Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Bloody Rose por lilibel vangarret

[Reviews - 54]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Primera parte del final.  No tenía imaginación así que salió esto… Espero no aburrir. U_U

Thorny Blood: Sangre Espinosa.

-No responde, y no puedo quitársela. Está bebiendo más de la cuenta. –describe Yuuki insistiendo en quitarle el arma-

En medio de su angustia consigue desprender esa arma de esos blancos dedos, pero persistía la inconciencia del cazador. Rubio y pelinegro se acercan, comprobando su signos vitales, bajo la preocupada mirada de la castaña. Asombrándose Cross que posa sus ojos miel sobre Yagari para luego desplazarlos en ese castaño dentro del cristal.

-Qué sucede, Director?

-No puede ser que se haya dejado vencer. Pensé que lucharía por más tiempo. –exclama Yagari en molestia, quedando sentado en el suelo–. Ahí tienes los resultados de haber permitido esa dichosa unión, Cross. –pasa su mano por su negra cabellera sin dejar de ver ese cuerpo inmóvil que sostenía su pareja–

-Qué pasa? –insiste ella por esos rostros de tragedia-

-Pasa que al final Kuran se lo llevo a la tumba! –busca sus cigarrillos para calmar su dolor. Al lograr tener uno en su boca lo toma, pero para después arrojarlo-

Ella no entendía nada y por qué la molestia del pelinegro. Solo ve a Cross levantar a Zero del suelo, recargándole la cabeza contra el hombro y perdurando su brazo izquierdo como el de un muñeco sin vida.

-Decidió adoptar la solución que alguna vez Kaname tomó. O como muchos Sangre Puras cuando ya están cansados de la vida. Poco a poco su cuerpo realizara ese proceso de descomposición.

Qué? Entonces...

-Así es. Al final buscara la muerte. Lo único que podemos hacer es ponerlo en un cómodo lugar y velar su sueño. –describe ante esos labios de Yuuki moverse pero no pronunciar palabra-

Inmóvil queda en ese cuarto. Las dos personas que amaba.... la abandonaban.

 

 

 

 

Noche 27 Todo por ti.

 

 

 

 

...Años después.

Entre esa solitaria calle sus suelas corrían, no perdiendo sus ojos castaños a ese fugitivo de vista, sosteniendo en su mano esa larga vara de metal. Sus pasos se detienen en medio de ese pavimento por ver esa silueta dar un salto, siguiendo su mirada ese trayecto ascendente hasta caer sobre los tejados saliendo a correr, consiguiendo una gran brecha.

-Lo ves? –inquiere en pie sin moverse del pavimento por perder a ese vampiro de vista, posando su castaña mirada en el tejado de esa casa construida a su lado-

-Síguelo desde abajo! –propone en respuesta ese platinado sobre esa casa-

Ahora, ese seguimiento es continuado desde los tejados por esa tercera presencia, un platinado que usaba esa oscura gabardina, quien ve a ese vampiro arrojarse al vacío al terminar el camino. Sin dudarlo ni miedo alguno se lanza el cazador igualmente al vacío, hincándose para amortiguar el salto, sacando rápidamente de su abrigo esa negra pistola para apuntarle a su acorralada víctima.

-Das un solo paso más y me encargare de que mi Thorny Rose* sea lo último que veas.

El vampiro fugitivo simplemente gira a ver a ese cazador platinado que sujetaba esa arma.

-Cómo un Sangre Pura es un cazador y pretende cazarnos?

-Simplemente continuo el Legado Kuran.

-Niisan, cuidado arriba!

Súbitamente ve ese joven cazador platinado por sobre su hombro, reconociendo un nuevo vampiro lanzarse con sus manos en alto a su dirección, solamente permitiéndole a cambio dar un paso en retroceso. Sin embargo, una negra hoz de media luna aprovecha el espacio libre dejado para pasar y clavarse en el vientre de ese Nivel E mientras aún estaba en el aire cayendo al suelo solo sus cenizas.

En ese momento, resonó un disparo cercano al albino, viendo como había quedado ese primer vampiro con sus manos estiradas que quiso aprovechar esa distracción para atacarlo. Cae desintegrado dejando una montaña de cenizas, permitiéndole ver al dueño de ese disparo en pie sujetando su escopeta.

-Maestro Yagari.

Ve el platinado como ese pelinegro se le acercaba dándole un "zape" en la cabeza, por poco desnucándolo.

-Por qué desprotegiste tu frente? –saca Yagari un cigarrillo que sujeta entre sus labios-

-No se supone que había dejado de fumar por la insistencia del Presidente, su pareja? –"contra ataca" ese joven platinado de ojos castaños, sobando su parte afectada. Eso no se iba a quedar así-

-Él no está aquí para verlo, y no estamos hablando de mi vida privada sino de tu forma de tirar a la basura todas esas horas que tomé para entrenarte. Para entrenarlos. También tú tuviste la culpa, Haruka.

-... –baja el castaño de ojos del mismo color su cabeza avergonzado, no dejando de sostener con ambas manos esa vara–. Es que me tomo por sorpresa que saltara a los tejados cuando yo lo seguía. Lo siento, Maestro Yagari.

-No es de pedir perdón, piensen qué le hubiera tenido que decir a Cross si alguno de ustedes salía herido. Ése los ama como a sus nietos, así que no me sorprendería sus discusiones y lloriqueos. Y eso, no está esta noche dentro de mis planes. –bota una bocanada de humo el pelinegro-

-No estoy acostumbrado a usar el arma de Papá. –dice Ichiru a su defensa viendo esa negra pistola que sostenía-

-Ya, Yagari. El chico tiene razón. Hasta tú mismo has tenido ese problema de adaptación con un arma. –intercede un apuesto hombre castaño acercándose a ellos con una sonrisa–. Es de sorprender que a esa corta edad la maneje también como su padre, y que estas se dejen usar. Y no hago referencia a Kuran Kaname. Y para nuestra sorpresa, Haruka pese a ser el menor se parece enormemente a Zero, en ese sentido.

-Eh? ¿Yo? No, eso no es cierto. –se ruboriza el nombrado–. Niisan es mejor que yo en todo. Yo no sabría cómo usar a Thorny Rose sin sentirme paranoico porque "ésta" me lastime, solo sé usar a Afrodita.

-Ya, ya. No es un examen. –le palmea Ichiru la cabeza a su gemelo en serenidad–. Ya es hora de que regresemos a casa. Hay que descansar ¿Vienen? –inquiere tomándole la mano a su hermano-

-Alguien debe escoltar a los futuros cazadores ¿no? –bromea Kaito siguiendo a los menores-

 

*                 *                 *                *                *               *

 

Sacudiendo su cabellera avanzaba Ichiru por ese pasillo, bostezando, buscando a ese hermano de cabello castaño que no encontró en su cuarto. Desplazándose por todos esos silenciosos pasillos y corredores de esa enorme edificación a la que cualquiera se perdería. Desde niño siempre le sucedía eso. Perderse en esa mansión que le recordaba a sus padres, incluso ahora a él le costaba ubicarse con tanto aroma rondando en el ambiente. Antes, de milagro percibía a su gemelo, ya habiéndose adaptado a tanto "aroma Kuran" en el aire. Como en ese momento que lo dirige hasta la última estancia, viendo precisamente a Haruka de pie fuera de ese cuarto y no dentro. Pero si estando la puerta entre abierta permitiéndole asomar su castaña mirada dentro.

-Qué haces aquí? ¿Y por qué aún no has entrado? –tras Haruka le susurra-

-Estará dormido? –sin dejar de ver a dentro le pregunta a Ichiru-

Repara Ichiru en lo que estuviera robando la atención de su familiar, notando un bulto recostado sobre ese ataúd. No haciéndosele extraño ese visitante. Decide tomarle la mano a su indeciso hermano, quien de seguro llevaba varios minutos esperando en silencio, y conociéndolo temía a interrumpir, para penetrar ambos en ese mausoleo dentro de esa casa, deteniéndose a pocos pasos de ese castaño arrodillado en el suelo recargándose a un costado de ese rectangular féretro horizontal, descansando su torso y brazos en la tapa, ocultando su rostro.

-Otousan, ya amaneció ¿Desde cuándo estas a su lado? –pregunta Ichiru viendo esa inmóvil espalda, rozándose algunos cabellos castaños con su negra camisa. Preocupándolo el no recibir respuesta– ¿Otousan?

-Pensé que no entrarías, Haruka. –opina, recién abriéndose sus ojos castaños. Se había quedado dormido sin haberse dado cuenta– ¿O es qué me temes?

-Ah, no. Yo... –balbucea por esa conclusión, bajando su mirada apenado por dar a entender algo así–. No quería molestarte, Otousan. Sé que te gusta estar a solas con él, pero también estaba preocupado al no ver que te movías. Nunca te temería, eres mi padre.

-Lo harás? –inquiere repentinamente Ichiru-

Extraña a Haruka esa pregunta sabiendo lo que conllevaba, obligándolo a girar a ver a su hermano mayor.

A cambio solo sonríe Kaname sin retirar sus manos de esa tapa, palpándola con sus yemas. ¿Era tan predecible?

-Así es. –responde el padre-

Se miran el par de gemelos ante esa respuesta que por mucho tiempo fue evadida y que a la vez estuvieron esperando. Viendo a ese castaño mayor finalmente retirarse de la tapa e incorporarse después. ¡No era una falsa alarma! ¡Su padre iba en serio!

-Acompáñame, Ichiru. Deja a Haruka con él. Lo que menos necesita es sentir más de un Kuran a su alrededor.

-Pero Otousan, yo aún no estoy seguro de...

-Estarás bien –le interrumpe el mismo Ichiru tomándole la mejilla dulcemente–. Todos los que dicen que tú te pareces a Papá no se equivocan. Tú eres más Kiryuu que yo mismo. Además, estaremos fuera por sí... ocurre algo ¿De acuerdo?

Asiente Haruka resignado, él también quería a su segundo padre con él, recibiendo un beso de su gemelo en su mejilla quien se aleja acompañado de su padre castaño.

Haruka solo ve esa puerta cerrarse sumergiéndolo a un sepulcral silencio, quedando frente a ese féretro.

Hace tantos años espero esa decisión de tener a su padre platinado a su lado y cuando se enteró que "los había dejado", el más afectado fue él.

Pese a tener la compañía de su tía Yuuki y tantas personas que querían tomar el papel de esas figuras paternas que carecían, siempre quedaba ese vacío de haber sido abandonado por ambos progenitores. Pero nunca se imaginó que él sería el encargado en despertar a ese cazador acostado dentro. Se hinca, mordiendo su muñeca y reteniendo ese sorbo de su propia sangre en su boca, encorvándose hasta alcanzar ese rostro y juntar sus labios.

 

Contra el muro, a cada lado de esas enormes puertas se recargaban padre e hijo, esperando en sumo silencio, compartiendo la misma preocupación por ese otro miembro de su familia.

Ichiru de reojo observaba a su padre, reparando en su figura, recordándole su físico a su gemelo, teniendo de él solo sus ojos y sangre. Porque él era un Sangre Pura pese a haber sido dado a luz por un cazador. Y no cualquier cazador. Del Linaje Kiryuu.

-A Cross-san y al Maestro Yagari les escuche alguna vez un comentario que me dejo bastante intrigado y que por años me dejo indeciso a preguntar. ¿Es cierto que tú eres el Ancestro Kuran?

-Si así fuera...? –gira Kaname su cuello a verlo-

-No lo sé. –se encoge de hombros sin verlo–. También escuche que tengo la curiosidad de mi padre.

A cambio, Kaname sonríe negando. Era como tener a Zero y a Ichiru juntos. Todo un peligro que ya sabía manejar.

-Sucedió algo para que te decidieras al fin en despertarlo? –Inquiere nuevamente Ichiru con una mano en el bolsillo de su pantalón-

-... –apoya Kaname la mano sobre su pecho con una sonrisa, donde se alojaba su corazón–. Los vampiros no somos seres pacientes.

-NIISAN!¡OTOUSAN!

Escuchan ese grito de miedo del castaño menor dentro, obligándolos a entrar, viendo con asombro a Haruka en el suelo con ese platinado de largos cabellos rozar su espalda sobre él lamiendo con ansias ese cuello cercano.

-Haruka! –se asombra Ichiru que inconscientemente saca su arma para apuntarle a su propio padre– ¿Uh?

Ve el dorso de la mano de Kaname apartarle suavemente el arma, pasando a su costado mientras se hincaba al lado de ese recién despertado cazador, hiriendo su cuello con sus propias uñas mientras veía el latente temor en los ojos de su copia juvenil.

-No te asustes, Haruka. Es su instinto, y tu sangre mezclada le causo "curiosidad". –describe, peinándole la cabecilla a su hijo-

-Otousan... –balbucea Haruka desde el suelo-

Pronto esa nariz olfatea ese nuevo y penetrante aroma, apartándose de ese cuello para levantar su cabeza y posarla en ese hombre colocado a su lado, no viéndose su mirada a causa de ese alargado flequillo de años, exhibiéndose de su rostro unos labios que se separan respirando sonoramente.

Poco a poco estira sus manos de largas uñas para tomar ese rostro ente ellas, ubicándose en ese cuello sangrante y abriendo completamente su boca que deja a la vista una acolmillada dentadura, misma que se clava en esa piel contraria que se ofrecía sumisa.

Sucediendo todo bajo la atenta mirada de Ichiru, que en silencio observaba incrédulo a esa bestia que alguna vez fue un racional cazador.

-Salgan de aquí y por ningún motivo regresen. –deja en claro Kaname-

Ichiru ve a su hermano inconsciente, seguramente por la pérdida de sangre a causa de esa herida en su muñeca, tomándolo entre sus brazos para salir. Solo dando una ojeada por última vez.

 

En cuanto a Kaname, toca su espalda el suelo por decisión del mismo albino que bebía ansiosamente ese líquido que hace mucho no tocaba su boca, aferrándose a su cuerpo con firmeza; no prestando atención que sus uñas se clavaban en la carne cercana.

Temía. En medio de esa succión necesitada de ese albino temía a que ese cazador lo hubiera olvidado a causa de esos 10 años de inconsciencia. Que al abrir sus ojos a la realidad no lo reconociera, por eso se aferraba a esos recuerdos que le trasmitiría su sangre.

Asombrosamente esa boca del cazador cesa, sintiendo esos colmillos separarse junto a un suave beso sobre esa herida. Alzándose ese torso quedando sentado sobre sus caderas, ubicándose esas manos sobre su rostro que incrédulo lo palpaban.

-Ka... n-na... me?

-Ese soy yo. –toma una de esas manos que se apoyaba en su mejilla–

Esas manos albinas se desplazan a su cuello cicatrizado, reconociendo un rojo ojo entre un espacio de esa mata grisácea en que se convertía esa cabellera, admirándolo desde lo alto con molestia, misma que materializan esos dedos que empiezan a presionarse en su conducto respiratorio, ayudándose de sus uñas. Sin embargo, Kaname no demuestra dolor alguno aunque su cuello nuevamente fuera herido. ¿Quería lastimarlo? La única manera que pudiera lastimarlo es que sus hijos o el mismo cazador fuera el herido.

-Recién despiertas y lo primero que quieres hacer es regresarme al sueño eterno. ¿O es que mi sangre te atemoriza?

Ninguna respuesta, no cediendo la presión, sustentándose sus ideas. El ser un vampiro, y a un peor, un Sangre Pura, retaba a ese cazador encima suyo. Prefiere alejar esa rabia tomándole la nuca y bajándolo hasta su rostro, atrapándole los labios en un beso suave y dulce. Ese beso hace que Zero recuperara la calma y abriera exageradamente sus ojos rojos en sorpresa apareciendo su color violáceo original asimilando mejor las cosas. ¡Kaname estaba con vida! Rápidamente desplaza sus dedos a ese pecho para palparlo.

-Tu... tu corazón... late. Late. –incrédulo se aparta para comprobar esos latidos en sus dedos– ¿Cómo? Yo recuerdo la fundición... entonces yo, caí en estado de inanición... –calla, viendo ese féretro. Empieza a detallar esa habitación como un pequeño recién llegado al mundo–. Ahora entiendo porque sentía dos presencias hablarme, la tuya y la de Kuran Rido.

-Por eso deseabas matarme. Solo te defendías del que creías te haría daño ¿no?

-Sí... ¿Cuánto tiempo llevo? –posa más sereno sus ojos en Kaname-

-10 años.

-... –no se asombra Zero que no dejaba de admirar a ese castaño–. Entonces tú... ¿Hace cuantos años despertaste? ¿Los mismos diez años?

-Hace 3 años que abrí los ojos.

-15 años... 15 años tiene nuestros hijos. –murmulla sin verlo, pensaba y sacaba conclusiones–. Hm... Pobre Yuuki con ese par de adolescentes ¿Y cómo tomó ella tu despertar? –no le responde él, simplemente alza su torso para tomarle la mejilla– ¿Kaname? –solo una sonrisa en respuesta– ¿Dónde está ella? ¿Qué le hiciste?

Se aparta de esa cadera para tratar de incorporarse, pero esos brazos rodean su cintura impidiéndoselo, aun así persiste quedando sentado en el suelo y el castaño tras suyo pegado a su espalda.

-Dónde está Yuuki?!

-Aquí. Con nosotros. Abrazándote.

-No... No. –niega con su cabeza con su mirada violeta exageradamente abierta–. No ¡Mientes! No...

Desde que despertó y bebió la sangre de Kaname creyó sentir a la vez a Yuuki. Ahora, confirmándose su temor. El corazón de Yuuki, ahora el corazón de Kaname.

-Se necesitaba alguien con una línea directa Kuran. Ella lo sabía.

-Es mi culpa. Es mi culpa ¡ES MI CULPA! –cierra fuertemente sus ojos con dolor-

-No pienses en eso, papá. –se atreve Ichiru a penetrar, acercándosele lentamente–. Ella solo quiso lo mejor para tí, porque sabía más que nadie que merecías ser feliz –se hinca frente a él tomándole la mejilla con un gesto de dolor–. Y Haruka y yo lo supimos más que nadie, así que no te culpes, porque todos seriamos culpables. Y ella... antes de tomar esa decisión nos dijo "sólo espero que Zero no se culpe por algo que yo misma decidí"

-Así era ella. –recarga su frente contra la de su hijo mayor, mezclándose sus cabellos–. Así era ella. –pierde la conciencia cayendo su cabeza recargada sobre el hombre de su hijo, continuando los brazos de Kaname rodeándolo-

-También la extraño, papá. –le toma Ichiru la mejilla, retirando con su pulgar esa única lágrima que liberó-

Notas finales:

El próximo es el FINAL!!! >O<


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).