Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Bloody Rose por lilibel vangarret

[Reviews - 54]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

RRRReeggrrreesssseee. Pertdon la demora, pero es que me estaba actualizando en cierto anime que me enloquece. ¡Kuroshitsuji! >////<

 

 

 

 

Dentro de ese fuego arroja ese órgano que aún en su mano demostraba querer aferrarse a su palma en cada latido, pero ya no había marcha atrás. Cae arrodillado mientras era consumido lentamente bajo sus ojos.

Bajo la entrada se detiene Zero de golpe ante esa imagen, no siendo el único, Yuuki lo había seguido hasta la Fundición. Encontrándose la mirada violeta con la castaña serena.

-Kaname...

-No es posible... Tú... Esto no debería haber sucedido. –incrédulo niega el cazador con su cabeza, aproximándose a él–. ¿Dónde...?¿Dónde está tu corazón? ¡¿Dónde?! –palpa su torso a punto de sacudirlo-

-Allí... en la Fundición. Derritiéndose y regenerándose repetidamente. –en calma observaba esas llamas alzarse y volver a serenarse–. No puedo hacer crecer otro corazón en mi cuerpo.

-Hay que sacarlo! –estira su mano pero su cuerpo es rodeado por los brazos del mayor que le impide avanzar– ¡Déjame, bastardo! –forcejea tratando de alcanzar algo que no podía ver, pero más era apresado-

-Es demasiado tarde. Mi corazón ya se encuentra dentro del horno. Pronto este cuerpo dejara de moverse, perderé la conciencia y "yo" continuaré existiendo como numerosas armas.

-No... –cae el cazador arrodillado ante el jalón de esos brazos–. Fue mentira. Todo lo que dijiste... prometiste. Todo... Todo... ¡TODO FUE MENTIRA! –cubren sus flequillos sus ojos violetas, dejando en el suelo su arma-

-Por favor, no digas eso, es como si yo no hubiera sido feliz. Sabes qué me diste en estos últimos meses, la emoción de que haría lo que fuera para protegerte. Conforme recuperaba los recuerdos de ese pasado tan largo y solitario, ese sentimiento fue el único que me sirvió para continuar hasta hoy.

-Yo no soy ella, no lo soy.

-No. Eres una parte de ella, un rayo de luz que alumbraba el camino delante de mí. Pensé que podría protegerte desde lejos, pero mientras pasaban los días me arrepentía de haberte dejado ir. Y entonces, me rendí ante mi deseo. Fue mi error, no pude detenerme, y para deshacerme de esas contradicciones te fui lastimando cada noche.

-Aumentado mi sed y debilidad. –sonríe en ironía sin descubrir su rostro al recordar, por no decir cada noche que pasaron juntos-

-Al final, incluso te mostré parte de mi pasado, preguntándome si me aceptarías o no. Fue mi decisión protegerte y el hacerte cometer esos errores, y no me arrepiento de nada. Pero, –ve por sobre su hombro a Yuuki-

Quien en silencio desde su posición lloraba las lágrimas que Zero no derramaba.

-Pero debo redimirme de todos los pecados que he cometido. Lo comprendes ¿no es así, Yuuki?

-Seguramente la gente afuera debe de estar sacrificándose en vano uno tras otro, probablemente por tu causa. Sin saber que... no sirve de nada. –opina Zero–

-Por eso, ya no desperdicies tu tiempo tratando de detenerme.

-No quiero esto... Para esto. ¡NO LO QUIERO! –presiona sus dedos en esos brazos que no perdían su fuerza–. No quiero entenderlo ¿Realmente crees que esto es lo mejor?

-Lo diré de nuevo, Zero, no estoy triste, porque hay una luz al final de mi camino. –toma esa cabecilla platinada que recuesta contra la suya-

-... –repara en esa arma a su lado, tomándola–. Bloody Rose está muriendo. Así que supongo que debo agradecerte. Sin embargo no voy a perdonártelo.

-Está bien. Viviré con tu enfado. –bromea con una sincera sonrisa-

Regresa Kaname sus ojos a la chica, brindándole la mano, acercándose ella en silencio sin tener que insistirle, siendo rodeada su cintura por el brazo del castaño.

-Siempre he mantenido mis ojos entrecerrados pero he llegado a entender que ustedes dos deben estar juntos. Quiero... que ustedes estén juntos.

Completa sorpresa en ambos no asimilándola ninguno ante el desplome del mayor entre los brazos de Zero que queda inmóvil demostrándolo sus ojos exageradamente abiertos. Muerde el cazador fuertemente sus labios hasta hacerlos sangrar, para estrechar ese cuerpo inmóvil contra sí. Yuuki solo contenía la respiración y ese jadeo que quería salir de su garganta, incorporándose. Yéndose. Por otro lado, Bloody Rose finalmente se consume, "dirigiéndose" ese metal al horno, notándolo ese inexpresivo cazador que continuaba con ese cuerpo contra el suyo.

Roza la castaña al descender con ese rubio que recién subía a ese lugar, extrañándose.

-Kaname... sama. –se asombra Aidou al ya estar en la cima-

 

 

 

 

Noche 24  Sucesor.

 

 

 

 

Sus lágrimas habían cesado en medio de esa carrera de bajar cada escalón, sosteniendo firmemente el mango de Artemis, logrando llegar agitada donde se presenciaba esa batalla a centímetros de esa entrada. Se detiene, admirando la lucha y cuerpos caídos, llenándola de ira y tristeza.

-BASTA! –grita Yuuki con todas su fuerzas-

-Oh, vaya ¿A dónde te habías ido? –repara esa vampiresa en la castaña con un gesto malicioso en su rostro-

-No necesitamos esas cadenas llamadas Kuran. –se atreve a decir un Noble-

-La Asociación, el líder llamado Kuran, el Senado, qué nos dieron a nosotros los "inmortales" en los últimos diez mil años? –secunda otro vampiro noble en pie–. Un insoportable tiempo retenido. Sólo un poco más y seremos libres de esas cadenas para comenzar de nuevo. No te necesitamos. ¡Te haremos pedazos, pequeña Kuran!

Varios sirvientes se abalanzan sobre Yuuki que firmemente sujeta a Artemis por sobre su cabeza, moviéndola para protegerse, sin embargo, entre sus manos, ese mango se deshace en miles de pedazos que no caen al suelo sino que se dirigen a la edificación tras suyo.

Así mismo, empieza a desquebrajarse la Academia como si hubiera habido un gran sismo en ese sitio y solo esa edificación fue la damnificada. Pero lo menos esperado, múltiples sogas espinosas atraviesan los muros y ventanas, convirtiéndose en un hambriento animal que devoraba todo alrededor de esa estructura que alguna vez fue una prestigiosa institución educativa. Saliendo disparados con violencia los fragmentos a todas direcciones, provocándole a los Nobles y Sangre Puras protegerse. Pero con una sorprendente mente propia alcanza a algunos cuantos sirvientes que pretendieron lastimar a Yuuki que inmóvil observaba ese suceso.

-Esta impecable y poderosa arma es... –dice ese Sangre Pura ante esas verdes ramas salir debajo suyo, provocándole dar un salto para alejarse–. ¡Maldito seas Kuran Kaname!

-Esta es... Bloody Rose? –se asombra Cross Kaien ante esas sogas aproximarse a su dirección y apoderarse de su espada-

No siendo la única arma que es robada, las pocas que quedaban pierden su fuerza.

Nota Yuuki como se deja ver un cuerpo entre esas sogas que se esparcían por toda la edificación que alguna vez fue la Academia, cayendo fuera ese joven sin ningún rasguño o herida en su cuerpo, pero si en su ropa desgarrada, dejándose ver que se trataba de Zero. No viendo gesto en el cazador, simplemente se encuentran sus miradas.

 

*                *                  *                      *                 *

 

Delante de esa figura castaña durmiente se hallaban luego de darse por finalizada esa tonta disputa, todos compartiendo el mismo trágico gesto de dolor por la pérdida de Kaname. Solo quedando ellos en aquellos dormitorios que lograron mantenerse en pie.

-Pensé que no debíamos exponer a Kaname-sama al peligro estando desprotegido, así que lo encerré en un ataúd de hielo. –describe Aidou con un gesto de tristeza, recibiendo una caricia sobre su cabeza de Kain-

Sobresaltándolo esa inusual expresión de afecto, ojeando de reojo al anaranjado por segundos, notándole un suave gesto de dolor.

-Hiciste bien, Aidou-kun. –agradece Cross sin verlo–. Él no es sólo un Ancestro sino también el legado de mis amigos. Deberíamos tratarlo con cuidado.

La puerta se deja oír, posando todos sus ojos en esa entrada, mostrándose a un par de modelos, sujetando uno de ellos a un dormido pequeño bastante abrigado.

Todos se miran entre si compartiendo el mismo gesto, esperaban ver a alguien más.

-Shiki...

-Vámonos, Ichijou. Hideki no puede estar a esta horas. –casi a una súplica informa Shiki acercándose al rubio-

Asiente Takuma, no sin antes dedicarle una ojeada a Kaname. Al hacerlo se acerca al par de modelos para irse.

-Ruka.... vienes? –se atreve a inquirir Aidou delante de la castaña clara, quien con sus cejas alzadas por sobre sus ojos demostraba su dolor-

Pero antes de la joven responder, le dedica una mirada a Kain, para después asentir en respuesta.

-Kaname-sama... –exclama Seiren al lado de esa Sangre Pura Kuran viva que escoltaba-

Yuuki solo podía ver por sobre su hombro esa puerta por si entraba la persona faltante y, seguramente el más lastimado, pero esas láminas continúan cerradas. En silencio regresa sus ojos para seguir viendo a Kaname.

Antes de ser abierta la puerta por Ichijou, desde a fuera la abren, mostrándose a un inexpresivo Zero que desde el marco queda.

-Kiryuu-kun.... –gira Cross a verlo-

Observan a ese inmóvil cazador que solamente ve por breves segundos a ese castaño de ojos cerrados dentro de esa barrera de hielo, para después irse como llego.

Compartiendo todos un gesto de dolor.

 

*                *                *               *               *              *

 

Usando un suéter abre esa puerta deteniéndose por la impresión que se da, dentro estaba una presencia frente a Kaname. En silencio se atreve a avanzar, viendo a Zero tener una de sus manos apoyada contra esa protección de hielo. Nunca se imaginó que yendo a esa hora de la mañana se encontraría con alguien dentro y mucho menos al platinado.

Tímida toma sus manos luego de estar a una distancia prudente, no sabiendo cómo abordar ese tema ya que tenía la oportunidad.

-No es porque él lo haya dicho pero.... –toma ella aire y valor, viendo esa espalda–. Te conozco, sé que en este momento tienes mucho que pensar y de seguro te culpas, aun así... quiero que me veas como un apoyo. Como antes. Por eso...

Da otros pasos quedando justo detrás de él, hincándose para colocar una llave en el suelo.

-Es la llave de la Mansión Kuran... De Kaname en realidad. También te pertenece, más que a mí.

-Sácame de aquí.

-Uh?

-Sácame de aquí. –repite sin verla, cubriendo su flequillo platinado sus ojos-

La castaña solo ladea su cabeza para observarlo en silencio, luego de escuchar su ruego necesitado. Simplemente acorta la distancia tomándole la mano que apoyaba contra el rostro de Kaname, apartándola. No negándose el albino, antes aferra sus dedos a su palma.

De la mano se lo lleva sacándolo, no sin antes dar una última ojeada a ese dormido castaño.

Lo mejor era llevárselo y poner una distancia entre ellos.

 

 

Entre ese camino oculto de aquella cueva avanzaban. Yuuki a la cabeza conocedora de ese rustico lugar, y Zero detrás simplemente siguiéndola. En ningún momento había ella soltado esa mano asida a la suya.

-Por este camino Kaname me trajo cuando.... cuando me fui de la Academia. Es como protección, ya sabes... aún hay "gente" en contra de toda persona a favor de Kaname. –confiesa ella sin detenerse–. ¿Estás cansado por el largo camino hasta la entrada subterránea?

-No soy tan débil para cansarme tan fácilmente. –da su primera intervención el platinado sin verla–. Tú eres la habladora.

-Es que pensé que...

-No he dicho que me moleste. –le interrumpe con suavidad-

-.... –prefiere detenerse, bajando su cabeza–. En un inicio, todo lo que pude pensar fue en hacernos llegar bien hasta aquí. Por ahora... al menos estás físicamente a salvo. A decir verdad, no estaba segura de qué empezar a hablar para distraerte... No tienes por qué esconder tus sentimientos, Zero. Yo sé... –lo ve por sobre su hombro con una sonrisa–, que tú corazón todavía está unido a él. Pero tú elegiste venir conmigo y eso es suficiente para mí.

-Por qué dices tal mentira? No hay forma de que sólo eso sea suficiente. Yo no he hecho nada por tí. Frente a mí no tienes que contenerte. –deja de sostenerle la mano-

-Zero... –se entristece por ver ese flequillo cubrir esos ojos–. No debí haber dicho eso. Lo siento. –se atreve a tomarle las mejillas con ambas manos–. Puede sonar raro, pero ahora puedo sentir que con sólo con que sostengas mi mano, es suficiente para hacerme feliz. Sigamos. –nuevamente le toma la mano, reanudando sus pasos-

 

De golpe se detiene el cazador en esa puerta robusta al final de ese pasillo de piedra, presionando sus dedos en esa mano que continuaba asida a la suya. Pudiendo la chica sentir su nerviosismo.

-Descuida, aquí nadie te molestara. –repara Yuuki ese tenso cuerpo, mostrándole una sonrisa para tranquilizarlo–. Ya debes de conocer la entrada Principal.

Saca la llave que mete a esa rendija de la puerta, tomando ella algo de aire para abrir la madera, cruzando. Imitándola el cazador que solo con su flequillo cubriendo sus ojos se deja llevar.

 

-Esta será tu habitación. –empuja con su mano esa puerta de aquella habitación-

-Era la de Kuran. –murmulla Zero casi inconscientemente, evocando las noches que estuvieron juntos-

-Estaré fuera por si quieres algo. Ah, y las tabletas están en la mesa de noche junto a la cama. –con una sonrisa abandona el cuarto, cerrando esa puerta-

Queda recargada contra la madera con sus manos tras su espalda, borrándose su sonrisa que pasa a tristeza, mordiendo sus labios en dolor. Sus cabellos castaños se encargaban de ocultar sus ojos, pero no dejan ver esa lágrima que desciende por su mejilla.

-Por qué lo hiciste si te decías amarlo? ¿Por qué, Kaname?

Al otro lado, un albino igualmente estaba recostado contra la puerta, con su cabeza baja cubriendo su platinado flequillo sus ojos, empuñando sus manos a cada lado.

 

*                 *                    *                      *                      *

 

Cierra Yuuki la puerta de su habitación desplazándose a la cocina para calentar la cena hecha sorprendentemente por Seiren, ya que por ese día Zero se sentía indispuesto y desde la tarde haberse encerrado en el cuarto. Ya se había demostrado en la Academia que ella como cocinera era un desastre, y pues, en esas semanas el cazador se encargó de alimentarlos. Y las empleadas, no había decidido disponer de ellas para que no se sintiera el albino agobiado, aunque el mismo padre de Aidou hubiera ido hace pocos días a supervisar su estado por ser la prometida de Kaname. ¿Prometida? El que más necesitaba de apoyo era Zero, no ella. Eso si, de vez en cuando recibían las visitas de Aidou y el mismo Ichijou acompañado de su hijo.

Un poco de distracción en medio de esa soledad.

Escucha una puerta ser tocada, prefiriendo ir ella misma a atender, reparando incrédula en esa visita debajo del marco de la entrada.

-Cómo está? Han pasado 2 meses y desde que Zero desapareció no sé sabe nada de él. –sin saludar habla Kaito-

-Buenas noches, Takamiya-san, pase. –cede el paso, viéndolo cruzar con la mano en uno de los bolsillos de su pantalón–. Zero... se ha claustrado. No sirviendo el que esté en esta casa. Antes, empeoró su estado. Sígame por aquí.

Asciende las escaleras, siguiéndola ese cazador castaño sin gesto amable.

-Por qué te lo llevaste?

-... –solo por segundos lo ve por sobre su hombro–. Él me lo pidió.

-Y lo mejor fue traerlo a esta casa que le recuerda a ese Sangre Pura. –ironiza Kaito mostrando su inconformidad-

Mejor decide Yuuki callar y llevarlo hacía ese cuarto donde se hospedaba el platinado. Sobresaltándose al tomar la perilla, prefiriendo abrir rápidamente esa puerta.

No podía ser. Era imposible.

No equivocándose. Ese cuarto estaba vacío.

Notas finales:

-1 faltan 4 para el final. ^O*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).