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Bloody Rose por lilibel vangarret

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Notas del capitulo:

Capítulo triple!!!! Se acerca el final...

 

 

 

 

A solas estaban el par de castaños en esa estancia, continuando Yuuki de pie frente a Kaname.

En cierta parte de su mente, ella se arrepentía de su acción.

-Éste es un método menos agresivo que el continuar matando a los Sangre Pura. Creí que finalmente habías aceptado que me convertiría en el nuevo metal.

-Y no te importa que eso signifique botar a la ventana todo el esfuerzo que lograste con Zero por esa decisión? –se atreve a preguntar bajando su cabeza empuñando sus manos reteniendo la molestia en ellas-

Levanta Yuuki su cabeza posando sus ojos en la ventana ante esas presencias invadir los alrededores de la mansión, igualmente lo presiente Kaname.

-Siento una energía hostil acercándose. –repara ella-

-Yuuki, quédate aquí. –se incorpora pasando a su lado–. Si son solo sirvientes quienes se están acercando, puedo encargarme de ellos.

-... –al sentir al mayor pasar, se abraza a su brazo–. ¡Deja que yo me haga cargo! ¡Tú eres su blanco!

-Yuuki, permíteme protegerlo. –le toma la mejilla, retirándole con el pulgar esa lágrima bajar por su mejilla-

 

 

 

 

 

Noche 23 La Prueba del Caballero.

 

 

 

 

 

-Kaito! ¡Kaito! –preocupado sacude ese castaño entre sus brazos, no recibiendo respuesta-

Se tensa Zero al presentir una presencia tras suyo, no asemejándose a ninguno de esos vampiros intrusos que los rodeaban.

-Se encuentra bien. Como era de esperarse, logró evitar que le hirieran algún órgano vital a último momento.

-Claro que lo está, no necesito que me lo digas. –gira a ver a Kaname por sobre su hombro, sorprendiéndose al ver cómo le ofrecía a Bloody Rose-

Frunce sus líneas platinadas por sobre sus ojos violetas en clara molestia por la sonrisa del mayor. Aún no se le olvidaba el altercado con Yuuki, por eso se la arrebata mientras dejaba a Kaito recostado contra el muro tras ellos.

-Me encargaré de ellos yo mismo. –se incorpora el cazador-

-Entiendo. –persiste su sonrisa–. Aunque sus jefes no están ¿estás seguro de poder contra todos ellos tú solo?

-Sí puedo, retrocede.

-No eres tan rudo como dices, considerando que permitiste que tu compañero saliera herido. Creo que eso ocurrió porque estabas distraído. –sin verlo opina Kaname-

En silencio observa el cazador a Kaname de reojo, no exhibiendo expresión.

¿Ese Sangre Pura lo estaba retando? ¿O era lo suficiente hipócrita? Por supuesto que estaba distraído ¡Y él tenía la culpa! Bueno, y en parte las palabras de Kaito.

Zero, ellos están jugando contigo

Robaron tus recuerdos. Entra en razón y date cuenta que para ellos no eres importante. Prueba que no me equivoqué.

Nuevamente esa punzada en su cabeza, provocándole cubrir su rostro con su mano.

-Qué es lo que quiso Kaito decir con eso?" Cállate. –descubre su mirada, mostrando un iris rojo por segundos, de la rabia hacía ese castaño–. No tengo tiempo para oír tu sarcasmo.

Esos sirvientes finalmente se abalanzan sobre ellos, realizando por lo que fueron enviados.

 

 

Su espalda la recarga en ese muro, quedando en esa estancia donde fue dejada por Kaname, bajando su cabeza en tristeza, empuñando sus manos a cada lado.

-Quieres protegerlo y a la vez abandonarlo.

 

*                 *                *                 *               *               *

 

Avanza hacía esas escaleras donde ese grupo de miembros de la Sociedad vampírica esperaban, solo pudiendo ella hincarse con pésimas noticias.

-Lo lamento muchísimo, pero Kaname-sama se interpuso. –pone al tanto esa morena-

-... –suspira esa Sangre pura, entrecerrando sus ojos–. En ese caso, no hay más opción que atacar con todo lo que tenemos.

-No dejaremos que los cazadores obtengan las armas capaces de aniquilarnos. De ninguna manera podemos permitir que ese metal renazca. –concuerda otro Sangre Pura en seguridad-

 

 

Desciende de ese auto con ese herido Kaito, recostándolo contra su cuerpo mientras avanzaban, mientras que, apresuradamente se acercaba Cross deteniéndose frente a ellos con un gesto de preocupación. Pero antes de responder, la presencia de Kaname junto a Yuuki lo deja si habla, notándolo Zero que no necesita ver para saber la razón de esa cara.

-Bueno, si nos quedábamos allá volveríamos a ser rodeados, así que hemos venido aquí.

Por otro lado, Ichijou descendía de ese segundo auto, bajan la ventana del copiloto que muestra a un preocupado Shiki cargando a su hijo entre sus brazos, teniendo a su lado la compañía de Rima.

-Ichijou, no vallas, tú mismo viste la cantidad de personas enviadas para hacerle daño a Kaname-sama, incluso saliendo herido un cazador.

-Cuida a Hideki. No dejes que regrese, Rima. Por favor. –ve a la anaranjada de coletas con una sonrisa de calma, algo que la modelo no compartía-

-Trataré.

Le da Ichijou una caricia a su niño que ríe a gusto de ese contacto, estirando sus manitas para querer alcanzar esos dedos, siendo ese gesto seguido también por los ojos azules del preocupado Shiki, quien no perdía la esperanza de convencer a ese rubio.

-Ichij... –son sellados su labios por ese beso del mayor que había metido su cabeza por la ventana-

Finaliza ese beso el mismo rubio que sale con una sonrisa. Sólo puede quedarse observándolo con sus cejas alzadas en preocupación.

Ichijou se acerca a la pareja de castaños, mientras que Zero le cedía el cuerpo de Kaito a Cross para posar su mirada molesta en Kaname, notándolo Yuuki que simplemente baja su mirada avergonzada y culpable.

Era su culpa.

 

*                *               *               *             *                *

 

Decide separar su espalda del muro luego de conocer el estado de Kaito y hablar otros temas referentes a la Fundición para retirarse, incluso estando Yuuki en esa oficina.

-Director, en verdad es necesario un nuevo metal, nuevas armas, a sabiendas que eso signifique sacrificar a alguien?

Sus pasos se detienen en la puerta por esa pregunta de la castaña. ¿Intercedía por ese castaño Sangre Pura o algo?

-Por qué no me responde? –insiste ella por el silencio de ese rubio Presidente sentado detrás de su escritorio-

-Señorita, él siempre se ha estado repitiendo lo mismo que has dicho, pero los Sangre Pura son como armas definitivas con una conciencia, mientras que nosotros no somos cazadores sin nuestras armas. –opina otro cazador en serenidad–. Estamos en una situación en la cual todos estamos en graves problemas si los Sangre Puras intenta irrumpir en la Asociación.

-Yuuki! –entra sin avisar Sayori corriendo hacía la castaño, abrazándose a ella-

Repara Zero en Yagari, de seguro como escolta de la amiga de Yuuki, simplemente sale en silencio. Necesitaba hacer algo.

En silencio desciende esas escaleras colocándose frente a esos barrotes de aquella celda.

-Ocurre algo? –inquiere Kaname reparando en ese ido gesto. Sentado dentro de esa celda, entrelazando sus piernas como los dedos de sus manos-

-No. He venido a decirte que los preparativos para la fundición no han presentado ningún problema. –describe el cazador, pero una duda taladraba su mente–. Tú... ¿En verdad piensas hacer esto?

-Jamás creí que me preguntarías eso. –exhibe una sonrisa sin dejar de verlo– ¿Quieres que te explique todo detalladamente desde el inicio?

-.... –en silencio repara en esa calma y esa sonrisa, desagradándole–. Comprendo que desde hace mucho has dejado de vivir.

Nada. Ninguna nueva expresión exterioriza ese castaño, como si fuera un maldito muñeco inmóvil.

-"Esa leve sonrisa que tiene grabada en la cara me molesta... Su manera de hablar tan monótona y sin sentimiento alguno me molesta... En verdad que ese bastardo... me molesta" –frunce su ceño-

Sorpresivamente, una fuerte punzada molesta su cabeza, provocándole cerrar fuertemente sus párpados y cubrir su rostro. De nuevo ese malestar, que incrementaba cada vez que estaba cerca a ese bastardo. De golpe abre sus ojos al sentir una caricia en su mejilla, reparando en ese castaño delante de esos barrotes y no detrás de ellos.

-Pero tú...

Es silenciado por voluntad del mayor que le toma las mejillas con ambas manos, cambiando de posiciones y recostándolo contra los barrotes.

-Se mi última noche. –dice Kaname sin soltarle las mejillas ni separarse de él-

Solo lo observa como si lo meditara, pero en realidad admiraba ese gesto que por fin exteriorizó el castaño. Debiendo estar molesto por tal cínica petición y negarse rotundamente, únicamente observaba esos ojos castaños ansiosos. Baja su mirada, ojeando una de las manos del mayor sosteniendo la reja levantada.

-De que sirve ocultarte aquí por tu supuesta protección si puedes salir y entrar. –opina Zero negando en un suspiro-

Solo sonríe Kaname reanudando el beso, bajando una de sus manos a la cadera del albino obligándolo a retroceder un paso, dejando caer esa reja al ya estar dentro. Haciéndolo retroceder hasta tener de obstáculo el muro de dentro de esa celda sin dejar de dulcemente invadirle la boca.

Se atreve Zero a descansar sus manos tras esa ancha espalda sin pausar ese ávido beso. Esta vez fue un beso largo en donde su lengua se rozaba con la de ese ser que se suponía debería odiar con todas sus fuerzas, pero cuando estaba entre sus brazos perdía toda cordura ¿Por qué? No había respuesta para describir sus encuentros y el sentimiento que estos provocaban. O él no quería descubrir esa razón.

Poco a poco se desliza por el muro mientras esas manos se metían por dentro de su gabán y él desplazaba una de sus manos a detrás de esa nuca perdiendo sus dedos entre esos oscuros cabellos.

 

*                  *                    *                   *                  *                   *

 

En la protección de esa habitación Aidou trataba de vestirse, o eso intentaba, ya que las manos de Kain lo inmovilizaban y regresaban a la cama. Solo faltándole su suéter y corbata.

-Kain, deja ya!! ¡Kaname-sama está aquí! –trata de hacerlo entrar en razón, solo cayendo nuevamente a la cama– ¡Akatsuki!

-Quédate aquí, Hanabusa. No quiero que te involucres. Algo me dice que... es posible...

-Posible qué? ¿Qué sean capaces de atreverse a atacarlo aquí? –lo ve por sobre su hombro con un serio gesto–. Pero yo debo estar con Yuuki.

-Hm... ¿Qué haré contigo? –suspira ladeando su cabeza-

Momento que aprovecha Aidou para zafársele al anaranjado y alejarse lo suficiente, levantando sus últimas prendas faltantes.

-Lo siento, pero así como tú seguiste a Kaname-sama, yo seguiré a Yuuki-sama. Sí, lo sé, anteriormente ella me caía como una patada en el vientre y eso, pero yo fui el que estuvo todo este año con ella. Ni siquiera el mismo Kaname. Yo. –confiesa con una sonrisa–. Puede ser a veces molesta ¡muy molesta!, pero... ella solo es un poco incomprendida.

-Hanabusa, solo una última cosa. No quiero que intervengas en la batalla que se avecina. No quiero verte lastimado. No lo soportaría.

Se ruboriza, mordiendo en timidez sus labios, prefiriendo acercársele y darle un profundo y apasionado beso, saliendo después.

 

*                *                *                *               *               *

 

Pausadamente escuchaba esos latidos, casi retumbando en ese sepulcral silencio.

Contra ese pecho recostaba su cabeza estando, irónicamente refugiado en los brazos de su enemigo que le rodeaban la cintura en sobreprotección y seguridad como si él fuera un objeto y le perteneciera. Y saber eso, no lo molestaba. Suspira abriendo sus ojos violetas para ver a un costado de esa celda, a causa de ambos estar en la esquina cubiertos por la gabardina del castaño. Sin poderlo evitar evoca esa desgracia, una de las tantas de su vida.

-Por qué estoy aquí? Si este es el calabozo donde Ichiru perdió su vida. En este lugar, él usó lo poco que le quedaba de su vida para decirme algo..."

Vive, y cumple tu meta.

-... –cierra fuertemente sus ojos regresando a recostarse contra ese pecho–. "Debería entender el significado tras esas palabras... Había decidido cumplir esa meta a mi manera. Y aun así... ¿en dónde dejé esos pensamientos?"

-En qué piensas? –inquiere ante esos movimientos del platinado, abriendo sus ojos-

-En tu relación con Yuuki. ¿En quién eres tú realmente?

-... –sonríe, pegando su cabeza contra la platinada–. La persona que quiere protegerte.

Mortalmente se ruboriza por esas palabras, no atreviéndose a alzar su cabeza, quedando ese lugar nuevamente en silencio.

Unos pasos interrumpe la falta de ruido posando Kaname su mirada en la entrada, deteniéndose la "visita" frente a la reja, seguido de ser esta levantada. Yuuki se sobresalta un poco por la imagen, simplemente callando.

-Así que estabas con Kaname. Tienes una visita, Zero.

-Yo? –levanta el cazador su cabeza para verla-

Se aparta ella cediéndole el paso a ese Sangre Pura.

-He venido a cumplir mi promesa. –confiesa Isaya viendo a Kaname-

Repara Zero en esas miradas que ambos Sangre Pura compartieron, para después ser vencido Kaname que cierra sus ojos en derrota.

-Conmigo? ¿Usted está seguro? –pregunta el albino sin dejar de verlo-

-Zero, ve con él. –observa Kaname al albino-

-Qué? –regresa sus ojos violetas al castaño, completamente confuso– ¿A qué te refieres?

Éste no responde en palabras, simplemente lo abraza, estrechándolo con algo de excesiva fuerza, apoyándole la mano tras la cabeza y rodeándole tras la cintura.

-Es momento que salgas de esa oscuridad de la que has querido aferrarte, Zero. Aunque me olvides, yo te seguiré recordando. Quiero que estés bajo la luz del sol. Así que, ve con él para que puedas hacerlo. –le toma la mejilla para levantarle el rostro-

-Entonces,.... en verdad lo convertirás en Humano...? –exclama asombrada Yuuki-

-Que tú qué? –perplejo dice Zero–. Tú no tienes por qué decidir por mí. Es algo que yo mismo debería decidir. –forcejea entre esos brazos tratando de alejarlos, pero, un brazo sujeta su muñeca. Ve al causante, tratándose de Isaya– ¡Eso es algo que yo debería decidir!

-No lo recuerdas.... ¿No recuerdas por qué tuviste que beber mi veneno? –fijamente lo observa-

-Tu... veneno?

¿Por qué esas palabras habían retumbado en su cabeza? Confuso  no deja de ver esos ojos que igualmente lo admiraban. Distracción necesaria para el rubio* Sangre Pura que lo hace separarse de ese castaño, dejándose inconscientemente llevar, acompañándolos Yuuki en silencio.

-Por favor, deténgase. –habla al reparar que fue sacado y avanzaban por ese camino–. Quiero seguir siendo lo que soy. No puedo perder esa maldición que se me fue dada y mucho menos ahora. Yo...¡Yo simplemente no puedo dejarlo todo y huir! –continua siendo llevado– ¡NO QUIERO DEJARLO!

Detiene sus pasos el Sangre Pura sin soltarlo.

Él mismo se sorprende por esas palabras notando incluso que estaba al borde del llanto, decidiendo liberarse de ese vampiro, empuñando sus manos.

-Joven cazador, se me ha confiado la misión de convertirte en un ser humano. Finalmente seré capaz de darle fin a este largo viaje que desde hace tiempo perdió su significado, y más, hacía un descendiente de dos grandes familias. Esta es una buena forma de darle mi vida, ya que así no habré vivido en vano. –describe el rubio*–

-Descendiente?"

Posa sus ojos en Yuuki, notando su nerviosismo. Algo ocultaba ella. ¡Algo ocultaban todos! Por eso la toma fuertemente del brazo y la estampa contra un árbol, para apresarle los hombros con ambas manos. Yuuki solo puede observar fijamente esos ojos violetas sobresaltada. En cuanto a Isaya, éste posa su mirada a un costado, entre los árboles de ese oscuro bosque.

-Por tu expresión, pareces no estar segura de qué hacer ahora.

-Has... recordado? –se atreve ella a preguntar-

-Sólo recuerdo que hay algo que estoy dejando atrás. ¿Fuiste tú, verdad? ¿Fuiste tú quién me arrebató aquello que era preciado para mí?

-Dejaré esto de convertirte en humano para después. –interrumpe Isaya, viéndolos por sobre su hombro–. Tenemos un imprevisto, han venido a atacarnos.

-Entonces yo también iré. –intenta la castaña liberarse, impidiéndoselo el albino-

-Devuélvemelos.

-... –ella solo lo observa en silencio-

-Devuélvemelos. –insiste colocándose tras ella, y pegándola contra su cuerpo–. Mis recuerdos. –abre su boca exhibiendo ese par de colmillos-

-...–intenta gritar pero esa mano en su boca se lo impide, solo sintiendo la presión de esa mandíbula en su cuello–. Ze... ro. –cierra sus ojos por inercia ante esa dolorosa presión, sintiéndose rodeada por esos brazos–. Ah... –jadea de dolor abriendo sus ojos, pero después pierde el conocimiento, siendo sostenida por el propio cazador–

-Ichiru me dijo que viviera y cumpliera mi meta. Pero todo este tiempo había tenido miedo. No había enfrentado a mis verdaderos sentimientos. –limpia con el dorso de su mano su boca­–. Voy a protegerlo, como alguna vez hice contigo.

Entre abre ella su ojos castaños en tristeza, no durando por mucho ya que finalmente pierde el conocimiento.

Carga entre sus brazos a esa chica, avanzando hacía la Academia.

-Oigan! –llega Aidou luego de haber percibido la sangre de esa chica que era cargada– ¿Qué están haciendo a estas horas?

-Aidou-senpai, cuídala. –se la cede para salir apresurado a correr–

-Eh?! ¡¡¿Oye!!

Ignora a ese rubio para salir a correr hacía esa edificación.

-Sé que puedes oírme, Kuran Kaname! ¡Sé qué crees que tienes el derecho de decidir por mí solo porque eres mi Ancestro, pero...! –muerde su labio tomando aire y valor–. Si no hay nadie que te haga cambiar de opinión, entonces hazlo, pero si dices amarme ¡VEN AQUÍ Y PROTEGE ESTA ACADEMIA CONMIGO!

Siente esa horda de murciélagos aletear, provocándole girar a ver, tratándose de Kaname. Decide acercársele y tomarlo de la nuca para besarlo, no importándole ya nada, solo entregarse en ese gesto.

 

 

Frente a la puerta principal custodiaban esos desprotegidos cazadores, no sorprendiéndose del gran número de vampiros invadir los alrededores, no exteriorizando la muerte segura que tendrían a causa de la falta de armas.

-Vampiros Sangre Pura y Sirvientes, largo de aquí, este lugar es la sede de la Asociación. –ordena Yagari–. ¡¿Acaso están intentando iniciar una guerra entre vampiros y humanos?!

-Así es. Lucharemos hasta que ustedes nos entreguen al líder de la Familia Kuran. –toma un Sangre Pura la vocería, delante de esos cazadores–. Y si no tenemos suficientes soldados, solo tenemos que ir a "reclutar" algunos humanos. ¡Vamos, ataquen!

Necesaria y suficiente orden para esos sirvientes que se abalanzan como fieras sedientas sobre los cazadores, pero, a tan solo de alcanzar pocos pasos de diferencia, son quemados al instante quedando solo sus cenizas en el suelo frente a los cazadores.

-El convertir a humanos en sirvientes en contra de su voluntad es un pecado para los Sangre Pura. –recuerda una Ruka ya recuperada, al lado de Kain, estando incluso Ichijou sobre una de las columnas de la entrada-

-Ustedes... –reparan en esos ex Clase Nocturna-

-Les ayudaremos. Odio a esos tipos. –llega Shiki acompañado de Rima–

-Va a ser difícil para la Asociación encargarse de todos ellos solos.

-Así que viniste... vinieron. Pese a que se los pedí –repara Ichijou en ellos– ¿Y dónde dejaste a Hideki?

-En un lugar seguro. –lo observa el modelo con la mano en el bolsillo de su pantalón-

-Vampiros de Sangre Pura aquí reunidos ¿Están dispuestos a cometer un pecado más grave que el de Kaname? –se dirige Takuma desde arriba–. He sido cómplice en varios crímenes, pero eso no significa que pueda dejar pasar esto por alto.

-Que insolencia frente a los Sangre Pura. El vivir tan cerca de humanos y cazadores te ha envenenado ¿verdad? –despectivamente habla el que "aparentaba" ser el más joven de los Sangre Pura-

-Sí, así es. –sin dejarse amedrentar confiesa el rubio desenvainado su Katana– ¡Tienes razón!

-Atáquenlos!

Simple inicio de una batalla campal y sin tregua, no entre dos razas, sino entre los vampiros en contra y a favor del Sangre Pura Kaname Kuran. Defendiéndose los cazadores como podían con las pocas armas a sus manos, incluso teniendo que compartirlas, debiendo dividirse en grupos con un Noble-aliado.

Como en el caso de Yagari que se defendía con esa espada habiendo desprotegido esa puerta, dejándole su espalda a Ichijou.

-Te está resultando complicado? –inquiere el rubio viéndolo por sobre su hombro-

-Claro que sí! ¡Esta es la única arma que poseo y no estoy acostumbrado a utilizarla! –confiesa, aun así continuaba sosteniéndola con firmeza–. ¡No sé cuánto más aguantará esto y las paredes de esta Academia que fueron construidas con el mismo metal que ésta arma!

 

 

En cuanto a los modelos, Shiki se distrae para ojear como se defendía su rubia pareja y si aún estaba con vida, provocándole ser protegido por Rima en "envolver" con sus rayos a ese humano convertido, causándole la muerte.

-Concéntrate! ¡Es obvio que el vivirá para ver a su hijo! ¡Haz lo mismo! –aconseja ella con poca expresión, viéndolo de reojo por sobre su hombro-

El pelimarrón solo puede sonreír ante ese regaño de su incondicional amiga.

 

 

-Ruka! –avisa Kain esa amenaza-

A tiempo ella esquive esa mano de afiladas uñas para ordenarle a otro Noble bajo su manipulación mental defenderla y atacarlo.

No siendo suficiente para el anaranjado que se coloca delante de ella.

-Retrocede un momento, son demasiados.

-Debido a la cercanía de los Sangre Pura me es difícil utilizar mis ilusiones. –pone al tanto, notando que por poco ella es la manipulada–. Y tú protégete, no quiere llevarte a medias con Aidou. No quiero que me culpe por tu irresponsabilidad. –bromea medio en broma medio en serio-

-.... –por segundos la observa. Ya estaba claro para él que Ruka y él solo podían quedar como amigos-

Múltiples Nobles y cazadores combatían tratando de proteger la entrada de esa edificación que aún se lograba mantener en pie pese a las circunstancias.

Pero, se dejaba ver en claro que eran superados en número, demostrándolo en ser abierta la reja de un golpe y cruzando varios sirvientes la entrada.

-Han abierto la puerta! –repara Yagari bastante alejado de la entrada-

-Dónde está el líder de la Familia Kuran?!!!

-Encuéntrenlo!!! –ordena a esos soldados-

Agitadamente corrían, casi a desbocados caballos en un camino empedrado, deteniéndose de golpe a causa de ese par de obstáculos en medio de la entrada.

Sostenía en firmeza el mango de esa arma del mismo color de su cabello, demostrando la determinación en su rostro, y a su lado, lo acompañaba aquel objetivo de esos vampiro.

 

 

Involuntariamente detiene sus pasos para posar sus ojos aguamarina a su costado, logrando ver una gran llamarada de fuego alzarse para después movilizarse a un grupo de vampiros del bando enemigo. Claramente perteneciendo ese fuego a ese del cual estaba preocupado, olvidando por completo ese bulto de huesos y carne en que se convertía esa castaña que empieza a moverse suavemente entre sus brazos, mostrando ganas de despertar.

-Oye, resiste! –recuerda Aidou el desangramiento que ella vivió-

-Idol-senpai... –entre abre sus ojos alzando su cuello, frotando su nariz en el cuello del rubio–. Senpai...

-Eh? ¿Oye... qué estás haciendo?

-Sangre....

-Qué?

Sin preverlo, ésta se le lanza al cuello, empezando a succionar sin permiso.

-EY! –cae en cuenta lo que eso conllevaba– ¡Espera! ¡No! ¡Hay cosas que no quiero que sepas!

De nada sirve, ya su intimidad había sido violada y su cuello. Eso debía ser un Karma por él haber bebido sin permiso de ella cuando era Yuuki Cross. Más decaído que cuando Kain lo dejó alguna vez se deja caer arrodillado al suelo, mientras que sus fuerzas robadas mantienen a la castaña en pie.

-Gracias, senpai. Iré por Artemis! –apresuradamente se aleja-

-O-Oye... Maldita sea. –exclama cubriendo con su mano ese lugar que ni siquiera Kain había bebido de él-

Solo esperaba que Kain no fuera celoso.

Con un suspiro saca esa caja de tabletas, "echando" a su boca las que pudiera para pasar ese desangramiento del que fue él víctima.

-Ufff... Eso debería ayudarme a mantenerme en movimiento. –limpia su boca con el dorso de su puño– ¿Uh?

Una mancha negruzca se hace presente como una nube de polvo, no dándole tiempo a asimilarlo, ya que es secuestrado por esa castaña que lo toma del cuello de la chaqueta.

-Vamos, Aidou-senpai, hay que proteger a la Academia, a Zero y a Kaname!! –avanza con esa hoz en su otra mano, llevando esa bandera humana (entiéndase, Aidou) que se ondeaba-

 

 

Un certero disparo como un nueva baja de esos lacayos. No quitando sus ojos violetas de esos objetivos que se aproximaban como moscas, con tal de lograr su objetivo.

-Gracias a tí mi vida fue deformada, pero aún así, no quiero dejar que esos espantosos vampiros que vienen hacía acá hagan lo que quieran. Es por eso, que por mucho que lo odie no puedo dejar que te atrapen.

Baja su mano ante ese par de vampiros haberse dividido y la energía de Bloody Rose debilitarse, reparando en esa nueva maniobra usada para cruzar a como diera lugar. Prefiriendo Zero maquinar una solución certera.

-Y sólo para que lo sepas, esto no lo hago por tu manipulación ni mucho menos por ser "familia". Esta es mi propia decisión. –empuña de nuevo esa arma–. Derrotémoslos juntos, porque después de que esto acabe necesitamos hablar.... solamente tú y yo.

-"Para este cadáver andante en que me he convertido, fuiste la llama de la vida, la luz en mi corazón, que me dio la alegría de ser necesario nuevamente...." –no responde el castaño, solo lo observa con una sonrisa-

Presiona el gatillo solo alcanzando a uno de ellos, siendo el de su costado contrario, cerca de Kaname consumido por las llamas. Solo ojea al castaño en silencio.

-No se rindan, ataquen!! –ordena un persistente vampiro-

Prefiere enfocarse luego de decir lo que pensaba, estirando en firmeza su brazo, no notando esa mirada de Kaname que cambia a tristeza sin dejar de verlo, prefiriendo alejarse con pasos lentos. En medio de su retirada se encuentra con ese rubio bañado en sangre y que firmemente sostenía el mango de su katana.

-Sé que es inútil tratar de detenerte pero... ¿vas a hacer eso sin importar nada? –se atreve Ichijuo a pregunta, no siendo respondido, antes, continua el castaño su camino–. Ya veo. Comprendo. Al final... así es como eres.

 

 

Finalmente llega Yuuki de la mano de Aidou a esa puerta donde mayormente se enfocaba la batalla.

Ve a un costado, reparando en ese albino que luchaba en solitario con un par de vampiros enemigos que lograron traspasar.

-Zero! –llama al albino, logrando su atención–. No está...

Repara el cazador en la falta del castaño paralizándolo y haciéndolo ver hacía la Academia, aterrándose.

 

 

Cada escalón lo cruza sin demostrar en sus pasos la tristeza que eso le causaba para poder quedar frente a ese orificio preparado y nuevamente en uso. Latentemente en su mente tenía el rostro de las tres personas que en su vida le han importado. Pensaba en todas y cada una de las decisiones que lo llevaron hasta ese extremo. Usó, hirió, mintió y demás maneras puso a prueba por conseguir lo que deseó. ¿Y ahora,... para qué? ¿Para abandonarlo?

-Ya es hora... –apoya contra su pecho su mano–. Este es el momento en que mi corazón que no puede dejar de latir es necesario para detener otros corazones que no dejan de latir.

 

 

Olvidándose completamente del mundo y de esa batalla baja su mano que sostenía esa pistola, posando sus ojos  violetas en esa edificación, apoyando repentinamente su mano en su pecho, donde se localizaba su corazón.

Su corazón había sido desgarrado...

-No.

Notas finales:

Faltan unos cuantos Capítulos para finalizar....


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