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Bloody Rose por lilibel vangarret

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Notas del capitulo:

Capítulo doble!!!!!

 

 

 

 

Sus lenguas se tocaban amorosamente, sin ansia, con una ternura que les hizo olvidar todas las preocupaciones. Estrechando Kaname contra sí a ese albino bajo su cuerpo, que igualmente lo recorría con las manos, Zero simplemente disfrutaba con sus ojos cerrados.

El castaño lo penetraba de una forma suave y profunda, para cambiar a rápidas embestidas que hacia crujir la cama. Siente el cuerpo de ese vampiro separarse como sus firmes manos en cada una de sus piernas, abriéndolas cuanto pudo para brutalmente penetrarlo. Retomando sus choques de cadera, empujes que hacían jadear al cazador.

-Kaname... Ah...

-Zero...

Estruja Zero entre sus manos las sabanas, cerrando fuertemente sus párpados.

 

 

En esa misma noche, dentro de esa habitación, estaban esos Sangre Pura discutiendo los hechos acontecidos en las últimas semanas, compartiendo el mismo pensamiento negativo hacía una persona.

-No creí que se terminaría convirtiendo en el salvador de la Asociación. Debió haberse quedado mejor como un asesino. Esta es la máxima traición ¿no lo crees?

-Sí, la máxima traición. –concuerda esa mujer sentada en ese sillón–. Debemos unir nuestras fuerzas y acabar con Kuran Kaname.

 

 

 

 

Noche 22 Títere Enamorado.

 

 

 

 

Una última ojeada da a dentro de esa habitación, reconociendo a ese castaño aún sobre esas sábanas rojas dándole la espalda a la puerta. Alejándose después.

-"Hay algo en su sonrisa... una fuerza que me atrae hacia él..." –suspira avanzando-. Será por el hecho de ser un Chupasangre...

Avanza por uno de los tantos pasillos de esa mansión que ya empezaba a grabarse de memoria. Deteniéndose sus pasos por toparse de frente con ese otro castaño en su vida, mismo que inmóvil lo observaba con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón ni expresión en su rostro. Resignado retoma sus pasos para aproximase a ese obstáculo, pasando a un costado de él para poder cruzar, pero Kaito se lo impide con sujetarle la muñeca, quedando ambos junto a ese enorme ventanal, uno de los pocos en esa edificación.

-Kaito, lamento por lo que hayas pasado por estos días. Es mi culpa. Yo solo quería salir de este lugar pero él me seguían alegando que, como su guardián debía estar siempre a su lado. –se justifica en voz serena, sin atreverse a verlo a los ojos y notar ese gesto de dolor mezclado en molestia–

-Nunca pensé que oiría que los justificaras. A tu enemigo. Ahora mantienes las 24 horas del día a su lado ¿Crees su mentiras?

-Kaito, yo...

-No, Zero! ¡Ya basta! –le interrumpe tomándolo de los brazos– ¡Prefería a ese antiguo Zero, no a esta farsa manipulada! –explota mostrando tristeza-

-Así que preferías a ese Zero sediento de sangre? A ese que nunca se saciaba. El que debía beber de sus presas. Y no me vengas con el cuento que no sabías lo que hacía, ya que por eso te enviaron a esa dichosa vigilancia. –levanta su vista a verlo–. Pues yo.... Yo no. No quiero que regrese.

-Lo amas? Respóndeme, Zero. –lo acorrala hacia la pared a un costado de esa ventana, fijando su vista sobre la violácea–. Dime, ¿amas a ese ser ególatra, mentiroso, manipulador que fue capaz de matar a su tío y no levantar un dedo por proteger a sus padres? –en cada frase se le acercaba, acortando la distancia de sus rostros–. Dime, ¿a ese del que solo sabes que se llama Kuran Kaname?

Había conseguido lo que quería, tenía esos ojos violetas fijos en los suyo demostrando clara duda y confusión.

-Ese que solo desea que se haga su plena voluntad? Dime... ¿Deseas persistir en esa ilusión? –le toma la mejilla con la mano-

Zero sólo podía pensar bastante a fondo esas sinceras palabras. Todo era cierto, no notando que se mostraba indefenso hacia Kaito que finalmente lo besa. Cuando ya sus labios estaban juntos ya era tarde. Sintiendo ese dulce gesto sincero, pero del que no sentía nada. Ni la minina sacudida de sus sentidos, como le sucedía con el "bastardo" cada vez que sus miradas se conectaban. No le despertaba nada, clara respuesta para Kaito. Su gesto dura segundos, ya que Kaito se separa con un gesto de dolor, recargando su frente contra la albina.

-Zero, lo siento. Te quiero. Lo sabes pero...

-No como a él. No como al bastardo Kuran. –bromea en medio de su dolor, reprimiendo su llanto–

-Querías hacerme enojar? –trata de desviar la tensión de ese momento, sonriendo arrogante-

-Lo logre?

Sonríen ambos. Su amistad prevalecía.

Su sonrisa se borra por segundos. Ladeando su cuello que posa a un costado suyo, sobre ese cristal. Había escuchado un crujir de ese ventanal, no equivocándose, asegurándoselo esa ruptura aparecer desde las esquinas, pudiendo sentir una pesada aura oscura. Igualmente posa Kaito sus ojos sobre ese cristal.

 

 

Se sobresalta Ichijou, Shiki, Rima y Yuuki por percibir sangre dentro de la casa. Angustiándose.

-Será que entro alguien a lastimar a Kaname y no nos dimos cuenta? –hace Ichijou esa pregunta masiva en voz alta. Pasando por su mente ir a proteger a su niño que en su cuarto compartido con Shiki dormía–. Iré por Hideki.

-No. Es sangre de un cazador. –repara Shiki-

-Sera que Takamiya-san fue herido? –inquiere Rima-

Y claramente la imagen de ambos castaños, un Sangre Pura y un Cazador llega a cada pensamiento.

-Es de Zero... –interrumpe Yuuki angustiada viendo hacia la puerta-

 

Ayudándose de su mano cubría esa herida sobre su brazo, manchando su sangre el suelo. Preocupado arranca Kaito parte de su manga para cubrir esa extremidad, luego de protegerlo de esos miles de cristales que salieron volando por el estallar de ese ventanal. Viendo Zero por sobre su hombro esa presencia detrás suyo. Sin gesto alguno estaba Kaname, pero con sus labios plegados sin gesto absoluto.

-Zero! –llega Yuuki preocupada acompañada de los demás-

Por poco tocando sus pies esa mancha de sangre recogida en el suelo por la gravedad, viéndose los vampiros entre sí y reprimiendo cualquier gesto por ese líquido carmesí. Pero pronto posando Yuuki sus ojos en ese castaño a varios metros alejado, mismo que se retira como llegó, en silencio.

-No pasó nada. Tropecé y caí en el ventanal. Ahora entiendo porque hay pocos en esta casa. –opina para calmarlos, llevando contra su pecho su brazo para impedir que manchara el piso–. Es mejor que lave esto, incluso a mí me marea. Kaito, podrías encargarte de limpiar este desastre.

-... –no responde, antes posa su molestia mirada a delante suyo, donde sintió a ese Sangre Pura-

-Por favor..

-... Sí. –asiente finalmente, viendo a Zero retirarse-

-Entonces por qué los cristales rotos no cayeron hacia fuera en vez de adentro. –deduce Shiki junto a su amiga-

-O por qué sentí a Kaname-sama cerca, muy cerca? –plantea Rima cruzando sus brazos-

 

Estira su brazo dejando correr el agua sobre esa herida, notando como se mezclaba su sangre con el liquido. Pronto posa sus ojos violetas en el marco de la puerta por ver a Yuuki sostener algo que reconoce como alcohol o vendas. En timidez ella no se atrevía a acercarse.

-Ya estás aquí ¿no? –permite el paso a su manera– ¿No vendrás a morderme, no es asi?

-Ehh?!! ¡Claro que no! –se ruboriza al estar al lado del cazador–

-Solo bromeaba. ¿Y puedo saber por qué hay alcohol en la casa de un vampiro? –cierra el grifo, permitiéndole a Yuuki secar su brazo con suma delicadeza–. No me romperé sabes. Soy un cazador.

-Lo siento. –pide, encargándose en limpiar la herida–

-Esto no impedirá que cumpla con mi trabajo.

-Él quería herirte o a Takamiya-san? –se atreve Yuuki a preguntar, destapando el alcohol sin verlo–. Yo sé cuánto puede explotar Kaname cuando se molesta. No es la primera vez que lo hace.

-A no? –bromea-

Pero una fuerte punzada lo hace tomarse la cabeza. Nuevas imágenes golpeaban su cabeza

 

Encarcelado en esas 4 paredes tras esas rejas se hallaba, martirizándose las neuronas por lo que le sucedía. Continuaría rebanándose los sesos sino es por esa pesada y oscura aura repentinamente haber despertado. No equivocándose. En esa habitación que por días fue su refugio temporal, recién despertaba un Kuran.

-... Hay alguien más. Otro Sangre Pura.... Algo abominable. –dice para sí–. No... –cierra sus ojos en tristeza-

Toma su cabeza con ambas manos, abriendo sus ojos. Ya debía aceptar los acontecimientos.

-Qué estás diciendo? –se regaña a asimismo-

-Estoy sorprendido, pensaba que ibas a llorar...

Otra voz se hace presente, no sorprendiendo, antes le desagrada. Por eso, no se atreve a mirarlo, solo a cerrar sus ojos violetas en fastidio.

-Lárgate. Me molestas... Kuran.

-... –sonríe a cambio el castaño, desde el otro lado de los barrotes que los dividían–. Es cierto. Si no te encuentras en forma, eso me preocupa.

Jadea ante eso, necesitando tomarse del borde del lavado y encorvarse adelante. ¿De cuándo había sido eso? ¿Y por qué reconocía odio en su propia voz?

Además, Kaname estaba involucrado, igualmente usando una arrogancia hacía él. Y no ese tono que con los días se expresaba.

Su cerebro iba a explotar, y a devolver lo poco no comido por ese mar de confusión taladrando su cabeza.

 

-La pieza de ajedrez que con tanto esmero crié por cuatro años, pronto se convertirá en el "Rey" que se comerá todo. Esa pieza eres tú... El monstruo salido de su ataúd, Rido, tú vas a destruirlo.

-Qué estás tramando? Hazlo tú mismo. –bastante molesto por tal disparate lo observa, continuando apacible el castaño-

-Intentas pretender que no sabes nada. Lo que has obtenido ha comenzado a reproducirse lentamente. –ve el rostro del platinado desviarse con un gesto de dolor–. Primero tomas inconscientemente el poder de tu hermano, rompiendo el otro fragmento... Naciste heredando el excelente linaje de un cazador tomando ese poder, si completaras la fragmentación aquí, sería mejor para ti.

-... Para.

-.... Después de todo, comenzaste a transformarte en vampiro por culpa de Shizuka. Te alimentaste de la sangre de Yuuki, que se preocupaba por ti...

-No lo digas! –le interrumpe, se sentía asqueado de solo recordarlo-

-Ah, maldición! –jadea dejándose caer arrodillado, perdiendo las pocas fuerzas que lo mantenían en pie, llevándose en su caída ese frasco de alcohol de mano de Yuuki-

Causándose un fuerte ardor en esa extremidad por demás lastimada.

-Zero! –angustiada se hinca a su lado, alejando y secando ese líquido antiséptico- ¡Zero!

Mareado por ese recuerdo gira su cuerpo quedando boca arriba, teniendo una borrosa visión, notando la silueta preocupada de Yuuki, pero, pronto reparando en otra presencia que se le acerca, tomándolo del suelo y cargándolo.

-Siempre haces cosas tan arriesgadas.

Escucha decir de una voz masculina que posesivamente lo estrechaba contra su cuerpo mientras avanzaba, no teniendo las fuerzas para mandarlo al demonio como era debido. ¡¿Él acaso quiso lanzarse todo el alcohol encima?!

-Kaname... –exclama por reconocer esos cabellos castaños que desprendían ese aroma-

Acunado se sentía, provocándole cerrar sus ojos y olvidar ese dolor mental y físico.

 

*               *               *                 *                   *

 

Quiero conocerte...

Conocerte mejor...

Hay tantas cosas que necesito preguntarte...

Quiero probar que no eres un monstruo...

-Mi Señor, son verdad los rumores? ¿Es verdad que noche tras noche usted toma pequeñas cantidades de nuestra sangre mientras estamos dormidos...?

-Además de eso, casi nunca sale al sol, mi Señor... ¿Nos ha dado su propia sangre en vez de medicamentos? Y su apariencia no ha cambiado nada desde la generación de mi padre.

-Hay personas diciendo cosas de usted... llamándolo monstruo y antinatural.

Corre. Aunque lo nieguen, te harán daño....

Calla, ellos no entenderán que lo haces por el bien de ellos.

-Bestia!! ¡Devuélvenos la sangre que nos tomaste!

¡Sucio fenómeno! ¡Nos pagaras con tu propia sangre!

Vociferaban. Coreaban las misma frases de odio y repulsión hacia "ése" que inmóvil sin arma alguna solo los observaba. En cambio teniendo ellos en sus manos antorchas, trinchetes, palas... Toda clase de cosas para causar daño.

Corre. ¿No ves que te lastimaran?.

-¡Vete! ¡MONSTRUO!

¡CORRE!.

 

-Zero... Zero, despierta.

Parpadea confuso, reparando en su alrededor. Ya no estaba en esa aldea oscura. Se hallaba sobre Kaname, estando éste acostado sobre la cama con su brazo estirado hacia su dirección, mismo que sus manos sostenían, reparando que bebía de la muñeca. Trata de asimilar un poco lo acontecido y esas imágenes que inundaron su mente, posando sus ojos sobre esos ojos castaños, mismos que le dedicaban un gesto de dolor.

-Perdóname. No pude evitar que vieras eso. –pide con un gesto de dolo, tomando sus manos cada mejilla albina-

 -"Cuando vi esa solitaria figura... era la de Kaname, y por un momento, sentí lastima por él" –piensa, callando, tratando de disipar ese nudo de su garganta, y no a causa de la sangre si no del llanto que quería salir, liberando ese brazo-

Solo desvía sus ojos violetas y muerde su labio, no molestándolo esas manos sobre su rostro, mismas que se pierden por los cabellos de sus costados, cubriendo sus flequillos sus ojos.

-No te forzare a entenderlo. –alza su torso de la cama estrechando al albino, no mostrando gesto. Quedando Zero sobre sus caderas sentado-

-Solo callaste.... –toma aire. Se le había quebrado la voz–. Ni una sola palabra de negación les dijiste cuando te echaban... ¿Qué eran. Tus vasallos? –un extraño impulso lo hace alzar sus brazos y rodear esa cabeza contra su pecho–

Calla, solo recargando su mano tras la cabeza castaña, rodeándole con su otro brazo por sobre la nuca, estrechándolo contra sí. Kaname solo cierra sus ojos escuchando el sonido de ese corazón dentro de ese pecho, entregándose al descanso entre esos brazos que para él serían los más protectores.

¿Y quién era el títere?

 

 

 

En esa Academia todo se movilizaba pese a ser de noche, preparando cada detalle de ese horno que se había dejado en desuso, demostrándolo el hecho de tener algunos ladrillos faltantes. Ponían, colocaban, preparaban; ayudándose de su unión para realizarlo lo antes posible, bajo la supervisión del Presidente de la Asociación que solo puede admirar en silencio.

-Todo está bien. No hay de qué preocuparse. –pone al tanto un cazador delante de Cross-

El ojimiel únicamente suspira, no pudiendo reprimir un gesto de tristeza.

-Lo mejor es que descansen. –aconseja, saliendo de esa estancia-

Con pasos suaves sale de ese lado de la Academia, quedando frente a ese oscuro bosque. Meditando lo que ese "Todo está bien" significaba.

-Todo bien ¿no? Un nuevo Metal que se obliga a serlo... –suspira, apareciendo una brisa que levanta su larga coleta a un costado– ¿Y Zero? ¿Cómo lo tomaría?

-Te preocupe el cómo lo tome esa chiquilla o tu aprendiz? –tras suyo llega Yagari con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón, colocándose a su lado-

-Ambos.

-Por qué no vas y los visitas. Seguramente te mueres de ganas de saber cómo están.

-En serio? –gira a verlo, incrédulo– ¿Eso no te molestara? ¿No dirás que estoy abandonando mis labores como Presidente, o algo parecido?

-Me molestara más que tengas esa cara tan deprimente. A tu causa harás que no me excite para nada. Algo problemático. –suspira peinando su negro flequillo. Retirándose después-

-Quéeee??!!! ¡Hentai! >O< –gira a verlo completamente rojo de la vergüenza– ¿Uh?

Presiente una presencia entre esos árboles que se agitaban por la brisa nocturna, borrándose su bochorno, posando sus ojos tras sus lentes atentamente entre esa maleza. No viendo nada, pero si persistiendo su presentimiento. Busca con su mirada alrededor, posando por inercia sus ojos en el negro manto del cielo de enorme luna circular, pasando una horda de murciélagos.

-Hm... ¿Los abandonaras, Kaname?

 

*                 *                  *                 *               *

 

En silencio quedaba él en esa habitación de puertas cerradas teniendo esparcidos en el suelo los cojines que adornaban los sillones y sillas. Hallándose precisamente sentado sobre uno de los almohadones recargando sus espalda contra un muro, pegándose su cabellera platinada. Estando un Kaname igualmente en el suelo, pero acostado cual largo era, recostando su cabeza sobre su regazo con un gesto cálido que indicaba dormir.

Pensativo pasaba sus manos con caricias sobre la corta cabellera castaña, escuchándose la acompasada respiración de ambos dentro de esas cuatro paredes.

-Por qué pienso, que eres tú el que sufrió más? –piensa Zero-

Había quedado confuso ante esas imágenes y palabras dichas con tristeza. Necesitaba descubrir lo que estaba ocurriendo a su alrededor, abrir muy bien sus ojos y sus oídos si quería descubrir la verdad. Pero por qué temía a descubrirla.

-Kiryuu-kun, Kaname, puedo entrar? –se hace notar Ichijou con tocar la puerta-

-Adelante. –cede, posando sus ojos en esa puerta-

Se deja ver a un rubio ex Vicepresidente cargando una bandeja con té, mostrando una sonrisa, pero que se borra un poco por ver esa escena de cazador y Sangre Pura.

-Nunca pensé que vería a Kaname dormir tan plácidamente. Ni cuando estábamos en la Academia. –sin malicia opina ladeando su cabeza– "Si que Kaname está disfrutando la compañía de su ser amado"

-Es eso cierto? ¿Él estaba en la Academia? Claramente en la Clase Nocturna, pero yo no lo recuerdo. Y según he podido ver en estos días, ustedes le guardan bastante "respeto", de alguna manera decir la sumisión que le veneran. –recuerda Zero, posando sus ojos sobre los verdes-

-Eh, pues... Yo... Ah, ya recordé a qué vine ¿No quieres un poco de té? Podría dejarle a Kaname también un poco. –ofrece sonriente, rápidamente buscando la manera de zafarse de ese interrogatorio-

-Solo déjale a él. No soy partidario a esa clase de bebida. –amable propone–. Así sea japonés.

Deja respectiva bandeja con su tetera al lado de Zero, en el suelo, no siéndole imposible posar su vista sobre ese plácido Kaname. Algo insólito. Simplemente sonriendo por la fortuna de su amigo de por fin hallar su alma gemela, así fueran con mentiras. Sí, él ya sabía lo que había Yuuki hecho en la mente de Zero.

-Permiso. –sale, cerrando la puerta tras suyo-

-"Ese amor que alguna vez tuve por Yuuki, es tan distante ahora..." –piensa–. Ahora más que nunca necesito a Bloody Rose? –suspira devastado, cerrando sus ojos. Quería, necesitaba liberar su ira ¿O era frustración?–. Un poco de ambas.

Decide mejor seguir pasando sus dedos sobre esos flequillos oscuros que decoraban esa frente metiendo su otra mano al bolsillo de su chaqueta, sacando esa caja de tabletas, destapándola y levantando ese recipiente como su cabeza, posando por inercia su violácea mirada sobre su brazo ya no teniendo cicatriz alguna. Y todo gracias a esa sangre que aún estaba en sus sistema.

Desplazando sus ojos a ese cuello. Del que podría beber cuando quisiera. Niega quitando sus ojos de esa extremidad, guardando nuevamente esas tabletas.

 

 

Y dale con la posesividad...

Arqueando su ceja platinada observaba de reojo a ese castaño que le rodeaba tras la cintura pegándolo a su cuerpo, ambos sentados en un mismo sillón. Y sólo porque Kaito estaba bajo el marco de la puerta dándoles la espalda ¿Era su manera de decir acaso, "éste cazador me pertenece" o qué? Y por si no fuera poco, Ichijou los acompañaba tomando té teniendo a ese modelo de nombre Senri Shiki a su lado, adoptando muy bien la posición de Kaname, rodeándole sin expresión la cintura al rubio con un brazo mientras que con el otro cargaba a Hideki.

-Kiryuu-kun, Kaname, quieren un poco más? –ofrece Ichijou con una sonrisa un poco nerviosa. También le costaba la repentina posesividad de Shiki-

-Así estoy bien. –responde Zero más resignado por la "cómoda-incomoda" posición–. O saben algo, mejor iré a vigilar..

-Por qué? Si a quién debes vigilar lo tienes bien cerca. No veo porque debas moverte. –con una sonrisa a ojos cerrados opina Kaname-

Se atraganta Ichijou sin poderlo evitar, teniendo que toser disimuladamente, bajo la atención de un sereno Shiki.

Por otro lado, casi con un giro robótico y con una mirada asesina observa Zero a ese castaño.

-En serio que tú no notas las indirectas o planeas hacerme enojar?

Una presencia cruza al lado de Kaito, llamando su atención, quien la ve por sobre su hombro. De largo pasa Yuuki hasta quedar frente a Kaname, simplemente posando Zero sus ojos violetas sobre ella olvidando la furia provocada por ese castaño. Hace mucho que no la veía, y ahora poseía ese gesto serio entre indeciso. ¿Él era la causa?

-Oh, Yuuki-kun, no te quedes de pie, siéntate y acompáñanos. –invita el rubio sonriente–. ¿Y dónde está Rima? Lo último que recuerdo, es verlas a ustedes hablar o algo hace unas horas.

-Kaname... Kaname sólo tiene la intención de lanzar su corazón al horno y entregarles a la Asociación la Fundición. –ignora ella a Ichijou–. Su decisión no ha cambiado ni cambiara, Zero... –toma aire, fijando sus ojos sobre los atentos violetas–. Incluso salió a supervisarla. ¡Todas las noches va a la Academia sin importarle dejarte solo en cama! –posa sus ojos en Kaname–. A él solo le importar convertirse en el nuevo Metal.

-Qué? –asimila lo escuchado posando sus ojos en Kaname– ¿Eso es cierto? ¿Sigues con la idea de convertirte en las armas cubiertas de polvo y sangre de demás vampiros? ¡Responde!

-... –sólo calla Kaname observándolo con un gesto sereno-

-Eres el único Sangre Pura?! –se incorpora de golpe sin dejar de verlo– ¡No, no lo eres! ¡Sólo eres un maldito presuntuoso que quiere conseguir todo sin importar el precio! Eso fui para ti. Un reto...

-Pero soy el único Ancestro que queda.

En ese momento, y posiblemente por los gritos, Hideki llora despertando, tomándolo Ichijou para calmarlo. Decidiendo alejarse a un extremo de esa estancia.

Zero se sentía usado, herido por ambos castaños, no dejando de pasar su mirada del uno al otro. Posando finalmente su mirada en esa amiga que ahora solo se convertía en su enemiga. Sin decir palabra se va Zero pasando justo al lado de Kaito que incrédulo no dejaba de ver a ese par, regresando sus ojos a ese rostro sin expresión cubriendo su flequillo platinado su mirada. De reojo Yuuki observaba a ese cazador platinado, asimismo, en silencio veía Kaname la retirada del albino.

-Ya dejen de involucrarlo en sus problemas! Simplemente estoy aquí bajo las órdenes de la Asociación, para no permitir que algo le pase al nuevo Metal, de lo contrario, yo mismo te eliminaría, bastardo. –confiesa sin reprimir su molestia, retirándose-

-Solo te lastimas. –en calma opina Kaname-

Ichijou solo puede ver desde su posición al par de castaños en tristeza.

 

 

-Zero, ellos están jugando contigo. –logra Kaito alcanzarlo fuera de esa edificación-

-Qué? –gira a verlo-

-Bueno, el olvidar todo también es una solución, pero ¿en verdad eres el tipo de persona que cree que esto es lo mejor? ¿Perder la memoria por varias heridas luego de caer en coma...? ¿en verdad lo crees?

-Qué... dices?

-Robaron tus recuerdos. Entra en razón y date cuenta que para ellos no eres importante. Prueba que no me equivoqué.

Zero solo le sostiene su incrédula mirada al castaño, pero en medio de los árboles a un costado de ellos, presiente Kaito una amenaza dirigirse al albino, protegiéndolo con su cuerpo ante esa hoja acerada.

Cae al suelo aquel atacante a algunos metros de distancia, incorporándose, tratándose de esa morena con aquel sable, demostrando en su rostro molestia.

-Tengo que convertirlos a ustedes dos en las armas de mis amos.

-Te encuentras bien, Kaito? –inquiere Zero ayudándole a ese castaño a alzar su torso-

-Es más que seguro que esos Sangre Pura vienen para acá... –opina con una sonrisa cubriendo su hombro-

-Kaito? –ve como la cabeza del castaño se recuesta contra su pecho– ¡KAITO!

Notas finales:

No me maten!! ¡¡¡Así es el manga!! >O<


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