Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Bloody Rose por lilibel vangarret

[Reviews - 54]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ya es el FINAL!!!!

Pues les agradezco a tod@s (aunque solo chicas me leyeron) que se hayan tomado un tiempo para leerlo cada cap. y para tener la paciencia de esperarme después de semanas no aparecer. Besitos a yare Kuran, ya que gracias a ella tome la decisión de continuarlos a causa de los “divinos comentarios destructivos” de cofcof… Rigel23 y nickyLoL31cof, cof, quienes pese a barrer con mi fic, les intereso UOU. También a Anna Rin bunny, Sapphir13, yuki yuya,  Ookami-sama, YuuTakamura y a un Anonimo por ahí, y una ultim@ lector@ Mikimiki (uno nunca sabe, me ha pasado en que creo que es una chik y resulta un chico -_-). Gracias a ustedes esta pag y este fanfic se hace posible. Nos veremos en otro fic….  Si Dios, lo permite de esta misma serie ^W^.

Wow, que cap. pa´ más "mielosos". ¿Qué me habré comido o bebido cuando lo hacía?

 

 

 

 

Entre sus brazos, finalmente estaba rodeado por esas manos que recorrían su cuerpo desnudo y no se trataba de una ilusión o un sueño pasado. Ahora, sobre esa cama besaba esos labios que le imponían un ritmo.

Le aparta Kaname el largo cabello del rostro para tener esos ojos violetas sin obstáculo alguno, decidiendo permanecer observándolo mientras se rozaban sus cuerpos.

-Incluso si no me dejas volver a tocarte nunca más, sólo te pido que me dejes por favor estar cerca de ti. Después de incontables noches donde he deseado y deseado este momento en donde casi pierdo la esperanza, finalmente tengo a mi amado en mis brazos, para gastar la eternidad juntos. –confiesa Kaname sin dejar de admirar esas amatistas-

Descansa sus manos tras la nuca del mayor, rozando sus dedos con esas hebras castañas para acercar esa cabeza a la suya cerrando fuertemente sus ojos, reteniendo el dolor de saber que perdió una amiga, notándolo Kaname que le toma una mejilla con su mano acariciándola con su pulgar.

-No te culpes. Mayormente sería mi culpa. Yo soy quien lo tengo ahora. Sin embargo, eso me ayudara a amarte mucho más. Yo quiero volver a empezar y que sepas más de mí. Apartir de ahora, quiero empezar de nuevo.

En respuesta esos párpados se abren exhibiendo ese par de joyas violetas que hace una década se cerraron para huir de ese sentimiento. Pero ya no debía porque evadirlo.

-Yo... ya no quiero sufrir más ni saber del pasado. Ver el presente... Hagámoslo.

-Crear juntos nuestro presente. –concluye sonriendo complacido-

Asiente el cazador sonriendo ante esa respuesta que quería oír, recibiendo un beso suave del castaño que lo estrecha aún más, profundizándolo después.

 

 

 

 

Noche 28 Nuestra Vida.

 

 

 

 

Detalladamente observaba ese rostro al que no le pasaban los años ni le pasarían. Una figura finamente labrada por el más virgen mármol que finalmente dió forma a esa obra de arte que dormía plácidamente a su lado, completamente desnudo bajo esa sabana. Aún no asimilándolo. Levanta su mano acariciando ese cabello castaño entre sus dedos, de paso palpando ese rostro. Se atrevería a decir que era la tercera vez que ese vampiro dormía tan sereno y sin preocupaciones, como si ya no cargara ese peso que se atribuyó siglos atrás. Ya que la primera vez que lo vio con un gesto igual, fue en una situación similar donde ambos compartían la misma cama, aquella vez; el no "conocía" nada de ese "Chupasangre".

-"El primer Kuran" –piensa sin dejar de verlo-

Ahora estaban juntos y con una familia. Sonríe, mejor aproximándose a ese rostro para besarle los labios en saludo, prefiriendo incorporarse de la calidez de esa cama.

 

Sale Zero de ese cuarto ya cambiado y preparado a recibir esa mañana. En pasos suaves avanza por ese corredor con su cabello platinado atado en una coleta baja. Años atrás, nunca hubiera pensado, ni por error que terminaría viviendo en la misma casa con su enemigo, y peor aún, durmiendo en la misma cama de su enemigo. Se detiene de golpe en una ventana, viendo a sus gemelos ya despiertos entrenando fuera ¿o era tratando de ganarle a ese hombre? Por cierto, ese castaño se le hacía conocido.

-Dos contra uno ¿no? –ríe Kaito pese a tener a dos Kuran encima tratando de doblegarlo-

-Haruka, derríbalo! –propone Ichiru siendo inmovilizado por el brazo del mayor que le rodeaba el pecho como los brazos-

-Estoy igual! –informa Haruka al hallarse sobre uno de los hombros de ese castaño como si fuera un costal de papas-

-Kaito?

Gira el mayor ante ese corto llamado, aun sosteniendo ese par de gemelos, sorprendiéndose por tener esa presencia delante suyo, cortándose su respiración.

-Buen día, Papá. –saludan el par de gemelos con una sonrisa pese a la dificultad-

-Zero?

-Presumes tu fuerza y los perjudicados son mis hijos. –bromea Zero sin dejar de ver a su antiguo amigo–. Te ves bien.

-Tanto tiempo... –no sabía que decir ante ese albino–. Igual tú te ves bien pese a estar 10 años en un ataúd.

-Dímelo a mí. Deberías bajarlos o sufrirás una fractura.

Solo ríe el cazador castaño accediendo a ese consejo, no sin antes, sacudiéndole el cabello a cada uno de esos menores que quería como a unos sobrinos.

-Vine por estos dos cazadores. Son aprendices de Yagari y míos.

-Pero él no vino contigo ¿o sí? No lo siento cerca ¿O es que no piensa pisar la casa de un Sangre Pura, así en ella viva uno de sus aprendices?

-Digamos que faltan un par de décadas o siglos para que pueda perdonar a "ya sabes quién". –informa Kaito en clave riendo-

-Oh... No me sorprende. Luego se le pasara.

-Nosotros nos adelantaremos. Hasta después. Vámonos, Haruka.

-Saluda a Otousan. –corre Haruka a dirección de su padre platinado dándole un beso de despedida en la mejilla, a gusto de tenerlo a su lado–. Te quiero.

Luego de hacerlo regresa donde su hermano, alejándose ambos.

-Y bien? –se sienta Zero en la escalinata de la entrada-

-Bien qué? –ladea su cabeza viéndolo-

-Ya hay alguien en tu vida. Espero que sí.

-Hm... –sonríe por el tema, mejor sentándose a su lado, desviando su mirada–. Cuando te "fuiste", dejaste un gran vacío, pero nadie podría sentirlo tan fuerte como quienes te amaron... Nosotros tuvimos que afrontarlo y seguir con nuestras vidas, incluyo el bastardo de Kuran, ya que nunca se despegó de ti. Muchos estuvieron prevenidos ante su actitud, ya sabes, temían a que nuevamente se le zafaran los tornillos y acabara con el resto de Sangre Puras y Nobles en pie. –se atreve a liberar una risilla por recordar– ¿Sabes que incluso los vampiros amigos de "ése" se interesaron en mí? Raro...

-Tan mal te hallabas que eras conciliado por ellos? De seguro te vieron como una presa fácil para seducir. –igual Zero bromea-

-Sí, de seguro el perfecto prospecto cazador para unos vampiros. –le sigue el juego sin borrar su sonrisa–. Pero, hablando en serio... en ese momento de apoyo estuvo Sayori.

-Wakaba Sayori? –borra su sonrisa viéndolo– ¿La amiga...

-Sí. La amiga de ese cachorro de León. Ella.. pese a lo que soy me comprendió tanto como yo quise hacerlo contigo. –levanta su mirada para verlo borrándose su sonrisa, encontrándose sus miradas. Suspira después, incorporándose–. Es mejor que me valla, debes disfrutar este momento. Luego nos vemos.

-Dile a Yagari que no sea tan rudo con ellos.

-Tratare! –se aleja recobrando su sonrisa– ¡Y descansa! –aconseja sin detener sus pasos-

-Deberías acatar su consejo. –llega Kaname a su lado, recostando su mano a unos de los barandales­*–

-Hm... descansar. –repite en un suspiro sin verlo–. Tuve miedo... Cuando "dormía". –no lo observa solo veía al frente entre la espesura del bosque–. Que al abrir los ojos, tú no estuvieras.

-Lo importante es que aquí estoy. –se sienta tras él para estrecharlo entre sus brazos–. No me iré de tu lado.

-Eso espero... Tengo una duda ¿Por qué esperaste tanto tiempo para despertarme? –lo ve por sobre su hombro, bastante intrigado–. Tú que eres meticuloso y manipulador con las cosas a tu alrededor a tal punto de no dejar que nada se te escape, esta vez algo se te salió de las manos.

-Así es. No sabía cómo despertarte sin causarte daño o poner en riesgo a nuestros hijos. También temí, a que igual que yo hice antiguamente, me hubieras olvidado. No podría haber lidiado con eso. –lo estrecha aún más contra su cuerpo, perdiendo su nariz entre esa larga cascada platinada–

A gusto se siente Zero que solo puede cerrar sus ojos y disfrutar de ese momento.

-Otra duda ¿Por qué no rompiste los ventanales cuando viste a Kaito? –tienta-

-Zero...

 

 

Ríe Zero entre el beso mientras esas manos continuaban dentro de su camisa. Reanudando los pasos por ese pasillo hasta que su espalda da con la puerta, recostándose en la lámina de madera. Atientas da su mano con la perilla abriéndola. Disfrutaría cada segundo que tuviera con ese castaño.

-No tienes que irte a algún lado ¿verdad? Por qué... no te lo permitiré. –rodea Zero su cuello sin dejar de besarlo y avanzar-

-Tengo el día solo para tí... y el resto de mi vida.

Caen ambos a la cama, el castaño sobre el albino, sin pausar ese largo beso donde sus lenguas jugaban y probaban, dejando que sus manos se movieran por el cuerpo contrario tratando de desnudarse, perdiendo el vampiro de cuanto en cuanto sus dedos por esa larga cascada platinada del cazador.

"Haciéndose" del dicho "al mal paso, darle prisa" ambos yacían completamente desnudos en la cama, estando Zero sentado sobre las caderas de Kaname, besándolo largamente; tardando varios minutos para separarse jadeantes y retomar otro aún más necesitado y envuelto en demás sentimientos. Acariciaba con sus manos la ancha y fuerte espalda del castaño, al tiempo que de vez en cuando perdía sus dedos detrás de esos cabellos oscuros algo alargados por el pasar del tiempo.

-Ah... –jadea Zero entre el beso por esas manos situarse en ambas nalgas-

Causándole lanzar atrás su cabeza, aprovechándolo el Sangre Pura para inclinarse sobre su cuello y posar suaves besos, mientras resonaban en las cuatro paredes y a sus oídos los excitados gemidos del cazador.

 

Baja Kaname sus manos de esas dos porciones de carne hasta esa división y ligeramente las abre para permitirle a sus dedos tener acceso a ese ano, el cual acaricia superficialmente. Tentado por su naturaleza presiona su índice unos milímetros, llegándole el esperado gemido de entre esos delgados labios, logrando verlos precisamente mordidos entre soplando.

Aprovecharían que tenían la casa para ellos solos.

 

*        *        *      *        *       *       *

 

Lentamente avanzaba por esa capa de nieve usando un cómodo abrigo para protegerse de esa brisa del ambiente, habiéndose perdido el camino de tierra. Pese a eso, logra llegar a esa pequeña edificación abriendo sin esfuerzo la puerta. Toma aire dentro de ese cálido lugar que no se dejaba influenciar por el frío. Esas compras que sostenía las deja recostadas a un costado de la puerta para acercarse a ese largo féretro de cristal horizontal sobre una base. El único "mueble" que ocupaba esa estancia.

-Cómo estás? Espero que no te moleste que venga a visitarte esta noche. –sonríe Zero sentándose en el borde de ese atril, viendo por sobre su hombro a su ocupante–. Pero necesitaba hacerlo... Yuuki.

Suspira el cazador. Nunca sería respondido. Mejor recarga su costado en el borde, quedando en una posición  que le permitía ver de frente ese rostro femenino; como descansar sus brazos en el borde del ataúd, alcanzado sus dedos a rozar unos cuantos cabellos castaños que reposaban a los lados de ese rostro.

-No sé qué hacer para no seguirme sintiendo culpable. –se alzan sus cejas en tristeza para después cerrar fuertemente sus párpados y ocultar su rostro con su brazo–. Perdóname.

Se sumó en un silencio agobiante que lo culpaba, sintiendo repentinamente algo apoyarse suavemente en su coronilla. Alza su vista, no sorprendiéndose por ver a Yuuki con su espalda separada de esa "cama" y estirando su mano hasta alcanzar su cabeza. Pronto, ella acerca su cabeza y la contraria hasta quedar sus frentes juntas.

-Se feliz. Quiero que sonrías y disfrutes que al final serás feliz.

-Y tú? También lo amabas. Era tu prometido. El indicado para ti, y yo...

-Digamos que no debí creer en "esos sentimientos". Nunca. Haber sido yo misma y valorar los tuyos. Ahora solo quiero que lo ames y vivan eternamente.

-... –la observa sin decir palabra, poniéndole bastante atención a ese rostro amable-

-Zero.

-Creo que te busca. –sonríe ella–. Recuerda. Ama y déjate amar. –le acaricia la mejilla, provocándole que cerrara sus párpados-

-Zero... –insiste esa voz, pasándole la mano por la coronilla-

Lentamente abre sus ojos violetas, viéndose precisamente recostado en ese ataúd con sus brazos sobre el borde, incluso uno de sus dedos rozaban con esas hebras castañas, así como ve a ese castaño a su lado acariciándole sus cortos cabellos platinados. Desvía su mirada violeta a un costado, notando a Yuuki en su posición. Había sido un sueño.

-Qué haces aquí solo ¿Te sientes bien? –inquiere Kaname sentándose a su lado, tomándole la mejilla-

-Solo me escondía de ti para obligarte a buscarme. –bromea incorporándose, viendo que sus compra no estaban donde las dejo-

-Buscas esto? –exhibe esa bolsa de papel que sostenía en su mano– ¿Por qué no viniste por uno de los pasillos dentro de la mansión? Me preocupe por que demorabas en tus compras.

-Será porque me era más cerca. Ya que estaba fuera aproveché venir. Además, se me antojo. –avanza el cazador hasta una puerta contraria a la que por donde entró, saliendo-

 

-Papá, nos preocupaste. –corre Haruka donde su padre platinado, dejando de ayudarle a su hermano en la mesa–. Debiste permitir que alguien de nosotros te acompañara.

-Cómo pueden proponerle a un cazador como papá que sea protegido por alguien más que no sea él mismo. Eso es como poner en duda su capacidad. –apoya Ichiru teniendo la ayuda de Seiren en ese comedor-

-Niisan, no lo apoyes! ¡Menos en su frágil estado! –hace un puchero al ser contra decido

-Mejor continúame ayudando ¿sí?

-Ichiru, no me ignores? –lanza una servilleta formada en "bola" directa a su cabeza-

-Es cosa mía o... ¿por qué creo que veo a Yuuki en Haruka? –inquiere Zero admirando a sus hijos discutir-

-Te refieres a verte a ti y a Yuuki de chicos en la Academia Cross? –tampoco deja Kaname de ver a sus herederos-

-Uju. –asiente–. Mejor iré a dejar esto en la cocina. Te los dejo. –se va con sus paquetes-

-A dónde crees que vas? –le toma en serenidad el antebrazo impidiéndole seguir. Él no caería nuevamente en esa persuasión–. Mis hijos, tus hijos, nuestros hijos. No siendo más, te ayudo a llevar eso. Haruka tiene razón en decir que eres frágil en ese estado. –le quita el paquete, yéndose–. Ah, y te ves hermoso con mi próximo hijo.

-Tú... Embustero. –entre dientes exclama Zero. Su plan había fallado-

-Haruka, no seas exagerado! Solo bromeaba, solo bromeaba.

-Niisan, no bromees con el tema de mi hermanito ¡Insensible!

-Hm... –suspira golpeando con su mano su frente. No era nada fácil criar a un par de adolescentes bipolares– ¿Y tú. Serás igual a tus hermanos mayores? –ve a dirección de su vientre cubierto bajo ese abrigo, acariciándolo-

 

*              *                *                *                     *                *

 

Atreves de ese ese cristal veía esos copos de nieve caer libremente del cielo y danzar hasta caer al suelo y amontonarse, incluso en los bordes del marco de esa ventana se podía ver una línea blanca. Siéndole imposible no evocar su pasado. Tantas cosas... Buenas, malas, peores, pero de las que no se arrepentía. Cualquiera lo llamaría CINICO. Sí, con mayúsculas y subrayado. Porque eso fue, un ser que nunca se importó en los demás sino de tomar lo que quería, y mismas razones que lo hicieron lastimar a muchas personas importantes en su vida.

De reojo ve uno de sus costados por ese objeto recargarse tras su cabeza.

-Si te doy solo 3 segundos para huir ¿Bloquearías mi ataque? –inquiere Zero sin gesto sosteniendo firmemente esa arma, demostrando en sus palabras una gran pasividad como cuando era Prefecto-

No recibe respuesta de ese castaño. Pero no quería decir que se había retractado.

-Uno, dos... –rápidamente se ve pegado a ese cuerpo por rodearlo con un brazo tras su cintura, y la otra mano, habiendo separado ese cañón a un costado–. Tres... Los años no te han hecho envejecer Kuran Kaname. –sonríe por su prueba-

-Y a ti nuestro hijo hace aflorar tus sentimientos asesinos hacía mí. Pero debes serenarte. Ellos vendrán a cenar. –ve una mueca de desagrado en esos labios albinos, haciéndolo sonreír–. Sé a qué se debe esa inconformidad, pero no olvides que es algo que se planeó con anticipación.

-No me pidas que no quiera asesinar al "mani-largo" del hijo mayor de Ichijou-senpai ¡Es como tener a Aidou cuando era Clase Nocturna! Ni siquiera el hijo de éste es así, más bien se parece más a Akatsuki. Aun así... No voy a permitir que Haruka ni ninguno de mis hijos caiga en sus colmillos. Ya es suficiente con mi ejemplo que me deje enredar por ti ¡Tú deberías hacer algo al respecto!

-Pasare por alto lo de que "te dejaste enredar por mí"... Y respecto a lo otro, lo hago. Sé que Ichijou y Shiki le inculcaron una buena educación. –dice a su defensa-

-Querrás decir, que le recalcaron quien eres tú para la Sociedad Vampírica. Un Sangre Pura-maniático.

-Lo primero sí, y  que los tres son Kuran. Lo otro es en tu caso.

-Papá, Otousan, ya llegaron los tíos y sus hijos, solo hacen falta Ichijou-san, Shiki-senpai y su hijo Hideki. Ah, también el abuelo Cross y su pareja. –avisa Haruka, dejando después oír sus pasos mientras se alejaba-

-Ya vamos. Aparentemente Hideki aún no llega. Puedes estar tranquilo por el momento. Guarda eso. –le libera el brazo-

-Ahora tu suelta "esto". –en broma hace referencia a él mismo a causa de ese brazo continuar estrechándolo. A cambio es rodeado por ambos brazos, recostándose su frente contra la suya–

-Por fin tengo a Mi Caballero.

-No querrás decir a tu Rey? –finge altivez, rodeándole igualmente con sus brazos pero tras la nuca-

-... –sonríe–. Al Rey dueño de mi vida.

Cierran ambos sus ojos para unir sus bocas. Sus lenguas se tocaron amorosamente, sin ansia, sin premura, disfrutando del contacto del otro, olvidándose por completo de la cita que tenían pendiente. Pasando a besarse apasionadamente, descubriendo el deseo que uno despertaba por el otro, durando un largo minuto, donde tuvieron que separarse para tomar un poco de aire, pero pronto retomaron uno igual o más ávido.

Sus dedos empiezan a tener vida propia y empiezan a recorrer cada centímetro de sus cuerpos como si no los conocieran, volviendo a conocerlos, vibrando de placer, frotándose sus pieles dentro de esa estorbosa ropa con necesidad.

-Papá, Otousan, adivinen quienes finalmente llegaron. –avisa ahora Ichiru–. Les daré una pista ¿Qué hijo del Vicepresidente y del modelo falta?

-Qué? –rompe el beso el albino, serenándose su excitación, como una ventisca que sopla sobre una montaña de hojas acumuladas. Así fue como le sucedió a Zero-

-Papá, yo que fuera tú, corría o te harán abuelo. –ríe suavemente yéndose-

-Sobre mi cadáver. –exclama-

Rápidamente guarda su arma, besa a Kaname y sale del cuarto, olvidando que dejaba atrás a su pareja.

-Hm... es el mismo de 18 años atrás. –suspira sonriendo–. ¿No lo crees, Yuuki? –apoya la mano contra su pecho, sobre su corazón-

Mejor era ir e impedir un asesinato.

Notas finales:

"...llega Kaname a su lado, recostando su mano a unos de los barandales­*: Hagan de cuenta que la casa las tiene. UoU


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).