleccionó unas cuentas más.
Cierra los ojos y se enfoca en los labios suaves de Minho sobre su cuello, en el sonido de las olas, en el calor del sol sobre su rostro, en los brazos fuertes sosteniéndolo por la cintura e incluso en su olor tan característico que el mar siempre parece cargar.
Abre nuevamente los ojos y toma la cámara de las manos de Minho, que continua entretenido en su cuello, sin pensarlo toma una foto del mar, toma el papel y comienza a sacudirlo hasta que la imagen surge, sabe que Minho se quejará acerca de cómo ni siquiera está bien enfocada, o que está cortada, pero aun así guarda la foto en uno los bolsillos de suéter.
Deja escapar otro suspiro, Minho por fin ha sacado la cabeza de su cuello, ahora su barbilla descansa sobre su hombro y juntos miran a las olas mecerse.
−¿No estás cansado? – pregunta Minho finalmente rompiendo el silencio, Taemin niega con la cabeza sin hacer ruido alguno. Permanecen abrazados unos minutos más, hasta que el menor se gira, encontrándose frente a frente con Minho.
−Quiero meterme al agua− dice firmemente mirando a los ojos del alto− por favor− vuelve a hablar pero esta vez en un susurro, sabe que Minho se negará sacando montones de excusas, pero él ya está acostumbrado a que Minho se niegue a hacer cosas que lo puedan poner en el mínimo riesgo; por lo que a lo largo de los años de estar junto a él, ha desarrollado técnicas para convencerlo.
Comienza dando ligeros besos en sus mejillas, un par en la derecha, un par en la izquierda, después sube hasta llegar a su frente, el recorrido continua por su nariz hasta llegar a sus labios, el beso primero es suave, sus bocas apenas se tocan pero cuando Minho introduce sus manos bajo su suéter, sabe que ha ganado la batalla.
Las manos de Minho acarician la piel de su cintura y abdomen, no le importa que estén frías, el contraste es maravilloso. Pronto es obligado a levantar sus manos mientras Minho le retira el suéter para después desabrochar su camisa, pronto ambos pantalones desaparecen, y Taemin se encuentra alzado en los brazos de Minho, sus piernas enrolladas en la cintura del alto.
Comienzan a introducirse poco a poco en el agua, hasta que les llega a la cintura, el agua es cálida, y sus cuerpos apenas se mueven por el movimiento de las olas. No han parado de besarse, una vez que comienzan se les hace difícil separarse. De manera inconsciente las caderas de Taemin han comenzado a moverse, sus miembros se frotan y pierden sentido de lo que les rodea, saben que alguien podría estarlos viendo pero les da igual.
Taemin gime quedito contra la boca de Minho, encajándole las uñas en la espalda, de pronto todo se ha vuelto demasiado, la ropa sobra pero no se atreve a sacársela, de alguna manera estar asi, frotándose de manera desesperada contra Minho le hace recordar a sus viejos días de adolescente, en donde las hormonas les obligaban a ir mas allá de unos simples besos, pero el miedo les impedía hacer el resto. Había días en donde sus tardes consistían en esto, estar bajo las sabanas de Minho, frotándose para buscar alivio.
Siente a Minho tensarse bajo sus manos y sabe que está a punto de correrse, él también lo está. Le muerde el labio inferior al alto cuando el orgasmo le golpea, eyacula dentro de su ropa interior, y aunque no es una sensación exactamente cómoda, no le podría importar menos.
Se separan un momento para tomar aire, y simplemente mirarse. Minho deposita un par de besos más sobre sus labios y sonríe.
−¿Sabes…?− vuelve a hablar Taemin− no me importaría comer algo y despues tomar una siesta en el carro. Las clases pueden esperar.
Y aunque Minho intente replicar, sabe que Taemin acabará convenciéndolo.